El profe de matemáticas
Tú decides si vamos a tomar un café, si me siento en pelotas a tu lado o me arrodilló a pasarte la lengua por la polla y los huevos. Perdona si soy muy directo. - quedemos está noche y vemos - te paso mi tel y me llamas - ok, hasta luego entonces - si, hasta luego.
Iba caminando por la tarde cuando, de repente, escucho mi nombre. Al girarme vi como un hombre maduro venía hacía mi saludando con la mano.
Hombre Iván, cara de sorprendido, soy Karû, tu profe de matemáticas en el instituto
ostias, que memoria, qué tal? Como va?.
bien y tú, por lo que veo estás en forma, muy guapo (esto lo dijo mirándome de arriba a abajo)
eh hombre gracias, respondí, casi ruborizandome
casado?
no y tú?
Separado, solo o mejor dicho, soltero.
yo tb, aunque bueno, a mí me gustan los tíos.
ah bien, vaya, interesante...(mirándome a los ojos respondió) me apetece que nos veamos para tomar una cerveza más tarde
quieres que quedemos? La verdad es que no me importaría conocer más a fondo a mi antiguo profesor de matemáticas, o solo estas hablando de tomar una cerveza y ya...?
pues, sinceramente, me gustaría ir a ese fondo pero despacio.
tu marcas el modo
Que quieres decir?
que tú decides si vamos a tomar un café, si me siento en pelotas a tu lado o me arrodilló a pasarte la lengua por la polla y los huevos. Perdona si soy muy directo.
quedemos está noche y vemos
te paso mi tel y me llamas
ok, hasta luego entonces
si, hasta luego.
Me fui a casa imaginando todo tipo de escenas con mi profe. Un tío de casi 2 m, muy robusto, peludo y de ascendencia árabe. Recuerdo que durante sus clases me ponía muy cerdo el paquetón que marcaba siempre.
Esa noche no me llamó. Lo hizo dos días más tarde. Me envió un mensaje disculpándose y pidiéndome quedar en ese momento. Solo una cosa, dijo al final, espérame desnudo y así hice.
Al abrir la puerta se abalanzó sobre mi agarrando mis nalgas con fuerza y metiendo su lengua hasta el ondo de mi garganta. Sin previo aviso me puso de cara a la pared, se mojó un dedo con saliva y mientras me abría el culo metiéndolo poco a poco, me hablaba al oído:
- ahora me voy a sentar en el sofá y me vas a sacar los zapatos y después de lamerme los pies…
Se quedó en silencio mordiendo mi cuello y fallándome con su dedo.
- me quitarás el pantalón y pasarás tu lengua por mis piernas, huevos y polla.
Saco el dedo y volvió a chupárselo. Para mí placer, regresó a mi ojete y meter dos de sus gigantes dedos en mi culo, los metía hasta el fondo y los volvía a sacar, era como si me estuviera follando na polla. Al mismo pasaba su lengua por mi oreja volviéndome loco de placer
bruscamente se separó de mi y, como había dicho, se sentó en el sofá abriendo sus formidables piernas al máximo. Desnudo y empalmado por todo lo ocurrido, me dispuse a sacar sus zapatos y calcetines, y dejando mi culo expuesto comencé a pasar la lengua por los dedos de sus pies, por su empeine, cogí sus pies y lamí cada dedo por separado, cada falange, metía mi lengua entre ellos hasta conseguir tenerlos todos dentro de mi boca, chupaba como un cerdo cuando se e puso de pie y me ordenó que lo desnudara.
Saqué su chaqueta y y le acaricié por encima de la camisa, poco a poco le abrí cada botón y comencé a besar su pecho peludo, a oler sus axilas para ir bajando hasta su ombligo, de rodillas ya, y de cara a su polla, le quite el cinturón, deje que cayeran sus pantalones. Allí estaba aquel paquete tan deseado, se me hacía la boca agua, parecía enorme, baje un poco su calzoncillo descubriendo una gran mata de pelo en la que metí mi nariz. Seguí bajando y apareció el tronco de su polla, y sus huevos y más abajo un capullo enorme. Eran unos 18 cm de polla flácida muy gorda y los huevos más grandes que había visto. Acercando su polla mi cara como dándome la a probar me dijo: ni se te ocurra tocarla aún. Mientras me rozaba la cara su monstruosa polla iba creciendo y creciendo hasta la alcanzar una dimensiones descomunales. Dios que grande! Exclamé. Era más larga que toda mi cara y gruesa como mi muñeca.
Sin querer notaba como mi culo se abría y mi polla soltaba precum a destajo, joder, estaba recaliente con ese tío. Me cogió de la cabeza y, poniéndome de pie, volvióa meter su lengua hasta el fondo de mi garganta, dándome el mejor morreo de mi vida.
Todo bien Ivancito, preguntó.
Genial, le respondí.
Ve a prepararme un gintonic. No tardes.
Si, claro
Al regresar con la copa, me quedé extasiado al verlo estirado en mi sofá totalmente desnudo. Tenía la piernas abiertas con aquellos huevazos impresionantes colgando y su gigante polla morcillona chorreando precum…le di su Gin y me arrodillé sumisamente para empezar a limpiar su capullo a base de lametazos, dios, me encantaba ser el perro de ese hombre.
Cuando sintió que su polla estaba durísima me agarró del pelo y me dijo, voy follarte la boca y te vas a aguantar sin rechistar. Se estiró de lado en el sofá y yo me acosté a su lado, pero con mi boca a la altura de su pollón.
Ahí estaba yo, con una polla enorme apoyada en mi cara y un tío de dos metros acariciándome la cabeza. Se agarró el nabo con una mano y comenzó a rozar mis labios con su capullo . Sin quererlo, mis labios comenzaron a abrirse y su capullo a entrar y salir de mi boca, yo estaba en la gloria…cada vez que introducía su capullo mi boca se abría entera y me la metía un poco más adentro. A esas alturas yo ya sabía que ese hombretón empezaría a flipar en cuanto descubriera lo buen mamón que soy y mi capacidad para tragarme su polla entera.
Su polla entraba y salía de mi boca, me tenía a su merced, en un momento dado, sacó su polla de mi boca y dijo, vamos a comprobar hasta dónde eres capaz de tragártela, vale?, Yo asentí y comenzó a meterla lentamente, poco a poco iba entrando en mi boca, tanto que sentía sus venas rozando mis labios. Se paró a la mitad y me preguntó, seguimos? Con la boca llena volví a asentir con mi cabeza. Me toqué la polla y estaba dura como un tronco y babeando del morbazo. Con sus dos manos me sujetó la cabeza entre sus piernas y siguió adelante con su polla. Intenté relajarme al máximo y abrirle paso a aquella polla enorme hasta conseguir tragarmela entera. Cuando sus cojones chocaron con mi barbilla lo escuché exclamar de gusto. Con su polla totalmente enterrada en mi garganta me dio un par de palmaditas en la cabeza, muy bien, muy bien chaval, expresó. Yo no podía hacer nada, solo sentirme atravesado por aquel sable de 24 cm. Y comenzø la mejor follada de boca de mi vida, sacaba la polla entera para volvermela a meter hasta al fondo, usando mi boca como un culo y dándome polla sin piedad.
Debo tener el punto g en mi garganta pues siento mucho placer cuando me follan la boca profundamente y ęl no se cortaba un pelo. Me daba polla salvajemente, apenas la sacaba, y metiéndola sin parar empezó a embestirme como un poseso, era tanto mi placer que me empecé a correr sin tocarme. Al sentir como le llenaba sus piernas de semen, gritó, me corro, me corro aaaarghhh, y empezó a soltar su rica leche, primero en mi boca, luego la sacø un momento para soltar un par de trallazos en mi cara y volvió a meterla entera, follándome de nuevo la boca como un animal, hasta acabar de vaciar sus huevos.
Cuando terminó no la sacó de mi boca, continuaba teniendo agarrada mi cabeza con sus dos manos, apretándome contra su pelvis. Pasado un rato seguía con toda su polla enterrada hasta los huevos en mi boca. Yo con los ojos cerrados, saboreando su lechada, me sentía aún atravesado por aquel mástil. Soltó mi cabeza pero yo seguí chupando su biberón hasta obtener la última gota y sentir como, aquel delicioso pollón, comenzaba a desvanecerse en mi boca. Apoyó una de sus rodillas en mi pecho y, sin previo aviso, comenzó a mear en mi boca, tiró para atrás su pelvis sacando la polla de mi boca para continuar con su meada en mi cara entera. Su pis me había mojado todo el pelo. Cuándo terminó lamí y limpie su capullo con mi lengua mientras el me peinaba con sus manos. Tiró de mi hacía arriba y cara con cara me dijo, está noche me quiero dormir con la polla clavada en tu culo, de acuerdo?