El Refugio (5)

CAPITULO IV: “Aquel extraño verano”

CAPITULO IV: “Aquel extraño verano”

Mi hermana me pidió que fuera con ella a pasar una semana a la playa porque tenía ganas de salir de casa unos días, así que desaparecí de él Refugio temporalmente cosa que para mí era un esfuerzo porque no había fallado casi ningún día desde que lo descubrí. Estuvimos en una conocida localidad de costa, que por supuesto el marqués tenía una propiedad que pasábamos las vacaciones habitualmente cuando éramos pequeños, cuando crecimos mi hermana y yo intentábamos escaquearnos de ir con ellos el mes de agosto para evitar convivir durante las veinticuatro horas del día.

Como ya os dije antes con mi hermana teníamos una relación especial, desde pequeños al ser criados por una sola mujer, habíamos compartido muchas cosas, como dormir juntos o baños en la misma bañera y estábamos acostumbrados a vernos desnudos sin darle importancia, al ir creciendo seguimos con la misma confianza, aunque la Nani intentara explicarnos que empezábamos a ser muy mayores para vernos desnudos o compartir bañera, viví en directo cuando a mi hermana le llegó la menstruación por primera vez, ella misma me explicó que es lo que era y me enseñó las bragas con la compresa puesta, para que viera que se tenía que poner para pasar aquellos días, más tarde nos habíamos estudiado los órganos sexuales para enterarnos cuál era la diferencia entre una chica y un chico, lo máximo que habíamos llegado a hacer fue masturbarnos uno delante del otro para enseñarnos como lo hacíamos, nos contamos nuestro primer beso y como nos enrollamos la primera vez con otra persona, nunca jamás tuvimos sexo directamente entre nosotros pero la confianza era máxima.

Mi padre ordenó, sí, ordenó, porque era lo que el muy gilipollas mejor sabía hacer, que prepararan la casa para nuestra llegada, dejándonos comida y todo preparado para que pasáramos unos días solos sin nadie que nos molestara, llegamos por la tarde con el coche de mi hermana a la casa, estaba encima de una montañita con vistas al mar quedando sola y apartada, metimos el coche en el garaje y escogimos una habitación para los dos, nos miramos como nos duchábamos uno detrás del otro hablando de cómo pasaríamos aquellos días, pensamos en no salir mucho de la casa, tomar el sol y bañarnos en la piscina relajándonos todo lo posible.

Después de la ducha nos estiramos en la cama un rato a hacer la siesta en pelotas, ella apoyó su cabeza sobre mi pecho y yo le pasé un brazo por encima, ya sé que puede parecer un poco raro estar con tú hermana en una posición que estarías con una chica a la que amaras pero nosotros lo habíamos hecho siempre y teníamos muy claro que nunca nos follaríamos uno al otro, de hecho os aseguro que jamás tuve una erección viendo a mi hermana desnuda o estando con ella totalmente abrazados que fue como nos despertamos, bajamos a tomar el sol de la última hora de la tarde para que la piel se fuera acostumbrando y nos bañamos en la piscina, siempre desnudos, convertimos aquella casa en un puto lugar naturista durante aquellos días estando en pelotas para arriba y para abajo todo el día.

Cenamos pronto y nos preparamos una copa para tomarla en la terraza viendo la luna reflejada en el mar, por la noche refrescaba y nos pusimos ropa interior y una camiseta, no sé si fue por el alcohol o porque estábamos muy relajados que empezamos a contarnos las últimas aventuras sexuales, la cabrona de mi hermana había tenido unas cuantas, estaba hecha una buena folladora y después en casa parecía que no había roto un plato en su vida la tía, yo le expliqué lo del Refugio y la experiencia con Siara.

ELVIRA: ¿Te has follado a una negra?

YO: Sí, pero no por el color de su piel, se puso la cosa bien y la aprovechamos los dos, nada más.

ELVIRA: Yo tengo fantasías a veces de que me tiro a una.

YO: ¿Te has metido en la cama con chicas?

ELVIRA: Alguna vez, pero muy pocas, tiene que ser alguien especial y que me apetezca en ese momento. ¿Cómo es?

YO: ¿Cómo es qué?

ELVIRA: Estar con una persona de color.

YO: Joder Elvira como quieres que sea, igual que con cualquier otra, no tienen dos coños o dos pollas, son normales ostia.

ELVIRA: Bueno, ya, pero debe dar más morbo ¿no?

YO: Nena, me parece que estás un poco salida tú.

ELVIRA: Es que tanto hablar de sexo me ha empezado a picar el chichi que quieres que te diga.

YO: ¿Quieres que nos hagamos una paja juntos como cuando éramos adolescentes?

Me miró riendo apretando los labios y me lo confirmó con la cabeza, se levantó y me cogió de la mano subiendo a la habitación, fui a buscar una toalla y nos estiramos en la cama, ella normal con las piernas abiertas y yo en los pies de lado para ver en primer plano como jugaba con sus dedos por encima de las bragas, me cogí la polla por encima del bóxer y pensé en la mamada del baño del Refugio y en el polvo con Siara para excitarme y que la picha fuera creciendo, Elvira se metió la mano dentro de las bragas frotándose el chocho con un dedo, se empezó a oír el ruidito de su dedo rozando con la humedad y eso hizo que se me pusiera la polla tiesa a más no poder, me mojé la palma de la mano con saliva y le di más marcha a mi paja, ella se quitó las bragas tirándomelas a la cara oliendo su coño por el contacto con mi nariz sin mucho entusiasmo, nunca se me hubiera ocurrido coger unas bragas de ella para olerlas pero lo cierto es que el olor me excitó, se fue frotando el clítoris a la vez que se metía un dedo en el coño follándose, se estaba mojando tanto que el flujo le salía del agujero resbalando hasta el ojete del culo, yo estaba ciego dándole al manubrio como un loco, miró al techo poniendo los ojos en blanco corriéndose con unos gemidos ahogados y yo lo hice al momento sin poder aguantar más disparando la leche sobre la toalla, nos quedamos un rato estirados sin decir nada, me levanté y me fui a duchar, cuando salí entro ella y yo me metí en la cama tapándome con la sabana, llegó Elvira y se estiró a mi lado pasándome un brazo por encima quedándonos dormidos.

Los siguientes dos días los pasamos según el plan previsto, desayunábamos, nos estirábamos en la piscina para ponernos morenos y nos bañábamos, hacíamos el aperitivo, comíamos y nos metíamos en la cama un rato para hacer la siesta, volvíamos a la piscina hasta que el sol se ponía por el horizonte, cenábamos pronto y nos tomábamos una copa o dos mirando la luna, hablando de nuestras cosas, un estrés de la ostia vamos.

Pero el tercer día pasó algo inesperado, nos acabábamos de despertar de la siesta y oímos un ruido en el exterior, me levanté acercándome a la ventana para mirar que podía ser, vi a un chico negro descalzo sin camiseta marcando abdominales con unos pantalones cortos apretados que dejaban adivinar un pollón de lado del copón, estaba limpiando la piscina escuchando música con unos auriculares, avisé a Elvira para que se levantara y mirara por la ventana, cuando lo vio se quedó con los ojos clavados durante un rato, se giró y me miró casi babeando.

ELVIRA: A este me lo tiro como sea Mark, ¿tú has visto que polla está marcando el tío?

YO: Haz lo que quieras, yo te espero aquí.

ELVIRA: ¿No te gustaría verlo?

YO: Joder nena, me vais a poner caliente como una moto coño.

ELVIRA: Va hazlo por mí, me pone pensar que me están mirando y contigo hay confianza, me lo llevo al cobertizo y tú nos miras por la ventana, te haces una paja si no aguantas y te prometo que te compensaré de alguna manera.

Se puso unas braguitas blancas que le transparentaban los pelitos bien recortados del coño y una camiseta que casi no se las tapaba, salió y se puso a hablar con el chaval, mientras ella lo distraía pasé dando un rodeo para llegar a la ventana de atrás del cobertizo en bañador y zapatillas sin que me viera, no tardaron mucho en abrir la puerta y entrar los dos, se comieron los labios y a mi hermana la veía nerviosa agarrándole la polla por encima del pantalón, se los bajó y descubrimos que no llevaba ropa interior quedando un pedazo de polla enorme apuntando para delante, Elvira se la miraba sorprendida por el tamaño, se arrodilló cogiéndola con la mano que no le daba para rodearla con sus dedos de lo gorda que era pajeándola, se la intentó meter en la boca pero no le cabía, solo le daba para meterse la punta y pasarle la lengua que lo hacía muy excitada, se la fue lamiendo por los lados y acabó metiéndose en la boca un huevo sin dejar de hacerle una paja.

El chico estaba mirando al techo disfrutando de lo que le hacía Elvira, la cogió por los sobacos sentándola encima de unas cajas, se agachó levantándole las piernas, le apartó las bragas y sacó una buena lengua dándole unos cuantos lametazos en el coño que hicieron que mi hermana empezara a gemir fuerte, la polla se me empezó a mover dentro del bañador y me lo bajé para liberarla y poder empezar a tocarme, el chaval se levantó estirándole de las bragas dejándoselas colgando de un pie con las piernas en alto, se puso saliva en una mano para extendérsela por la punta del pedazo de cipote apuntándolo al agujero del coño, Elvira no se perdía detalle con los ojos muy abiertos y él se la empezó a meter muy despacio, aluciné como se dilataba el chichi y podía ir metiendo aquel pollón, mi hermana también alucinó pegando un buen grito abriendo todavía más los ojos, le fue metiendo y sacando un trocito profundizando en cada empujón un poco más hasta casi metérsela toda.

Me costaba entender como le podía caber en el coño tanta polla y tan gorda, a ella se le veía encantada porque pegaba unos gritos de placer tremendos, después de unos cuantos golpes de cadera del chaval la polla le salía blanca de los flujos de ella resbalándole por el culo, yo sin darme cuenta me estaba haciendo una paja de la ostia, llegó un momento que se la metía con tanta velocidad y fuerza que pensé que la iba a partir por la mitad, Elvira puso los ojos en blanco y se empezó a correr dándole espasmos por todo el cuerpo, el tío no le bajaba el ritmo y ella no paraba de gritar corriéndose yo creo que un par de veces más, se la sacó de golpe pajeándose tirándole el semen encima del coño que se lo había dejado con un agujero enorme y chorreando, me empezó a salir leche por la punta de mi pollita comparada con la de aquel tío tapándome la boca para no hacer ruido, disparando contra la pared del cobertizo, me subí el bañador y me fui antes de que salieran ellos, desde la ventana de la habitación vi como volvían a la piscina, entrando mi hermana en casa y él se ponía de nuevo los cascos siguiendo con su trabajo, cuando entró en la habitación Elvira se tapó la boca como indicándome que había sido una pasada.

YO: Qué fuerte tía.

ELVIRA: ¿Lo has visto bien?

YO: Me he empapado de todo.

ELVIRA: Cómo me ha dejado el coño Mark, te aseguro que ya no me da miedo si algún día tengo que parir, ¿quieres verlo?

YO: Me encantaría.

Se bajó las bragas todas mojadas por sus flujos y por el semen de él estirándose en la cama abriendo bien las piernas, con dos dedos se abrió el chichi viéndole por el agujero el fondo de la vagina de lo abierto que lo tenía. Nos duchamos y al volver a mirar por la ventana el chico ya se había ido, nos pusimos algo por encima y nos fuimos a ver la tele hasta la hora de cenar.

Al día siguiente mi hermana se empeñó en que fuéramos a la playa, aparcamos el coche en el paseo y ella salió disparada para la arena mientras yo recogía del maletero la bolsa con las toallas, la seguía a unos tres metros y ella caminaba buscando un lugar donde ponernos.

YO: Pero Elvira qué más da donde nos coloquemos coño, el sol toca igual en todas partes.

ELVIRA: Tú sígueme y calla.

Se paró en un claro, miró alrededor y me miró a mí.

ELVIRA: Aquí estaremos perfectos.

Me encogí de hombros sabiendo que nos colocaríamos donde a ella le diera la gana y dejé caer la bolsa en la arena, tomamos el sol un rato y me fui a nadar al mar, al volver mi hermana estaba hablando con una chica que estaba justo detrás de nosotros, yo no me había dado ni cuenta de que estaba allí.

ELVIRA: Mark te presento a Jésica.

Me acerqué agachándome para darle dos besos.

ELVIRA: La he invitado a comer en casa y bañarnos en la piscina esta tarde.

La cabrona me guiñó un ojo y entendí lo que pretendía.

YO: Muy bien, así no estaremos solos como cada día.

JESICA: Muchas gracias, sois muy amables los dos.

Lo dijo mirándonos con una sonrisa que entendí que sabía perfectamente a lo que venía, me giré estirándome en la toalla y resoplé pensando lo que podía pasar por la tarde con mi hermana cerca.

Las dejé a las dos en la puerta de casa para que entraran y metí el coche en el garaje, entreteniéndome en bajar la puerta que todavía era de las viejas que se tenían que cerrar a mano, entré en el salón y no había nadie, subí las escaleras dirigiéndome a nuestra habitación, abrí la puerta del cuarto de baño empujándola despacio, Elvira estaba en la ducha sin caer agua con Jésica agachada comiéndole el potorro, mi hermana me sonrió moviendo un dedo para que me metiera con ellas, me quité la camiseta y el bañador muy lentamente abriendo la puerta de cristal de la ducha entrando, me puse al lado de Elvira y Jésica me cogió la polla pajeándomela, retiró la boca del coño de mi hermana cambiándola por una mano siguiendo acariciándola y se metió mi polla chupándola con fuerza amasándome los huevos, me la puso a mil en un momento.

Elvira se sentó en el suelo abriendo las piernas, cogió del pelo a Jésica y le metió la cabeza en medio de su chumino, al bajar la cabeza levantó el culo colocándome detrás, le acaricié el coño con dos dedos llegando al agujerito comprobando que estaba muy mojada, le apunté la punta de la picha y se la metí despacio hasta el fondo dando las dos chicas un gemido a la vez, en poco rato nuestra “invitada” consiguió hacer correr a mi hermana con unos buenos gritos, Elvira se levantó y la cogió por el pelo mirándole a la cara, hizo que se levantara y que mi polla se saliera.

ELVIRA: A ti te gusta que te dominen ¿verdad?

Jésica la miraba con carita de sumisa confirmándoselo con la cabeza, yo estaba extrañado de que mi hermana fuera tan experta en el sexo y supiera tanto de la gente sin casi conocerla.

ELVIRA: Pues quédate arrodillada y cómesela a mi hermano hasta que se corra en tú boca y te deje la cara llena de leche.

Yo me puse de pie, Jésica obedeció al instante cogiéndome la polla por la base rodeándola con sus labios chupando la punta.

ELVIRA: Vamos no seas tímida y métetela toda hasta la garganta.

Sin dejar de cogerla por el pelo apretó su cabeza contra mi polla, haciendo que se la tragara toda hasta el fondo cerrando los labios, le dieron un par de arcadas y se empezó a poner roja, Elvira seguía aguantándole la cabeza hasta que no pudo aguantar más estirándole del pelo sacándosela, Jésica tosió sacando mucha saliva por la boca pero no dejó de pajearme con la mano, Elvira volvió a acercarle la cabeza, Jésica abrió la boca para meterse mi polla hasta el fondo de nuevo, mi hermana le estiraba y empujaba la cabeza, metiendo y sacando mi cipote, follándome su boca hasta explotar en un orgasmo corriéndome dentro, se la sacó siguiendo con una paja apuntándose en la cara dejando que mi leche fuera cayéndole por los labios, mejillas, nariz y por todas partes.

ELVIRA: Trágatelo y chúpasela otra vez para dejársela bien limpia.

Jésica obedeció sin decir nada, Elvira puso en marcha el agua de la ducha y la levantó para pasarle la mano por la cara lavándosela sin dejar de mirarle a los ojos, la besó y le plantó un cachete en el culo agarrándoselo con toda la mano, nos duchamos los tres y preparamos la comida.

Estuvo con nosotros los tres días siguientes sumisa haciendo mi hermana con ella lo que le salió del higo, sin que Jésica se quejara de nada pareciendo que disfrutaba, dormía en la misma cama en medio de nosotros, le hacía comerle el chirri por la noche antes de dormir y por la mañana después de despertarse, a parte de todas las sesiones de sexo que nos venía a la cabeza, haciendo lo que queríamos en cualquier momento del día o de la noche, estando ella siempre preparada con una sonrisa y con ganas de participar. Elvira le prometió que la llamaría para verse de vez en cuando, el martes por la mañana la dejamos en su hotel y volvimos para casa.

Durante el camino de vuelta le conté a mi hermana lo que era él Refugio quedando con ella que algún día la llevaría, llegamos a casa por la tarde y descansamos del viaje, me fui a dormir pronto y al día siguiente desayunando apareció Elvira.

ELVIRA: ¿Esta tarde me llevarás al Refugio ese?

YO: Buenos días hermanita, si te apetece por que no.

ELVIRA: Me dejaste intrigada cuando me hablaste y tengo ganas de conocerlo.

Quedamos sobre las seis y pasé por casa a recogerla, conduciendo de camino.

YO: Tengo que avisarte de algunas cosas.

ELVIRA: ¿A mí?

YO: En el Refugio nadie sabe quién soy, allí dentro todos somos iguales y la única norma que hay es que nos respetemos todos.

ELVIRA: Coño, ahora me has dejado todavía más intrigada.

Entramos y todavía no estaba muy lleno, saludé a varias personas y nos sentamos en la barra, salió Mar.

MAR: Hombre Mark has aparecido y además muy bien acompañado.

Me levanté apoyando los pies en el taburete y le di dos besos por encima de la barra.

YO: Es mi hermana Elvira que le he hablado de este sitio y tenía curiosidad por conocerlo.

MAR: Pues tienes una hermana muy guapa.

ELVIRA: Tú también lo eres, muchas gracias.

Elvira se la miraba con curiosidad, no sé si por lo guapa que era Mar o por las ganas de comérsela de arriba abajo, le pedimos dos cervezas y nos fuimos a sentar a una mesa.

ELVIRA: Mark, a ti esa chica te gusta y mucho.

YO: Joder Elvira, ya eres la segunda que me lo dice, la mujer de un amigo no hace mucho también me hizo el mismo comentario.

ELVIRA: Es que tendrías que verte los ojitos que se te ponen cuando hablas con ella chaval.

YO: Si que es muy guapa pero de ahí a algo más no sé, además sé que ya esta emparejada.

ELVIRA: Bueno, a la gente le cambia la vida, si lo está ahora no quiere decir que mañana lo esté, me da a mí que tendrás tú oportunidad.

En aquel momento no le di más importancia a aquellas palabras, pero más adelante me acordé de ellas, un poco más tarde llegó Dani sentándose con nosotros, se lo presenté y estuvimos un rato hablando los tres.

DANI: Bueno, encantado de conocerte Elvira, pero me voy a jugar una partidita de dardos que si no parece que me falta algo, por cierto Mark, Eva me ha dicho que te invitara a cenar en casa el viernes.

YO: Vale, ya hablaremos.

Pasamos la tarde hablando con diferentes personas y mi hermana me invitó a cenar en un restaurante, ella no trabajaba, ni falta que le hacía porque el machista de mi padre le pasaba un sueldo cada mes para que no lo hiciera, una hija suya no tenía que trabajar, El Refugio le pareció un sitio interesante y no descartó ir de tanto en tanto.

Por la mañana estuve en la piscina de casa pensando en la invitación de Dani, nunca habíamos pensado en vernos fuera del Refugio y no las tenía todas conmigo. Por la tarde fui a la hora que sabía que él ya estaría, entre directo hasta la zona de los dardos y cogiéndolo del brazo me lo llevé para sentarlo en una mesa, le pedí a Mar una cerveza.

YO: ¿Lo de la cena del viernes, ha sido cosa tuya o de Eva?

Me miró sorprendido.

DANI: De Eva, el otro día hablamos de lo bien que lo pasamos aquí los tres y me sugirió que vinieras a cenar un día.

YO: Dani que te conozco, ¿no estarás tramando algo?

DANI (haciéndose él inocente): Yo, no hombre no, ¿qué quieres que esté tramando?, tú eres muy desconfiado eh tío, ¿no te pueden invitar a cenar unos amigos porque quieren estar contigo y pasarlo bien?, además a Eva le caíste muy bien y tiene ganas de verte.

YO: La madre que te parió Dani, que miedo me das tío.

Así que ese viernes compré un ramito de flores para Eva y una botella de vino para la cena, quedamos en él Refugio, nos tomamos un par de cervezas jugando a los dardos y lo seguí en coche hasta una parte nueva de la ciudad donde vivía en un bajo con jardín, saludé con dos besos a Eva que llevaba un vestidito de verano, fino y cortito entregándole el ramo de flores y la botella de vino a Dani.

YO: Estás muy guapa Eva.

Me sonrió oliendo las flores.

EVA: Muchas gracias Mark, y por la flores también, ves Dani esto es un tío con clase.

Dani me miró como si fuera un monstruo de tres cabezas.

DANI: No, si tendrás de venir tú para dejarme como una mierda tío.

Nos reímos los tres, Eva cogió a su marido del cuello dándole un beso en los labios.

EVA: Anda cariño abre el vino y vamos a sentarnos a la mesa.

Dejó las flores dentro de un jarrón y me acompañó hasta el jardín sentándonos en la mesa debajo de un toldo que tapaba la vista de los vecinos estando con más intimidad, llegó Dani con la botella abierta sirviéndonos a los tres en las copas, brindamos y le dimos el primer sorbo, hablamos un rato antes de cenar y los dos se levantaron prohibiéndome que lo hiciera yo para traer los platos, seguimos hablando.

EVA: Y tú Mark, ¿a qué te dedicas?

YO: He terminado ingeniería informática y después del verano empezaré a pensar que hago con mi vida.

DANI: ¿Eres informático?

EVA: Nene, ¿no me dirás que no sabías lo que hacía tú amigo?

Nos miró a los dos extrañada y nosotros nos encogimos de hombros sin saber que decirle.

EVA: ¿Y tú tampoco sabes lo que hace Dani?

Se lo negué con la cabeza algo avergonzado, y era verdad que cuando entrabamos al Refugio no hablábamos casi nada de cosas personales, esa era una de las cosas que me gustaban de aquel lugar.

DANI: Yo soy lampista, trabajo en una empresa instalando alarmas y aparatos electrónicos, también hago alguna chapucilla por mi cuenta para ganar algo más de dinero.

EVA: A mí me vais a perdonar, pero que mierda de amigos que no os conocéis nada.

Volvimos a reír los tres.

YO: Mujer nos conocemos lo justo.

EVA (riendo): Joder y tan justo, suerte que por lo menos sabéis el nombre del otro.

DANI (descojonándose): Sí eso lo sabemos desde el primer día.

EVA: Y seguro que no le has dicho nada de nuestra propuesta.

Me los miré a los dos, me puse nervioso dejando los cubiertos encima del plato, Eva me observaba para adivinar si sabía algo o no y Dani apartó la mirada disimulando.

EVA: Madre mía que desastre de hombres.

Se levantó cogiendo los platos para llevárselos, al darse la vuelta el vestidito tan fino se le quedo enganchado en la cintura por un lado y mientras caminaba se le veían las bragas y un culo muy bonito.

DANI: ¿No me dirás que no está buena Eva?

YO: Dani te voy a matar, si no le hiciera un feo a tú mujer que no tiene culpa de nada me largaba ahora mismo.

DANI: No por favor, espera que salga Eva y te explicamos lo que hemos pensado.

Llegó su mujer con el postre y unos platos.

EVA: Anda que me habéis avisado de que se me veía el culo, seguro que os habéis quedado mirando como pervertidos.

DANI: Ha mirado Mark, yo no.

YO: Pero que cerdo eres tío.

Se morían de risa los dos de verme colorado, Eva sirvió el postre y nos sentamos de nuevo.

EVA: Ya le has explicado la idea que tenemos.

DANI: No.

EVA: Mira que eres inútil a veces cariño, a ver, ¿tú tienes planes para estas vacaciones?

Me estaba dando miedo lo que me podían llegar a proponer y les intenté poner una escusa.

YO: Bueno, alguna cosilla con la familia, de hecho la semana pasada estuve fuera con mi hermana y hablamos de poder repetirlo durante estas vacaciones.

DANI: Ni caso Eva, este tío no tiene ningún plan, siempre hace lo que le sale de los cojones.

YO: Serás cabrón, pero tú que sab…

EVA: Nos van a dejar una auto caravana para seis personas, queremos hacer ruta por el país y hemos pensado en que nos acompañes.

Me quedé mirándole los ojos fijamente intentando adivinar las intenciones que tenía, me preguntaba si Dani había conseguido convencerla para follarse a otro tío y Eva me había escogido a mí.

YO: ¿Pero qué coño pinto yo haciendo de vela entre vosotros?

EVA: No me mires así hombre, lo que pasa es que van a venir otros familiares a visitarnos por el camino, mi hermana ya me lo ha confirmado y estará varios días con nosotros, así que precisamente para que los demás no se sientan mal, si vienes tú puedes hacerle compañía y nosotros tener un poco de intimidad.

Miré a Dani y él se encogió de hombros como indicándome que fue idea de Eva, se levantó de la silla.

DANI: Perdonarme un momento que tengo cosas que hacer, vuelvo en un rato.

El tío desapareció dejándome solo con su mujer sin saber muy bien que decirle.

YO: No sé Eva, así de pronto.

EVA: Mira Mark, ya sé que estás al corriente de las fantasías del tonto que tengo de marido, te aseguro que yo no tengo ninguna intención de ponerle los cuernos por mucho que se empeñe, a veces se pone muy pesadito y paso de él, seguramente él sí que esté pensando que puede ser una buena oportunidad para salirse con la suya pero te aseguro que yo no tengo esa intención, así que puedes estar tranquilo vale, por favor ven con nosotros, estoy segura que será mucho más divertido que si estamos nosotros solos teniendo que aguantar sus ideas de bombero, a ver si estando tú se olvida de sus tonterías.

Llegó Dani con otra botella de vino abierta sirviéndonos.

DANI: ¿Qué, lo has convencido cariño?

YO: Pero que cabrones que sois los dos.

EVA: Sí cariño, me acaba de decir que vendrá con nosotros.

YO: Pero que cara tienes, si yo no te he dicho nada.

EVA: Pero sé que nos dirás que sí, si quieres te dejo unos días para hacerte el remolón, pero al final nos dirás que sí.

Le di un sorbo a la copa, ellos me miraban sonriendo, levanté la copa de vino y brindamos por nuestras vacaciones, la verdad es que me hacía ilusión pasar unas vacaciones diferentes a lo que estaba acostumbrado, en mi vida había ido a un camping por ejemplo.