El Refugio (6)
Acabé de pasar el mes de julio entre ratos en la piscina...
Acabé de pasar el mes de julio entre ratos en la piscina de casa y ratos en él Refugio hablando con Mar, haber si le sacaba algo de su vida privada, pero la tía era dura de pelar y no había manera de que me soltara lo más mínimo, lo que sí le pude sacar es que ella era socia del Refugio, con otra persona habían invertido en el negocio y que ella lo llevaba como le parecía bien, un día me atreví…
YO: Mar, ¿tienes pareja o novio?
MAR: Eso se lo explico a mis amigos, tú eres un cliente.
YO: Mujer, con el tiempo que hace que vengo y hablamos yo pensaba que un poco de confianza tendríamos.
MAR: Si algún día coincidimos fuera de aquí a lo mejor, pero mientras sea aquí dentro tú eres un cliente con quien hablo, nada más.
YO: Vale, cuando te va bien que vayamos a tomar un café o cualquier otra cosa fuera de aquí.
MAR: Nunca.
Y así acabó la conversación porque ella se fue a disimular hacer algunas tareas, lo que os decía, no había manera de sacarle lo más mínimo.
Con Dani fuimos concretando el tema de las vacaciones, quedamos para salir un jueves para llegar a un pueblo de costa muy bonito donde pasaríamos todo el fin de semana en un camping que ya tenían contratada la parcela, preparé una bolsa de deporte grande con la ropa que creía necesaria para la experiencia y se lo dije a mi hermana, los demás miembros de la casa no creo ni que se dieran cuenta de que no estaba por allí.
Elvira me acompañó a casa de Dani y Eva a las seis de la mañana, digo yo que también se pude salir a horas menos intempestivas coño, ellos se habían prestado para pasarme a buscar por casa pero preferí que no vieran donde vivía y mantener mi intimidad intacta, en la puerta estaba la auto caravana aparcada y me pareció bastante más grande de lo que me había imaginado, llamé al timbre y me dijeron que ya salían, Dani iba como yo, con unos pantalones cortos y una camiseta, Eva llevaba un vestido tejano que según ella era muy cómodo para viajar con un escote marcándole las tetas enseñando el canalillo y parte del sujetador, cortito de cojones que pensé que a la mínima que se moviera le iba a ver las bragas, tan cómodo a mí no me lo parecía pero como no lo llevaba yo puesto que hiciera lo que quisiera mientras no se me insinuase, nos saludamos y Dani entró por la puerta del conductor, Eva me dijo que entráramos los dos por una puerta central del vehículo, la abrió y subió ella primero un par de escalones que había enseñándome a la primera de cambio las bragas rosaditas metidas por el culo marcándole un chochete muy bien puesto, si hubiera sido consecuente con mis ideas pre concebidas tendría de haberme ido a casa y dejarlos marchar solos, pero no lo hice.
Eva me indicó que me sentara al lado del conductor y ella se quedó detrás, Dani condujo aquella bestia por la ciudad hasta salir a la carretera abierta, su mujer se colocó bien en el asiento como para dormir y puso los pies encima del apoyabrazos de los asientos delanteros en medio de los dos, yo miraba fijo para adelante porque intuía que si la miraba a ella le iba a ver hasta el “porompompero” por la postura que se había puesto, parecía que dormía mientras pasaban los kilómetros, Dani colocaba continuamente el espejo retrovisor interno sin dejar de mirarlo.
YO: ¿Le pasa algo al espejo?, ¿no encuentras una buena posición?
DANI: Lo tengo en la posición perfecta chaval, tú no has mirado a Eva ¿no?
YO: No quiero mirar tío, que ya me imagino la vista.
DANI: Mírala.
YO: No.
DANI: Mírala coño, que no pasa nada.
YO: Que no quiero joder.
DANI: Míralaaa hombre, hazlo por mí.
Se puso tan pesado que giré la cabeza un momento volviendo a mirar para delante dándome tiempo a verle las piernas abiertas con los pies juntos marcando la rajita del chichi.
DANI: ¿A qué está guapa la tía?
No le contesté haciéndome el despistado.
DANI: Venga hombre, dímelo que quiero saber tú opinión.
YO: No te mereces la mujer que tienes capullo.
Apartó un momento la mirada de la carretera.
DANI: ¿Me vas a contestar o no?
YO: Es simpática, agradable, cariñosa, muy guapa y tú pensando en lo que piensas, de verdad que no te entiendo tío.
DANI: ¿No me dirás que no te la follarías?
YO: Vete a la mierda.
Se partió la caja riendo y siguió conduciendo sin decir nada.
Después de un rato, Eva se despertó bajando los pies de golpe.
EVA: Ostia, os debéis de haber puesto “moraos” cabrones.
DANI: Eso Mark, que ha estado a punto de hacerse una paja y todo.
El hijo de puta me infló los cojones.
YO: Serás cabrón, para que me bajo ahora mismo.
EVA: No Mark por favor, y tú gilipollas quieres dejar de meterte con él, ven hablar conmigo aquí atrás por favor.
Nos sentamos en el sofá cama del salón.
YO: No tengo que aguantar sus tonterías Eva, nos está faltando el respeto a los dos, os quedáis solos y hacer lo que os dé la gana.
Su marido volvió la cabeza conduciendo.
DANI: Lo siento Mark, era una broma hombre, no lo hacía con mala intención.
EVA: ¿Lo ves?, ya lo conoces, no es mala persona, solo que a veces se pone un poco pesadito.
YO: Bueno, también tengo sueño, no estoy acostumbrado a levantarme tan temprano y puede que esté un poco más susceptible de lo normal.
EVA: Claro hombre, debe ser eso, ven apóyate aquí y duerme un poco que te irá bien.
Me puso una mano en la cara y me acompañó la cabeza para colocarla encima de su hombro, estábamos medio estirados en el sofá con los pies apoyados sobre una especie de mesita que había delante, con el movimiento del vehículo en marcha fui notando medio dormido que aquella posición no era muy cómoda y poco a poco buscaba estar más a gusto hasta quedarme totalmente dormido, no sé cuánto tiempo pasó que me fui despertando pensando que estaba oliendo a coño, cuando abrí un ojo ella tenía la falda del vestido subida y mi cabeza descansaba encima de sus bragas con mi nariz metida en medio de sus piernas oliéndole el potorro, noté su mano encima de mi cabeza acariciándome el pelo por lo que sospeché que ella estaba despierta y me dejaba estar en aquella posición sin importarle, ¿o esperando que le comiera el chichi?, no me moví siguiendo con la respiración intentando hacerme el dormido pensando que hacer y le di un beso en medio del chirri, ella movió el cuerpo, me moví un poco y le di otro volviendo a mover el cuerpo dando un pequeño suspiro, me giré apoyando el cogote en su falda mirando para el techo y disimulé que me iba despertando, abrí los ojos y me levanté rápido como sorprendido.
YO: Ostia, perdona, ¿cómo es que no me has dicho nada?, me podías haber apartado.
EVA: No te preocupes, te he visto dormir tan a gusto que no he querido molestarte.
Me miraba con una sonrisilla, yo le miré a los ojos y los dos sabíamos que acababa de entrar sin vuelta atrás en su juego, no se molestó ni en taparse, me cogió otra vez de la cabeza y suavemente la apoyó otra vez en su regazo.
EVA: Todo saldrá bien y será muy divertido.
La auto caravana perdía velocidad, miré por una ventana y estábamos entrando en una zona de parking hasta detenerse totalmente, Dani entró con una sonrisa mirándonos a los dos juntos en el sofá.
DANI: Chicos, es la hora perfecta para comer algo y seguir el viaje.
Habían pasado tres horas y eran sobre las nueve de la mañana, Eva se levantó y le dejó el sitio a su marido.
DANI: Te vuelvo a pedir perdón Mark, no pensaba que te sentaría tan mal mi comentario, solo era una broma.
YO: No te preocupes ya está solucionado, Eva me lo ha hecho ver, he dormido un rato y ya veo las cosas de otra manera.
Chocamos las manos y me levanté para ayudar a Eva en la cocina, estaba abriendo el pan para hacer unos bocadillos, Dani salió a estirar las piernas, yo le daba vueltas a la cabeza y necesitaba respuestas a muchas dudas.
YO: Eva, las fantasías son de Dani o tuyas.
Paró un momento lo que estaba haciendo mirándome en silencio.
EVA: Siempre han sido suyas, hemos discutido mucho porque se empeñaba en que hiciera cosas que a mí no me apetecían.
YO: Ya sabes porque te lo digo, ese vestido, la manera de comportarte esta mañana, dejarme dormir encima de…, ya sabes.
Seguía sin querer hablarle del beso en el chocho como si no hubiera sido consciente de habérselo dado, bajó un poco la cabeza como avergonzada.
EVA: Cuando me llevó a conocerte a él Refugio, el cabrón sabía que me ibas a gustar y mucho, eres el tipo de hombre que más me atrae.
YO: De acuerdo Eva, pero de ahí a…
EVA: ¿Dejar que me des un beso en el coño?
Entonces fui yo el que bajé la cabeza poniéndome rojo sin saber que decirle.
YO: Yo, yo, no sé qué decirte, perdona…
EVA: Te crees que me he puesto este vestido por mi voluntad, ha sido él que se ha empeñado para que te provocara.
YO: ¿El sabe lo del sofá?
EVA: No, ni lo del sofá, ni que he pasado delante de ti al subir a la caravana para que me vieras el culo, lo he hecho porque he querido, si el quiere jugar lo haremos pero con mis normas no con las suyas.
Miró para comprobar que Dani estaba paseando por fuera y me besó en la cara acariciándomela, ella era consciente que nos tenía a los dos para hacer lo que quisiera con nosotros.
EVA: ¿Quieres una cerveza para beber?
YO: Si, estaría bien para empezar el día, ya las cojo yo.
Ella abrió la puerta y llamó a su marido para que entrara y comernos los bocatas, estábamos sentado con Dani delante y Eva a mi lado.
YO: ¿Nos queda mucho para llegar al destino?
EVA (riendo): Ostia, hablas como si fueras subido en un tren.
Nos reímos los tres.
DANI: Calculo que su tren llegara a destino en una cinco horas, parando varias veces por el camino claro.
YO: ¿Pero donde coño me lleváis?
EVA: Vamos a la costa mediterránea para luego ir remontándola hasta donde podamos llegar.
YO: Muy bonito, me parece un viaje estupendo.