El Proxeneta (4 de 7) Horas Extras
Además del trabajo en el bar, Lorena hace horas extras. Una de las primas de Luciano es la elegida para usar su cuerpo
El Proxeneta (4 de 7) Horas Extras
Autor: Ricardo Erecto.
El miércoles siguiente, poco antes de medianoche, Lorena llamó Luciano.
-Estoy en el bar trabajando y próximo a finalizarla jornada. Unode los clientes quiere continuar la fiesta en su casa. Es una despedida de solteros en la cual habrá unos seis varones. Quieren tenerme hasta las 6 dela madrugada. Dospreguntas: ¿Me lo permites? Y ¿Cuánto debemos cobrar?-
-Por supuesto que te lo permito. En cuanto a cobrar, son quinientos euros. Ten presente que abusarán de ti de todas las formas posibles.-
-Sí por eso no hay problema. Entonces acepto y les indico el precio. Cuando termine con ellos, te aviso.-
-De acuerdo.-
Así finalizabala conversación. Lorena finalizó su trabajo a las 6 de la madrugada, exhausta. Llamó a Luciano para comunicarle las novedades.
Al día siguiente, Lorena no tuvo propuestas para continuar fuera del bar. Al finalizar, llamó a Luciano para comunicárselo.
-De acuerdo, te puedes ir a la casa a descansar. El lunes me comentas los detalles.-
-Sí, por supuesto, pero te adelanto que todo fue muy bien.
Mientras tanto Luciano siguió ubicando a sus putas en los distintos hoteles. El negocio marchaba muy bien. El lunes, como estaba previsto, todas se reunieron en la casa de Luciano.
-Primero quiero que Lorena nos cuente su experiencia en el bar.-
-Es un bar interesante. Éramos cinco camareras que estábamos por las mesas. Todas denudas y bien perfumadas. Cuando llegábamos a las mesas para servir, invariablemente nos tocaban el culo, la concha, las tetas, las piernas, nos besaban, nos introducían dedos en la vagina, etc. Éramos manoseadas de todas las formas imaginables.-
-Era parte de lo previsto. Me imagino que te has dejado manosear sin quejarte.-
-Por supuesto y como camarera logré buenas propinas. Luego fui a la casa que me contrataron. Allí había en definitiva solamente cuatro varones. Me cogieron de todas las formas posibles. Eran incansables pero todo dentro de lo previsto. Me pagaron lo que se había acordado.-
-Muy bien Lorena, te felicito has hecho buen trabajo. ¿Y el jueves?-
-El jueves también estuve en el bar. La diferencia fue que uno me dijo que si le permitía meterme un dedo en el culo, hasta el fondo, me daba 20 euros extras. Por supuesto que acepté. También tuve buenas propinas.-
-De acuerdo. Ahora haremos las cuentas y a repartir el dinero.-
Finalizada la “operación financiera” de reparto, fue Florencia la que preguntó:
-Supongo que querrás cogerte a una de nosotras. ¿Ya has pensado a cuál?-
-Quedan por probar alguna de mis dos primas. ¿Te sientes en condiciones Florencia acostarte conmigo?-
-Luciano, me extraña que preguntes eso. Una ramera nunca dice que no y menos a su chulo. Si es tu deseo tenerme, aquí me tienes.-
-De acuerdo. Entonces te quedas tú y las otras tres se van, pero antes quiero comentarles que todos los lunes una de ustedes se quedará conmigo. Me falta probar las habilidades de Lorena, que será el próximo lunes y luego iré eligiendo la que mejor satisfaga mi apetito de ese día.-
Todas asintieron y se retiraron a excepción de Florencia que permaneció a la espera de las órdenes.
-¿Sabes? Tengo ganas de llamarte puta Florencia.-
-¿Y qué es lo que te llama la atención? ¿No soyla puta Florencia, tu puta Florencia?-
-Nunca te he llamado así. Bien, te comenzaré a desnudar.-
Comenzó aflojándole los botones de la camisa, mientras ella le bajaba el cierre del pantalón y tomaba entre sus manos la pija de Luciano. Luego de quitarle la camisa, fue por el corpiño, dejando sus tetas a la vista.
-Tienes unas tetas de puta madre. Duras, bien formadas, con unos pezones hermosos.-
-Haz lo que quieras con mis tetas. Son tuyas.-
Luciano comenzó a besar y chuparle los pezones, mientras con sus manos aflojaba la falda que caía al suelo alrededor de los pies dela muchacha. Luegobajó las manos hasta el culo por debajo de las bragas y acarició reiteradamente los glúteos.
-Este culo también me gusta. Quizás lo use.-
Poco después y luego de quitarle también las bragas, él mismo se desnudó y fueron al dormitorio. Acostó a Florencia sobre la cama y comenzó a besarla mientras su polla se refregaba contra el coño. Ella, quizás como parte de su oficio o quizás por atracción sexual, comenzó a calentarse, sintiendo que su concha se humedecía. Deseaba ser penetrada, ser abusada, ser tratada como una puta por su primo-chulo. Poco después sintió que su vagina daba paso a la polla de Luciano que penetraba sin dificultad.
Dada la confianza en su primo y los anticonceptivos que ingería, lo podía hacer sin forro, sintiendo el roce de la piel de la polla con el epitelio del conducto vaginal, para poco después sentirse inundada de semen, mientras ella misma se corría. ¡Que polvo! Hacía tiempo que no disfrutaba así del sexo. A fuerza de hacerlo tres o cuatro veces por día, con forro y como rutina, había casi olvidado lo que era un buen polvo. Sonrió complacida.
Otras veces sentir a un hombre sobre su cuerpo, la agobiaba, ahora disfrutaba sentir el peso de ese cuerpo masculino contra el suyo, las tetas un poco aplastadas por el pecho y esa boca que besaba su cuello. Volvió a revivir esos polvos que se había echado con algunos compañeros de colegio.
Se levantó para descargar el semen que había depositado en su vagina y de regreso al lecho preguntó:
-¿Qué quieres hacerme ahora? ¿Mamada? ¿Por el culo? Debo confesarte que hace tiempo no tenía un polvo tan agradable como éste.-
-Yo también he disfrutado Florencia. Déjame gozar de esas tetas y esos pezones. Siempre me gustaron tus tetas, tan duras, pero nunca creí que podría tenerlas a mi disposición para besarlas, chuparlas, morderlas.-
-Haz lo que quieras pero no me claves los dientes, me va a doler. Me gusta que me chupen los pezones.-
-Morder es una forma de decir, es apoyar los dientes sobre los pezones y apretar suavemente.-
Luciano se entretuvo largo rato acariciando el cuerpo de Florencia, mientras ésta también apretaba el cuerpo masculino con sí. Su concha se estaba humedeciendo otra vez.
-Luciano, clávame otra vez. Me estoy calentando.-
Ahora la puso en cuatro con el culo bien levantado para dejar su concha en posición de ser penetrada desde atrás y comenzó a empujar. Apenas había entrado el glande, Florencia movió su culo para atrás y se ensartó hasta el fondo. Un gemido de placer partió de su garganta.
Luciano comenzó a acariciarle los pezones. No demoraron ambos en correrse. Finalizado el polvo quedaron largo rato abrazados.
-Ha sido una linda experiencia Florencia.-
-Habías dicho que quizás usabas también mi culo. ¿Quieres metérmela por allí?-
-Ahora no me apetece usar tu culito. Dos veces en la concha, esa hermosa conchita que tienes, es suficiente, por lo menos por ahora.-
-Ya sabes que cuando quieras usarme, estoy a tu disposición. Las cuatro estamos muy agradecidas por lo que estás haciendo por nosotras y estamos ganando buen dinero.-
-Yo también estoy contento con ustedes. Se portan bien y son cariñosas. Me queda por coger a tu hermana Lorena.-
-Ella está ansiosa de que la uses, pero eso te lo dirá ella.-
-El próximo lunes será el turno de Lorena.-
Luego se vistieron y Florencia se retiró a su casa.
La semana transcurrió sin novedades. Todas las noches, las cuatro, tuvieron por lo menos un servicio y la actividad aumentó el fin de semana.
El lunes siguiente nuevamente se reunieron para el reparto del dinero y comentar las novedades. Al finalizar, Lorena preguntó:
-¿Hoy es mi turno, Luciano?-
-¿Lo dices por si quiero que te quedes para usar tus agujeritos? –
-¡Claro! Ya te has cogido a tres de nosotras y quedo yo. ¿Prefieres usar a otra?-
-No. Primero debo probar con las cuatro y luego veré cada lunes con cuál de ustedes me apetece coger.-
Las otras tres rameras se retiraron, quedándose en esta oportunidad Lorena.
-¿Deseas tener un rato íntimo conmigo o lo haces por obligación?-
-Luciano, sabes que tengo la obligación de servirte pero realmente tengo ganas de acostarme contigo. Hace ya bastante tiempo que lo hago solamente por dinero y ni una vez por gusto de entregar mi cuerpo. Estoy segura que lo disfrutaré y espero que tú también lo disfrutes.
Luciano se acercó y levantándole la falda comenzó a acariciarle el culo mientrasla besaba. Lorenausaba una mini tanga que dejaba todo el glúteo sin cubrir. Luciano avanzó con su mano hasta meterse debajo de la diminuta prenda y llegar, desde el culo, a los labios vaginales que comenzó a masajear. La reacción de Lorena fue casi inmediata y mientras un estremecimiento recorría su cuerpo, su concha comenzaba a humedecerse.
Luciano le corrió el tanga hacia un costado y levantando la falda de la parte delantera, dejó la concha expuesta para ser penetrada. Mientras tanto Lorena había sacado la pija fuera del pantalón. La ubicó en la entrada de la vagina y atrajo hacia sí a Luciano que comenzó a penetrarla.
Ninguno de los dos tenía conciencia que estaban prácticamente vestidos y lo estaban haciendo como esas parejitas que se calientan y tienen necesidad imperiosa de coger y ubican un lugar oscuro de alguna calle. Poco después y luego de unos pocos movimientos, ambos se corrían.-
-Ha sido un polvo raro, parados y vestidos, pero te diré que me gustó sentir tu leche dentro de mí.-
-Es cierto, vayamos al dormitorio que estaremos mejor y podré besarte las tetas, el pubis, la concha, toda.-
Se desnudaron y se acostaron enla cama. Comenzaronhaciendo un 69. Lorena demostró ser una experta en mamadas y logro una erección casi inmediata de la polla.
-¿Quieres correrte en mi boca?-
-Quiero hacerlo en el culo. Siempre admiré el culo de mi prima Lorena.-
-Nunca me habías dicho que te gustaba mi culo. Aquí lo tienes para que hagas con él lo que quieras.-
La muchacha se puso en posición y separándose los cachetes esperó la entrada dela pija. Elagujero estaba relajado y con algo de lubricación que proporcionó la crema que desparramó Luciano, permitió penetrarla sin dificultad mientras sus dedos estimulaban el clítoris. Luego de unos minutos de bombear sintió que se corría, por lo cual introdujo los dedos dentro de la vagina para lograr que ella también se corriera, cosa que ocurrió muy poco después.
-Me han hecho el culo varias veces, pero nunca me habían estimulado de esa manera. No pensé que me iba a correr. Me ha gustado mucho.-
-Yo también he gozado haciéndote el culo. Como te dije, siempre admiré el culito de mi prima.-
-No soy tu prima, soy tu pupila, no lo olvides. Soy la puta que trabaja para ti y que cuando su chulo quiere, ofrece su cuerpo para que lo disfrute.-
Lorena se vistió y se retiró a su casa. Luciano ya había probado a sus cuatro “pupilas” como Lorena se había llamado a sí misma. No podía olvidar que una de ellas era su hermana, y había gozado mucho cogiéndola.
Fin del Capítulo 4