El regalo de navidad de mi hermanita
Mi hermanita me da su regalo de navidad por anticipado.
Hola a todos, este es mi primer relato, espero que os guste.
La historia que voy a contarles a continuación me sucedió hace 2 años, cuando tenia 19 años. Mi nombre es Pablo, y era 23 de diciembre, época familiar, de comprar regalos y pasar el rato con un buen chocolate calentito mientras ves una película en casa. Mis padres habían salido de cena, como era costumbre los últimos años, siempre iban con un par de parejas conocidas desde la infancia, para cenar en un restaurante y luego bailar y jugar al bingo. Por lo que esta noche estábamos en casa mi hermana, Sandra, y yo. Estuvimos cenando algo ligero y no tardamos en irnos a dormir, ya que los días anteriores habíamos estado de fiesta continua, y necesitamos reposar para la noche del 24. Me desperté por la noche a cosa de las 4 de la madrugada porque tenia sed, pero me daba pereza ir a la cocina así que me volví a coger la postura para dormir cuando escuche un ruido, muy leve, pero un ruido. Provenía del salón. No podía identificarlo bien así que decidí ir sigilosamente. Como duermo con la puerta entreabierta me fue fácil llegar asta el final del pasillo donde empieza el salón. Mire asomando la cabeza.
Allí estaba mi hermana, totalmente desnuda y semitumbada en el sillón, masturbándose mientras veía una película porno del plus. Me quede sin saber que hacer, tenia a mi hermana, una fémina de 18 años rubia, de cerca de 1.70 de altura, con un cuerpo moldeado por el aeróbic y tanto baile en las discotecas, masturbándose a escaso metro y medio de mi, con sus senos balanceándose y su pubis semidepilado siendo acariciado constantemente por su mano derecha.
¿Qué hacer? Mi cerebro era superado por mi pene. Me decía ver hay y tiratela! Pero el cerebro sabia que no funcionaria, así que en pocos segundos idee un plan.
Pase andando como si nada hubiera pasado a la cocina, haciendo algo de ruido para que Sandra se percatara de mi presencia. No pude ver su cara al verme pasar a por agua, pero su grito de asombro me lo dijo todo. FASE 1 completada: llamar la atención.
No tarde apenas 10segundos en salir, no quería cortarla el rollo, así que me dirigí al salón como si nada cuando me hablo:
-¡ No es lo que parece Pablo te lo juro! No se lo digas a papa y mama, por favor.
-¿No es lo que parece? Pues yo creo que estabas pajeandote en el salón con una peli porno, pero si no es eso cuéntame.
-Vale si joder lo admito, no aguantaba mas, necesitaba desahogarme, soy humana, ¿sabes?. Pero por favor no le digas esto a nadie, are lo que sea, te ayudare con los deberes, te cubriré cuando llegas tarde, no se, lo que quieras, lo juro, pero no se lo digas a nadie.
Me quede pensando unos instantes. Mi erección era mas que obvia, ya que dormía con boxers solo, ya se adivinaba claramente que mi pene quería guerra.
-Quiero ver como te masturbas.
Dicho esto me senté tranquilamente en el sofá, y me desnude totalmente, enseñándola a mi hermanita mi pene de 18cm junto a un considerable grosor. Ella no contesto, pero no le pareció mala idea porque enseguida volvió donde lo había dejado, se abrió de piernas y empezó a acariciar lentamente su pubis, mientras por el rabillo del ojo observaba mi pene. Yo no podía mas, tenia a una hembra en celo al lado mío masturbándose, así que empecé a pajearme mirándola fijamente. Ya todo era descarado, mi hermanita empezaba a acelerar su ritmo mientras miraba atentamente mi pene a escasos centímetros de ella. Por un momento cerré los ojos debido al placer, no podía pensar que esto estuviera pasando, pero algo me saco de mi somnolencia momentánea. Una sensación húmeda en mi pene. Abrí los ojos y ahí estaba mi hermana, que se había inclinado un poco para comerme la polla. Se notaba cierta profesionalidad en ello, empezando a lamer el glande con movimientos circulares de su lengua, lentamente, saboreándolo, mientras su mano derecha acariciaba mis huevos. La empecé a acariciar el pelo, animándola a seguir, mientras empezaba a acosar a mi hermana, tocando lo que podía, agarrando esos pechos que tantas veces me han puesto malo al verla salir a las discotecas medio desnuda. Ella ya había empezado a comerme el nabo, con un ritmo lento pero continuo. No podía decirle que parara pero necesitaba tocarla ese magnifico coño, pero la posición me lo impedía, así que se lo dije:
-Quiero comerte ese coñito hermanita, así que colócate bien que vas a correrte como nunca lo as echo.
Me tumbe en el sillón, y ella se puso encima mia, y antes de colocarme su coñito en mi cara me lance a comérselo. Sabia que mi hermana estaba buena, pero que su coñito supiera tan bien ...pff! Me concentre en darla placer, intentando no pensar que me estaba comiendo la polla para no correrme, iba a darle el mayor orgasmo que halla tenido a mi hermanita querida. Me centre en lamerle el clítoris, introduciéndole 1 y 2 dedos alternativamente, a un ritmo frenético, que ella agradecía con una respiración agitada y fuertes movimientos en mi polla. No era fácil centrarse en su entrepierna, ya que sabia muy bien como dar placer a un tio, haciendo cosas dignas de las películas que veía por las noches. No tarde mucho en correrme, se lo hice saber y acelero mas el ritmo, ayudándose de su mano izquierda mientras con la derecha me acariciaba los huevos. No pude mas y me acabe corriéndome en su boca Vamos hermanita, se una buena chica y trágate todo, quiero tener la hermana mas puta de todas, ohh si así así, como se ve que te gusta, e zorrita -
-Si Pablo, soy una zorra, tu zorrita , y me encanta que....
No consiguió acabar la frase cuando empezó a temblar, presa del orgasmo inminente producido por mi lengua y mi boca al succionar su clítoris. Se corrió con un grito ahogado mientras apuraba las ultimas gotas de leche de mi polla, y al acabar ambos nos sumergimos en un profundo abrazo, besándonos con ternura.
Ya con mi pene flácido me levante para irme a la cama ya, cuando me coge la mano de un tirón y me dice:
-¿Adónde crees que vas? Aun no te he dado tu regalo de navidad hermanito
Dicho esto me cogió y me llevo a su habitación. Iba a follarme a mi hermana en su cama, en aquella habitación pija, adornada con motivos propios de la edad, sus posters de famosos, sus peluches, y el color rosa por excelencia. Eso me motivaba mas, pensar que iba a tirarme a una pija en su propia cama hizo que se me empinara otra vez. Sin mas preámbulos me tiro a la cama, se arrodillo y empezó a lubricarme la polla a base de lametazos. Cuando considero que estaba lo suficientemente dura y lubricada, cerro los ojos, como meditando, y al abrirlos me dijo:
-Ahora hermanito vas a follar a una zorra como nunca as visto, no como esas que te traes a casa, vas a follarme hasta quedarte seco, porque soy tu hermanita, soy tu zorrita, y tienes que complacerme.
Dicho esto se sentó sobre mi, coloco mi polla a la altura de su coño, y se la inserto lentamente, mientras cerraba los ojos y se le escapaba un pequeño suspiro. No tardo mucho en empezar a coger ritmo, empezando a dar saltos pequeños pero muy rápidos sobre mi pene, me estaba dando un gustazo impresionante, no sabia que tener una hermana podía ser tan placentero. Mientras seguía votando sobre mi polla, aproveche para coger esos magníficos pechos, no muy grandes pues no serian mas que una 90 o así, pero desafiantes a la gravedad gracias a la juventud. Masaje, acaricie y apreté esas tetas, pues eran una de mis fantasías juveniles, proporcionada por sus ropas ajustadas y sugerentes, y el andar en sujetador por la casa en verano. Ella empezó a acelerar el ritmo, y la cogí de la cintura para hacerlo aun mas rápido, y Sandrita apoyo sus manos sobre mi pecho, se inclino hacia adelante y siguió saltando, gimiendo y gimiendo asta correrse como una posesa, dándome golpes en el pecho y saltando sin parar, incluso saltaba tanto que mi polla salía y volvía a introducirse de una estacada, pero poco le importaba, ella no estaba aquí, estaba en el país de las sensaciones, embargada en el placer del orgasmo.
Yo no me había conseguido correr aun así que cuando se recupero del orgasmo ( ante todo soy un caballero ) la cogí y la puse al borde de la cama, mirando hacia arriba. Me coloqué sus piernas a los lados, y la penetre con fuerza, rápidamente, a un ritmo frenético, mientras cogía sus tetas y la besaba fuertemente, presa del deseo. Seguí aquel ritmo pocos minutos pues sus movimientos de antes me dejaron casi al limite. Cuando note que me corría saque mi polla de su coño para poder correrme en su cara, ella parece ser que lo entendió a la primera pues se deslizo suavemente por la cama hasta quedar de rodillas frente a mi polla, y abrió la boca, deseando que vertiera mi preciado liquido. Esa imagen, tu hermana frente a ti, desnuda, empapada en sudor, y deseando que te corras en su cara fue demasiado para mi, y acabe explotando en su cara, lanzando los pocos chorros de semen que me quedaban tras la anterior corrida sobre su cara cayendo principalmente sobre su pelo y mejillas.
Al acabar de correrme ella, como buena hermana, me limpio la polla con su boquita, y con un clinex se limpio la cara, aun de rodillas. Al levantarse, sinuosamente y delicadamente como toda una fémina, todo eso sin dejar de mirarme a los ojos y sonreírme, se situó a mi altura, y nos fundimos en un profundo y apasionado beso que no puedo decir cuando duro, pero si que fue el mejor beso que he recibido asta el momento.
Acabamos durmiendo juntos, tal como estábamos, en su cama, aunque con cierta atención por los padres.
Ella se durmió antes que yo, por lo que pude apreciar su hermoso rostro. Ahora que todo había acabado, no podía dejar de pensar en todo esto, en aquel beso, en aquel polvo.
Este regalo de mi hermana se repitió esas navidades todos los días que mis padres salían, y debido a que mi padre es gerente de una empresa, tiene muchas cenas, lo que mi hermana y yo agradecemos.
Espero que les halla gustado el relato y espero vuestras criticas, sugerencias y opiniones. Mi correo es Skrelatos@yahoo.es