El Refugio (16)

CAPITULO VI: Afianzarme”

CAPITULO VI: Afianzarme”

La semana siguiente teníamos la oficina montada, daba una imagen moderna, en el centro había cuatro mesas enfrentadas para trabajar y vernos todos las caras, en la mesa que estaba más cerca de la entrada se sentaba Eva para tenerlo todo controlado, en las dos de delante de ella, Dani y yo. Esperábamos el momento de entrar a trabajar en el edificio, mientras se pedía el material necesario y Dani tenía reuniones con arquitectos y aparejadores para que le dejaran todo preparado para poder montar nuestras cosas.

Yo tenía alquilado un apartamento en el edificio de al lado de donde vivía con Mar, pero no le había dicho nada para poder seguir estando en su casa, una tarde me envió un mensaje avisándome que aquella noche la venían a visitar, le contesté que no se preocupara que yo la pasaría fuera, llamé al detective y quedé con él media hora antes de que llegaran ellos cerca de la puerta de su casa para confirmarle quien era él investigado, estábamos dentro de su coche esperando hasta verlos venir por la cera cogidos por la cintura, el detective sacó una cámara de fotos con un objetivo que parecía los reporteros gráficos en los campos de futbol, haciéndoles una foto detrás de otra hasta que entraron en el portal de edificio, se despidió de mí diciéndome que a partir de aquel momento se ocupaba él de todo y que me diría algo, me fui a mi apartamento y lo dejé dentro del coche.

Aquella mañana me llamó mi hermana para quedar a comer, me presenté en el restaurante que ella me citó, bastante pijo por cierto, antes de tiempo y me tomé un Martini esperándola, la sorpresa fue verla aparecer con Jésica, me levanté para saludarlas a las dos.

YO: Qué sorpresa.

ELVIRA: Jésica se ha venido a vivir por aquí.

YO: Claro, y así estáis más cerca una de la otra, que golfillas que sois.

A las dos se les escapó una risilla tonta.

ELVIRA: Escucha una cosa Mark, el otro día hablando con una amiga, bueno ya la conoces, es Marta tú primer amorcito, me dijo que su padre va a empezar un proyecto de restauración de un puerto deportivo importante, que estaba pensando en hacer algo especial pero no lo tenía claro, creo que podrías sacar alguna cosa buena si hablas con él y le das unas cuantas ideas.

YO: Coño Elvira, tus amigas cada día me caen mejor, ¿me podrás conseguir el teléfono de su padre?

Sonrió sacando el teléfono y al momento me llegó el contacto del padre de Marta, me guiñó un ojo haciéndose la interesante.

ELVIRA: Cuando acabemos de comer, qué espero que invites tú que empiezas a tocar pasta, ¿vendrás con nosotras al apartamento de Jésica?, es que lo estamos acabando de decorar.

YO: Ya, acabando de decorar, me gustaría pero tengo trabajo,“”decorarlo” vosotras que seguro que os lo pasáis muy bien.

Volvieron a sonreír las dos como enamoradas.

Por la tarde llamé al padre de Marta para ver si podíamos hablar sobre él puerto, me pegó un rollo sobre que se acordaba mucho de nosotros cuando éramos jóvenes, que con el tiempo se enteró que yo había tenido algo con su hija, que ella ya estaba casada y vivía al lado de ellos y que si tal y cual, al final me pidió que fuera a verlo a su casa para hablar del asunto, quedamos para el día siguiente a media mañana y allí que me presenté. Me recibió en el jardín, me abrazó y me señaló la casa de al lado que era bastante más pequeña que la suya.

EL: Mira Mark, en esa casa vive Marta.

YO: Muy bien, una casa muy bonita y cerca de ustedes.

EL: Sí, estoy encantado de tener a mi hija aquí, bueno chico vamos a sentarnos y explícame que tienes pensado.

Nos sentamos en unos sillones que tenía en la entrada de su casa.

YO: Como le decía por teléfono sé que está liado con un proyecto de remodelación de un puerto deportivo, yo le puedo ofrecer algunas cosas que harán que sea el puerto más moderno de este país, será la envidia de todos los puertos.

Giró la cabeza para mirarme, había captado su atención.

EL: Bueno, y que me propones para eso, dame una pequeña explicación y si me interesa me tendrás de presentar un proyecto más serio.

YO: Accesos automáticos, con huellas dactilares o tarjetas con control de todo el mundo que entra y sale, sensores en cada amarre para saber cuando el barco está o lo tienen vacio y aprovecharlo para alguna embarcación transeúnte, cámaras en cada amarre para que el propietario pueda ver su barco siempre que quiera, cámaras perimetrales de seguridad, en el edificio social, puertas automáticas, todo tipo de sensores y domótica para controlar automáticamente las ventanas dependiendo del sol y aire acondicionado o calefacción para mantener siempre una temperatura……

EL: Vale, vale, chaval me estás hablando de unas cosas que no me entero de la mitad, pero me está gustando lo que me propones, prepárame un proyecto escrito para enseñárselo a los otros inversores, pero puedes hacerte a la idea que te diremos que si, ¿tú sabes la cantidad de dinero que mueve?, si entras en esto y te aseguro que haré todo lo posible para que lo hagas vas a ganar mucho dinero, algún detallito tendrás conmigo, ¿verdad?

Que pedazo de cabrón, me estaba intentando sacar algo a mí también.

YO: Si se confirma, le domotizo toda la casa a tú hija, como regalo claro.

Me miró a los ojos un momento, se levantó y me dio la mano con una sonrisa.

EL: De acuerdo.

Llegué a casa de Mar y me puse con el portátil a trabajar en el dosier que le presentaría, les expliqué todas las ideas quedando para presentarles un presupuesto cuando supiera exactamente todo lo necesario para llevar la obra acabo, al día siguiente se lo hice llegar.

A media semana me llamó el detective para que nos reuniéramos en su despacho, me atendió muy bien preguntándome si quería tomar algo, nos tomamos unos cafés y sacó de un cajón un dosier encuadernado que me puso delante haciéndome una señal con la cabeza para que lo mirara, en la primera página había una ficha completa de aquel tipo, ni Roberto ni Sergio se llamaba Fernando, era un tío que viajaba bastante y pasaba muchas noches fuera de casa, tenía a tres mujeres liadas pasando con ellas diferentes noches a la semana, con un nombre diferente con cada una de ellas, el fin de semana lo pasaba en su casa con su familia, mujer y tres niños pequeños, encima el reloj era más falso que un euro de plástico, pasaba hojas con fotos con una y con otras, le pedí que me hiciera otra copia y me las llevé pagándole su factura.

Mientras conducía pensaba si debía dar esos informes a Mar y Fina, o me estaba metiendo donde no me llamaban, llegué a dudar, hablé con Siara para vernos, nos encontramos en un bar, nos sentamos en una mesa apartada y se lo enseñé, le comenté mis dudas y levantó la voz diciéndome que lo tenía clarísimo, que teníamos que decírselo a ellas y que decidieran lo que quisieran, pero no podíamos estar callados sabiéndolo, así que decidimos darles los informes aquella misma noche. Esperé a Mar que llegara de trabajar sentado en un sillón de su casa, cuando llegó me debió de ver demasiado serio.

MAR: ¿Te pasa algo Mark?

Me levanté con el sobre en la mano.

YO: Lo siento mucho Mar, lo he descubierto por casualidad, Siara le ha dado a su compañera de piso una copia de esto, me voy a mi habitación.

La dejé mirándome sorprendida con el sobre en la mano, preferí dejarla sola en la intimidad, esperé en la habitación, al rato oí como se abría y cerraba la puerta de la suya quedando todo en silencio, me fui a dormir y la vi de nuevo al día siguiente en la cocina al levantarme para desayunar, estaba seria, me senté delante de ella y tenía la mirada fija en el plato, la levantó un momento para mirarme.

MAR: Gracias.

Moví la cabeza y seguí con el desayuno, me fui de su casa sin cruzar palabra, la sorpresa fue el día siguiente que me llegó un mensaje de ella.

MAR: Esta noche me veo con él, quédate en tú habitación o vete, como quieras.”

YO: Pero Mar, ¿con lo que sabes tienes ganas de verlo?”

MAR: Ese es mi problema, no te preocupes.”

No me gustó nada aquel intercambio de mensajes, llamé a Siara y me dijo que a Fina le había afectado mucho, que estaba muy deprimida sin saber qué hacer y que no se había puesto en contacto con él, yo quería asegurarme que el capullo no sospechara algo, aquella tarde llegué pronto a casa de Mar, me puse cómodo, comí algo y cogí agua para llevarme a mi habitación, esperé que llegaran, oí la puerta de entrada y pasos de ellos dos, se quedaron en el salón, al principio no podía saber lo que decían, eran murmullos, después el tono fue subiendo y parecía que discutían, salí descalzo al pasillo para no hacer ruido y acercarme a la puerta del salón para espiar que pasaba, miré con cuidado y me encontré a Mar con una pistola apuntando la cabeza de aquel desgraciado arrodillado.

MAR: ¿Te lo has pasado bien tomándome el pelo hijo de puta?

EL TIO (cagado de miedo): Mar por favor, no hagas una locura, que tengo familia.

MAR: Eso ya lo sé cabrón de mierda, te voy a matar y les librare de un hijo de puta como tú.

Entré en el salón despacio para no asustarla, el tío me miró a mí y Mar giró la cabeza.

YO: Mar por favor no hagas una locura, no merece la pena que te metan en la cárcel por un gilipollas como ese.

MAR: A mí me da igual todo, le voy a pegar un tiro en medio de los cojones y luego otro en la cabeza por cabrón.

El tío parecía que se empezaba a marear, Mar apretó el cañón contra su cabeza estirándolo en el suelo, bajó el arma y se la puso encima de la polla levantando el percutor, el tío empezó a llorar.

MAR: Prepárate que se te acabó hacer daño a la gente hijo de puta.

YO: Mar por favor, que te buscas la perdición y no vale la pena por un tío como este.

Me acerqué lentamente, le puse una mano en un hombro, ella me miró.

YO: Mar por favor.

Bajé la mano por su brazo hasta llegar a su mano que agarraba el arma.

MAR: Déjame, déjame librar a este mundo de un gilipollas como este o mañana lo volverá hacer con alguna inocente más.

YO: Seguro que se ha dado cuenta de su error, no creo que lo vuelva hacer, déjalo con su familia que tiene niños pequeños que criar.

MAR: De eso nada, este no engaña a nadie más.

El TIO: Por favor, por favor Mar, te juro que no lo hare nunca más, déjame ir por favor.

Muy despacio le cogí la pistola apartándola a un lado, Mar se abrazó a mi hombro.

YO: Tío sal cagando ostias de aquí que te has librado de milagro.

Se levantó del suelo que parecía que le habían metido algo por el culo, salió corriendo del apartamento pegando un portazo al salir, Mar se separó de mi hombro descojonándose de risa, tirándose por el suelo con las manos en la barriga de lo que reía, a mí se me quedó una cara de gilipollas sin enterarme de nada.

YO: ¿Pero qué coño te pasa?, ¿te has vuelto loca?

MAR (sin poder parar de reír): El arma está descargada y tú has estado genial, no me esperaba tú aparición pero ha sido bestial.

YO: ¿Solo querías asustarlo, darle una lección?

MAR: Pues claro tonto, te crees que desgraciaría mi vida por un tío como ese que no vale una mierda para nada, ¿tan mal considerada me tienes?

Nos reímos los dos un buen rato.

YO: Pero, y esa pistola.

MAR: No te preocupes, tengo permiso para tenerla y es legal, no pasa nada.

¿Qué tipo de chica tenía una pistola en su casa y con permiso para hacerlo?, me dio para darle vueltas a la cabeza algunos días.

Pasaron un par de días del asunto de la pistolita y me llamó el padre de Marta para confirmarme que la idea les había encantado a los inversores, que le dijera la dirección que nos enviaban por mensajero los planos del puerto y del local para hacerles un presupuesto. Estaba con Eva en la oficina cuando nos llegaron los planos, los desplegué y le enseñé de qué iría el próximo trabajo.

YO: Que se los mire Dani y calcule lo que hará falta, te dejo una lista de todas las cosas que le dije que podíamos servirle, si Dani tiene alguna otra idea que la adjunte al proyecto y tú cuando hagas el presupuesto le aumentas un cuarenta por ciento.

EVA: Joder Mark, ¿no es demasiado un cuarenta?

YO: Le prometí que le pondríamos domótica gratis a la casa de su hija, como puedes imaginarte alguien la tiene que pagar.

Nos reímos y nos pusimos a trabajar.

Hablé con todos los promotores de obras en zonas caras para implementar en sus edificios por construir automatizaciones y crear edificios inteligentes, o así lo vendía yo.

Llevaba un tiempo viviendo en el piso de Mar, hacíamos una caja en común para los gastos, una noche cenando juntos.

YO: Te estoy muy agradecido por dejarme estar en tú casa todo este tiempo.

MAR: No me tienes que agradecer nada.

YO: El caso es qué ya estoy en condiciones de alquilar algo para mí y que puedas volver a tú vida de antes.

MAR: A mí no me molestas, al contrario, es agradable llegar a casa y poder hablar con alguien o cenar como estamos haciendo hoy.

YO: Vale, está bien, pero si en algún momento te interesa que me marche me lo dices.

MAR: Ok.

Seguí viviendo en su casa y yo encantadísimo, Mar me gustaba mucho, no sabía cómo entrarle para poder avanzar a una relación más intima, pero si estaba cerca de ella pensaba que en algún momento tendría mi oportunidad.

Eva y Dani al poco tiempo se estaban dedicando completamente al negocio, yo intentando programar para los aparatos cosas nuevas y buscar trabajos estaba bastante atareado sin mucho tiempo libre.

Empezamos la obra del puerto y cobramos los primeros pagos, hablé con el padre de Marta para ver como hacíamos lo de la casa de su hija, me llamó una mañana para saber si podría ir a comer a su casa que también estaría su hija y así concretábamos, llegué a la hora convenida y me encontré con Marta, hacía años que no la veía, ya era toda una mujer y se le notaba que debía de trabajar mucho, en cuidarse ella sobre todo, estaba espectacular, concretamos un día y hora para pasarme por su casa y explicarle todo lo que le íbamos a instalar.

Cuando me presenté con mi maleta de trabajo para ir apuntando todo lo necesario me abrió la puerta ella, llevaba un vestido por encima de las rodillas que le marcaba todo su tipazo, con un escote que le realzaba sus tetas operadas de buen tamaño, nos saludamos con dos besos y me invitó a tomar un café antes de mirarlo todo.

MARTA: Mi marido Mario me ha comentado si podríamos poner cámaras exteriores, está muy preocupado por la seguridad, ya tenemos alarma pero a él no le parece suficiente.

YO: Las instalaremos fuera y alguna dentro, te revisaré el tipo de alarma que tienes para que os envíe al móvil imágenes en directo si se detecta alguna cosa extraña, he visto que el acceso de la entradita a la casa con el salón no tienes puerta, te pondremos una automática y la calefacción o el aire acondicionado será más efectivo, hoy miraré las ventanas para automatizarlas también y los detectores que tienes o te harían falta, te dejaré una casa que podréis controlar a distancia con el móvil.

MARTA: Muy bien, pues cuando quieras te enseño la casa y tú decides.

Empezamos por el salón, repasé todas las persianas y fui apuntando en una tablet.

MARTA: En este sillón le gusta sentarse a mi marido Mario y esta es la persiana que él más abre o cierra dependiendo del sol.

Me llevó a un despacho.

MARTA: Y este es el despacho de mi marido en el que pasa mucho tiempo trabajando.

Me fue enseñando toda la casa, yo tomando notas y ella sacándome el marido por todos lados, este es su lado de la habitación, aquí le gusta dejar la ropa, allá descansa cuando viene agobiado, acabamos en la cocina mirando si tenía detectores de humo y agua.

YO: Bueno, ya tengo claro lo que te vamos a instalar.

MARTA: ¿Ya está?, ¿no hay nada más que mirar?, ¿te vas a ir?

Me lo decía mirándome fijamente a los ojos, me acerqué a ella poniéndole una mano en la cintura suavemente.

YO: Si quieres me invitas a comer y me quedó un rato más y hablamos.

Ella sin apartar la vista de mis ojos se acercó más a mí poniéndome una mano encima del hombro.

MARTA: No hay problema, comemos juntos, te apetece picar alguna cosa antes.

Estaba pegando su cuerpo al mío que ya notaba sus tetas en mi pecho.

YO: Antes te comería a ti.

Puso una cara de excitación tremenda, pasó la mano del hombro a la nuca y con la otra me rodeo la espalda enganchando sus labios a los míos besándonos con pasión, yo la cogí por el culo levantándola y sentándola en la mesa de la cocina, me quitó la americana a tirones empezando a desabrocharme los botones de la camisa, yo le bajaba la cremallera del vestido por la espalda, me quité la camisa para ir más rápido, ella se estaba quitando el vestido por la cabeza y me acabé de quitar los pantalones y ropa interior dejándola en el suelo, no llevaba sujetador y tenía unas tetas espectaculares, que se notaba que no eran naturales pero a mí me daba igual perdiéndome en medio, chupándolas y lamiéndole los pezones a la vez que con la otra mano le tocaba un muslo subiendo rápidamente agarrándole el coño por encima de las bragas, empezó a gemir, le quité las bragas de un tirón y me metí en medio de sus piernas metiéndole la polla en el coño sin demasiadas contemplaciones, pegó un grito enorme agarrándose fuerte con sus brazos a mi cuello y con sus piernas a mi cintura, no tuve que darle demasiados golpes de caderas metiéndosela que ya se estaba corriendo cerrando los ojos, pensé que mucho hablar de su marido pero estaba más necesitada que la ostia.

Abrió los ojos mirándome, se levantó y me cogió de la mano llevándome con la polla tiesa por la casa hasta llegar a una habitación de invitados, se arrodilló delante de mí y se metió él cipote en la boca chupándomela con una fuerza que me hacía gemir y temblar las piernas, me tenía a punto de hacerme correr y la cogí por los sobacos estirándola en la cama para que probara mi hora feliz”de comida de chichi, después de correrse varias veces, la giré poniéndola a cuatro patas y follamos para acabar corriéndonos a la vez con unos gritos que debía de escucharlos hasta su padre en la casa de al lado, nos quedamos un rato en la cama estirados recuperándonos, comimos juntos y nos despedimos.

MARTA: ¿Cuando empecéis a instalarlo todo vendrás a revisarlo?

YO: Lo revisaré siempre que quieras Marta.

Me sonrió dándome un beso en la cara y nos separamos en la puerta de su casa.

Las relaciones con Eva fueron disminuyendo dejando que con Dani intimasen más y salirme de en medio poco a poco, lo que aumentó fueron las visitas a Marta y las salidas con Siara que nos lo pasábamos muy bien pero teníamos los dos muy claro que de allí no pasaríamos, incluso en una cena en su casa que bebimos bastante y nos sinceramos uno con el otro le expliqué lo que me llegaba a gustar Mar, ella me dio su opinión, que era una chica muy maja pero siempre le había parecido muy enigmática y celosa de su vida privada, y no le faltaba razón, yo conviviendo con ella no sabía gran cosa de su vida.

Pasaron días y semanas, el trabajo nos iba muy bien y yo seguía viviendo en casa de Mar, incluso llegué a pensar si valía la pena seguir pagando el alquiler de mi apartamento pero no me decidí a dejarlo, algún día había invitado a Eva y Dani a cenar y tomar unas copas para que supieran donde vivía aunque sabían que estaba en casa de Mar para intentar coger confianza y llegar a algo más con ella si podía.

Con Mar me sentía muy bien a su lado, me encantaba su carácter fuerte, capaz de amenazar a un desgraciado con una pistola para darle una lección fríamente y por otro lado la dulzura que tenía en el trato diario, cenábamos casi cada día juntos y muchos días después mirábamos una película en el sofá muy juntos, no llegábamos al contacto físico excepto alguna vez que ella se había quedado dormida estirada y yo sentado a su lado le había apartado el pelo de la carita acariciándoselo suavemente para no despertarla, estando con ella me corrían por el estomago aquellas mariposas, igual que cuando era muy joven y estaba al lado de la chica que me gustaba, sí, estaba enamorado de ella hasta las trancas y cada día me daba más cuenta.

Una noche me llamó para decirme que cenara que ella llegaría más tarde, me lo había dicho alguna otra vez y yo siempre la esperaba por tarde que fuera para cenar juntos, aquel día al oír la puerta de entrada salí a saludarla y me encontré con lo que en ese momento no me hubiera esperado jamás, a ella besándose con un tío con los brazos rodeándole la cintura y ella acariciándole la cara, me giré rápido caminando para mi habitación.

Mar: Hola Mark.

YO: Hola, lo siento, perdón.

Desaparecí sin que me pudiera ver la cara que se me estaban a punto de saltar las lágrimas, me había hecho una falsa ilusión, me sentía un idiota y tenía muy claro que no me podía quedar para oírla jadear o gemir y yo estar en mi habitación muriéndome de celos, me cambié de ropa, metí mis cosas en la bolsa y me fui pasando por delante de la puerta de su habitación descalzo para que no me oyeran, dejé las llaves de su casa encima de la mesa y cerré la puerta con cuidado, que ostia mas maja me acababan de pegar.

Lo que no pude hacer es dejar de ir a verla al Refugio, me presenté después del trabajo y me senté serio en mi sitio habitual, ella me sirvió la cerveza y se quedó delante de mí mirándome, le di un trago y le aguanté la mirada triste.

MAR: ¿No vas a volver?

YO: Lo siento Mar, no puedo, me duele demasiado.

Se le humedecieron los ojos y se fue para el almacén, le di dos tragos más a la cerveza y me fui para casa.

Los siguientes días también fui pasando, necesitaba verla, pero lo hacía con Dani que nos poníamos a jugar a dardos y la miraba de tanto en tanto sin que ella se diera cuenta, después de la partida y un par de cervezas como mucho nos íbamos.

Una tarde que estábamos en la oficina los tres entró la hermana de Eva, Judit, no la había visto desde la despedida del camping, se levantó Eva para abrazarla y besarla, después fuimos Dani y yo a darle dos besos.

JUDIT: Que bien estáis aquí, está todo muy bonito.

EVA: Ya ves, este Mark, que nos lio en esto.

JUDIT: Pues para montar algo así se necesita dinero.

EVA: Joder nena, tú siempre pensando en lo mismo coño.

Dani se había sentado porque tenía trabajo mirando unos planos dibujando encima los aparatos necesarios.

YO: ¿Quieres que te lo enseñe bien?, ven conmigo guapa.

Eva me guiñó un ojo sonriendo.

Le enseñé el despacho grande, la sala de reuniones y llegamos al almacén.

JUDIT: ¿Cómo estás Mark?

YO: Muy bien, mucho trabajo y no tengo tiempo de pensar demasiado, ¿y tú?

JUDIT: Bien, mi sueño se me resiste un poco pero sé que acabaré consiguiéndolo.

YO: No sé si tu sueño es muy realista Judit.

Me miró sonriendo a los ojos.

JUDIT: Es mi sueño.

Salimos con los demás hablamos un rato y Judit se despidió, la acompañé hasta la puerta saliendo con ella a la calle.

YO: Estaba pensando si esta noche te iría bien cenar conmigo.

Bajó la cabeza pensándoselo un momento, me miró a los ojos.

JUDIT: ¿Por qué no?, como quedamos.

YO: Si quieres cenamos en mi apartamento y así te lo enseño.

JUDIT: Más directo no puedes ser.

YO: Como quieras, si prefieres vamos a un restaurante.

JUDIT: No, ya está bien, pásame la dirección.

Saqué el móvil, me dio su número y le pasé los datos por mensaje, nos despedimos con dos besos y quedamos sobre las nueve en mi casa, al entrar Eva me miraba sonriendo.

EVA: No sabes la ilusión que me haría que tuvieras una relación con mi hermana y se le quitaran las tonterías que tiene en la cabeza.

YO: Lo veo muy difícil Eva, ella tiene claro lo que quiere y yo no sé si me atrevería a tener algo serio con ella.

EVA: Yo solo digo que me gustaría.

DANI: Déjalos tranquilos y que hagan lo que quieran.

Eva me hizo el gesto de cerrarse la boca con una cremallera y seguimos trabajando.

Por la tarde pasé a buscar algo de comida preparada y organicé la mesa y todo lo necesario para que cuando llegara Judit tenerlo todo a punto, cuando le abrí la puerta venía vestida impecable, como siempre, con un vestido y todos los complementos en muñecas orejas y cuello, yo estaba en pantalón corto de deporte y camiseta.

YO: Si lo llego a saber me pongo algo más acorde a las circunstancias.

JUDIT: No hace falta, estas muy mono así.

YO: Si quieres te dejo algo de ropa cómoda para estar por aquí.

JUDIT: Para ponérmela, antes me tendrás que desnudar o piensas quedarte quietecito toda la noche.

Nos abalanzamos uno sobre el otro y nos besamos buscando las lenguas, ella me estiraba de la camiseta para sacármela por la cabeza y yo le bajaba la cremallera del vestido, la cogí de la mano y la llevé a la habitación, se quitó el vestido y el sujetador y yo ya estaba en pelotas estirándola encima de la cama besándola con la mano en el chichi por encima de las bragas, bajé la lengua lamiéndole el cuerpo hasta llegar a las bragas estirando y quitándoselas, me metí en medio del coño lamiéndoselo sin contemplaciones, comiéndomelo con voracidad, no tardó mucho en correrse por primera vez y yo todavía estaba más excitado siguiendo con lo mío, a ella las piernas le iban de un lado para otro intentando ahogar unos gritos de gusto que se le escapaban dejando los ojos en blanco, se corrió un par de veces más y me tiré encima suyo metiéndole la polla sin contemplaciones, follando con cierta violencia hasta corrernos los dos por última vez, cuando abrí los ojos recuperándome del esfuerzo me di cuenta que no había estado con Judit, en mi cabeza me había follado a Mar con rabia, como vengándome del daño que me había hecho, me levanté de la cama y me metí en la ducha, al salir entró Judit.

JUDIT: ¿Te pasa algo Mark, es culpa mía?

Le di un beso en la mejilla.

YO: No Judit, no es culpa tuya, has estado fantástica, creo que tengo demasiadas cosas en la cabeza de trabajo, dúchate, te dejo una camiseta encima de la cama y cenamos.

JUDIT: Vale gracias.

Cenamos recordando anécdotas del verano y ella me explicó un poco cómo le iba su vida, y por lo que dijo y conociendo a la gente con la que a ella le gustaba moverse pensé que ya le habían cogido el número y todos sabían lo que ella iba buscando, la conclusión que saqué es que se aprovecharían de ella porque de guapa y buen tipo tenía para dar y vender pero no conseguiría tener una relación sería con ninguno de ellos, tomamos una copita después de la cena y se fue, me quedé triste, en el fondo no éramos tan diferentes ella y yo, ella buscaba un tío de buena familia y yo estaba enamorado de una tía que no me iba a dar ni bola, el resultado era el mismo, los dos sin muchas expectativas.

Al día siguiente Dani había ido a ver unas obras y estábamos con Eva en la oficina.

YO: Eva, me gustaría hablarte de tú hermana.

EVA: No me digas que vais a salir un poco más en serio.

YO: No, no es eso, ya sabes las ideas que tiene Judit, ayer estuvimos hablando y yo conozco bien los ambientes en que ella se mueve, creo Eva que le están tomando el pelo, salen con ella porque es muy guapa pero no creo que nadie le proponga nada serio.

EVA: ¿Qué van a ir con ella para follársela y después dejarla tirada?

YO: No lo podías explicar más claro Eva.

EVA: Joder, ¿y como se lo digo yo?

YO: No sé, pero creo que deberías hacerlo, a lo mejor así abre los ojos y ve la realidad.

EVA: Me cago en mi vida tío, que papelón.

Lo dejamos ahí, sé que Eva intentó hablar con ella pero no fue muy agradable y Judit siguió haciendo lo que quiso, pero pensé que tal vez sabiéndolo pondría más atención y se daría cuenta tarde o temprano.

Seguía pasando cada tarde o noche por el Refugio, no podía pasar un día sin ver aunque fuera un momento a Mar, y ella lo notaba, cada día podía quedarme un poco más de tiempo aprovechando para jugar a los dardos o al billar muchos días con Dani, ella intentaba no acercarse más de la cuenta porque sabía que me ponía tenso, y yo no me acercaba a ella por miedo a acabar llorando como un gilipollas.

Una tarde había estado reunido con varios inversores intentando trabajar con ellos en sus proyectos, me envió Dani un mensaje retándome a una partida de dardos, se lo confirmé. Al llegar al Refugio no había mucha gente, él estaba sentado en una mesa con Mar hablando, cuando yo llegué se levantaron, Dani me vino a saludar con los dardos en la mano y Mar se fue para dentro de la barra para ponerme una cerveza, al recogerla nos quedamos mirando a los ojos, ella los apartó y cada uno se fue a lo suyo, tiré el primer dardo a la diana.

YO: ¿Qué estabais hablando Dani?

DANI: Nada importante, hacía tiempo que no hablábamos y hemos aprovechado que no había mucha gente.

Seguimos jugando y de pronto nos quedamos los dos parados, pasó por delante una chica con una bandeja y varios vasos encima.

YO: ¿Dani, es una camarera?

DANI: Pues eso parece, me lo ha dicho antes Mar, que empezaba hoy de pruebas, la verdad es que no está mal, lástima que tú ya estés pillado.

YO: ¿Pero qué dices gilipollas, por quien estoy yo pillado?

DANI: Por quien va ha ser tío, si se te van los ojos sin darte cuenta coño.

Le hice una señal a la chica y le pedí otra cerveza, cuando me la trajo.

YO: Hola me llamo Mark y este es Dani, ¿eres nueva?

La chica llevaba el pelo teñido de rojo, era bastante guapa y sus ojos claritos le resaltaban bastante, nos dijo que estaba de prueba ese día y que le gustaría poder seguir, cuando se fue nos cruzamos las miradas con Mar que estaba sonriendo, más tarde nos despedimos y me fui a casa, estaba preparándome algo para cenar y llamarón a la puerta, al abrirla se me abrieron los ojos de golpe, era Mar, me quedé que no sabía que decir.

MAR: ¿No me vas a invitar a entrar?

YO: Sí, sí claro, pasa, pasa.

Entró mirándose el apartamento.

MAR: Es muy grande, si tienes un poco de gusto en decorarlo te puede quedar muy bonito.

YO: Estaba a punto de cenar, ¿quieres acompañarme?

Se quedó dudando un momento, me miró sonriendo.

MAR: Vale.

Nos sentamos en la mesa y cruzamos las miradas, se la aguanté como indicándole a que había venido a verme, ella la apartó.

MAR: Le he sacado a Dani donde vivías.

YO: Ya hablaré con él de esto.

MAR: No te enfades con él, le he insistido mucho.

YO: Y lo querías saber ¿para?

MAR: ¿No vas a volver a mi casa?

YO: ¿Para qué Mar?

MAR: Te hecho de menos, cuando estabas era más divertido, siempre me esperaba alguien en casa y no me sentía tan sola.

YO: Eso es un poco egoísta ¿no?, ¿solo piensas en ti?

Miró a un lado apretando los labios como decidiéndose a decirme algo, giró la cara mirándome a los ojos.

MAR: Lo siento Mark, no puedo darte lo que buscas.

Se le humedecieron los ojos.

MAR: No nos conocemos, no sabemos nada de nuestro pasado, quienes somos realmente……

Levanté la voz cortándole la frase.

YO: No quiero saber nada de ti antes de conocerte, quiero saberlo ahora y en el futuro, el pasado me importa una mierda.

Ella me miraba sorprendida por que le hubiera levantado la voz cayéndole alguna lágrima.

MAR: No puedo Mark, lo siento mucho pero no puedo, tú lo ves todo muy fácil y a veces las cosas son más complicadas.

YO: Está bien, solo te pido una cosa y se sincera por favor, ¿no puedes porque no te gusto o no soy lo que buscas?, o, ¿no puedes porque en tú vida hay algo que no te deja tener una relación estable?

Me miró a los ojos cayéndole lágrimas por sus mejillas.

MAR: ¿Cómo no me vas a gustar?, pero no puedo.

Se levantó y se fue cerrando la puerta detrás de ella, quité la mesa y esa noche nos quedamos los dos sin cenar.

Pasaron los días y nosotros representando nuestro papel cada vez que nos veíamos, yo la miraba en la distancia y ella se acercaba a mí lo justo.

Me llamó una tarde el padre de Marta para decirme que se estaban juntando varios inversores para crear en el centro un edificio de oficinas, que estaban interesados en que fuera algo sorprendente, que la siguiente semana vendrían a la oficina todos para reunirse conmigo, que pensara en algo para exponerles y dejarlos boquiabiertos.

Trabajamos mucho con Dani y Eva para sacar nuevas ideas creando una presentación para que la vieran el día de la reunión, cuando me confirmó el día y hora estuvimos arreglando la sala de reuniones para que fuera cómoda para todos, compramos una cafetera, licores, refrescos y nevera para que no faltara de nada si alguien quería tomar algo, era la primera reunión seria que íbamos a hacer en nuestra oficina.

Esa mañana Dani estaba tan nervioso que prefirió irse a hacer visitas a las obras y no estar allí, a la hora en punto apareció el padre de Marta con dos personas más, las saludé y las invité a entrar en las sala de reuniones.

PADRE DE MARTA (con una sonrisilla): Falta por llegar el cuarto inversor y más importante, no creo que tarde mucho.

En ese momento entraba a la sala Eva con un señor, me giré y me encontré con el capullo de mi padre delante de los morros, nos quedamos mirando un momento uno al otro sin saber muy bien qué hacer.

EVA: ¿Quieren tomar alguna cosa los señores?

Aquello rompió el hielo y fueron pidiendo, uno un café, el otro dijo que lo mismo, otro un agua y mi padre...

MI PADRE: Champán francés.

Me miró a los ojos desafiándome.

EVA: ¿Dom Perignom, Veuve Clicquot o Moët & Chandon?

Mi padre sonrió asintiendo con la cabeza.

MI PADRE: El que quieras guapa.

Eva les trajo lo que habían pedido, se sentaron en la mesa grande, Eva cerró las persianas con un botón y cerró la puerta dejándonos solos, puse en marcha la presentación y les expliqué todas las ideas que habíamos tenido, desde luces led por fuera del edificio para iluminarlo por la noche como se quisiera, hasta cristales que se oscurecieran con electricidad dependiendo del grado de intimidad que se quisiera en las salas de reuniones o despachos, y en el exterior dependiendo de la claridad del sol, a parte de todas las cosas más normales como puertas automática sensores de humos y agua, anti incendios, alarmas etc., al acabar se miraron entre ellos sonriendo y confirmando con la cabeza, mi padre miraba a sus socios estaban de contentos, giró la cabeza, y por una vez en la puta vida le vi mirándome orgulloso de mí, se levantaron y se despidieron saliendo por la puerta, Eva los acompañó a la salida, mi padre se quedó conmigo, cerré la puerta de la sala.

MI PADRE: Hubiera preferido que trabajaras conmigo, pero tengo que reconocer que lo has hecho mucho mejor de lo que me esperaba.

YO: Gracias papá.

MI PADRE: Y además me llamas papá, solo prométeme que el día que yo no pueda te harás cargo de todo lo mío.

Se lo confirmé con la cabeza.

MI PADRE: Me dejas que te abrace antes de irme.

Nos abrazamos con cierta emoción.

Alargué la mano para coger el pomo de la puerta para abrirla.

MI PADRE: Y pasa por casa a ver a tú madre por favor, y si quieres quedarte te quedas, haz lo que quieras.

YO: Pasaré a visitaros o comer con vosotros pero no me quedaré, parte de mi aprendizaje esta en vivir solo y espabilarme con mis problemas.

Me volvió a sonreír levantando y bajando la cabeza, me apretó un brazo con cariño, yo abrí la puerta acompañándolo hasta la salida, donde estaba el chofer esperándolo con el coche.

Eva entró a la sala a recoger, entré detrás de ella.

EVA: Este tío me ha pedido champán y ni lo ha probado.

YO: Tráete la botella y una copa que vamos a brindar.

Salió rápido y volvió con una copa llenándola, yo levanté la copa de mi padre y brindamos.

EVA: ¿Esto es porque ha ido bien Mark?

YO: Ha ido que ni te lo puedes imaginar, este trabajo es nuestro y a partir de ahora no nos va a faltar, es más, nos tendremos que mudar de oficina a otra más grande y contratar más gente para la que se nos viene encima.

EVA: ¿Pero qué dices loco?

Yo sabía que a partir de aquel momento, mi padre me iba a contratar en todas las mierdas que estuviera metido y a recomendarme a todos sus contactos.