El probablemente último encuentro con mi perrita

100 real, como todos los que he publicado... Por fin su culo fue mío sin piedad!!

Me dejé llevar por mis deseos y ganas locas que tenía por volver a verle. Así que no me planteé ningún tipo de dudas cuando me propuso vernos.

Tenía que ir SOLO con un vestido…. Me gusta que me ordene, me excita obedecerle. Estaba nerviosa. Hacía bastante tiempo que no le veía. Me propuse “portarme bien” y hacer todo lo que él quisiera.

Quedamos en su hotel. Subí y la puerta estaba entreabierta. Entré y allí estaba él… Joder cómo me gusta ¡!!!! Me esperaba cubierto con una toalla y el torso desnudo. Me lancé a darle un beso. Hubiese seguido besándole y acariciándole, pero me separé de él para ponerme a su disposición.

Después de observarme bien, se colocó detrás de mí y me levantó el vestido. Comprobó que le había obedecido, no llevaba ropa interior. Comenzó a acariciarme el culo, lo besó y después me dio un buen azote que en mi estado ya de excitación y nerviosismo casi pierdo el equilibrio.

Me rodeó y una vez delante de mí, me bajó los tirantes del vestido deslizándolo hasta dejarme totalmente desnuda. Me mordió un pezón y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

Pensaba que iba a seguir, o al menos eso es lo que yo quería, mordiéndome, acariciándome y besándome…. Pero no, se separó de mí para coger el antifaz. Me lo coloqué y a cuatro patas con su cinturón en mi cuello, me llevó hasta la cama, como su perrita amaestrada que soy.

Mi Amo se tumbó en la cama y comencé a comerle la polla con todas las ganas que tenía guardadas desde la última vez que nos vimos… Me vuelve loca. A veces pienso si le estaré haciendo daño con mis ansias de saborearle, pero no dice nada. Yo voy notando como su verga se va endureciendo en mi boca y eso me hace pensar que le gusta lo que le hago.

Le

lamo

los huevos, le acaricio y le doy un pequeño mordisco en un muslo, me entran ganas de comérmelo…. Meto toda su polla en mi boca, la acaricio con mi lengua, mis labios suben y bajan por todo su miembro. Me paro en su glande para lamerlo y absorberlo

consiguiendo sacar unas gotas de semen que saboreo gustosamente…. Me pasaría horas comiéndole, sólo de pensarlo me enciende y cuando estoy sola y lo recuerdo la excitación es tan grande que sólo puedo aliviarla masturbándome, no una sino varias veces.

Se da la vuelta y me pide que continúe. Comienzo a lamerle el culo. Me encanta, y noto que a él también. No sé cómo lo hace, pero logra sacar de mí los instintos más oscuros y me excita, mucho….

El antifaz hace que no pueda moverme y hacerle lo que yo quisiera. En ese momento me lo hubiese quitado, pero no quería hacerle enfadar.

Muchas veces me pregunto por qué me provoca tanto, si me dejara hacerle todo lo que me nace cuando estoy con él…

ufff

Mis “sucios” pensamientos se interrumpen cuando mi Amo se levanta, se pone detrás de mí y me obliga a ponerme a cuatro patas. Comienza a follarme fuerte, yo me dejo llevar por las emociones y me corro. Saca su polla de mi coño y la mete en mi culo. Lo hace despacio, pero me duele. Pone su mano en mi espalda y me pide que me relaje, intento hacerlo. Vuelve a mojar su polla con el flujo que sale de mi coño empapado y vuelve a meter su verga en mi culo Cada vez la va introduciendo más, yo intento relajarme y disfrutar, pero no puedo evitar las lágrimas y lanzar un grito cuando la introduce por completo. Me pide que me calle, intento hacerlo, pero el dolor es muy intenso. Comienza a moverse y me voy relajando. El dolor que sentía al principio va dejando paso a un placer que no había sentido nunca… A cuatro patas, con su polla en mi culo follándome… Me gustaba

!!!!

Comenzó a darme fuerte por el culo y el coño, era tan intenso el placer que volví a correrme.

Noté que a mi Amo le gustaba también porque no paraba de embestirme con fuerza. Paró y comenzó a mirarme. Me dijo que estaba totalmente abierta y que eso era digno de que alguien más lo viera y aquello me excitó.

Se tumbó en la cama y volví a comerle la polla. Esta vez sabía a mí. Su verga había estado dentro de mi culo y de mi coño y ahora me la estaba comiendo. Me entraron unas ganas locas de follarle, hasta perder el control, apretarle la polla bien fuerte con las paredes de mi coño y

cabargarle

hasta correrme todas las veces que quisiera…

Pero mi Amo se levantó. Me colocó a cuatro patas y volvió a introducir su polla en mi coño y después en mi culo. Yo estaba extasiada con tanto placer… Entonces, mi Amo, sin dejar de follarme, cogió una botella de agua y vació un poco sobre mi culo y su polla. El frío del agua me excitó más. Seguía follándome y llenó su boca de agua que después vertió sobre la mía, me gustó tanto….que me entraron ganas de comerlo toda la boca… Noté

cómo introducía un dedo

en mi coño y después me lo metió en mi boca dándome a saborear todo lo que estaba provocando en mí.

Me ayudó a levantarme y en ese momento me di cuenta que no me había quitado los zapatos. Llevaba bastante tacón, fino. La escena de verme desnuda, sólo con los taconazos y el antifaz me excitaba… Y pensé que a mi Amo también…

Se colocó detrás de mí. Me encanta que haga eso. Sentir su aliento en mi cuello, y en mi cara, mientras me revuelve el pelo… Comenzó a follarme otra vez, mientras me apoyaba en la pared… Qué bien me folla ¡!!! Me apretaba los pechos mientras metía y sacaba su polla de mi culo y de mi coño y volví a correrme….

Volvió a tumbarme en la cama esta vez boca arriba. Me colocó una pinza en cada pezón, me dolía, intenté quitármelas, pero me amenazó con atarme, así que desistí. Me hizo abrir la boca me colocó otra pinza en la lengua y comenzó a follarme. Lo hacía fuerte. Me obligaba a mantener la boca abierta y me escupió dentro. Seguía follándome con fuerza, me volví a correr. Mi coño estaba empapado, su polla se deslizaba con toda facilidad sobre él, y eso me excitaba… Mi Amo paró y se colocó de rodillas delante de mi boca. Comenzó a masturbarse, a mí me hubiese gustado comerle la polla y haberle sacado hasta la última gota. Se masturbaba mientras

yo oía el roce de su mano con su verga acompañado de pequeños gemidos. Cuando se iba a correr desparramó su leche caliente sobre toda mi cara esparciéndola bien…

Me ayudó a levantarme y a quitarme el antifaz. Me fui a la ducha. Mientras caía el agua

caliente

sobre mi cuerpo, pensaba en lo que me gustaría abrazarle en ese momento….