El Refugio (18)
CAPITULO IX: Inversiones no esperadas - CAPITULO X: La vida de la nobleza
CAPITULO IX: “Inversiones no esperadas”
Después de un mes las cosas seguían más o menos igual, Dani vivía en un pequeño apartamento para no molestar a Eva, su relación en la empresa era fluida incluso yo diría que poco a poco la estaba volviendo a conquistar, estaba más detallista y Eva a veces lo miraba con ojitos, yo por mi parte estaba tranquilo pero no podía dejar de pensar en Mar, lo llevaba mejor pero siempre la tenía presente, una tarde me llamó Dani.
DANI: ¿Podemos quedar dentro de un rato para tomar unas cervezas?
YO: Claro hombre, ¿quedamos en el Refugio?
Me quedé sorprendido de haber pensado en el Refugio sabiendo que estaba cerrado.
DANI: Tío que se te va la bola, ¿estás bien?
YO: Sí que estoy bien, no sé porque me ha venido a la cabeza, escucha te paso a buscar y vamos a ver como está, a lo mejor lo ha abierto alguien.
Quedamos a una hora y lo fui a buscar pasando por la puerta, paré y tenía un letrero puesto con el nombre de una inmobiliaria y un número de teléfono, miré fijamente a Dani.
DANI: Hoy estás fatal tío, ¿por qué coño me miras así?
Saqué el móvil de bolsillo y marqué el teléfono de la inmobiliaria.
YO: Hola que tal, estaría interesado en un bar que pone El Refugio, no, no hace falta que lo vea, ya lo conozco, vale, deme la dirección por favor y mañana por la mañana pasaré a visitarles.
Colgué y Dani me miraba levantando las cejas.
DANI: Estás fatal tío, ¿de verdad que te vas a interesar por el bar?
Levanté un hombro apretando los labios y fuimos a tomar las cervezas.
Al día siguiente llegué a la oficina al medio día, le pregunté a Eva si sabía dónde estaba Dani.
EVA: Mi marido nunca se sabe donde puede estar, ya lo sabes.
Eso de mi marido me sonó a buen rollo, me acerqué a ella para hablarle en la intimidad.
YO: Cuando le vas a dar un poquito de bola.
EVA (riendo): Estoy a punto pero quiero que sufra un poquito más.
YO: Qué malas que sois cuando os da la gana.
En ese momento entraba Dani.
DANI (riendo): ¿Cómo estáis socios?
Se sentó a nuestro lado y Eva le puso la mano por encima del hombro.
YO: Te veo contento hoy.
DANI: Cómo no voy a estar contento si todavía estoy casado con una mujer como Eva.
Se miraron los dos a los ojos riendo.
DANI: Solo falta que me acepte una cenita un día de estos y la felicidad será completa.
EVA: Mira, si te portas bien hoy igual esta noche podía ser.
Rieron los dos como adolescentes enamorados.
DANI: ¿Y tú qué dices Mark?
YO: Que El Refugio es mío.
LOS DOS: ¿Cómo?
YO: Pues eso, esta mañana he firmado los papeles y lo he comprado, solo falta pasar por el notario para el cambio de nombre.
DANI: Pero tú que sabes de bares.
YO: No tengo ni puta idea.
Eva se descojonaba de risa.
DANI: Y como coño piensas hacerlo tío.
YO: Primero vas a trabajar tú, buscando un buen arquitecto para que me haga los planos del local, después me buscarás un buen interiorista para dejarlo como nuevo sin perder la esencia que tenía, me diseñaras donde poner todas las cositas que tenemos nosotros y las harás instalar, el mismo Refugio de siempre pero más nuevo y moderno.
Eva no paraba de reír mirando la cara de Dani.
DANI: ¿Y estarás tú al frente del bar?
YO: No, buscaré un buen profesional que lo lleve, y ahí entrara el trabajo de Eva.
A Eva se le paró la risa de golpe mirándome asustada.
YO: Eva bailara cada noche en una barra americana.
EVA: ¿Queeeé?
Ahora era Dani quien se moría de risa.
YO: No tonta, tú revisaras las cuentas para que no me la enchufen por el culo.
EVA: Si hombre, ¿por amor al arte?
YO: Nooo, por todas las copas gratis que queráis tú marido y tú.
Nos descojonamos de risa los tres.
A los pocos días fuimos a visitar mi nueva adquisición para empezar a planificar los cambios que queríamos hacer, que no eran tantos, me gustaba la distribución y la madera por todas partes, solo quería que fuera algo más moderno y más nuevo.
Otro día me llamó Marta para decirme que la instalación que le habíamos hecho en su casa le estaba fallando, le dije que pasaría Dani que era el técnico a mirárselo y me insistió que pasara primero yo, eso ya me hizo sospechar, llegué a su casa y me salió a recibir con un batín de seda, me hizo entrar y sin decir palabra se quitó el batín enseñándome una combinación de sujetador y bragas mirándome a los ojos, la besé levantándola del suelo llevándola al sofá sobándole las tetas, le agarré las bragas arrancándoselas metiendo la cabeza en medio comiéndole el conejito, durante el tiempo suficiente para que se corriera tres o cuatro veces sin parar de apretarme la cabeza contra su chichi, se sentó y yo de pie le metí la polla en la boca sujetándole la cabeza por el pelo, empecé a profundizar y ella me miró con ojos de pena pero ya me tenía tan caliente que no estaba para nada, se la metí hasta el fondo, se puso roja y se la saqué un poco para respirara, la volví a meter hasta que toco con sus labios mi pubis dando alguna arcada ahogándose, apoyando sus manos en mis muslos intentando separarse, le dejé que respirara un momento y otra vez adentro metiéndola y sacándola follándole la boca hasta correrme, viendo como la leche se le salía de la boca por los lados de los labios, cayéndole encima de las tetazas que tenía y al suelo, ella se tiró para atrás apoyando la espalda en el sofá mirándome con los labios y parte de la cara llena de semen, yo me subí los pantalones y me puse la americana…
YO: Si te vuelve a fallar la instalación me llamas.
Ella me miró sacando la lengua relamiéndose los labios, fueron las únicas palabras que dijimos desde que llegué hasta que me fui, fue la cosa más salvaje que había hecho nunca y me gustó.
Al llegar a la oficina me senté al lado de Eva.
EVA: ¿Ya has ido a ver qué pasa en la casa de tú amiga?, Dani está pendiente por si tiene que ir él.
YO: A mi amiga le fallaba otra instalación no la que le hicimos nosotros.
Se puso las manos en la boca riendo, se acercó para que nadie más la oyera.
EVA: ¿Te la has follado en su casa?
YO: Eso ya lo hice hace tiempo, hoy ha sido guarro guarro.
Me miró sorprendida preguntándome con la mirada.
YO: No te importa, me voy a comer.
Me levanté y empecé a caminar, ella cogió el bolso y salió detrás de mí corriendo cogiéndome del brazo.
EVA (riendo): Va, no seas malo y cuéntamelo, dime las marranadas que le has hecho.
En ese momento entraba Dani, Eva lo cogió también del brazo.
EVA: Vamos a comer que Mark nos tiene que explicar unas cositas.
DANI: Y la instalación de tu amiga Marta.
EVA (riendo): Que a su amiga Marta lo que le fallaba es la instalación del chichi y Mark ya se la ha arreglado, pero no me lo quiere explicar.
DANI: ¿Cómo que no?, Mark hombre.
YO (riendo): No.
DANI: Al menos dinos si has tenido que pringar mucho.
YO (riendo): La que ha quedado bien pringada ha sido ella.
EVA: Que guarro tío.
DANI: Por favor, explícanos como ha sido.
YO: No, invitarme a comer y después ya veremos.
Salimos los tres riendo del edificio y todo parecía volver a la normalidad. A las pocas semanas estábamos llamando a todos los conocidos que teníamos su número, para avisarles del día de la inauguración del Refugio, contacté con Pepi la chica que entró de camarera con Mar y le ofrecí un buen sueldo por llevar el local, ella se cuidó de buscar a una amiga suya para que la ayudara, juntamos un montón de gente, contraté un grupo para que fuera tocando en directo y liamos una buena fiesta totalmente gratis para los clientes.
Volvimos con Dani a tener nuestro Refugio para hablar, jugar a los dardos y tomar cervezas, pero esta vez gratis, al menos para él, yo había pagado un montón de cervezas comprándolo.
CAPITULO X: “La vida de la nobleza”
Dani y Eva volvieron a unirse y yo me fui apartando de nuevo, él Refugio funcionaba otra vez como lo recordábamos y mi vida parecía estar equilibrada, me llamó mi hermana para citarme un día a comer con ella y su pareja, a esas alturas ya había convencido a mi padre para que le cediera un palacete de la familia para vivir con una amiga, en realidad con su novia pero claro cualquiera se lo decía al viejo, lo habían arreglado y estaban muy bien allí fuera de las miradas indiscretas, estábamos comiendo con una copa de vino cada uno y mi hermana dio un trago.
ELVIRA: ¿Y tú hermanito como llevas los amores?
JESICA: Seguro que bien por la cara de felicidad que tiene.
YO: Bien, no me puedo quejar, pero de amores nada, un saltito por aquí y otro por allá.
JESICA: Bueno, si eres feliz así.
ELVIRA: Lo que pasa es que su amor no sabe dónde está.
JESICA: ¿Cómo?
ELVIRA: Está enamoradísimo de una chica que se fue y no sabe dónde está, tenías de haber visto los ojitos que se le ponían cuando la veía.
JESICA: ¿Pero porque no vas a buscarla?, podríamos investigar y seguro que sabríamos donde está.
YO: No, lo he pensado mil veces, contratar a un detective para que la buscara, pero la manera de despedirse de mí, buff, quiero dejarla tranquila y que sea ella la que dé señales de vida si quiere darlas, ya es mayorcita.
Mi hermana se dio cuenta que me estaba entristeciendo.
ELVIRA: Te he invitado a comer por tres cosas.
YO: A sí, dime.
ELVIRA: Primera, para que nos hagas un presupuesto para modernizar esta casa en general y poner una alarma para estar más seguras. Segunda, decirte que el domingo nos esperan en su casa los “papis” para comer y comunicarnos algo. Y tercera para que te folles a Jésica que tiene ganas de estar contigo.
YO: La primera cuenta con ello bastante rápido, la segunda ya me está dando miedo lo que nos tenga que decir el marqués, y la tercera, ¿pero vosotras no sois pareja coño?
Se cogieron de la mano.
ELVIRA: Claro que somos pareja pero siempre pescado nos aburre y de tanto en tanto también nos gusta comer algo de carne, cuando podemos vamos a la casa de la playa y Joss tiene carne para las dos de sobra.
YO: ¿Joss?
JESICA: El chico de la piscina.
YO: ¿Y por qué no vais?
JESICA: Porque una semana por una cosa y otra por otra no hemos tenido tiempo para hacerlo.
ELVIRA: Y que mejor que tú que ella te conoce y sabe que la vas a dejar bien.
No me dejaron ni tomar café que ya me estaban quitando la ropa llevándome a su habitación, mi hermana se apartó y me dejó con Jésica que me acabó de desnudar y se metió mi polla en la boca pegándole unas chupadas impresionantes, Elvira se sentó en un sillón levantándose la falda apartándose las bragas metiéndose en el coño un par de dedos haciéndose una paja, su pareja estaba totalmente concentrada en lo suyo metiéndosela hasta casi el fondo, sacándola, pegando una succiones que me levantaban los pies del suelo, pero cuando vio a Elvira no se pudo aguantar y se fue para ella cambiando mi rabo por su higo, estaba arrodillada levantando el culo comiéndoselo con ganas por los gritos que daba Elvira, yo se la metí en el coño con un golpe de caderas, follando al ritmo que a ellas las veía excitadas intentando que llegáramos todos a la vez, al final fuimos cayendo en cascada, primero Elvira, después Jésica y yo acabé llenándole el chocho de leche, me puse el pantalón y ellas se estiraron en la cama abrazadas, mientras me acababa de vestir y salía de su habitación.
YO: Muy bien chicas, que seáis felices yo me voy.
Caminaba por el pasillo y escuchaba a mi hermana levantando la voz.
ELVIRA: Acuérdate de la comida del domingo.
Llegó el domingo, entré en casa de mis padres y no había nadie ni en la sala de estar ni en el comedor, vi a mi hermana en el jardín sentada y fui con ella.
ELVIRA: Parece que hemos llegado pronto, se están cambiando de ropa.
YO: Joder, en esta casa las tradiciones no cambian coño.
ELVIRA: Ya los conoces, sabes que he estado a punto de venir con Jésica, lástima que se ha negado, creo que todavía no está preparada.
YO: No me jodas, ¿Se la habrías presentado como tú pareja?
ELVIRA: Esa era la idea, para demostrarle a Jésica que la quiero, pero ella no lo veía claro.
YO: Madre de Dios Elvira, ¿tú sabes la que hubieras liado?, aquí comienza la tercera guerra mundial nena.
ELVIRA: Pues un día u otro se tendrán que enterar ¿no?
En esos momentos salían mis padres a la terraza, nos saludamos y entramos al comedor, nos fueron sirviendo los platos, mi padre no paraba de hablar de sus cosas y mi madre callada como siempre.…
MI PADRE: Mark, ¿te acuerdas de un día que estuvimos comiendo juntos que te hablé de un conde que le había dado un ictus?
Ostia, pregunta de examen, la verdad es que no me acordaba en absoluto, cuando mi viejo empezaba con sus cosas yo siempre desconectaba y no me enteraba de nada de lo que me decía.
YO: Debe de hacer tiempo de eso porque me acuerdo muy vagamente.
MI PADRE: Pues parece que se encuentra mejor y quiere hacer una gran cena para celebrarlo.
ELVIRA (sarcástica): Que bien no.
MI PADRE: Os lo digo porque tendremos que ir toda la familia.
ELVIRA: No papá por favor, si no los conocemos de nada.
Mi hermana y yo nos habíamos quedado muy al margen de esas cosas, pero mis padres de tanto en tanto iban a cenas con gente con títulos nobiliarios que se reunían en diferentes puntos del país para hablar de sus cosas o hacer sociedad, qué sé yo para qué coño se reunía esa gente, por qué se aburrían seguramente.
YO: Mejor vais vosotros solos, y cuando volváis ya nos contaréis como ha ido.
MI PADRE: Os lo estoy diciendo para que os hagáis a la idea, a esta cena se tiene que ir, será un fin de semana fuera nada más.
ELVIRA: Pues yo iré con una amiga.
Mis padres se la miraron los dos a la vez, Elvira seguía comiendo como si tal cosa.
MI PADRE: ¿Es necesario?
ELVIRA: Si no va ella no iré yo.
Creo que mi padre lo captó a la primera y mi madre también, porque se santiguó unas cuantas veces.
MI PADRE: Está bien, ya hablaremos, y tú Mark ¿vas a venir con alguien también?
YO: No, yo vendré solo, pasarme el lugar y la hora, saldré el mismo sábado para llegar justo a tiempo de la cena y volver el domingo a primera hora que tengo mucho trabajo.
ELVIRA: Nosotras iremos con Mark.
MI PADRE: Pues de acuerdo, ya sois mayores y supongo que no vale la pena discutir con vosotros.
Así quedamos, yo seguí con mi vida, durante aquella semana recibí un mensaje de Marta.
MARTA: Hola, mañana a las diez podrías venir a revisar una cañería que creo que no funciona bien.”
En ese momento estaba junto a Eva en la oficina y se lo enseñé, la tía se moría de risa, me cogió el teléfono y contestó ella.
No te preocupes que mañana te desatasco lo que haga falta, un beso”
YO: ¿Pero qué haces tía?
EVA (riendo): ¿Qué pasa?, le he contestado bien ¿no?
YO (riendo): Ha sobrado lo del beso.
Tuve que aguantar las bromitas de ella y de Dani durante todo el día.
A las diez en punto llamaba a la puerta de Marta, volvió a abrirme tapada con el batín pero esta vez lo dejó caer y estaba totalmente desnuda, me quité la ropa delante de ella dejándola en el suelo allí mismo en la entrada, me acerqué a ella y sin decirle nada se arrodilló metiéndose la polla en la boca, chupando por la punta y poco a poco se la fue metiendo más profundamente hasta hacerla desaparecer dentro, fácil porque todavía no estaba tiesa del todo, cada vez que se la sacaba le costaba más volverla a meter hasta el fondo porque había crecido un poco más, cuando ya la tenía que no me podía crecer más no podía metérsela toda faltándole un par de dedos, lo intentaba pero no acababa de conseguirlo, le agarré el pelo y sin esperárselo apreté su cabeza contra mi polla haciéndole que le llegara hasta la garganta, tocando con sus labios mi vello púbico casi ahogándola, estiré del pelo sacándosela un poco para que respirara y se la volví a meter hasta que le dieron un par de arcadas, pensaba que iba a sacar hasta la papilla, se la saqué un poco y me dejó la polla llena de saliva y babas que le colgaban de la boca, mirándome con una cara que se notaba que estaba muy caliente.
Me la cogió con la mano pajeándola distribuyéndome las babas por todo el cipote, la levanté dándole la vuelta cogiéndole con una mano las dos suyas por la espalda, me acerqué tocándole con mi polla tiesa el culito besándole el cuello, ella giraba la cabeza para atrás para facilitármelo, le pasé la mano que me quedaba suelta por las tetas, acariciándoselas para ponerle los pezones duros y jugar un poco con ellos escuchando sus primeros suspiros y jadeos, le fui bajando la mano y le metí en la rajita del coño un par de dedos, frotando desde arriba hasta el agujero de la vagina, estaba muy mojada y cuanto más le frotaba más se iba empapando, hasta ese momento ni nos habíamos dado los buenos días, todo pasaba en silencio.
YO: Llévame a una habitación que vamos a acabar con esto.
Empezó a caminar y me llevó al mismo sitio que la vez pasada sin dejar de sujetarle las manos por la espalda, caminaba como si fuera un detenido de la policía, al llegar al lado de la cama la empujé y la tiré encima de cara, le di la vuelta y me metí en medio de sus piernas pegándole el primer lametazo de la mañana en el coño, le hizo que el cuerpo se le levantara pegando un grito, fui jugando con mi lengua pasándosela de arriba abajo y al contrario, excitándola cada vez más hasta entretenerme en el clítoris muy hinchado, chupándoselo y lamiéndoselo para hacer que se corriera la primera vez, soltando unos gritos terribles volviendo a empezar con suavidad, se acabó corriendo varias veces, le di la vuelta dejándola boca abajo, me senté encima de sus piernas mojándome la mano con saliva pasándosela por el ojete del culo para lubricarlo, provocando que tensara todo el cuerpo.
MARTA (nerviosa): Mark, ¿qué haces?
YO: ¿Alguien te ha dado permiso para hablar?, pues cállate.
Le metí la punta de un dedo.
MARTA: Pero qué coño.…
Apreté y le metí el dedo hasta la mitad, dio un grito y se quedó callada, porque se dio cuenta que cada vez que abriera la boca se lo iba a meter más adentro, poco a poco se lo fui dilatando hasta meterle el dedo entero dando círculos, dejé caer un salivazo directamente de mi boca en el agujero y aproveché una de las salidas del dedo para juntar otro y meterle dos, volvió a tensar el cuerpo pero no se atrevió a decir nada, jugué un poco con los dedos dentro, los saqué y apunté la punta de la polla metiéndole el capullo dentro, gritó y agarró con fuerza las sabanas con sus manos, le besé el cuello metiéndole la mitad y cuando soltaba el aire de otro grito se la metí entera restregando despacio mi pubis sobre su culito, le abrí con una mano una nalga metiéndosela un poco más, ella daba pequeños gritos con los ojos cerrados y la boca entreabierta, me fui acelerando excitado acabando dando golpes con mi cuerpo en su culo, corriéndome como una bestia dejándole el culo lleno de leche, me estiré a su lado, le di un beso en la espalda y ella me miro con una sonrisilla, me levanté y me fui a buscar mi ropa en la entrada para vestirme y largarme, justo antes de abrir la puerta, apareció Marta.
MARTA: Hemos quedado con mi marido en invitarte un día a cenar para agradecerte la instalación que nos has hecho.
YO: Dime el día y la hora y vendré.
Me sonrió otra vez y me fui, me estaba empezando a gustar ese rol de dominante y la actitud que tenía Marta en nuestras relaciones de sumisa calladita.
El jueves por la tarde Marta me envió otro mensaje.
MARTA: Mañana a las nueve te va bien venir a casa a cenar”
Eva estaba a mi lado en la oficina y al verme la cara me preguntó qué pasaba, le dije que era Marta, bajó la voz para que nadie la oyera.
EVA: ¿Otra vez tiene la cañería atascada?
Me dio un ataque de risa y casi sin poder hablar le expliqué que me invitaban a cenar ella y su marido. Le confirmé la cena a Marta.
Para ir a cenar me puse un tejano con una camiseta y un calzado cómodo, pero conociendo a esta gente de la alta sociedad, me acabé poniendo por encima una americana para parecer más elegante, cuando llegué me abrió la puerta una chica del servicio, nunca había visto servicio en su casa, supongo que Marta se cuidaba de estar sola cuando hacíamos nuestras cosas, me acompañó dentro donde me esperaban Marta y su marido, ella se levantó dándome la mano y dos besos presentándome a su pareja, Mario, era un hombre bajito y más bien feúcho para mi gusto, cuando dijimos las cuatro palabras de cortesía típicas de cuando te presentan a alguien…
MARTA: Mario, enséñale tú despacho que voy a hablar con la cocinera a ver cuánto nos queda para cenar.
Yo estaba pensando cómo podía Marta con lo buena que estaba compartir su vida con un tipo como aquel, cuando Mario en su despacho me dijo que tenía dos empresas enormes que funcionaban muy bien puede entender que a lo mejor el amor lo había conseguido por esta parte, aprovechó para decirme que estaba a punto de comenzar unas reformas en las oficinas y que me llamaría para que le hiciera un presupuesto para modernizarlas, pensé que las obras de su casa las iba a cobrar dos veces, una vez ya pagadas por su suegro y otra que iba a cobrar del recargo que le iba a meter en el presupuesto de sus oficinas, entró Marta.
MARTA: Mario, quédate aquí leyendo alguna cosa mientras le enseño a nuestro invitado la casa.
También pude entender que Marta se encontrara a gusto con nuestro juego haciendo de sumisa, porque con su marido hacía lo que le salía del higo, me fue enseñando la casa y llegamos en el piso de arriba a su habitación, al entrar cerré la puerta y giré el pestillo, ella me miró con los ojos abiertos y yo me bajé la cremallera del pantalón sacándome la polla, que la tenía ya tiesa de pensar en lo que le iba a hacer cuando llegáramos a su habitación, le cogí el pelo y ella misma ya agachó la cabeza para métesela en la boca sujetándola con la mano, chupándomela y pajeándomela a la vez, le di la vuelta y le apoyé el pecho encima del tocador, le levanté la falda del vestido bajándole las bragas por debajo del culo, me mojé una mano con saliva pasándosela por el coño comprobando que no hacía falta porque ya lo tenía mojado de sobras, se la metí dándole golpes con mis caderas a todo lo que podía hasta que se corrió tapándose la boca para no hacer ruido, se la saqué volviendo a cogerle el pelo, ella ya sabía que es lo que quería y se arrodilló, se la metí en la boca un par de veces profundamente y me hice una paja para correrme en su boca cerrando la mía con fuerza para no hacer ruido que parecía un cerdito gruñendo, cerró los labios poniéndose una mano para tapar la leche que le salía por los lados.
YO: Lávate esa boca o tú marido notará algo raro.
Se metió en el cuarto de baño mientras yo me subía la cremallera y me acomodaba la polla dentro del pantalón, salió subiéndose las bragas que todavía las llevaba por debajo del culo y salimos al pasillo, me llevó a una terraza que tenían en aquella planta y tomamos un poco el aire para bajarnos los colores de la cara, antes de volver con su marido en su despacho que al entrar nos miró.
MARTA: Hemos perdido un poco el tiempo en la terraza hablando de cuando éramos jóvenes, vamos a cenar chicos.
Nos fueron sirviendo la cena en una mesa que no le faltaba de nada, con un mantel largo que llegaba hasta el suelo, en medio de la cena…
MARIO: Le he dicho a Mark que le daré el proyecto de remodelación de las oficinas.
Lo miraba y noté un pie de Marta que me tocaba los cojones, bajé una mano y lo coloqué bien para que sintiera mi polla por encima del pantalón.
MARTA: Me parece muy bien, tendrías que ver lo bien que trabaja Mark y como sabe cumplir tus expectativas.
Mario miró el plato como no dándole importancia a las palabras de su mujer y a nosotros se nos escapaba una sonrisilla de complicidad, acabó la cena y me fui a casa a tomar una copa estirándome en el sofá con ropa cómoda, recibí un mensaje.
EVA: ¿Ya has acabado la cenita?”
YO: Sí, estoy en casa”
Me llamó en FaceTime y nos vimos las caras, ella estaba en la cama con Dani, me saludaron.…
EVA: ¿Cómo ha ido Mark?
YO: Muy bien y me van a dar más trabajo para remodelar unas oficinas.
DANI: Joder tío, es que no perdonas una para conseguir trabajo.
EVA (riendo): De joder me parece que hoy poco.
Cerré los ojos levantando las cejas.
YO: Bueeeno.
Los dos se alteraron.
EVA: ¿Pero qué dices, donde, como?
DANI: Va tío dilo que nos tienes en ascuas.
YO: Portaros bien y os lo explico otro día pervertidos.
EVA: Mark no seas cabr……
Cerré la comunicación dejándolos con las ganas.
Pasaron un par de semanas y recibí un mensaje de mi padre.
La cena de los condes será en tal sitio el sábado número cual a las ocho treinta de la tarde.”
Lo busqué en el ordenador y ese lugar estaba a tomar por culo perdido de la mano de Dios, pero como coño podían organizar una fiesta en semejante sitio, al momento me llamó mi hermana.
ELVIRA: ¿Pero tú has visto donde coño esta eso?
YO: Lo tengo en la pantalla Elvira, que asco de cena por favor, mira, reserva un hotel para esa noche lo más cerca posible, yo cogeré tres billetes de avión para la ciudad más cercana y alquilaré un coche para movernos.
Quedamos así, el mismo sábado al medio día estábamos cogiendo un avión los tres, llegamos en coche al hotel que había reservado mi hermana, comimos algo y descansamos en una suite que tenía dos habitaciones, antes de quedarme dormido pude oír a Jésica gemir, que cachondas que estaban siempre aquellas dos ostia, no paraban.
Nos vestimos con toda la parafernalia para ir a una cena de estas y salimos en coche con tiempo, porque teníamos dos horitas nada menos por unos caminos de montaña que parecía que nos acercábamos al fin del mundo, llegamos a la entrada de una propiedad con la verja abierta, unos hombres nos preguntaron los nombres para confirmarlos en una lista que tenían, entramos y conduje por un camino marcado por unas antorchas a los lados hasta ver un edificio que parecía una especie de castillo, más medieval no podía ser aquello joder.
YO: ¿Pero qué coño es esto?
ELVIRA: Hablé con papá, se ve que es una propiedad histórica de la familia.
YO: Me cago en la puta, y tan histórica, si parece que la máquina del tiempo nos ha transportado a la edad media, teníamos que haber venido en coche de caballos.
Jésica se tapaba la boca descojonándose de risa, al llegar nos abrieron las puertas del coche y salimos subiendo unas escaleras donde nos encontramos con mis padres, Elvira les presentó a su amiga y nos pusimos en una fila de gente que había para entrar, primero, solo pasar la puerta se hacía cola para que nos hicieran una foto en un fotocol que no me hizo puta gracia, por fin otra fila para entrar en el salón principal donde estaba la familia, esta fila era más lenta porque se dejaba un espacio entre unos y otros, un tío tenía que decirles a los de dentro quienes eran cada persona que saludaban, seguíamos en la edad media, antes de entrar a la sala había una puerta con una cortina roja con un ribete dorado, de estas cerradas por arriba y que se van abriendo cuando van bajando sujetas por los lados, entraron mi padre con mi madre, luego mi hermana con su amiga, mi hermana se paró mirándome esperando que pasara yo y por fin entré, el tío me anunció como heredero del marquesado de tal y yo estiré la mano para saludar al conde, después a su esposa y esta me dijo que me presentaba a su hija, que aquella noche iban a presentar su compromiso de boda, le ofrecí la mano a la hija.
YO: Enhorabuena.
Nos quedamos con las manos encajadas y mirándonos fijos a los ojos, la madre que me parió y sus crucifijos, era Mar.
Estuvimos petrificados un momento y a ella le empezó a temblar la mano dejándosela ir, pasé y me junté con las chicas entendiendo la mirada de antes de mi hermana que la había reconocido, estaba claro que Mar no lo hizo, no se le debió de quedar su cara cuando se la presente en el Refugio, aparte de que Elvira se había cambiado el color del pelo, cómo me debió de ver mi hermana que me apartó hasta un rincón y me pidió un whisky para que me lo tomara del tirón, salimos un momento a una terraza a tomar el aire y mi hermana le explicó a Jésica lo que pasaba.
Empezó la cena y por protocolo nuestra mesa estaba bastante cerca de la que ocupaban Mar con la familia, durante la cena nos estuvimos enviando miradas furtivas, que guapa estaba con aquel vestido de noche y el pelo recogido con una joya que le colgaba del cuello, mi padre, se dio cuenta, acercó su boca a mi oído.
MI PADRE: Cuando vi la foto de tú cartera sabía que era ella, por eso insistí en que vinierais a la cena, pero por favor, no hagas nada que nos pueda dejar en ridículo, ya tendrás tiempo de contactar con ella en los próximos días.
Me sorprendió lo que me dijo, solo le preocupaba su buen nombre en la cena, lo que pasara después se la traía al pairo, nos seguimos mirando con Mar de tanto en tanto hasta que la condesa se puso de pie y la sala se quedó en silencio.
CONDESA: En nombre del conde de tal y en el mío propio os damos las gracias por asistir a la cena de compromiso entre nuestra hija Mar tal y cual con Don Jaime taratí taratá, miré a Mar y bajó la cabeza, ya no me enteré de nada más del puto discursito, después de cenar en otra sala se hizo un baile para acabar la noche, yo pasaba el tiempo en una terraza tomando whisky y entrando solo a buscar otro pelotazo, miraba las estrellas y bebía hasta que bajé la cabeza y vi a Mar haciéndome señales en unas escaleras, fui con ella y nos alejamos por él jardín como si nos estuviéramos escapando de la matanza de Texas, llegamos a una especie de lago con patos o algún bicho parecido nadando por encima del agua.
MAR: ¿Pero qué coño haces aquí?, y tú hijo de un marqués, ¿esto qué es?
YO: ¿Y tú qué haces aquí?, prepararte para casarte, ¿y eres hija de un conde?
MAR: Eres un puto mentiroso, me has estado mintiendo desde que te conocí.
Yo le miraba los ojos acercándome.
MAR: Vale, ya sé que yo a ti tampoco te dije nada de esto.
La cogí por la cintura acercando mi cara a la suya.
MAR: Por favor Mark.
Me puso una mano en la boca para que no me acercara más pero yo seguía acercándome a sus labios, le besé la mano y la apartó enganchando sus labios con los míos abrazándonos, nos estuvimos besando mucho rato, le empecé a levantar el vestido…
MAR: No por favor, aquí no, te enviaré mi nuevo número de teléfono y quedaremos.
Nos volvimos a besar con pasión, escuchamos un ruido y ella salió corriendo por un camino lateral, me quedé mirando el lago y apareció una pareja, nos saludamos y volví a la casa por donde había venido, la fiesta duró bastante más, teniendo que verla bailar con su prometido y otras personas, mirando por una ventana desde la terraza, cogiendo una mierda de whisky sin tener cojones de bailar con ella, porque sabía que no me podría aguantar las ganas de besarla o acariciarla importándome una mierda quien estuviera allí.
Cuando acabó mi hermana y Jésica me ayudaron a salir de allí sin que se notara demasiado lo perjudicado que estaba, Elvira condujo el camino de vuelta al hotel y entre las dos me metieron en la cama, no me enteré de nada hasta el día siguiente que me desperté, fuimos a desayunar los tres y recibí un mensaje de un número que no tenía en la agenda.
“Este es mi nuevo número, ¿dónde estás tú?”
Lo guardé en la agenda y le respondí con los datos del hotel donde estábamos.
MAR: “Esta noche a última hora te llamo o te envío otro mensaje para vernos mañana.”
ELVIRA: Mucho mensajito esta mañana.
YO: Es Mar, tenemos que quedar para vernos.
JESICA: Así me gusta Mark, si estás enamorado lucha por ella.
Elvira le pasó un brazo por los hombros a Jésica
ELVIRA: Como yo luché por ti verdad cariño.
JESICA: Claro que si mi amor.
Y se dieron un beso, como estaban de“enchochadas aquellas dos por favor, dije en el hotel que me quedaba algunos días más y acompañé por la tarde a mi hermana y a Jésica al aeropuerto, negociando más días para el coche de alquiler, de vuelta paré a cenar, cuando llegué al hotel ya tarde pedí que me subieran a la habitación una copa para tomarla tranquilo esperando noticias de Mar, llamaron a la puerta y al abrirla pensando que sería algún camarero me encontré con Mar que entró abrazándome, la levanté de suelo y nos acostamos en la cama uno al lado del otro besándonos.
MAR: No he podido esperar a mañana, necesitaba verte, te he echado tanto de menos todo este tiempo.
Le caían unas lágrimas que yo le recogía con mis labios besándole toda la cara, ella se iba colocando debajo de mí quitándome la ropa, le desabroché el vaquero que llevaba puesto, me bajé mis pantalones, estiré de los suyos dejándoselos en los tobillos junto con las bragas, me metí en medio pasando entre sus piernas metiéndole la polla en el coño suavemente, ella me rodeó con las piernas notando en mis riñones sus pantalones y bragas haciendo presión, así sin tiempo a quitarnos la ropa fue nuestro primer polvo después del reencuentro, llegamos a un orgasmo los dos a la vez que tuvimos que intentar de taparnos la boca, ella con mi cuello y yo apretando la boca contra su cabeza para que no se enterara el hotel de la corrida espectacular que estábamos teniendo, nos desnudamos con tranquilidad y ella me abrazó apoyando su cabeza en mi pecho descansando un poco porque sabíamos que teníamos una noche por delante que no íbamos a desaprovechar, casi ni hablamos, al poco rato la volví a besar con pasión bajando mis labios por su cuerpo para llegar al chichi y entretenerme con él casi una hora haciéndole correr una vez detrás de otra dejándola destrozada, acabé poniéndola a cuatro patas para hacerle llegar al último orgasmo de la serie corriéndonos los dos juntos, nos estiramos otra vez uno al lado del otro.
YO: Te quiero Mar, no puedo olvidarte, estoy enamorado desde que te vi y no puedo pasar más tiempo sin ti.
A ella se le humedecían los ojos acariciándome el pelo.
MAR: No me puedo ir contigo Mark, tengo que quedarme y casarme.
YO: No me jodas Mar por favor, otra vez no, me casaré yo contigo si hace falta pero no me separes de ti otra vez joder.
MAR: No puedo, se lo prometí a mi padre, ya viste que está muy delicado, me caso por él, no puedo darle ese disgusto y que se muera, no me lo perdonaría nunca.
YO: Coño pues cásate conmigo, qué más da un novio u otro, tú te casas igualmente.
Se puso a reír a la vez que lloraba.
MAR: Que tonto eres, me tengo que casar con ese chico porque es con quien a mi padre le hace ilusión que lo haga.
YO: Por Dios Mar, no me puedo creer lo que me estás diciendo, si yo hubiera hecho todo lo que a mi padre le hacía ilusión estaría gilipollas perdido.
Me miró fijamente y me besó con pasión.
MAR: Ya está bien de perder el tiempo.
Bajó la cabeza cogiéndome la polla metiéndosela en la boca, como la trabajaba, como me excitaba y como me follaba, me tenía loco aquella mujer, estuvimos toda la noche sin darnos tregua hasta que amaneció que dormimos un par de horas, me desperté con un brazo y una pierna de ella por encima de mi cuerpo y su cara en mi cuello, abrió los ojos dándome un beso en el cuello que me estremeció todo el cuerpo, solo ella era capaz de hacerme sentir tanto con solo rozarme la piel.
YO: ¿Tienes tiempo de desayunar conmigo?
MAR (riendo y desperezándose): Tengo tiempo de desayunar, de comer y merendar, hasta esta noche no pienso volver a casa.
Pusimos la tarjeta roja en la puerta del “No molesten”, pedimos que nos trajeran el desayuno, la comida y la merienda sin salir en todo el día de la cama dándonos caña, la despedida fue un drama pero por lo menos tenía su teléfono para contactar con ella cuando quisiera, cogí un vuelo el día siguiente y volví a casa.
El miércoles entré en la oficina a primera hora, todas las caras se giraron mirándome como si hubiera atracado el banco de España, Dani y Eva también, me acerqué a ellos.
YO: ¿Está pasando algo que todos me miráis así?
EVA: Ven siéntate.
Movió una silla para que me sentara, Dani se levantó mirando a las personas que estaban por la oficina.
DANI (levantando la voz): Venga coño cada uno a lo suyo, o es que hoy no hay trabajo para hacer.
La gente disimuló haciendo que trabajaba, me senté y Eva abrió un cajón sacando un diario, abrió un suplemento y en el encabezado leo.
“Les presentamos a los solteros de oro de la nobleza””
Y en primera pagina salía una foto mía con un careto que pa qué, las putas fotos del fotocol de la cena de los cojones.
Eva y Dani no sabían cómo mirarme.
YO: Pues lo peor no es lo feo que salgo en la puta foto, ¿sabéis que es?
Me miraban los dos sin comprender lo que les estaba diciendo.
YO: Que la novia es Mar.
DANI: ¿Mar?
EVA: ¿Mar?
YO: Sí Mar, yo no me lo podía creer cuando la vi, si miráis en el interior seguro que sale alguna suya.
Eva abrió la página repasó con la vista las fotos y se quedó con la boca abierta.
DANI: La madre que me parió Mark, ahora resulta que una tía que me ha estado meses poniendo cervezas es duquesa y un panoli que conocí en el bar que le gano siempre las cervezas a los dardos es marqués, ¿pero esto qué coño es?, nos vamos a tener que vestir de etiqueta cada día para verte.
Eva se reía.
YO: Calla capullo.
EVA: ¿Entonces como está la situación con Mar?
YO: Fatal, se tiene que casar con un tío porque a su padre le hacía ilusión, estoy de una mala leche que te cagas.
EVA (bajando la voz): ¿Quieres que vallamos a tú casa y te consuelo?
YO: No Eva, tú cuídate del zoquete de tú marido que estáis muy bien ahora, yo llamaré a Marta para desatascarle la cañería.
DANI: Para ser marqués hay que ver lo mal hablado que eres tío.
Nos moríamos de risa los tres.
Por la tarde llegué a casa y me distraje mirando los proyectos en los que estábamos trabajando en aquel momento. Estaba a punto de cenar que llamaron a la puerta, la abrí y me encontré con Judit con una cara de mala ostia tremenda, me tiró el diario al pecho entrando en mi casa.
JUDIT: No me puedo creer que seas tan cabrón, claro que te conocía, eras tú el de la puta fiesta de Borja y me lo negaste, me lo negaste en mi cara, me follas en las vacaciones como te sale de la polla y no tienes cojones de decirme quien eres, y encima cachondeíto tomándome el pelo con lo de, “A veces lo tenemos tan cerca que no podemos verlo”, eres un cabrón tío.
YO: Cariño, después de decirme que no podías tener una relación conmigo porque era muy poca cosa para ti, que lo que buscabas era un tío con dinero que te solucionara la vida, ¿qué quieres?
JUDIT: Joder, tú eras la persona perfecta para mí, te tuve entre mis brazos y te dejé escapar por gilipollas.
La abracé para que llorara en mi hombro.
YO: Lo siento Judit, ya encontraras a alguien que esté a la altura de lo que buscas pero hazme caso y baja el listón.
Se separó mirándome a los ojos.
JUDIT: ¿Qué quieres decir con eso?
YO: Que te busques otros ambientes guapa, con la gente que vas si no lo has conseguido ya es porque te ven venir y solo se aprovechan, ¿es que no lo ves?
Empezó a llorar de nuevo.
JUDIT: Claro que lo veo, pero me niego a perder la esperanza.
YO: ¿Quieres cenar conmigo?, estaba a punto de hacerlo.
JUDIT: Claro que sí, y perdona por la manera que he entrado en tú casa, no debí de hacerlo.
Preparamos algo para cenar con una botella de vino y nos la bebimos toda hablando durante un buen rato.
JUDIT: ¿Me puedo quedar a dormir contigo por favor?
YO: ¿Cómo en la caravana?
JUDIT: Sí, como en la caravana.
Le dejé una camiseta y nos metimos en la cama, me pasó un brazo por encima y apoyo su cabeza en mi hombro quedándonos dormidos hasta el día siguiente, nos despedimos después de desayunar con un beso.
Al llegar a la oficina se lo comenté a Eva.
EVA: Cuando se lo dije se puso como una fiera y me acordé de lo que me dijiste en el camping, sobre las decisiones que tomamos y que ella se daría cuenta con el tiempo de su error.
YO: Tarde o temprano se iba a saber mi situación.
EVA (riendo): Pues si yo sé quién eres no me hago amiga tuya.
YO: Cállate tonta del bote.
Le envié un mensaje a Marta para vernos al día siguiente.
MARTA:“Mañana no me va muy bien, es el día que quedo con unas amigas.”
YO: Marta no me jodas, queda otro día con ellas o anúlalo me da igual, mañana a las diez vendré.”
No nos enviamos nada más, aquella tarde salí de compras pensando en Marta y al día siguiente a las diez en punto me abría la puerta de su casa, entré y le quité el batín dejándola desnuda, de una bolsa saqué un corpiño negro que le había comprado y se lo puse, creo que no acerté con la talla y le venía un poco pequeño, le apretaba bastante las tetas sacando parte de ellas por arriba, pero le quedaba muy sexi y según ella no le molestaba en exceso, después saqué un cordón negro de cuero y le até las manos en la espalda haciendo que se arrodillara, ella sonreía medio nerviosa.
YO: Muy bien, ¿Quién soy yo?
MARTA: Mark.
Vio la cara que le puse.
MARTA: ¿No?
YO: Soy tu amo, a partir de ahora soy tú amo y haré contigo lo que me dé la gana.
Ella me miraba levantando la vista arrodillada cortada pero con media sonrisa.
YO: Repítelo.
MARTA: ¿Qué?
YO: Que repitas lo que te he dicho, y baja la cabeza, solo me miraras cuando yo te lo diga.
Bajó la cabeza mirando al suelo obediente.
MARTA: Eres mi amo.
YO: Y harás todo lo que yo quiera.
MARTA: Y haré todo lo que tú quieras.
YO: No, lo que tú no, lo que mi amo quiera.
MARTA: Haré todo lo que mi amo quiera.
YO: Muy bien sígueme.
Caminé en dirección a la habitación que normalmente íbamos con la bolsa en la mano, ella me seguía mirándome, me giré.
YO: Baja la vista, ya te he dicho que me miraras cuando yo te lo diga.
Me siguió mirando al suelo, entramos en la habitación y le hice una señal para que se arrodillara, lo hizo mirando para abajo, yo me desnudé y me puse delante de ella.
YO: Ya me puedes mirar.
Levantó la vista mirándome a los ojos, le acerqué la polla a la boca y ella la abrió para que se la metiera dejándola quieta dentro, como no me movía ella empezó a mover su cabeza para poder chuparla metiéndola y sacándola, fue profundizando poco a poco y acabó metiéndosela toda aguantando un poco y volviendo a sacarla, lo repitió varias veces dejándomela con una erección importante, le ordené que se levantara y me estiré en la cama para que se subiera encima de mí y me cabalgara, ella apoyó primero una rodilla, después la otra intentando caminar con sus rodillas por encima de la cama para acercarse a mí, estando un par de veces a punto de caerse para delante de boca, consiguió llegar y pasar la pierna por encima para sentarse encima de mi polla, me miró.
YO: No te voy a ayudar, espabílate y mueve las caderas para buscarme la polla y metértela sin manos.
Se fue moviendo de un lado al otro buscando con su coño mi cipote, se iba rozando con ella y notaba como me la iba mojando de lo excitada que estaba, para ayudarla hice fuerza levantándola, ella aprovechó para colocarse bien y conseguir que la punta encarara su agujero metiéndosela, se sentó y se la metió hasta el fondo dando un gemido, se fue moviendo levantando la cabeza mirando al techo, yo le acariciaba las tetas por encima del corpiño y empezó a sonrojarse, poner los ojos en blanco y correrse moviéndose lentamente, en cada gemido abría la boca que podía ver cómo le salía la saliva como si estuviera estornudando pero más lentamente.
La cogí por la cintura y la giré, le desaté las manos y volví a ligar una muñeca con el cordón y lo até al cabecero, saqué tres cordones más dejándola atada de pies y manos a la cama con las piernas abiertas, me coloqué en medio y se la metí moviéndome encima de ella que me miraba con una carita muy excitada, intentando mover las caderas para acompañarme en las penetradas, fui acelerando los golpes de mi polla contra su coño, haciéndole gemir más fuerte acariciándole la cara hasta que se volvió a correr llenándole el coño de leche, me salí de encima, la desaté y le di un beso en los labios.
YO: Hoy no tengo más tiempo, ya te llamaré.
Me vestí y me fui.
Fui a unas reuniones que tenía aquella mañana y al medio día comí con Eva y Dani.
EVA: ¿Qué ha pasado con mi hermana Mark?
YO: Qué hablamos ayer por la noche y le dije que cambiara de gente con la que iba, que le tomaban el pelo.
EVA: Esta mañana hemos estado hablando y estaba muy deprimida, creo que le ha afectado mucho lo de este verano.
DANI: Coño no me extraña, podía haber sido novia de este tío y lo rechazó, menudo pelotazo hubiera pegado la nena.
EVA: No seas malo hombre.
DANI: Si es la verdad.
YO: Intentaré ayudarla en lo que pueda, pero ella tendría que dejar de ver a según qué tipo de gente que son unos impresentables.
EVA: He quedado con ella para vernos esta tarde.
DANI: Bien, así nosotros podríamos ir al Refugio y beber unas cervecitas con los dardos.
Por la tarde salimos juntos de la oficina y fuimos al Refugio, abrimos la puerta y cuando entramos todo el mundo se quedó quieto mirándonos, bueno mirándome a mí por las fotos del periódico, se hizo un silencio.
YO (levantando la voz): Chicos, acabo de pasar la puerta, aquí no es donde todos éramos iguales.
Se escucharon algunas risas saludé a unos cuantos y nos fuimos con Dani a darle a los dardos, llegó Pepi con las cervezas.
PEPI: Ayer una chica me preguntó por ti Mark.
YO: A sí.
PEPI: Y que te dijera que tu negrita preferida tenía ganas de verte.”
Se puso a reír junto a Dani.
DANI: Tú negrita favorita, no me jodas, ¿Quién es?
YO: Siara, ¿no la conoces?
DANI: Siara, nuestra Siara, la que viene por aquí y está tan buena.
YO: La misma.
DANI: Joder tío, yo con esa me casaba sin pensármelo, por lo guapa que es y por el carácter que tiene, que chica más maja.
YO: Anda cállate que lo que tienes en tú casa no te lo acabas.
DANI: No, si lo decía por ti atontao.
YO: Ostia puta Dani, eso sí sería una buena sorpresa para mi padre.
Nos reímos un rato y seguimos jugando, por la noche le envié un mensaje a Siara para vernos al día siguiente, quedamos en el Refugio porque se había cambiado de piso.
Por la mañana estábamos con Eva y Dani trabajando, le explicaba a Eva que había quedado con Siara aquella tarde, nos estábamos descojonando de risa de los chistes de Dani, que decía que se la iba a presentar a mi padre para librarme de él, sonó mi teléfono, era mi hermana.
YO: Hola Elvira, ¿qué te cuentas?
ELVIRA (con voz triste): Hola Mark, esta mañana temprano he pasado por casa a ver a mamá y……
YO: ¿Qué pasa Elvira?, ¿mamá está bien?
ELVIRA: Mamá está bien no te preocupes, es que se han recibido las invitaciones a la boda de Mar, es dentro de tres meses.
Colgué el teléfono y me vino a la cabeza otra vez todo el lio con Mar, casi me había olvidado de la mierda de su boda, le envié un mensaje a Siara:
“Lo siento Siara, hoy no podrá ser, ya volveremos a quedar, gracias”
Me levanté y salí de la oficina, Eva me siguió.
EVA: Mark, ¿qué te pasa, estas bien?
YO: No, no estoy bien Eva, me voy a casa, no tengo ganas de nada ni de nadie.
EVA: Voy contigo, no quiero que estés solo.
YO: No Eva por favor, gracias pero esto lo tengo que arreglar yo solo.
Me fui para casa pensando cómo me podía afectar tanto algo que ya sabía que iba a pasar, porque coño mi cabeza se empeñaba en no aceptarlo, me distraía en cualquier cosa para no afrontar la verdad pero eso no solucionaba nada, la realidad era la que era y no podía hacer nada, llegué a casa, me cambié de ropa agarré la botella de vodka y un vaso sentándome en el sofá, llené el vaso y lo dejé con la botella encima de la mesita, cogí el teléfono y le mandé un mensaje a Mar.…
YO: Felicidades, ya tienes fecha para tú gran boda.”
MAR:“No me toques los cojones, haz tú vida y déjame en paz.”
Encima estaba borde la cabrona, me quedé mirando el vaso de vodka pensando en lo gilipollas que era por intentar solucionar mis problemas a base de pelotazos, pero es que no encontraba la forma de hacerlo de otra manera, ella se casaba con alguien que no quería como le pasó a mi madre y yo me jodía, llamaron a la puerta, la abrí, y era……