El profe

Mi tio Paulo me enseñó a usar el sexo a mi favor, era hora de poner en práctica las enseñanzas de familia con mi profesor de estadística

Mucha gente me pregunta si es cierto que aprendí tanto de mi tío Paulo sin traumarme, sobre todo por ser muy joven cuando me inicié en el sexo duro. La respuesta es NO. Yo aprendí a disfrutarlo al máximo, pero también a saber utilizarlo. Mi tío me ayudó a ver como podía balancear esas dos cosas. Claro, el siendo hombre lo veía más de su lado. El macho monta, se corre, y va a la siguiente. Pero yo sé que de mi lado, podía usarlo mejor que simplemente dejarme montar. Tal como el lo decía, mi concha y mi culo eran apertura para todo lo que quisiera lograr.

Cuando tenía que salir bien en algún examen o necesitaba mejorar notas, sabía perfectamente como sobarmele al profesor para que entendiera que si me subía o mejoraba la nota, su premio sería una mamada o una cogida a su gusto. Los colegios son así, no se engañen. Especialmente en colegios como el mío que era solo de señoritas. Los profesores siempre ven que pueden cachar. A quien se pueden coger. Algunas se dejan, otras ni se dan cuentas, otras, simplemente no dicen nada.  Yo hablaba de eso con mi tío cuando llegaba del cole.

Como siempre, antes del almuerzo le gustaba hacer "inspección". me recostaba boca abajo en la mesa enfrente de el. El levantaba mi falda y me metía dedos. Luego siempre los chupaba y me decía "hoy no te cogieron verdad?" con lo que el pasaba a cogerme con los dedos, hasta que yo me venía; o bien "tienes la concha bien abiertita hoy"... "a quien le paraste el culo?" y yo le contaba sentada en sus piernas, a veces lo excitaba tanto que me pedía que le contara jalándosela, así se corría con mis historias.

Recuerdo la primera vez que lo hice. Iba fallando horrible estadística. El profesor, Don Ricardo, un tipo cuarentón, alto, ni gordo ni flaco, digamos, rellenito, con barba y bigotes pero quedandose calvo. Sumamente velludo, se le notaba en la camisa todo el vello del pecho. El profe siempre tenía dos costumbres, una de burlarse de las que salíamos mal, y la otra de elegir siempre una asistente por trimestre. Aunque nadie hablaba de ello, yo sabía que elegía de asistentes a quien quería metérsela, y gracias a mi tío yo podía reconocer si lo lograba o no. Si la chica se había dejado, iba super bien,con las mejores notas, y la mantenía de asistente de clases por todo el trimestre. Si no, pues la despachaba rápido, diciendo públicamente en clase que ser su asistente la estaba dejando sin tiempo para estudiar y cambiaba a la siguiente. Siempre elegía a las más peques. Las que yo estaba segura que no estaban abiertas aún.

En el colegio, mi imagen era muy de niña buena, es cierto, no era la mejor estudiante, pero era asistente de misas y de muchos eventos. Estaba lejos de que se notara, que en mi casa, cogía casi a diario con mi tío, por poco y por mucho con alguno o varios de sus amigos, que bajo el uniforme usaba hilo y que mis pechos resaltaban por el brassier de media copa que usaba que los dejaba casi expuestos. Por eso, cuando empecé a fallar en estadística, decidí acercarme a hablar con el profe.

"..así que estáas interesada en ser mi asistente..?" - me preguntó esa tarde después de la salida

"Si profe, la verdad yo sé que voy mal y a lo mejor si soy su asistente, me ayuda a entender mejor la clase"- le dije con el aire más inocente que pude encontrar.

Creo que lo creyó porque me dijo de repente muy pensativo.

".. ser mi asistente implica bastante tiempo después de clase. A veces entre otras clases que tengas. No sé si estas consciente de que puede ser pesado ser asistente de un profesor.. lo has platicado con algun otro profesor o profesora? o con el coordinador?.... si yo te elijo, ellos deben dar su aval pues tienes que ir bien en las materias que puedas faltar de repente.."

Siguiendo en mi tono inocente/ de súplica le contesté..

"Porfa profe, ayúdeme, estoy muy preocupada por las notas. Le prometo que voy bien en la mayoría de mis materias de letras y humanística. Solo en física estoy fallando tambien..pero es la primera que tengo en las mañanas.. no sé si podemos obviar esa hora.. ?"

Medio convencido.. me dijo que lo pensaría, que lo platicaría y que pues me avisaría al día siguiente. Por un momento pensé en tocarlo, pero recordando que le gustan las "santitas", decidí mejor poner mi mejor cara de niña buena, agradeceerle e irme.

No me hizo esperar tanto. Ese mismo día, me mando un e-mail para decirme que había platicado con el coordinador de mi área, que había estado de acuerdo con que yo fuera la asistente de clase para el nuevo trimestre siempre que no faltara a la clase de física. Además me decía que al día siguiente me haría una prueba en su oficina, así que a la hora de la salida me esperaba. Sonreí. Sabía que había caído.

Al día siguiente me aseguré de ponerme un panty normal cubridor y aburrido, blanco con corazoncitos. Además un brasier normal de niña también blanco. A la hora de la salida, me dirigí a su oficina. El colegio es un antiguo convento, por lo que todas las oficinas de los maestros están en diferentes partes del edificio. La del profe Ricardo, quedaba justo al lado de parvularia. Era una de esas oficinas con puertas muy altas de vidrio que usan cortina para privacidad. Como dije, eran un edificio antiguo.

Entré con mi cara mas inocente y alegre.

".. te estaba esperando, pasa, pasa, casi tengo lista la prueba que quiero que hagas.." y diciendo eso, note una mirada diferente en sus ojos. Lujuria. Eso era. me senté enfrente tomando mi mejor pose. Mientras escribía algo en la computadora, empezó a hacer conversación conmigo..

"Dime algo, tienes novio?" me preguntó.

"No".

"Pero has tenido novio?" insistió.

"Uno". le contesté "Pero no era muy bueno conmigo".

"Que mal que mal, pero sabes, eres muy jovencita. tienes muchos años para muchos novios". Me dijo todavía sin mirarme.

"Supongo que si". le contesté tratando de sonar angelical.

" A ver, dime una cosa, le has preguntado a alguna de tus compañeras de las tareas que hacen como mi asistente?" preguntó maliciosamente.

"La verdad no profe, perdón, no pense... " aunque yo sabía que eran esas actividades.. mamarlo, dejarse coger, jalarsela ..

"Ahora te explico, espera un minuto que esto se imprima". Luego tomó el papel en sus manos, lo puso enfrente mío con un lápiz y me dijo "Párate y date vuelta".

No sabía exactamente como iba a empezar esto pero lo hice, me pare a quedar frente a su escritorio pero de espaldas a el.

"El papel que te he puesto es un examen de estadística. Tienes que resolverlo". Cuando me iba a sentar me detuvo. "No, permanece parada, solo agachate".

"DIme algo" y me puso las manos en las caderas. Yo sentí un escalofrío de un segundo. "Eres virgen?"

Me rei internamente. Así que ya empezó. Bien, poniendo siempre mi cara mas triste, me di vuelta y le dije "No profe. ese mal novio, me pidió una prueba y yo.. pues.. " y me tapé las manos, queriendo reír pero siguiendo el juego de ser la niña buena.

"Mmmm es una lástima que no lo seas, y al mismo tiempo me alegra. Te hará las cosas más fáciles". " A ver, date vuelta, agáchate y empieza".

"Pero profe.. no he estudiado".

"No importa, tu trata de contestar lo que puedas, la prueba real está en que seas muy callada". Me dijo otra vez con sus ojos de lujuria.

"No entiendo" le dije.. aunque creía empezar a entender muy bien.

"Mira mi vida, te lo diré directo. Tu vas a contestar ese examen, mientras yo te examino a tí. Es parte de ser mi asistente. Si no haces ruido, no importa lo que yo haga, te pongo 10 inmediatamente. Por cada ruido que escuche, te bajo puntos. Estamos? el test empieza ahora mismo, así que date la vuelta, agáchate y empieza".

Esto último lo dijo en tono tan fuerte que incluso yo me asusté e hice lo que me dijo, me di vuelta, me agaché y empecé a escribir mi nombre. Iba apenas empezando cuando sentí que me levantó la falda y me bajó de una vez el panty. "SEpara las piernas" ordenó. Lo hice.

Quise seguir escibriendo, pero sentí que me metía algo en la concha por detras. No era su verga. Más bien se sentía como un palo, una vela.. algo diferente. Quise voltear pero el me detuvo "reprobada si volteas". Seguí intentando escribir, pero lo que sea que me estaba metiendo era grande y difícil. Empezó el mete y saca.. y murmuraba "más, más.. ya casi, ya casi todo"...yo me movía al ritmo del palo que me metía, sintiéndo dolor y siendo sincera, placer.. me mordía los labios para no hacer ruido y el lapiz en mi mano, hacía todo menos escribir dos palabras en el papel que tenía en frente. Por medio de un portaretrato en su escritorio lo ví, no era un palo lo que me metía, era un cirio enorme, con razón me dolia, con una mano lo metía, con la otra me sostenía la cadera para que me entrara más. "Que rica mamacita, tu novio se ve que te la metió bien".. y luego se apegaba a mí y me murmuraba al oído "solo estoy empezando mami, abre bien esas piernitas". las abrí mas, sintiéndolo dolor. Luego sacó el cirio de una vez y la sensación me dió casi un orgasmo inmediato. Emití un gemido muy a mi pesar pero no lo pude evitar. "Tienes 9, sigue".

Por el portraretrato vi que finalmente se sacaba la verga. Y luego la sentí, la metío poco a poco, mi concha ya lubricada de la cogida con el cirio. Una vez en posición, empezó a embestirme. Cada embestida se sentía mas a flor de piel. Estaba muy sensible y no tardé en venirme nuevamente. Como no debía hablar me mordí los labios. El seguí, primero con embestidas lentas y duras, luego fuertes y rápidas y luego cada vez más rápidas hasta que sacó la verga para correrse afuera. "Niña.. estás riquísima. Hace mucho que no me corría tan rápido, me gusta que ya hayas tenido novio, estas mas.. abiertita".  Eso me dió risa al recordar a mi tío.. claro que estaba más abiertita...solo que este no sabía cuanto.

"Bueno, por ser la primera vez, te voy a dejar ir ya." me dijo recomponiendose y subiendose el pantalón. "Dame tu examen y nos vemos después de la próxima clase el día jueves".  Vi el papel que tenía.. estaba arrugado entre mis manos y apenas y tenía parte de mi nombre. Igual así se lo entregué, me subí el panty agarré mi mochila y me dirigí a la puerta. Antes de salir me dijo "sabes que de esto ni una palabra a nadie, verdad?". Sonreí y le dije que sí. Me di la vuelta.. cuando ya iba saliendo me dijo.. "Y a la próxima... trae tus hilos sexy de siempre, se te ve mejor el culo.. no me gustan esos panties de niña chiquita..".

Sonreí.. por algo el era el profe!