El Reformatorio (9)

EL REFORMATORIO (9)

Esa noche luego del gran espectáculo en el cual proclamaron a Martín, alias "la Martina", "puta oficial Nº 1 del Reformatorio", después de haber aguantado la perdida de su virginidad anal y bucal y soportar cuatro vergas penetrándolo a la vez, dos por la boca y dos por el culo, me fui a dormir, porque entre la excitación y los nervios que había pasado pensando que Martín había muerto, no estaba para otra cosa, salvo para una excelente masturbación, pensando en lo ocurrido.

Al día siguiente cuando me levanté, como de costumbre a las 6 AM, llamé inmediatamente al oficial de guardia para preguntarle las novedades, el cual me informó que todo estaba tranquilo, salvo que Martín estaba en la enfermería porque había tenido un desgarramiento de ano, desplazamiento de intestino, inflamación de testículos y dolores bucales muy fuertes, pero según el médico todo estaba bajo control y en pocos días estaría como nuevo pronto para cumplir con sus obligaciones.

Desde mi despacho no se sentía ni un ruido, era como si todo el reformatorio estuviera dormido, y así era, tanto el personal como los internados luego de la fiesta habían decidido dormir hasta más tarde. Seguramente el motivo habría sido que luego de la fiesta pública, se deben haber dado fiestitas en privado en las habitaciones de los internados o guardias.

Desayuné tranquilamente y me puse a ordenar unos cuantos papeles y a interiorizarme de la contabilidad, administración y todos los demás menesteres de la institución. Como todo estaba aparentemente en orden y al haberme dedicado a la lectura se me pasó la mañana casi sin darme cuenta.

Golpean a la puerta y era uno de los guardias que venía a preguntarme si iba a almorzar en el despacho o en el comedor de oficiales. Como quería seguir poniéndome al tanto de todo, pedí el almuerzo al despacho.

De tanto en tanto venía una pregunta a mi mente, -quién será ese Don Mariano...?.- Estaba esperando que ingresara el otro turno de guardias para llamar al oficial Fernández para interrogarlo sobre el tema.

Como la lectura me había cansado un poco y me estaba adormilando decidí recostarme un rato en el sillón del despacho. Me tiré vestido como estaba boca arriba y entre sueños empecé a recordar todo lo vivido en el día de ayer; ni bien entró en mi mente la primera escena, sentí como mi verga se empezaba a movilizar, como avisándome que estaba ahí ya dispuesta para jugar un poco con ella; bajé la cremallera de la bragueta y la liberé ya totalmente erecta y babosa. Decidí hacerme una buena masturbada antes de dormirme y así lo hice; fui hasta el baño, me limpié y me acosté, e inmediatamente me quedé dormido profundamente.

Unos golpes en la puerta me despertaron sobresaltado – quién es...?, pregunté; - el oficial Fernández señor, vengo a reportarme como de costumbre al tomar mi turno.-

• Adelante Fernández, justamente lo estaba esperando porque quería hablar seriamente con usted sobre algunos asuntos que no me han quedado muy claros y creo que es importante aclararlos de una vez por todas.-

• Si señor, en qué puedo ayudarlo...?.-

• Dígame Fernández, quién es ese tal Don Mariano que anoche lo llamó y usted suspendió el espectáculo para ir a atenderlo en forma inmediata?.-

• Don Mariano es un empresario muy poderoso, tanto por su riqueza como por sus influencias en diferentes niveles tanto nacionales como internacionales.-

• Muy bien, pero qué tiene que ver con esta institución...?; porqué ayer usted me decía que Don Mariano era nuestro benefactor y que gracias a él había muchas comodidades en el instituto e incluso era muy dadivoso con los guardias...?.-

• Es correcto señor,- dijo Fernández, -Don Mariano está vinculado a esta institución desde hace unos cuantos años y mensualmente nos obsequia las cosas que necesitamos e incluso más, como le decía, siempre viene un sobre con dinero para cada uno de los guardias ....; también hizo importantes reformas en la institución, como este despacho, la habitación de descanso y otras más....-

• Este tal Don Mariano pertenece a alguna institución benéfica...?; a los Leones, Rotarios o alguna organización de ese tipo...?.-

• La verdad que no sé, señor,- respondió rápidamente y con la cabeza gacha el oficial Fernández, lo que me hacía suponer que algo estaba escondiendo o lo avergonzaba.

• Fernández, vamos a dejarnos de rodeos y vayamos directamente al grano...; porqué este Don Mariano es benefactor del reformatorio y especialmente de sus guardias...?.-

• Bueno señor...., la verdad es que Don Mariano recibe a cambio unos favores especiales ....-

• Favores especiales, de quién ...?; Fernández, por favor, no dilatemos más esto, ya me está exasperando ....; qué hace ese hombre acá ...?.

• Como le decía, Don Mariano es un empresario muy poderoso, tanto por su riqueza como por sus influencias y pertenece a una poderosa Logia secreta.-

• Logia secreta...?, secreta en qué sentido...?, a qué se dedica...?.-

• Bueno señor ..., no debería hablar de esto, pero tarde o temprano se va a enterar y es mejor que lo sepa por mí y no en otra circunstancia, que podría ser mucho más complicado....-

• De qué habla Fernández...?, qué es lo que está ocultando...?, largue el rollo de una vez, porque esto esta pasando de castaño oscuro y me parece que voy a tener que tomar medidas disciplinarias ....-

• Bueno ... señor ...., Don Mariano es el jefe, por decirlo de alguna manera de la Logia de los Ángeles Negros, seguro que por decir esto, me salvo de la sanción que usted me pueda poner, pero voy a tener problemas con Don Mariano, eso es seguro ....-

• Logia de los Ángeles Negros ..., eso suena diabólico ....-

• Justamente señor, es una secta satánica, uno de sus templos está acá en el reformatorio detrás de su despacho, se entra por una puerta que está disimulada detrás de ese placard y es de un grueso metal y con clave de seguridad.-

• Fernández, usted me está tomando el pelo ...?; usted piensa que yo me voy a creer eso que me está diciendo ...?; eso sólo se ve en las películas de terror.-

• Señor usted en su momento va a tener la oportunidad de ver con sus propios ojos y oír con sus propios oídos cual es toda la verdad ....-

• Y qué tiene que ver esta institución con esa secta...?.-

• Señor, parte de sus ritos se corresponden con orgías y utilizan a nuestros internados para ello ....-

• Cómo dice Fernández ....?; que usan a los pibes para sus orgías satánicas ...?, pero el Director anterior estaba enterado de esto ...?; ya estaba asombrado con lo que vi ayer, pero esto ya es el colmo ..., sinceramente no puedo creerlo, usted me está mintiendo ....-

• Ayer señor, cuando estábamos en el gimnasio y me llamó Don Mariano era para preguntarme si habían entrado pibes nuevos ..., pero no son cualquiera, tienen que tener menos de 15 años y ser vírgenes..., lamentablemente le tuve que responder que aún no había entrado ninguna nueva mercancía...; se lamentó porque ya va a hacer un mes de la reunión anterior y el ritual debe realizarse por lo menos una vez al mes.-

• Por suerte, entonces, que no haya entrado nadie, así nos evitamos esas cosas ....-

• Lamento decirle señor que no es como usted piensa, ya que debemos cumplir con Don Mariano como cumple él con nosotros, así que ya me puse en contacto con unos amigos policías que cuando salgan en la recorrida de la noche van a tratar de conseguir algún pibe con esas características.-

• Como conseguir, Fernández ...; los pibes que vienen acá no son los que han cometido alguna falta o delito ...?.-

• No todos señor, algunos se les crean los delitos para poder ingresarlos, cuando tienen determinadas características que sirven para nuestros planes ...-

• Por favor Fernández, váyase, no quiero sentir más nada de eso, me ha dejado los nervios totalmente crispados, ... crear delitos para satisfacer apetencias sexuales de gente que paga ..., es insólito, inconcebible ....-

Fernández bastante molesto, se retiró de mi despacho y fue a llamar por teléfono desde la habitación de descanso; más tarde razoné que lo había hecho desde allí porque quería que escuchara la conversación. Por supuesto que a quien llamó fue a Don Mariano para ponerlo al tanto de la conversación mantenida conmigo.

• Muy bien Don Mariano, así que donde llegue a ver algún contratiempo para las secciones inmediatamente hay cambio de Director ..., creo que sería lo mejor, este Director no me gusta nada, pregunta demasiado ...; estamos en contacto entonces Don Mariano, espero su llamado.-

No podía creer lo que había escuchado, era un chantaje directo, o aceptaba todo lo que me propusiera Fernández, o de lo contrario me relevarían del puesto...., si este tal Don Mariano es tan influyente como me dijo, seguro que un telefonazo me estás comunicando el cese. Hablando de telefonazo, justamente suena el teléfono. Sin dejar de pensar en lo que recién había escuchado, levanto el tubo y siento una voz conocida, pero con tono muy molesto que me dice: – ya hemos recibido una denuncia de irregularidades cometidas por usted y no hace ni una semana que está como Director ... .-

• Quién habla...,- pregunté.

• No se haga el estúpido Director, jejejejeje, usted me conoce la voz, sabe perfectamente quien habla ...; déjese de bobadas o renuncie al cargo ..., por supuesto se imaginará que si renuncia o lo cesamos, despídase de obtener otro empleo, será mejor que se vaya del país ..., jajajajajajaaaa-

Lo que escuché me dejó mudo, no pude contestar palabra, además si lo hubiera querido hacer, tampoco hubiera podido, ya me luego de esa carcajada, me cortaron inmediatamente. Recién comenzaba mi carrera, - qué hago...?; tolero todo lo que sucede y me convierto en cómplice ... o me voy....?; además si decidiera renunciar, porqué tendría que irme del país, qué pruebas tendrán contra mí ...?. Además creo que ya no podría vivir sin estos muchachos, mi vida a cambiado totalmente, me he hecho un adicto a la homosexualidad, sueño con ellos cuando duermo, pienso en ellos cuando estoy trabajando; necesito tenerlos cerca, aún en la encrucijada que me encuentro, ya estoy totalmente excitado, de solo recordar esas escenas con Martín.

Esa noche decidí irme a mi casa para ver si alejándome unas horas del reformatorio las cosas cambiaban en mi mente, llamé al oficial Fernández y le dije que me iba a retirar, que avisara al resto de la guardia que mañana a las 8 AM estaría aquí nuevamente.

Los días siguientes pasé solo en mi despacho, solo recibía al oficial de turno para escuchar las novedades. Todo marchaba sin problemas y Martín ya se encontraba mejor, en cualquier momento le daban el alta.

Había pasado una semana de mi toma de posesión cuando al recibir las novedades de parte del oficial Fernández, me anuncia que avisaron de la policía que traen a dos hermanos que los encontraron en la calle con una billetera robada. Seguro pensé, que estos pibes son los que la policía buscó para entregárselos a Don Mariano.

• Señor procedemos como de costumbre cuando lleguen los nuevos internados...?, preguntó Fernández. – Muy serio y decidido, respondí, - por supuesto, ni bien lleguen quiero verlos y hacerles personalmente entender cuales son las reglas de la institución...-

• Le adelanto señor, que si el médico comprueba que los nuevos son vírgenes no habrá ningún tipo de festejo, ya que se los tenemos prometidos a Don Mariano; hoy justamente se hace la luna llena que es cuando se hace el ceremonial de la Logia.-

• Correcto Fernández, de todo eso se encarga usted, yo solo quiero cumplir con mi parte ...-

• Señor, Don Mariano lo ha invitado a la sesión, si usted desea presenciarlo, creo que le gustará es algo interesante y bastante fuera de lo común.-

• Veremos en su momento, Fernández..., por ahora cumplamos con nuestras obligaciones.-

Fernández se retira y al rato vuelve con los dos nuevos internos y otro guardia.

Me informan, – señor, estos reclusos se llaman Pablo y Daniel Pintos, son hermanos, tienen 14 y 15 años, se le acusa de robo.-

Ambos jóvenes eran unos hermosos especimenes, se ve que le habían dado buenos datos a la policía para conseguirlos. Eran muy parecidos, de una estatura aproximada al metro 80, delgados, pero con un cuerpo musculoso producto de realizar ejercicios con aparatos o trabajar en alguna actividad que transportaban pesos. Ambos vestían camisa, jeans y zapatillas.

El oficial les quita a ambos las esposas que sujetaban sus manos sobre la espalda y les da una orden – bueno, a desnudarse totalmente....-

Ambos se quitaron la ropa y en esta oportunidad procedí a revisarlo yo, ya que había visto cuando ingresó Martín como era todo el procedimiento. Me acerqué a los jóvenes y les agarré los testículos a ambos a la vez y se los apreté con toda la fuerza -saben bien que esto es lo único que los distingue como hombres, o hacen lo que se les ordene o los pierden, han entendido ...? Además tengan presente que cuando respondan siempre deben terminar la frase con la palabra señor.-

• Muy bien señor,- dijo Fernández, - parece que lo hubiera hecho siempre, se ve tan natural ...- Sin responderle a Fernández, le di la orden a los muchachos que comenzaran a pajearse.

Todo lo demás procedió como era rutina, lo cual me excitó mucho y lo había vivido con Martín, y que daba cuenta mi diario íntimo en su página (2).

Luego que los muchachos descargaron todo el semen de sus huevos en sus zapatillas y lo limpiaron con sus lengua, Fernández los hizo vestirse y me dijo: - si el señor Director no dispone más nada, me los llevó para prepararlos para cuando venga Don Mariano y su comitiva, ya que antes de traerlos acá pasamos por el médico que los revisó y certificó que ambos son vírgenes.

• Yo los acompaño Fernández, no quiero perderme nada de esta nueva sorpresa.-

• Bueno muchachos,- dijo Fernández, ahora se van a bañar y preparar esos lindos culos vírgenes que tienen.-

Llegaron hasta los baños y ambos chicos se comenzaron a desnudar; cuando iban a abrir las duchas, Fernández les dijo; - no tanto apuro por limpiarse afuera que primero hay que limpiarse por dentro...; González traiga el tanque...-

• Apoyen las manos en el suelo e inclínense lo suficiente como para que sus culos queden alzados; González proceda con mucho cuidado no vaya a dañar esta valiosa mercancía....-

González, trajo un tanque con una goma y un tubo y un frasco de crema. Muy suavemente con uno de sus dedos untó la crema en ambos culos y luego insertó el tubo, primero en Pablo y luego en Daniel. Lo que les estaba haciendo era un enema para que el interior de los chicos estuviera limpio, ya que era uno de los requisitos del ceremonial. Luego que ambos descargaron todo lo que tenían en sus intestinos, se les anunció que debían bañarse.

• Para bañarse utilizan este champú y se enjabonan bien los huevos y la verga; después cuando estén bien enjuagados, se ponen en todo el cuerpo esta crema para que les quede perfumado y bien suave,- dijo Fernández, con voz autoritaria.

• Perdón señor, porqué tanta limpieza?,- preguntó tímidamente Pablo.

• Ya van a ver la sorpresita que les tenemos ..., no se olviden que son recién llegados y siempre hacemos una fiesta para festejar ..., contestó González.

Yo estaba totalmente excitado, ya me había quedado al palo mientras los había visto desnudarse y masturbarse y ahora bañándose ..., ya no aguantaba más.

• Fenández, ya vuelvo ...- Fui hasta mi despacho a hacerme una paja, porque me daba vergüenza mostrarme como estaba, aunque el resto estaba igual que yo. Estaba tan excitado que bastaron dos movidas para tener una formidable acabada. Me lavé un poco porque estaba todo baboseado entre las piernas y pensé en cambiarme la ropa interior y los pantalones, pero para no demorar y no perderme nada, decidí volver como estaba; la verdad, que ya nadie se fijaba en mi.

En el momento que llegué los chicos ya se habían bañado y pasado la crema por todo su cuerpo, ahora los estaban vaporizando con un perfume bastante fuerte y que nunca había sentido; tenía un olor como a incienso.

En ese momento, apareció un guardia para avisar que el señor Don Mariano y su comitiva ya habían llegado. A ambos chicos les pusieron una túnicas blancas con un cordel a la cintura y salieron todos apurados para no hacer esperar al Don Mariano.

• Señor Director, acompáñeme, así le presento a Don Mariano, recuerden ustedes que tienen que hacer todo lo que se les diga si no quieren dejar de ser machos, como se les explicó en el despacho del señor Director,- dijo Fernández, mirando a los muchachos, que venían caminando con González detrás nuestro.

Mientras íbamos caminando hacia mi despacho, pude visualizar ya de lejos cinco figuras todas vestidas de negro. Cuando nos acercamos me percaté que uno de los hombres era un poco mayor que los otros cuatro, pero el más elegante, supuse que era Don Mariano y no me equivoqué. El resto de los acompañantes parecían modelos, pero con unos físicos espectaculares muy bien formados, seguro que hacían aparatos todos los días y por varias horas.

• Buenas noches Don Mariano, le voy a presentar al nuevo Director, don Ricardo ....-

Extendí mi mano para saludarlo, pero Don Mariano, mirándome de pies a cabeza, se acercó a mi y abrazándome me dio un beso en cada mejilla, - es un gusto conocerlo Director, ya me habían hablado de usted ...; podemos pasar ?.

• Si, por supuesto, adelante ...- Fernández abrió la puerta, entramos Don Mariano y yo, luego sus acompañantes y por último Fernández. Los chicos con González aún no se habían hecho presentes, deberían esperar que los llamaran.

Don Mariano junto con uno de sus acompañantes se dirigió hacia un mueble de mi despacho y tocando algo en el costado que no pude ver, hizo que el mueble se corriera de la pared y apareciera detrás una puerta de metal, tal como había dicho Fernández. Tenía una doble llave y además combinación.

Abierta la puerta, entró Don Mariano y sus cuatro acompañantes, cerrándose nuevamente detrás de ellos. – Señor, van a preparar el templo, cuando esté pronto recién podemos entrar ...,- dijo Fernández.

Al rato se abre nuevamente la puerta y uno de los acompañantes de Don Mariano vestido con una túnica negra con capucha, nos dice, - por favor, ya pueden pasar ....-

Nos acercamos a la puerta, y lo que a simple vista pude ver me dejó estático, - cómo podía ser que detrás de ese mueble pudiera haber un templo, con altar, velas y esos aparatos tan raros en el centro del mismo...?.-

Mientras tanto Pablo y Daniel esperaban afuera acompañados de González; estaban temblando de miedo, porque todo lo sucedido hasta ahora los tenía sorprendidos y más aún la ropa que le habían puesto y que estuvieran esperando que lo llamara ese tal Don Mariano, de quien todos hablaban con tanto respeto y a su vez como con temor.

En el próximo relato sabremos que pasará con estos chicos en el ceremonial de la Logia de los Ángeles Negros.