El regalo de mi mujer

El mejor regalo de cumpleaños que hubiera podido soñar.

Estaba de mal humor, era mi cumpleaños, hoy cumplía 44 años, y mi hija se había marchado con sus amigos, y mi mujer me dijo que no quería salir de casa porque le dolía la cabeza. A eso de las 20,00 horas,mi mujer me dice que se llena la bañera y tendrá para un buen rato, así que me quedé sólo delante del TV, haciendo inventario de mis regalos: la consabida corbata, y el repetitivo bote de colonia.

Puse el TV, y comencé a ver las noticias, como siempre, allí estaba un sábado con 44 años, resistiendome a envejecer y los hechos me mostraban todo lo contrario. Me dirijí a la cocina y me preparé un buen vaso de narajanda bien fría (no me gusta el alcohol), cojí un paquete de pipas, y me presté a pasar el sábado como tantos otros mirando, que no disfrutando de una película.

Al poco salió mi mujer, llevaba un albornoz, y tenía el pelo húmedo. Me miró y le dije:

¿Qué hay para comer?

¡Te va a gustar, ya lo verás!.

No he visto que hayas preparado nada especial – le respondí.

Bueno, es que la he encargado. No deben de tardar la pedí para las 21,30.

Y se marchó. ¡¡Joder, encima iba a cenar pizza!!. Volví la cabeza a la TV, y sonó el timbre. Mi mujer salió corriendo de la habitación gritando: ¡Ya voy yo!. Perfecto, me dije y segui con la TV. Al cabo de unos minutos, me sorprendió que mi mujer no entrase, oía unos murmullos, y pensé que hablaba con el repartidor de pizzas, así que no le dí importancia.

Al cabo de un par de minutos, el ruido de uso pasos me sacaron del sopor de la TV, y vi a mi mujer que entraba en el salón acompañado de una pareja. Estaban en la treintena, y venían muy bien vestidos, informales pero elegantes.

-Mira Antonio, estos son Pablo y Eva – me los presentó.

-Encantado- y me levante a darle la mano a él y a ella. Antes de que pudiera estercharle las manos, Eva, se zafó y me estampó un par de besos en la mejilla, mucho mas cerca de mis labios de lo que la cortesía exige. Yo miré a mi mujer intrigado, como tratando de averiguar quienes eran esos dos y que hacían allí. Entonces me fijé que mi mujer se había vestido con sus mejores galas. Es una mujer bajita, pero todo lo tiene muy bien proporciado y muy bien repartido. Llevaba una falda negra que le queda a medio muslo, y unas medias de liga que le llegan justo a la ingle que la hacen muy bonita. Una blusa abierta, que reparé que iba sin sosten, por cómo se le marcaban los pezones por la tela.

Me fijé en mis invitados. Pablo debía rondar los 35, debía estar cerca del 1.80, y se veía que tenia un cuerpo fornido, era moreno y tenía los ojos negros... pensé que era un tío que podia gustar y mucho a las mujeres. Miré a Eva, y por primera vez la via como una mujer. Era más alta que mi esposa, medía en torno a 1.65, rubia, con unos ojos verdes que te capturaban los tuyos cada vez que se cruzaban con ellos. Labios carnosos y perfectamente maquillados. Una blusa negra cruzada que llevaba anudada a la espalda y que podia aventurar que no llevaba sujetador, y remataba una falda de punto que debaja entrever una figura de escándalo y unos finos zapatos de tacón. MI mujer empezó a hablar y comenzó a sacarme de dudas, y a sembrar otras.

Antonio.. son tu regalo de cumpleaños.

-¿cómo dices?

Que son tu regalo. Para lo que tu quieras hacer con ellos.

-¿Cómo?... ¿lo que yo quiera?... no te endiendo, que quieres decir con lo que yo quiera.

Pues eso. Si te quieres follar a EVA, puedes hacerlo. SI quieres mirar y quieres que sea Pablo el que se la beneficie, pues muy bien... si quieres que sea entre los dos.. solo has de decirlo... ¿tienes alguna duda?

Nunca había escuhado a mi mujer hablar así. Di un paso hacia atrás y me senté en el sillón. Me sentía ridiculo, al ver las pipas encima de la mesa... No sabía que decir, y de nuevo mi mujer me sacó de mis pensamientos.

-¿Quieres que se vayan?

-NO!.- dije. Dejame pensar un momento.

Fue solo un momento, un mirada al cuerpo de Eva me dejó claro lo que quería y me sentí enormemente agradecido a mi mujer.

-Bien. Escuchame atentamente –dije muy serio a mi mujer, lo que interpretó como que estaba enfadado...

-Lo siento Antonio, yo creí que...

-¡Calla y escucha!. La interrumpí.

María (así se llamaba mi mujer), mira no imaginas como me ilusiona mi regalo, pero no sé como te lo ibas a tomar. No se que pasaría mañana cuando me echaras en cara que me habia estado follando a una mujer delante de ti...

Cariño....

-¡Que calles, coño!. – Y se quedó completamente muda, vi su rostro y estaba tensa, temía lo peor.

Continuo – dije-, y no me vuelvas a interrumpir. La volví a mirar y tenía los ojos vidriosos a punto de llorar.- Lo que quiero decir María, es que este regalo me ilusiona, pero he de saber que tu no me lo vas a reprochar. Durante gran parte de mi vida, tu has estado a mi lado, así que creo que este regalo me lo merezco tanto tu como yo... asi que me gustaria que lo compartieras conmigo.

Su enfado se transformó en sorpresa. No sabía que decir, se frotaba las manos sudorosas, en un rictus de nerviosismo.La pareja estaba sentada en el sofá sin saber que decir o hacer. Mi mujer dudaba, y yo empecé a disfrutar del momento.

-¿qué quieres decir con compartirlo, Antonio?

SI yo me follo a la chica, tu te tiras al tío...

-Pero yo te quiero a ti.. yo no quiero follarme a otro.

-Esto no es amor, es sexo, puro y duro. Tu me has demostrado hoy que me amas con este regalo, y yo quiero repartirlo contigo. ¿si me hubieras regalado una botella de cava, habrias dejado que me la bebiera solo?

No me la habria bebido contigo...

Bien... pues empezamos a beber...?

No sé... no sé...- tartamudeaba, pero sus ojos tenían ya otro brillo.

Pablo, ¿te llamas asi, verdad?, - le dije al chico que seguía en el sofá-. ¿te gusta mi mujer?

Está muy bien –dijo él, y no mentía.

Dime le dije, siempre dejas que sea el cliente el que empiece la fiesta, o tu les ayudas un poco- le dije guiñandole un ojo.

Se levantó del sofá y se dirijió a mi esposa. Ella se puso de pie. Tenía la cabeza agachada. El puso la mano en su barbilla y le levantó la cara. Ví como pasaba la lengua por sus labios y se mordía el labio inferior. Pablo se acercó a besarla y giró la cara, diciendo a la vez que no quería besos. Pablo volvió a cogerla de la barbilla y le giró la cara y le dijo en voz alta al tiempo que iba mirandome a mi: Hoy por esa boca van a pasar algo más que besos... así que no crees que es mejor que lo disfrutes?

Pablo bésala –le dije.

Mi mujer se dejó besar, con los brazos caídos. Era como una estatua. Pablo la rodeó con sus brazos, y mi mujer lentamente puso uno de sus brazos sobre el hombro del chico, y empezó a devolverele el beso. Eva se levantó y me djo al oído:

-Tu eres el homenajeado, ¿me dejas que te de tu regalo?.. y mientras lo decía desataba su blusa, dejandome ver unas tetas increiblemente perfectas, de pezones sonrosados y abultados. Antes de acercarse, dejó caer la falda a sus pies, y vi que venía sin bragas. Vi el coño más bonito que hubiera visto nunca, absolutamente depilado. Se acercó y empezó a desnudarme... Giré la cabeza y vi a mi mujer que seguia besando a Pablo, este intentaba desabotonar la camisa de mi esposa, pero esta le cogía sus manos impedirselo...

-Nena -dije en voz alta dirgiendome a mi mujer-, ¿quieres explicarle a Eva como me gusta que me coman la polla?. Y mientras dije esto Eva se puso de rodrillas delante de mi y empecé a quitarme los pantalones, esperando sus instrucciones...

-Bueno... yo.. mira... verás cogela...

-¿sabes?. Me lo he pensado mejor, no se lo expliques... enseñaselo!. Se separó de Pablo y se dirigió hacia mi con una sonrisa aliviada. La detuve con un gesto de mi mano.

No cariño, conmigo no, si me la comes a mi, no podrá hacerlo Eva. Enseñale como me gusta, chupándosela a él – y le señalé a Pablo, que ya se había desnudado. Se quedó quieta. No sabía si lo decía en serio, y la saqué de dudas... – Cariño, puedes hacerlo tu sola, o te he de explicar como hacerlo, y le guiñé un ojo mientras la sonreía.

Vi como se daba la vuelta, y como contemplaba a Pablo. Tenía un cuerpo cuidado, y mostraba su polla morcillona. Era algo más corta que la mía, que tengo una buena herramienta, pero era mas gruesa. Una buena pieza. MI mujer se puso de rodillas, y empezó a besarla, la cogió con su mano derecha, y empejó a sobarle la polla echando la piel hacia atrás liberando un enorme capullo que empezó a lamer...

-Para! – le dije.

-Lo siento!. Lo siento!...Pensé que de verdad querías que lo hiciera, perdón cariño, yo....

Desnudate nena, eres la única que sigue vestida, joder - y le sonreí.

Eso la hizo perder todo atisbo de desconfianza, se quitó la ropa, y sin que no hubiera que insistir se puso de rodillas y ya no lamío la polla, sencillamente se la metió en la boca, y me miró de reojo, devoviendome la mirada con una sonrisa mientras tenía su boca llena con aquel pedazo de carne que empezaba a crecer.

Buena chica le dije, y ahora Eva, que tal si me enseñas como la comes tu.

-¡Por fin!, - dijo ella con una preciosa sonrisa – pensaba que esto se iba al garete.

No se si disfrutaba más con la sensacional boca de Eva, o viendo a mi mujer como se aplicaba con la polla de Pablo. Se la sacaba, le escupía, y se la volvía a meter, cerraba los ojos sintiendo como le entraba y salía de la boca. Vi como se la sacaba hasta dejarla toda fuera y luego abrir la boca y engullirla toda de golpe, tanto que incluso le entró un amago de arcada, pero no la dejo escapar y siguió chupando. La sensación de ver a mi esposa engullendo una polla de otro hombre, me excitaba casi tanto como la mamada que me estaban regalando. Además Eva iba haciendo lo que veía hacer a mi mujer, así que ella también la engulló. Yo no la tengo tan gorda como Pablo, pero si algo más larga, pero Eva se notaba que había chupado más de una, y no huberon arcadas, pero me asombraba ver mis pelotas rozando a sus labios y toda mi verga desapreciendo por su boca.

Estuvimo así más de 10 minutos... de vez en cuando mi mujer se la sacaba para dejar que un hilillo de saliva quedara colgando del capullo de la polla a sus labios y me miraba con una sonrisa, recogiedo con la lengua los iquidos que chorreaban por la comisura de sus labios. Era una diosa. Y se sentía como tal. Entonces sin soltar la polla de su mano, dijo a Eva que me la seguía comiendo..

-¿EVA?.. ¿Quieres que te muestre como le gusta follar a mi marido?... Bien pues demenos prisa en vaciarles los cojones antes, que no quiero que se me corran nada mas empezarnos a follar-. Y se lanzó a devorar la polla.

Verla hablar así me ponía como un berraco, y pronto me tensé, Eva se percató y en lugar de acelerar, se detuvo, pero no habia marcha atrás. La chica se dio cuenta y abrió la boca, esperando mi lefa. Empezo a salir con fuerza llenandole la boca por completo. Al abrir los ojos vi como mi mujer seguia comiendole la polla a Pablo y como acelaraba, para conseguir tambien su racio de semen. Pablo se arqueó y se regaló. MI mujer siguió chupando mientras Pablo se corría. No soltaba la polla, yo sabía que Pablo se corría por sus movimientos y convulsiones, pero no porque viera el semen, puesmi mujer no dejaba de chupar y tragar, y todo eso mientras yo me iba vaciando en la boca de Eva. Que cuando dejó de brotar semen de mi verga, volvió a engullir, como si quisiera limpiarla de los restos de mi deseo. Mi mujer soltó la polla de Pablo, y lo hizo como un sonido de descroche de una botella de cava. Todos reimos. Y mi mujer abrió la boca para mostrar que se lo habia tragado todo.

Se dirigió hacia nosotros, gateando como una loba, se acercó a Eva, y antes de que ninguno pudiera decir nada, le estaba dando un morreo. Sus lengua se mezclaban y jugaban con el sabor de nuestras leches... Fue algo realmente impresionante.

-Uffffff.. dije ha sido bestial.

-¡Quiero más! –me dice mi esposa.

-JAJAJA, te recuerdo que es mi regalo- dije yo -, pero me encanta que seas tan puta. Deja a Pablo y a mi que reposemos 5 minutos, y seguimos..¿vale?. Por cierto me ha gustado ver como besabas a Eva...

-NO sé. No sé por qué, pero en ese momento me apeteció.

Mientras los chicos se recuperan, María, que tal si tu y yo vamos al cuarto de baño, y me dejas explicarte algo’: dijo Eva...

Mi mujer me miró, y yo asentí con la cabeza. Se levantaron las dos, Eva cogió de la mano a mi mujer y las dos desaparecieron por la puerta, camino del baño. Pablo y yo nos quedamos solos.

-Pablo ha sido estupendo. Eva es fantastica. ¿qué edad tiene?¿Es tu novia, tu mujer?,- le pregunté.

-Ella tiene 29 y yo 34. Es mi mujer, llevamos 3 años casados. Desde hace unos 6 meses hacemos esto, solo con parejas, y siempre que podamos estar los dos presentes. Pero te he de decir que nadie me la había comido, como hoy lo ha hecho María. No se si cobraros, pues lo he disfrutado. Casi nunca me corro en nuestras visitas a otras parejas, no me ponen las tías lo más minimo...

-¿sabes que están haciendo en el baño tu que las conoces?

-Si lo sé, pero tranquilo por como mirabas a mi mujer se que te va a gustar, pero es tu cumpleaños, que sea una sorpresa.

-Oye Pablo, mientras vienen, quiero pedirte algo, aunque no se si lo inlcuye el precio que habeis pactado con mi mujer, y no se si te molestará, pero... quiero follarle el culo a Eva. ¿puedo o hay algun suplemento?. Me miró, fue un segundo, y me respondió.

-Le encanta que le den por el culo, tranquilo no hay problema y no tienes que pagar más, ya te he dicho que yo tambien me lo estoy pasando muy bien, pero... No preferirias darle por el culo a tu mujer, algo me dice que no lo has hecho aún...

-No querrá- comenté.

¿La habías visto besar a una mujer y compartir el semen de una corrida, alguna vez?.

-La verdad es que no- dije con una abierta sonrisa.

  • Pues entonces tranquilo, ya verás como le podrás dar por el culo...

-¿Hablais de culos?- nos interrumpió Eva, viendo que volvía del baño, entrando sola.

-¿y mi mujer?.. ¿qué ha pasdo en el baño?

-Tachán, Tachán, dijo Eva simulando la clásica musiquilla de quien anuncia algo alargando sus brazos y dando paso a mi mujer. Ella entró, y entonces supe lo que había estado haciendo. Le había afeitado por completo el coño.

-¡¡ESTAS PRECIOSA!! – le dije.

Me levanté la cojí de la mano, y la contemplé. Ella lo facilitó abriendo las piernas, le pasé la mano por el coño, y lo tenía suave como la piel de un bebé. Vi que se lo había afeitado por completo incluido los alrededores de sus nalgas. Estaba preciosa. La abracé, y le dije al oído casi en un susurro:

_ María, estas preciosa, te lo voy a comer hasta hartarme quiero que lo lleves asi siempre. Ahora te lo lameré y te lo dejaré empapado, te lo voy a preparar para que te folle Pablo.

¿has visto lo gorda que la tiene?.- me susurró.

-Si.. ¿la quieres?

-Si Antonio, quiero que me folle.

-Bien el te follará, pero yo tambien te quiero para mi.

-Por supuesto.

-No María, No sabes lo que quiero decir con eso. Te quiero para mi, pero no te quiero follar el coño..

-No entiendo...

-Quiero estrenar tu culo

-JA,jajajaja, sabes que por ahí no quiero – dijo riendo nerviosa.

Mira, nunca te habías comido la polla de un extraño delante de mi, jamás habías besado a una tía jugando con la leche que habian dejado dos pollas en vuestras bocas. Nunca te habías afeitado el coño... Hoy has hecho cosas increibles, y yo quiero tu culo.

-¿Tendrás cuidado... y si me duele, pararás?

-No te va a doler, le dijo Eva que estaba escuchando. Mira la polla de Pablo, es mas gorda que la de Antonio, y a mi no me duele. Entre los tres, te enseñaremos como disfrutarlo.... ¿lo deseas?

Mi mujer me miró a los ojos. Me regaló una sonrisa, y pasó la mano por mi polla que ante el descanso y la conversación de nuevo comenzaba a ponerse dura.

-Esta bien. Ahora de momento, tu me lamerás el coño, y cómo un buen cabrón dejarás que Pablo me folle delante de ti mientras tu te tiras a Eva, por donde quieras, ya que al parecer a ella no le importa que la culeen. Despúes si aún tienes ganas, y te quedan fuerzas, si no me duele, con cuidado.... dejaré que me des por el culo, si no me gusta pararás. O.k.?

-O-K. Pero.... ¿si te gusta?

Si me gusta Antonio, tednrás un culo para follarte cada día.

Se separó de mí, y se dirigió a Pablo que le cogió de la polla, le miró y le dijo: Vamos a ver que sabes hacer con esto. Le llevó al centro del salón cojió un coin lo tiró al suelo, y se tumbó apoyando su cabeza en él. Abrió las piernas, y me dijo:

-Cariño, mojame el coño para que Pablo me folle. Y actro seguido abrió las piernas mostrandome su desnudo coño. Me puse encima de ella y empecé a lamer. Estaba suave, me encantaba verla así.

-Eva! – Gritó María – ponle dura la polla a Pablo, quiero que mi cabrón vea como me revienta el coño.

A los pocos minutos, decidimos cambiar de pareja, mi mujer tebía el coño chorreando, y Pablo lucía una erección tremenda. Pablo se acercó y me dio un toque en la espalda y me dijo:

-¿Puedo follarmela ya?

Adelante le dije, la tienes preparada.

Se arrodilló delante de ella, le cojió las pierns por los tobillos, y apuntó su verga hacia el recien afeitado coño de mi mujer que brillaba por sus flujos. La metió muy despacio, mi mujer iba gimiendo a cada cm que se sentía invadida. Yo no dejaba de mirar la cara de lascivia que tenía mi mujer mientras era follada, al tiempo que ella mimsa se pellizcaba los pezones. Cuando me percaté, Eva me estaba lamiendo los dedos de mi mano, mientras me miraba atentamente viendo mi cara de satisfacción ante lo que estaba sucediendo...

Dejó de lamerme los dedos y me dijo casi susurrando:

_ Vamos a enseñarle a la putita de tu mujer, lo placentero que es que te den por el culo... Ahora que tienes los dedos empapados, mientras yo me pajeo, tu meteme primero uno, y luego el otro... habra que ir preparandolo para tu polla, porque hoy tu eres el protagonista y si tu mujer luego no te deja... ¿no querras quedarte sin tu culo...no?

Mi mujer me miraba, mordiendose el labio inferior, mientras iba aguantando las embestidas, cada vez más rápidas de la polla de Pablo, entre gemidos y jadeos, y mezclado con el sonido del chapoteo que hacia la polla al perfeorar y salir del coño de mi mujer.

Me puse detrás de EVA que se puso a 4 patas, mientrs empezaba a tocarse el clitoris y meterse los dedos en el coño. Puse un dedo a las puertas de su culo y empujé. Lo hice despacio, pero entró relativamente fácil. Notaba la presión del culo en mi dedo, ese sitio estrecho y angosto que me estaban ofreciendo.

Suave, me dio Eva. Hazlo ahora suave.. ya tendrás tiempo de hacerlo mas deprisa.

Empeceá deslizar suvamente el dedo por aquel magnifdico y precioso culo, lo metía hasta dentro y luego lo dejaba escapar pero sin dejarlo salir del todo... La cara de Eva era todo un poea, y mientras tanto mi mujer seguia alli abierta de piernas mientras Pablo la follaba sin piedad.

Entonces Eva se levantó, sacandose el dedo, se dirigió a su bolso y sacó de él, un pequeño bote de crema... sin decir nada me cogío la mano, y puso un poco de del transparente en mis dedos.. me miróa los ojos y me dijo:

-Ha llegado el momento de que sean dos los dedos.

Puse dos dedos a las puertas de su culo y empjé... entraron con suma facilidad, resbalaban por su culo y se perdían en su nterior, mientras dejaba escapar de sus labios no sabría si decir si un quejido o un gemido.

En aquel instante Pablo le dijo ami mujer que se pusiera a 4 patas cara a cara con Eva, para que le viera la cara mientras yo la sodomizaba y el se la follaba. Le dijo que observase la cara de Eva para comprobar si habia en ella dolor y placer y asi poder preguntarle lo que quisiera.

Así que allí estabamos, con las dos mujeres a gatas una frente a la otra, yo jugando con el culo de Eva y Pablo follandose a mi mujer. Podía ver su rostro con los ojos cerrados y sus tetas bamboleandose al ritmo que le marcaba las acometidas de Pablo. Mientras tanto mis dedos entraban y salían con una facilidad del culo de Eva que me sorprendía, no decía nada, solo suspiraba, y respiraba profundamente. De vez en cuando fruncia el entrecejo y resoplaba, cuando me dijo que le sacara los dedos y que yo mismo pusiera algo de lbricante en mi polla...

¿Sabras que hacer despues, no? – me dijo girando la acraa con una sonrisa y guiñandome un ojo.

Se la clavé muy despacio, notaba coom su esfinter se apoderaba de mi polla, en eso que mi mujer sin decir nada, alargó su cara y la morreaba, mientras yo la iba dando por el culo. Me detuve a medio camino para dejar que aquel culo se amoldara a mi polla y poder darle un respiro a Eva, al tiempo contemplaba la lascivia de mi mujer comiendola la boca.

Eva.. ¿te gusta? – Le prguntó mi mujer entre jadeos provocados por la polla de Pablo en su coño

-hummmmmmmmm.... es diferente, extraño, pero delicioso... tienes que probarlo.... vamos Antonio metela toda dentro, quiero que Maria vea mis ojos cuando tenga tu polla entera dentro de mi...

te cabrá? (dije yo)

Compruebalo, cabrón, empuja..... dijo Eva.

Y empujé.... de un golpe, sentí como mis cojones acariciaban sus nalgas. Nunca había sentido nada igual. Era caliente, cálido y estrecho. Sentía el fluir de mi sangre a través de mi polla, mis palpitaciones y las suyas....

Mi mujer no dejaba de ver el rostro de Eva, y le preguntó:

-¿Qué sientes?

Eva la miró mientras ella misma empezó a moverse haci delante y atrás despacito, era ella misma la que se estaba culeando sirviendose de mi polla.

-Si quieres saberlo, tendrás que comprobarlo – le dijo. ¿ves en mi cara signos de dolor?

-No.

-Pues entonces si no es dolor, seráplacer lo que ves.. no? Ese ultimo no, lo dijo con más enfasis mientras ella misma se empujó contra mi y se ensartó de nuevo toda la polla en su culo.

-Hummmmmmmm, ufffff.... Pablo – dijo Eva-, no es tan groda como la tuya pero me llega hasta las entrañas....

Se nota que te gusta cariño -le respondió su marido sin dejar de follar a mi mujer.

Pablo!.. meteme un dedo, yo también quiero tener esa expresión en mi cara, quiero sentirme tan puta como ella se siente ahora. Me sorprendió la frase de mi mujer.

No dije nada, solo cojí el bote de lubricante y se lo lancé a Pablo. Pablo empezó a pasar el dedo por el ano de mi mujer, no empujaba solo pasaba la yema, pero veía su expresión de deseo. Yo mientras tanto acompasaba mi ritmo a Eva, que no decía ya nada, solo tenía los ojos cerrados y se dejaba culear, disfrutandolo sencillamente.

Mi mujer dio un respingo cuando sintío la presión del dedo de Pablo. NO dijo nada, pero por su cara ví que no le gustaba. Pablo se detuvo pero no sacó el dedo. Mi mujer volvíoa a mirar a Eva, con los ojos cerrados extasiada, mientrs mi polla seguía trabajando su culo.

-¡Empuja, coño, aunque me duela, quiero sentirme como ella!. – gritó mi mujer.

Pablo empujó el dedo, y vi en la cara de mi mujer en gesto de dolor. Eva que segía a gatas frente a ella, abrió los ojos y la volvióa besar. El beso de Eva ahogaba los gemidos de mi mujer. Pablo aprovechó para dejar salir un poco el dedo y volver a empujar... esta vez el gesto de dolr no fue tan expresivo, la polla en el coño y el morreo de Eva, hacían que esa mezcla de dolor y placer la sometiera.

Pablo siguió así durante 3 o 4 minutos...entraba y sacaba el dedo ya con pasmosa facilidad.

-Me gustaaaaaaaaaaaa... -decía María. Noto como a través de mi, se rozan el dedo y su polla... ufffffffffff

¿Quieres mas?- le dijo Eva

-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii..... dio salida mi esposa. Y pablo bedeció metiendo su segundo dedo. De nuevo la mueca de dolor, pero despues de quedarse durante 2 segundos quietas sintiendo sus dedos, empezó a moverse poquito a poco....- Ufffffffffffffffffffff.... continua, me siento llena.....

Después de 3 o 4 minutos... Pablo dio en voz alta....

  • Bueno ya solo falta un tercer dedo o.... una

-¡¡Polla!! Dijo mi mujer antes de que Pablo terminase. ¡¡Quiero una polla!!. Me duele pero me gusta, joderrrrrrrrrrrrr, uffffffff.... siento que estoy completamente llena... que sensación!!

-Pues lo justo es que tu culo lo estrene tu marido, así que vamos Antonio me dejas a mi Eva y cojes tu a la tuya?

Deje salir mi polla del culo ed Eva, y contemple el agujero redondo y abierto que dejaba vacío mi polla, y que ahora iba a tapar Pablo. Cambiamos de posición y sin decir nada, sencillamente Pablo se la clavó:

Vaya Antonio me has dejado el culo de mi putita bien abierto... a ver dime como esta el de la tuya....

Me arrodillé detrás de María, su culo no estaba tan abierto como el de Eva. Cojí de nuevo el lubricante y me embadurné la polla completamente.

¡Vamos cabrón a que esperas!.. – me gritó mi mujer- . ¿o es que te tienen que enseñar como hacerlo?...

Aquello me disparó apunté mi polla hacia su culo y empujé. Era mucho mas estrecho que el de Eva. Mi polla fue entrando ayudada por el lubricante, mientras mi ujer tenía la boca abierta sin decir nada, solo respiraba profundamente.

-¡Diosssssssssssssss ....! – djo por fin.... ¡¡Rompeme el culo, cabrón!! . ¿no eso lo que deseabas?.

Empecé lentamente a follarmela. Muy despacio saboreando cada com de aquella gruta que engullía mi falo. Sólo se oían en casa los jadeos y nuestras respiraciones. Algún susurro y poco más. Las chicas se morreaban de una manera obscena... yo no podía aguantar más. Todo lo que estaba sucediendo aquella noche era demasiado, y me puse tenso... y acto seguido me corrí, en un orgasmo tremedo que pilló por sorpresa a mi mujer. AL sentir mi leche caliento en su recto, ella aleró sus cariais en su coño, y su corrió junto a mi... Tuve dos o tres espamos de placer, y sentía las palpitaciones del cuerpo de mi mujer en mi polla prisionaera en su culo.... que fue perdiendo dureza hasta que salió por si sola del culo de mi esposa. Salío reluciente, sin manchas, y entonces supe que mi mujer se había preparado convenientemente, quizás sabiendo que aquello podía pasar. Se giró y me besó y mientras me besaba podiamos oir como los gemidos ed Pablo y eva anunciaban su orgasmo, que también se lo habían ganado.

Quedamos los cuatros tendidos en el suelo, muy juntos acarciaidno a nuestra mujeres, y ellas entre si.

Gracias, María... le dije.

¿Gracias?... de eso nada. Dentro de 2 semanas es nuestro aniversario, yo también quiero un regalo especial, jajajaja

¿Nos invitais?- dijeron a la vez entre risas Pablo y Eva...

Bueno.... –dijo María - , no sé si no los podemos permitir, nuestra economía..

¡No seas tonta! – escuché decir a Eva-, si así celbrais vuestrs fiestas, yo no me la quiero perder, aunque seamos nosotros los que tengamos que pagar....

jajajajaja, reímos los cuatro.

Bien- continué hablando-, y que te apetece?.. ¿algo especial, putita?, dije a mi mujer mientras acariciaba sus tetas.

Puesssssss.... no se.... no se...

Mira María – respondió Eva – dentro de dos semanas, si sigues ejercitando tu culo, estarás preparada para algo muy especial...

... el que? – preguntó mi esposa.

¡¡Un sandwich!!... tu podrás elegir donde quieres cada una de estas magnificas pollas...

UUUUffffffff... me ha dolido, sabes?.... pero también me ha gustado.

Es normal...necesitas repetrirlo 3 o 4 veces.. despés no podrás pasar sin ello- le aleeccionó Eva.

Después de la charla, nos fuimos a duchar, los 4, de dos en dos, con las parejas cambiadas. Nos despedimos, y quedamos emplazados para dentro de dos semanas celebrar el aniversario.

Cuando se marcharon, cerré la puereta y besé a mi mujer.

¿has sido mala en la ducha?

Seguramente tan mala como tu... pero ¿sabes una cosa?

No.. que, dime.. vamos

Pues que no me ha dolido tanto como pensaba que lo haria cuando Pablo me dio por el culo, jajajajaja

La abracé, le di de nuevo un beso, y le dí un azote con mi mano es su desnudo trasero. Mientras salía disparada a nuestro dosmitorio.

Ha sido mi mejor cumpleaños. No hay duda de eso.

SATIRO.