El regalo

Un joven de 33 encuentra una ardiente amante de 50, que le entregará el mejor regalo de su vida.

EL REGALO

La deseaba, la deseaba sin saber por que. No era una mujer de un físico sorprendente, no, tenia 56 años, bajita, un trasero normal bueno algo grande pero incluso algo caído por su edad obviamente, algo gordita pero no tanto, con un vientre un poco notorio, pero sus sensuales ojos verdes y sus fabulosas tetas eran mi perdición. Me imaginaba estar sumergido en esas tetas chupándolas una y otra vez, apretándoselas, manoseándoselas. Eran solo sueños. Esa mujer nunca sería mía, por su forma de ser conservadora, pero comunicativa, por mi edad, 33 años, y más que nada, por ser la madre de mi mujer.

Pero aun así, mis ojos se deleitaban viendo esos hermosos y maduros pechos, como los días domingos, por lo general, hacia el aseo en su casa, con poleras viejas y gastadas, con sostenes sueltos que sin sujetar lo suficiente, hacían que sus grandes tetas se mostraran tal cual como era, grandes, redondas, deliciosas, mas aun cuando se agachaba a recoger algo o cuando tendía las camas, bamboleándose de lado a lado.

Siempre fueron mi fantasía, pero solo eso, fantasías completamente irrealizables. De todas formas el destino puso en mi camino una mujer mayor, una mujer viuda hace muchos años, 50 años, a la que conocí simplemente a través de Internet. Nos contactamos, nos conocimos por chat, y luego de unas cuantas eróticas conversaciones, me las arregle para encontrarme ella una noche, en una poco transitada calle e ir inmediatamente a un motel hacer realidad nuestras fantasías. Mi sueño era que esa madura mujer fuese como la madre de mi señora, pero lamentablemente era muy distinta a mi suegra, alta, pechos normales a pequeños, pero un excelente culo, y caliente hasta decir basta.

Clara era una mujer en extremo ardiente. Nuestros encuentros eran solo sexo, sin compromisos, donde ambos disfrutábamos hasta quedar rendidos, haciendo todas las poses habidas y por haber. Aun teniendo una mujer muy hermosa, y un físico espectacular en casa, Clara le llevaba años de ventaja, haciéndome un adicto a nuestros encuentros, donde disfrutaba 10 veces mas que con mi señora. Incluso, luego de juntarme con ella por varios meses, con sesiones de dos a tres veces al mes, termine siendo una especie de amigo.

Un día, después de terminar de follar como locos con Clara, en su casa, quizás con algunos tragos de más, no se como terminé confesándole a ella, que mi fantasía siempre había sido follarme a mi suegra que incluso eso, fue lo que derivó a plantarme la idea de conocer una mujer mayor, y como así la conocí a ella. Clara era muy abierta al tema sexual, y lo encontró lo más normal del mundo. Me preguntó como era ella, si alguna vez había notado que mi suegra me mirara con otros ojos, cosa que nunca ocurrió jamás. Le comenté que mi suegra se había separado hace muchos años y que desde los 13 años que llevaba con su hija, nunca le conocí novio alguno. Clara me hacía muchas preguntas sobre ella, como era, donde vivía, que hacía, etc. etc. y no se como le respondí todas sus preguntas.

Pasó el tiempo, mis encuentros con Clara continuaron, eso si que cada vez mas esporádicos, pero siempre con la misma pasión.

Pero una tarde, en que llegue de visita a la casa de mi suegra con mi señora, y casi saliéndoseme el corazón por la boca, veo a Clara y a mi suegra sentadas en el sofá, conversando muy animadamente. Mi suegra la presentó como una amiga de su curso de pintura. No se que cara habré puesto, pero al rato mi señora me dice que me encontraba algo raro, claro, sin sospechar que la amiga de su madre, era mi amante por casi un año. Clara estuvo por casi una hora más con mi suegra, preguntándome cínicamente en que trabajaba yo, cuanto llevábamos de casado, etc. , mientras yo no hallaba las horas que se fuera.

Al otro día, a primera hora, llamé a Clara para recriminarle su acercamiento a mi suegra, que sabía perfectamente no había sido casualidad. Ella me trataba de convencer que todo había sido casualidad. Nunca le creí, pero me dio miedo a ser valiente y terminar con Clara y que esta le contara todo a mi suegra, por lo que me puse en mente que lo nuestro con Clara debía terminar, pero de una manera pausada, separando cada vez mas nuestros encuentros, para ir apagando de apoco la relación con esta atracción fatal.

Por lo que averigüé el curso de pintura duraría solo 3 meses, por lo que debía mantener a Clara contenta, por lo menos unos ocho meses más.

Pero Clara, me buscaba, me citaba en su casa, y por miedo a que todo se descubriera, yo obligadamente asistía, aunque confieso que siempre terminaba follándomela con ganas. Un día me dijo que me notaba un poco extraño, y terminé confesándole mi miedo a que ella hablara. Ella se puso un poco sentimental y me confesó que se sentía mal, que casi llevando un año de estar con ella, no la conociera bien. También me confesó que igual, sin querer, había nacido un cariño por mi, pero aunque suene raro, algo maternal, que si llegado el momento yo no quería estar mas con ella, ella nunca jamás en la vida, haría algo que me pudiera dañar, ya que yo había sido muy bueno con ella y le había brindado millones de gratos momentos y que por ningún motivo quería echar a perder.

Con eso, me tranquilice un poco, y poco a poco fui perdiendo el miedo a esta mujer fatal, asumiendo, por el tiempo que la conocía, que ella sería incapaz de contarle nada a mi suegra o a mi señora, aun después de terminar, cosa que habíamos dejado muy en claro siempre, y que el encuentro con mi suegra, mas siendo una ciudad muy pequeña, y por sus edades, había sido realmente casualidad.

Nuestros encuentros continuaron y Clara nunca dejó de sorprenderme en la cama. Siempre buscaba cosas nuevas para excitarme, lencería, juguetes eróticos, fotografías de nuestros encuentros que subimos a Internet, siempre claro con nuestros rostros ocultos, hasta tener sexo ante una cámara, con un matrimonio de Canadá.

Un día, recibí un mensaje de ella en mi correo, avisándome que no hiciera ningún plan para el otro día en la noche, ya que estábamos cumpliendo un año de salir juntos y me tenía una sorpresa, digna de tal acontecimiento.

Ya habían pasado como tres semanas sin tener ningún encuentro con mi madura amante y sabiendo que sus sorpresas eran siempre muy eróticas, sin pensarlo ni un momento, me comprometí para estar en su casa a las 10 de la noche.

Con mi frecuente excusa, salí de mi casa diciéndole a mi esposa que saldría a jugar billar con mis colegas de trabajo, (que me encargué de que ella nunca conociera). Llegue a casa de Clara a la hora convenida. Ella me esperaba con un vestido negro en extremo sensual, con una botella de champagne en la mesa y varias cosas ricas para comer.

Como siempre conversamos un poco, recordamos nuestro primer encuentro y muchos otros, anécdotas que nos habían pasado, incluso me regaló un carísimo perfume que me obligó a colocarme para sentir como me quedaba y me hizo tragarme una pastilla, con lo ojos cerrados, que después supe era viagra. Clara era un mujer a al cual no se le podía decir que no, tenía un personalidad súper fuerte y dominante.

Después de una media hora, ella me lleva a su cuarto. Nos besamos, nos tocamos y me desnuda completamente, sin dejar que yo le sacara la ropa a ella. Luego me esposa a la cama y me dice que me relaje. Me la chupó unos 10 minutos, adquiriendo mi verga un tamaño descomunal, que nunca antes había experimentado. Luego suena su celular. Lo toma y saluda a la otra persona, y le dice que sale inmediatamente. Me deja completamente desnudo esposado a la cama, me dice que mi sorpresa acaba de llegar, apagando la luz y dejándome en la más completa oscuridad. Pasan como10 minutos, y siento que se abre la puerta. Veo en la oscuridad que Clara se desnuda completamente y me dice que esa noche cumpliría una de sus fantasías. Por mas que le pedía queme contara en que trataba su fantasía, ella me hacia callar con besos, diciéndome que confiara en ella. Me vendó los ojos y me colocó una prenda extraña en la boca. Era una especie de venda con una pelota aferrada a ella, que impedía pronunciar palabra alguna. Mi excitación estaba al máximo, ya que sabía que otra persona se incluiría a nuestra sesión de sexo de esa noche.

Escucho que pone la música del cuarto, un poco más fuerte que de costumbre, se abre la puerta del cuarto y luego la vuelve a cerrar. Luego dos manos acariciando mi cuerpo y luego cuatro manos. El sueño de cualquier hombre se estaba haciendo realidad. Siento como las manos me tocaban por todas partes y luego una boca intrusa, que supe inmediatamente que no era la boca de Clara, comenzaba a chuparme la verga.

Gemidos de ambas, los besos de Clara en mi pecho, en mi cuello, y la boca de la otra chupándome ansiosamente la verga, hasta que Clara besándome las orejas me susurra muy despacio… " ¿pensaste alguna vez que tu suegra te la chuparía?....bueno, ese es mi regalo".

¡Casi me da un infarto!. Supe inmediatamente que Clara no estaba mintiendo y que efectivamente era mi suegra la que estaba entregándome placer oral. Traté de soltarme, pero era inútil, eran esposas verdaderas, y Clara susurrándome al oído que me calmara, que mi suegra no sabía con quien estaba.

Mi suegra continuaba con la deliciosa mamada, mientras Clara me decía a viva voz, "feliz aniversario mi amor, tu solo disfruta tu fantasía"

Clara completamente tranquila manejaba la situación, mientras mi suegra me succionaba la verga fuertemente. Clara le preguntaba a ella si le gustaba la verga de su amante y mi suegra me la soltaba solo para decirle que la tenía exquisita, reconociendo la voz de mi suegra.

  • "Pero linda, no has probado nada aun, quiero que dejes de chupársela, y que te la metas, para que sientas lo rico que es mi hombre".

Mi suegra obedientemente, me la suelta y se acomoda sobre mi. Me la toma con sus manos y se la coloca entre sus piernas enterrándosela poco a poco. Sus gemidos se escuchaban por todo el cuarto, mientras mi corazón no cesaba de latir, pensando que la mujer que tenía ensartada era la madre de mi mujer.

Mientras mi suegra me cabalgaba, Clara me dice al oído que no piense en nada y que disfrute de mi fantasía, que ella nunca se enterará con quien estuvo.

Me saca la venda de la boca y de los ojos. El cuarto estaba completamente oscuro y mi suegra gozando como loca con la verga de su yerno dentro de ella. Clara le pide por su nombre a mi suegra que se acueste de espaldas en la cama, que ahora nos tocaba disfrutar a nosotros de ella.

Cambiamos de posición con mi suegra, ella se acuesta en la cama, y cuando Clara le estaba colocando las esposas, mi suegra le pide que no lo haga, pero Clara le dice que el trato era que haría todo lo que ella quisiera, pero sin revelar entre nosotros nuestra identidad, y que ninguno de los dos tenía que ver con quien estaba, ni hablar entre nosotros.

En la oscuridad, Clara esposa a mi suegra a la cama y luego le venda los ojos, con unos antifaces oscuros para dormir y luego con una venda. Mi suegra aun excitada, le dice que no veía por que tenía que estar vendada si la luz estaba apagada y Clara, asiéndola callar, una vez que le tenía la venda puesta, y esposada, le dice que quería ver la cara de su amante, aun con la venda puesta, follándose a su amiga, pero que yo también estaría vendado, ya que no quería que viera a su amiga.

Mi suegra se creyó el cuento de Clara y una vez que estuvo vendada y que supuestamente Clara me revisaba la venda de los ojos, y me colocaba otra prenda mas, , me ordenó a mi, tratándome de, "Carlos" chuparle las tetas a su amiga y prohibiéndome terminantemente sacarme mi supuesta venda.

En ese instante, Clara prende la lámpara del velador y veo a mi suegra, completamente desnuda, con sus manos esposadas a la cama, sus ojos vendados y sus deliciosas e increíbles tetas, por años deseados, ahí, a mi disposición. Clara desnuda a nuestro lado, masturbándose, y ordenando al tal "Carlos" a chuparle las tetas a su amiga.

Sin poder contenerme mas, me abalancé sobre los deliciosos pechos de mi suegra, que después de muchos años de desearlos al fin estaban en mi boca. Los chupé, los apreté, me los restregué en la cara, esos grandes pechos que más de una masturbación tuve a nombre de ellos, ahora entre mis manos, deliciosos, de una textura tal cual me los había imaginado.

Después de hartarme de sus pechos me ordenó que la penetrara. Mirándonos a los ojos como cómplices, le tomé las piernas a mi suegra , me las puse a mi lado y se la metí sin contemplación. Clara se paro en la cama y me colocó su concha en la boca, así mientras me follaba a mi suegra sin que ella supiera, le comía la concha a Clara que le comentaba entre quejidos a mi suegra el placer que yo le estaba haciendo sentir con mi legua y que de ahí le tocaría a ella hacérselo.

Clara casi se sienta en el rostro vendado de mi suegra y le coloca su concha en su boca. Mi suegra no paraba de gemir y al sentir la mojada concha de Clara, se la comienza a lamer.

Clara estaba completamente excitada y dominaba completamente la situación. Me ordenó chuparle la concha a su amiga. En la posición que estaba. Clara le manoseaba fuertemente las tetas a mi suegra, mientras yo continuaba metiéndole la lengua al sexo de mi suegra.

Luego Clara me hizo una señal de salirme de esa posición. Fue ella la que en cuatro patas le comenzó a comer la zorra a mi suegra mientras me dejaba el culo levantado, para que yo de pié a los pies de la cama se la ensartara.

Ver a mi suegra gozando como una loca, sin poder moverse, mientras mi amante le comía el coño, y yo metiéndosela a Clara era algo que ni en sueños me hubiese imaginado.

Luego de eso, Clara cambio deposición, colocándole su coño en la boca de mi suegra y ella casi en un 69 alternaba entre chuparme la verga a mi y comerle el coño a mi suegra, mientras mi suegra sin poder contenerse mas, gritaba alcanzando un monstruosos orgasmo que Clara no desaprovecho recibiéndolo en su boca, para luego besarme apasionadamente traspasándome los jugos de mi suegra en la boca. Mi suegra no paraba de gemir y le pedía a Carlos que se la metiera una vez mas, que quería sentir mi descarga en su interior. Clara se paró apagó nuevamente la luz, y soltó las esposas de mi suegra, ordenándole que se colocara a los pies de la cama en cuatro patas para que el tal "Carlos" la follara por detrás. Sentí como mi suegra adoptaba esa posición, con todo su culo levantado .La tome de las caderas y con fuerza se la metí hasta el fondo, mientras Clara se acomodaba delante de ella de espaldas y le ordenaba a mi suegra que le comiera el coño. Nunca pensé que mi suegra fuese tan caliente, sumisa aceptaba cada instrucción de mi amante, comiéndole el coño y moviéndose de atrás adelante enterrándose hasta el fondo mi monstruoso y dopado miembro.

Clara advirtió que el orgasmo de mi suegra estaba a punto de llegar, y yo haciendo un esfuerzo supremo por no acabar, a la orden de Clara que me ordenó que no acabara, ya que quería comerme semen en conjunto con su amiga. Mi suegra lleno el cuarto de quejidos en conjunto con Clara que se corría en la boca de mi suegra

Ya no daba mas cuando las dos mujeres, me acostaron sobre la cama y se abalanzaron sobre mi verga chupándomela alternadamente, sintiendo en la oscuridad como se besaban entre ellas, y me chupaban la verga, hasta que sin poder aguantarme mas, me comencé a descargar mientras sentía que ella se alternaban para chupármelo y tragarse mis mocos, que salían por litros y litros, besándose entre ellas.. Nunca había experimentado lo que era el viagra, pero realmente esa ocasión lo ameritaba y no hubiese sido capaz de no estar con ese estimulo.

Después de eso, descansamos un rato y aunque mi corazón no dejaba de latir, mi verga aun se mantenía durísima, y se portó a un excelente nivel en la segunda sesión de sexo igual de caliente que la primera.

Exhausto los tres después de esta sesión , yo aun casi sin mencionar palabra tratando de cambiar la voz solo para quejarme, para que mi suegra no me reconociera, Clara le dice a mi suegra que ya era hora de irse, y mi suegra dándome un apasionado beso en la boca se despide de mi en la oscuridad. Me coloque de boca tapando mi cara para que mi suegra no me fuese a reconocer. A los pocos minutos entra Clara al cuarto, encendiendo la luz y diciéndome que mi suegra ya se había marchado. Yo aun sin poder creer la experiencia vivida, ahora que la pasión se había marchado, agradecí a Clara su regalo y mientras fumábamos un merecido cigarro, me contó el trabajo de joyería que había echo con mi suegra, primero haciéndose su amiga, indagando en su vida, sacándole algunas confesiones privadas y como después como un favor personal, le pidió complacer a su amante.

Ahí supe que mi suegra unos 5 años atrás había tenido una experiencia con un hombre casado, el que la hizo indagar el mundo de los tríos, y que en base a eso, Clara le había pedido como favor personal ayudarla a cumplir la fantasía de su joven amante, que para mi ella era estar con dos mujeres, pero que para nosotros , estar con mi querida y respetada suegra.

Alexander_5149@hotmail.com