El Regreso del Misterioso Ser del Mar Caribe

Recordé que aquella noche yo estaba mamando mis botones de carne, mis manos bajaban a mi centro cuando el llego a mi… lentamente baje mis labios hasta mis pezones y comencé a mamarlos, los chupaba de una manera sensual, pensando, que el podría verme.

Mil veces recordé, mil veces reviví aquellas manos, aquellos dedos recorriendo mi cuerpo, los que no dejaron un trozo de mi piel sin recorrer, aquella verga penetrando en mi, llegando a lo mas profundo de mi conchita, y poseyendo de la manera mas absoluta mi culito.

Cerré mis ojos una vez mas buscando inconscientemente sentir de nuevo aquellas sensaciones, mis manos volvieron a mis senos tratando de alguna manera de revivir aquellos momentos. Mis pezones paraditos recordaban lo vivido, mis caderas lentas comenzaron un vaivén suave, sin duda estaba tan caliente como la noche en que me adentre en las aguas del Mar Caribe buscando de alguna manera calmar aquello que me consumía.

Recuerdo el momento exacto en que sumergida en las aguas me rozo, el momento en que la calentura era tanta, que baje mi rostro tomando mis pezones, chupándolos para aliviar un poco la necesidad que surgía de mis extrañas. Mis manos buscando mi centro penetrando a la vez que intentaba calmar aquella pasión que me consumía, cuando unas manos fuertes me tomaron por la cintura, pegándome a su cuerpo desnudo la vez que me arrastraba consigo en las aguas del Mar Caribe.

Como fue que no me di cuenta, que aquel que se convertía en mi dueño absoluto, que me poseyó como nunca antes fui poseída, aquel que no dejo un lugar que el no penetrara fuera un ser…fuera algo irreal, que aquella cosa que me llevo a los mas insospechados placeres, abriéndome las puertas al cielo, quien a su vez logro que me corriera como nunca antes, explotando en mil orgasmos cada uno mas intenso que el anterior, fuera una criatura que no pertenecía a este mundo y a quien nombre el como Misterioso Ser del Mar Caribe.

"Regresa quiero poseerte todas las noches…"—me dijo y desapareció entre las aguas oscuras de mi Mar Caribe. " Regresa quiero poseerte todas las noches…" —me repetía mi mente recordando los momentos de intensa pasión vivida a su lado. Sin duda tenia un poco de miedo de regresar, al fin y al cabo sabia que era un Ser pero no pude verlo de frente nunca, solo sentí su verga clavándome y haciéndome suya… pero uff que polla tan rica.

Después de aquel episodio, no me había atrevido a volver a la playa de noche… no estoy ni segura del porque. Esa noche, andaba mas caliente que aquella, cuando entre en las aguas sin imaginar siquiera lo que viviría. Hacia dos semanas mi marido se había ido a un viaje de negocio y la verdad era que yo andaba tan caliente que pronto me encontré sentada frente a la playa rememorando una vez más lo vivido.

Miraba hacia el agua, había muy poco oleaje, estaba bastante calmado el mar, totalmente lo opuesto a mi quien me encontraba en un grado de excitación que me consumía. Ya no lo pensé mas y me levante tirando mi ropa en la arena, desnuda corrí hacia las aguas que me llamaban.

Poco a poco me acostumbre al frío, pero ni el frío alivio mi calentura, todo lo contrario, una vez el agua toco mi cuerpo sentí como mi conchita se mojaba mas. La excitación hacia que mi corazón palpitara de una manera increíble. Según entraba iba mirando a todos lados buscando mi Misterioso Ser del Mar Caribe… pero nada, las aguas completamente tranquilas reposaban cubriendo mi cuerpo.

Recordé que aquella noche yo estaba mamando mis botones de carne, mis manos bajaban a mi centro cuando el llego a mi… lentamente baje mis labios hasta mis pezones y comencé a mamarlos, los chupaba de una manera sensual, pensando, que el podría verme. Mi lengua salía y lamía todo mi pecho, mi boca se cerraba aprisionando mi pezón entre los dientes, mis manos lentas comenzaron a descender, sentía el caliente de mis líquidos que se escurrían entre mis muslos.Mis dedos uno, dos hasta tres entraron en mi cuevita, mis caderas locas danzando buscando sentir mejor, cuando lo sentí.

Siiii, lo sentí tomarme una vez mas por la cintura, sentí su falo apoyándose en mis nalgas y jalandome consigo a las profundidades del Mar Caribe. En ese momento decidí simplemente cerrar mis ojos dejándome llevar. Sin duda esta noche me daría mas de aquella verga, esta noche me clavaría más o mejor que la primera vez, y eso era todo lo que yo necesitaba.

Como aquella vez, después de estar mar adentro se detuvo. Abrí mis ojos, cuando lo sentí tocándome, sus manos eran bruscas, abarcaban mis pechos, me apretaban, era como que quisieran hacerme sentir tan fuerte que hasta me lastimaban, pero nada me importaba yo quería sentir, aunque esto implicara un poco de dolor. Me apretaba muy fuerte, parecía querer arrancar mis pezones, dolía un poco pero estos estaban tan parados que parecían explotar.

Una mano subió a mi rostro, yo seguía sujetada de espalda cuando llego a mi boca, sus dedos comenzaron a recorrer mis labios, cerré mis ojos dejándome llevar por el morbo que me provocaba el saber, que el estaba deseando mis labios, que deseaba mi boca y ya, dejándome arrastrar por esta pasión que me hacia arder busque sus dedos aprisionándolo en mi boca, comencé a mamar sus dedos, primero uno, luego atrape dos y tres, mi lengua recorriéndolos subía y bajaba, mis labios no dejaron de chuparlos.

Su reacción fue inmediata sintiendo yo, como crecía su polla entre mis nalgas. Levante mi culito lo mejor que pude y con sus dedos en mi boca aun susurre " Tómame, clávame mi Misterioso, clávame muy duro" – diciendo esto el se movió un poco y su verga comenzó a deslizarse, comenzó a entrar en mi culito provocando un dolor intenso, grite, Conoooooo," pero sintiendo ya aquel increíble placer que me provocaba seguí jadeando "Puneta que rico me clavas, sigue, hazme tuya, cogeme como quieras, clávame toda, ahhh que rico" – ya dejándome arrastrar por las sensaciones, mis caderas parecían tener vida propia pues no paraban su danzar, aquel contoneo hacia que la verga de Misterioso entrara mas y mas en mi

" Misterioso, tómame, clávame, soy tuya, toda tuya para me que poseas como nadie mas ha sabido hacerlo" – el viendo y sintiéndome suya, me volteo y nuestras miradas se encontraron por vez primera. Quede reflejada en aquellos ojos oscuros, solo podía ver sus ojos y me sentí traspasar cualquier barrera, no habría ningún obstáculo que me impidiera seguir de hoy en adelante con mi Misterioso Ser, ya que en sus ojos encontré la misma pasión que había en los míos. Lentamente acerque mi rostro al suyo, vi su enorme boca pero lo que mas me llamo fueron sus labios, saben cuanto me gustan los labios grandes y me dirigí a ellos suave, muy suave comencé a lamerle sus labios, ufff que sensación, sentí su verga saltar poniéndose mas dura. Con mi lengua comencé a recorrer su boca, sus labios, comencé a penetrar su boca y el la abría dejándose llevar, dejándome poseerle de alguna manera también como el me estaba poseyendo a mi.

Apoyando mis manos en sus hombros me impulse rodeando su cintura con mis piernas, buscando dejar mi chochita a su entero merced, busque sus labios nuevamente. Con una pasión desenfrenada, poseí su boca, me adentre en ella, posesionándome de su lengua, chupándola tan fuerte que parecía que se la arrancaría. Mis caderas envueltas en su cintura no dejaron de moverse ni un momento, buscando aquella verga. Mi chochita deseaba ser poseída y mis líquidos corrían por mis muslos anticipando el momento en que seria poseída.

Cuando mi boca dominaba la suya, mi lengua mamaba la de el, fuerte dejándole saber que yo también lo deseaba de una forma intensa, su verga me clavo. "Ahhh, ahhh, si, siiiii, siii clávate en mi, dame esa polla mi rey, hazme tuya mi Misterioso, cogeme, cogeme toda que soy tuya…Tuya" – mis caderas tenían definitivamente vida propia, danzando tan rápido que la verga entraba mas y mas en mi a cada movimiento. "Ahhh Misterioso, ahhh cogeme, clávame, Misterioso, asiii es como quiero estar, asiiiii" aquello parecía enloquecernos a ambos, zafando el su boca de la mía, tomo mis senos, mamándolos, su boca succionando mis pechos como si quisiera sacarme leche de ellos. Me los mordía de forma salvaje, mientras que yo seguía aferrandome a sus hombros a la vez que su verga se entraba más y más profundo en mi conchita.

"Dame tu leche mi rey, lléname con tu semen e implanta en mi tu semilla, Misterioso lléname toda de ti, pues quiero ser solo tuya… Dame tu leche, lléname toda, clávame, clávame" – le gritaba enloquecida cayendo en un viaje sin retorno, estallando en mil sensaciones, contorsionando mi cuerpo logrando quedar mas cerca si fuera posible de mi Misterioso Ser. Sintiendo como las contracciones apretaban su falo, después de haberle gritado rogando por su leche volvió a estallar dentro de mí, esta vez llenando mi chochita con su semen caliente. " Gggrrrrrrrr, gggrrr eres miaaaaaaaaaaaaaaa, eres miaaaa. " – le sentí gritando a la vez que nos envolvía un delicioso clímax. Ambos abrazados, muy apretados, temblando aun con los espasmos de nuestro orgasmo.

"Quiero que me poseas en la arena." – le susurre entre suspiros, despertando suave de la rica sensación que nos deja el habernos corrido de una manera tan intensa. " Quiero ser tuya en la arena, quiero ser tuya en la orilla del mar.." —de inmediato abrazándome con gran fuerza, nado llevándome a la orilla.

Según nos acercábamos comencé a tocarlo, a recorrer su piel que se sentía algo áspera. Quería ser suya así, saliendo del Mar y llegando a la orilla. Fue por esto que le hice una señal para que se detuviera y buscando su boca comencé a besarlo. El se detuvo, me abrazo, lentamente me despegue de su boca, mis manos siguieron su camino. Busque su mirada comencé a bajar lenta, me arrodille en la orilla misma del mar, quedando a la altura de su pene. Aquella verga era algo fuera de este mundo, era gorda, inmensa, media no menos de 35cm, las venas parecían brotarse del tronco, encontrándose muy parada, muy dura. Busque sus ojos viendo el fuego que les quemaba, mirando su verga, abrí la boca de forma sensual, lenta mi lengua salio a recorrer mis labios. Suave me acerque a ella, quien respingo al sentir mi aliento. Sin mas me apodere de su glande, luche hasta que al fin pude meter aquel glande quien brillaba con las gotitas que se le escapaban haciéndolo presa de mi húmeda boca.

Lenta lo fui llevando mas y mas adentro, baje por todo su tronco y subí. Mi lengua comenzó un rico lamer que le estaba provocando una serie de espasmos que amenazaban pronto convertirse en un chorro de semen caliente. Con la mano le masajeaba las bolas mientras mi lengua seguía su camino bajando y subiendo por todo el tronco, de pronto comencé a chupar a succionar con gran fuerza, mis manos agarrando sus bolas, mi boca apretaba su polla mientras que el empujaba mi cabeza hacia su falo tratando de que este entrara mas de lo que ya estaba. Llegando tan profundo como a tocar mi garganta, el seguía culeando, poseyendo mi boca clavándome la boca tan fuerte, mientras yo no cejaba en mi empeño, chupando mas y mas fuerte, hasta que sentí algo caliente inundando mi boca. Su semen, siiii su semen llenando mis labios, mi boca en un intento por no dejar perder ni una gota, corría por todo su tronco, desde el glande y bajando hasta sus bolas. " Ggrrrgrrr, ahhhh ggrrrrrrrrrr," –un rugido fuerte salio de su pecho.

Después de haber acabado y ver su boca llena de mi leche, la bese y juntos compartimos el sabor de mi semilla. " Eres una mujer apasionante" -- le dije después de hacer que se tumbara en la arena, puse mi cuerpo sobre el suyo, mi polla se restregaba por su barriguita, mis manos levantaron las suyas por sobre su cabeza uniéndose nuestros labios en un beso cargado de pasión.. Recorrí con mis labios toda su cara, sus ojos, sus mejillas, volví a su boca, sus pezones se clavaban en mi pecho. Eran una tentación que no podía dejar de atender pero ahora, quería recorrerla toda. Baje por su cuello lamiendo besando, mis labios recorrieron el canalillo de sus pechos. Después seguir por sus curvas, a sus pezones me detuve un momento a contemplarlos lentamente pase suavecito la punta de mi lengua por uno de ellos provocando un gemido que hizo a erguirse de inmediato mi falo.

Me puse en cuclillas un poco para que mi miembro pendulara sobre ella, y la fuera alcanzando conforme mi erección era mas fuerte, mientras tanto me deleitaba con sus senos, hermosos, ricos, esos pechos que me encantaba amasar con mis manos y mamar con mis labios que no se saciaban de ella. Mis manos se adueñaron de sus cumbres mientras empezaba a restregar mi polla contra ella, para que me sintiera. Sus gemidos no finalizaban, incluso podría afirmar que tuvo un orgasmo mientras mi boca chupaba de manera frenética uno de sus pechos.

Trataba en vano de meterlos todos en mi boca pero era imposible, sus magníficos pechos eran más grandes que mi boca o que mis manos, pero el ansia por aquella mujer tan sensual era demasiada, por lo que trataba a toda costa de abarcar lo más que pudiera. Bajando por su ombligo, me recree un rato mientras sus quejidos comenzaban a convertirse en suplicas

Estaba ansiosa, pero yo quería prolongar nuestro placer por lo que continué comiéndome su piel, abrí sus piernas tomándola de los tobillos, la levante y con gentileza coloque mi polla sobre su pubis, el calor de su chochita era más que evidente. Casi diría que me quemaba la polla, así en esta posición, empecé a mover mis caderas como si la estuviera clavando, pero solo la rozaba, buscando estimularla más si es que esto era posible.

El mar estaba igual que nosotros, embravecido. Sus olas rompían en la arena con furia. Habíamos quedado en la orilla de la playa y a mis nalgas llegaba el oleaje. El agua se colaba por mi culo llegando hasta su chochita y subía por mi miembro, dándonos una rica sensación. Viendo su rostro expectante le di vuelta poniéndola en cuatro, toda su espalda, estaba llena de arena, y ahora lo estaban sus senos y su barriguita. La deje así boca abajo con las piernas abiertas contemplando como la arena se perdía entre la raya de ese culo tan rico que poseía.

Amase sus nalgas retirando con mis manos algo de la arena que suave se había pegado a ella, el oleaje me ayudaba a esto, separe los cachetes de su culo encontrándome con su culito, mismo que antes había poseído en el mar, ahora se veía delicioso. Sin poder resistir mas, clave mi cara en el, primero succione, luego lamí para después penetrarlo con mi lengua, moviéndola dentro de ella.

Sabia a gloria, paro mas el trasero incorporándose, yo no me despegue de ella. Seguí dándole con mi lengua en su culo que ya se encontraba bastante abierto y lubricado. Mis manos se aferraban a sus muslos acariciándolos, pare un momento, quería observarla así, caliente entregada a mí, con toda la sensualidad que solo de ella emana. Ahí estaba en cuatro, con el cabello revuelto cayendo por su cara, sus manos apoyadas en la arena, su culito en pompa y sus senos, llenos de arena decorados con esas piedras preciosas que lleva por pezones.

De pronto, se volteo mirándome fija a los ojos pidiéndome que me dejara de jueguitos, que quería sentir mi verga hasta dentro de ella, que hoy quería verga, mi polla y su ruego se convirtió en orden. Me exigió que se la metiera, que ahí tenia su chocha o su culo pero que la quería y ya.

Aun jugando un poco la puse arriba de sus nalgas, abriendo sus cachetes para estar justo en medio comenzando el movimiento. Le pregunte si quería esto, y ella me contesto entre gemidos "Esa verga debería estar clavándome hace rato"-- , dejándose caer para lanzar una mano para atrás y tomar mi glande con ella, guiándolo justo a su agujero, a la entrada misma de su espectacular culo. Una vez ahí, la tome por las caderas y sin mediar palabra la clave toda de una sola embestida. "Ahhhhhhhh ahhhh" —su grito resonó por toda la playa y se confundió con los sonidos de la noche, una lagrima rodó por su mejilla yo no me moví, sabia lo que había hecho, deje que se acostumbrara, la saque casi toda y cuando solo el glande faltaba con prisa me dijo que nunca se me ocurriera sacarla de ahí.

Comencé a follarla duro, profundo como se que le gusta, mis manos tomaron sus senos desde atrás, apretándoselos al ritmo de mis embestidas. Ritmo que también el mar llevaba en su oleaje, que chocaba contra nosotros refrescando nuestros sexos, sus piernas se derrumbaron al momento de su orgasmo. Sintiendo esto también me deje caer, evitando que mi polla saliera de ella. Aquella mujer gritaba de placer, yo no deje de bombearla, para prolongar su orgasmo.

Sin sacársela la puse de lado, subiendo una de sus piernas hasta mi hombro, mientras me sentaba en la otra, teniendo así a mi disposición todo su cuerpo. Mis huevos se restregaban en su muslo, sus pechos se movían al compás de mis arremetidas, mi mano libre penetraba su conchita. Dos de mis dedos hurgaban en su tesoro escondido… mientras mi pulgar estimulaba su clítoris, le pregunte si sentía mi verga, que si quería que la clavara mas, entre gemidos y gritos contestaba que siii, que le diera el manjar de mi polla. Tan pronto la tenía en su chochita, como la sacaba para de inmediato clavar su culito. Al momento de sacar mi polla de su culito, mis dedos tomaban su sitio y mi verga volaba a su horno… ese horno tan caliente que a pesar de las frías aguas del Mar Caribe, yo sentía puro fuego

Me conocía demasiado para saber que así no duraría mucho, por lo que la puse boca arriba, tomando arena la puse sobre sus soberbios senos, colocando de inmediato mi polla en el canalillo, ella supo adivinar lo que yo tanto deseaba, comenzando a pajearme con sus pechos, la sensación de la arena en ellas le daba mas morbo, se sentía diferente, le dije que acabaría y me dijiste que se la diera en la boca, me subí a su cara, de inmediato se posesiono de mi polla introduciéndola profundo casi tocando su garganta, ahí me descargue soltando otro grito de pasión a la vez que los chorros de semen calienta llenaban su boca, sus labios. Aquello pareció enloquecer a mi bella Esther quien con desesperación no dejaba caer una gota de mi leche, mamando mi glande tratando en vano que no se perdiera mi semen. Saque mi polla aun chorreante por ella, me tumbe a su lado abrazándola, dejándola reposar en mi pecho y suavecito le murmure "Te amo, te adoro… eres la criatura mas deliciosa que he conocido…Esther, Mi Esther… mi mas Preciada Fantasía. Por mas que quiera no podré arrancarte nunca de mi…"

Lo sentí apretarme muy fuerte, acercando su boca una vez mas a mi oído, me susurro " Tienes mi semilla en ti, me darás un hijo… y de hoy en adelante serás, solo mía." – y diciendo esto me levanto entre sus brazos, me agarre muy fuerte a sus hombros y espalda, tomando mis labios con su boca, me sumergió en las aguas del Mar Caribe hacia lo que de esta noche en adelante seria… nuestro nido de amor.