El primer amor 2

La historia sigue

El primer amor 2

BALALAIKA

Sharon se encontraba bien, el chaleco antibalas que le obligue a ponerse paro la bala, respiraba con dificultad era normal, el chaleco paraba la bala pero no el dolor.

Balalaika- ¿Sharon cómo estás?

Sharon- Bien, ¡esta sangre madre mía es mía!

Balalaika- No, es mi sangre, el segundo disparo ha impactado contra mi brazo.

Sharon- No me encuentro bien me estoy mareando.

Balalaika- Tú respira hondo, lo mío es un rasguño, estate tranquila.

Le di un beso en la frente y me acerque al hombre que nos había disparado, lo ice con mucho cuidado en este mundo toda cautela es poco.

Al acercarme me di cuenta de que no se movía, no lo había matado pero estaba inconsciente.

Era de Black Cero una organización criminal disfrazada de empresa de seguridad, al agacharme mi di cuenta de algo que me dejo sin palabras, de su cuello colgaba un colgante con el mismo símbolo que estaba bordado en nuestras mantitas de bebe.

Balalaika- Sharon acércate y mira esto.

Sharon- ¡No voy a acercarme a ver a un hombre que has matado!

Balalaika- ¡No está muerto so burra!

Cuando Sharon vio el colgante se le quedó la misma cara que tenía que haber tenido yo, hace un rato.

Sharon- ¿Qué es esto?

Balalaika- no lo sé, pero necesitamos respuestas, no podemos acudir a mis hombres tengo un topo, solo ellos sabían donde íbamos a estar.

Sharon- Que tal si empezamos por la iglesia donde nos criamos.

Balalaika- Buena idea cerebrito.

Lleve a Sharon a una casa segura que solo yo conocía, allí me limpiaría la herida y con un poco de suerte descansaríamos algo.

SHARON

El disparo me dejo sin respiración, cuando Balalaika se acercó y vi tanta sangre me asuste, pensé que la bala había traspasado el chaleco y me moriría, por suerte estaba ella para mantener la calma y tranquilizarme a mí.

Cuando me enseño el colgante me quede sin palabras, como es posible que ese hombre que había intentado matarnos llevara el mismo símbolo que las mantitas en las que nos envolvieron de niñas.

Por la mañana iríamos a la iglesia donde nos habíamos criado, con un poco de suerte obtendríamos respuestas, me metí en la ducha y vi a Balalaika intentando coserse la herida, me senté a su lado y después de desinfectársela bien empecé a suturar la herida.

Después de suturársela se la vende y me quede mirando esos preciosos ojos turquesas, para cuando me di cuenta mis labios estaban besando los suyos y su mano ya me masturbaba el coñito con mucha dulzura.

Acabamos debajo de la ducha comiéndole el coñito a Balalaika, ese coñito rubio que me volvía loca.

Balalaika me empezó a meter el dedo en el culo mientras castigaba mi clítoris con la lengua, nunca nadie había entrado por hay, fue una sensación rara pero agradable.

Cuando por fin terminamos de ducharnos, cenamos algo ligero y nos metimos a la cama, yo dormí de tirón entre los brazos de la mujer que amaba, pero sabía que ella no pegaría ojo.

BALALAIKA

No puedo creer que esta marmota se halla quedada dormida con tanta facilidad con la que se nos está cayendo encima, encima mira como ronca.

Tengo ganas de llegar a la iglesia a ver si nos pueden aclarar algo, que ese asesino llevara el mismo símbolo que nosotras, me tenía muy intranquila.

Al final el cansancio pudo con Balalaika quedándose dormida abrazando a Sharon.

SHARON

Me he despertado y hay estaba la muy burra haciendo ejercicio, me acababa de levantar y ya me encontraba agotada, se había puesto unos leggigns apretados y una camiseta holgada que le dejaba medio seno fuera, además de que ese pantalón le hacía un culito la mar de apetitoso.

Me fui a la cocina para preparar el desayuno cuando oí el ruido de la ducha, prepare café y cuando salió Balalaika entre yo.

Sharon- Tienes café recién hecho.

Balalaika- gracias.

Me metí en la ducha, aunque estábamos en peligro no podía de dejar de sonreír por volver a estar al lado de esta mujer.

BALALAIKA

Cuando termine de desayunar prepararé una bolsa con armamento y revisaré el coche blindado, es más pesado y lento, pero estando Sharon no quiero correr riesgos.

Balalaika- ¿Estás preparada ya?

Sharon- Sí, bajo enseguida.

A las chicas el viaje se les estaba haciendo muy largo, tenían muchas preguntas y no las tenían todas consigo de que encontrarían respuestas, Sharon puso la radio, sonaba una canción que le gustaba y empezó a tararearla, Balalaika la miraba y por primera vez desde la noche anterior volvió a sonreír.

Por fin llegaron a la iglesia donde se habían criado, no había cambiado en esos cinco años, los niños que habían dejado habían crecido, pero las reconocieron y se acercaron a saludar y abrazar a sus dos hermanas mayores.

Entonces en la puerta de la iglesia apareció la monja superiora, en su rostro se reflejaba que sabía por qué estaban allí y les dijo.

Monja- Entrar tenemos que hablar.

Cuando entraron se encontraron con un hombre que Balalaika reconoció enseguida.

Balalaika- ¿Viejo que haces aquí?

Viejo- Tengo algo que contaros.

Balalaika- ¡Como sea que me has traicionado, ya te puedes ir preparando!

Viejo- No es eso, vengo a contaros toda la verdad.

VIEJO

Años antes de que nacierais empezó a despuntar una organización llamada Black Cero, se supone que era un contratista de seguridad, pero algunos teníamos la sospecha que eran mucho más.

Vuestras madres trabajaban para ellos, tu madre Sharon era la jefa de la rama científica de Black cero y una de las personas más crueles que he conocí en mi vida, tu madre Balalaika era su protectora.

Sharon- ¿Cómo se llamaban nuestras madres?

Viejo- Tu madre se llamaba Susan pearson y la tuya Balalaika Irina Kyrilenko.

Tu madre Sharon creo una arma increíblemente peligrosa, podía codificarlo con el ADN de una persona y los nanorrobots lo atacarían solo a esa persona, provocándole la muerte y desapareciendo después.

De esa forma la muerte parecería ser natural, nadie sospecharía que en realidad era un homicidio.

Pero tu madre enfermó, temiendo que no podría acabar su obra antes de morir decidió que ella e Irina quedarían embarazadas para que en el futuro podríais seguir creando armas para la organización.

Cuando te sintió por primera vez dentro de ella Sharon algo cambio en tu madre, dejo de pensar en destruir el mundo y empezó a pensar que tenía que dejarte un mundo mejor a ti, por eso se infectó unos nanorrobots experimentales que te otorgaron esa inteligencia tan prodigiosa que tienes.

Sharon- que clase de monstruo soy (llorando)

Viejo- Ningún monstruo te lo aseguro, seguiré con la historia.

Balalaika a tu madre también le inyectó nanorrobots que te mejoraron físicamente, tus reflejos, intuición coordinación y capacidad de aprendizaje y adaptación, todo para que pudieras proteger a Sharon.

Balalaika- Vamos que me convirtieron en un terminador, ¿cómo pudieron hacernos esto?

Susan se dio cuenta de la monstruosidad que había creado, veía como Black Cero provocaba guerras que el mismo sofocaba enriqueciéndose y sabía que ella era la máxima responsable.

Toda medalla tiene su reverso, si su arma podía matar también podía curar, a ella no le quedaba tiempo y por eso te doto de esa prodigiosa inteligencia, para que modificaras esos nanorrobots y lo lograste, tus nanorrobots no matan curan.

Cuando Balalaika ingreso al ejército, procure que acabara bajo mi mando para enseñarla y prepararla lo mejor que pudiera, la verdad que aprendió rapidísimo siendo en estos momentos tu mejor escudo.

Pero no contaba que volvería a ocurrir lo mismo.

Balalaika- ¿A qué te refieres?

Tu madre fue la capitana de los Einherjar antes de que me traicionara y se uniera a los Black Cero.

Balalaika- Así que mi madre también era mala.

No lo era, ella actuó por amor a Susan, al principio está la manipulo, pero paso lo que menos se imaginaba, que se enamoraría de Irina.

La noche que Black cero descubrió que Susan les había traicionado la mataron e Irina lucho con uñas y dientes para cumplir la última voluntad de la mujer que amaba y no era otra que poner a salvo a sus hijas.

Yo la esperaba fuera del edificio, con su último aliento beso vuestras frentes y me las entrego a mí.

Balalaika- ¿Qué quieres decir con que la historia se ha vuelto a repetir?

Otra subordinada mía me ha traicionado uniéndose a Black Cero, pero esta vez no a sido por amor sino por envidia y rencor.

Balalaika- ¡Sonja!

Sharon- ¿Quién es Sonja?

Balalaika- Sonja fue la otra Einherjar que optaba al puesto de capitana, tuvimos que combatir y le gane en un justo duelo, ¿es así no viejo?

Así fue, pero ella siempre me echo en cara que te prefería a ti y que aquella victoria estaba amañada, pidió el traslado a otra unidad y le perdí de vista.

Fue tentada por Black Cero y ahora es la capitana de su rama más sanguinaria, aquella noche no iban a por Sharon sino a por ti Balalaika.

Bueno yo me marcho, ya he hablado mucho por hoy y tenéis mucha información que digerir, estaré en contacto con las dos, si necesitáis ayuda tú sabes como localizarme Balalaika.

BALALAIKA

No me ha gustado nada de lo que acabo de escuchar, no solo nuestras madres eran un par de monstruos aunque al final hicieran lo correcto, sino que la persona a la que me enfrento es una guerrera tan diestra como yo, tengo que proteger a Sharon como sea.

SHARON

Balalaika se ha quedado muy pensativa, no me extraña después de lo que nos hemos enterado, una pregunta lleva todo él rao martilleándome, mi amor por Balalaika es real o también es impostado por esos nanorrobots.

Sharon- ¿Balalaika, crees que nuestro amor es real o es inventado?

Balalaika- ¿Cómo me puedes preguntar eso?, ¡yo sé perfectamente lo que siento y es que te quiero con todo mi alma!

Me eche a llorar, como podía dudar de lo que sentíamos la una a la otra, entonces note como me rodeaba con sus brazos y me besaba, ese beso era real y yo colabore con todo el amor y cariño que tenía dentro.

Balalaika me dijo que tenía una idea, como era final de primavera y empiece de verano hacia una buena temperatura, me cogió del brazo y me llevo hasta el lago donde perdimos la virginidad la una con la otra.

Se sentó en la misma piedra que lo hizo la otra vez y me agarro de las manos para que me sentara encima de ella, me empecé a mojar en seguida, me rodeo con sus brazos y me beso, una de sus manos se perdió entre mis piernas y sonrió cuando escucho mi primer jadeo.

Me levanté y cociéndola de la mano nos metimos en el agua, quería hacer el amor dentro y Balalaika cumplió mi capricho con mucho gusto.

Entrelazamos nuestras piernas hasta que nuestros sexos se tocaron el placer que sentí no se puede explicar con palabras, cada caricia que me daba o yo la daba a ella nos proporcionaba oleadas de placer.

Y el orgasmo llego, un orgasmo fuerte que de no haber estado las dos sentadas en la orilla del lago nos habríamos caído las dos, en brillo que tenían sus ojos hicieron que se me saltaran las lágrimas, Balalaika me las seco con el dorso de su mano con tal cariño que se me estremeció el corazón.

Ya era hora de volver, pronto se irían a dormir y no era plan de despertar a todo el mundo.

Cuando llegamos a la puerta de la iglesia nos estaba esperando la monja más mayo y la más quejica.

Monja- ¡A dormir par de pendones!, ¿o pensáis que no sé lo que habéis estado haciendo?

Balalaika- ¿No nos habrá estado espiando he hermana?

Monja- ¡Pero que te has creído, sigues igual de descarada que siempre!

Sharon- No se lo tome a mal hermana, nos iremos a dormir.

Monja- ¡En habitaciones separadas que no dejaré que pequéis dentro de esta iglesia!

Balalaika la miro con cara de querer matarla, pero a mí me pareció muy tierno y me trajo buenos recuerdos, la verdad que no pude contener mi risa y eso hizo que la hermana montara en cólera empezando a gritar y despertando a todos los vecinos del pueblo.

Esa noche dentro de todo lo que habíamos descubierto dormí bastante bien.

BALALAIKA

Me desperté con un dolor de espalda tremendo, lo primero que iba a hacer es comprarles colchones nuevos a este orfanato porque vaya instrumentos de tortura tenían montadas las monjas.

Después de ducharme bajé a desayunar donde me estaba esperando Sharon, al preguntar por los demás esta me dijo que los chicos habían ido a clase.

Me puse un café bien cargadito un poco de leche y las galletas que hacían esas monjas que estaban de muerte, me iba a poner las botas.

Cuando termine de desayunar llame al viejo para saber que había llegado bien a su casa, es una costumbre que adquirimos en las distintas misiones y lo solía hacer cada vez que sabía que tenía que salir de misión.

Ya era la tercera vez que llamaba y me salía el buzón de apagado o fuera de cobertura.

Algo no marchaba bien.

Continuará.