El repartidor
De como recibir un paquete se puede complicar hasta límites insospechados
Hola, somos un matrimonio ya entrados en los 40, yo Fernando y mi mujer María, tenemos dos hijos en edad escolar y una vida tranquila.
En el plano sexual lo típico de una pareja que se conocen bien, con lo que fantaseamos mucho (normalmente con otras personas) e incluso jugamos a algunos juegos eróticos para evitar caer en la monotonía, pero nada fuera de lo normal.
En uno de estos juegos venía uno en el que María tenía que recibir al próximo repartidor que viniera a casa sin ropa interior, como era primavera y ya empezaba a hacer calor ella se ponía para estar en casa un vestido algo ceñido y sin sujetador que le marcaba bien sus curvas y sobre todo sus pezones, pero siempre con braguitas, aunque en esta ocasión para superar el reto tampoco debía llevarlas.
Pues llegó el día y un repartidor vino a traer un paquete que traía algo importante para mi trabajo, llevaba tiempo esperándolo y me hacía muchísima falta. Como sabía desde el día anterior que hoy vendría el paquete se preparó para la ocasión y la verdad que se sentía algo excitada por la situación.
Sonó el telefonillo y dijo que venían a traer un paquete, ella abrió la puerta del portal para que entrara y abrió también la puerta del piso para recibirlo, de repente se abrió el ascensor y apareció un chico de unos 30 años, alto y se le apreciaba bastante fuerte.
Le entregó el paquete no sin antes percatarse de que ella le recibió un poco atrevida y no pudo resistirse a mirarle sus hermosas tetas y sus bien marcados pezones. Tras entregarle el paquete le dijo que tenía que pagarle 13€ en concepto de impuestos de aduana a lo que ella le dijo que entrara y la esperara en la entradita pues iba a ver si tenía dinero en el monedero, tras volver le dijo que no tenía dinero en efectivo, que volviera mañana y se lo pagaba, entonces le dijo él que se tendría que llevar el paquete.
Ella le dijo que era muy importante para mí y que lo necesitaba sin falta, entonces él le dijo que si era tan importante se lo tendría que pagar de alguna forma.
Ella contrariada le dijo que no sabía como, entonces él se acercó a ella y le dijo al oido que le daba igual como, pero que disponía de un momento y a ella podría ocurrírsele algo. Mientras la miraba descaradamente de arriba a abajo…. Ella pareció entenderlo y de momento no supo que decir, no era eso lo que ella esperaba, pero tenía que quedarse con el paquete si o si.
Entonces ella que ya estaba de por si excitada, se puso
un poco
nerviosa y le dijo que aceptaba la proposición.
Él se acercó y la abrazó bajando sus manos directamente hacia su culo, y empezó a sobarlo apretando hacia él, ella sin saber que hacer hizo lo mismo y también le rodeó con sus brazos, entonces le miró fijamente a los ojos y se besaron suavemente pero él quería mas y directamente le metió la lengua a lo que ella accedió de inmediato
Mientras, él le subió un poco el vestido sin dejar de manosearle el culo cuando vió que debajo no llevaba nada… y se quedó sorprendido y dijo – veo que estabas esperándome.
Subió su mano hacia su raja y vió que estaba completamente húmeda, ella ya había caido en sus redes y ya se dejaba hacer sin pensar nada mas.
Él cogió y se bajó los pantalones y ya estaba completamente empalmado, la acercó a la encimera de la cocina y la subió encima abriéndola bien de piernas, se agachó y no pudo resistirse a comerse ese coño que estaba rebosante de fluidos, le metió la lengua hasta lo mas hondo y sacándola recorría sus labios vaginales de arriba hacia abajo, lamiendo cual perro y presionando el clítoris a la vez que lo succionaba.
Ella estaba fuera de sí, nunca había estado con otro hombre que no fuera su marido y estaba gozando como nunca.
De repente él se incorporó y sin decir nada la penetró de un golpe, mientras ella se estremeció al sentir su duro miembro dentro de si, era un placer que nunca había sentido, el empezó a embestirla con fuerza y ella respondió agarrandole fuerte de su culo.
Él mientras la pellizcaba los pezones y de vez en cuando se los chupaba y la besaba, ella no pudo mas y se corrió al tiempo que le pedía que se la metiera mas rápido, a lo que él no puso ninguna pega y la embestía cada vez con mas fuerza, hasta que no pudo mas y sacó su enorme y dura polla que estaba palpitante y empezó a correrse sobre ella, llegando sus chorros a sus tetas y alguno a su cara, la estaba rociando con su leche por todo el cuerpo, mientras ella lo expandía cual crema por toda su piel, cuando terminó le agarró la polla con fuerza, se agachó y se la metió en la boca dándole unos lametones y quedándosela bien limpia.
Se incorporó y se besaron.
Él se vistió mientras ella se ponía su vestido sobre su cuerpo lleno de “crema”, y le dijo que la pequeña deuda habia quedado medio saldada.
Antes de irse ella le dijo que si alguna vez venía cerca a repartir que no dudara en pasarse a verla, para poder pagar la deuda como es debido.
Se besaron para despedirse mientras el pasaba su mano por su coño viendo que estaba totalmente mojada y excitada a lo que él le dijo que volvería sin dudarlo que todavía quedaban algunos asuntos pendientes.
Él se fue y ella ni se cambió de ropa ni se duchó, quería recibir a
sí
a su marido, completamente s
ucia, quería entregarle su cuerpo
que había sido poseido por otro
y follar hasta calmar la calentura que no hacía mas que subir solo de pensar en lo sucedido
y en las ganas que tenía de que su marido pidiera mas paquetes para así poder pagar las deudas al repartidor…..
A
l final había superado el reto con creces, y sin buscarlo (o sí) había cumplido algunas de sus fantasías mas deseadas.