El relato de Yulii : su amiga y su madre (1 de 3)

Nuevo relato, espero que les agrade,recuerden comentar eso me inspira a seguir escribiendo

EL RELATO DE YULII : SU AMIGA Y SU MADRE (1 DE 3)

Yuliana Sayas una chica de 18 años, que cursaba el tercer año de preparatoria, hija de un matrimonio separado hace poco, ya que su padre como pasa en muchos casos le había sido infiel a su esposa, y esta no lo perdono saliéndose de la casa, tramitando el divorcio.

Yulii como le gustaba que le dijeran, tenía un hermano mayor ellos prefirieron irse con su madre, aunque no le guardaban nada de rencor a su padre, al contrario de eso lo comprendían pues su madre era muy controladora, y eso en parte había causado que el papa se buscara a otra persona.

Los dos chicos por razones de dinero, habían preferido irse con su madre ya que ella trabajaba todo el tiempo para sacar a sus hijos adelante, esto también les beneficiaba a los dos jóvenes, ya que tenían mucho tiempo, sin supervisión de su progenitora y así poder hacer lo que quisieran, Jonathan su hermano siempre andaba en la calle, y aunque trabajaba seguía dependiendo de su mama, ya que casi todo el dinero que ganaba, (que era poco) se lo gastaba en cerveza o en visitar locales donde rentan XBOX o PLAYSTATION 3,  jugaba horas y horas, su madre no le decía nada ya que para ella era responsable, pero para con Yulii no era lo mismo puesto que la jovencita iba mal en la escuela, (sacaba puro 6 o como decimos en México pasaba de panzazo), y si sumamos que en la casa, ella no movía ni un dedo para hacer los quehaceres correspondientes, esto solo agravaba el asunto.

La casa donde la chiquilla vivía era rentada, esto hacia que los gastos fueran un poco fuertes y ya que la renta era muy elevada para una señora sola, (pues ella había decidido no pedirle ayuda a su ex esposo) lo empeoraba más.

La señora Laura madre de Yulii y Jonathan, era una doña que a pesar de andar por los cuarenta aparentaba menos edad, muy linda de cara y con un cuerpo que muchas desearían después de tener dos hijos ya que era delgada, por ya haber amamantado a dos, sus tetas eran grandes, mas sus caderas que propio del embarazo se ensancharon, en fin estaba muy bien conservada,  traía muertos a más de uno en la nueva colonia donde había llegado a vivir, pero ella ya no les hacía caso a los hombres por lo vivido con anterioridad, se había vuelto algo amargosa y enojona casi con todo mundo, en especial con su hija, a la cual también quería mucho.

Entre Yulii y su madre, no había mucha diferencia (guardando las distancias, entre una jovencita virgen,  hermosa y una madura, deseable y fogosa) saco la belleza de su madre y la delgadez, también heredo los senos grandes y redondos y firmes con sus pezones cafés, el trasero respingado lucia muy bien en los pantalones o shorts que a menudo usaba, y el cabello largo y negro que su progenitora tenia (algunos de sus parientes decían que era Laura vuelta a nacer), la diferencia es que ella tenía la piel apiñonada, (la de su madre era blanca) esto lo saco de su padre, Yulii era una linda morenita de ojos negros.

Como todos los chicos, esta jovencita se la pasaba en las redes sociales casi todo el día, no le importaba la tarea escolar o las tareas domesticas que su madre le imponía, y esto por lo general le traía problemas, ella lo que quería era salir a vagar o ir con su novio a darse sus correspondientes besos, estaba entre la pequeña línea que divide, a una chica bien portada y a una rebelde sin oficio ni beneficio.

La señora Laura ya estaba harta con la actitud de su hija siempre que llegaba de trabajar la encontraba tirada en el sillón con su tablet recibiendo mensajes por facebook y los gritos no se hacían esperar esto era casi todos los días.

-otra vez no hiciste nada Yuliana, ya te dije que me debes ayudar-decía la madre algo molesta y cansada.

-justo ahora lo iba a hacer, pero como ya llegaste hazlo tu-esa era la contestación que por lo general le daba a su madre.

-NOS VEMOS LUEGO, LA PENDEJA YA LLEGO A CHINGAR-ponía en el facebook a su novio para después cerrar sesión.

Después de una pelea y de un castigo sin internet por una semana, Yulii estaba es su cuarto aburrida pero aun así no hacia lo que le decían, su madre le abrió la puerta de su cuarto diciéndole que no se encerrara que dejara abierto, (típico en las madres enojadas) le gritaba desde la cocina, que ya no era una niña para comportarse así, que ya tenía 18 años y debía empezar a madurar, Yulii por su parte se puso sus audífonos y escuchaba música desde su celular.

Para perder el rato, se le ocurrió cambiarse de ropa repetidas veces, en lo que a su madre se le pasaba el coraje y así abrió su closet, y se dispuso a sacar trapo por trapo, la señora estaba en la cocina lavando los trastes que Yulii debió lavar, y calentándose algo de comer, cuando escucho sonar el timbre de la entrada.

-Buenas tardes Don Apolinar, ahora le traigo su dinero-decía la señora, el dueño de la casa había llegado por la renta.

-buenas tardes señora Laurita, no le pregunto cómo está porque debería ser ciego para no ver, que esta ¡muy bien!-don Apolinar le mandaba un piropo algo subido de tono, y eso molestaba mucho a la señora que sabía que el viejo solo se la quería coger.

-hay como será usted, siempre levantándole el animo a una-esto lo decía con una sonrisa fingida, por dentro estaba muy molesta, pero si hacia un escándalo el viejo podría pedirles la casa y adonde se llevaría a sus hijos, así que como toda mujer acosada soporto todo.

-solo digo la verdad lindura, repitió el viejo que creía que a la señora le gustaba que le dijeran esas cosas.

-siéntese, ahora vuelvo con el dinero-Doña Laura se metió al pasillo que conducía a los cuartos, quería darle el dinero rápido para que se fuera, no quería tenerlo en la casa mucho tiempo.

El viejo propietario era un viejo de 50 años, lujurioso, pero a la vez algo miedoso o sin valor, nunca había hecho nada malo, solo le gustaba molestar a las chicas lindas que miraba pasar por la calle o  a sus inquilinas, el tenia como diez casas y vivía de sus rentas, su mujer era una chica que había comprado en un pueblo lejano de donde vivía y la tenia llena de hijos, pues eran como unos seis, este se la llevo a unos tiernos 16 años, pero por tanto hijo que le hizo la jovencita ahora ya de 24 años, no era ni la mitad de linda de lo que era cuando la compro a sus padres campesinos, así que regreso a lo que hacía antes, molestar chicas, este viejo era alto como de 1.80, robusto sin llegar a gordo, con su fea cara llena de marcas de barros y arrugas, era horrible, sus cachetotes lo hacían ver más gordo de lo que en verdad era, su cabello todo canoso también provocaba que se le viera más viejo, siempre vestía de traje que normalmente era uno gris, muy viejo ya que también era tacaño.

La señora paso por el cuarto de Yulii, y vio que la chica estaba entretenida buscando ropa, así que emparejo la puerta para que no saliera, no quería que este tipo mirara a su hija o tuviera algún contacto con ella.

Lo que no se dio cuenta, es que el viejo no la espero en la sala, sino que fue tras de ella para segur molestando, al pasar por la puerta del cuarto de Yulii (que era el primero), noto que la chica bailaba delante del espejo con sus audífonos puestos, en ese momento Yulii comenzó a quitarse su playera blanca, el viejo inmediatamente se regreso a ver por la pequeña rendija que había dejado la mama antes de tratar de cerrar, Yulii que no se dio cuenta siguió en lo suyo, su  pantalón negro  fue cayendo con movimientos de baile, cuando estos llegaron a la rodilla la chica se inclino dándole todo un espectáculo, mostrando su calzoncito que tenía el rostro de cartman de south park, al viejo que ya tenía su mano en la verga y se la tocaba como loco por encima del pantalón, se le lleno la cabeza de un sin fin de cosas hacia con el cuerpo de la chica, que seguía desvistiéndose.

-hay donde abre dejado ese dinero ¡maldición! Ya quiero que se vaya ese viejo grosero-pensaba la señora, que buscaba en el cuarto lo más rápido que podía.

Yulii ya solo en ropa interior, desato su sujetador sacándoselo y aventándolo  hacia atrás, para después darse la vuelta y mirar con angustia y sorpresa, que el viejo Apolinar ya había abierto la puerta de par en par y estaba parado ahí, mirándola sin importarle nada, sonriendo de lujuria y nerviosismo, en su mano tenía el sujetador que la chica aventó, el cual se llevo a su nariz aspirando el olor de las tetitas de la joven Yulii.

Rápidamente la chica tomo el cobertor de su cama, tapándose el cuerpo llena de temor y angustia, ¿el viejo no tenía que estar ahí? ¿Dónde estaba su madre? ¿Qué hacía que no venía a rescatarla?, Se preguntaba la chica llena de vergüenza y angustia, pues nunca la habían visto desnuda, ni ella ni el viejo hablaban solo estaban ahí parados, para Yulii los segundos se volvían horas, y para el viejo el tiempo se acababa, ya que en cualquier momento podría salir su madre, hasta que por fin el viejo hablo.

-¿creo que se te cayo tu chicherito, princesa? Mmmm huele rico y esta tibiecito, ¿lo quieres? ven toma muñequita-dijo el viejo con una sonrisa maligna, sus ojos clavados en la chica, le provocaban un temor que le enchinaba la piel.

-ven, ven aquí, nena toma es tuyo-decía el viejo, a lo que Yulii armándose de un poco de valor se acerco, mirándolo como un pequeño ciervo al que le quieren dar algo de comer, poco a poco, con sus manos sujetando el cobertor, a cada paso sentía el frio del suelo en sus pies descalzos, o tal vez era el frio del miedo sentido, al estar cerca del viejo estiro su pequeña manita, el viejo hizo lo mismo dándole la prenda intima, rozando su manita la chica al sentir la caricia, se retiro rápidamente diciendo.

-va…váyase por…por favor don…don Apolinar no….no me vaya a….a hacer nada..te…tengo miedo-Apolinar le hizo una señal de silencio con el dedo en la boca, y sin decir nada dio media vuelta y se retiro de ahí.

En cuanto salió, Yulii corrió a la puerta a ponerle seguro, sentía que el corazón se le iba a salir, que le iba a explotar, casi sentía desmayarse por lo que le había pasado.

Unos minutos más tarde, la señora Laura llegaba con el dinero, encontrando al viejo sentado viendo el televisor muy serio, haber visto a la chica había provocado en él, un deseo incontenible por sexo.

Yulii en su cuarto sentía que se calmaba, se vistió rápido y salió para encontrarse con su madre, que seguía ajena a todo lo que le había pasado, comiéndose un rico plato de sopa, la chica miro a su mama y pensó, que sería mejor no decir nada, total no pasó a más.

El lunes por la mañana la chica llegaba a la escuela, sus amigas ya la esperaban en el salón de clases platicando, Yulii llego saludando.

-hola Andrea, hola Leslie-dándoles un beso en la mejilla como hacen todas  las chicas.

-le estaba platicando a Leslie, que me dijiste que querías que nos reuniéramos en tu casa el fin de semana para dormir ahí –decía Andrea

-ah sí es verdad, pero surgió un problema y no estaré en casa, me iré con mi papa que fastidio tener que soportar esto, solo por que tus papas no se lleven bien-decía Yulii algo molesta por la situación en la que estaba viviendo.

-no importa mira, vámonos todas a quedar ahí, además tu papa es más permisivo y la pasaríamos mejor con él, que con la arpía de tu mama-decía Leslie, animando a Yulii para que no cancelara y pudieran tener una noche de chicas.

-oye tienes razón, esa es una muy buena idea, así la arpía no molestara-la chica se expresaba así de su madre poniéndole sobrenombres, y no le importaba que los demás hicieran lo mismo.

-bueno entonces ya esta, el fin de semana noche de chicas-y así termino la plática el maestro había llegado.

La semana fue normal para Yulii, que estaba feliz por separarse un fin de semana de su madre, el jueves en la noche, ya todos en la casa estaban dormidos, pero yulii que al principio soñaba bien, poco a poco su sueño se convertía en algo distinto a lo que siempre soñaba.

En su sueño Yulii, estaba parada frente al viejo Apolinar desnuda, se sentía sexy tenía ganas de deshacerse de ese cobertor que la cubría, miraba al viejo que en su mano tenía el sujetador y la invitaba a acercarse, ella caminaba igual que lo había hecho antes, solo que esta vez su mirada era cautivadora, sensual, sus pasos lentos pero felinos llegaban justo enfrente del viejo, que le arrebataba el cobertor dejando sus pechos al aire, el viejo la tomo en sus brazos no decía nada solo la tomaba y la llevaba a la cama, la chica se dejaba llevar no oponía resistencia, las manos del viejo las sentía en sus nalgas con el gracioso calzón de cartman, las apretaba, las pellizcaba, Yulii no sabía porque se sentía tan bien, las caricias que le hacia el viejo.

Apolinar le bajo el calzón, este callo a sus tobillos, para después aventarla a la cama y subirse a ella, Yulii traspiraba, su respiración era agitada, el viejo acerco su cara a la de ella besándola a lo cual Yulii lo recibía con gusto, con deseo, Apolinar ya estaba desnudo encima de ella, que se retorcía de placer cuando le besaba el cuello, en un largo camino de finos besos y lametadas, el viejo se acomodo en sus dulces muslos, haciendo que ella abriera las piernas, la chica sabía lo que a continuación seguía, la harían mujer, de pronto abrió los ojos y se encontró con la cara más horrenda que pudo ver, granos secos por todos lados, arrugas muy marcadas y unos dientes en su mayoría amarillos y con masilla, la chica se escandalizo cuando escucho decir que sería suya para siempre, quería alejarse, escapar del viejo horrible, pero ya era muy tarde, sentiría por primera vez la virilidad de un hombre en sus entrañas.

Un ruido extraño hacia que la chica no se concentrara, el ruido era muy molesto, hasta que de repente abrió los ojos de golpe, el despertador había sonado sacándola de ese sueño húmedo, con el primer hombre que la había mirado casi desnuda.

-aaaahhhh que…que fue eso dios, que me pasa, porque soñé eso, me iba a acostar con el dueño de la casa, eso no puede ser-sudada excitada, extrañada se preguntaba que significaba ese horrendo sueño.

Yulii seguía su vida normal, lo que no sabía era que estaba despertando a la sexualidad, la chica que hasta hace poco era una jovencita libre de pensamientos impuros, ahora no podía olvidar el momento en que el viejo la vio desnuda, cuando estaba en su cuarto miraba el lugar, donde Apolinar estaba parado viéndola quien sabe desde cuanto tiempo, y le daba miedo y pena recordarlo.

A unos kilómetros de distancia en la casa del viejo Apolinar, se encontraba su esposa esa chica que algún día fue como Yulii hasta que sus padres la vendieron, ella preparaba la comida cuidando al más pequeño de sus hijos, mientras que el viejo sentado en la sala recordaba el momento en que su mujer fue como Yulii, como la tomo la noche que llegaron, como la chica hizo todo lo posible por que el viejo no le hiciera nada, pero al final el viejo termino por hacer suya a la jovencita que ahora estaba gorda y descuidada, el miraba a su mujer y ya no le gustaba, se imaginaba ahora que Yulii era la que en estos momentos preparaba la comida, Apolinar había quedado impactado por eso cuerpo joven, que miro sin permiso hace apenas unos días.

-pinche chamaca, por tu culpa mi vieja ya no me exista, desgraciada mira lo que me hiciste, ahora tendré que hacer algo para tenerte en mi cama lo antes posible-pensaba el viejo, que ni le ponía atención a la televisan.

El sábado llego, Yulii se preparaba para ir con su padre el fin de semana, su mama ya le daba instrucciones de que se cuidara y que se apurara, ya que su padre no tardaba en llegar y así fue como se escucho el timbre de la casa, su padre llegaba por ella, la chica al verlo salió corriendo a recibir a su padre al cual extrañaba mucho, ya que desde la separación no lo veía tan seguido como ella quisiera, su hermano solo lo saludo el estaba más encariñado con su madre, ya que su papa lo había obligado a trabajar en castigo de ya no querer estudiar, para doña Laura verlo no le provoco nada.

-¿ya estas lista mi nena? vámonos ya que se hace tarde-adorador de los Beatles (su hobby era coleccionar CD tenía una colección de más de 150 discos) el señor Luis, era un hombre de 45 años de estatura media, algo gordito, de cabello muy corto, siempre vestía de pantalón y camisa ya que se dedicaba a vender servicio de televisión por cable, siempre gano menos que la señora y por eso tenían muchos enfrentamientos propios de parejas, un día el señor no soporto mas y salió a buscar el amor en otro lado, pero al ser primerizo en tener relaciones fuera del matrimonio, fue descubierto con facilidad por la señora y madre de sus hijos.

-si papa ya vámonos, mama nos vemos el lunes después de la escuela, ¡adiós odioso!-le dijo a su madre y hermano respectivamente.

-si hija recuerda que tienes que ir a la escuela, Luis por favor debes ver que vaya, te conozco y seguro le darás permiso para faltar, ahórrate eso porque  no hay permisos, ella va un poco baja de calificaciones-dijo la señora, a lo que el señor solo afirmo con un movimiento de cabeza, el no le hablaba por que se sentía mal por el engaño que le había hecho, y como no lo habían platicado pues tenía cierto remordimiento.

-¡adiós horrorosa que te diviertas!-se despidió su hermano, que no le importaba que su hermana se fuera, y no es que se odiaran solo que así se llevaban entre ellos.

-oye papa ¿recuerdas lo que prometiste? Que podía llevar a mis amigas ¿no se enojara tu nueva novia? Está bien si no quieres que las llevemos-dijo Yulii, sentada en el carro rumbo a la casa de su papa.

-no te preocupes Yulii, está bien siempre y cuando no hagan cosas malas jajajaja y por mi nueva novia como le dices, debo decirte que hemos terminado ahora estoy solo y una buena compañía me hará bien-la chica sintió mucha felicidad por lo que su papa le decía, pensaba que tal vez tendría una oportunidad para que sus padres se reconciliaran, pero eso ya no podía ser su madre estaba muy dolida y no lo perdonaría.

-hay papa que pena me da verte solo, que tonta la señora que te dejo porque eres muy guapo jajajaja, pero si te sirve de consuelo, te diré que mi mama en estos momentos no tiene a nadie, ¿Por qué no regresas a la casa?-pregunto la chica que a pesar de ser ya una jovencita de 18 años, todavía veía las cosas muy fáciles.

-no mi amor, por el momento no creo que sea posible, termine muy mal con tu mama y ella no quiere saber nada mas de mi, pero tal vez con el tiempo se pueda, mejor dime donde viven tus amigas para recogerlas-decía el señor, que tenía muy consentida a Yulii, le cumplía todos sus caprichos para él era su princesa.

Primero fueron por Andrea, la más inocente de las tres, ella después de la escuela no salía para nada, sus padres eran muy sobre protectores y por eso la había hecho algo insegura, Andrea era morena, delgadita, casi no tenia senos ni trasero, de cara no era la gran cosa digamos que era una chica que el desarrollo no le llegaba, por lo general se vestía de pantalón y blusitas de algodón, se impactaba de las platicas que tenían Yulii y Leslie sobre sus novios, ella nunca había tenido novio y es que como se juntaba con dos chicas demasiado lindas, pues los chicos no se fijaban mucho en ella, a veces ni la notaban, pero a Andrea no le molestaba tenía un carácter muy dócil y hacia lo que sus amigas decían.

Los papas de Andrea saludaron al señor Luis, y se disculpaban por las molestias que podría darle su hija, Luis los tranquilizaba diciendo que el la cuidaría como a su hija, y así subieron al carro para ir por la tercera y última señorita.

Leslie era las mas alocada de la tercia, y también la más desarrollada, de piel blanca y estatura media, tenia senos que cualquier chica de 25 o más desearía, una carita redonda y muy delicada sin rastros de barros o espinillas, su trasero redondo bien proporcionado a su cuerpo, y una cintura angosta de piernas fuertes y delgadas, según ella era la más bonita de las tres, esta chica ya había tenido más novios que calzones, y aunque ella decía que ya había tenido sexo la verdad era que seguía siendo virgen, solo que se quería lucir frente a sus amigas, que para ella eran inferiores, siempre exageraba en todo y cambiaba o inventaba historias, a Yulii no le caía muy bien, pero así es en casi todas las relaciones de amistad, (unos amigos te caen mejor que otros) Leslie salió corriendo de su casa, llevaba una falda negra algo corta que dejaba ver una buena porción de sus lindas piernas, sin saludar o pedir permiso, abrió la puerta trasera del carro y subió saludando.

-buenas tardes señor, hola Yulii, hola Andrea, listas para la fiesta, jajajaja- decía la chica sonriendo, su actitud a veces molestaba a Yulii pero no decía nada.

-bu…buenas tardes señorita, ahora si vamos a la casa para que descansen  un rato-dijo Luis que quedo impresionado, por la belleza de la linda señorita, que había subido a su carro.

El camino fue normal y algo divertido para el señor, que solo escuchaba la plática de las chicas atrás, ellas hablaban de chicos y de vivencias escolares, así como también juzgaban a las demás compañeras de su salón, a las tres poco les importaba la escuela, así el camino se le hizo corto al Luis, que de vez en cuando reía un poco de lo que escuchaba pronunciar a las chicas, noto a Andrea muy seria ya que casi todo el camino fue muy calladita, y que Leslie era un poco más abierta y que sabia mas de chicos, pero lo que más le gusto fue ese par de piernas que tenia, incluso movió el espejo retrovisor varias veces, para poder mirar a la chica sin que se diera cuenta, llegaron a la casa y todos subieron al departamento para descansar.

-te quedaras en tu antiguo cuarto, el de tu hermano está ocupado por mas cosas, lo siento se tendrán que quedar las tres aquí –dijo el señor, que subió todas las maletas.

-no se preocupe señor, está bien así gracias-contesto Andrea

-a no yo quiero este-Leslie camino a la alcoba del señor y se tiro en la cama, la acción hizo que se le viera gran parte de su anatomía que tenia debajo de la falda, el señor Luis se puso colorado por lo que vio, a Yulii no le gusto que comenzara a tratar de llamar la atención.

-¡hay Les se te vio todo! ¡no vez que está aquí mi papa!-Dijo la chica muy molesta.

-si Leslie no te pases-Andrea apoyo a su amiga.

-¡hay es que no me acorde que traía falda! discúlpeme señor Luis-dijo la chica acostada en la cama del señor.

-no te preocupes no te vi, estaba volteado-dijo el señor, pero claro que le había visto toda la ropa interior.

-mañana debo trabajar, pero el domingo las llevare a  dar una vuelta y al cine, si ustedes quieren-dijo el señor, sin despegar la vista de Leslie, que seguía acostada en la cama.

-¡si está bien papi! nosotras estaremos en nuestro cuarto un rato vámonos Leslie-Yulii se molesto un poco por lo que hizo su amiga, dando la vuelta para irse a su cuarto, Andrea la siguió enseguida, Leslie al pasar por donde estaba Luis le cerró el ojo mirándolo coquetamente, con una sonrisa picara en la cara, el señor se impresiono por el gesto de la jovencita, sintiendo que su verga se levantaba, para después posar su mirada en las ricas nalgas de la chica.

Un rato después los cuatro se sentaban a comer, las chicas comían mientras platicaban de los chismes de la farándula, hablaban de la última película de romance que se había estrenado y de cuanto tenían ganas de verla, el señor solo comía.

Yulii termino y fue a dejar los platos a la cocina, Andrea hizo lo mismo, en cuanto a Leslie ella se levanto y se dio cuenta que el señor ya había terminado, así que se dirigió a él.

-¿señor me llevo su plato?-pregunto agachándose para recogerlo, Luis volteo para darle las gracias por la ayuda, y lo que vio fue un escote que dejaba ver un par de pechos hermosos, se notaban que pertenecían a una señorita, lindos, de piel suave, el aroma a shampoo le lleno el olfato de una sensación maravillosa.

-eeeee….este gra…gracias niña, gra…gracias-dijo el señor nervioso-esta niña esta buenísima-pensó muy caliente.

-de nada Don Luis, me gusta ayudar- dijo la chica, pero por dentro pensaba otra cosa-pinche viejo depravado, todos son iguales, con razón te dejo tu esposa cochino-pensó la jovencita, para después retirarse.

Así termino el día, con las chicas durmiendo tranquilamente, mientras que Luis en su habitación se masturbaba como desesperado, no podía dormir las imágenes le la chica lo habían perseguido casi toda la noche, ¿Qué querrá? ¿no creo que le guste? ¿será porque es una zorra? Me la quiero coger ahhhh-decia el señor, mientras se toqueteaba a gran velocidad.

-aaahhhhhh Leslie aaahhhh así con tu boquita aaahhh toma mamacita aaaahhhh-dijo expulsando varios chorros de semen, un poco más tarde se quedaba dormido pensando en la chica, amiga de su hija.

El sábado fue igual, Leslie buscaba cualquier pretexto para poner nervioso a Luis (para ella solo era un juego), y este ya le seguía el juego (pensando que en verdad le coqueteaba) mientras no se diera cuenta su hija, pero lo que no sabían es que Yulii se daba cuenta de todo, y cada vez estaba más molesta, había sido un error traer a su amiga, pero sabía que su papa no llegaría a mas.

El domingo salieron todos juntos, se divirtieron y fueron a muchos lugares, el señor se gasto mucho dinero pero el sabia que solo seria esta vez, y lo hacía para poder impresionar a Leslie, más que a su hija, para Leslie calentar a señores en la calle o a maestros en la escuela, era un juego le gustaba sentirse deseada y no media las consecuencias de sus actos.

Pero como Isaac Newton dijo, a toda acción hay una reacción, esto no tardaría en aplicarse para con la hermosa Leslie y el señor Luis.

De regreso a la casa, Luis paso al centro comercial, compro un poco de despensa para la semana y un six pack de cervezas, Yulii y Leslie querían probar una cerveza y sabían que esta sería una ocasión, en que si convencían al señor podrían hacerlo, así que de tanto insistir el señor termino por comprarles otro six pack a ellas, mientras se lo tomaran en la casa estaría bien.

Ya en la casa el señor Luis les dijo, que se tomaran las cervezas con calma, ya que era su primera vez y podrían embriagarse, las chicas escucharon el consejo que les dio y se fueron a encerrar a su cuarto otra vez, Yulii que en todo este tiempo vio lo que su amiga hacia para con su papa,  molesta quería explotar y decirle que lo dejara en paz, pero a su mente llego una idea, embriagaría a su amiga y luego le tomaría un video para subirlo a YOUTUBE, para que fuera el asme reír de toda la escuela, así se desquitaría por meterse con su familia.

Las dos chicas tomaban sus primeras cervezas, Andrea no quiso tomar, mientras que Yulii le daba pequeños tragos a la suya, Leslie se la tomaba lo más rápido que podía, así que cuando Yulii llevaba la mitad, Leslie dejaba vacía la botella, en si Yulii no tuvo que hacer nada para poner en mal estado a su amiga, Leslie misma por sentirse la mas chingona quedo algo chachalaca (borracha),no era que ya se sintiera mal, simplemente se puso más feliz que de costumbre, Yulii viendo eso le empujo la ultima cerveza,  Leslie se la tomo de golpe, para mala suerte de la chica, Leslie solo se acomodo en el suelo y se quedo dormida.

-no te duermas Les, vamos a platicar, anda despierta-pero nada la chica ya estaba profundamente dormida.

-ya Yulii déjala, no ves como esta, déjala dormir-le dijo Andrea que se levanto de la cama, para acostar a Leslie.

-ya tomaron, es hora de dormir, deberías hacer lo mismo-y así las tres se acostaron, acostando a la chica en una colchoneta para que pasara la noche.

Cuatro de la mañana y a Leslie le dan ganas de ir al baño, la chica se levanta se destapa y ve que sus amigas, le habían quitado el pantalón y los tenis para que pudiera descansar,  con el frio de la noche le dan mas ganas todavía, ya no puede aguantar, se levanta así como esta, le urge llegar al baño abre la puerta y sale.

En la sala se encuentra don Luis, casi dormido la luz de la televisión impide que lo consiga, escucha un ruido voltea al pasillo de los cuartos, y ve una silueta pasar, no la alcanza a ver, pero se imagina que es la chica que le ha coqueteado desde que llego, siente que es su deber enseñarle que es un hombre de verdad, se levanta de su sillón camina despacio sin hacer ruido, la puerta del baño está entre abierta, el ruido que hace el chorro de orines de Leslie, lo pone caliente, no sabe porque le pasa eso, solo sabe que quiere ver a la chica, se contiene el ruido ya no se escucha, Leslie termino de orinar.

Leslie se exalta al ver a Luis parado en la puerta del baño, recuerda que solo está en bragas, hace por taparse pero es tarde, Luis esta maravillado nunca pensó que la jovencita durmiera así, lo que no sabe es que fueron las circunstancias la que la obligaron a estar vestida de esa manera, ahora la chica esta apenada, debe pasar quiere pedir permiso pero su boca está paralizada, no emite ningún sonido.

-que haces aquí parada Leslie ¿acaso no puedes dormir?-Luis hace cualquier pregunta para romper el hielo, si sus cálculos son correctos la chica terminara en su cama.

-no yo… lo que pasa es que…es que …la cerveza…me dieron ganas de…con permiso-contesta Leslie, claramente está nerviosa, Luis se da cuenta que la chica no sabe qué hacer, piensa que tan solo es una manera de volverle a coquetear, y ya está cansado de eso.

-¿no quieres acompañarme con una cerveza? Ven vamos a la sala-el viejo la tomo de la mano, y la chica la retiro.

-no…no… señor…. Yo debo,,,, tengo sueño….aaauuummmm-dijo fingiendo un bostezo, pero entonces el señor dijo.

-a pues vamos entonces a mi alcoba, ahí te puedes dormir ¿recuerdas que querías estar en mi cama?-le dijo tomando otra vez su mano, pero ahora con fuerza, Leslie se quería soltar pero no pudo.

-no..no..que le pasa…yo no…quería….era una broma, en serio…yo bromeo todo….todo…el tiempo…-la chica decía mientras era arrastrada al cuarto por Luis, que no escuchaba o no quería escuchar a la bella joven.

-a mi no me lo pareció muñeca, te aseguro que la pasaremos bien-ya dentro del cuarto el señor la tomo de la cintura atrayéndola, Leslie no sabía qué hacer, sentía las manos del señor bajando hacia sus nalgas.

-no,no,no espere don Luis entendió mal, yo no quiero espere-ella ponía sus manos en el pecho de Luis, sintiendo las manos sobre sus nalgas.

-mmmmmm, que suavecitas tienes tus nalgas chamaca ven aquí, dame un besito-se acerco y tomándola de la cintura le dio un beso, ella cerro los labios y él se babeaba la boca queriéndoselos abrir.

-nnngghhh aaahhh don Luis por favor, no me haga esto –decía la chica ya desesperada, el señor comenzó a besarle el cuello y a sobarle y apretarle las nalgas.

-claro que te hare esto y más, si se ve que eres una putita calentándome todo el tiempo, pero yo si soy un hombre y desde ahora tu serás mi mujer, así que ya no insistas que te deje ir porque no lo hare-ellos ya estaban junto a la cama, solo un ligero empujón y la chica caería.

-no yo no soy ninguna puta, soy virgen nunca he hecho nada de esto, por favor don Luis déjeme-la chica lo decía bajito, no quería despertar a las demás chicas, que la juzgarían por meterse con el papa de una de ellas.

-no te creo sabrosura, tu ya debes saber lo que es una verga y yo estoy muy caliente, así que compórtate como lo que eres y dame el culo, jejejeje-le dijo antes de darle el empujón, la chica callo en el colchón, tenía miedo no sabía qué hacer, rápidamente se fue al rincón tapándose la cara, mientras que Luis se quitaba la camisa y los pantalones.

-si papa enséñale a esa pendeja puta quien eres, cógetela rico te doy permiso-en la puerta del cuarto estaba Yulii, observando como su padre tomaba del pie a Leslie y la jalaba hacia él, la cara de desesperación de su amiga la excitaba, y quería que sufriera y no es que le callera mal, simplemente le molestaba que siempre le dijera, que ella era más bonita.

En la oscuridad del cuarto, Leslie sentía en su cuerpo las manos regordetas del señor Luis, que estaba de lado tocándola, manoseándola, la chica solo tenía sus manos en su pecho no se movía, estaba paralizada por la situación, el señor le lamia la oreja dejándosela toda babeada, y a ella le daba asco, serraba sus piernas con fuerza impidiendo que Luis metiera sus dedos en la cavidad vaginal.

La chica sentía como eran sobados sus carnosos muslos, la lengua del señor lamia constantemente el cuello, ella ladeaba el mismo sintiendo repulsión, quería que parara, que la dejara en paz, pero su pasividad solo le daba carta abierta a Luis, para hacer y tocar todo lo que quisiera.

-quítate tus calzoncitos, anda mi amor quítatelos-le decía en el oído, ella solo serraba los ojos pensando en que tal vez se detendría, pero esto estaba lejos de suceder, Leslie entonces se dio vuelta no quería que el viejo le siguiera babeando la cara, unas pocas lagrimas caían y ella se la tapo con sus manos, no podía creer que estaba en esa situación.

-¡que te los quites te digo!-dijo el señor levantando un poco la voz y tomando los calzones bajándolos hasta las rodillas, ella se escandalizo acurrucándose, al sentir el duro pedazo de carne posándose en sus tiernas nalgas, debía defenderse pero no sabía cómo.

Afuera, Yulii miraba no los veía claramente, solo veía sombras que se arrinconaban cada vez mas y mas, dejando a Leslie entre la pared y su papa, que seguía en su labor de manosear y recorrer el cuerpo de la linda joven.

Luis entonces, logro meter su mano entre las piernas de Leslie, ella se comenzó a mover, no quería que la tocara ahí, tomaba la mano de él con sus tiernas manos, y la trataba de jalar todo esto sin hacer ruido, solo forcejeaban en la oscuridad de la noche.

El señor entonces, le pellizco un muslo con toda su fuerza, Leslie para no gritar se tapo la boca retirando las manos de su vagina, el viejo aprovecho, para meter toda su mano entre las piernas tocando así su vagina, con pequeños vellitos.

-todavía no tienes tantos pelos y ya eres una puta jejejeje-dijo el viejo, Leslie reacciono pero ya era muy tarde, la mano ya jugaba con la vagina sobándola, la chica arqueo la espalda al sentir por primera vez esas cosquillas, que solo les da cuando les tocan su clítoris.

-no señor, no me toque ahí, no por favor, soy virgen, soy virgen-decía Leslie, que ya comenzaba a sentir un calor que emanaba de su cuerpo, el cual no entendía por qué lo sentía, si le estaban haciendo todo eso en contra de su voluntad.

-no te creo, tu as de ser bien puta, pero ya se como comprobarlo-Luis le tapo la boca con una de sus manos, mientras que la otra se abría paso en la rajita de la joven, y hasta ahora virgen Leslie.

-mmmmggghhh, mmmmgghhh,-Leslie se retorció de dolor, los dedos de Luis entraron, arrebatándole su virginidad de una manera que ninguna chica quisiera, sin placer, con una persona que no tenía que ser, lagrimas salieron de sus ojos, ahora se arrepentía de todo lo que hacía, se arrepentía de ser como era, Leslie aflojo el cuerpo estaba shockeada.

-vaya, vaya, la pendejita no mentía, que lastima, me hubiera gustado que esta sangre, estuviera en mi verga, pero esto se puede arreglar-Leslie temblaba de miedo y sufrimiento, atrás quedaron los días en que les mentía a sus amigas, diciendo que ya lo había hecho y que había sido maravilloso, ahora cuando pensara en su primera vez, siempre recordaría que fue con un hombre del que no estaba ni mínimamente enamorada, y que la hizo mujer a la fuerza.

-así acomódate bien, siempre la posición de misionero, es la mejor para romper vaginas como la tuya jejejeje-Leslie se dejo acomodar como el viejo quería, y cuando este le abrió las piernas no opuso resistencia, solo ladeo la cara, no quería ver el rostro enfermo del señor Luis, ella nunca quiso esto, lo odiaba con todas su fuerzas, el viejo entonces la tomo de la cara e hizo que lo viera.

-mírame cuando te cojo puta, para que no se te olvide que no debes andar calentando a señores respetables como yo- diciendo esto el viejo empujo hasta el fondo, su verga entro de golpe, Leslie apretó las cobijas con sus manos moviendo la cabeza de lado a lado, el dolor había sido terrible y el viejo ni siquiera la dejo gritar a gusto, ya que le tapaba la boca con su gruesa mano ensangrentada, esa misma mano que le había robado su virginidad que ahora, se encontraba regada en su cara.

-delicioso es lo mejor que me ha tocado, gracias hija gracias, por ponerme a esta chamaca en mi camino-decía el viejo hincado en la cama, con la verga totalmente metida en las entrañas de Leslie, que lloraba amargamente por los hechos acontecidos.

Luis se comenzó a mover en sendas arremetidas al cuerpecito que tenia abajo, no le importaba lastimarla, el debía ser el que disfrutara, Leslie solo miraba al techo sin esperanzas, sintiendo como le hundían una y otra vez la verga, Luis le quito la mano de la boca y de un tirón le arranco la blusa, haciéndosela jirones, después siguió el sujetador que fue a dar al suelo.

-pero que tetas ¡serán mías también!-y diciendo esto, se abalanzo a besarlas, morderlas, chuparlas, tocarlas, babearlas, parecía que quería sacarles leche y amamantarse de ellas, parecía un niño con juguete nuevo.

-aaarrgg aaarrhhh aarrgghhh nnnnggghhhh-solo se escuchaban los sonidos que la jovencita trataba de emitir, pero su garganta había perdido fuerza, estaba devastada, incrédula miraba la cara de satisfacción del señor, que estaba en la gloria, rogaba que terminara todo para no sentir más dolor.

Yulii sintiendo pena, estuvo a punto de entrar para rescatarla, pero recordando que el que hacia todas esas cosas era su papa, al cual quería mucho, dejo que terminara total ya para estas alturas, no importaba de mucho su amiga ahora ocupaba el lugar de su madre en la alcoba.

El viejo se encimo en ella, metiendo sus brazos en el colchón, para Leslie el peso era sofocante no lo aguantaba y su vagina le dolía mucho.

-abrázame puta no seas frígida como mi antigua esposa, anda participa-dijo el viejo, para su sorpresa la jovencita lo abrazo.

-jajaja también abrázame con tus piernas, así me gusta sentir a mis perritas bien cerca de mi-y Leslie hizo lo que le dijo sus piernas quedaron a la altura de las nalgas de Luis, que quedo complacido.

-ya ya ya voy…..voy a acabar ya….siento que viene…..aaarrggghhhhhh….si, así, si que rico tu conchita fue deliciosa, aaaahhhhh que rico-decía el viejo que se vaciaba dentro de la chica, a ella no le importo ni se preocupo por eso, solo sintió cuando Luis se salió de sus entrañas cayendo a un lado de ella.

Yulii sigilosamente camino a su habitación, temblaba por lo que había visto, nunca creyó que su papa se atreviera a hacer eso, pero por otro lado Leslie era la culpable, se lo había ganado por zorra coqueta y por sentirse la más bonita, llego a su cama y se acostó, Andrea que seguía dormida no despertó ni nada, pero Yulii se quedo inmóvil con los ojos abiertos sin poder dormir.

Unos minutos después, se abría la puerta del cuarto, Yulii que estaba de espaldas escucho.

-que bien la pasamos mi amor, cuando quieras repetimos, recuerda que no debes decir nada si no podría ir a la cárcel y quien te cogería, jejejeje espero que hayas quedado preñada, para que te vengas a vivir conmigo, ahora duérmete que ya casi amanece-Luis acostó a Leslie, que no hablaba tenía miedo y tristeza por lo que le sucedió, en cuanto salió el viejo, ella comenzó a llorar amargamente, Yulii comenzó a sentir un nudo en la garganta, pero seguía pensando que su amiga se lo había ganado, tal vez ese nudo era por sentirse decepcionada de su padre, al cual creía recto y que no hacia cosas malas, sin más y escuchando los lloriqueos de su amiga se quedo dormida.

Ese mismo día, en la tarde a eso de las cinco, en la casa de la señora Laura platicaba con su hijo, el cual ya se le hacía tarde para salir con sus amigos.

-te cuidas hijo y recuerda que por eso te compraste el celular, cualquier cosa me llamas ¿de veras te tienes que ir mi amor? mejor no vayas-decía la señora, que a su hijo si le daba permiso asta de faltar a la casa.

-si mama solo será hasta mañana, del trabajo me regreso a la casa, no te preocupes si nadie toma solo jugamos XBOX-eso era mentira, el chico se metía unas borracheras, hasta no ver a dios.

el chico salió, doña Laura se puso su atuendo de limpieza, que consistía en una blusita verde que le llegaba al ombligo, esa la utilizaba en su época de adolecente y todavía le quedaba aunque algo estirada de las tetas, abajo se puso una falda corta blanca de vuelo de dicha época adolecente, y unos zapatos cómodos, con su cabello recogido y así comenzó a recoger toda la casa, pensaba que al terminar se sentaría a ver una película para terminar bien el domingo, estaba en eso cuando se escucho el timbre, abrió la puerta y era la persona que menos esperaba ver.

-don Apolinar ¿que está haciendo aquí? ya le page la renta de este mes-dijo la señora, Apolinar no iba a la casa solo iba para recibir el dinero cada mes, esto era muy irregular.

-como estas Laura, lo que pasa es que venía por aquí y me dije, vamos a saludar a la mujer más linda de la ciudad, jejejeje-dijo el viejo, gastándose una disque broma, la señora estaba apurada y lo que menos quería era una distracción.

-lo siento, pero es que estoy haciendo labores del hogar, si me disculpa después lo podre atender con gusto-pero el viejo no tenía intenciones de irse, al contrario sin importarle nada, dio un paso hacia adentro y es que lo que quería era ver a Yulii.

-no se preocupe, no le quitare tiempo, solo me gustaría que me regalara un vaso con agua y me voy-Laura un poco molesta le abrió la puerta haciéndolo pasar, el viejo iba con el mismo traje de siempre parecía que no tenía otro.

-pase, enseguida le traigo su agua-dijo fastidiada, por eso se había divorciado para no tener que atender a nadie, pero si lo hacía enojar tal vez los correría.

-si muñeca, aquí te espero-dijo viendo como la señora caminaba rumbo a la cocina, moviendo ese par de nalgas, el atuendo adolecente que traía para los quehaceres, provoco en el viejo una sensación de calentura.

-¡y donde están tus hijos Laurita!-Pregunto gritando desde la sala.

-¡salieron y como vera estoy muy pero muy ocupada!-la señora levantando la voz le contestaba buscando un vaso, pero todos estaban sucios así que rápidamente tomo uno y lo enjuago, estaba en eso cuando sintió en su cintura las manos pesadas del hombre, que la paso a saludar, quiso voltearse pero Apolinar la sostuvo con fuerza impidiéndoselo.

-¡pero que se a creído lárguese!  ¡lárguese ahora mismo!-grito, pero Apolinar la volteo quedando justo enfrente de ella.

-disculpa muñeca, es que tu cinturita es divina y quería sentirla jajajaja-dijo el viejo, que no despegaba sus manos de la estrecha cintura.

-¡le digo que me suelte viejo!-¡!!SPLASH!!! se escucho una cachetada muy fuerte, Laura se la había dado con todas sus fuerzas, el viejo solo se tomo su cachetote sintiendo ardor.

-¡yo solo quería tocar tu cintura!-Apolinar, tomo del cabello a Laura jalándoselo hacia atrás, ¡!!SPLASH!!! Después le soltó una cachetada más fuerte, que mareo a la pobre señora que fue a dar al suelo.

Apolinar levanto a Laura abrazándola de la cintura y apretándola junto a su cuerpo, en un abrazo de oso, ella tenía los ojos en blanco por la tremenda cachetada, su cabeza colgaba hacia atrás, el viejo al ver su cuello desprotegido acerco su boca y lo comenzó a lamer como un perro, haciendo reaccionar un poco a la señora, que no podía usar sus manos, ya que las tenia apretadas por los brazos fuertes del viejo arrendatario.

Se aferro a ella con un solo brazo, eso era fácil para el señor que a pesar de ser algo viejo, tenía la fuerza para controlar a tan fina dama, ella sentía las lamidas y las babas cayendo hacia sus tetazas, entre mas lamia el viejo mas reaccionaba tratándose de liberar, pero tal vez ya era demasiado tarde.

-es…espere…me..hace daño…me duele el rostro…por favor-susurraba, se sentía como una pequeña niña que no se puede defender, de esos brazos de un hombre tan fuerte.

-sgrup sgrup no ahora te tengo y no te voy a dejar ir así como así, mamasota-se escuchaba la boca del viejo hacer succión en el fino cuello, ella se retorcía en sus brazos no quería aceptarlo, pero sentía muy rico que la trataran así.

Y mas fue su sorpresa, cuando sintió la manaza tratando de hurgar dentro de su falda, ella no lo permitiría eso no dejaría hacer al señor, pero como podría salirse de esa situación, como si ella era muy débil.

-mmmm que rica tanguita traes, se te sienten todas tus carnes mi amor, ya lo decidí serás mía seré tu nuevo macho-dijo Apolinar, que metió su mano dentro de la falda sobándole las nalgas, mientras que Laura trataba de sacar sus manos al menos para golpearlo, y se le hiciera más difícil el abuso, lucharía con todo lo que tenia para no padecerlo.

-¡no… no… no déjame suéltame! ¡vete largo déjame sola!-gritaba descontrolada, sentía la mano posarse en sus nalgas que las apretaban fuertemente, como solo un macho en celo lo sabe hacer, eso provocaba que se inquietara, tenía mucho tiempo sin hombre y el modo en que la estaba tratando Apolinar, era algo que nunca le había pasado ni con su marido y con nadie.

Asustada por lo que empezaba a sentir, movía las piernas tratando de golpear el viejo en los testículos, pero era inútil Laura comenzó a sentir un calor extraño, como cuando su esposo le hizo el amor por primera vez, en su entrepierna sentía como la pequeña tanga se comenzaba a empapar, no quería que eso pasara, pero era inevitable poco a poco sucumbía a las caricias.

Apolinar logro meter su mano en la entrepierna, y lo que sintió lo lleno de satisfacción, la señora estaba empapada y con una sonrisa de triunfo en la cara la miro, ella sabía lo que significaba, el viejo se había dado cuenta de que ella ya estaba lista para la batalla.

-¡jejeje! Te gusta verdad, ya me imaginaba que todo este tiempo sin hombre, estarías como hembra en brama, por eso vine hoy, para atenderte, anda déjate y no te arrepentirás-le dijo seguro, Laura no podía creer su poca resistencia, era cierto que no cogía desde hace mucho, pero nunca pensó que lo deseara tanto, que con las primeras caricias, se mojaría como lo estaba haciendo.

-¡no me da asco, lárguese déjeme sola! ¡primero muerta a entregarme a un cochino como tú!-pero era mentira, ella no quería que se fuera, estaba segura que el viejo no lo haría, pero la dignidad de la señora, no la dejaba aceptar que quería coger.

-un poco más, solo necesito meterte los dedos en tu rajita, y me pedirás a gritos que te monte como si fueras mi yegua-Apolinar no era que captara el mensaje, simplemente sabia que la señora ya estaba caliente, así que le metió su dedo de en medio, Laura se paró de puntitas en los zapatos del viejo, sintiendo como jugaban con su intimidad, metía y sacaba el dedo rápidamente, la señora seguía retorciéndose en los brazos de Apolinar.

-¡por dios no! ¡por diosssss! ¡esoooo noooo! ¡no lo ressiiistoooo aaahhhhhh!-comenzó a gritar la pobre señora, en medio de sudor y babas que provenían de su boca, Apolinar la sujeto con más fuerza, el cuerpo de Laura de aguado por completo, parecía una muñeca de trapo la cual no se puede sostener por sí sola, en su vagina sentía la tanga bien adentro, ya que el viejo se la metió con todo y dedo, nunca la había tratado así.

-¡sácalo, sácalo todo mamasota! ¡quiero que te corras en mi mano! ¡vamos suelta tus jugos!-le decía el viejo, y ella no lo resistía, en sus muslos podía sentir el liquido resbalar desde lo más profundo de su vagina, en su garganta los gemidos atorados desde hace un poco de tiempo, comenzaron a salir señal de que se entregaría a ese hombre.

-¡aaaahhhhnnngggg! ¡aaahhhh aaahhh! ¡si…si…si ¡ ¡me..me corro! ¡me corro en…en tu mano! ¡aaahhhhh diossssss! ¡paaaapiiiii es riquisimooooooo!-grito la señora en la cocina, sus piernas empapadas hasta los tobillos y las convulsiones de su cuerpo, así como su rostro descompuesto de lujuria, eran suficientes señales para Apolinar, que nunca creyó que fuera tan fácil doblegar a la dama.

-ahora te llevare a nuestra alcoba para hacerte mía, te correrás mejor que ahora-el viejo la tomo de las nalgas soltándole los brazos, ella lo abrazo de los hombros aferrándose a él, sintiendo que el viejo no hacía nada de esfuerzo para llevarla a la cama.

-hu…hueles mal….aaaahhhhh pri…primero báñate-le dijo susurrando la señora, que con estas palabras aceptaba coger con él, solo que lo quería limpio.

El viejo Apolinar lo comprendió y recordó que había caminado todo el día, y seguro le olían las patas a diablo y como no quería que fuera solo de una vez, sino que quería seguir cogiendo, se dirigió al baño abrió la regadera, se quito los zapatos y así con todo y ropa y cargando a Laura se metió a bañar.

-¡que haces, tu solo! Aaaahhhhhh-grito la señora al sentir el agua caliente empaparla, lo que le pareció algo gracioso, nunca se imagino que el viejo hiciera ese tipo de cosas.

-no muñeca, si te dejo, capaz que se te pasa el calor, mejor así entre más rápido terminemos, mas rápido cogeremos jejejeje-le dijo el viejo, a Laura ya no le molestaba que Apolinar le hablara así.

-mi ropa se moja, aaaahhhh se moja-solo alcanzo a decir eso, ya estaba en la regadera, el traje del viejo también se empapo.

-pues qué esperas que no te encueras mamasota-Laura se saco la blusa, dejando libres sus senos ya que no llevaba sujetador, al viejo se le hicieron los ojos como platos llevando su boca a los duros pezones de la señora, que con el contacto sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, estaba en la gloria Apolinar la bajo un momento y le arranco la falda, que cayó a sus pies, la tanga claramente estaba toda metida en su vagina, se podía notar la pata de camello que se le formaba, Laura sin pedir permiso deshizo el nudo de la corbata, para después abrir de golpe la camisa, Apolinar zafo el cinturón y el pantalón cayó al suelo mojado, los dos quedaron en calzones y Laura pudo notar, que el viejo no era gordo más bien era algo musculoso o la calentura hacia que viera mal, se acerco y comenzó a besar el pecho lleno de pelos canos del afortunado que tenia al lado, esto lo hacía con un poco de pena, pero ya se sentía también libre de hacer esas cosas.

-que rápido caíste putona, y tu hija de seguro será todavía más fácil jejejeje, madre e hija serán mías lo juro por dios, que serán mías-pensaba el viejo, sintiendo los besitos de la señora en su pecho.

Apolinar tomo de la nuca a la bella mujer y la fue bajando poco a poco, ella sabía lo que el viejo quería, y se dejo guiar por la mano que no hacia presión, al llegar abajo  se encontró con los calzones del viejo, que se le notaban un gran bulto dentro, ella lo miro desde abajo como pidiendo permiso de sacar la cosa que había ahí.

-¡es tuyo, comételo!-le dio la orden y ella bajo el calzón sacando la verga grande y morena, nunca creyó que alguien tuviera esas dimensiones, sus manos lo tomaron con fuerza miraba asombrada que a pesar de tenerlo en sus dos manos, todavía sobresalía la cabeza, (el típico dos manos-cabeza libre) con ternura tomo el jabón y lo lavo, ingles y testículos fueron enjabonados también, para después guiarlo al chorro del agua, estaba encantada con la herramienta que tenia para ella sola.

El viejo estaba maravillado, esta señora le gustaba la pulcritud, lo disfrutaba bastante ni su mujer había hecho lo que ahora le hacían, lo que tenía que pasar paso, Laura acerco su boca al miembro y le dio un besito, para después meterlo a su boca, Apolinar le tomo la cara empujándoselo mas al fondo, pero por más que quería avanzar no podía, así que se conformo con que ella lo lamiera, Laura se lo levantaba para chupar las bolas, algo que el disfrutaba al mirar esa cara de madura, comiéndose su aparato de carne, ella se lo metía quería que le entrara mas, pero al no estar acostumbrada a eso no lo lograba, el agua ya estaba fría desde hace mucho tiempo y ellos comenzaron a sentirlo, por lo cual el viejo la levanto y la volvió a cargar, ella se sonrió el viejo no se cansaba, así que se abrazo de brazos y piernas, para después fundirse en un beso apasionado.

A Laura ya no le importaba nada, las arrugas, los barros o los dientes amarillos, tenía a un macho después de mucho tiempo y lo trataría como tal, el beso seguía Apolinar cerro la llave sin despegarse y salió de la bañera, el sabia cual era su cuarto, así que la llevo justo a él.

Ya en la habitación los dos cayeron en la cama, se sentían tan bien juntos el golpe que le había dado Apolinar hace unos minutos, ya ni lo sentía aunque tenía el lado derecho de la cara roja, ahora sentía al viejo encima de ella besándola, y ella le correspondía como se fuera su marido.

Apolinar comenzó a bajar, besando toda su anatomía y ella movía su cuerpo al son de los besos dados, el viejo llego a la vagina, esa vagina peludita, retiro la tanga que tenia asta adentro bien metida, y se abalanzo a lamerla abriéndose paso con sus dedos, para posar su lengua en el fino clítoris que al sentir la caricia lingual, hizo que le volviera a hervir la sangre a su dueña.

-¡aaaahhhhh! ¡aaahhhh! ¡que rico aaahhh! ¡sigue sigue aaahhh! Soy tuya, soy tuya!-gritaba en su alcoba, el viejo Apolinar sabia hacer su trabajo, metía la lengua lo más profundo que podía, dándole un placer inmenso a la mujer que en un principio se resistió y que ahora lo sujetaba de sus cabellos llenos de canas.

-¡oooohhhhh dios! ¡ooohhh ahora me…me voy a ….correr en…en tu boca! ¡aaahhhhh aaahhhhh! ¡diosssss me corrooooooo!-el segundo orgasmo había llegado, fue igual o mejor que el primero, Laura se tomaba la cabeza, este sujeto la volvía loca, nunca pero nunca en su vida se había corrido así y ya lo había hecho dos veces.

-¡ya no lo soporto más! ¡cógeme Apolinar! ¡méteme tu verga, asme tuyaaaaaaaaa!-Laura tenía los ojos cerrados, pensaba cuando el viejo le dijo que ella misma pediría ser follada y eso también la excitaba, al igual que comportarse como perra en brama.

-como guste señora, para eso estoy aquí, para complacerla-dijo el viejo que volvía a trepar por el delgado cuerpo, para acomodarse entre las piernas, ella miro el rostro una vez más, la boca brillosa del viejo mostraba que se había tragado todos los jugos expulsados.

Apolinar y Laura se miraron, el viejo movía su grueso aparato de carne en la entrada vaginal, la señora metió su mano entre los cuerpos y la puso justo en medio, para después ella tratar de metérsela, estaba excitada quería sexo y mucho, una sonrisa se le dibujo en el rostro cuando sintió que la verga entraba, la cabeza estaba toda adentro y ella quería que de una buena vez se la mandara a guardar toda.

El viejo veía incrédulo como la señora por sí sola, se estaba comiendo su aparato que feliz se sentía, levanto la cara y cerró los ojos, quería disfrutar el momento, pero no se imaginaba que cuando los volvía a abrir y mirar a su ahora hembra, ya no era la señora, Yulii la jovencita era la que tenia abajo y estaba a punto de montarla, el viejo se volvió loco y sin esperar más, le metió toda de un jalón pensando en la jovencita.

¡aaahhhhh! ¡aahhhh!-grito la divorciada, al sentir la bravura con la que se la estaban follando, sendas estocadas eran las que recibía, mientras que el viejo la cogía pensando, que era a Yulii a la que acababa de hacer mujer y mas fuerte le daba.

Apolinar le levanto las piernas, poniéndolas en sus hombros, no dejaba descansar a la señora que pedía que parara un poco, pero él seguía y seguía recargándose en sus tetas, para la señora el dolor que sintió al principio desaparecía poco a poco, el viejo la trataba como a cualquier puta y a ella le agradaba.

-¡aarrggghhhh! ¡aaaaarrgghhhh, putita toma, toma! ¡mmmm es deliciosa tu vagina virgen!-grito el viejo, que seguía pensando en Yulii, la señora ni siquiera se dio cuenta de eso, ella disfrutaba como loca abajo del hombre.

-¡mas, mas fuerte papiii! ¡dame mas fuerteeeee!-grito la señora, esto trajo de vuelta a la realidad a Apolinar, que se dio cuenta que no era Yulii la que estaba con él, así que la volteo.

-¡me gusta coger así!-dijo y le abrió las nalgas para volvérsela a meter de golpe, para estas alturas Laura ya recibía verga sin dolor, solo placer y mas placer pensaba que esto fue provocado por el largo tiempo sin hombre, y lo disfrutaría al máximo.

Mientras tanto Apolinar, había volteado a la señora para no verle la cara he imaginar que era a su hija a la que se cogía, esa acción surgió efecto ya que al momento, regreso a las duras arremetidas en el cuerpo caliente que tenia abajo.

-¡así, así pequeña puta dale placer a tu macho!-no se daba cuenta pero hablaba como si se dirigiera a Yulii, ella estaba inmersa en las sensaciones disfrutando el momento.

El viejo ya encimado totalmente, seguía moviendo las caderas metiendo y sacando su verga de las entrañas jugosas de la señora, que gritaba de placer queriendo que no acabara nunca ese momento, mordía la almohada para acallar un poco lo que salía de su boca.

Sudados, de poco había servido el haberse metido en la regadera, ya que los cuerpos unidos transpiraban demasiado, la cama estaba desecha, las cobijas mojadas, Apolinar seguía y seguía el viejo no tenia para cuando acabar, el recuerdo de ese cuerpo virginal que pertenecía a Yulii, lo hacía tener una resistencia sobrehumana.

¡aaaahhhhhh! ¡aaahhhh! ¡me corrrrooo no esto no puede serrrrr! ¡tresssss tresss vecesss! ¡aaahhhhhhhh!-grito la señora, su vagina ya estaba rozada de tanto que el viejo le dio, este volvió a escuchar la voz que con anterioridad lo había sacado de su fantasía, y apresurando la eyaculación se corrió dentro de Laura, que poco le importo donde se los tiro.

¡aaarrgghhhhhhhh! ¡tommaaaaa señoraaaa! ¡aaahhhh que caliente es!-a pesar de haberse corrido, seguía metiéndosela hasta el fondo, poco a poco fue disminuyendo los movimientos hasta que por fin se detuvo, para sacársela y caer en la cama junto a Laura, que tenía todo el pelo enmarañado estaba en pésimas condiciones, el viejo se la había cogido muy bien, ella se junto a su cuerpo con una sonrisa de oreja a oreja, para abrazar a su macho.

Eran las nueve de la noche en la casa de Yulii, Apolinar despertaba viendo que Laura seguía dormida, sentía un poco de frio ya que no estaban tapados, las cobijas seguían mojadas, el movimiento de Apolinar despertó a la señora, que no se sentía mal por haber hecho lo que hizo.

-Don Apolinar, no creí que fuera tan bueno haciendo el amor ¡es un toro, un semental! No se vaya, quédese conmigo por favor-le pidió Laura, el viejo no se sorprendió de escuchar esas palabras, ya que sabía que lo había hecho muy bien, la señora quedo verdaderamente satisfecha.

-claro que no me iré mamasota, ni hoy, ni nunca, desde ahora serás mi mujer ¿estás de acuerdo con eso?-pregunto el viejo, Laura lo pensó un momento y creyó que no habría ningún problema, tener a alguien con quien darle gusto al cuerpo

-si, no te vayas, mientras me tomes como lo hiciste, seré tu mujer el tiempo que quieras-Laura tenia la mano en la verga del viejo sobándosela, la cogida para ella había sido de otro planeta y si quería seguir sintiendo lo mismo quien más que el.

-muy bien ahora quiero comer algo sabrosa, levántate y prepárame de comer, algo rico-la señora se levanto enseguida fue a sus ropero y saco otra tanga y un sujetador, se puso sus zapatos y se dirigió a él subiéndose nuevamente a la cama.

-por favor dime Laura, siento que no recuerdas mi nombre y por eso me dices de otra manera-ella no sabía porque se comportaba así, solo sabía que debía tratar al viejo como se merecía.

-está bien mamaso…digo Laura, ahora ve y prepárame unos huevos rancheros, con mucho picante y si tienes unas cervecitas por ahí mejor-le dijo dándole un beso de piquito, la señora quedo muy complacida y cual colegiala le sonrió.

-lo que quiera mi hombre, ahora vuelvo-antes de salir escucho decir al viejo.

-y más vale que te prepares, porque nos espera el segundo round, Laurita-para la señora fue música para sus oídos, rápidamente saco todos los utensilios de cocina, por desgracia para el viejo, no tenia cervezas así que para que no se enojara, le llevo un refresco que tenia por ahí.

-antes me hubiera conformado contigo, pero si supieras que a la que quiero en mi cama es a tu hija, ya me hubieras corrido, pero estando aquí todo será más sencillo, tu hija caerá y a ella si me la voy a llevar muy lejos de ti Doña Laura ¡jejejeje!-el viejo pensaba mirando un poco la televisión, escuchando el ruido que hacen los huevos al ser cocinados, mientras que la señora tarareaba una canción, estaba muy contenta sentía que todo lo amargosa que era, había desaparecido y gracias a una buena verga, hasta desnuda estaba cocinando.

Terminando los dos de comer, (por supuesto que comieron en la alcoba y desnudos) la señora cambio las cobijas, apagaron todas las luces y juntos se metieron a la cama, para el segundo encuentro que fue igual que el anterior, Laura termino así su domingo entre los brazos del viejo arrendatario.

A la mañana siguiente, en la casa de Don Luis, las tres chicas se arreglaban para irse muy temprano, Andrea era la primera en despertar, ella había dormido muy bien en cuanto a Yulii y Leslie la cosa era distinta.

-ya ven por tomar cosas que no deben, están todas crudas mírense parece como si no hubieran dormido-y era verdad, las dos no pudieron dormir una por lo que le paso, y la otra por escuchar sus lloriqueos lo que faltaba de la noche.

-y tú que ahora no te vas a arreglar-dijo Yulii, mirando que su amiga solo tomo el primer pantalón que vio, al igual que la camisa, haciéndose una trenza lo más rápido que pudo, quería irse ya de la casa donde perdió su virgo.

-no así estoy bien, vámonos ya apúrense-dijo la jovencita, que no quería encontrarse con el señor otra vez.

-espera, mi papa nos va a llevar-Yulii la miro sonriendo, ella sabía perfectamente lo que Leslie sentía en esos momentos.

-¡no mejor nos vamos nosotras, anden vámonos!-la puerta se escucho, Luis entraba al cuarto interrumpiendo a las chicas.

-¡como que se van solas! ¡eso no! Sus padres me las confiaron y debo ver que entren a clases, así que vámonos todos-a propósito Luis se paro enfrente de Leslie impidiéndole el paso, salió Yulii después lo hizo Andrea, cuando Leslie paso el viejo la tomo de las nalgas manoseándola, la chica lo miro con vergüenza, sintiendo una vez más las manos apretándole el culo, temblorosa camino por el pasillo con el viejo atrás de ella, que no separo la mano hasta llegar al carro, a la chica le cayeron dos lagrimas, el manoseo le recordó en gran parte lo que había sucedido.

-ya ves Leslie, por sentirte la más deseada lo que te paso, papa no te preocupes yo me encargare de que esta estúpida no diga nada, tu no tuviste la culpa, ella te coqueteo desde un principio, además creo que así entendió-iba pensando Yulii de camino a la escuela, ella no recordaba que estuvo a punto de pasarle lo mismo, lo que no sabía es que en su casa la esperaba el viejo Apolinar, que también despertaba en la cama junto a la saciada señora Laura.

CONTINUARA…. SI ASI LO QUIEREN TODOS……………