El Refugio (24)

CAPITULO XVI: Planes definitivos

CAPITULO XVI: Planes definitivos”

Pasaba el tiempo y con Judit empezamos a hacer planes para la boda buscando una fecha, estábamos entre antes de verano o después. Un domingo estaba leyendo en la piscina y Judit dormitaba tomando el sol encima de una colchoneta dentro del agua, dejé el libro y me quité la ropa, caminé hasta las escaleras que bajaban a la piscina y nadé hasta donde estaba mi chica besándole un pie, ella abrió los ojos mirándome con una sonrisa, le besé la rodilla estirando de ella sacándola un poco de la colchoneta, volví a estirar de sus piernas dejándole el culo al borde del flotador y le besé el chirri por encima del bikini, abrió los ojos mordiéndose los labios y se quitó la parte de arriba enseñándome aquel par de tetas que Dios le había dado, y que par de tetas, le cogí la braguita por los lados estirando quitándosela y me tiré a comerme su coño con ganas, me tenía que reprimir para no pasarme de vueltas y mantener un buen ritmo para darle placer, ella se cogía con fuerza a la colchoneta para no caerse y para aguantar los lametazos que le pegaba por todo el coño, acabando concentrado en el clítoris como a ella le gustaba, se corrió una vez, una segunda y yo no encontraba el momento de separar mi boca, me enloquecía y me cegaba sin poder parar hasta que se había corrido varias veces y notaba la boca y la mandíbula cansada, se soltó de la colchoneta cayendo al agua abrazándome.

JUDIT (riendo): Cariño me vas a matar, ¿cómo puedes perder tanto la cabeza por ahí abajo?

YO: La pierdo por ti mi amor, me vuelves loco hostia.

Me llevó hasta las escaleras, eran peldaños que entraban en la piscina, no las típicas verticales de metal, me sentó en un peldaño cogiéndome la polla pajeándomela un poco, besándome metiéndome la lengua, se sentó encima de mí y se la metió moviendo sus caderas como sabía hacerlo para que me corriera, empezaba despacio adelante atrás y se iba acelerando para acabar dando botes sobre mi polla hasta que me corría sin parar de moverse dejándome seco, la picha se me aflojaba y ella todavía seguía moviéndose lentamente, mirándome con una sonrisa feliz por haberlo conseguido y verme la cara, acababa abrazándome dándome besos en el cuello y la cara, era la tía más dulce que te podías tirar a la cara.

Todo seguía su curso, la empresa iba bien sin parar de trabajar, la de mi padre era la que me tocaba más los cojones, no por el trabajo, era por la manera que tenía la gente con la que él se relacionaba de hacer las cosas, o grandes comidas, o en partidas de golf que invitaban a alguien para que nos hiciera algunos favores, para poder hacer algún negocio con información privilegiada de terrenos que se iban a recalificar y cosas así, a mí no me acababa de convencer aquella manera de funcionar, pero lo cierto era que los pelotazos que se pegaban eran una pasada, y por otro lado no sé si un entramado de empresas como la que dirigía se hubiera podido aguantar solo con las ganancias de negocios “normales”, nuestra empresa que era una mierdecilla comparada con lo otro se auto financiaba de sobras con la facturación que teníamos, facturación un poco abultada siempre lo reconozco, pero trabajando para gente que sabías como conseguía hacer sus negocios no les venía de pagar un porcentaje un poco más alto de lo normal, y nosotros a final de año nos podíamos repartir los beneficios con una sonrisa enorme.

Dani y Eva estaban buscando una casa con piscina cerca de la urbanización donde vivíamos nosotros y la acabaron encontrando, la restauraron a su gusto y se mudaron, Judit estaba encantada de tener cerca a su hermana y más cuando Eva se quedó embarazada. Con mi hermana y Jésica nos seguíamos viendo pero cada encuentro se iba distanciando más en el tiempo.

Un día acabábamos de comer los cuatro en él restaurante que habitualmente íbamos cuando trabajábamos, a Eva ya se le empezaba a notar la barriguita que Judit no paraba de tocarle, no sé quien de las dos tenía más ganas, si Eva de ser madre o Judit tía, sonó mi móvil…

YO: Hola Elvira.

ELVIRA (seria): Podrías pasar por casa por favor, necesitaría hablar contigo.

YO: ¿Ha pasado algo Elvira?

Empezó a llorar.

ELVIRA: Ven a casa por favor.

Me levanté de la mesa y se lo expliqué a los demás, Judit se ofreció para acompañarme pero le dije que mejor acabaran con los cafés y se repasara un par de cosas que corrían prisa para el día siguiente, depende lo que le pasara a mi hermana prefería estar solo con ella, llamé a su puerta y me abrió con la cara desencajada de tanto llorar, se me tiró abrazándome.

ELVIRA: Jésica se ha ido, me ha dejado Mark, me ha dejado tirada como una mierda.

Cerré la puerta y la acompañé cogida de la mano para sentarnos en un sofá.

YO: ¿Pero qué ha pasado?, si quieres podemos ir a buscarla como la otra vez.

ELVIRA: No, esta vez no volverá, hacía tiempo que ella quería salir sola muchos días, yo sospechaba algo pero no fui capaz de seguirla algún día o investigar que pasaba, me daba tanto miedo lo que pudiera descubrir que preferí no hacer nada, ayer por la noche me dijo que había conocido a un hombre y que se iba con él, le lloré, le imploré que se quedara, que si quería podía seguir saliendo con él, pero que no me dejara, me dijo que se había hartado de la vida que llevábamos y que necesitaba cambiarla.

Se puso a llorar como una magdalena, yo le tocaba el hombro sin saber qué hacer.

YO: Elvira cariño vente a casa con nosotros un tiempo, te distraerás más y no pensarás tanto.

ELVIRA: No gracias, mejor me quedo, ya se me pasara no te preocupes.

Le preparé algo para comer que se tomó sin ganas y refunfuñando porque yo la obligaba, llamé a Judit para decírselo y me quedé con ella toda la tarde ofreciéndome para quedarme a dormir, pero me echo de su casa diciéndome que mí sitio estaba con mi pareja.

Una vez en casa nos abrazamos con Judit en el sofá tristes, pensando como lo estaba pasando Elvira en esos momentos.

JUDIT: No quiero ni imaginarme lo que me pasaría si tú me lo hicieras.

Me abrazó muy fuerte cayéndole alguna lágrima que yo le sequé con mi mano besándola y tranquilizándola.

Yo sabía que mi hermana era fuerte y lo acabaría superando, lo que no me esperaba era su llamada al cabo de cinco o seis días.

YO: Hola Elvira, ¿cómo estás?

ELVIRA: Bien, te llamo para avisarte que me voy de vacaciones al Caribe dos semanas, ya tengo el vuelo y el hotel, que le den por culo a todo.

YO: Muy bien, te veo muy animada hoy.

ELVIRA: Ya me he hartado de hacer la gilipollas en casa, necesito salir y hacer cosas nuevas.

YO: Me alegro Elvira, que te lo pases muy bien, llámame cuando vuelvas por favor.

ELVIRA: Claro que si hermanito.

Colgué y se lo dije a Judit que alucinó.

JUDIT: Que pronto lo ha superado ¿no?

YO: Mi hermana es así cariño, cuando se le inflan los ovarios reacciona a lo bestia.

Pasaron las dos semanas y Elvira volvió nueva, vino a casa a cenar y nos enseñó las fotos hablando encantada del viaje, dando señales de no acordarse de Jésica para nada, nos dijo que había follado todo lo que pudo y que estaba preparada para salir a la calle a hacer vida normal, y cojones si cumplió la palabra, al cabo de un mes estaba saliendo con un deportista de élite que nos presentó un poco más adelante.

Seguía corriendo el tiempo, Eva estaba a punto de salir de cuentas con un barrigón enorme, nosotros nos reunimos en una comida en casa de mis padres con mi hermana para hablar sobre la boda, habíamos decidido casarnos a finales de Junio para estar de viaje de novios Julio y Agosto, lo que nos hacía una pereza enorme era organizarla pero para eso ya teníamos ayuda, mis padres se ofrecieron para hacer la lista de invitados y buscar sitios para celebrarla y que nosotros escogiéramos uno, mi hermana para organizarlo todo y buscar la decoración, nosotros solo teníamos que preocuparnos de los vestidos y los anillos, nos pareció genial porque si hubiéramos tenido que ocuparnos de todo nosotros creo que no nos casamos de la poca gracia que nos hacía.

Las cosas fueron cayendo por su propio peso, Eva parió un niño muy guapo que por suerte se parecía a ella y no a su padre, las cosas de la boda se iban solucionando, ya teníamos el sitio donde la celebraríamos, los invitados distribuidos y mi hermana con las ideas muy claras de cómo decoraría la iglesia y el sitio de la celebración.

Judit pasaba mucho tiempo en casa de Eva ayudándola con el peque que era su ahijado, una tarde me llamó para preguntarme si volvería pronto a casa, le dije que podía volver cuando ella quisiera y quedamos a una hora, aquello me hizo pensar que había juego por medio.

Cuando entré al salón me la encontré vestida de sirvienta con una cofia, un vestidito muy corto con unos taconazos y quitando el polvo de un mueble un poco agachada enseñándome las bragas blancas, me senté sonriendo en un sofá mirándola, ella giraba la cabeza sonriendo.

YO: Siga, siga por favor haciendo su trabajo.

Se agachaba a limpiar por la parte baja del mueble sacando el culo enseñándome mejor las braguitas transparentes que le marcaban la rajita del coño, me desabroché el pantalón bajándomelo cogiéndome la polla pajeándome lentamente.

YO: Por favor señorita, podría venir a limpiarme una cosa.

Se acercó dejando el plumero y se dio la vuelta agachándose como si cogiera algo del suelo poniéndome el culo delante de los morros, metí la cara en medio de las bragas apretándola contra el culo y acabé intentando cogerle el coño con los labios, se giró sin levantarse enseñándome el escote y la tetas colgando dentro, metí otra vez la cara dentro apartándole un poco el vestido comiéndole las tetas por todos lados, ella me cogió con suavidad la polla quitando mi mano.

JUDIT: Esto es lo que quiere que le limpie señor.

YO: Sí por favor, pero con cuidado que es una cosa muy delicada.

Acercó la boca, sacó la lengua y se la pasó por encima a la punta de la polla, me tenía salido perdido la cabrona.

JUDIT: ¿Así le parece bien al señor?

Le cogí con una mano la cabeza, buscando con mis labios los suyos metiéndole la lengua dentro de su boca, a la vez que le metía mano en el culo agarrándoselo con fuerza.

JUDIT: ¿Quiere el señor que siga con mi trabajo?

Le dije que sí con la cabeza y se arrodilló en la alfombra, volviendo a darle un par de lametazos a la punta del ciruelo haciéndome gemir, me fue haciendo una paja despacio metiéndome la otra mano en los huevos agarrándomelos y amasándolos, fue metiéndosela en la boca succionándola hasta la mitad y la sacó, volvió hacerlo hasta casi el final, sacándola de nuevo y a la tercer vez se la metió entera succionando fuerte, haciéndome levantar el culo del sofá sacándola de nuevo, no pude aguantar más y me levanté colocándola a cuatro patas en el sofá aguantándose con las manos en el respaldo, le aparté las bragas pegándole un par de lametazos en el coño que le hicieron gritar dejándoselo mojado, apunté sobre su agujerito y se la metí despacio hasta el fondo dando los dos un suspiro, la fui sacando y metiendo una vez detrás de otra aumentando el ritmo y la fuerza, igual que aumentaban sus gemidos y gritos corriéndonos los dos a la vez a grito pelado, saqué la polla toda mojada, le cogí la cabeza y la giré.…

YO: Vuelve a chuparla por favor, cómetela cariño.

JUDIT: Lo que el señor me pida.

Ella sonrió y se la metió en la boca volviendo a chupar despacio, metiéndosela y sacándola para volver a empalmarme, era más la excitación que tenía yo encima y las ganas de volver a follar con ella que la fuerza que tenía mi polla, pero con la habilidad que tenía y lo bien que me conocía Judit consiguió volver a ponérmela tiesa, le pedí que se volviera a girar apartándole de nuevo las bragas y se la metí de golpe saliendo por los lados un poco de semen de la primera corrida que me puso peor de lo que estaba, entraba y salía de ella cada vez más rápido escuchando el ruidito que hacía mi polla al chocar con la humedad y el liquido mezcla de semen y flujos que tenía dentro del chocho, me acababa de correr y me costaba volver hacerlo, Judit se agarraba fuerte al respaldo del sofá gritando, corriéndose un par de veces antes de que lo hiciéramos juntos por última vez, cuando estábamos muy excitados era admirable la facilidad que tenía Judit para correrse varias veces seguidas, quedábamos destrozados pero con una cara de felicidad inmensa.

El tiempo seguía pasando, nos faltaban unos tres meses para la boda y tuvimos conocimiento de una noticia inquietante, tanto que me volvieron las putas pesadillas por unos días, nos enteramos que un comité iba a evaluar si Mar había mejorado lo suficiente para salir del psiquiátrico donde estaba ingresada, buscamos información con expertos en el tema y nos dijeron que debería de estar muy controlada en aquellos momentos, para que cuando llegara el momento la pudieran evaluar, en una comida con mis padres Judit empezó a hablar como nunca lo había hecho dirigiéndose a mi padre…

JUDIT: Sr. Juan (qué es como habitualmente llamaba Judit a mí padre), usted cree que hablando con la familia de Mar podría conseguir que yo fuera a visitarla un día.

Nos quedamos todos parados no solo porque hablara tan seguido si no por lo que acababa de decir.

MI PADRE: ¿Y para qué estás interesada en visitar a esa chica con lo que te hizo?

JUDIT: Para ver si realmente está bien, y si es así decirle que la perdono, que no le guardo rencor pero que nos deje en paz.

MI MADRE: Perdonar es algo que solo unos pocos son capaces de hacer de corazón, muy bien Judit me parece una gran idea.

Mi padre se comprometió a hablar con la otra familia, nosotros discutimos bastante sobre el asunto porque yo no lo veía nada claro, unos días más tarde mi padre nos confirmó que la madre de Mar estaba de acuerdo, que le parecía interesante que Mar viera a Judit para ver cómo reaccionaba.

El día en cuestión cogimos un vuelo a primera hora de la mañana, teníamos el de vuelta por la tarde después de la visita, alquilé un coche en el aeropuerto y acompañé a Judit hasta la puerta del Centro donde nos esperaba la madre y el tío de Mar, nos saludamos y ellos entraron, yo preferí quedarme fuera para no tener que volver a ver a la hija de la gran puta que atacó a Judit, o me jugaba que me dejaran a mí allí dentro encerrado de la mala leche que tenía encima, a la media hora más o menos salió Judit seria, caminamos y se subió al coche sin decir nada, yo no quise presionarla para que hablara pero me estaba poniendo histérico…

JUDIT: Déjame que me tranquilice, en el avión te lo cuento cariño.

Nos sentamos en el avión, cuando despegó y estabilizó el vuelo Judit dio un respiro profundo mirándome, yo le miraba fijamente a los ojos esperando que empezara a hablar.…

JUDIT: Al entrar ha venido un celador, el que normalmente se cuida de ella, he entrado con él atravesando varias puertas de seguridad y me ha llevado a una habitación donde estaba Mar sentada en una cama, ha cambiado mucho, no parece la misma, el celador me ha dicho que es por los calmantes que le administran, se ha quedado con nosotras, porque era importante para él ver cómo reaccionaba Mar de cara al testimonio que tendría que dar cuando la evaluasen, nos hemos saludado y hablado un poco, incluso me ha pedido perdón por lo que hizo, me ha dicho que no volvería a pasar nunca más, pero ¿sabes qué?, no la he creído Mark, estaba actuando, se lo he notado.

Le he cogido una mano y le he dicho que próximamente pasarían cosas importantes en mi vida, que por eso quería verla antes, he visto que el celador estaba relajado escuchándonos pero mirando por la ventana, supongo que para darnos algo de intimidad, he aprovechado para levantar la mano para que viera el anillo de compromiso y que lo ligara con las, “Cosas importantes en mi vida”, hostias Mark, se le han puesto unos ojos de loca que me he acojonado, se me ha tirado encima y suerte que estaba aquel chico con nosotras o me mata allí mismo, la cara de odio y rabia que tenía era terrible, ha llamado a más enfermeros que han entrado rápido y la han dormido, me han acompañado a la puerta y le han pedido a los familiares que se esperaran para hablar con ellos, no la van soltar cariño, se acabaron los problemas por un tiempo.

Me quedé sin que me salieran las palabras, esperé un poco en silencio para recuperar el habla.

YO: Lo has hecho expresamente, tú sabías que provocándola saldría la tía chalada que tiene dentro.

Me miró a los ojos con una seguridad en ella misma que me impresionó, no dijimos nada más en el rato que duró el vuelo, a Mar volvieron a darle un tiempo más de tratamiento, antes de poder volver a evaluar si estaba para salir o no.

Un par de semana antes de la boda me envió un mensaje Judit.…

“”Cuando vendrás a casa cariño, tengo una sorpresita para ti””

YO: “Ahora mismo mi amor, estoy loco por llegar”

Salí de la oficina cagando ostias y me fui para casa dejando lo que tenía pendiente de trabajo para el día siguiente, entré directamente en el salón y estaba Judit vestida de…, enfermera con una bata blanca con una cruz roja encima de una teta y otra cruz en un gorrito en la cabeza, la batita llevaba un escote que le dejaba las dos tetas fuera a la vista, corta que te cagas con unas braguitas blancas de las que me gustaban a mí y unos taconazos de color blanco para rematarlo.

JUDIT: Ven amorcito que te voy a curar.

Me fui para ella para besarla y me sentó en el sofá para que me la mirara bien poniéndose delante de mí.

JUDIT: ¿Te gusta amor?

Sin dejar de mirarle las tetas y todo lo demás, que ya no sabía a dónde dirigir los ojos, le dije que sí con la cabeza.

Levantó una pierna apoyando el zapato en el sofá a mi lado abriéndola para que le viera bien las bragas…

JUDIT: Para empezar tendrías que tomarte esta medicina.

Me señalaba el coño que se le transparentaban los cuatro pelitos bien cuidados debajo de las bragas, acerqué la boca para comérselo despacio, se dio la vuelta agachándose para que pudiera seguir por la parte de atrás con la nariz pegada al culo y la polla ya la tenía a punto de estallar.

JUDIT: ¿Estas mejor cariño?

YO: Estoy ardiendo de fiebre nena.

Se estiró en la alfombra abriendo las piernas.

JUDIT: Pues tendrás que seguir comiéndomelo hasta que me corra unas cuantas veces.

Le quité las bragas estirándome delante metiendo la cabeza en medio de las piernas, chupándole el chumino como si se lo quisiera desgastar a lametones, hasta que empezó a correrse por primera vez, a partir de ahí todo es mantener un ritmo para que ella pueda descansar y correrse una vez detrás de otra hasta que se cansa y me pide que pare, después me desnudé estirándome encima metiéndosela hasta el fondo trabajando con mis caderas al ritmo de las suyas que las sube y baja para que se la pueda meter más adentro, los gemidos y gritos comienzan a ir a dúo y acabamos corriéndonos juntos, mirándonos a los ojos que es uno de los mayores placeres que tengo en esta vida, cuando mi niña se me disfraza me pone cardiaco y con una corrida no tengo suficiente, como ella lo sabe me empieza a acariciar suavemente por un lado, por otro, se mete la polla en la boca tratándola con delicadeza y me la vuelve a poner a cien, a partir de ahí podemos follar de cualquier manera en cualquier lugar, contra la pared con sus piernas rodeando mi cintura, estando ella de lado, del otro, en los peldaños de las escaleras con ella encima, luego yo encima de ella, en la puerta de la habitación aguantándose en el marco de la puerta sacando el culito para que facilitarme la penetración por delante, en la cama a cuatro patas y podemos acabar en la ducha con ella arrodillada corriéndome en su boca, labios, cara y tetas sacándome hasta la última gota de leche saboreándola con su lengua, como no voy a estar perdidamente enamorado de Judit, si parece que su cabeza solo piensa en cosas para hacerme feliz.

Y llegó el gran día de la boda acompañados de un montón de gente que no conocía de nada, eran compromisos de mis padres, pero sí que estaban las personas más cercanas a nosotros como la familia, mis amigos y amigas de Judit, mi hermana estaba encantada de haber organizado parte de aquella fiesta y lo estaba también con su novio el deportista, en el baile que ya íbamos todos un poco “chispaillos”” le pregunté a Elvira como le iba con su pareja y me dijo: Tiene un pollón que colma totalmente mis expectativas, ¿qué coño le iba a preguntar más?, ella era feliz pues ya está. Mis padres por supuesto nos hicieron unos buenos regalos, materiales claro, en un momento de la boda nos sentamos juntos con mis padres Judit y yo, para brindar por nosotros y mi padre me cogió del hombro…

MI PADRE: Estoy muy feliz de veros casados, pero me gustaría saber si tú Mark también te harás cargo cuando toque de mis otras cosas.

Yo sabía perfectamente que se estaba refiriendo a ser marqués el día que el faltara.

YO: Tú sabes que lo haré.

Movió la cabeza orgulloso y nos abrazamos. Después bailando con Judit agarrados.…

JUDIT: ¿A qué se refería tú padre con sus otras cosas cariño?

YO: Pues a que algún día serás marquesa mi amor.

Me miró encogiéndose de hombros.

JUDIT: Yo solo quiero estar contigo, quererte y que me quieras.

Apoyó su cara en mi cuello besándomelo y seguimos bailando lentamente.

Nos fuimos de viaje de luna de Miel de casi dos meses, primero por Europa, algunos países árabes, y acabamos las últimas dos semanas en una playa paradisiaca para descansar antes de volver a casa, allí estábamos cuando Judit que cada mañana repasaba en una tablet las noticias de nuestro país me llamó nerviosa, Mar había muerto en un accidente de tráfico según la noticia, era falso, realmente falleció en el Centro Psiquiátrico pero nunca supimos como fue, aunque se especuló sobre un posible suicidio que la familia nunca confirmó, me entristeció mucho, durante un tiempo de mi vida me ayudó y fue una persona importante, cometió errores pero acabar así, no sé, me quedé tocado.

Ya ha pasado un tiempo y Judit me está insinuando que podríamos tener nuestro primer hijo, ella esta ilusionada en tener una familia numerosa, bastante numerosa, a mi no me importa si el que se los “fabrica” soy yo, y una cosa os voy a prometer, mis hijas e hijos tendrán unos padres que los amaran, los cuidaran y los protegerán como unos padres tienen que hacer, no como yo que me enteré que tenía padres siendo adulto.

Pd: Judit sigue aumentando el número de disfraces, una vez a la semana seguimos teniendo nuestra tarde de jueguecitos.

FIN