El primer trío y la primera doble mamada

Jamás había hecho un trío. No sabía lo que me tenía preparado mi amo. Jamás imaginé comerle la polla con otra boca ayudándome

Durante el día te mando mensajes donde te digo qué es lo que quiero para esa noche, las órdenes son claras, no puedes equivocarte, quiero que prepares las cuerdas y el pañuelo para los ojos. Déjalos cerca de la cama y esta noche quiero que vayas con un vestido provocativo, con un enorme escote y sin ropa interior, quiero presumir de ti, que todo el que te vea te desee, que deseen follarte.

El día pasa lento, pero por fin llegó la hora de la cena, efectivamente estás preciosa, y ese vestido corto y con tremendo escote te queda impresionantemente bien, entras en el coche y mientras te beso mi mano se acerca a tu coño, levanta el vestido, efectivamente no llevas ropa interior. En el restaurante, nos contamos las anécdotas de día, nos reímos de cómo el camarero cada vez que llega mira tus tetas y tenemos que repetirle las cosas dos y tres veces, jugamos por debajo de la mesa, tus manos me acarician la polla y yo busco tu coño con las mías, la botella de vino va vaciándose a medida que llenamos nuestras copas una y otra vez. Me voy al servicio me dices con una sonrisa picarona, yo te sigo entramos, cerramos la puerta, te beso, meto mi mano por debajo del vestido y noto tu coño empapado, te doy la vuelta te pongo mirando a la pared y empiezo a apretarte las tetas, te pellizco fuerte los pezones, juego con ellos, beso tu cuello, mi polla dura roza se aprieta contra tu culo y te digo despacito con una sonrisa picarona-  estamos muy calientes, me muero por follarte pero como soy yo el que mando en el sexo, hoy no voy a follarte aquí, la sorpresa no es ésta – me retiro y salgo del servicio. Cuando llegas a la mesa me dices que ya me vale, me has puesto fatal y me dejas así, te sonrío, no te preocupes cariño que te lo compensaré más tarde. Seguimos cenando y riendo, son las once y media, es hora de irse. Cogemos el coche, entre juegos, tocamientos y besos en los semáforos las pulsaciones vuelven a subir. Por fin llegamos a casa, te beso y nos dirigimos a la habitación, nos desnudamos mutuamente, te tumbo en la cama y empiezo a atarte contra el cabecero de tu cama, quiero verte sumisa, indefensa, a mi merced, quiero hacer contigo lo que me apetezca, ya está, ya no puedes moverte. Suena el timbre de la calle, voy al interfono, y escuchas – Hola, sube te dejo la puerta abierta- me dirijo a la habitación  allí estás  desnuda, atada y me preguntas quién coño es, y yo te digo tranquila ahora lo verás, y recuerda, tu eres mi prioridad. De repente una mujer de unos treinta años aparece en la habitación, Laura esta es María, la conocí en el permiso por internet le dije que queríamos hacer un trío y quiere jugar con nosotros.- Encantada Laura, eres más bonita de lo que me imaginaba, veo que ya habéis empezado dice mientras se acerca a tu cama depositando un pico en tus labios, voy un momento al servicio… El corazón se sale por tu boca, está muy nerviosa no sabes si matarme, si decirme que te suelte e irte o dedicarte a disfrutar conmigo de una nueva y morbosa experiencia. Me acerco a ti y te pregunto si te gusta la sorpresa, si quieres seguir, me sonríes y me dices vamos a disfrutar cariño.

María aparece desnuda en la habitación, nos quedamos de pie frente a la cama, yo detrás de ella, quiero que la veas bien, y te la muestro mientras le beso el cuello y juego con sus tetas como he hecho antes contigo en el servicio. Te fijas en ella, morena, 165, ojos claros, labios carnosos, tetas grandes y firmes con pezones claros y grandes, ni gorda ni delgada, también tiene el coño depilado. Vamos a darle placer María- digo con seguridad , nos acercamos a la cama, nos ponemos uno a cada lado, te beso la boca con un beso largo y profundo, después ella te besa de la misma manera, lo hace my bien , no es la primera vez que besa a una mujer dices para ti mientras empiezas a disfrutar y a notar como la excitación te está volviendo loca, el morbo del trío te tiene cachondísima y esa sensación te encanta, notas nuestras manos acariciando tus tetas, la suya y la mía, ella lo hace de forma suave, dulce, rozando con sus largas uñas tus pezones, jugando con  tus aureola, yo por mi parte sigo besándote primero a ti, luego a ella, después ti, luego miro como os besáis las dos sin parar de acariciarte las tetas. En ese momento ella te dice quiero comerte el coño, te besa los labios una vez más, se hace una coleta con una goma que llevaba en la muñeca y empieza a recorrer con su lengua tus tetas, lamiéndote los pezones y mordisqueándolos con suavidad, lame tu vientre, y se coloca entre tus piernas. En ese momento yo coloco una almohada más alta para que puedas ver como María te come el coño y puedas disfrutar no sólo de su lengua si no de esa visión que tanto morbo te da. Yo por mi parte me dedico a jugar con tus tetas, besando tus pezones, escupiendo en ellos, mordisqueándolos, pellizcándolos, estirándolos, mi boca busca tu boca y nuestras lenguas siguen deseándose. Mientras tanto, María pasa su lengua despacio, te lame los labios, mete su lengua en tu coño y tú estallas en un orgasmo increíble, no has tardado ni un minuto en correrte pero la situación era demasiado morbosa, ella sonríe y sigue comiéndote, lamiéndote, ahora ya tardarás más y yo seguiré disfrutando, te dice ella. Y efectivamente notas tu coño empapado de su saliva, notas como con su lengua te folla, la introduce en ti, te saborea, te lame, y de nuevo a tu clítoris y de nuevo estallas en otro orgasmo increíble En ese momento yo me coloco también entre tus piernas, te acabas de correr y el vernos allí a los dos besándonos entre tus piernas hace que te vuelvas a poner súper cachonda, empiezo  a lamerte yo, paso mi lengua por los mismos sitios por donde  lo había hecho ella, y vuelves a sentir ese placer que retuerce tu cuerpo, que provoca el dolor de tus muñecas que intentan liberarse de las cuerdas, ese placer que en cinco minutos se convierte en un nuevo orgasmo, suplicas que te libere de las cuerdas, quieres tocarnos, pero yo sigo lamiendo tu coño, quiero saborearte. María introduce dos dedos en tu coño mientras observa como mi lengua disfruta de ti, los saca y los introduce en su boca, los lame, te saborea, limpia los dedos bien con su saliva y te los vuelve a meter, los mete y los saca primero despacio, luego rápido, después fuerte y profundo, con este movimiento y mi lengua vuelves a correrte un par de veces más. Es el momento de soltarte cariño, María desata un brazo y yo hago lo propio con el otro, quitamos las cuerdas, María se recuesta en la cama junto a ti, te beso, te sonrío con complicidad  bésala y vamos a devolverle el placer que te ha dado. Estás súper nerviosa, una cosa es ver como una mujer te come el coño y te da placer y otra es hacerlo tú, pero sabes que yo te voy a ayudar y te lo voy a hacer fácil. Nos situamos uno a cada lado de ella y comenzamos a besarle el cuello, la boca, las orejas, ella gime, se retuerce, sus manos buscan nuestros cuerpos, tus tetas, mi polla, nos aprieta la cabeza contras sus tetas mientras nosotros se las lamemos y jugamos con sus pezones, cada uno juega con una teta y de vez en cuando nuestras lengua se cruzan sobre su cuerpo en largos besos apasionados y cómplices. Recorremos su cuerpo bajando nuestras lengua por él,  nos colocamos entre sus piernas y te digo hazlo cariño cómele el coño y hazla disfrutar. Estás muy excitada, no hay vuelta atrás, sacas la lengua y la aproximas a su coño, lo lames, me miras, ves mi cara de excitación observándote y decides disfrutar también tú de ese momento por lo que mientras sigues comiéndole el coño te pones a cuatro patas y comienzas a masturbarte, yo me coloco cerca de la almohada y pongo mi polla en su boca, quiero q me la coma mientras haces que se corra, le palmeo las tetas y juego con sus pezones, el efecto es inmediato y estalla en un orgasmo brutal, los gemidos se ven ahogados al tener mi polla entera follándole la boca, pero se retuerce y con las manos aprieta tu cabeza contra su coño, sigues lamiendo y encadena de nuevo otro orgasmo que la hace retorcerse de nuevo. Aunque notas sus orgasmos no te detienes y continúas dándole placer y masturbándote, la situación ha hecho que te corras una vez más, retiro la polla de su boca y me voy detrás de ti, voy a comerte el culo, quiero preparártelo porque me apetece follártelo esta noche, quiero hacerlo todo contigo. Me coloco detrás de ti y te lo palmeo, primero despacio, después un poco más fuerte, te cojo las dos nalgas  con fuerza, las abro y meto mi lengua dentro de tu culo, haciendo círculos en torno a él, introduciendo mi lengua, escupiendo en tu culo, y jugando con mi saliva, tras jugar con mi lengua un buen rato disfrutándote y viendo como tanto tú como María os corríais un par de veces más, cojo el lubricante y empiezo a introducirte un dedo, lo lubrico bien , y entra despacio, lo saco, más lubricante en tu culo y en mi dedo, lo meto de nuevo despacio, entra suave y continúo follándote el culo con él, después lo saco y meto un segundo dedo , ufffffffff  ya estás preparada, pongo lubricante en mi polla y la acerco a tu culo, empiezo a presionar , mientras con mis manos separo tus nalgas para que entre bien, entra la punta mientras tú, apoyada sobre su coño, aguantas este primer momento de dolor, y vas notando como voy entrando totalmente en ti, muy despacito, para que tu culo se adapte a ella, empiezo a moverme, el dolor va desapareciendo convirtiéndose en placer, el placer de ser sodomizada y de estar totalmente entregada. María se retira y cambia de postura colocándose debajo de ti, en un 69, de manera que mientras yo te lo follo ella lame tu clítoris y sus dedos entran y salen de tu coño con rapidez, mi mano agarra tu pelo con fuerza y mientras empotro tu cabeza contra su coño te ordeno que se lo comas de nuevo, el placer te hace estallar en un orgasmo increíble, a tu orgasmo le sigue el de María y posteriormente yo me corro llenando tu culo de semen y cayendo rendido sobre tu espalda.

Ahora estamos los tres en la cama, tú estás en el centro, de repente María nos dice que ha sido impresionante, que ha disfrutado mucho pero que se tiene que ir…

Muy bien María, si te tienes que ir, te acompaño a la puerta. Ella te sonríe a modo de despedida y se viste lentamente disfrutando de ese último momento sabiendo que ambos miramos su cuerpo recordando todo lo que acabamos de vivir. Te tapas con tu bata de seda y os marcháis de la habitación dejándome desnudo sobre la cama. Al salir de la habitación te giras y dices: ahora vuelvo cariño, aún no he acabado contigo. Sonrío porque estoy deseando volver a tomarte.

Escucho como te despides y el ruido de la puerta al cerrarse. Tardas en volver y la espera empieza a impacientarme así que cierro los ojos y decido descansar un rato antes del siguiente asalto, aunque sé que me va a ser imposible dormir porque aún sigo empalmado con todas las escenas que mi mente continúa reviviendo.

No te escucho cuando entras en la habitación, te colocas de pie frente a la cama, a mis pies, y me susurras que debo abrir esos ojazos para que puedas comprobar tu sorpresa, que tú también me tenías preparada una.

Al volver a la realidad creo que estoy soñando porque no puede ser que te esté viendo a ti con un traje muy sexy de angelito con sus alitas y, a tu lado, María con otro disfraz erótico de demonio… De un salto me incorporo y los tres nos reímos. María se puso en contacto contigo después de haber quedado conmigo y te dijo que podríais sorprenderme.

Te miro con deseo viendo tu vestido blanco ceñido a tu cuerpo, es transparente y veo tus tetas preparadas para mí con los pezones duros y tu coño llamándome para que lo vuelva a lamer con esa lengua que tan bien lo sabe hacer. Te giras al notar que te observo y me muestras tu espalda con las dos alas y bajo ellas tu culo al aire por un agujero que tiene el vestido para tal propósito.

Vuelvo a estar empalmado pero no me muevo. Giro mi mirada y la miro a ella. Su traje rojo con un gran escote que nos enseña hasta las aureolas de sus pechos y su corta falda que muestra su sexo. Sobre su pelo lleva una pasada con dos pequeños cuernos. Aquí estamos cariño, mi parte buena que me dice que pare con todo esto y mi parte maliciosa que quiere que el angelito se calle. Así que María y yo tenemos que llegar a un acuerdo a ver qué debo hacer, si continuar o parar. No, no vengas hacia nosotras, tú quédate apoyado en el cabecero y disfruta mirando.

María se gira hacia ti y te da un largo beso apasionado. Sus brazos recorren tus hombros y te quita delicadamente las alas que acaban en el suelo. Tú le quitas la pasada que va a parar junto a las alas, acariciándole el pelo y retirándoselo del cuello para besárselo de abajo a arriba terminando en su oreja la cual comienzo a lamer. Ella te aparta la cabeza, te coge de la mano y te lleva hacia la cama. Ahora estamos los tres compartiendo colchón, yo apoyado en el cabecero que tanto juego nos dio antes y vosotras al final de la cama de rodillas una frente a otra. Te acercas a María, y le empiezas a lamer sus tetas, mordisqueas sus pezones y los recorres con tu lengua. Ella lleva su mano hacia tu sexo y comienza a acariciar tu clítoris.

Observo la escena con mi mano en la polla sin dejar de meneármela. Estoy sediento de sexo y quiero que continuéis. No sabes por qué pero te pone muchísimo el saber que te están observando.

María se aparta de tu sexo y te quita el traje a la vez que sus manos recorren todo tu cuerpo, despacio, disfrutando de cada curva, tus caderas, tu cintura, tus tetas y finalmente lo tira hacia atrás. Tú le quitas con violencia el suyo, tienes ganas de ella. Le palmeas fuerte el culo y la atraes hacia ti. Os besáis con lujuria, yo me acerco y meto mi lengua también en este beso. Las tetas de María rozan las tuyas incrementado aún más tu deseo mientras mi polla se aprieta contra tu cacha del culo. Estamos un rato jugando con las lenguas,  le aprieto fuertes las tetas a ella mientras mi otra mano palmea una y otra vez tu culo. De repente, María y yo os separáis, y con una mirada cómplice me empujáis con suavidad para que vuelva a mi sitio. Zorra voy a masturbarme mientras os miro, quiero que veáis cómo deseo estar entre vosotras y cómo mi polla lo grita.

Vuelvo a tener mi polla entre las manos y veo como tu mano baja hasta su coño. Tu otra mano le tiene bien cogido su culo apretándoselo con deseo. Llevas tus dedos a su boca, y ella juega con ellos humedeciéndolos. Mientras su mano está en tu sexo dándote placer jugando con tu clítoris. Metes un dedo de tu otra mano en tu boca y lo lames como si fuera mi polla mirándome e imaginándote que te follo por la boca.

Estoy muy cachondo, mi polla está a punto de estallar. Me encanta ver la escena.

Tu mano finalmente baja a su sexo, y ambas mirándome os masturbáis mutuamente. Vuestros cuerpos se estremecen, gemís sin parar, pero no paráis de mirarme, de observar como mi polla os desea. Y en ese instante os corréis, María y tú, ambas gritáis a la vez mi nombre mientras os retorcéis de placer.

Estoy a punto, se nota por mi polla dura. Avanzáis hacia mí  a cuatro patas, levantando bien el culo y con las tetas balanceándose en vuestro avance. Retiro mi mano de la polla y te atraigo hacia mí con violencia, besándote desesperadamente. María se pone a mi otro lado y le palmeo las tetas mientras ambas recorréis mi pecho con las manos. Os separáis nuevamente de mí y vuestras lenguas juegan con mis orejas, una a cada lado. Vais bajando lentamente saboreando todo mi cuerpo. Vuestras lenguas se deslizan por mi cuello, bajan por mi pecho, se encuentran en mi ombligo y lo laméis tocándoos entre vosotras. Yo sobo vuestros pechos. Mi polla os espera ansiosa. Llegáis hasta ella, y ambas os recogéis el pelo con una goma. Agarras mi polla con la mano mientras ella se inclina y la escupe. Tú recoges su saliva y lames mi dura polla. De abajo arriba, dando círculos. María sube a mi boca para besarme mientras mi polla ya está entrando y saliendo. Me la chupas mientras tus manos agarran fuertemente mis muslos. Tengo mis dedos dentro del coño de ella dándole placer a la vez que  siento cómo me deseas, porque me la comes sin apartar tus ojos de los míos. Bajo mi mano libre y aprieto tu cabeza indicándote el ritmo. Arriba y abajo, arriba y abajo, más rápido, más adentro. Estoy a punto de correrme. Gimo sin parar y grito para que no pares. María baja hacia mi polla y mientras me la sigues comiendo ella juguetea con mis huevos. Me corro. Todo mi semen va a parar a tu boca. Mi cuerpo convulsiona mientras te tragas toda mi corrida. María aparta tu cabeza de mi polla y te besa, ella también quiere saborearlo. Lame las gotas que caen por tu barbilla y su lengua termina de limpiar mi polla mientras busco tu boca para besarte dulcemente. Me ha encantado cariño.

Esperamos que os haya gustado nuestro relato, somos nuevos en este juego de la dominación y sumisión. Nuestros relatos son la expresión de nuestras fantasías que esperamos hacer algún día realidad. Os mandamos nuestra dirección por si queréis poneros en contacto con nosotros para comentarnos cualquier cosa o hacer cualquier tipo de proposición: amoyesclava4228@hotmail.com