El Regreso de David - Capítulo Final

La visita de negocios de mi cuñado David continua, y por supuesto nuestros encuentros íntimos.

Mis queridos lectores, espero se encuentren bien, les doy mis disculpas por no haber terminado mi relato de los eventos que pasaron durante la visita de mi cuñado David antes del confinamiento mandatorio.  Esta pandemia nos ha afectado a todos de diferentes maneras y a mi especialmente no me ha dejado terminar este relato.  Lo bueno de todo es que he pasado más tiempo con mi familia, (mi hijo Gabriel y mi nieta) y nuestra relación es aún más cercana.  Ya les contaré cositas que me han sucedido durante la pandemia, pero antes terminemos con este relato.

Si esta es su primera oportunidad leyendo mis relatos les sugiero comenzar desde el principio para que no estén tan perdidos y conozcan la historia de esta servidora más a lleno.

Parte III

David había llegado a mi casa el viernes por la tarde y desde que entramos por la puerta no paramos de tener sexo hasta el sábado por la noche. Tenía mi pobre conchita, mis senos y mis pezones todos irritados del constante abuso sexual, pero no me importaba, al contrario me encantaba tener el cuerpo entero en un estado de constante estimulo sensual.  El Domingo él tenía planes de salir con unos clientes a jugar una ronda de golf para planear su estadía con ellos; por supuesto ese Domingo me levante antes que el para prepararle un buen desayuno, como buena anfitriona, le lleve lo que había preparado para mi macho y subí a la habitación. David estaba acostado sobre las sabanas, desnudo mostrándome todo su hermoso cuerpo.  No pude con la tentación al ver su verga semi erecta, ese palo venoso y grueso me hacía agua la boca, deje la bandeja con el desayuno sobre la mesita de noche y me abalance sobre él, tomando su verga en mi boca.  Al sentir el calor de mi aliento y la suavidad de mis labios por la mamada que le ofrecía, David despertó y gimió en alto.  Sus manos fueron directamente hacia mi cabeza haciendo presión para que lo mamara más profundo.  Mi cuñado me follaba la boca con su verga y yo gemía de placer succionando y mamando su glande hinchado.

Me despegue de su tronco de carne por unos segundos para decirle…

Yo – “Te traje un desayuno para que no te vayas con el estómago vacío mi amor, pero primero quiero que me llenes mi estómago con tu lechita caliente”

David – “Que zorra tan buena eres Marlene, me vas a conquistar con tantos halagos, quizás me quede por más tiempo si sigues así…. Me voy a venir en tu boca cuñadita  ahhhhhhh”

Mi cuñado no aguanto más por la sensación que mi experta lengua le otorgaba a su verga y chorro tras chorro de leche bajo por mi garganta, me encantaba tragar la leche de David, espesa y calientita.  Después de apretar su verga para exprimirle hasta la última gota, se la limpie un poco y le dije…

Yo – “quédate el tiempo que quieras mi amor que tienes hembra de más aquí”  Lo mire con ojos de enamorada y en ese momento me sentí muy puta, si mi hijo se llegara a enterar que su tío se coge a su madre cuando él no está quizás nos mata a los dos.  Pero mientras el gato duerme los ratones salen a jugar, algo así decía mi abuela.

David tomaba su desayuno mientras veía las noticias matutinas por la tele. Yo tome la oportunidad de meterme en la ducha y darme un buen baño, había dejado la puerta del baño estratégicamente abierta para que mi cuñado pueda verme al salir de la ducha. Cuando salí, David dejo de ver las noticias y me miraba intensamente mientras yo me secaba el cuerpo. Vi a mi cuñado tocándose su pene por el reflejo del espejo del baño.  Me hice la tonta y yo seguía secándome pero ahora con más sensualidad, dándole a mi “marido temporero” un show erótico.  Moviendo la toalla para que no estorbe la vista mi trasero quedo desnudo e inclinándome hacia el espejo para ponerme un poquito de maquillaje, le di a mi cuñado la mejor vista de mis gordas nalgas, meneándolas de lado a lado con la música de un comercial en la televisión. Desde el baño le pregunte…

Yo – “¿Amor a qué horas tienes planes de regresar a casa?”

David – “No sé, cuando terminemos el juego vamos a tener una reunión rápida y después regreso, me imagino no será pasado las seis de la tarde”

Yo – “Muy bien, te espero con la cena preparada”

David – “Fantástico, entonces no me demoro más de lo necesario, no tengo ánimos de salir a ningún lado esta noche, quiero pasar más tiempo contigo Marlene”

Salí del baño con mi cuerpo solo cubierto por la toalla, cuando regrese a su lado David me veía con ojos lujuriosos. Tome la bandeja con los platos ya vacíos del desayuno que le había preparado.  Al darme la vuelta para regresar a la cocina David tomo el ruedo de la toalla la cual se desprendió de mi cuerpo dejándome desnuda dándole la espalda a mi amante.

David – “Que culazo tan rico tienes cuñadita”

Yo me doble la cintura abriéndome las piernas y meneando la cintura, dándole a mi cuñado una buena vista de mi amplio y redondo culo y mi vagina.

Yo – “Si quieres más de esto entonces no te demores esta noche papi”

Salí del dormitorio con una sonrisa de niña traviesa. Sabía que con esas palabras me había cerciorado de que esta noche me diera más de esa verga tan rica que tiene mi hombre.

Esa noche David llego a casa a una cena preparada especialmente para el a la luz de velas. El comedor había sido preparado para una comida íntima para dos, y la casa olía deliciosa. Para los que no se acuerden o no hayan leído mis relatos anteriores mi nombre es Marlene, tengo 50 años de edad y mido 1.70m de altura, mi cara con muy pocas arrugas me hace ver como una mujer de 35, mis nalgas son amplias, redondas y blancas, senos medianos pero parditos terminando en pezones rosaditos que le encantan a mis amantes, con cabello largo y castaño, ojos verdes y un cuerpo que aun a mi edad todavía se ve como el de Jenny Rivera.

Iba vestida como si fuéramos a cenar a un restaurante lujoso. Llevaba un vestido de tirantes rojo rubí de seda, solo llevaba debajo nada más que una tango tipo hilo dental color negro, medias de seda negra y tacones altos. El vestido tenía un descote profundo que delataba la falta de sostén. Mientras esperaba a David, caminaba por la casa asegurándome que todo esté en su toque. Las velas estaban encendidas, había puesto una música de fondo que se daba para esta ocasión. La temperatura del horno era perfecta y la comida esta ya casi lista.  Todo estaba preparado y ahora lo único que ocupaba mi mente era mi cuñado David, ya me imaginaba su reacción al verme vestida así y esto hacia que mis pezones erectos frotaran la seda de mi vestido poniéndolos en un estado de estímulo constante.

David llego a casa a eso de las 6:15 de la tarde, al abrirle la puerta mi cuñado quedo sumamente sorprendido al verme.

David – “Dios mío que linda te ves cuñadita, ¿cuál es la ocasión, hiciste planes para salir a cenar?

Yo – "Realmente no hay ninguna mi amor, la cena la vamos a tener en casa", dije. "Ahora ve a ponerte más cómodo, la comida está casi lista". Le dije mientras le ofrecía una copa de vino.

David tomo la copa de vino y se retiró al dormitorio, se dio un baño rápido y cuando regreso

la cena estaba lista. Nos sentamos en el comedor a una gran comida y conversación. Durante toda la cena, me acariciaba la piel expuesta de mis piernas hasta mis muslos con su mano. Mi pierna se tornaba y se extendía como una gatita buscando caricias sobre su pene semi erecto. Yo sé que le encanta la textura sensual de las medias de seda en mis piernas, así quería mantenerlo en un estado de excitación hasta que terminara la cena. Recogí los platos mientras David se ausento unos minutos al baño. Le pregunte desde la cocina…

Yo – “¿Deseas postre mi amor?, tengo tarta de chocolate y frambuesa.

David – “Si mi reina me das una porción pequeña por favor”

Cuando regreso del baño pregunto “¿no vas a comer tú? …¿Por qué solo hay un plato?

"Porque vamos a compartirlo mi amor", dije mientras me acercaba a él y me sentaba en su regazo. Luego tome un pedazo de pastel, lo recogí con mis dedos y se lo lleve a los labios diciendo: "Toma mi amor". David chupo mi dedo y lo limpio a fondo con su lengua. "Muy bien, ya veo que te gusta comer de mis dedos, ahora vamos a ver si lo comes de aquí" Baje uno de los tirantes de mi vestido revelando mi seno izquierdo, luego unte un pedazo de pastel sobre él.

"¡Mmmmm que rico postre eres cuñadita! ", Exclamo. Con mucho gusto bajo su boca hacia mi pecho y comenzó a lamer lentamente el chocolate de mi pezón, haciéndolo endurecerse en respuesta. Cuando recogió un pedacito, lo dejo en su lengua y me lo ofreció. Hambrientamente chupe su lengua en mi boca y continuamos en un beso apasionado. Dejé que su mano se deslizara por mis medias desde mi rodilla hasta mi muslo, donde rápidamente acerque mi mano a la suya, rompí nuestro beso y me eche a reír: "No tan rápido, mi macho lindo, todavía tienes mucho que limpiar y es mejor que continúes con tu labor”. Le dije mientras apuntaba con mi dedo índice hacia mi pezón embarrado de pastel. Él acercó su cabeza a mi pecho y comenzó a frotar mi pezón con su boca. Lamía y chupaba como un niño goloso, embarrándose la cara con residuos del postre. David me hacía gemir y reír al mismo tiempo. Me hacíacosquillasy yo veía con que amor lamia mis tetas. Siempre he dicho que a los hombres de esta familia les encantan mis senos, tal como a Gabriel mi hijo, mi ex, padre de Gabriel y hermano de David, y al mismo David. Gemí mi aprobación mientras mi cuñado mordisqueaba mi duro pezón.

"Oh bebe sí, eso se siente tan rico, chupa mis tetas, muérdeme los pezones mi vida, sí, aaahh, me encanta. Me pones los pezones tan duros y me mojas la concha mi rey". Su mano deslizó el otro tirante de mi vestido y destapó el otro seno dándole la misma atención. Le tome la cabeza con las dos manos y le restregué las tetas en la cara diciéndole…

Yo – "Oh sí David, necesito tu boca, necesito sentir tu lengua jugando con ellos". "¿Te gustaría también chuparme mi conchita y lamerme todos mis jugos papito?"

"Por supuesto", gimió él. Mi pobre huésped empezaba a sufrir un poco por el atrapamiento de su polla endurecida dentro de sus pantalones. La sensualidad del momento me hacía querer arrancarle la ropa.

"Por supuesto que sí, mi macho bello". Yo baje de su regazo, me pare frente a él y levante mi vestido ofreciéndole una vista de mis piernas marcadas por las medias de seda negras abotonadas a sus ligas, y de mi conchita cubierta por la escasa tela transparente de mi tanga. "Acércate y siente lo mojada que estoy por ti David". Suavemente atrajo su  cabeza hacia mi sexo, su nariz y sus labios pronto estuvieron en contacto con la piel húmeda y fragante de mi zona pélvica. Lo tome por su cabeza y frote su nariz suavemente contra mi clítoris cubierto por la fina tela, pegue un aullido de perra en celo al sentir su respiración y la presión de su nariz haciendo contacto, le dije…

Yo –  "Tal vez deberías follarme con la nariz. Ja-ja-ja, en otro momento será. Ahora mismo quiero que termines el postre. ¿Crees que puedes hacer eso por mí mi amor?"

Recogí mi vestido por encima de mi cintura y me se senté en la mesa frente a él. Lentamente extendí mis piernas dándole a David una maravillosa vista de mis piernas cubiertas porlas medias de seda. David podía ver como apartaba mi tanga a un lado y  los labios de mi coño afeitado ligeramente hinchados y húmedos quedaban al descubierto. Agarre un pedazo pequeño de postre, me lo frote alrededor de mi coño y luego deje que midedo se precipitara dentro de mímisma. Con la otra mano me acariciaba mi seno. Todo el tiempo que sus ojos nunca dejaron los míos, seguramente mi conchita debió haber estado babeando. Con ojos cachondos mirándolo directamente le dije…

Yo – "Vamos papi, termina tu pastel"

Mi cuñado se reía mientras se tocaba su polla sobre sus pantalones. Obviamente se estaba poniendo más caliente por el show que le ofrecía. Le encantaba mi exhibición desenfrenada y yo elevaba mi intensidad sensual, ahora teniendo dos dedos dentro de mi conchita mojada. David se acercó a mí, yo saque los dedos de mi chochito y me los lleve a la boca para chupar. Mi cuñado lamio el chocolate que se extendía a lo largo de los labios de mi coño y David dejo que su lengua entrara y saliera ligeramente entre sus pliegues. Estaba deliberadamente evitando mi clítoris tratando de torturarme con su boca y llevándome al paraíso.

Parecía gelatina en las manos y boca de mi amante. David luego comenzó a trazar con su lengua los pliegues de mi piel haciendo un camino jugoso de saliva hasta mi culo. Yocomencé a mecerme ligeramente hacia atrás para que pudiera introducir la punta de su lengua en mi agujerito, David se movía hacia la parte superior y luego volvía a bajar como lamiendo un delicioso chupete. Estaba tan mojada que la miel de mi tesorito comenzaba a emanar como una fuente. Yo gemía y le decía…

Yo – "Tu lengua se siente tan bien papacito, sigue así, que rico, me vuelves loca mi amor”.

Cuando su lengua llegó una vez más a mi trasero, yo chille…

Yo – "Sí, ¡dame esa lengua rica, métemela profunda papi! ¡Follame el culo con tu lengua así como lo haces con tu polla… tu hermano nunca me comió el culo así como tú lo haces mi amor!Me encanta lo caliente que me hace sentir tu polla cuando está dentro de mí, estirando mi culito”.

Me torturaba implacable y dulcemente de esta manera mientras los terminales nerviosos y mi cuerpo pasaban de un hervor a fuego lento.

"Ahhhhhhh, maldición, mi amor, ya no puedo soportarlo más, por favor vuelve y chupa mi botoncito y déjame que te llene la boca con mis jugos. ¡Hazme explotar papi! "

Me hizo rogar por un rato más y luego volvió su boca a mi clítoris y coloco dos dedos en mi interior y su dedo pulgar frotaba ese lugarcito tan especial. Pronto comencé a temblar y temblar y me agarre a la mesa mientras alcanzaba un orgasmo espectacular. Cuando descendí de esa explosión termo-nuclear de excitación, me incline hacia él y lamí mi propia humedad alrededor de su cara como una gatita bebiendo leche de un plato. El me besó profundamente, y cuando nuestros labios se separaron le dije…

Yo – "Te amo David. Todavía puedo saborearme a mí misma”. Le dije con total alegría.

"Oh, sí", exclamo él. "Pero me has dejado con un gran problema", me dijo señalando el bulto prominente en mis pantalones por su dolorosa polla dura.

"Pobre bebé, tendremos que ocuparnos de eso", sonreí.

"Quédate allí y quítate la ropa. Ahora vuelvo". Me arregle los tirantes de mi vestido, me levante de la mesa y me dirigí a la cocina. Cuando David había terminado de quitarse la ropa, yo había regresado con una botella de vino y dos copas. Una vez más, me senté en el borde de la mesa frente a él y servídos generosas porciones de vino. Me moví para pararme frente a mi amante mientras le ofrecía una de las copas. Sentí un maravilloso golpe de electricidad corriendo a través de mí porque David estaba hay sentado desnudo y yo seguía con mi vestido. Me agache y tome su polla en mi mano y lentamente comencé a frotar la parte inferior sensible de su polla a lo largo de mi muslo vestido con las medias de seda. Rápidamente su polla comenzó a temblar por la exquisita sensación de la tela.

David y yo drenamos nuestras copas de vino y luego comenzamos un beso apasionado y ardiente, chupando la lengua del otro mientras luchaban por el control. Yo le acariciaba lentamente el tronco de su polla, habiéndola endurecido por rozar la sensible parte inferior de la cabeza sobre mis medias de seda. Mientras tanto, él estaba deslizando sus dedos sobre mi raja húmeda y caliente, tratando de extender mi anticipación. Con nuestras bocas todavía pegadas, con una mano retire mi tanga a un lado para que no estorbe y con la otra tire de su polla hacia mí hasta que finalmente me penetro mi conchita caliente. Los labios húmedos de mi vagina se deslizaron suavemente sobre su verga moldeándose a la forma, agarrándolo y empujándolo más profundo. Ambos gemimos cuando su verga toco fondo. Le agarre las nalgas y lo abrase con mis gordos muslos.

Yo – "Abrázame un ratito mi amor", susurre. "Tu verga durase siente tan bien. He necesitado sentirte dentro de mí todo el día”.

David me estaba pasando las manos por la parte baja de la espalda hasta mis nalgas, acariciándolas con una morbosidad increíble. Al mismo tiempo yo podía sentir los músculos dentro de mi coño contrayéndose y soltándose, ordeñando dulcemente su verga hinchada.

David – “Necesito follarme este hermoso, caliente y húmedo coño todos los días cuñadita”, gimió.

Yo – "Sí, ¿y luego qué? ", Pregunte mientras intentaba chuparle el labio inferior de su boca.

David – “Entonces te voy a llenar con mi leche caliente.”

Yo – “¿Me vas a llenar? ", Le sonreí. "¿Vas a llenarme la conchita con tu semen espeso, me vas adar duro con esta verga tan rica que tienes papito?” Mientras le decía esto, el deslizó un dedo por la grieta de mis nalgas hasta mi agujerito y hundió un dedo.

David – "Dios, como amo este culazo mi amor".

"¡Ahhhhhhh!” Grité al sentir su dedo perforándome mi agujero negro.

David – "¡Zorra puta! No más gentilezas, dulces abrazos, oh besitos, ahora vas a recibir una buena follada como se le da a una puta comprada"

Yo di un grito que se proyectó por toda la casa, cuando comenzó a bombear su verga endurecida, hinchada y venosa dentro y fuera de mí mientras yo gemía y chillaba como una perra en celo. ¡Dios, amaba la potencia insaciable de este hombre!

Yo lo alentaba a que me cogiera más fuerte…

“Vamos cariño, folla el coño de tu mujer más duro. Soy tuya papi, me follas mucho mejor que el estúpido de tu hermano, siente lo caliente que se pone mi conchita con tu polla adentro. Escucha ese delicioso sonido que hace tu polla chocando con la humedad de mi chochita papi. "Sí,... sí,... Follame, duro cabrón, ¿esto es lo que quieres verdad?¿Quieres que sea tu puta privada verdad?”

Siempre me ha encantado como me coge David cuando follamos. Nos excita a los dos. Cuando mi hijo me hace el amor es algo muy diferente a lo que siento con David. Con mi cuñado es mucho más morboso y caliente. Ahora este combinaba el bombeo incesante de su verga con un dedo insistente sondeando mi culo y esto me hacía llegar al cielo a punto de explotar. No quería que esto termine tan rápido, para pausar un poco el momento le dije…

Yo – "Pasemos al sofá donde es más cómodo mi amor"

"Gran idea." Dijo David, quien me tomo en sus brazos y me llevó al sofá donde me puso suavemente.

Yo – "Siéntate mi cielo", le dije mientras tocaba el sofá con mis manos, cuando se sentó yo me subí encima de el a horcajadas. "Quiero montar tuverga”.

Yo gemí y gemí cuando nos besamos. Pensaba que podría correrme solo por el beso. Sobamos nuestras pelvis juntas, tratando desesperadamente de sentirnos mutuamente. Rompimos el beso solo un poco. Nuestros labios todavía se tocaban cuando le dije…

Yo – "Te quiero tanto David. Quiero que me folles fuerte". Y luego nuestros labios se presionaron nuevamente.

Podía sentir mis senos contra su pecho húmedo por el calor del momento. Él quería tocarlos, llevar mis pezones túrgidos a su boca. El presionó sus caderas contra las mías. Podía sentir su calor. Sentía su polla presionando mi vientre. Podía sentir su urgencia, la necesidad desesperada que tenía por mí. Sentía su verga palpitando con necesidad de penetrarme.

Disminuí la velocidad de nuestros besos con la boca abierta. Quería saborear sus labios. Mi lengua lamió ligeramente su labio superior, luego su labio inferior. Pasé la lengua por debajo de sus labios succionando cada uno en mi boca. Lo sentí gemir en aprobación. Yo presione más fuerte contra él mientras sentía que estaba cerca de un poderoso orgasmo. Mi cuñado quería que durara más, para el de todos modos. Sabía que yo podía correrme una y otra vez.

David mordiéndome el lóbulo de la oreja me susurro al oído…

David – "¿Quieres correrte, no?"

Yo – "¡Dios mío, sí!".

David – "Quiero llevarte al orgasmo".

Yo – "Date prisa papi, date prisa. Mi cuquita está en llamas".

Nos besamos, pasando nuestras manos por todos nuestros cuerpos. David es algo raro en el reino masculino. La mayoría de los hombres tienen prisa por llegar al evento principal. El no. Prefiere besar, lamer, chupar y hablar hasta el punto de la desesperación, prefiere jugar con su presa como un león con un tierno venado. El disfruta viendo cómo se desarrolla mi excitación, como gimo y sollozo por él. Ahora mi cuñado me tenía lista para explotar.

Yo estaba sentada sobre mi amante a horcajadas solamente llevando mis medias de nylon y mi tanga hecha un trapo empapado de mis jugos y residuos de postre. Mis muslos carnosos formando un marco sensual alrededor de él; meneándome y girando mis caderas sensualmente sobre su verga dura.

David – “No puedo decirte la cantidad de veces que me he masturbado mientras estoy de viaje mirando las fotos que te tome la última vez”

Yo – “Bueno mi cielo, ya me tienes de nuevo entre tus brazos para hacer lo que desees, no necesitas fotos”

David llevo sus manos detrás hacia mi espalda, acariciándome toda la trayectoria de mi espina; luego llevando sus manos otra vez hacia mis pechos que rebotaban con el subir y bajar de mi cuerpo sobre su lanza de carne; estrujando y manoseando la carne de mis senos. Luego tomando entre sus dedos miserectosy excitados pezones. El los tocaba ligeramente con la punta de mis dedos, jugando con ellos, torturándome. Yo cerré los ojos y gemí. Extendí mi pecho hacia sus manos para aumentar la presión sobre mis pezones. David los pellizco con sus dedos.

Yo – "Oh Dios, eso se siente tan bien. La sensación me llega hasta el coño mi amor", le dije.

Movió sus manos sobre mi abdomen hasta mis caderas y acaricio mi tanga. Pero no hizo ningún movimiento para quitármela. Lo me mire con ojos suplicantes y lujuriosos. "Por favor, quítame la tanga mi amor".

"Lo haré, pero primero quiero hacerte correrte en ella".

"Oh sí, cariño, haz que me corra".

Tome su mano y la moví por la parte delantera de mi tanga. Él podía sentir mi montículo prominente. Moví sus manos entre mis piernas. A través del material satinado, él podía sentir los labios hinchados de mi coño. Se sentían grandes y húmedos. Esto me llevaba a la gloria. Me acaricio los labios, mientras presionaba el material entre ellos. Él sabía que estaba estimulando mi clítoris. Con su dedo medio frotaba mi botoncito en círculos, mientras sus otros dos dedos acariciaban mi labia. Yo estaba jadeando y gimiendo. Sabía que estaba cerca de correrme. Mis caderas se doblaron, tratando de meterme sus dedos más profundamente dentro de mí. Lo agarre, lo bese y gemí en mi boca abierta. Entonces, de repente, grite: "¡David,me vengo bebe! ¡Me vengo en mi tanga por ti!" Mi orgasmo fue fuerte. Lo agarre del brazo muy fuerte, presionando su mano con más fuerza contra mi coño cubierto por las bragas.

Cuando mi clímax se desvaneció, relaje el agarre de su brazo y lo bese. Le dije una mentira blanca, un poco para mantener las apariencias y por otro lado, no era una mentira completa, no había tenido sexo desde que Gabriel se marchó fuera del país.

"Me hiciste correr tan bien. Ha pasado mucho tiempo desde que un hombre me hizo correr tan fuerte al tocarme. Gracias".

Mi cuñado me sonrió y me condujo a la cama donde me acostó. Lo miraba mientras me quitaba la tanga. Mis ojos estaban fijos en el mientras enganchaba sus dedos en la cintura de mis prendas y lentamente las bajaba. Mi monte de Venus, prominente, tan carnoso y sexy estaba completamente empapado de mis jugos íntimos. No sé exactamente cuántas veces David había visto mi conchita, pero siempre que la tenía frente a él, ponía una cara de niño en Navidad. Le sonreí y levante mis caderas para que pudiera deslizar mi tanga de mis carnosas y grandes nalgas ya que el hilo trasero estaba encajado en mis cachetes. Luego, finalmente, mis labios carnosos, completamente afeitados, hinchados, excitados, ansiosos por sus caricias y boca nuevamente estaban expuestos a su dueño. Solo pudo parar y mirar mis tesoros femeninos.

“Absolutamente exquisito. Los quiero probar ya mi amor.”Me quito mi tanguita completamente. Luego se las llevó a la nariz y olio el fruto de mi reciente orgasmo. “Tu aroma es celestial mi amor.” Me dijo mientras me miraba. Yo sabía lo que él quería ver. Abrí mis piernas para mostrarle mi conchita en todo su esplendor y deslice mis dedos hacia abajo para tocarme. El acariciaba su polla mientras olíala tela de mi tanga y yo me acariciaba mis labios vaginales.

"Me encanta verte olfatear mis prendas intimas y masturbarte, pero quiero tu polla dentro de mí", le dije.

"Quiero probarte primero mi amor”, dijo mi cuñado.

Se ubicó entre mis piernas mientras acariciaba mis carnosos muslos.  Me los besaba cado uno cuando comenzó a trazar un camino mojado por su lengua hacia el premio que lo esperaba. Lamio donde mis labios se unían con mis muslos, turnándose de lado a lado, el muy cabrón evitaba mi coño para prolongar su juego.  Mi concha rogaba por su lengua.  Yo respiraba con dificultad y me retorcía en la cama como una gata en celo. Yo presionaba mi pelvis contra su boca instándolo, "Oh, por favor, cariño, lame mi coño ya”, grite.

Me beso la concha y gemí ruidosamente. Me lamia entre ellos y con su lengua abría mi flor. Tomo cada uno de mis labios y los chupaba con frenesí y yo me estremecía con su lengua.  El miraba hacia arriba buscando mi rostro para verlo contorsionado de tanto placer. Yo apretaba las sabanas de la cama y empujaba mi vagina hacia su cara sabiendo que estaba a segundos de otro orgasmo atronador.

Su lengua lamia mi hendidura abierta y se cernía sobre mi clítoris. Mi lengua lamió. "¡Oh Dios mío papi!", grite. Tomo mi clítoris en su boca y lo chupo como con gusto. Yo explote en su cara, "¡David me vengo otra vez!" Le empape su cara con un torrente de jugos mientras mi cuñado lamia las gotas que le caían en la boca.  Siguió besando mis labios hinchados mientras yo baja de mi paraíso sexual.

Jadeante, le dije, "nunca me he corrido tan duro en mi vida. Me beso la concha por última vez y se acostó junto a mí. Tomé su cara entre las manos y lo besé suavemente. Nos miramos a los demás ojos. Le agarre su pene y le dije: "te quiero dentro demí."

Subió entre mis piernas y coloco su polla entre mis labios mojados, el movía su verga dura arriba y abajo de mi raja, "Oh Dios, bebé, ya fóllame por favor" gemí. Su verga palpitante se introdujo en mi vagina, pero solo la cabeza y lentamente se movía adentro y afuera. "David me estas matando de ansias mi rey, yo movía mi cuerpo sensualmente, mis caderas, mis piernas, mis brazos se movían al ritmo de este acto tan secreto y prohibido. Me movía como la perra caliente que soy. No aguante más y exclame: “Te necesito adentro de mi ahora mi amor, tengo tantas ganas de que me folles".

“Mi gordita rica, mi mujer, mi hembra caliente, te voy a dar la verga que quieres putita” David lentamente deslizo el resto de su gruesa y caliente verga dentro de mí. Le susurré:" ¿Puedes sentir lo caliente que me pones mi amor? "

"Oh sí, puedo sentir toda mi verga dentro de ti Marlene, estas hecha para mí y para nadie más putita".

David comenzó a empujar dentro y fuera de mí.  Yo jadeaba y llevaba el ritmo de este coito tan rico con mis caderas. El constante bombeo de su verga hacia que mi vagina se tornara un mar de jugos de mujer, gimiendo como una puta, deslice una mana entre nuestro cuerpos para sentir el tronco de la verga de David penetrando mi conchita.

Sentía mis dedos tocar su polla. "Puedo sentir mi concha tragando tu verga mi amor". "Puedo sentir tu polla mientras me follas". Le dije, francamente con mucho amor.

David movió su mano hacia abajo para unirse con la mía, su verga y mi vagina.  Eso me puso a mil y comencé a respirar con más fuerza. Retire mi mano para abrazarlo con mis dos brazos mientras mis muslos lo apretaban hacia mí.

"¡Oh Dios, David, me voy a correr!" David aumento el bombeo de su verga penetrándome más fuerte u más profundo ocasionando que mis gritos sean más fuertes.  Nuestros cuerpos casi golpeándose. Podía sentir la sensación de urgencia en su falo, sabía que pronto iba a explotar. Entonces lo escuché en su voz mientras me llenaba el coño con su semilla.

"¡Oh, me vengo Marlene, me vengo mi amor, ohhhhhhh que delicia es tu coño, eres la hembra más caliente que conozco!”.“Me voy a acabar, bebé. Voy a terminar en tu coño."

"Dios mío, sí.  ¡Ya! Termina en mi coño mi amor."

"Ohhhhhhh", Gemio y empujo su polla tan profundo como pudo.  Su semen exploto de su polla bañando mis entrañas. Mi coño ordeñando cada gota de su polla.

“¡Oh Marlene, me estoy corriendo, me estoy acabando en tu coño!"

"Lléname bebé. Llena mi coño Puedo sentir que brotas. ¡Oh Dios mío, me vengo otra vez!”

Con esas palabras deje que mi orgasmo tomara control de mi cuerpo estremeciéndome toda, llevándome a lo más alto del cielo, lo abrase con fuerza atrayéndolo hacia mí. David acerco su boca a la mía dándonos un beso dulce, largo y muy apasionado. Su lengua jugando con la mía.

Finalmente mi orgasmo bajo y le dije "David eres maravilloso, un hombre como ninguno, me haces sentir viva, me haces sentir mujer” Su verga todavía se movía lentamente dentro y fuera de mí.

Me miro profundamente a los ojos. Vi amor y lujuria en los ojos de mi cuñado.

"No tienes idea de cuántas veces me he masturbado pensando en ti Marlene”. Dijo él.

"Y no te puedes imaginarte la cantidad de veces que yo me he masturbado pensando en ti dentro de mí, follándome, llenándome de tu leche." Le dije a él.

Nos miramos como amantes, como dos personas que se quieren y que quizás si las cosas hubieran sido diferentes años atrás, David seria mi esposo, y mi ex el cuñado sin importancia.  También quizás no tendría la maravillosa relación que tengo ahora con mi propio hijo.  Pero esas son cosas del destino. Por ahora me conformo con las relaciones familiares que llevo con los machos de mi familia.

HASTA LA PROXIMA MIS LINDOS LECTORES.

Ya saben que se pueden comunicar conmigo por medio de mi correo electrónico.