El Refugio (23)

CAPITULO XV: Cosas de casa

CAPITULO XV: Cosas de casa”

Pasaba el tiempo y antes de que me diera cuenta estaba a punto de cumplirse el primer año de convivencia con Judit, quería hacer algo especial y le preparé una sorpresa, así que una noche en casa cenando.

YO: Sabes amor que la próxima semana será nuestro aniversario.

Me miró con cara extrañada.

YO: Ara un año que empezamos a vivir juntos.

JUDIT (riendo): Pero al principio no estaba cada día contigo.

YO: Es igual, a partir del primer día que hicimos el amor y te quedaste en el apartamento me convertiste en el hombre más feliz del mundo.

Dejó de comer y me miró humedeciéndose sus ojos.

JUDIT: Cariño después de eso te separé de mi casi tres semanas por mis inseguridades y te hice escoger entre Mar i yo, ¿no te acuerdas?, a lo mejor tendrías que contar a partir del reencuentro.

YO: No Judit, cuento desde el primer momento que estuvimos juntos, en esas semanas no pasó nada de lo que me tenga que arrepentir, te seguí queriendo, solo fue un bache como podemos tener en cualquier otro momento.

Se puso a llorar, acerqué la silla a su lado y la abracé, ella siguió llorando un poco y paró, le acaricié la cara y le miré a los ojos.

JUDIT: Todavía no entiendo cómo puedes estar con una tonta como yo.

YO: Porque te quiero y me encanta tú sensibilidad cariño.

Le hice cosquillas haciéndole reír.

YO: Te lo decía para que el viernes de la semana que viene te vistas bien bonita para celebrarlo, te puedes coger los días que te hagan falta del trabajo para prepararte, yo firmaré para que él jefe no se enfade contigo.

Me dio un golpe en un brazo riendo.

La siguiente semana le hice una visita a mis padres para hablar de diferentes cosas, ella solo desapareció una tarde con el guardaespaldas para comprarse ropa, y todo el viernes que quedó con su hermana no viéndoles el pelo a ninguna de las dos durante todo el día, se cambió en casa de Eva y me envió un mensaje.…

JUDIT: Yo ya estoy preparada, dime donde quieres que nos encontremos.”

YO: En casa cariño, dame media horita para cambiarme y nos encontramos aquí.”

Puntual como siempre llegó llamando a la puerta que se la abrió una de las chicas que había contratado esa noche como servicio.

CHICA: El señor le espera en el salón señorita.

JUDIT: Muchas gracias.

La chica desapareció y ella fue al salón abriendo las dos grandes puertas correderas que yo había dejado cerradas, llevaba un vestido largo de noche negro que le dejaba la espalda descubierta, le cubría las tetas con dos trozos de tela que se anudaban en el cuello, más sexi no podía estar la cabrona, los ojos se me salían de las orbitas, le decoré el salón con un montón de ramos de flores y unos de rosas rojas que hacían un pasillo, desde donde estaba ella hasta donde estaba yo vestido con un esmoquin, lo fue recorriendo lentamente, sin dejar de mirarme, con una sonrisa en la boca que ya me compensaba todo el tiempo perdido para organizar aquello, llegó parándose delante de mí, le cogí una mano.…

YO: Hola preciosa.

JUDIT: Hola mi amor.

Puse una rodilla en el suelo, levanté una mano enseñándole una cajita abierta que tenía dentro un anillo con un buen diamante, se puso una mano en la boca clavando los ojos en la caja, le empezaron a temblarle las manos y las piernas, cayéndole unas lagrimas que le jodieron el maquillaje.…

YO: Judit, ¿quieres aceptar este anillo para comprometerte conmigo?

Intentaba hablar y no le salían las palabras, yo ya era consciente que ese momento para ella significaba mucho, pero es que no me podía aguantar la risa, así que levanté una ceja esperando que dijera algo, acabó aceptando moviendo la cabeza de arriba abajo varias veces, saqué el anillo de la cajita y se lo intenté poner en el dedo, estaba tan nerviosa que los dedos le iban locos para arriba y para abajo sin poder acertar para ponérselo, se me acabó escapando una risa, le cogí el dedo con la mano para que se estuviera quieto y le coloqué el anillo hasta el fondo poniéndome de pie, intentaba decirme algo con la cara muy emocionada sin dejar de caerle lagrimas que le habían dejado la cara hecha un mapa, acabó moviendo la cabeza de lado a lado y se me abrazó estrechándome entre sus brazos, colocando su carita en mi pecho dejándome el esmoquin lleno de pintura de su cara.…

YO: Cariño no te he oído decirme nada pero has dejado que te coloque el anillo en el dedo, eso quiere decir que estás comprometida conmigo para casarte y crear una familia.

Se lo dije para hacerla reír y a ella le cogió otra llantera que no había manera de que dejara de llorar, me quedé quieto esperando a ver si así se tranquilizaba un poco y lo fue haciendo, se separó y me miró a los ojos, nos besamos, se miró el anillo y volvió otra vez con un llanto exagerado colocando otra vez la cara en mi pecho, a mí aquello ya me parecía una cámara oculta, ¿cómo se podía llorar tanto en un momento tan feliz como aquel?

YO: Judit, te voy a quitar el anillo, que te debe de dar alguna alergia que no te deja parar de llorar cariño.

Se separó tapándoselo con la otra mano.

JUDIT (riendo): Y una mierda, me tendrás que cortar la mano si me lo quieres quitar.

Le acaricié la barbilla y nos besamos.

YO: Lávate un poquito la cara que la llevas hecha un mapa con tanto lloriqueo.

Entro al cuarto de baño del salón y se la lavó quitándose todo el maquillaje, le ofrecí mi brazo y la acompañé hasta el comedor.

Donde habían puesto una mesa redonda para los dos y salieron varias personas para servirnos la comida y el vino de esa noche, desapareciendo dejándonos en la intimidad, antes de empezar a comer se miró el anillo.

JUDIT: Es precioso Mark.

YO: Es un diamante que ha estado pasando entre generaciones de mujeres de mi familia, pertenecía a mi madre y ahora te pertenece a ti, y espero que algún día lo lleve la mujer de nuestro hijo.

Estaba a punto de volver a liarla llorando, levanté la copa de vino.

YO: No, no, vamos a brindar cariño, brindemos.

Se partió de risa y levantó su copa chocando con la mía, acabamos la cena tomando unos cafés y toda la gente contratada para el servicio se fue dejándonos en la intimidad, me miró riendo feliz.

JUDIT: ¿Me dejas hacer una cosa?

YO: Haz lo que quieras.

Se levantó y fue a buscar el móvil llamando a alguien.

JUDIT: ¿Eva?..., Escúchame, dejar lo que estéis haciendo y veniros para casa…, Que me da igual, quieres hacer lo que te digo coño…, Que no pasa nada, pero te necesito a mi lado en este momento.

Colgó, yo le hice una sonrisa de aprobación y al rato llamaron a la puerta, entraron y alucinaron viéndonos cómo íbamos vestidos, los acompañamos al salón y siguieron alucinando al verlo lleno de flores, Judit se abrazó a su hermana que ponía cara de no saber de lo que iba aquello, cuando se separó de sus brazos le enseñó el anillo, pegaron un grito sostenido las dos que Dani abrió los brazos sin saber a qué venía aquello.

YO: Es un anillo de compromiso.

DANI: Coño ya era hora tío.

Ellas seguían gritando.

YO: ¿Quieres un copazo?

DANI: Claro, vamos a prepararlos.

Ellas seguían gritando como dos locas, se sentaron en un sofá y Judit le ponía delante de los morros a Eva el anillo, esta se lo miraba como si fuera una criatura mitológica viva, que era un anillo hostia, como me costaba entender esas cosas, Eva cuando le hizo un estudio completo al anillo de su hermana se levantó, me abrazó felicitándome como si yo hubiera ganado Roland Garros o algo así.

Nos tomamos unas copas celebrándolo con las chicas que se les notaba la alegría por todos lados, entendí que Judit quisiera tener a su hermana en esos momentos en casa porque conmigo hubiera sido aburridísimo, se fueron a su casa aunque insistimos en que se quedaran a pasar la noche pero nos quisieron dejar solos.

Cuando cerramos la puerta cogí a Judit en brazos llevándola a la habitación, la dejé en el suelo, se me tiró al cuello besándome con pasión, yo le solté le vestido por el cuello dejándolo caer quedándose en tanga, ella me quitó la americana y el resto de la ropa a tirones y con prisas, me cogió del pelo de la cabeza y se estiró boca abajo llevándome la cabeza al culo que lo empecé a lamer y chupar por las nalgas quitándole el tanga, Judit levantó un poco el culo poniéndose una almohada debajo de la barriga y yo le ataqué el ojete chupándolo y lamiéndolo, ella gimió, seguí bajando hasta el chocho comiéndomelo del todo hasta estar a punto de hacerla correr…

JUDIT: Métemela Mark métemela por favor.

Con aquella vocecita me ponía loco, me cogí la polla y se la metí en el coño dándole golpes de caderas sin parar, ella levantaba la cabeza y abría la boca soltando gemidos y se corrió con un grito dejando caer la cabeza en la cama, se la saqué lentamente y ella me la cogió para apuntarla sobre el ojete sorprendiéndome.

YO: Espera amor, que hay que lubricarlo no seas bruta.

Me tiré saliva en la palma de una mano pasándosela para mojarlo, acerqué la punta y apreté para metérsela, se fue dilatando el agujerito alrededor del glande hasta que entró y se cerró por detrás, Judit me apoyaba una mano en la cintura apretándome para que la fuera metiendo más y no paró hasta tenerla toda dentro dejando ir el aire, no paraba de hablarme diciéndome que me moviera, después que se lo hiciera más fuerte, yo era escucharle aquella vocecita tan sensual y ponerme como una puta moto, me aguantaba con las manos en la cama, los brazos estirados y las caderas se movían locas para follarle aquel culito y correrme dentro, con ella dándole los últimos movimientos arriba y abajo para que le dejara dentro hasta la última gota de leche, me estiré a su lado besándola en los labios.

YO: ¿Y esto que ha sido?, no me lo esperaba.

JUDIT: Cariño voy hacer lo que haga falta para que no te aburras conmigo.

La miré con cariño besándole los labios porque me hizo gracia lo que me dijo, pero no sería la única sorpresa.

Los siguientes días Judit y Eva estaban como si les hubiera tocado la lotería de contentas por el compromiso, hasta Dani me dijo que ha ver si lo hacía más veces porque aquellos días Eva le había dado mucho sexo, Judit estaba radiante con una sonrisa que no se le borraba de la cara, quedamos el domingo para comer con mis padres y mi hermana con su pareja para celebrarlo en familia, mi padre nos preguntó si queríamos hacer una cena para presentarnos en sociedad como prometidos, me acordé de la cenita que habían hecho los padres de Mar y le dijimos que no hacía falta que si eso con la boda ya veríamos que pasaba, boda que en principio no habíamos pensado en fechas porque no teníamos prisas, nuestra idea era esperar un año y medio o dos.

Una tarde estaba en una reunión y recibí un mensaje de Judit.

“”Cuando salgas de la reunión y vengas para casa avísame por favor””

Lo hice y llegué a casa, dejé las cosas en el despacho y entré al salón quedándome de piedra con los ojos abiertos, Judit estaba en medio de pie con unas botas negras de cuero con taconazo, un tanga negro a conjunto con un corpiño que todavía le hacía más estrecha la cinturita y le tapaba justo los pezones dejando ver casi todas las tetas, para rematarlo una gorra negra también de cuero, el conjunto negro hacía que los ojos azules le resaltaran una barbaridad, cuando me iba a acercar, sacó una mano que tenía escondida en la espalda y llevaba un látigo de estos cortos que llevan varias tiras de cuero colgando, que parece que sirva para limpiar el polvo de los muebles, le sonreí y al acercarme ella sería me dio con el látigo en un brazo, solté un“”¡Hay!” afeminado.

JUDIT: Pero que mierda de “¡Hay!” es ese, se empezó a mover dándome la vuelta.

Y me dio otra vez en el otro brazo.

YO: ¡Hay!

JUDIT: Arrodíllate ahora mismo.

YO: ¿Eeeh?

Me dio en la espalda.

YO: ¡Hay!

Me arrodillé, ella pasaba por detrás de mí y se le escapaba la risa, yo todavía estaba alucinado de verla así.

JUDIT: Hoy hasta las doce de la noche harás lo que yo te diga, entendido.

YO: Pero cari.…

Me soltó un latigazo en el hombro.

YO: ¡Hay!

JUDIT: Tú te callas, solo respondes sí o no y punto, ¿lo has entendido?

Levantó el látigo de nuevo…

YO: Sí, sí, sí.

Dio un latigazo al aire mirándome fijamente.

JUDIT: Con un solo“sí es suficiente coño.

Yo se lo confirmaba con la cabeza.

JUDIT: Desnúdate.

Me empecé a quitar la ropa, pegó otro latigazo al aire más cerca.

JUDIT: Más rápido joder.

Me quedé en pelotas en un momento, ella intentaba estar seria pero se le escapaba alguna risilla de vez en cuando.

JUDIT: Muy bien levántate, va rápido, levántate.

Me puse de pie y ella me cogió por sorpresa con la mano la polla y los huevos.

JUDIT: Espero que hoy estés a la altura o te voy a quitar la piel a latigazos.

YO: ¿Eso lo has oído en alguna película?

Me apretó los huevos y me dejó medio doblado sin soltármelos.

JUDIT: Vas de graciosillo, ¿quieres ver cómo te arrastro por los huevos?

YO: No.

Me los soltó poniéndose detrás de mí.

JUDIT: Vamos, pasa para la habitación de una vez.

Llegamos y no sé cómo se lo había montado para que salieran dos barrotes enganchados entre el colchón y el cabecero, uno a cada lado con unas esposas cerradas al barrote y abiertas por el otro lado.

JUDIT: Vamos estírate boca arriba que te voy a esposar a la cama para hacer contigo lo que quiera.

Aquello me empezó a poner cachondo, cerró las esposas dejándome con los brazos abiertos, se subió en la cama sentándose encima de mí, se quitó la gorra moviendo la cabeza para que se le pusiera bien la melena de pelo y se quedó mirándome los ojos acariciándome la cara, de pronto reaccionó acordándose del papel que estaba haciendo, yo la estaba mirando medio riéndome porque me había dado cuenta del lapsus que había tenido, me cogió la cara apretándomela con una mano juntándome los labios dejándome cara de pajarito, me sonrió y me besó con pasión no pudiendo seguir haciéndose la dura, fue bajando besándome por el cuerpo hasta cogerme la polla con los labios y metérsela chupando con fuerza, se la iba metiendo por momentos cada vez más adentro hasta el final volviendo a subir, me hizo abrir las piernas metiendo una mano acariciándome los huevos y el culo, su boca seguía apretando mi polla, chupando y succionando teniéndome tenso del placer que conseguía proporcionarme, paró y se bajó de la cama quitándose el tanga, se volvió a subir sentándose encima de mi pecho poniéndomelo en la nariz para que lo oliera.

JUDIT: Ya sé que eres un marrano que te gusta oler las bragas de las chicas.

Me las apretaba contra la nariz, las apartó y subió el culo sentándose encima de mi boca tapándomela con el chichi.

JUDIT: Y comerte los coños también, cómete este bien comido guarro.

Saqué la lengua dándole algunos lametazos por todo el chichi, empezó a mover las caderas restregándomelo por toda la boca y parte de la cara dejándomelo todo mojado, se excitaba por momentos moviéndose más rápido empezando a gemir, se apartó, me besó los labios y me metió el tanga en la boca, aquello me puso burrísimo, se dio la vuelta dándome la espalda y se sentó encima de la polla metiéndosela cabalgándola a buen ritmo, yo por detrás veía como movía su culo y cuando se ponía un poco hacía delante como entraba y salía la polla del coño poniéndome a punto de reventar, se mojó un dedo, metió una mano en medio de mis piernas cogiéndome los huevos, estirando el dedo me metió la punta en el culo haciéndome dar un salto de lo tenso que me puso el cuerpo, movía sus caderas a buen ritmo, con el dedo me follaba el culo cada vez más profundamente, escupí el tanga y empezamos a gritar los dos a dúo, cada vez más fuerte, más fuerte, y nos corrimos pegando unos gritos enormes saliéndome leche por la punta de la polla que le llenaba el coño y caía resbalando por mis huevos parando en la sabana.

Al acabar intentábamos recuperar la respiración jadeando los dos que nos faltaba el aire, todavía estábamos en la misma posición sin movernos, lentamente se dejó caer en la cama poniéndose a mi lado, me dio un beso en la cara.

JUDIT: ¿Te ha gustado amor?

YO: Has estado increíble Judit.

Se puso a reír.

JUDIT: Te dejaré atado a la cama para tenerte para mí cuando quiera.

YO: Si me das de comer y beber, haz lo que quieras.

Se abrazó a mí apretándose contra mi cuerpo.

JUDIT: Es que eres un sol cariño.

YO: Claro que sí, ¿podrías soltarme por favor?

Levantó la cabeza mirándome la cara.

JUDIT: No.

YO: ¿Cómo qué no?

JUDIT: ¿Qué hora es cariño?

Miré por la habitación buscando un reloj, el despertador.

YO: Las diez y diez.

JUDIT: Pues hasta las doce eres mi juguete y no te suelto.

Respiré profundamente poniendo cara de pena, a ella se le escapaba la risa y apoyaba su cabeza en mi pecho, después de diez minutos.

JUDIT: ¿Tienes hambre cariño?

YO (dando pena): Sí cariño, mucha.

JUDIT: Te suelto si haces la cena en pelotas.

YO: Vale, acepto.

Buscó las llaves y abrió las esposas, yo me levanté y me fui a poner el bóxer.…

JUDIT: Eh, te he dicho en pelotas.

YO: Bueno mujer, déjame poner solo esto.

JUDIT: En pelotas o no jugamos más, y te advierto que te perderás cosas que te gustaran.

YO: Vaaale.

Fui a la cocina en pelotas a preparar alguna cosa para cenar y abrí una botella de vino, ella se duchó y se cambió poniéndose una camiseta para dormir y unas bragas, me hizo cenar desnudo y al acabar me preguntó la hora.

YO: Las once y veinticinco.

JUDIT: Pues ahora quiero el postre.

YO: ¿Qué quieres que te traiga de postre amor?

JUDIT: Quiero que te levantes y te pongas delante de mí.

Apartó la silla de la mesa para que me pudiera poner delante de ella, yo me colocaba pensando en el postre que se iba a tomar y la polla ya me estaba creciendo, abrió las piernas para que me pudiera colocar en medio y bien cerca, me miró a los ojos sonriendo a la vez que movía la cabeza para cogerme la picha con la boca y empezó a chupar la punta, de pronto avanzó la cabeza de golpe tragándosela toda, me apretó con los labios la base del tronco y la sacó lentamente, ya me la había puesto a punto de explotar, me la cogió con la mano y dejó caer lentamente un salivazo de su boca repartiéndolo a la vez que me hacía una paja apretándomela con fuerza, un calambrazo me recorrió el cuerpo tensándomelo, ella me miraba sonriendo feliz de tenerme así, se metió en la boca el glande succionando y por debajo seguía moviendo la mano haciéndome una pedazo de paja que me volvía loco, se la sacó de la boca un momento.

JUDIT: Córrete por favor, dale el postre a tú nena, dámelo cariño.

Y siguió con lo que estaba haciendo, lo que me hacía me encantaba pero que encima me hablara con aquello vocecita tan sexi me ponía perro, perro, no aguanté una mierda que le empecé a tirar leche dentro de la boquita sin que ella dejara de chupar tragando a la vez no dejando que se escapara ni una gota, cuando acabó seguía haciéndome una paja muy lenta y me miró a los ojos moviendo los labios tragándose y saboreando mi semen, la levanté de la silla la besé y la abracé, como podía hacerme tan feliz y perder tanto la cabeza por ella.

La siguiente semana se volvió a repetir el mensaje:

“”Cuando acabes avísame, ya sabes para qué””

Se me escapó una sonrisa en medio de la reunión pensando en las ganas que tenía de volver a casa, entré y estaba todo oscuro, abrí una luz, pasé por el despacho a dejar las cosas que llevaba de la reunión, encendí la luz del pasillo quitándome la chaqueta y la corbata y entré en el salón encendiendo las luces, dejé la ropa encima de un sillón y giré la vista quedándome otra vez helado, Judit estaba de rodillas con los pies cruzados y sentada encima de ellos con la cabeza baja que no le veía la cara, las manos atadas detrás con una cinta de cuero y solo vestida con unas braguitas que sabía que a mí me ponían muy tonto, levantó lentamente la cabeza mirándome a los ojos seria.

JUDIT: Hoy soy yo tú sumisa hasta las doce de la noche, haz lo que quieras, no hablaré si tú no me lo ordenas.

Dioooos, ver aquella mujer así, ofreciéndose de aquella manera me puso la polla tiesa sin tocarla, me quité los zapatos y calcetines, me acerqué a ella poniéndole dos dedos debajo de la barbilla levantándole la cara para que me mirara, me bajé la cremallera del pantalón lentamente, ella tenía la vista fija en mis movimientos, metí una mano dentro de la bragueta y me saqué la polla tiesa, la cogí por detrás de la cabeza y le fui acercando la polla a la boca, ella abrió los labios rodeando la punta y yo no paré de metérsela despacio hasta que desapareció entera dentro de su boquita, apretaba sus labios alrededor y succionaba dándome un gusto de la hostia, se ponía colorada de no poder respirar pero la tía seguía sin hacer el más mínimo gesto de sacársela, la saqué yo llena de saliva y ella tosió respirando profundamente cogiendo aire.

YO: Cariño si te vas a ahogar puedes parar para recuperarte.

JUDIT: Si no me dices nada prefiero morir antes de dejar de darte placer.

Me decía aquellas cosas y me sacaba de mis casillas, la cogí en brazos y la llevé al sofá dejándola encima, me quité la ropa y le solté las manos estirándome encima de ella, la besé con pasión y ella me cruzaba sus bracitos por mi cuello, la besé, chupé y lamí por todos lados, la cara, el cuello, los hombros, le di la vuelta y la espalda, el culo por encima de aquellas braguitas que me revolucionaban, le daba otra vez la vuelta, las tetas, la barriga y el coño por encima de las bragas metiéndole la nariz en medio de las piernas para olérselo, sabía que ella se me había ofrecido sin restricciones y hacía lo que me apetecía pensando solo en mí, se lo comí por encima de la tela, ella intentaba no reírse de verme de aquella manera, le estiré de las bragas arrancándoselas y le comí el culo por las nalgas y por el medio de ellas sin dejarle un trocito sin chupar o lamer, cogí otra vez la cinta de cuero, la puse arrodillada encima de la alfombra delante del sofá y le até las manos en la espalda, puse un cojín delante de ella y la empujé suave para que pusiera la cabeza encima con el culo levantado, le separé un poco las piernas y le metí la polla lo más profundo que pude dentro de su coño, ella pegó un grito cerrando los ojos y yo empujaba con mis caderas con toda la fuerza que podía, me mojé un dedo y se lo metí un poco en el culito lubricándolo y dilatándolo sin parar de penetrarla, estaba excitadísimo…

YO: Háblame cariño, dime algo.

JUDIT: Fóllame fuerte amor, párteme por la mitad, que me corro, sigue.

Me hizo enloquecer totalmente moviendo mis caderas adelante y atrás a todo lo que podía chocando contra su cuerpo con unos golpes terribles, pegó un grito corriéndose, aguanté un poco más esperando que ella acabara el orgasmo y le dejé ir un primer lechazo en el coño gritando, un segundo y tercero, le saqué el dedo del culo y la polla del coño metiéndosela rápidamente en el culo para acabar de correrme, llenándole los dos agujeros sin parar de moverme hasta que noté que perdía fuerza la picha deshinchándose, me estiré a su lado mirándole la cara.

YO: Lo siento cariño, he perdido la cabeza.

JUDIT: Soy tú sumisa y puedes hacer lo que quieras, no tienes que disculparte de nada.

Le ayudé a levantarse, le desaté las manos y nos fuimos a duchar, una vez secos la llevé a la cama, me estiré boca arriba con las piernas abiertas.

YO: Quiero que me lo comas todo por esta zona.

Señalándole la parte “central” de mi cuerpo, ella se subió a la cama y puso sus labios en uno de mis muslos subiendo poco a poco, llegó a los huevos chupándolos y lamiéndolos, apoyé los talones en la cama doblando las rodillas para levantar esa parte y que ella pudiera trabajar con su boca como quisiera, se metió un huevo en la boca chupándolo, luego el otro, subió cogiéndome la polla con la boca chupándola de arriba hasta abajo varias veces, se levantó y me hizo girar para abrirme las nalgas y poner su boca chupándome en medio de la raja bajando hasta el ojete chupándomelo y pasándole la lengua, me hizo gemir de la excitación, puso sus manos debajo de mis caderas para que las levantara quedándome apoyado con las rodillas en la cama y el culo en pompa, me lamió el ojete bajando sin despegar la lengua de la piel para hacerlo luego con los huevos y volver a subir, me lo estaba comiendo todo y a conciencia, me di la vuelta y me relajé mientras ella se entretenía con mi polla flácida que se estaba recuperando de la corrida anterior, la besaba, le pasaba la lengua por encima, por abajo y por los lados, se metió la punta en la boca pasándole la lengua y chupándola con delicadeza, todo muy despacio consiguiendo que fuera cobrando vida de nuevo, me puse a un lado de la cama…

YO: Ven cariño, estírate aquí en medio.

Se colocó en medio de la cama boca arriba y le abrí las piernas, le cogí una mano y se la puse en el chichi, acerqué mi boca a su oído y le susurré.

YO: Quiero que te hagas una paja para mí.

Ella me miró a los ojos y yo le di un beso en los labios, abrió todo lo que pudo las piernas clavando los talones en la cama y empezó a tocarse el coño despacio, le pasaba la lengua por encima de los pezones y ella jadeaba empezando a gemir, sus deditos frotaban en círculos el clítoris y se escuchaba el ruidito con el contacto con la humedad que iba en aumento igual que la velocidad con la que movía sus dedos, se le ponía la cara colorada subiéndole el calor, jadeando me miró avisándome que se corría, abrió la boca tirando la cabeza para atrás corriéndose, cerrando las piernas con su mano en medio.…

YO: No pares amor, sigue, quiero que lo hagas otra vez.

Me miró extrañada pero al verme sonriéndole me sonrió ella también y volvió a abrir las piernas despacio, se acariciaba por fuera lentamente esperando que el chichi no estuviera tan sensible y volvió a tocarse cerrando los ojos dando un gritito de la impresión, fue acelerando con dos dedos frotándose el clítoris, los bajó y se los metió en el coño frotando con el resto de la mano el chocho, se follaba con los dedos cada vez más rápido abriendo la boca a la vez que le subía el orgasmo, corriéndose otra vez con la boca muy abierta cerrando los ojos, en esos momentos tenía la polla otra vez a tope y me estaba haciendo una paja lenta…

YO: Otra vez.

Miró como me estaba haciendo la paja y empezó de nuevo a tocarse, tenía el chichi totalmente empapado, se frotaba con toda la mano arriba y abajo moviendo las piernas, me miró la polla y me miró a mí, me arrodillé en la cama y le puse el cipote encima de sus labios que los abrió metiéndosela chupando fuerte, con una mano se masturbaba ella y con la otra me acariciaba los huevos mientras se metía la polla profundamente en la garganta volviéndola a sacar, cuando vi que estaba excitada a punto de correrse con los dos dedos otra vez follándose, se la saqué siguiendo con mi paja delante de su boca, se corrió por tercera vez gritando una barbaridad y abrió la boca esperando que me corriera dentro de ella, aceleré mi paja descontrolado perdido y acabé corriéndome con su boca a dos dedos de la punta de mi polla, tirándole los lechazos donde iban a parar, algunos dentro, otros fuera, por los labios, la cara, el pelo, los ojos se me salían de las orbitas de verlo, la cabrona sabía cómo excitarme y sacaba la lengua tocándose con la punta el semen que tenía en el labio, me acarició la cara sonriendo satisfecha, se levantó a lavarse la cara y yo me estiré recuperándome, cuando volvió se puso a mi lado…

JUDIT: Mi amo quiere algo más o ¿voy a hacer la cena?

YO: Tú amo quiere que te estires a su lado y le abraces.

Se le escapó una risa y se colocó acurrucada a mí pasándome los brazos alrededor, le puse una mano en la espalda y la apreté contra mí. Le ayudé después de la ducha a hacer la cena y aquella noche dormimos como angelitos.

Aquella semana fuimos con Dani al Refugio a tomar unas cervezas una tarde que las chicas salían juntas, después de la segunda cerveza.…

DANI: No te puedes imaginar cómo está Eva últimamente.

YO: ¿Le pasa algo?

DANI: ¿Algo?, el otro día llego a casa y me estaba esperando vestida de dómina con un látigo en la mano, me puso a caldo a latigazos y luego me folló como una bestia.

Yo me empecé a descojonar de risa.

DANI: Calla, calla, que otro día me la encuentro arrodillada con las manos atadas diciéndome que era mi sumisa, me volvió loco, estamos follando como nunca chaval.

Yo seguía muriéndome de risa.

DANI: ¿Quieres decir que es para reírse tanto tío?

YO (sin poder parar de reír): Es que he visto que ha sido una estrategia de hermanas, a mí Judit me ha hecho exactamente lo mismo.

Chocamos las manos y seguimos muriéndonos de risa.