El regalo (Parte I)
Empezaré este relato por describirme un poquito. Tengo 34 años, soy bastante alto, 192cm, peso unos 90`kg y soy moreno. Respecto a mi polla, no me quejo, me mide 18 cms pero apenas la uso ya que soy una zorrita pasiva que lo único que desea es que le revienten el culito de vez en cuando.
Empezaré este relato por describirme un poquito. Tengo 34 años, soy bastante alto, 192cm, peso unos 90kg y soy moreno. Respecto a mi polla, no me quejo, me mide 18cms pero apenas la uso ya que soy una zorrita pasiva que lo único que desea es que le revienten el culito de vez en cuando.
Esto me lleva a hablaros de mi mejor amigo. Siempre me ha puesto a mil, pero tiene el inconveniente de que no es gay. Sin embargo, él sabe de mis preferencias sexuales (le cuento casi todo lo que hago) y, a pesar de eso, de vez en cuando tenemos jueguecitos “homo” en los que, por supuesto, no ocurre nada sexual y mi pene se queda dentro de los calzoncillos babeando mientras mi mente fantasea con que me folla. Creo que él sabe que yo fantaseo durante y después de esas situaciones y le gusta. No le importa que yo le vea en pelotas, o que nos duchemos juntos, o que se ponga a mear delante de mí (mientras yo fantaseo con que mete su polla en mi boca y mea en ella… sí, ya os he comentado que soy una zorrita, y bastante viciosa, por cierto); y a mí, como imagináis, tampoco me importa que haga todo eso delante de mí, pues guardo como oro en paño esas imágenes en mi sucia mente para futuras pajas.
El caso es que nos fuimos juntos unos días de viaje, y un día que fuimos de compras, pasamos por delante de un sexshop, al cual entramos después de convencer a mi amigo. Dentro, vimos unos pollones de goma de todos los tamaños y en coña –supongo- me suelta –Cómo te gustaría uno de estos en tu culo eh??? …. Joder, me conoce demasiado como para negar lo evidente, así que le dije, - pues sí jajaja.
Después de un rato de curiosear en el sexshop, aparece mi amigo con un pene negro de 7” y unos 4 cms de ancho. –Toma (me dice), este va a ser tu recuerdo de este viaje, te voy a regalar esto… A lo que yo me rio, pensándome que era coña, pero no, no. Nunca había tenido un dildo antes, y estaba deseando llegar al hotel para probarlo y alimentar a mi culito.
Tengo que decir que, después de varias noches durmiendo en la misma habitación, yo ya estaba que me subía por las paredes y al llegar a la habitación por la noche, delante de él, cojo la polla de goma y voy camino al lavabo. A lo que él se ríe y me suelta
– Vaya perra estás hecha, que no puedes ni aguantar a estar solo para follarte con el dildo jajajaja
-Jajajjaaj yaaaaa es que tantas noches durmiendo a tu lado… (Le digo esto sin saber con qué intención se lo decía). Si quieres puedes mirar cómo lo hago eh??? Igual te pone jajaja
-Que cerda erees!!! No, gracias, yo paso de mariconadas. Disfruta!
Total, que entro en el baño, y cierro la puerta pero sin pestillo. Coloco el dildo en la pared con la ayuda de su ventosa y unto mi culito con el lubricante que también me había regalado, y hago lo mismo con la polla de goma. Empiezo a dilatar primero con un dedo, luego con 2, y después con tres… Y enfoco la punta del dildo a mi culo. Joder, como cuesta! Pero estaba tan cachondo, con mi amigo al otro lado de la puerta, que eso tenía que entrar de una u otra manera. Forcé lo suficiente como para no poder reprimir un gemido de placer/dolor que mi amigo, con toda seguridad, oyó. Pero obtuve mi recompensa, ya había conseguido llenar mi culo con eso.
Joderrrrrrrrr que gusto!!! Desde el primer instante con eso dentro, pensaba que me iba a correr en cualquier momento, pero quería disfrutar, así que me inhibí de ello y seguí unos minutos taladrándome. En eso que oigo a mi amigo
– Estás bien perra???
-Síiiiii Sabes qué??? Me estoy metiendo tu regalo por el culo!! Jajajajaja
-Jajajajajaja a veeeeer??? Quiero verloooo
Abrió la puerta y me vio empalmado pajeándome mientras me movía con la polla de goma dentro, reventándome el culito.
-Pero que puta eres no??? Cómo te ha podido caber esa polla por tu culo puto marica?
En eso que veo como el paquete de mi amigo va aumentando de tamaño. No me lo podía creer! Me estaba follando con un pollón metido en mi culo y parecía que a mi amigo hetero le estaba gustando!
Y de repente, cuando la cosa parecía que no podía mejorar, va, y se saca su polla ya empalmada y se empieza a tocar delante de mí! Ufffffffff yo estaba ya taquicárdico y aumenté el ritmo de juego con mi dildo. Él lo notó.
-Te gusta mi polla eh??? Te gustaría que fuese la mía en lugar de la de goma la que te reventase eh??? –Me dice mientras se empieza a pajear a saco- A ver si verme te ayuda a correrte, putita!
Dicho y hecho, esa imagen hizo que al minuto soltase una lefada tremenda sobre el suelo del cuarto de baño…. Uffffffffffff creo que la mejor corrida de mi vida! Justo después de acabar, me acerqué a agarrarle la polla a mi amigo y comérsela, pero me apartó –Ehhhhh!!!! De eso nada marica!! Vuélvete a meter la polla de goma por el culo, quiero ver cómo te entra.
Y así lo hice, de nuevo y con mucha más facilidad, me metí la polla de goma bajo la atenta mirada de mi amigo que no se perdía detalle. Al momento se empezó a correr y soltó su lefa sobre su mano izquierda. – Quieres limpiarme la mano cerda?? Se acercó a mí (yo aún empalado por el dildo) y me acercó su mano a la boca. Empecé a lamerla y a saborear la lefa hasta que se la dejé bien limpita.
-Qué puta eres no??
-Si ya lo sabías –le dije- Lo que no sabía es que a ti te gustaba verme hecha toda una putita jajaja
Más seco ya me dijo – Bueno, esto no va a volver a ocurrir… Me voy a dormir.
Y así finaliza este episodio. He empleado esta escena para muchas de mis pajas como imaginaréis. Siempre usando mi dildo.
Tengo que deciros que después de este suceso, he fantaseado además con comprarme un dildo más grande y recientemente he sucumbido a la tentación.
Os lo cuento en mi próximo relato.