El rapto (1)

Esperando a mi victima con un pañuelo impregnado en cloroformo para conseguir que sea mio.

Te veo aparecer a lo lejos.

Tus pantalones caídos rotos, tu camiseta petada, tu piercing en la ceja y tu tatuaje en el tobillo.

Hace meses que te vigilo, y hoy por fin, vas a ser mío.

Podría haberte hecho mío de muchas formas, la más fácil hablando directamente contigo. Pero he decidido coger el camino mas difícil. Tal vez porque sea el que mas me pone.

Cada vez estas más cerca.

Vuelvo a echar un vistazo: nadie a la vista por ningún lado.

Los nervios me embargan, y noto como mi polla va creciendo y va luchando por escapar de mis pantalones.

Cuando pasas a mi lado salgo de detrás de los arbustos entre los que me escondía, y con una mano rodeo tu torso sujetándote los brazos mientras con la otra aprieto sobre tu boca y tu nariz un pañuelo empapado en cloroformo.

Luchas por escapar con gran fuerza y te retuerces, logrando soltarte una mano, que enseguida agarra la mía para intentar quitarte el pañuelo que a cada segundo te adormece mas, sin darte cuenta que con cada esfuerzo estas aspirando mas y mas vapores somníferos.

Voy notando como las fuerzas van abandonándote, y cada vez te retuerces menos.

Te susurro en el oído:"venga, solo un poquito mas", mientas que con mi mano te aprieto en el estómago para obligarte a tomar una bocanada de aire.

Ya puedo dominarte con una sola mano, con la que mantengo el pañuelo, mientras con el otro brazo te sujeto, y mi mano va bajando hacia tu polla, que presenta un estado incipiente de erección.

La mano con la que intentabas retirar el pañuelo cae como un peso muerto hacia un lado, y realizando un último esfuerzo gritas con todas las fuerzas que te quedaban, quedando después sumido en el más profundo de los sueños.

Aún no creo que lo haya hecho, pero ahí estas, descansando inerte sobre mis brazos.

Pero no hay tiempo que perder, no he terminado aún. Te dejo sobre el suelo y corro hacia el coche, de donde saco una bolsa. Lo primero de todo, te pongo unas esposas. Después con una venda tapo tus ojos. Y por ultimo, saco un gran rollo de cinta adhesiva. Sin poder resistirlo beso tus labios sin esperar una respuesta, mientras con mi manos recorro tu duro torso y bajo hacia tu pene aun erecto. Debo luchar contra la tentación de ir a mas, y sello tus labios con un ultimo beso y varios trozos de la cinta.

Cargo tu peso sobre mis hombros mientras acaricio tu culo que será mío dentro de muy poco, y te meto en el maletero dulcemente. Cierro la puerta y enciendo el motor notando como eyaculo en los calzoncillos, e imaginando lo que dentro de tan poco voy a poder hacer contigo.