El repaso

Una excelente profesora, debe enseñar a sus alumnos, que dando es como se recibe.

El repaso

Desde que la vimos entrar al salón todos quedamos mudos, era la profesora mas excitante que jamás habíamos visto, por cierto era la única profesora mujer del colegio, el cual por ser solo de varones generalmente tenia profesores hombres, por cierto ninguno tenia los pechos exuberantes de esta morena de ojos claros, cabellos lacios hermosamente recogidos en un peinado que obviamente se auto diseñó para parecer un poco mas formal y mayor, pues a lo mas tenia 35 años, pero a pesar de su disimulada vestimenta un poco holgada y de colores oscuros, todos lográbamos ver el cuerpazo que debía ocultar, pues ni con una montaña de trapos se podría ocultar ese monumental trasero y esas increíbles naranjas que llevaba por pechos. Todos por primera vez en mucho tiempo teníamos clavada la mirada en la pizarra, bueno mejor dicho en el trasero que escribía en la pizarra: Lic. Magda Borge.

Y a partir de ahí las clases de matemáticas jamás fueron aburridas, a no ser para los dos chicos patos del salón, uno declarado, que ni siquiera aunque fueras ciego dejarías de verlo, y otro llamado Marcos, del cual solo yo sabia que era cruzado, aunque al parecer no del todo, pues decían que tenia novia y la verdad no se le notaba para nada; pero yo si sabia que era, pues un día después del juego de fútbol un grupo estábamos viendo una revista porno de uno de los chicos, y los mas desarrolladitos, nos empezamos a mostrar las pollas erectas bajo las toallas, para darle envidia a los poca pija que se vestían en cuanto podían, entre ellos Marcos que siempre salía de la ducha hasta que todos se habían ido o en su defecto, lo mas vestido posible.

Ese día yo fui el ultimo en tener derecho a la revista y cuando todos se habían ido, para mi mejor pude acostarme en una banquita, buscar la foto de la mas tetona y empezarme a pajear; debido a la calentura quede desnudo pajeandome, con la revista sobre mi cara, de pronto, recordé donde estaba y preví que podría entrar un profesor y me iría terrible entonces me levante, y cual es mi sorpresa, encuentro a Marcos frente a mi envuelto en su toalla, totalmente erecto y con la vista fija en mi tranca; no soy experto pero que se excite viendo una polla me parece de lo mas pato. El no se sorprendió ni se escondió, al contrario me sonrió, mientras yo me vestía a toda prisa. Yo nunca dije nada pues podrían pensar que yo también era de esos, al fin y al cabo el chico se excitó viéndome.

Los días fueron pasando y el interés por la clase de matemática era mínimo con respecto al interés por la profesora, pero después de las pruebas todos estábamos a punto de dejar el parcial, por lo que la Prof. se ofreció a darnos un repaso el día antes del examen, el problema fue que ese día era la inauguración de la piscina del colegio por lo que obviamente nadie por muy bonita que fuera la Prof. asistiría a su casa, donde de seguro su marido estaría vigilando la mirada de los pubertos calenturientos.

Mis padres dijeron que nada de celebraciones que lo primero era el repaso y que debía ir.

Ese día 15 minutos después de la hora fijada, estaba yo en su puerta, puntual como un ingles dormilón, y al abrir la puerta la primera cara que veo en la sala de la Prof., era ni mas ni menos que la de Marcos, que al parecer, era el único puntual del salón. Saludé a la Prof., por cierto ese día estaba, vestida un poco mas informal y con un perfume mas inquietante que de costumbre, Quinta Avenida dijo el salido de Marcos y la profesora lo felicito por su olfato, él dijo que todo lo que oliera a mujer le atraía, -Que caballero-dijo ella, -que pato – dije por dentro. Pasaron bocadillos , jugos,etc.; las 9:30, y nadie mas llegó.

-Empecemos el repaso dijo la Prof..

A las 12:15 habíamos terminado.

-Los invito a almorzar, al fin y al cabo estoy sola.

-No puedo, dije yo.

-Le tienes miedo a la Prof. o que? dijo Marcos.

-Pues no, pero no me gusta dar molestias.

-No es ninguna molestia niños, es todo un placer.

Y llego el almuerzo, para mi sorpresa puros mariscos, y estaban de muerte.

Al terminar estábamos hasta cansados de tanta comida y tan pesada.

-Si quieren recuéstense en los sofás yo iré a mi habitación.

Creo que unas dos horas después Marcos me estaba levantando.

-Levántate que nos dormimos y al querido de la Prof. no le va gustar encontrar dos jilipollas dormidos en su sala.

Quisimos salir pero estaba con llave, tuvimos que buscar su cuarto , golpeamos, pero al parecer estaba dormida, porque no nos escuchó. Pero estaba abierto, abrimos la puerta y ahí estaba ella despierta acostada con una lencería negra de ensueño, de esas que tienen hasta liguero, se veía preciosa.

-Por ser los únicos en preocuparse por el examen les voy a hacer un regalito inolvidable.

Y empezó a desnudarse, se quitó el sujetador y sus gloriosos pechos surgieron de una forma maravillosa.

Me quede estupefacto, en cambio para mi sorpresa Marcos se lanzó sobre ella, y la empezó a besar en la boca, en el cuello, en los pechos , mientras ella lo desnudaba, el le quito la tanga de un tirón y la dejó solo con el liguero, yo estaba excitado y a la vez paralizado, mientras ellos ya estaban desnudos.

-Si te da miedo puedes irte , me dijo ella.

-No dijo Marco, él tiene una tranca que te va volver loca.

Ella lo vio con sorpresa, él simplemente le sonrió, y dijo

-Cojamos todos, esta ha sido mi fantasía toda la vida, cogerme a una mujer y a la vez que me coja un hombre.

-Ven, Gabriel por lo visto tu serás el agasajado de la fiesta, dijo ella.

Me aproxime a la cama y ella me comenzó a besar el cuello y desabotonar la camisa mientras él me quitaba la faja.

-Calma, primero que todo solo he tenido relaciones con mi mano y si alguien va estrenar mi polla quiero que sea una mujer.

-Está bien dijo Marcos, pero el que estrene tu culo seré yo.

No dije nada, la verdad es que deseaba tanto este momento tan erótico y sensual que por que no experimentar un poco, al fin de cuentas, nadie diría nada, y a estas alturas la Prof. Ya se estaba empezando a tragar mis bolas, lo que me produjo un placer que no me permitió hablar mas, cerré los ojos y luego empecé a sentir los tiernos besos de él, la verdad su boca era tierna, pero a la vez fuerte, yo apasioné los besos metiéndole la lengua a lo que el respondió acariciando mis pectorales y mi espalda, mientras ella me mamaba el glande con tal maestría que deseé que mi tranca no saliera nunca de su hábil boca.

Abrí los ojos, mientras él besaba mi cuello y puede ver que marquito no perdía el tiempo, pues ya tenia, la rienda muy dura y a la altura de la cara de la Prof., y esta empezó a alternar sus mamadas entre las dos pollas jóvenes, duras y calientes al máximo, mientras ambos nos besamos el cuello, las orejas y nos tocábamos mutuamente las nalgas. Él, se acerco a mi oído, diciendo meteme el dedo, tomó mi mano, se metió mi dedo del corazón en la boca y lo dirigió a su ano, el cual estaba súper caliente.

-Hazlo suave , dijo.

Y yo se lo empecé a introducir; sus besos empezaron a intensificarse, casi me mordía, y de pronto se vino en la boca de la Prof., que con todo gusto trago su leche.

-Vasta de mariconadas, dijo ella, te voy a enseñar a coger.

Me tumbó en la cama con la boca hacia arriba, se subió en mí, acerco mi verga a su concha, que ya hervía en jugos, y empezó a cabalgarme.

La sensación era increíble, parecía un verdadera bestia cabalgándome, con furia, jamás sentí un ardor tan profundo en mi verga, parecía que me lo iba a rasgar, pero lo disfrutaba, pues como solo me había hecho pajas toda la vida nunca supe lo que era una hembra en celo jodiendote la verga.

Empecé un orgasmo frenético, gritaba, gemía como un loco y ella no paraba , al contrario, intensificaba la fuerza en sus caderas y estallé en su raja.

-Ahora que sabes lo que es una hembra, te voy a enseñar lo que es la mamada de un hombre.

Abrió mis piernas y empezó a mamarme el culo, pero luego de la corrida no tenia voluntad para negarme, además se sentía tan delicioso el entra y sale de su lengua que no quise detenerlo.

Al ver esto la Prof. no quiso quedarse a solo ver y aprovechando que Marco estaba embrocado en mi polla, le empezó a hacer lo mismo a él, lo cual lo excitó tanto que empezó comerse mis bolas, y a lamerme la verga, la verdad es que yo lo disfrutaba al máximo.

-Quiero comerte la concha, le dijo.

Así que ella se acostó , abrió sus piernas y el empezó a mamarsela; ella excitada apretaba sus tetas y pellizcaba sus pezones.

Mientras tanto yo miraba como él movía su trasero, un trasero blanco, depilado, redondo y a un mojado por la saliva que mi dedo había llevado ahí, y entonces me acerque de rodillas, escupí mi mano, mojé mi verga, lo tome de la cadera con mi mano izquierda y con la derecha le metí la cabeza de mi polla, la cual al verse apretada se calentó y creció un poco mas, me asuste un poco y entonces

-Partime de una vez cabrón que esta zorra, quiere más lengua, y cuando me culean mamo mejor.

Entonces se la deje ir, al suave.

-Movete boludo, quiero sentirme hasta el tronco, quiero sentir que tus pelotas me golpean.

Se la metí una y otra vez, era un mete saca espectacular, el movimiento de su cadera marcaba los musculos de su espalda, sus piernas y pantorrillas estaban duras y sudadas, además la Prof. empezó a gemir tanto que me éxito al limite, además el también empezó a jadear con fuerza, el dolor de sus entrañas era visible y el se quejaba como una bestia , lo cual me hizo sentir de putamadre, y me vine, le solté uno y otro y otro chorro que desbordaron su culo , tomé su verga con fuerza y en unos pocos jalones se vino en mis manos, se levantó un poco y mi verga le entró hasta el fondo, me apoyé con mas fuerza y sus chorros llegaron al cuerpo de la Prof., la que se acomodó para que le cayeran en los pechos, eso me éxito demasiado, se la saqué del culo y empecé a chupar su semen en las tetas de ellas, la sensación era indescriptible, mi vientre hervía, y mi cuerpo quería seguir experimentando mas de él y de ella.

Bajé un poco por su vientre y la besé con pasión, besé su concha mojada por sus jugos y la saliva de él, entonces Marcos se abalanzó sobre mi en un abrazo caliente y furioso que me permitió sentir su verga aprisionando mi culo, esa carne caliente y dura entre mis nalgas me hacia alucinar.

-Quieres que te coja?

Lo dudé un poco.

-No te va a doler nada, dijo.

-Hazlo

Entonces metió uno a uno sus mojados dedos a los que mi culo respondía cerrándose debido a los nervios.

-Relájate, dijo ella, concéntrate en chupar mi clítoris y deja que él se sirva como quiera, luego lo disfrutarás tanto como él.

Él acercó su tranca y me la metió de a poco, mi cuerpo se estremecía, empecé a bramar de dolor y de gusto sintiendo su verga caliente penetrándome hasta lo más hondo de mi cuerpo, jamás pensé que disfrutaría tanto el sentir una verga gorda en mi culo.

Mientras yo gemía y me desquitaba las envestidas de su verga en el mico de ella, ella se vino en mi rostro, diciéndome, que era la mejor mamada que un hombre le había hecho en su vida, se arrodillo frente a mi, me abrazó e introdujo mi tranca en su raja totalmente húmeda, era increíble penetrarla, al mismo tiempo que marco me la hundía sin compasión, ambos besaban y mordían mi cuello y espalda, acariciaban mis nalgas, mi pecho, mis bolas, la venida fue espectacular, a momentos sentía que me desmayaba de tanto placer; al momento que el inundó mi culo de su caliente leche mi cuerpo temblaba por tanto placer.

Quedamos inmersos en nuestros fluidos y nos recostamos así, con nuestros miembros rozándose, con nuestros cuerpos fríos y sudorosos, aun mi pecho hervía y parecía reventar de tanta satisfacción.

Luego de un rato, desperté solo en la cama, me levanté a buscarlos y los encontré en la ducha el estaba de pie cargándola, ella lo abrazaba con sus brazos y piernas, estaban ensartados y se movían en un frenético mete y saca.

Me parecía increíble la capacidad para coger hembras que tenia un chico que le gustaba que le dieran por el culo, pero quien era yo para hablar, en ese momento ya tenia la rienda dura de solo verlos , así que me acerque, mordí el cuello y una de las orejas de ella mojé su culo con un poco de agua y le metí la verga hasta el fondo, mientras tanto besé y nuestras lenguas se encontraron con una pasión y un deseo, como si fuésemos antiguos amantes que al mínimo contacto se vienen.

-Tienes un culo riquísimo le dije a ella.

-No tanto como el tuyo, dijo él.

-Dejen de hablar y follenme, dijo ella.

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