El Refugio (4)

CAPITULO III: “Se acabó la vida de estudiante”

CAPITULO III: “Se acabó la vida de estudiante”

Pasó el acto de graduación, con mi padre ocupado por sus negocios y mi madre con los crucifijos, así que solo vino mi hermana para hacerme compañía y celebrarlo cenando los dos en un conocido restaurante.

Al final de semana cenando en casa con toda la familia mi padre puso una cajita sobre la mesa, dando un discurso de los suyos insoportable pasándome la cajita como regalo por acabar de estudiar, era un reloj carísimo que no pegaba en nada conmigo ni con mis gustos un poco más discretos, pero el gilipollas se sentía feliz de regalármelo, hubiera sido mejor idea honrarme con su presencia en la graduación y no comprarme con un regalo de mierda, como ya lo conocía se lo agradecí y me fui a tomar algo a mi bar favorito, estaba a punto de entrar y oí una voz en mi espalda llamándome…

SIARA: ¿Dónde vas tan decidido Mark?

YO: Ostia mi negrita preferida, y tú, ¿cómo estás?

SIARA: Tú negrita está a punto de tomarse un copazo, que he tenido un día para olvidar tío.

Entramos y me explicó con unos cubatas como le había ido el día en el trabajo con sus problemas, las cosas que pasan habitualmente, yo le dije que había venido a celebrar mí graduación.

SIARA: Qué tal si la celebramos con otro pelotazo y te vienes a casa para acabar la fiesta como te mereces.

YO: Me parece una idea genial.

SIARA: Pero la fiesta tiene que ser hasta mañana desayunando juntos por lo menos.

YO: Y si quieres todo el fin de semana, no tengo nada mejor que hacer y para ver el panorama en mi casa mejor estoy contigo.

Me sonrió cogiéndome la mano saliendo los dos para buscar el coche y aparcarlo un par de manzanas más lejos, ella iba caminando desde su casa de lo cerca que vivía, cuando subíamos en el ascensor me dijo que compartía piso con una amiga para poder pagarlo con tranquilidad, que seguramente estaría fuera con un tío con quien salía de vez en cuando y que tendríamos todo el apartamento para nosotros solos, entramos y efectivamente estaban todas las luces apagadas dando señales de que no había nadie en casa, entramos en el salón y Siara me preguntó si quería tomar algo, la cogí por la cintura besándola.

YO (susurrando): Lo que tengo ganas de tomar lo tengo entre mis brazos ahora mismo.

SIARA (riendo): Que poeta me estás saliendo.

Me pasó el brazo por la cintura llevándome a su habitación, se quedó delante de mí y me quitó la camiseta negra desabrochándome el pantalón mientras yo me quitaba las zapatillas, me los bajó con la ropa interior sacándomelo todo con los calcetines dejándome en pelotas, me miró invitándome a desnudarla, le desabroché los botones de la blusa dejándola caer encima de mi ropa en el suelo, siguiendo con los vaqueros dejándola en bragas de color negro.

SIARA: ¿No me las piensas quitar?

YO: Ver en bragas a las chicas es una de mis fijaciones, y si tienen el cuerpazo que tienes tú todavía más.

Me sonrió pasándome los brazos alrededor del cuello acercando su cuerpo al mío, le pasé las manos por la espalda parándolas justo encima del culo acariciándole entre la espalda y las bragas, sintiendo su tacto, nos besamos cogiéndonos con los labios el del otro lamiéndolo suavemente, le besé el cuello lamiéndoselo subiendo hasta coger entre mis labios el lóbulo de la oreja pasándole la lengua, gimió suavemente, una de mis manos bajó hasta acariciarle el culo y con la otra le toqué el coño por encima de las bragas apretándole el clítoris con un dedo, dejó ir un gemido poniendo cara de salida besándome con pasión, dejándonos caer en la cama, le besé y lamí las tetas hasta dejarle los pezones como piedras de duros, bajando hasta las bragas besándole por encima, colocando mi lengua en medio de la rajita y olérselas antes de quitárselas muy mojadas, la fui mojando más con mi saliva lamiéndole el agujero del coño subiendo por sus labios menores hasta alcanzarle el clítoris chupándoselo suavemente, a ella le temblaban las piernas jadeando y gimiendo sin parar, fui aumentando la presión con la lengua sobre el botoncito mágico hasta que se corrió tensando todo el cuerpo soltando un par de gritos, cerró los ojos relajándose, me estiré encima de ella acariciándole la cara, los volvió abrir fijándolos en los míos como dándome la salida para otro asalto, bajé una mano cogiéndome la polla metiéndosela despacio en el chichi hasta el fondo, cerró un momento los ojos por la impresión y nos besamos jugando con los labios a la vez que entraba y salía de ella poco a poco sin prisas, ella fue soltando pequeñas bocanadas de aire que al aumentar un poco el ritmo de mis caderas se convirtieron en jadeos, que al subirlo un poco más pasaron a gemidos, y acabó volviendo a correrse a gritos con mis caderas trabajando a la máxima velocidad que podían, me estiré a su lado mientras ella me miraba sorprendida.

SIARA (jadeando): ¿Qué te pasa hoy que no te corres?

Me encogí de hombros.

YO: Será mejor que lo aproveches esta noche que estoy inspirado.

Se abrazó metiendo su carita en mi cuello besándomelo mientras se acababa de recuperar, cuando se le normalizó la respiración subió su boca a mi oído metiéndome la lengua, se subió encima de mí cogiéndome el cipote metiéndoselo, dejándose caer de golpe tocando con su culo mis huevos empalándose hasta el fondo, con una mano se aguantaba sobre mi pecho y con la otra me acariciaba la cara empezando a moverse encima, empezó muy despacio pero rápidamente fue cogiendo ritmo con el cuerpo y con los gemidos volviendo a estar excitadísima, acabó saltando literalmente sobre mi polla corriéndose una tercera vez, metiéndome dos dedos en la boca para que se los chupara, se dejó caer sobre mi cuerpo cerrando los ojos para recuperarse de nuevo.

SIARA: Hoy no puedo contigo, me tienes reventada.

Me salí de la cama quedándome de pie.

YO: Ven aquí conmigo por favor.

Salió con una risilla sabiendo lo que le estaba pidiendo, se arrodilló delante de mí cogiéndome la polla con suavidad rodeando la punta con sus labios pasándole la lengua, fue profundizando hasta tenerla casi toda dentro chupando con fuerza, con una mano me cogió los huevos amasándolos, aumentando la intensidad de sus chupadas y succiones poniéndome cada vez más cachondo y con ganas de correrme en su boca, me acabó succionando el glande a la vez que me pajeaba por debajo a buen ritmo, mis gemidos fueron aumentando el volumen hasta correrme en su boca dejándole ir un par de disparos de semen dentro, la saqué abriendo ella la boca y le tiré unos cuantos tiros más en los labios y en la cara, que con el color de su piel le resaltaban una barbaridad, viendo como le bajaban por la cara y le caía algún chorretón de la boca a sus tetas.

Se levantó y nos fuimos a duchar a un cuarto de baño que había en el pasillo, nos metimos en la cama desnudos abrazados comentando lo bien que nos lo habíamos pasado y oímos como se abría la puerta de entrada, sintiendo el paso de dos personas hasta la habitación de su amiga, intentamos dormir pero los ruidos de aquellos dos follando no me dejaban, cuando acabaron escuché unos pasos que se dirigían al cuarto de baño, vi que Siara dormía y me levanté para mirar quien era, abrí un poco la puerta de nuestra habitación con cautela y vi a un tío rubio con ojos claros en pelotas y un reloj puesto, muy parecido al que me había regalado mi padre, cerré la puerta con cuidado para no ser descubierto y me metí en la cama abrazando a mi amiga quedándome dormido.

Al día siguiente estábamos desayunando cuando apareció su amiga Fina, una chica con el pelo muy moreno y ojos negros, era muy guapa y con unas curvas como para marearse.

SIARA: ¿Dónde tienes a tú novio Fina?

FINA: Yo que sé, como siempre a desaparecido antes de que me despertara, tiene mucho trabajo y cosas que preparar, o eso me dice siempre, ¿y este chico que tienes a tu lado?

YO: Me llamo Mark, soy amigo de Siara.

Me levanté y le di dos besos.

FINA: Por lo que veo algo más que amigos, ¿habéis dormido juntos no?

SIARA: Ya sabes mi manera de pensar, somos amigos y nada más.

FINA: Vamos Siara, ¿cuando has traído a casa a un tío y dejarle que duerma contigo?

Siara se puso nerviosa parándose a pensar un momento.

SIARA: Bueno, alguna vez tenía que ser la primera ¿no?

YO: ¿Soy el primero que traes a dormir contigo?

SIARA: Tú te callas, y tú Fina, quieres sentarte a desayunar y llenarte la boca de comida para dejar de hablar cabrona.

Nos miramos con su amiga escapándosenos la risa de cómo estaba Siara de nerviosa, desayunamos los tres y las acompañé a un centro comercial que querían ir, después fui a casa a cambiarme de ropa.

Me duché y me estiré un rato en la cama en boxes, habíamos quedado con las chicas que las pasaría a buscar y comeríamos juntos, luego Siara se iba a casa de sus padres para pasar el domingo en una fiesta familiar, pensaba en pasar por la tarde por el Refugio y llamaron a la puerta, la abrí y me encontré con mi padre.

MI PADRE: He pensado en dejarte el verano para que descanses y hagas todas las mamarrachadas que quieras, pero en septiembre vendrás conmigo a la empresa y empezaras a trabajar de verdad.

Se giró y se fue sin esperar a saber que pensaba de su idea, el capullo ya estaba haciendo planes para mí sin interesarle una mierda lo que yo quisiera hacer con mi vida, pero bueno, pensé en pasar el verano y luego ya hablaríamos de mi futuro.

Después de comer con las chicas fui al Refugio, llegué tan temprano que debían de acabar de abrir, al entrar me quedé quieto mirando el local vacio, como me gustaba verlo así, me acabé sentando en la barra y salió Mar abrochándose los botones de una bonita camisa enseñándome el sujetador, ella era un bellezón con el pelo negro azabache y con los ojos entre verdes y azules, dependía del momento parecía un color u otro, en contraste con el pelo le resaltaban muchísimo, esa mujer giraba cabezas por donde pasaba pero le rodeaba un aura de misterio que creo que a ella le gustaba mantener.

MAR: Ya te he enganchado otra vez mirándome las tetas.

YO: Lo siento Mar, no puedo evitarlo tía.

MAR (riendo): ¿Qué haces aquí tan temprano?

YO: He comido y he salido a celebrar mi graduación.

MAR (cachondeándose): Jolines tío, la de amigos que vienen a celebrarlo contigo.

YO: Ya ves, como puedes ver soy un tipo bastante solitario, estoy esperando que llegue la gente para celebrarlo con ellos.

MAR: ¿De verdad no tienes más amigos que los que conoces aquí?

YO: A parte de mi hermana tengo algunos conocidos que no me interesan demasiado.

MAR: Un poco raro sí que eres tío.

YO: ¿Y tú?, que me explicas de tú vida.

MAR: Yo prefiero ser la camarera que escucha las penas de sus clientes si no te importa, ¿quieres tomar algo especial hoy?

YO: Ponme un gin tonic que hoy estoy de celebración.

Esperé que fuera llegando la gente, estaba jugando una partida de dardos con varios y vi entrar por la puerta a Dani acompañado de una chica con el pelo castaño muy guapa, saludó a todos levantando la voz y se sentaron en una mesa, Dani estiró la cabeza buscando a alguien y al encontrarse con mi mirada me hizo un gesto con la mano para que me acercara, fui hasta donde estaban quedándome de pie.

DANI: Mark, te presento a Eva, mi mujer.

Ella se levantó muy educadamente para saludarme con dos besos y Dani me ofreció que me sentara con ellos.

DANI: Este es Mark cariño, del que te he hablado tantas veces.

Sabiendo las fantasías sexuales que tenía mi amigo me puse un poco nervioso por la respuesta de su mujer.

EVA: ¿Así que tú eres el amigo con el que se pasa horas aquí jugando a los dardos?

Respiré profundo al notar que la chica no lo había asociado a otras cosas.

YO: Lo siento si le ocupo demasiado tiempo y te lo quito a ti, si quieres dime el rato que quieres que pase aquí dentro y cuando llegue la hora te lo envío para casa.

Ella río a carcajadas mirándome a los ojos con una mirada inocente, en ese momento llegó Mar para saber lo que querían tomar.

YO: Os gusta el champán, hoy estoy celebrando mi graduación y me hace especial ilusión hacerlo con vosotros.

Se miraron entre ellos asintiendo con la cabeza, Mar desapareció y volvió con unas copas y una botella en una cubitera, nos sirvió y volvió detrás de la barra a seguir poniendo cervezas a los clientes, brindamos y dimos el primer sorbo.

EVA: Si lo llego a saber vengo antes con Dani a este lugar, mira que me lo había pedido veces y siempre me había negado.

YO: Pues es un sitio muy interesante y divertido.

EVA: Ya lo veo, pero pensaba que estaba bien que él tuviera un sitio para estar con sus amigos sin que yo le molestara.

DANI: Lo ves como es un encanto de mujer, como no voy a estar enamorado de ella.

YO: Haces muy bien Dani, hacéis una pareja muy bonita.

Eva me miraba sonriendo cogiendo de la mano a su marido, seguimos hablando un rato más y Dani no paraba de mirar a la gente que jugaba a los dardos, su mujer se dio cuenta.

EVA: ¿Quieres ir a jugar una partida cariño?, podéis ir los dos y yo os espero aquí que la acabéis.

DANI: Me gustaría pero no quiero dejarte sola amor, si Mark se queda contigo voy.

YO: Por mí no hay problema, si a Eva no le importa claro.

Se fue a jugar y nos quedamos los dos en la mesa.

EVA: Dani te aprecia mucho Mark, desde el día que te conoció que no para de hablarme de ti cuando llega a casa.

YO: Yo también lo aprecio mucho, es cierto que el día que nos conocimos nos caímos muy bien y siempre lo hemos pasado bien aquí, fuera de aquí no sé como es.

EVA: ¿No os habéis visto nunca fuera de este bar?, que raro, ¿no?

YO: No lo sé, coincidimos aquí y no nos hemos preocupado de hacer nada juntos fuera.

EVA: Supongo que es normal, él trabaja muchas horas y no le queda tiempo para nada. ¿Y tú?, a que te dedicas, se lo he preguntado a Dani pero no lo sabe, ¿es qué aquí solo habláis de tías o qué?

Solté una carcajada.

YO: Yo tampoco sé lo que hace tú marido, ya ves que aquí la única preocupación es el billar y los dardos.

En ese momento llegó Dani.

DANI: De que reís tanto.

EVA: Me estaba diciendo que solo os preocupáis del billar y los dardos, en realidad sois como dos desconocidos.

DANI: Bueno, a él también le interesan otras cosas, a mí no porque estoy casado contigo cariño.

EVA (riendo): Ya, ya, menudos golfos estáis hechos los dos.

YO: Te prometo Eva que Dani jamás ha intentado nada con otra mujer.

EVA: Si claro, entre bomberos no os pisáis la manguera.

DANI: Te aseguro que la manguera de Mark no se la he pisado nunca.

Nos descojonamos de risa los tres, pasó Mar en ese momento por al lado.

MAR: Muy bien chicos, parece que os lo estáis pasando bien.

Yo la miré sin parar de reír y ella siguió caminando quedándome mirándole el culo.

EVA: Huy que mirada, me parece que tú amigo está enamorado.

DANI: Me parece que Mar tiene una relación, algo he oído por ahí.

Pensé que sería lo más normal de mundo que una chica como Mar tuviera novio, pretendientes no debían de faltarle, estuvimos hablando y riendo hasta muy tarde y nos despedimos hasta otra oportunidad, Eva me cayó realmente bien, era una chica con las ideas claras, sensible y mucho sentido del humor.