El Profesor Daniel

Así que nos bañamos rápidamente y antes de salir, me arrodille ante su tranca, la acaricié y me dedique a mamarla con mucha pasión, agradeciéndole el polvazo que me había dado; la chupe, la mordí, la deje grabada en mi boca y en mi mente, pero tenía que sentir su leche en mi boca, era mi propósito.

Después de pasar varias veces por el sofá de la oficina de Iván Fernando y alguna que otra vez por una cama de hotel con ese maduro Vergón, me dediqué a estudiar y complacer a mi mari-novio, aun cuando él ya sospechaba que yo tenía alguna aventura, pero no quise aceptarlo.

Una vez que nos fuimos a vivir juntos, fui un poco más descarada, pero siempre sin dejar que comprobara nada. Llegaba yo del trabajo y él se encontraba muy cabreado, como presintiendo que venía llena de leche de macho.

Bueno, sus sospechas no estaban tan alejadas ya que en ese entonces tenía un nuevo macho, se llama Daniel, lo conocí cuando fui una noche a recoger a mi pareja donde estudiaba y él ya había salido, así que siendo casi las 10 de la noche, no sabía qué hacer, cuando salió un profesor de mi novio y me dijo que ya todos habían salido, que para donde iba, Yo tímidamente le dije que vivía por la 80 y oh sorpresa, estaba en la misma vía que él, quien muy amablemente se ofreció a acercarme en un taxi.

Nos montamos en el taxi y fuimos hablando de bastantes temas, pero su mirada estaba clavada en mis piernas y en mi pecho, lo sentía, y pues no pude mirar hacia otro lado, y me fijé en su bulto, el cual se estaba marcando cada vez más. Esa situación fue aprovechada por mí chochita y empezó a hervir, a mojarse y a traicionarme, como siempre. Iba distraída en mis pensamientos, cuando sentí sus manos en mis piernas y su cálido aliento en mi rostro, no lo pude evitar, me gusta el sexo y un buen macho y eso es mi perdición. Ya cuando reaccioné habíamos cambiado la ruta y nos dirigimos a un motel. Apenas entramos, empezó a desvestirme a besarme el cuello y a tocarme mis senos, yo por mi parte, le quite su camisa y empezé a quitar sus pantalones, quería llegar a ver lo que me antojaba.

En ese instante me llama mi pareja, me dice que salieron un poco temprano y que estaban reunidos con sus amigos tomando unas cervezas, yo hice un reproche, como para ser lo más normal y luego le dije que estaba bien, que se cuidará y que nos veíamos en casa. Ya más tranquila, dí rienda suelta a mis deseos….. me acerque a ese macho y baje su bóxer , descubrí una verga deliciosa, gruesa, no tan grande como la de Iván Fernando , pero si gruesa y con una cabeza grande…además estaba dura y caliente como una barra de hierro recién fundido y estaba segura que en mi boca y en mi encharcada cuquita, le daría una rica acogida.

Él estaba recostado en la cama, me pidió que llegara a gatas, y así que comenzara a chuparle su pene, que es un poco más grande que el de mi pareja, pero mucho más grueso. Ante semejante invitación, mi orgullo de hembra y me deseo por la verga, me llevaron a terminar con mi boca llena de carne, de esa carne deliciosa y dura que tanto me gusta. Me dedique a darle una mamada de campeonato, era un nuevo macho y tenía que demostrarle que estaba con la hembra indicada; chupaba su glande y poco a poco lo iba metiendo hasta el fondo de mi garganta , me ahogaba, pero esa sensación es muy placentera, así se escaparan unas lágrimas de mis ojos; luego lo sacaba despacio y le clavaba suavemente mis dientes, chupaba toda su extensión y llegaba hasta sus huevos que sentía cargados de leche, mi alimento favorito. Miraba su rostro y veía el placer que le estaba proporcionando, me cogía mi cabeza y me follaba con esa tranca, halaba mis cabellos y ¡!me sentía muy PUTA con esa Vergota en mi boca!! , luego me pidió que hiciéramos un rico 69 y me empezó a devolver la chupadita, con una deliciosa comida de coño; mmmm se sentía esa lengua rica en mis labios vaginales , y me encantó cuando empezó a morder mi clítoris, al comienzo suave, pero fue incrementando su presión hasta hacerme sentir dolor y placer, su rica mamada de mi chochita me llevó al primer orgasmo, el cual grite como pude, así con mi boca llena de verga.

Ese orgasmo desencadeno en mí una calentura increíble, quería montarme en esa verga y apretarla con mi vagina caliente y mojada, me incorporé y le pedí que se estuviera quieto mientras incrustaba esa rica cabeza de su verga en mi chocha, luego empecé a bajar despacio para sentir cada centímetro de su tranca abrirse paso en mi cueva de amor; estaba en trance, hasta que sentí que estaba llena de verga, ese momento sublime, lo deje durar unos segundos y luego me dedique a cabalgarlo a mover mis caderas de forma que casi me desencajo, pero era el momento para sacar lo puta que llevo dentro, me sentía una zorra completa, mientras yo me comía esa vergota, Daniel estaba feliz pellizcando mis tetas, mis pezones estaban duros y felices entre sus manos, luego me los chupaba y me jaló para darme un beso con lengua delicioso. Empezó a decirme que estaba a punto de venirse, que no aguantaría mucho, que si quería que me llenará la chocha de su leche. Dude por un momento, pero me acordé que mi pareja estaba bebiendo cerveza y que muy seguramente, no se daría cuenta si le llegaba con mi raja escurriendo leche, así que le pedí a Daniel que me inundara la chocha con su leche ; que ricooooo sentir esos latigazos de semen dentro de mi útero, parecía que llevaba tiempo sin sexo, porque fue gran cantidad de semen que me dejó dentro de mi vagina que, con esa rica sensación, también alcance mi segundo orgasmo.

Descansamos un ratico, donde nos besamos y acariciamos, pero ya era pasada la media noche y teníamos que salir a nuestras casas. Así que nos bañamos rápidamente y antes de salir, me arrodille ante su tranca, la acaricié y me dedique a mamarla con mucha pasión, agradeciéndole el polvazo que me había dado; la chupe, la mordí, la deje grabada en mi boca y en mi mente, pero tenía que sentir su leche en mi boca, ese era mi propósito ya que, siendo la primera cita con Daniel, debía hacerle entender que me gustó su clavada y que yo a mis machos los saboreo hasta tomarme esa leche tan rica y caliente. Si mis labios vaginales se habían llenado de su semen, con mayor razón mi boca y mi garganta necesitaban estar llenas de su leche. No duró más de 10 minutos mi mamada, cuando sentí que se tensó y su rica verga empezó a escupir unos deliciosos chorros de semen caliente en mi boca, eso es para mí, un momento memorable. LO miré y sensualmente le mostré mi boca llena de su leche, la cual empecé a degustar hasta la última gota. Luego lo besè y salimos a coger un taxi. Me dejó cerca al conjunto donde vivo, me besó y se fue, prometiéndome que en otra ocasión, nos veríamos y con más tiempo me daría otra clavada con su rica verga.

A los cinco minutos de entrar, llego mi pareja un poco ebrio, empezó a acariciarme y logró que me encendiera, estaba con ganas de más, así que lo desvestí, le hice una mamada como a Daniel y luego lo monte un rato con mi chocha llena de leche, él me dijo, mi amor, estas encharcadita, a lo que le respondí, mi vida, te estaba esperando y me tenías super caliente, perdona porque me moje mucho, pero te demoraste y produje muchas babitas en mis labios vaginales. Eso lo puso arrecho y me puso de perrito, clavándome hasta el fondo su verga, fue muy rico ese polvo, así estuviera pensando en la travesura de esa noche con su profesor Daniel.