El primer mordisco a la manzana
Una profesora va a tener una gran sorpresa con sus alumnos al morder una manzana.
Hoy es mi primer día de trabajo como profesora, ¡que ilusión! Enseñar a los jóvenes mi pasión por la literatura y la poesía, Quevedo, Shakespeare, Cervantes.
Cuando entre en la clase por primera vez, eran un poco . ¿Cómo diría yo? ¿Pasotas? Parecían no comprender lo hermoso que era la literatura, pero los chicos parecían más fijarse en otras partes de mí.
Cierto que están en la adolescencia y que mis pechos son bastante grandes y mi cintura muy marcada, por no hablar de las piernas que trabajé para el footing, tal vez a esa clase la llaman la clase maldita por eso, me puse muy firme, tanto que di un golpe en la mesa.
Por las caras que pusieron les impresioné, la próxima vez, suspenso directo.
Era un aula mixta, diecisiete chicos y trece chicas, con los uniformes de escuela, no entendía porque el profesorado les daba tanto miedo.
Al día siguiente les hice un examen oral, uno de los alumnos me regaló una manzana, la verdad es que como llegaba tarde no desayuné, me rugían las tripas una barbaridad, a medida que examinaba uno a uno los alumnos, mordía la manzana, parecían excitados al ver mis labios acariciándola.
Pero me sentía como somnolienta, soy muy dormilona pero . En el trabajo nooozzzzzzzz
Me desperté ¡no podía ver! ¡No podía mover mis brazos de mi espalda!
Sentía frío, también un tacto ¿cuerdas? ¿Desnuda y atada?, tengo algo en la boca ¿amordazada? ¿Pero ¡Auch! Algo me tira de los pezones, me obliga a caminar.
Algo se levanta de entre mis piernas hasta casi introducirse dentro de mí ¿una cuerda? ¡Auch! Me tiran de los pezones, camino sintiendo como esa cuerda me roza el clítoris.
y mierda, hacia un año que mi novio me dejo por ¡ESA ZORRA! Y durante ese año yo nunca mmmmmm, ¡no! ¡No quiero así! ¡Auch! ¡aaaayyy!.
No tengo más opción que caminar, intento contenerme ¿Quién me está mirando? Noto varias respiraciones ¡Dios! ¡Esto no puede estar pasando! No se quienes son, pero sus ojos me observan, me quiero morir.
No quiero seguir caminando, pero me obligan, no, no quiero, delante de todos no, nommmm AAAAAHHHHHH.
Los fluidos de mi orgasmo mojan la cuerda en la que caminaba, siento tanta vergüenza que me quiero morir.
Noto algo, ¿lenguas saboreando mis jugos? Intento apartarlos pero tiran de nuevo en mis pezones, me tiran hasta caer de rodillas.
Entonces oigo una cremallera bajarse.
Siento algo carnoso acariciándome la cara, intento evitarla, pero esa carne me golpea, no era una mano, ni una patada, era un pene.
Me quitan la mordaza, lo primero que hago es gritar, pero me la meten con fuerza.
Siento deseos de morderla, pero ¿y si tienen armas? Yo, yo tengo que hacerlo.
Succiono como nunca lo hubiera hecho, saboreo esa verga desconocida mientras esas lenguas me limpiaban, manos jóvenes y vigorosas acariciaban mis pechos.
¡No!, grité, pero me obligan a chuparla, mis pechos son muy sensibles, tanto que la simple manipulación de ellos me producía un orgasmo.
Y esas manos eraaaan ha-hábiles, n-no no quiero, no quiermmmmmahhhhhhhh.
Mientras agarraban mi cabeza para marcar el ritmo de la mamada, yo me quería morir, dos veces me he corrido, forzada y sin saber quienes eran.
El joven eyacula en mi boca, cuando se separa de mi la mantienen abierta mi boquita, oigo un OH de admiración.
Noto una lengua en mi boca, me besa, con el semen aun en mi paladar, también noto como un chico m-me.
Entraba.
No se quien era el que besaba, pero dios, que rico lo hace, hace que casi no note las embestidas, como me agarraban las caderas.
Sentí como después de separarse de mí, un líquido salía de mí.
¿Semen?
El miedo a quedarme embarazada me hizo llorar, no estaba preparada para concebir, las lágrimas salieron del pañuelo que me tapaba los ojos y una lengua lamia mis lágrimas.
Me tiraron hacia arriba, poniéndome de pie, dos jóvenes me rodearon y ¡me penetraron a la vez!
No se si era que estaba lubricada o si me había acostumbrado, pero me penetraron a la vez y no me dolieron nada, el que tenia delante me lamia los pechos como un profesional mientras que el otro me daba cachetes en el culo.
Llegué al orgasmo otra vez, iba a desmayarme, pero tiraron de mis pezones de nuevo impidiendo que me desvaneciera.
Ambos jóvenes se pusieron tensos me abrazaron con fuerza, se vaciaban dentro de mi.
Yo caigo al suelo boca arriba agotada, una lengua lamia mi inundada cueva, siento como me rodean varias presencias.
Les suplicaba que no podía más, necesitaba descansar, pero la lengua que me lamia no tenía piedad.
Siento como uno a uno me lanza una descarga seminal, encima de mi cuerpo.
Me siento tan sucia.
Me desperté en clase, vestida ¿un mal sueño? Bueno, les dije que estudiaran mucho.
Una de mis alumnas pasó por mi lado y se le cayó la carpeta.
Iba a recogerla, pero ella fue más veloz.
Mientras se levantaba ¡lamia mi pierna!
Nunca olvidare esas palabras antes de irse.
-esté preparada para la próxima clase