El Rapto cap 6

Tres son multitud

VI

Mariana toma de la mano a Fernando lo lleva al baño entran en la regadera el agua cae sobre sus cuerpos desnudos, ella toma una esponja con jabón líquido y comienza a pasarlo por el cuerpo de Fernando mientras lo besa con cariño, él está fascinado, la abraza la besa de una forma tierna, sus manos recorren el cuerpo de Mariana toma la esponja y ahora es el quien la limpia con cariño con devoción aprovechando de besar y acariciar su cuerpo, sus besos son cada vez más largos llenos de pasión y deseo, Mariana acaricia su pene que poco a poco ha comenzado a endurecerse el acaricia sus pezones y baja sus manos a su vagina para jugar con su clítoris.

F: Jamás pensé sentirme así

M: Ni yo

Fernando la carga y Mariana entrelaza sus piernas a su espalda, comienza a penetrarla poco a poco, los gemidos de Mariana no se hacen esperar, esa fuerza con que la toma la carga y hace saltar sobre ella la han calentado sus caderas se mueven pidiendo más, lo siente cada vez más y más profundo. Fernando la apoya contra la cerámica sus embestidas son cada vez más duras, mas salvajes, Mariana estalla en un maravilloso orgasmo lo besa con ternura y pasión baja sus piernas se pone de rodillas en la ducha y comienza a darle una rica mamada, lo hace con devoción, aquel pene tiene un sabor exquisito, lo recorre por completo, comienza a meter cada vez más su pene en su boca y el comienza a gruñir, las mamadas de Mariana se hacen más intensas, Mariana juega con su pene acelera y desacelera las mamadas volviéndolo loco de placer, sabe lo que hace eso no le queda duda a Fernando, quien disfruta nunca.

F: Mariana si sigues así me voy a correr

M: Hazlo amor, eso quiero, probarte

F: aaaaag Mariana toma amor

Su semen brota de su pene en cantidad, llenando la boca y la cara de Mariana, se pone de pie y se besan. Terminan de bañarse, Fernando le dice que irá por comida quiere preparar algo especial para ambos, la deja estar a sus anchas en la casa con la seguridad de que ella no se irá.

F: Regresaré en un par de horas por favor no le abras la puerta a nadie, aunque dudo que venga alguien, creo que se avecina una tormenta, no vayas a salir así

M: tranquilo aquí te espero, confía en mí

La besa, la abraza contra y sale. Mariana decide darle un calorcito de hogar y termina arreglando todo dándole ese toque femenino, toma algunas flores de afuera las coloca en agua y adorna la pequeña mesa de la sala, la mesa de noche y la barra del comedor. Al rato se escucha la puerta tocando, Mariana no quiere abrir, pero escucha la voz de una mujer.

S: Araña, amor ábreme, sé que estás aquí

Mariana abre la puerta, ambas se miran la una a la otra frente a Mariana esta una mujer realmente hermosa, rubia oxigenada, de 1,75, pocos senos, pero grandes nalgas, cintura pequeña sonrisa perfecta, podría ser modelo de no ser por la forma tan vulgar como viste y su forma de hablar. Le calculaba unos escasos 21 años.

S: ¿Más o menos quién eres tú? ¿Y dónde está mi hombre?

M: ¿Tu hombre?

S: Eres sorda o retardada, sí, mi hombre, mi marido

M: Fernando no está

Samantha entró sin pedirle permiso se sentó en el mueble como si fuera su casa

M: te he dicho que no está aquí, además en ningún momento te dejé pasar

S: yo no necesito permiso de nadie, porque para eso soy la mujer de la Araña voy y vengo a donde me da la gana, que tienes tú con mi marido

M: que yo sepa no es casado ni está en una relación con nadie

S: eso es lo que les dice a sus zorras, pero la oficial soy yo mi amor así que agarra tus cuatro vainas y te me vas, fuera de esta mierda

M: Escúchame bien niña, porque se nota que eres una tripona, tu a mí me respetas y de aquí me voy cuando me dé la gana entendiste

S: como si me dieras miedo, solo eres una más del montón, las mujeres como tú no me llegan ni a los talones (Se pone de pie y camina alrededor de Mariana), nadie culea mejor que yo, mírate y mírame, soy más joven y hermosa tu eres poca cosa, tú debes ser algún trabajito bien pagado, como para que tuviera que traerte aquí, seguro eres una mojigata aburrida, amargada y frígida jajaja

Comienza a llover, como si la naturaleza percibiera el dolor que sentía Mariana en su interior, Samantha le recordaba a su hermana Lucía que nunca perdía el tiempo y momento para hacerla menos, Mariana se sintió tan pequeña tan mal que salió corriendo de allí sin importarle la lluvia los relámpagos, no podía soportar más, ¿Fue un trabajo? ¿Entonces sí fue una simple venganza después de todo?, los pensamientos recorrían su mente y las lágrimas rodaron por sus mejillas junto con el agua que caía a cantaros, camino cerca de la carretera, pero no a la orilla no quería que Fernando la viera en caso de que pasara por allí, la lluvia se hacía cada vez más fuerte siguió caminando errante por casi dos horas hasta llegar a unas casas el portal de una tenía un pequeño techo se quedó allí a esperar a que escampara. Todo había sido un engaño, qué podía esperar, por algo la había traído de esa forma, la lluvia pasa y sigue su camino espera llegar a la plaza y pedir ayuda.

Fernando llega a la casa está emocionado quiere hacer algo especial para los dos para proponerle un comienzo a Mariana juntos, era una locura, pero en vista de todo lo que habían vivido sentía que solo con ella podría hacer una vida, se sentía completamente unido a Mariana como si hubiese encontrada una parte de el en ella, la puerta está abierta entra y encuentra a Samantha en el mueble.

F: ¿Qué estás haciendo aquí? Mariana, Mariana dónde estás? (Fernando recorre la casa buscando a Mariana)

S: Vine a verte tenías días sin aparecer y convencí a los muchachos de que me dijeran donde estabas, si buscas a la galla esa salió corriendo de aquí

La toma fuerte del brazo y la sacude, conoce muy bien las mañas de Samantha y sabe que algo debió decirle para que quisiera irse sin esperarlo.

S: Coño suéltame, me duele, naguevona´

F: Dime qué le dijiste

S: Nada que no sea cierto que tú eres mío y ella seguro es algún trabajo que mandaron hacer

F: Ya me tienes harto Sammy, te he aguantado muchas de tus estupideces, pero esta no te la perdono

S: ven vamos al cuarto y lo arreglo todo (Samantha intenta besarlo)

Fernando la rechaza y la hace a un lado llama a Marcelino

F: Viejo necesito que vengas a buscarme a la casa es urgente por favor ven rápido te lo explicaré cuando llegues

M: Si hijo estoy cerca ya voy para allá, pero tranquilízate ¿paso algo?

F: Te espero viejo cuento contigo

M: está bien mijo

S: qué te pasa desde hace meses me rechazas no quieres nada conmigo, no me digas que ahora te gustan las desabridas como esa

F: no hagas que pierda la paciencia contigo Sammy, yo nunca debí acostarme contigo, admito que fue un error, pero he sido honesto no me interesa estar contigo eso fue una cosa de una vez

S: Ella no te va satisfacer como yo, ven anda, no te hagas el duro

Samantha usa sus armas, pone las manos de Fernando en sus nalgas y se quita la blusa. Fernando da un paso atrás, no deja de ser una gran tentación, pero su corazón está en otro lado y aunque Samantha es una mujer hermosa, para él la más hermosa es esa que acaba de irse y no sabe dónde está.

S: ¿qué paso acaso ahora eres marico, no te gustan las mujeres?

F: Cuando llegue Marcelo te irás con nosotros te dejaremos en el hotel del pueblo y quiero que mañana mismo te vayas a tu casa

S: No pienso irme, yo me quedarme aquí, por qué te importa tanto esa mustia

F: Deja de insultarla, mira no quiero ofenderte, así que por favor recoge tus cosas

S: te juro que me las vas a pagar toditicas, te voy a sapear con la policía vamos a ver qué vas hacer cuando lleguen a tu galpón, tendrás que meterte debajo de las piedras

F: Hazlo no tengo miedo, pero te advierto que la traición no la perdono jamás

Al rato Marcelino llega preocupado por el tono de voz de Fernando cuando lo llamó.

M: ay mi Dios, se está cayendo el cielo, no ha parado de llover, dime mijo pa que soy bueno

F: Mariana se fue y no sé dónde esta debe estar por la carretera no la viste

M: no vi a nadie de seguro se metió en las casitas que están después de la parada o está bajo algún árbol resguardándose de la lluvia

F: Vamos a buscarla por favor viejo, tengo que encontrarla, y dejamos a esta loca en la posada de doña Carmen

M: Señorita móntese con cuidado, pero mijo que paso si quedamos en que hablarían, ya no hay solución

S: La solución sería que se lanzara de un barranco

F: cállate, ya hiciste suficiente no hagas que te deje botada por la carretera como un perro

M: ya veo lo que sucede, asando dos conejos se te quemó uno (Marcelino sonríe)

F: te aseguro que no es así, esta vez no tengo culpa, esta loca se vino sin avisar y quien sabe qué coño le dijo a Mariana como para que decidiera salir de la casa con este aguacero.

Mariana se sienta debajo de un árbol siente escalofríos, el cuerpo un poco débil, después de todo estuvo días alimentarse y dormir bien y hacía horas que tuvo una sesión de sexo intensa, su agotamiento era tal que perdió el conocimiento en medio de la lluvia.

Marcelino se detiene en casa de una señora conocida que vive por el camino le pregunta por Mariana si la había visto, ella le responde que sí que estuvo hace poco debajo del techito de al lado y que al rato comenzó a caminar pero que la veía un poco pálida. Marcelino le cuenta a Fernando y sigue por el camino que le indicó la Señora, conducía despacio tratando de ver algo la lluvia dificultaba la visión hasta que vieron un gran árbol y debajo de el una señora y un señor trataban de cargar a alguien, Fernando la reconoció era Mariana, se baja corriendo del carro.

F: Qué tienes, Mariana reacciona.

Señora: La encontramos tirada allí está hirviendo en fiebre, la íbamos a llevar al módulo, pero si usted la conoce

F: Si señora, yo me encargo

Marcelino acerca el carro, Fernando cambia de lugar con Samantha para llevarla en el asiento de atrás, intentan que reaccione, pero nada, Mariana delira con la fiebre.

M: Debí ser yo, debí ser yo, siempre estorbando, no por qué por qué tú también, tú también me odias

F: Marcelino por favor apúrese vamos a ligar que haya un médico en ese módulo

SM: Tranquilo hijo hago lo que puedo, pero esta lluvia es peligrosa podemos patinar y adiós luz

Llegan al módulo tocan la puerta el médico sale y la acuestan en una pequeña camilla, la revisa, afuera un Fernando asustado camina de un lado para otro, envió a Marcelino a llevar a Samantha hasta la posada.

D: Tiene una pequeña infección respiratoria, pero hay que tratarla a tiempo voy a tomarle una muestra y deben hacerle una placa, aquí en el pueblo no hay dónde se la pueda hacer tendrían que ir mañana a la capital y descartar una neumonía, por lo pronto te voy a dar las recetas para que compres todo para bajar esa fiebre es peligroso y debemos hacerla reaccionar, ordené a la enfermera darle un baño de agua fría, pero necesito que traigan esto de inmediato.

F: Haga lo que tenga que hacer

Fernando llama a Marcelino y le pide que pase por las farmacias que estén abiertas y compre todo lo que el medico indicó, que ya le mandó un mensaje de texto con la lista.

F: Doctor puedo verla

D: Sí aún está inconsciente pero la fiebre ha ido cediendo

Mariana se sacudía temblaba en esa camilla la enfermera la sostenía intentaba calmarla cuando entraron Fernando y el doctor.

D: ¿Alguna reacción licenciada?

E: No Doctor, pero al menos la fiebre no está tan alta como cuando llegó, disculpe que me meta, pero esta niña debe haber pasado por algún trauma, se siente como si no quisiera vivir

Fernando se coloca al lado de la camilla, toma las manos de Mariana queman al tacto de lo caliente que está, nunca había temido por nada, ni a la muerte, pero verla así, hizo que por primera vez sintiera que todo perdía sentido, se sentía a punto de caer en un abismo, acarició su rostro, no pudieron separarlo de ella, al llegar Marcelino tomaron una vía y comenzaron a pasar un medicamento para la fiebre, tomaron la muestra de sangre para los análisis que pidió el doctor.

D: No la puedo tener aquí, lo mejor será que la lleve a su casa, cuando tengan los resultados de todos los exámenes decidiremos si es necesario hospitalizarla o puede cumplir tratamiento en casa.

F: yo puedo acondicionar todo en casa, le pagaré bien doctor, solo quiero que la sane

D: perfecto hágale los análisis y mañana estaré por su casa para revisarla

Con mucho cuidado la llevan a la casa, antes pasan por la farmacia para comprar los implementos médicos que pidió el doctor para tratarla en casa, compraron comida, estando en casa Fernando la vistió con un pijama con sumo cuidado, coloco pañitos de agua fría. Estando en la cocina Fernando vió los cambios que Mariana había hecho en la casa, todo estaba impecable la casa tenía un aroma floral gracias a las flores que corto y coloco en varias partes, habían tocado el cielo y ahora ella estaba en el mismo infierno. Marcelino se retiró con la promesa de regresar temprano para llevarla a realizarse los exámenes y la placa.

Se acostó a su lado, despertando cada cierto tiempo a revisar, la fiebre estaba cediendo hasta tener fogaje, a la mañana Mariana comenzó a reaccionar se sentía débil le costaba respirar, al mirar a su izquierda se encontraba Fernando dormido, miró su mano y vió la vía colocada y el suero goteando poco a poco, intento levantarse, Fernando despierta a tiempo para ayudarla.

F: Apóyate aquí con cuidado

M: No me toques, ¿qué es todo esto?

F: te encontramos desmayada y con fiebre, tienes una fuerte infección, no debiste salir así

Mariana con debilidad, pero acentuando la molestia le responde: ¿Tu mujer no te dijo nada?

F: Ella no es mi mujer, fue algo pasajero

M: no me pareció, por qué sigues mintiendo, si te querías vengar ya lo hiciste, me trajiste a la fuerza, me ataste a la cama, me dejaste sin comer, y encima me hiciste creer que querías algo conmigo y yo caí redonda y me acosté contigo, eres cruel.

F: te juro por mi vida que no te mentí, lo que te dijo Sammy no es cierto, reconozco que si hace tiempo me acosté con ella, pero no fue nada serio y siempre se lo dejé claro, pero es una chamita joven y no entiende negativa, quiere hacer su voluntad.

M: No puedo creerte

F: Si te estuviera mintiendo no estarías aquí conmigo no hubiese ido a buscarte, y no hubiese echado a Samantha

M: Qué se yo, quizá quieras torturarme hacerme pagar en carne propia lo que mi…

F: shh, no sigas, mejor voy a ayudarte a arreglarte debemos hacerte varios análisis y una placa

M: ¿análisis? ¿Por qué?

F: mírate te cuesta respirar, anoche te escuche toser varias veces, hay que saber qué tienes para ponerte tratamiento

A regañadientes Mariana cede a la petición de Fernando, se preparan y con Marcelino se dirigen a la capital de ese estado, esperan hasta la tarde cuando los resultados están listos, Mariana se cierra en sí misma, siente tanta confusión, dudas, Marcelino le cuenta todo lo que el vió pero ella sigue ida, en sus pensamientos, al regresar a la casa les dice que está cansada que prefiere dormir un rato. El doctor llegaría en una hora para dar un diagnóstico definitivo.

F: Te traeré algo de comer

M: no tengo hambre, gracias

F: tienes que comer, aunque sea un poco, por favor

Mariana asiente, el le da de comer, la cuida con esmero, a pesar de su rechazo, se siente culpable por todo lo sucedido, quizá si le hubiese puesto más límites a Samantha ella no habría armado todo este problema. El doctor entra y le pide que los deje solos para revisarla.

D: Tiene un mejor semblante hoy, su esposo estuvo a su lado en todo momento, estaba muy preocupado, está muy enamorado

M: ¿usted cree?

D: Claro que sí, esa desesperación, la forma como la miró la trato, y todo lo que hizo, eso no se hace por cualquiera

M: el no es mi esposo, no somos…

D: entiendo, me dio la impresión, en fin, debo decirte que debes mantenerte en cama y seguir las indicaciones al pie de la letra tienes neumonía, pero no está muy avanzada con todo esto estoy seguro que mejoraras en menos de una semana, estaré viniendo a pasarte el tratamiento para acelerar el proceso de recuperación.

M: Le prometo que pondré de mi parte.

Fernando recibe la llamada de Cheo tal como esperaba Samantha ha realizado la denuncia a la policía de sus actos delictivos, lo que ella no sabía es que hacía un tiempo él había viniendo preparándose para retirarse, toda una vida con falsas identidades, y todo el contrabando quedarían atrás se había hecho de una pequeña fortuna con la que podría comenzar de nuevo desde cero y todo legal, tal como Cheo, el Negro y el soñaban, al llegar al galpón la policía encontró todo en perfecto orden no estaba nada de la mercancía de contrabando pues ya la habían vendido y lo que estaba allí eran productos con todos los papeles, en completa legalidad y pertenecientes a un amigo comerciante, Samantha dio pelos y señales de los escondites donde podría estar todo pero no había nada ni rastro de que alguna vez haya habido algo, revisaron las casas y no había nada, pero iniciaron una demanda por daños y perjuicios a Samantha, por mentir a las autoridades, lo que sí era un delito, salió bajo fianza y pagando servicio comunitario, desistiendo por completo de acercarse porque Fernando le hizo saber que la próxima vez sería peor.

CONTINUARÁ