El primer suspiro de amor es el último de la razón

La felicidad está donde uno nunca imagina.....

Hola lectores de TR!... disculpen la demora, pero ya estoy otra vez aquí, procuraré subir relato cada semana a partir de este relato (:

Espero que tengan buen día, y este relato sea de su agrado...

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Era mitad de semana, el tiempo se me iba lento, solo veía el calendario, y esperaba con ansias el viernes. Me compré un poco de ropa con mis ahorros para lucir bien ese día, hice una lista de comidas para preparar, y quería que todo luciera prácticamente perfecto.

Era miércoles, 8:00pm, iba saliendo de la empresa y un auto se emparejo a lado mío. Rafael cada día que “no me le escapaba” me llevaba a casa, y ese día, no me le escapé. Debo decir que me apenaba mucho que hiciera eso, ya que vivíamos de polo a polo, era por eso que me le escapaba porque a decir verdad me avergonzaba mucho que lo hiciera, que me dejara en casa para que él se regresara e hiciera más tiempo de camino. Pero en fin. Me alcanzó…

- ¡Oye linda! Hoy no te vas caminando, sube.

- Claro que no me voy caminando, tomaré un taxi.

- Para nada, sube o me enojo. – Terco el muchacho ¿no creen?

- ¡Ay!, me apena mucho amigo.

- Bueno mira, compénsamelo esta vez... mmm… invítame un refresco o botana en tu casa.

- Ok está bien.

- ¡Eureka!

- No sé cómo le haces para convencerme tan fácil.

- Pues uno que tiene sus mañas jajaja… ¡vamos sube que va a llover!

Y eso hice… subí y en eso comenzaron a caer pequeñas gotas de agua hasta que se hizo algo realmente grande. Era una tormenta como ninguna, hermosa, amo ver llover. De pronto Rafa detuvo el auto cerca de un pequeño parque y abrió su puerta saliéndose.

- ¿Qué estás loco?  Te vas a empapar, metete otra vez…

- Si estoy muy loco, y quiero que hagas una pequeña locura conmigo.

El cerró la puerta del piloto y abrió la mía, extendió su mano para que la tomara y luego me jalo haciendo que saliera de un tirón, cerró la puerta y me llevo corriendo bajo la lluvia. Gritaba y me decía que me dejara llevar, y de pronto me encontré corriendo como loca, gritando también, tirándome al suelo y saltando en cada charco. Nos dimos tremenda empapada, y al subirnos a su carro lo compadezco, terminó todo mojado. Reíamos y manoteábamos y luego comenzó a hablar

  • E so fue en verdad divertido. Dime linda, ¿hace cuanto que no lo haces? Mojarte en la lluvia

- Pues no lo sé, años creo yo.

- Es bueno que sonrías, te ves preciosa.

- Sabes bien que aun me atormenta el recuerdo.

- Si lo sé bien, pero no puedes cerrarte más a vivir. Estas son las pequeñas cosas que hacen la vida fantástica.

- Si tienes razón, a él lo amé mucho, pero debo de seguir una vida plena…

- Si linda, y me encantaría que reinicies tu vida, y lo hagas con un nuevo amor.

- ¿Un nuevo amor? ¿Hablas en serio?

- Lucy, debo decirlo ya, si no explotaré.

- ¿Qué sucede Rafa? ¿Todo en orden?

- Lucy – Se puso frente a mí, mientras empezaba a temblar . – Te amo, y me encantaría que me dieras una oportunidad de hacerte feliz.

- Rafa, pero, ¿Qué locura dices?

- Es algo apresurado, lo sé, pero este tiempo, no he dejado de observarte, de admirar tu valentía y me encantaría que me dieras una oportunidad, siento algo profundo por ti, eres una gran mujer, fuerte, que no se echa para atrás, me gustas mucho aparte.

- Rafa, yo no podría… yo no sé…... no lo sé.

- am… tran… tranquila – Encendió el auto. – Olvídalo.

- Rafa… ah… am…

- No digas nada, después lo hablamos, no te presiones.

El condujo en silencio, y yo no sabía qué hacer. Detuvo el auto frente al edificio y se despidió con un beso dulce en la mejilla, sus ojos brillaban y me ofrecía una sonrisa, la luz pegaba solo en sus ojos oscuros.  Ese tipo es un galán, pero no sentía más que ternura hacia él.

Bajé del auto, agradecí que me haya llevado y me despedí.  Cuando subí a mi departamento no dejaba de pensar y pensar…

“¿En qué momento pasó?, ¿porqué se enamoró de mi? ¿Qué haré?.... Pero es que me da un pánico enorme enamorarme de nuevo,  y yo… y yo no sé qué hacer… Es un gran hombre, pero yo no puedo, si pienso en sus besos… mmm… no, no me atrae nada, no me provocan ganas… Los besos, los besos de Karla ¿Cómo serán?  Su sonrisa, sus ojos, eso si me hace feliz… ¿Pero qué diablos digo? Ella es mujer, no puede ser… Ok, volvamos al tema, me da asco pensar en algún hombre, cuando intenté hacer el amor con Israel hace tiempo no pude, no soporté sus manos en mi cuerpo, no soporté verle desnudo junto a mí. ¿Qué me pasa? Si lo amé tanto ¿porqué no pude?... Y ¿Por qué no dejo de pensar en Karla? ¿Porqué ansío tanto el momento en que la vuelva a ver?...”

Realmente, todas mis preguntas, no me llevaban a nada, más que a pensar que ella me gustaba mucho, que en verdad me atraía… Pero no era lo correcto. Por otro lado, que no soportaba que un hombre estuviera tan cerca de mí más que como amigo…

No dejaba de pensar, hasta que me quedé dormida en el sillón, y al día siguiente tomé mi rutina de trabajo de nuevo.  Estando ordenando papelerías a firmar para mi jefe y en eso me llamó Liliana. No la hice esperar nada y entré a su oficina.

- Buenos días Lucía, te hice llamar para darte una noticia y oferta de trabajo, cabe decir que eres libre de escoger lo que más quieras…

- Si señorita, dígame.

- He visto tu desempeño en el trabajo, tus ánimos y ganas. He hablado con gente de la empresa para analizar cómo te desenvuelves como persona, y creo que eres apta para ser secretaria de presidencia, eres muy eficiente, inteligente y aparte tus compañeros concuerdan en que eres excelente para el puesto.

- Espere… ¿hizo eso a mis espaldas?

- Si, me interesa mucho tenerte trabajando conmigo, y primero opte por ver tu desempeño como persona y más aparte, como secretaria. Aparte te he tratado mucho, y escuchado tu historia…  - Tomó mi mano mirándome directamente a los ojos con una mirada que reflejaba desesperación, pero ¿de qué?... siguió hablando - y me parece lo correcto darte una oportunidad más de superación. Es tu decisión.

- Sin duda la acepto señorita, sólo era que no sabía que usted me estaba observando – Retiré mi mano de la de ella, acto seguido ella se puso de pie, aclarando su garganta - aunque me parece lo más lógico, que quiera conocerme y estar segura.

-  Y lo estoy… estoy segura de que me gustaría que usted ocupe el puesto como mi secretaria.

- Entonces ¡acepto! Acepto gustosa.

- Muy bien, entonces no se diga más, empieza usted el lunes. – En sus ojos se mostraba un brillo mientras me sonreía, parecía muy contenta.

Salí de la oficina muy feliz, por fin tenía la oportunidad, mi jefa es una persona joven, le calculo algunos 26 años, según tengo entendido se preparó para el puesto cuando su padre formó la empresa, y se quedó con la presidencia, y pues fue excelente elección, ya que es una persona perfecta, decidida, fuerte, con carácter a pesar de su edad joven… Me agrada mucho la idea de trabajar para ella, aparte de que por su personalidad tendré que esforzarme mucho más en mi trabajo. Y ¿por qué no decirlo? Es bastante guapa, tiene unas piernas largas y firmes, unas manos suaves, y un cuerpo muy bello. Será un agasajo trabajar con ella, seré envidiada por cualquier hombre, pero ni hablar, seré yo quien pase el mayor tiempo con Liliana, seré yo quien ocupe ese puesto tan competido.

Salí del trabajo y fui directo a comprar lo necesario para cocinarle a Karla, no podía creer que ya era al día siguiente, estaba nerviosa y ansiosa por verla.  Había tenido una semana confusa, y cansada, pedí descanso para el viernes, ya que dejé todo en orden en mi ex-puesto aparte de que quería tomarme mi tiempo para hacer todo lo necesario….

¡¡Viernes por fin!!  Casi no pude dormir. Estaba ansiosa, mucho en verdad. Me levanté más temprano de lo normal, me duché para refrescarme, y me agarré a cocinar como loca, a hacer postres, y botana para la tarde. Para comenzar hice algo de ensalada, para el plato fuerte espagueti, puré de papá, y pechuga de pollo rellena de queso, y de postre no sabía bien que hacer, solo compre un litro de nieve, cerezas y chocolate líquido. Estaba preparada para una tarde perfecta.

Eran ya las 3 de la tarde, me apuraba y solo recordaba sus palabras: ¡Genial! ¿Te parece el otro viernes? A las 4:00pm, así nos damos tiempo de platicar, y hacer cosas juntas.”… pero lo más lindo de recordar era ver en mi mente su bello rostro y la ilusión de su hermosa voz. Ya casi eran las 4 y aun no me arreglaba. Me metí a bañar de nuevo después de una mañana de mucho que hacer, y cuando salí de la regadera me vestí,  me puse un vestido casual corto que resaltaba mi cuerpo, el vestido era color blanco con un cinturón negro a la cintura, sandalias negras, recogí la mitad de mi cabello ondulado negro oscuro, solté un poco mi copete de lado, me arreglé la cara, de modo de que se viera lo más natural posible y humecte mi piel con un poco de crema para el cuerpo. Me sentía bien, lucía bien ante mis ojos, y solo deseaba que a ella le gustara.

Dieron las 4:00pm y los nervios me recorrían. Estaba ordenando la mesa, colocando los platos y cubiertos,  un par de vasos de vidrio y otro par de copas para la nieve. Perfeccionaba en especial su lado de la mesa, enderece lo que era el tenedor que ella usaría y en eso sonó el timbre……

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Es todo por hoy (:

Muchas gracias por tomar su tiempo leyendome...

Que tengan un bonito inicio de semana y pues espero sus críticas y comentarios (positivos por favor)

GRACIAS!!..... Hasta la próxima.