El putito de mi jefe
EL viejo de mi jefe , me hace una propuesta indecente a cambio de una recompenza económica Mi primera vez .. ¿será la última?
Con 22 años, me coloque a trabajar al servicio de un extranjero, que tenia maquinas de construcción y movimientos de tierra. El viejo tenía mucho dinero, pero no lo aparentaba, siempre en una camioneta vieja , al igual que su oficina, dentro de un sitio de tierra, lleno de escombros , tierra, maquina, talleres, etc.
Con él trabajaba una secretaria, los 6 operadores de las maquinas, un mecánico y yo. El trato que nos brindaba era siempre muy amable, cordial para nada exigente. Mi trabajo prácticamente era ser el ayudante de él, desde ir al banco hasta manejar la vieja camioneta y llevar a la faena cualquier repuestos o materiales.
Don Rubén se llamaba mi jefe, un viejo alto y flaco de unos 65 años, argentino, pelo algo cano, muy agradable en su trato. Le gustaba mucho que compartiéramos los trabajadores, asados o algunas cervezas que el siempre compraba para que nos quedáramos los hombres algunos días después del trabajo. El viejo era viudo, no se había vuelto a casar, no tenía familiares y el trabajo era su vida.
Muchas veces me quede con el hasta tarde, ya cuando todos se habían ido, terminando algún trabajo o acompañándolo con alguna cerveza, mientras el me interrogaba de mi vida y yo de la suya. Pero fue una tarde, donde todo cambio. Habíamos terminado una faena muy importante y Don Rubén nos había prometido un asado cuando esta terminara. Como siempre, cumplió su palabra y en el mismo sitio, la parrilla se llenó de carne, mucho trago, cervezas. Compartimos solos los hombres hasta cerca de las 1 de la mañana, donde el mecánico y el último operario, se despidieron, quedando yo solo con Don Ruben a cerrar el taller. Al otro día todos trabajábamos y Don Rubén nos había dado autorización para llegar una hora mas tarde. Siempre que salíamos tarde, mi jefe me pasaba a dejar en su camioneta a mi casa y ya yo pensaba que cerraríamos y nos iríamos, pero Don Ruben, algo pasado en los tragos, bueno al igual que yo, me dice que nos tomemos la última y que de ahí cerraríamos. No le di más importancia, total era mi jefe y sentados al lado del fuego, nos bebimos la última cerveza antes de irnos a acostar.
- ¿ y como esta tu novia?
- Ya no tengo , terminamos hace una semana
- Mirá ¿ y por que?
- Era muy absorbente
- ¿Y la extrañas?
- No , para nada , estaba aburrido, quería terminar hace rato, aprovechar de salir solo, disfrutar la vida
- Eso, eso hay que hacer, disfrutar la vida que hay una sola
- Correcto
- ¿Y ya tendrás alguien en mira?
- Aun no, pero nunca faltan ja ja ja
- Eso si, mujeres sobran, bueno a tu edad , a la mía ya no. Cuando yo tenía tu edad, pasaba follando. Ahora estoy viejo, las mujeres ya no me pescan
- Pero Don Rubén , siempre hay alguien por ahí, tiene que buscarse una vieja por ahí para darle.
- La verdad ya no me interesa, cambiaron mis gustos
- O una jovencita entonces
- Por ahí mejor .. aunque también puede ser un jovencito
Ahí recién me di cuenta que algo raro pasaba. El viejo hace rato que me conversaba y me miraba distinto, pero nunca se me pasó por la mente que estaba apuntando sus dardos hacia a mí. De no ser mi jefe lo hubiese mandado a la mierda de inmediato, pero opté mejor por hacer como si no hubiese escuchado.
- Oye chamaco , ¿te puedo hacer una pregunta?
- Oiga Don Ruben , ¡ la hora que es! , le parece si nos vamos ya?
- Cuál es el apuro . Deja terminarme la cerveza y nos vamos
- Igual es tarde, y mañana hay que trabajar
- Da lo mismo .. si quieres no vienes en la mañana, total hay poca pega , pero acompáñame con otra cerveza no seas asi ..
No me pareció mala idea, quedarme a tomar otra cerveza y no venir a trabajar , no era malo, pero el viejo se me estaba insinuando, pero bueno , de alguna forma lo pensaba evitar, pero no fue posible.
- Chamaco, te voy hacer franco, sincero
- Don Rubén , mejor que no, está muy pasado de copas y después se arrepiente
- No .. bueno si, estoy algo borracho, pero no tanto, las cosas hay que decirlas, hay que andar de frente por la vida, ¿o no?
- Ya Don Rubén , vámonos mejor
- Te propongo algo
- Mejor no me proponga nada ….
- Una propuesta buena .. te conviene … Te pago 50 lucas …. 50 lucas , si tu … bueno esto queda entre nosotros, … somos hombre, pero uno tiene sus necesidades
- ¿50 lucas si que?
- digamos … me haces algo
- ¿algo como que?
- me corres una pajita
- Ja ja … ¡ve que se le pasaron las copas! .. mire las wevas que esta hablando.. vámonos mejor
- Oye .. no son wevadas, tranquilo , ya me tire a la piscina, y reafirmo mi proposición… 50 lucas por una paja de 10 minutos
- Esta loco Don Rubén .. a mi me gustan las mujeres
- ¿Pero no dijimos que en la vida hay que probar de todo?
- Pero no soy maricón …
- Pero si no te estoy tratando de maricón , solo es una propuesta, la tomas o la dejas …
- La dejo …
- ¿ y por ochenta lucas? … son ochenta lucas weon, por 10 minutos …
- Esta bromeando ¿verdad?
- NO .. mira acá están .. ( se levanta, bamboleándose de lado a lado, saca su billetera y saca el dinero colocándolo sobre la mesa) … 6 .. 7 .. 8 … acá están … ochenta mil , por 10 minutos y queda entre nosotros.
A mi edad y mi sueldo, ese dinero era mucho, casi la mitad de lo que ganaba en un mes, por solo 10 minutos … decía que no, pero no muy convencido. Era ochenta mil pesos, por 10 minutos … estábamos solos … algo borrachos … el me insistía y sin querer se me salió un “no se”.
De ese “no se”, se colgó Don Rubén y siguió insistiendo, que era dinero fácil, que nadie lo sabría… Hasta que luego de mucho pensarlo, le dije que si.
Mi jefe se sonrió, dio una fuerte aspirada a su cigarro, se levantó y sin mucho preámbulo, se bajó el cierre y saco su verga. Jamás en la vida se me pasó por la mente pasar por una situación así. Yo sentado y mi jefe con su verga ante mis ojos, listo para que yo lo masturbara. Me sentía maricón hacer algo así, nervioso que alguien nos fuera a ver, pero estábamos solos , el dinero sobre la mesa y solo eran 10 minutos.
Su verga era muy larga y delgada, mucho más larga que la mía, pero delgada y curva. Me daba vergüenza hacerlo, pero pensaba en el dinero, era mucho… ya no había pie atrás, a si que tomándome mi cerveza de un solo sorbo, estiré mi mano y le agarré la verga al flaco de mi jefe. El se bajo aun mas los pantalones, dejando a la vista sus viejos huevos colgando, sus piernas flacas, mientras yo comenzaba a tocarle su cosa. El me iba guiando como hacerlo y yo por mi parte, un sinfín de sensaciones me invadieron. Me dí cuenta que no era tan incómodo, , que no era tan repulsivo como yo pensaba y a las finales me estaba excitando estar en una situación así, completamente nueva para mi. Por sus gemidos, al parecer lo estaba haciendo bien. Me pidió que con la otra mano le agarrara las bolas y así lo hice. Tener esas viejas bolas en mi mano, y la tremenda verga de mi jefe en la mano, mas los efectos del alcohol, me comenzaron a calentar y comencé a disfrutar estar haciendo algo así, mientras mi jefe con los ojos cerrados disfrutaba de la paja.
Si ya estaba en eso, me preguntaba que se sentiría meterme una verga a mi boca. Me empezaron a dar ganas de hacerlo, pero no, ahí si que quedaría de maricón delante de mi jefe, hasta que el mismo, entre quejidos y quejidos, me dijo … “ te lo subo a 100 lucas si me la chupas”
No me lo tubo que repetir, y tomando coraje, abrí la boca y me metí la larga y flaca verga a la boca. Se la chupaba fuertemente como pensé que a mí mismo me gustaría que me lo hicieran y la verdad no me desagrado para nada. Me sentía una puta haciendo eso por dinero, pero igual era morboso y rico hacerlo. Además pensé que si lo hacia bien , algún dia me volveria a pagar por hacerlo, por lo que me esmere mucho, Hace mucho tiempo se me había pasado eso por la mente, pero jamás con alguien como Don Ruben, pero ya estaba en eso y estaba disfrutando …
El viejo disfrutaba a concho la chupada que yo le estaba haciendo y por mi parte ya no me desagradaba para nada. Era algo nuevo, algo morboso, excitante . Cambiaba a cada rato mi forma de chupársela, incluso me detuve para beber un buen trago de cerveza y continuar … la metia muy adentro y se la sacaba lento, para luego volver a repetirlo. Luego con la lengua le toque la punta de la verga. A ratos se la sacaba y lo masturbaba fuertemente, para volver a metérmela como si fuese un delicioso helado. Sabia que tarde o temprano el viejo no aguantaría mas y se descargaría , no sabía qué hacer , si correrme , o cerrar los labios y dejar que acabara ahí, o directamente recibir esa vieja leche en mi boca. ¿ cómo seria? .. ¿ me dará asco? … ¿será muy mala? … bueno había probado la mía , pero solo unas gotas que quedaban en mis dedos después de cada paja , pero esto era distinto.
No pude pensarlo mucho porque mi jefe comenzó a gemir muy fuerte y me aviso que estaba por acabar. Preferí apuntarle la verga hacia otro lado y masturbarlo fuertemente, hasta que comenzó a disparar su leche al piso, mientras yo no paraba de masturbarlo fuertemente. A las finales ya no le salió más y unas cuantas movidas más y se la solté. EL quedó completamente relajado, sentándose aun con su verga al aire. Se tomo una cerveza casi al seco y me dijo que había estado muy bueno, que realmente lo disfrutaba y que como era un hombre de palabra, cuando se subí los pantalones , sacó su billetera y me paso las 20 lucas que faltaban.
Cerramos y me fue a dejar. No hicimos ningún comentario al respecto. Acostado en mi cama , pensaba en lo que había hecho. Me sentía raro, sucio, excitado, pero a la vez, contento por las lucas fáciles que había conseguido ….