El rellano (2)
Lupita nos cuenta su versión.
El rellano (2)
Hola, yo soy Lupita, tengo 18 años, la semana que viene cumpliré 19, soy la chica de la que Santi, en su versión, no paro de llamar niña, yo me considero toda una mujer y además ahora con experiencia sobrada. Ay! cuando vi su relato me puse calentísima y ahora lo leo alguna vez y me sigue poniendo, es que lo ha contado todo muy bien, de eso ya han pasado dos meses y muchas cosas, os contare.
Primero mi versión de cómo y porque paso.
Si, el es amigo de mis papas y muchos días va a mi casa a pasar la velada, yo no me había fijado en el hasta el día que cumplí los 15, me regalo una Play S-2, no os cuento la ilusión que me hizo. Entonces vivía con una chica un poco mas joven que el y cuando venia a mi casa la traía y con mis papas hacían juegos de cartas para pasar el rato después de la cena. Bien, todo normal, solo que a partir de ese día me empecé a fijar mas en Santi, no me lo podía quitar de la cabeza y cuando me acostaba me acariciaba, pensando en el. Un día le pille abrazado y besando a su novia, vi como ella le metía la lengua en su boca, parecía que se lo quería comer y además no paraba de sobarle el bulto que tenia en el pantalón, no me vieron y no dije nada, pero aquello me puso como loca, a la muy zorra la habría arrastrado de los pelos si hubiera podido. El me seguía tratando como una cría, me saludaba, alguna veces me daba un besito en la mejilla, que si el colegio, los amigos, no me hacia ni caso, como yo habría querido.
Y a los cinco meses, ZAS! Aparece un día y nos cuenta que ya no vive con la zorrita y que han roto, o sea, que ahora vive solo, pensé yo, viendo mi oportunidad y me dispuse a lograr que se fijara en mí y es que estaba dispuesta a todo. Nada, pero el como siempre tratándome como una niña. Yo sabia que bajaba y subía por las escaleras, le controle las horas y procure cruzarme con el siempre que podía, me bestia provocativa le ponía mi mejor sonrisa cuando nos cruzábamos, ni caso. Así pasaron mas de cuatro meses, cada vez estaba yo más calentita, pero no sabia que hacer.
No iba a dejarlo, se me ocurrió un plan y un día con la excusa de los deberes vino a casa Carlos un compañero de clase, al terminar la tarea, salgo con el a la escalera, era la hora en que Santi volvía a casa, cojo a Carlos de la mano y subo con el al rellano de arriba de mi casa, allí le pido que me bese y obediente lo hace me besa en la boca con su morrito y los labios juntos, me toca tímidamente un pecho y yo le dejo y mi mano va a su pantalón, se asusta un poco porque se retira de golpe, le digo que me eseñe su cosa, no quiere pero le cojo de la hebilla, le desabrocho y le bajo un poco la ropa, sale su cosita, vamos, es que es un niño, yo ya he escuchado el ruido del portal, seguro que es Santi, entonces le siento en la escalera y agachándome le doy un besito en la colita que le excita un poco, ya debe estar llegando, me meto la pichita en la boca y empiezo arriba y abajo, levanto la vista y le veo, nos esta observando, me fijo en su pantalón y noto el bulto. Ya esta, se ha fijado en mí de la forma que yo quiero. A partir de ahí, Santi lo ha contado muy bien en su relato, yo solo tuve que vencer un poco su resistencia y a disfrutar, aunque esa primera vez me dejo algo dolorida y escocida un par de días. La verdad que me trato y me sigue tratando con mucho cariño y me da todos los mimitos que necesito.
Ya he contado mi versión, de cómo y porque ha pasado el episodio, que considero el más importante de mi vida y que me ha abierto un camino hacia el gozo que yo sola no podía ni pensar, lo que ahora disfruto de mi cuerpo.
He tenido otras maravillosas experiencia que estoy deseando contar. Santi a leído lo que he escrito y también se ha puesto muy caliente, me ha dado un homenaje. Me ha pedido que siga escribiendo sobre mis experiencias y creo que lo voy a hacer.
Internet ahora lo compartimos en su casa si queréis comentar algo o mandarnos vuestras experiencias, hacerlo al correo de Santi yosipaleto@ozu.es