El reencuentro (1)

Este relato cuenta los encuentros sexuales de dos jóvenes, mi novio y yo, ambos varoniles y fornidos. Mi nombre es Carlos soy un tipo bastante atractivo, 21 años, estatura media, trigueño y con 18 cm de rico caramelo; mi novio René es un joven muy guapo de finas facciones, alto, trigueño y con una tranca de 19 cm.

EL REENCUENTRO (Parte 1)

Este relato cuenta los encuentros sexuales de dos jóvenes, mi novio y yo, ambos varoniles y fornidos. Mi nombre es Carlos soy un tipo bastante atractivo, 21 años, estatura media, trigueño y con 18 cm de rico caramelo; mi novio René es un joven muy guapo de finas facciones, alto, trigueño y con una tranca de 19 cm.

Aunque ya habíamos tenido un sin número de excitantes encuentros sexuales desgraciadamente por cuestiones de trabajo tuve que pasar un tiempo fuera de la ciudad y fue hasta 6 semanas después cuándo ocurriría el reencuentro.

Todo comenzó cuando llegué a la terminal de autobuses, tenía mi maleta en un brazo y en la otra un regalo de aniversario, llegue un poco antes así que me dispuse a esperar, pasados unos minutos vi a mi novio, si, era él, René mi amado, cuando lo vi me pareció verlo mas atractivo que nunca, bien vestido, galante y con ese porte que solo el posee. El, al verme se acerco con un paso considerable, cruzamos miradas unos segundos y nos dimos un gran abrazo muy largo diciéndonos al oído cuanto nos habíamos extrañado y lo bien que lo pasaríamos, posteriormente nos propusimos buscar un hotel en centro de la ciudad y mientras caminábamos hacia el mismo comentábamos un sin numero de cosas, pero en nuestras mentes solo había una cosa, imágenes excitantes de las travesuras que estaríamos a punto de gozar.

Al llegar al hotel, nos registramos y subimos a la habitación dejamos a un lado nuestras pertenencias y al cerrar la puerta por primera vez luego de 6 semanas de estar separados estuvimos completamente a solas. Quería comérmelo a besos sin embargo me contuve y al verlo sentado a la orilla de la cama con esa mirada tímida y con su singular atractivo me acerque a él y comencé a besarlo suavemente, a tocarlo a sentirlo, a probar el sabor de sus besos a poder percibir de nuevo su olor. Mientras nos besábamos comenzamos a tocar nuestros cuerpos, tocaba su espalda sus nalgas sus piernas, el tocaba mi cuello mis hombros mis brazos mi pecho. Poco a poco las caricias comenzaron a crecer, nuestros falos se rosaban sobre la ropa pudiendo sentir que tan duros estaban, las erecciones eran impresionantes nuestros pantalones iban a reventar. Comencé a besar su cuello primero lentamente después cuando me di cuenta ambos estábamos besándonos apasionadamente en un eterno abrazo de éxtasis y placer. Lo besaba muy rico hasta llegar a sus orejas para después bajar a su cuello y lo empecé a morder cosa que éxito bastante a mi novio gemía de placer, en seguida volví a su boca y lo bese como nunca lo había hecho, nuestras lenguas interactuaban sin cesar.

Lentamente mis manos se abrieron paso en su camisa, le abrí tres o cuatro botones y en ese momento pude ver la imagen de su pecho, no me resistí y comencé a lamerle los pezones, los tenía durísimos y yo los lamía y relamía, lo escuchaba gemir mientras yo jugaba con sus ricas tetas, jugaba con ellas las apretaba y le daba mordiditas cada vez mas fuertes hasta que me pedía mas y mas. Después de eso fui bajando con mi lengua por su abdomen hasta llegar a su área púbica, pude notar su olor característico, olor a macho sediento de sexo, no me resistí y comencé a lamerle la entre pierna, los huevos, poco a poco subí a la base de su maravillosa verga y comencé a lamerla, desde la base hasta la punta donde no puede resistir mas y lentamente la metí en mi boca y así comencé a mamarla, sus gemidos me ponían a mil, así que aumente el ritmo de la mamada y lo volví loco mientras tanto mis dedos se abrían paso por detrás comencé a tocar su rico culito, a apretarlo y estrujarlo, no aguante mucho y lo volteé boca abajo abrí sus nalgas y pude ver su rico hoyito. Esa imagen me puso calientísimo sentí como mi verga palpitó, acto seguido se puso mas dura, jamás había estado así; no me resistí así que le mamé el culito, su sabor era delicioso, sentía como se iba dilatando poco a poco, parecía ansioso de verga. Ya al estar súper caliente le dije a René que me la mamará, a lo cual el respondió gustoso: ¿Quieres que te la mame papito? Yo me levanté y le puse mi verga en la cara para restregársela, quería marcarlo con mi olor, dejarlo impregnado de la esencia de su macho. Él comenzó a hacer una mamada colosal movía su lengua de tal manera que me hacía gemir de placer, me chupaba mi verga como si estuviera hambriento, al sentir todo esto mi excitación era tal que tome su cabeza y se la metí toda, el respondió con arcadas cosa que me éxito mas y no dejaba que retirara su cabeza, mi verga se perdió en su boca la imagen era muy excitante verlo totalmente sometido disfrutando de mi verga. Luego baje de manera que quedáramos en una rica posición de 69, sin más tomamos nuestros falos y comenzamos a mamarlos, fue una sensación gloriosa mamar la rica tranca de mi novio mientras el mamaba mi venosa verga. Mientras mamaba su verga tocaba su culo, trataba de meterle un dedo; no pude mas así que me levante, tome su cabeza y le dije: mámala el me la mamo solo por unos segundos.

Sin más tome su cuerpo y lo volteé abrí sus culo y mame su hoyito, lo lubriqué con un poco de saliva y un segundo después se la deje ir toda sin piedad, mientras mi verga le rompió el culo escuche de sus labios un delicioso gemido de dolor y placer, eso me éxito mucho así que comencé a embestirlo con pasión. Era deliciosa la manera en que mi verga entraba y salía de su rico y apretadito culo. La imagen era deliciosa dos hombres gozando de sus cuerpos y de todos los ricos placeres del sexo. Su cara de goce y sus gemidos me volvieron loco así que aceleré el ritmo de mis envestidas. Sentía que cada vez llegaba mas adentro, después tome impulso y metí mi verga lo más profundo que pude en ese momento me quede quieto y el al sentir tremendo pedazo de carne perforando lo mas profundo de su ser no se contuvo mas y comenzó a mover su culo de tal manera que me hizo gritar de placer. Movía sus nalgas como solo el lo sabe hacer me encantó como solito se ensartaba y se metía y sacaba mi verga la disfrutaba al máximo, sus gemidos de placer llenaban mis oídos. Después por un segundo disminuyo el ritmo y yo seguí dándole duro por el culo el gritaba sentía como su culo se desgarraba para dejar entrar mi verga. Sentía que ya no podía mas así que lo tome de la cadera para acercarlo a mi verga y taladrarle el culo mi verga llegaba cada vez mas adentro hasta que en un arrebato de pasión sentí como me estaba corriendo, así que deposité en lo mas profundo de su culo los chorros de leche que de mi verga salieron disparados, fue una sensación deliciosa descargarme dentro de René toda mi leche dentro de él caliente y fresca. Riquísimo!!! Aun tenia mi verga en su culo y el se masturbaba, me pidió que me acercara a su verga pues se quería correr en mi cara así que cuando mi cara se acerco a su bella tranca descargó unos deliciosos chorros de leche sobre mi rostro, caliente, fresca, deliciosa, pude probarla. Terminamos nuestra rica hazaña con un beso apasionado.

Después de nuestra rica sesión de sexo salimos a la calle caminamos y en un bonito restaurante nos detuvimos a cenar, cenamos, platicamos, en fin nos la pasamos muy bien, al terminar, nos regresamos al hotel caminando iluminados solo por la luz de la luna nos tomamos de la mano.

Ya dentro del cuarto nos recostamos en la cama nos abrazamos y nos dispusimos a dormir cuando de repente sentí su dura tranca en mi vientre y me dijo al oído…..

Esta es la primera parte de nuestro reencuentro si les ha gustado el relato pueden dejar un comentario o escribirnos a nuestro correo. Muy pronto contaremos la siguiente parte.

Saludos.