El profesor de historia 3
Mi profesor de historia y yo, jugamos con Laura mi compañera de clase
Llegue a casa con un par de bolsas, llevaba todo lo necesario para la cena. Me metí directamente en la cocina y empecé a cocinar, dos horas después salía de la misma con todo casi a punto.
Mire el reloj y pensé que me daba tiempo de sobra para prepararme. Me di un baño y elegí cuidadosamente la ropa.
Coloque cuatro cosas y abriendo una botella de vino me dispuse a esperar mis visitas. Estaba algo nerviosa, no sabía cómo terminaría la noche.
Justo cuando terminaba mi copa sonó el timbre del portal, era Laura.
-hola, pasa.
Entro y cerré la puerta detrás de ella.
-ponte cómoda, te pongo una copa de vino?
-claro
Mientras ella daba una vuelta por el comedor mirando los libros de la estantería yo la mire, note que también se había esmerado vistiéndose. Laura era muy guapa y lo sabía, no nos parecíamos en nada, ella era rubia, yo morena, ella delgada sin apenas curvas y yo tenía demasiadas curvas. Su belleza era cálida, para mi gusto casi sosa. Quizás su aspecto angelical era el que atraía a los chicos.
Le pase la copa.
-gracias Sara
-de nada –le dije- es un placer.
-de verdad has invitado a quien creo? –me pide emocionada-
-a quien crees Laura?
-creo que es el profesor Carranzo
-que te hace pensar que es él?
-porque se lo vuestro, os vi llegar juntos.
En ese momento sonó el timbre y le dije a Laura.
-abre tu, así confirmas si has acertado, voy a la cocina.
La deje ir hacia la puerta y yo me dirigí a la cocina, al momento los dos entraron, el profesor se acercó a mí y me planto un beso en la mejilla.
-gracias por la invitación señorita Sánchez
-Laura, me haces un favor y le pones al profesor una copa?
-claro Sara
Abandono la cocina dejándonos solos, enseguida se acercó a mí por detrás y me beso el cuello.
-vas a volverme loco, señorita Sánchez
-hoy tengo compañía para hacerlo
Laura llego con la copa, se la paso al profesor y este di un trago, asintió dando el visto bueno.
-la cena casi esta –les dije-
Se sentaron ambos detrás de mí en la mesa de la cocina, mirando como daba los últimos toques a la cena, en un momento de pausa el profesor se levantó y me acerco su copa a los labios. Bebí de su copa ante la atenta mirada de Laura, que nos miraba sin dar crédito a que no se escondiera ante ella. Di un trago de su copa y a continuación la retiro y para mi sorpresa me beso los labios, primero lentamente, luego profundizo el beso y saboreo mi boca.
-el vino mejora así considerablemente. Laura tu qué crees?
Su reacción me sorprendió aún más, se levantó, se acercó a mí y apartando al profesor suavemente, probó el vino de mis labios, era la segunda vez que me besaba una mujer. Pero para ser sincera esta vez era de lo más excitante.
Enseguida respondí a su boca, la abrace por las caderas y pegue su cuerpo al mío, metí mi lengua en su boca y busque su lengua, ambas nos devorábamos con hambre ante la atenta mirada del profesor.
-chicas separaros o la cena se enfriara.
Nos sentamos en la mesa y deduje que a Laura la había sorprendido tanto como a mí la pasión de nuestro beso.
A penas comimos, los tres teníamos otros apetitos, aun así ambos alabaron mi comida, al final ella quiso quitar la mesa.
-no dejémoslo así, queréis tomar el café en el balcón?
-si, dijo Laura.
El profesor salió al balcón y acomodo las sillas, mientras nosotras nos dispusimos a preparar café en la cocina, Laura me miraba con deseo y en un momento dado nuestros dedos se rozaron y al momento nos estábamos besando de nuevo, con ansia volvimos a devorarnos. Note sus manos en mi cadera, luego en mi culo, me pellizco y me apretó hacia ella.
-nunca he estado con ninguna mujer Sara, pero te deseo
-yo tampoco Laura
Volvimos al balcón y el profesor enseguida miro nuestras bocas descubriendo lo que habíamos estado haciendo. Deje el café en la mesa, él nos sirvió sin que nosotras dejáramos de mirarnos.
Tras un rato midiéndonos los tres mientras tomábamos el café y con el deseo a flor de piel, dije:
-entremos dentro.
El profesor Carranzo entro primero y tomo asiento en el sofá, Laura le siguió y yo entre la última, sin dejar que ella se sentara, la pare en medio del comedor y volvimos a besarnos, esta vez mis manos desabrocharon su blusa, sin quitársela la saque de su falda y la situé ante el profesor, me puse tras ella y empecé a besar su cuello, ella se rindió a mis caricias, mientras mis manos separaban la tela que cubría sus pequeños pechitos, busque sus pezones y los frote, enseguida un suspiro escapo de su garganta y sus pezones se endurecieron bajo mis dedos.
-Laura, ven
La situé ante el profesor y empujándola hacia debajo de sus hombros la hice ponerse de rodillas, me coloque al lado del profesor y desabroche el botón de su pantalón, baje lentamente la cremallera ante los ojos desorbitado de Laura y saque su polla, que erecta dio un respingo ante ella.
-te gusta Laura? Era esto lo que querías?
-si Sara
Empecé a masturbarle lentamente sin dejar de mirar como ella se relamía los labios.
-puedo Sara?
-hazlo
Acerco sus labios a la polla del profe y empezó a lamerla suavemente, baje mi boca y empecé a lamer los labios del señor Carranzo, me trague sus suspiros y a continuación sus gemidos, no dejaba de masturbarle, sentía los labios de Laura y la humedad que dejaba a su paso. El me miraba con ojos de deseo y morbo y la miraba a ella.
-le gusta ver como se la chupa profesor?
-sí, me encanta señorita Sánchez
-te gusta su polla Laura?
-si
Laura seguía lamiendo ese trozo de carne con devoción, mientras el me mordía los labios loco de deseo. Le abandone y colocándome de rodillas detrás de Laura empiezo a tocar sus tetitas de nuevo, pero no me quedo ahí, bajo por su vientre y meto mi mano bajo su falda, aparto la braguita chorreante y paso un dedo por su raja, ella abre más las piernas, separa bien los muslos y de repente la penetro con dos dedos, ella chilla y empiezo a bombear fuertemente hasta que se corre con su polla en la boca.
Cuando logra recomponer la respiración, la ayudo a levantarse y la desnudo por completo mientras el señor Carranzo nos mira poniéndose un preservativo.
Laura se lanza y abriéndose de piernas se sienta sobre el profesor empalándose, jadean ambos hasta que esta clavada por completo. Me excito como nunca al verlos follando, él le agarra la cintura y la ayuda a moverse más deprisa, baja su cabeza y empieza a morderle los pezones. Pasan unos minutos así, jadeando, gimiendo mientras yo me desnudo. Él le pide que se dé la vuelta y ella lo hace, vuelve a empalarse pero esta vez me mira, apoya su espalda en su pecho y el abre sus piernas, se lo que quiere antes de que me lo pida.
-cómeselo golfilla, haz que se corra otra vez.
Me puse de rodillas, abrí los labios de su vulva y me lance, su sabor era dulce y agradable. Ella enseguida me agarro la cabeza pidiendo más, mi lengua pasaba por todo su sexo, hasta por los testículos del profesor, lamí sin saciarme hasta que note como se ponía rígida, entonces tire de los testículos de él y note en mi boca como se corría, mientras oía como él también se corría en su coño.
-que buen coñito tiene también esta golfilla, me he corrido dentro.
Ella se levantó y arrodillándose ante mí, se puso entre mis piernas y empezó a lamerme con ansias, su lengüecita recorría todo mi sexo y el sentado a mi lado metió tres dedos en mi coñito, no pararon hasta que entre jadeos tuve mi primer orgasmo.
Él se fue al baño a limpiarse y quitarse el preservativo y regreso ya desnudo.
Nosotras nos besábamos en el sofá, tocándonos ambas. El tomo asiento ante nosotras sin dejar de mirarnos, pasamos largo tiempo acariciándonos, miramos hacia el que se acariciaba suavemente.
-señorita Sánchez, prepárame su culito.
-nunca lo he hecho –dijo algo asustada Laura, pero demasiado excitada para negarse-
-me da igual putita, voy a follártelo
La coloque al borde del sofá, la abrí bien y empecé a lamerla de nuevo, esta vez llegando hasta el final de su rajita, humedecí bien su entradita estrecha y empecé a jugar en ella con un dedo, ella se escapaba mientras él se puso ante ella, se agarró la polla y la llevo a su boca, ella lamio sin rechistar, empecé a meter mi dedo en su culito, notaba el calor y lo estrecha que estaba pero no pare hasta meterlo completamente, pare hasta que se relajó con mis lamidas y entonces empecé a moverlo dentro, dilatándola, él le agarro el pelo y se la metía más de media en su boca mientras ella se retorcía movida entre el placer y el miedo, junte otro dedo y la penetre, ella se quejaba pero cada vez menos, estaba mojadísima cuando él se la saco de la boca, me aparte y agarrándose la polla la metió en mi boca, la chupe mojándosela bien y entonces la llevo a la entrada de su culo, me puse a su lado y empecé a acariciarle las tetitas, mientras el levantándola de los muslos empezó lentamente a penetrarla, Laura lloriqueaba, pero el profesor no cejo en su empeño hasta que media polla estaba en su culo, la cogió fuerte y empujo. Laura chillo y él se quedó quieto mientras yo la besaba y acariciaba su clítoris ella se relajó y entonces empezó a bombear lentamente, en cada embestida sus quejidos se volvían más jadeos, yo frote su tierna carne y un minuto después jadeaba como una posesa.
Note en mi boca sus jadeos cuando llego su orgasmo y no paro siguió empujando hasta que llego el siguiente, la penetro hasta que se corrió dos veces más y quedo deshecha en el sofá, salió de su interior y ella quedo rendida.
El señor Carranzo se quitó el preservativo con el sexo hinchado y duro se sentó en el sillón y me dijo.
-ven a follarme golfita mía.
Me subí sobre su polla y me la clave hasta el fondo, jadee al sentirme llena y el me mordió las tetas, tiraba de mis pezones fuertes mientras su mano me azotaba el culo sin piedad.
-estas chorreando puta, te ha gustado ver cómo me follaba a esa putita?
-si
Se acerco a mi oído y me dijo sin que ella pudiera oírlo
-nena me vuelves loco, solo tú me pones así. Me das tanto placer que no puedo canalizarlo, necesito hacerte daño.
-házmelo
Volvió a azotarme el culo sin piedad mientras me pedía que me moviera, Laura nos miraba sin perder detalle, su mano lastimaba mi culo, sus dientes hacían lo mismo en mis pechos, pero su polla me llevaba al cielo y me corrí como una loca.
-así me gusta, me encanta notar como mojas mi polla
Casi sin recuperarme me aparto, me llevo de rodillas al lado del sofá donde descansaba saciada Laura y arrodillándose detrás de mí me la metió por detrás de un solo golpe, note el dolor en mi trasero, pero al momento mientras empezó a moverse el dolor cedió al placer, mientras su mano volvía a azotarme enrojeciéndome aún más el trasero, apoya la cara en el vientre de Laura y esta acaricio mi pelo tiernamente mientras le decía.
-pégale más fuerte
Él lo hizo, cada azote mojaba más mi coñito y cada embestida dilataba más mi culito y todo estallaba en placer entre mis piernas, empecé a sentir el calor del orgasmo y un último empujón fuerte bien adentro hizo que estallara mi orgasmo, otro azote y este se intensifico, sin llegar a caer del todo volvió a arremeter y empezó a correrse descargando en mi interior, note su semen caliente y volví a correrme.
Cuando recupere la respiración, me levante tranquilamente y le dije a Laura:
-nos vemos en clase, si me perdonas querría descansar ahora
Ella se levantó, se vistió y cuando estaba saliendo por la puerta se giró y dijo con chulería:
-gracias profe, sabía que terminarías sucumbiendo a mis encantos
-no te equivoques Laura, no han sido tus encantos lo que me han llevado a revolcarme contigo
Ambas lo mirábamos fijamente cuando dijo:
-no te equivoques Laura, tu solo has sido un peón
-tuyo?
-no ambos somos sus peones
Dijo el profesor mirándome
-sin ella nada de esto habría pasado, solo te he deseado momentáneamente por darle placer a ella.
Entonces de un portazo salió de mi casa, dejándonos solos.
-quiere que me vaya señorita Sánchez? –pregunto solicito-
-quédese señor Carranzo, cuando se recupere necesito que vuelva a follarme.
-será un placer.
Me dormí en el sofá ante su atenta mirada. No imaginaba en esos momentos que en la cabeza de mi profesor de historia solo había una cosa y era recuperar las fuerzas para volver a darme placer y así obtener el suyo.