El regalo de mi mujer
Mi mujer me sorprende con un regalo diferente
El regalo de mi mujer.
Este es mi primer relato y espero que os guste.
Me llamo Federico, Fede, y mi mujer se llama Marta. Llevamos casado más de 10 años y nuestra vida sexual se había convertido en rutinaria y escasa. La verdad es que ya estaba harto de hacerme pajas. Antes de continuar voy a describirnos. Marta tiene 35 años, es rubia, de 1,56 de altura, ahora ha engordado un poquito, con una 90B de pecho y un culito que me encanta acariciar. Yo tengo 40 años, mido 1,76, peso 90 kg, pelo castaño y de complexión atlética.
Un sábado nos despertamos tarde y me dice Marta,
- Levántate deprisa que no llegamos
- ¿adónde , si no tenemos nada que hacer?
- Es una sorpresa, ¡rápido, vamos!
Me dejo muy intrigado, pero me duche y vestí y en 15 minutos salimos rápidamente. Condujo ella y me decía por el camino:
- Espero que te guste la sorpresa que te he preparado. He reservado en un spa para que nos relajemos y disfrutemos.
- Vale, seguro que estará muy bien. Gracias
Llegamos al spa y pasamos al vestuario. Me quedo de piedra cuando veo que es unisex y que hay hombres y mujeres, pero por cortesía hay unas cabinas para quien quiera cambiarse dentro. Yo entro en una de ellas y me cambio rápidamente, al salir me encuentro a Marta que se había puesto el bikini verde que le regalé hace años, y…. ¡joder, que guapa y sexi estába!
Entramos en el spa, muy bonito y con buena música. Había dentro unas pocas personas todas ellas parejas. Nos metemos en la piscina y vamos pasando por los diferentes chorros, una delicia.
Nos tumbamos juntos en las hamacas de burbujas, cierro los ojos y me relajo. Al poco tiempo siento que me acarician la polla por encima del bañador, miro y es ella que me sonríe pícaramente. Pasado un rato se levanta, coge una toalla y va hacia la sauna, al entrar me mira y me vuelve a sonreír. Después de un rato cojo otra toalla y la sigo, pero antes miro al resto de parejas y veo que hay dos que se están metiendo mano debajo del agua como si no hubiera nadie más.
Al entrar en la sauna veo a Marta que está tumbada envuelta en la toalla. Me acerco, la doy un beso y luego me siento. La sauna tiene un gran ventanal desde el que se ve el spa, pero desde el spa no te pueden ver, es un gran espejo. Cierro los ojos y me tumbo y relajo. Siento una boca que juega con la mía pero cuando quiero jugar yo se va. Sé que es ella porque alguna vez lo ha hecho. Me levanto, la miro y se quita la toalla. ¡Está desnuda! Me deja de piedra y todavía más cuando veo que tiene la ingle depilada a lo brasileño dejándose una tirita de pelo. La de veces que se lo he pedido y me ha dicho que no.
Cuando voy a acercarme a ella, se abre la puerta y entra una pareja, Marta rápidamente se vuelve a poner la toalla, me sonríe y se sienta. Yo hago lo mismo y cierro los ojos. Pasado unos minutos siento que me acarician en los labios con unos dedos, los cojo, los beso y los chupo. Abro los ojos, Marta esta a mi lado y miramos a la otra pareja, se están besando. Marta se levanta y se quita de nuevo la toalla, la otra pareja al sentir algo de ruido miran y, cuando pienso que se la va a volver a poner muerta de vergüenza se levanta a mirar por el cristal. Yo no sé qué hacer, me muero de vergüenza pero tengo ganas de hacer lo mismo. Me acerco a ella y cuando estoy a su lado me quita la toalla. Mi polla sale disparada y empiezo a acariciar ese precioso culito. Cuando nos vamos a sentar vemos que la otra pareja sale de la sana. Cuando voy a besar a Marta se levanta, coge su toalla y se va también. Pasado unos minutos en los que me relajo y baja mi polla, salgo.
Cuando salgo a la zona de piscinas veo a Marta que está en una de las tumbonas calefactadas, y me voy a hacer el circuito de duchas, comenzando por la ducha escocesa con agua fría, para bajarme la calentura sexual que llevo. Cuando salgo, y al pasar por las piscinas para estar con Marta, veo que hay una pareja que sale del agua, ella está desnuda con los pezones en punta y él con la polla tiesa. Vuelvo a alucinar.
No veo a Marta, a lo mejor ha salido a beber algo, y entro en el baño turco. Al entrar el vapor llena toda la sala y no puedes ver casi nada. El baño turco es amplio y hay dos escalones como bancos corridos de piedra para sentarse. Me voy a la esquina opuesta a la entrada y siento en el de arriba. Como no me ve nadie me quito la toalla y me quedo desnudo. Cierro los ojos y vuelvo a relajarme. Pasado muy poco tiempo oigo unos gemidos, no puedo ver nada pero mi polla reacciona y me la acaricio, cuando siento que una lengua, miro y es Marta. Me tumba y me empieza a hacer una mamada, hacía mucho tiempo que no lo hacía. Intento mirar pero hay tanto vapor que no veo casi nada. Oigo a Marta que me dice que me tumbe. Se acerca a mi oído y me dice:
- ¿Qué te parece este regalo? ¿Te gusta?
- Me encanta
- Pues esto acaba de empezar.
- Quiero que me comas el coñito.
A mí me encanta acariciárselo con la lengua y saborearlo, es algo que me deja hacérselo muy pocas veces. Doy besitos y lamo su clítoris cogiéndolo entre mis labios, noto que la está gustando y empiezan sus gemidos que se unen con los de la otra pareja. Ella sigue lamiendo y chupando mi polla, es una delicia. De repente ella se incorpora, me siento y cuando creo que se va a sentar encima de mi me dice,
- Sígueme
- ¿así como estoy? No puedo, nos van a ver todos.
- Pues tú te lo pierdes.
Marta se va, dudo un momento, pero salgo y quela gente piense lo que quiera. Salgo con la polla bien dura y reluciente de su saliva y veo que una pareja dentro del agua besándose y acariciándose. Ya m da todo igual y si quieren que miren. Me acerco a ella y la abro de piernas y sin que me diga nada la meto la polla suavemente, nos gusta sentir como la polla va entrando en su coño lentamente llenándola. Poco a poco voy aumentando el ritmo al mismo tiempo que aumentan sus gemidos
- ¡Joder como follas! Me encanta sentir esa polla como me entra y me llena, sigue cabrón. AAAAHHHH
Me abraza con sus piernas y me pide que la folle con más fuerza.
- Sigue, sigue, aaaahhhhh. ¡Joder que me corro! AAahh, me corro.
Sus gemidos se oyen en todo el spa, noto como se corre con mi polla dentro y yo tengo que hacer esfuerzos para no correrme con ella, quiero seguir follándola.
Yo todavía tengo la polla bien dura y me pide ser ella la que me folle, se la saco y me hace tumbar. Ella me da la espalda, me agarra la polla y se la va metiendo poco a poco. Cuando la tiene toda dentro empieza a hacer círculos sobre mi polla mientras se acaricia el clítoris. Luego empieza a subir y bajar sobre mi polla. Yo estoy en el cielo sintiendo como su caliente y mojado coño rodea mi polla. Me incorporo un poco y la pellizco sus pezones que la hacen gemir de placer.
Miro hacia la piscina y veo que una de las chicas se ha sentado en el borde y está su pareja comiéndole el coño, la otra pareja está follando como nosotros. Eso me pone todavía más caliente, sin sacarle la polla la pongo a cuatro patas y la empiezo a follar fuerte. No para de gemir y vuelve de nuevo a correrse. Esta vez yo no aguanto más y me corro salvajemente dentro de ella.
- Me corro Marta, Aggg toma mi leche.
Cuando saco la polla la tengo brillante, empapada de sus jugos y morcillona. Ella también está un poco cansada y está mi semen chorreando de su coño. Se tumba de nuevo en la hamaca a descansar y se mete dos dedos y los chupa. Yo me meto en el agua para relajarme, sin que moleste a la otra pareja, y también para verlos y oírlos. Cierro los ojos y los escucho gemir.
Pasado un tiempo la pareja termina y noto que alguien me acaricia de nuevo la polla y me dice al oído susurrando:
- Esto no ha acabado, quiero sentir de nuevo tu polla, que me folles y que nos vean bien como lo hacemos.
- ¿qué nos vean más?
Ella se sienta en el borde del agua y me pide que le coma el coñito. Su sabor ahora es diferente, sabe a ella y a mí y eso me hace ponerme muy cachondo. Ella se pone a jugar con su ombligo, le encanta y ha llegado a correrse sólo jugando con él. Empieza a gemir y yo ya no puedo aguantar más. Me incorporo y de un golpe le meto la polla hasta el fondo.
La acerco a mí y la chupo los pezones. Cuando levanto la mirada veo que una de las chicas se ha acercado a nosotros y se abre de piernas para acariciarse. Tiene el coño totalmente depilado. Y sucede algo que me deja impresionado. Marta la acaricia una pierna y sube su mano hasta tocar su chocho. La chica besa a mi mujer. La chica besa a mi mujer y le dice algo a su oído. Mi mujer asiente y se tumba, después la chica le pone el coño en su boca. Joder estoy alucinando, nunca Marta había hecho nada parecido ni me dijo que le atrajera.
Yo salgo un momento de dentro de mi mujer y beso los pezones de la chica y bajo a chuparla el clítoris. La chica me dice
- Esto es solo para ella, ahora dala todo el placer que puedas y follátela bien fuerte. Quiero sentir como se corre y correrme al mismo tiempo encima de ella.
Agarro por las caderas a Marta y empujo bien fuerte mi polla, ella gime y la chica también.
- Qué bien me comes el coño, sigue mmmmmmmmmmm
Veo como mi mujer juega con su clítoris con su lengua y le mete un dedo por el coño. Yo sigo follando alternando suave con fuerte. De repente noto como Marta se estremece y empieza a correrse
- Mmmmmm, aaahhhhhhhhhh,
La chica también se corre inundando la cara de Marta con sus jugos y yo ya no aguanto más y me corro de manera salvaje gritando dentro de su coño.
Salgo de la piscina, mi mujer se incorpora y besa a la otra chica y luego a mí y me pregunta.
- ¿Te ha gustado tu regalo? Porque esto no ha hecho más que empezar
Nos vamos a las tumbonas a descansar, luego una buena ducha y a casita.
Si os ha gustado escribiré más aventuras con mi mujer.