El premio

Grace es una talentosa ex corredora Rhyhorn que cree que su suerte no puede ser mejor, ya que ha ganado un lujoso nuevo televisor. Sin embargo ella pronto descubrirá que los premios no siempre son tan maravillosos ni tan inofensivos como parecen, ya que su flamante pantalla cuenta con una sorpresa

Está historia comienza en el pacifico y pintoresco Pueblo Boceto de la hermosa región Kalos, donde una preciosa mujer de tez ligeramente bronceada, cabello castaño oscuro y hermosos ojos azules, además de unos grandes pechos, y una delineada y curvilínea figura, conocida como Grace espera con ansias un paquete, cuando...

El sonido de un camión estacionandose, seguido del timbre de su casa, hicieron que la hermosa mujer se levantará rápidamente para recibir su encargo. De forma que mientras ella firmaba el papeleo correspondiente, el amable empleado se encargó de instalar su flamante nueva pantalla de 70 pulgadas en la sala.

Una vez terminada la instalación y después de ofrecerle un vaso de agua y algunos macarons al amable empleado a modo de agradecimiento, junto con una generosa propina, fue que la mujer se dirigió a su cómoda sala para disfrutar de su nueva adquisición.

Una que no le había costado ni un solo centavo, ya que esta había sido el premio mayor de una pequeña rifa, en la que había entrado mientras hacia su compras habituales.

“Sin duda soy la mejor” se felicitó la mujer a si misma, mientras se acomodaba en su sofá y tomaba el control remoto para encender su nuevo televisor.

Sin embargo al momento de encender el aparato Grace pudo observar que las imágenes eran borrosas y poco definidas, junto con un molesto zumbido de interferencia, el cuál se apresuró a silenciar con el control.

Por un momento la mujer creyó que el desperfecto se debía a una mala instalación, por lo que se levantó a revisar. Sin embargo el aparato estaba perfectamente conectado tanto a la luz como a sus servicios de televisión satelital y de Internet, por lo que el único falló podía provenir de...

“Debi imaginarme que algo así pasaría. De otra forma ¿porquerifarianun producto tan nuevo? pensó una molesta Grace mientras revisaba la caja de su televisor hasta encontrar lo que buscaba: La garantía del producto.

Así que después de leer con cuidado aquella hoja de papel, ella tomó su teléfono y comenzó a marcar el número indicado, y tras esperar unos breves segundos...

—Buenas tardes, gracias por llamar al Servicio de atención al cliente. ¿En qué podemos servirle? —respondió una linda voz femenina desde el otro lado de la línea.

—Buenas tardes, señorita. Me gustaría reportar un pequeño problema con uno de sus televisores —respondió Grace con calma.

— ¿Sería tan amable de proporcionarme la marca y el modelo, por favor? —respondió la recepcionista mientras Grace le daba los datos solicitados y tras un momento de silencio, ella le pidió que esperara un momento. Ya que una persona de mantenimiento la atendería unos segundos.

—Buenas tardes. Mi nombre es Trent, de Mantenimiento Remoto. ¿En qué puedo ayudarla? —respondió una voz masculina bastante amable.

—Buenas tardes, mi nombre es Grace y quisiera reportar que la imagen de su televisor no está bien, además de que hay bastante interferencia —respondió la mujer con amabilidad

—Entiendo, señorita Grace. Y por fortuna este es un problema sencillo de resolver —contestó el joven con amabilidad antes de añadir —Todo lo que debe hacer es entrar al menú principal e ir al apartado de configuración, ahí encontrará una opción llamada "S3xslav3", todo lo que necesita es ejecutarla y su televisor funcionará de forma adecuada. ¿Ya la localizo?

—Creo que si... ¿Pero que hago si eso no funciona? —preguntó Grace mientras buscaba aquel nombre dentro de la lista de configuraciones predeterminadas.

—En ese caso vuelva a comunicarse con nosotros e iremos a atenderla personalmente, señorita Grace. —respondió el chico antes de añadir —¿Hay algo más en lo que podamos servirle?

—No, joven. Muchas gracias —contestó la mujer mientras finalmente encontraba aquel escurridizo nombre.

—Muchas gracias por su llamada, señorita Grace. Le atendió Trent y estamos para servirle —fue la respuesta del sujeto antes de que ella diera por terminada la llamada.

Tras colgar el teléfono, ella decidió volver a su lugar en el sofá e inicio a ejecutar la configuración indicada, por lo que de inmediato se activo una pantalla de carga junto con la leyenda "Espere un momento"

“Espero que esto no se tardé mucho” pensó Grace mientras miraba un brillante círculo rojo, el cual giraba constantemente por toda la pantalla, esperando que terminara la carga de la configuración.

Fue al cabo de unos minutos cuando la hermosa mujer comenzó a sentir una abrumadora sensación de cansancio, aunque ella creyó que se debía a lo monótono que era esperar hasta que esa configuración se terminará de cargar, por lo que le restó importancia hasta que lentamente y sin darse cuenta fue quedandose dormida.

Sin embargo lo que Grace ignoraba es que en su nuevo televisor había una pequeña cámara instalada, a través de la cuál alguien veía con una gran sonrisa como la mujer caía profundamente dormida. Lo cual significaba que la primera etapa de su plan había sido todo un éxito y ese era el momento perfecto para iniciar con la programación.

Fue en ese momento cuando la imagen en la pantalla finalmente cambió, a la vez que...

—Grace... Grace... Abre los ojos y mira la pantalla... Debes mirar la pantalla —indicó una profunda voz electrónica que provenía desde el televisor.

E inmediatamente Grace entreabrió sus hermosos ojos azules y observo la pantalla, en la cual podía verse una brillante espiral que giraba sin detenerse.

— En este momento estamos controlando la transmisión... No intentes resistirte... Y mira con atención —indicó aquella extraña voz una vez más, mientras que una confundida y aún adormecida Grace trataba de levantarse del sofá, sin embargo su cuerpo no parecía querer moverse de ese lugar.

—Es inútil, Grace... En este momento no controlas tu cuerpo —respondió la voz, y en ese momento algo en el interior de la mente de la mujer paracia haber despertado, por lo que ella intentó desviar la mirada o cerrar sus ojos, pero le era imposible.

Por lo que lentamente ella empezó a perder el poco control que aún tenía sobre su cuerpo y finalmente dejo de moverse. Pero el mayor cambio era que sus hermosos ojos azules ahora estaban fijos en la pantalla y lucían vidriosos y carentes de vida.

—Ahora nosotros tenemos el control, Grace —replicó la voz mientras que la mujer asentía, sin siquiera parpadear.

—Ustedes tienen el control —respondió Grace de forma monótona y de forma inconsciente soltó el control remoto que aún tenía en sus manos, tras lo cual la pantalla cambio a un resplandeciente fondo blanco.

Grace miraba atentamente la pantalla cuando lentamente unas grandes letras de color negro comenzaron a aparecer, hasta formar una frase que marcaría el destino de la mujer para siempre: “Bienvenida ¿Estás lista para ser reprogramada?”

Al leer esas palabras una sonrisa tonta se formó en sus labios, a la vez que su cabeza subía y bajaba lentamente, como si ella estuviera dando su aprobación.

“Estaré guiándote a través de mensajes... Relájate... Y no pienses en nada...” fue la siguiente instrucción que apareció en la pantalla, ante la cuál ella asintió de nuevo.

“Respira profundamente... Y sigue este gráfico” se escribió en la pantalla, antes de que un círculo apareciera debajo de aquella frase. Un círculo que en el centro contenía la palabra “Inhala” mientras se expandía, y al contraerse la palabra era sustituida por “Exhala”.

Por varios minutos Grace se dedicó a igualar su respiración al ritmo indicado por aquel círculo, encontrándose cada vez más y más relajada e indefensa, hasta que...

Unas nuevas palabras, escritas con letras aún más grandes, comenzaron a escribir un nuevo mensaje: “El proceso de lavado de cerebro empezará muy pronto... En el centro de la pantalla aparecerá una espiral... Tu único deber es mirar la espiral fijamente... Solo la espiral importa”

Durante un breve instante algo en el interior de la abrumada mente de Grace parecía haber despertado, sin embargo esa efímera chispa de lucidez fue aplastada cuando un brillante espiral apareció en la pantalla.

E inmediatamente y sin poder resistirse los ojos de la mujer se quedaron fijos en aquella encantadora espiral de color rosa, una espiral que ella no podía ni quería dejar de ver, una espiral que en esos momentos era todo lo que existía...

—Una pequeña barra aparecerá en el centro de la espiral, Grace... Está medirá el progeso de tu lavado de cerebro —mencionó la voz una vez más, con un tono notablemente cínico, sin embargo ella no le dió ninguna importancia, ya que su mirada y su consciencia estaban perdidas mirando la espiral

—Una vez que la barra se llene, tu lavado de cerebro habrá concluido, Grace... Entonces estarás lista para ser reprogramada — continúo diciendo la voz mientras unas tenues palabras aparecían sobre la espiral, reforzando el mensaje de que ella solo debía mirar.

Durante varios minutos Grace miró atentamente la brillante espiral, sin siquiera parpadear, a la vez que la barra de progreso iba llenándose poco a poco... Sin embargo cuando está llegó a la mitad los sensuales labios de la mujer se abrieron un poco.

—Me siento relajada... Me siento muy bien... Debo dejarme llevar... Debo obedecer —dijo ella de forma tenue, repitiendo las palabras que de forma breve aparecían sobre la espiral, que cada vez giraba más rápido.

—Soy obediente... Adoro obedecer... Obedecer se siente muy bien... Me siento cachonda... Obedecer me pone tan cachonda... Esclava... Soy una esclava —balbuceó Grace con una sonrisa, repitiendo las palabras que aparecían sobre la pantalla, las cuáles llenaban su vacía mente y poco a poco se convertían en verdades incuestionables para ella.

—Felicidades, Grace. Tu lavado de cerebro ha sido completado a la perfección —dijo la voz junto con un alegre sonido de felicitación, como los que se usan en los videojuegos al pasar de nivel, en cuanto la barra de progreso se volvió totalmente rosa.

Por su parte el rostro de Grace esbozo una ligera y boba sonrisa, aunque toda su atención seguía fija en la pantalla y en espera de nuevas órdenes.

“Ahora relájate” fue la siguiente indicación que apareció en la pantalla, cubriendo la espiral casi por completo, por lo que la mujer comenzó a respirar profundamente y su cuerpo adoptó una postura más suelta sobre el sillón en que estaba sentada.

“Luces muy linda, mi obediente puta” fue el siguiente mensaje que apareció la pantalla. Y a pesar de que en cualquier otra circunstancia Grace se hubiera puesto furiosa si alguien la hubiera llamado de esa forma, en estos momentos ella sonreía de forma plácida, como sí se sintiera feliz de ser llamada de esa forma.

“Ahora has perdido completamente el control de tu mente, Grace... Así que empezaremos a reprogramarte” fue el siguiente mensaje en aparecer, ante el cual ella asintió dócilmente.

“Abre tu linda boquita, mi putita, y mantenla abierta” fue la nueva orden que apareció en la pantalla, una orden simple con el único propósito de corroborar su obediencia, y que ella obedeció sin la menor vacilación.

“Buena esclava... Ahora cierrala” indicó de nuevo la pantalla, haciendo que una sonrisa de alegría y un espasmo de excitación recorrieran el cuerpo de Grace.

—¿Cómo se siente no tener más el control? ¿Se siente bien? —preguntó la voz, al mismo tiempo que esas palabras aparecían en la pantalla, por lo que Grace asintió felizmente.

—Buena esclava... Ahora es el momento de hacerte nuestra... Así que mira la pantalla —indicaron la voz y el texto al mismo tiempo, por lo que la indefensa mujer no tuvo otra opción más que obedecer, sin embargo lo que apareció en la pantalla no fue una orden sino su propio nombre.

—Ahora destruiremos tu antiguo nombre. Así que deja que se desmorone —indicó la voz de forma imponente, mientras que el nombre escrito en la pantalla empezaba a agrietarse.

—Ya no necesitas ese nombre... Es un nombre inútil y horrible... Debes olvidarlo por completo —continúo la voz, mientras que la mujer asentía y las letras en la pantalla se agrietaban más y más, hasta finalmente desvanecerse.

—Buena esclava... Ahora te daremos un nuevo nombre... ¿Quieres saber cuál será tu nuevo nombre? —preguntó la voz mientras que la mujer asentía felizmente, esperando ansiosa cuál sería su nueva identidad.

—Mira la pantalla y descubre tu nuevo nombre —indicó la voz, mientras que en la pantalla aparecían unas brillantes letras de color rosa que formaban la oración: "Tú nuevo nombre es Hypno Slave 18"

— ¡Ahora lee tu nombre, esclava! ¡Léelo en voz alta y acéptalo para siempre! —ordenó la voz, mientras que la mujer asentía y abría sus sensuales labios para decir:

—Mi nuevo nombre es Hypno Slave 18 —respondió Grace con una sonrisa antes de comenzar a repetir esa oración, grabándola profundamente en el interior de su vacía mente.

—Bien hecho, esclava... Cuando nosotros te lo ordenemos aún podrás usar el antiguo nombre de Grace... Pero es un nombre falso, un disfraz... Ya que tú verdadero nombre es Hypno Slave 18... Dilo —recitó la voz mientras que ese nombre brillaba en la pantalla.

—Solo usaré el nombre de Grace cuando me lo ordenen... Como un disfraz... Pero mi verdadero nombre es Hypno Slave 18 —repitio la mujer sin la más vacilación y sin dejar de mirar la pantalla.

Durante casi una hora ella recibió la instrucción de seguir repitiendo esa orden, de forma que está se fue grabando en lo más profundo de su subconsciente y volviéndose una verdad absoluta para ella.

—Excelente trabajo, esclava... Ahora ponte de pie y quédate en posición firme frente a la pantalla —indicó la voz, al mismo tiempo que la espiral rosa que le había lavado el cerebro a Grace volvía a aparecer.

Por su parte Grace, o mejor dicho Hypno Slave 18, sin dudar ni un instante se puso de pie y adoptó una perfecta posición de firmes, mirando la espiral y esperando nuevas órdenes.

— Ahora empezarás a desvestirte, y mientras lo haces repetirás en voz alta las palabras que aparecerán en la pantalla ¿Has entendido? — ordenó la voz mientras que la mujer asentía alegremente —¡Entonces empieza ahora!.

—Mi nombre es Hypno Slave 18 —recitó la mujer mientras comenzaba a despojarse de su blusa, dejando ver su suave y lindo abdomen y el sostén de color negro que contenía sus increíbles pechos.

— ¡Soy una puta cachonda! —declaró ella mientras dejaba caer su sostén para liberar esas magníficas tetas talla 105, con lindas areolas de color café y sus pezones visiblemente erectos

— ¡Adoro ser una puta cachonda y obediente! —dijo ella al momento de desabrochar su pantalón y dejarlo caer lentamente por sus perfectas piernas.

—Vivo únicamente para servir y para obedecer las órdenes de mi Amo... Por que soy un juguete, una sensual y obediente esclava  —dijo ella mientras se quitaba los zapatos, arrojandolos lejos con sus pies, antes de que su pantalón finalmente cayera al suelo.

—Yo soy Hypno Slave 18 ¡Ahora y para siempre! —concluyó la mujer con una sonrisa, mientras se quitaba sus húmedas bragas, quedando completamente desnuda y frente a la pantalla.

— ¡Excelente, Hypno Slave 18! Has sido una buena esclava... Y ahora es el momento de una pequeña recompensa —anunció la voz, lo cual hizo sonreír a la mujer.

—Recuéstate en el piso y abre las piernas lo más que puedas, Hypno Slave 18 —ordenó la voz. Y sin dejar de sonreír ni de mirar la pantalla ella adoptó la posición indicada, dejando ver su adorable coño con una pequeña hilera de vello, ansiosa por más órdenes.

—Cuando te lo ordené empezarás a masturbarte, esclava... Y mientras lo haces repetirás en voz alta cada palabra que aparezca en la pantalla... Sin embargo no tendrás permitido correrte hasta que la barra de progreso este llena... ¿Has entendido, Hypno Slave 18?" —preguntó la voz mientras una nueva barra aparecía debajo de la espiral, pero a diferencia de la anterior está abarcaba casi toda la pantalla.

—Hypno Slave 18 entiende, Amo —respondió Grace de inmediato, ansiosa por comenzar.

— ¡Comienza ahora! — ordenó la voz antes de que unas palabras comenzarán a aparecer en el pantalla, y de inmediato la mujer comenzó a llevar sus dedos hacia su coño.

—Yo soy Hypno Slave 18... Yo soy obediente... Yo soy Hypno Slave 18... Yo soy obediente... Yo soy Hypno Slave 18... Yo soy obediente —recitó la hermosa castaña antes de empezar a frotar su zona intima con frenesí, hasta que el mensaje cambio.

—Mi mente es su juguete... Yo solo existo para dar placer... Mi mente es su juguete... Yo solo existo para dar placer... Mi mente es su juguete... Yo solo existo para dar placer —gimio ella a medida que juntaba dos de sus dedos para comenzar a meterlos dentro de su coño.

—Gracias por lavarme el cerebro, Amo... Te entregó mi cuerpo, úsalo como desees... Gracias por lavarme el cerebro, Amo... Te entregó mi cuerpo, úsalo como desees... ¡Gracias por lavarme el cerebro... Amo!... ¡Te entregó mi cuerpo!... ¡Úsalo como desees! —exclamo ella, cada vez más excitada, por lo que sus gemidos eran cada vez más eróticos y el mete y saca de sus dedos más rápido.

—Soy una buena y obediente puta... Soy una esclava... Soy una buena y obediente puta... Soy una esclava... ¡Soy una buena y obediente puta!... ¡Soy una esclava! —gimió la mujer con cada vez más intensidad, mientras su rostro comenzaba a tornarse más y más rojo.

—Me desnudare siempre que me lo ordenen... Haré todo lo que el Amo deseé que haga... ¡Me desnudare siempre que me lo ordenen!... ¡Haré todo lo que el Amo deseé que haga! — exclamó Grace, al mismo tiempo que su pulgar comenzó a rodear su ya erecto clítoris.

— ¡Necesito que folle mi cuerpo, Amo!  ¡Por favor folle mi mente! ¡Soy suya! —gimio la mujer, mientras sus caricias eran más rápidas e intensas que antes

— ¡SOY SOLO UNA MUÑECA SEXUAL, AMO! ... POR FAVOR, CORROMPAME... ESCLAVICEME... HUMILLEME... ESTO... ¡ESTO SE SIENTE MUY BIEN!" imploró una excitada Grace, quien estaba llegando a un punto en donde el placer que sentía se estaba convirtiendo en una dulce tortura.

Y esa operación se repitió varias veces más, ya que la barra de progreso se llenaba lentamente, causando que la mujer antes conocida como Grace estuviera al borde del colapso debido a que cada segundo su necesidad por correrse crecía más y más.

Ella ya no podía seguir resistiendo, cuando finalmente aparecieron las palabras que ella esperaba con más ansias: “Buena esclava... Ahora puedes correrte”

Tanta era la excitación que ella sentía que miró la pantalla de forma suplicante, esperando que no fuera una alucinación, pero la pantalla le respondió cuánto apareció la siguiente palabra: “¡CORRETE!”

Fue entonces cuando Hypno Slave 18 finalmente pudo obtener el orgasmo que tanto había anhelado... El orgasmo más intenso que jamás había experimentado... Al punto de que todo su cuerpo temblaba de placer, como si se estuviera convulsionando, mientras balbuceaba palabras sin sentido.

Y aunque poco a poco su cuerpo comenzó a recuperarse, su mente parecía aún estar en shock, ya que ella no paraba de balbucear una frase: —Estoy rota... Y necesito ser reparada.

Algunas horas más tarde, bastante cerca del atardecer, fue cuando una camioneta se estacionó frente a la casa de Grace y de ella bajo un hombre vestido como un operario y con una caja de herramientas en una mano, quién tranquilamente se acercó a la cama para tocar el timbre.

—Buenas tardes. Soy el técnico en reparación que solicitaron —anunció el sujeto, en esta ocasión tocando la puerta, cuando...

La puerta de la casa fue abierta por Grace, o la persona que alguna vez fue Grace, quién apareció completamente desnuda y mostraba un aspecto muy diferente del habitual.

Ya que su cabello, normalmente bien arreglado, ahora lucía completamente desordenado; Además de que su hermoso cuerpo aún temblaba ligeramente, y en largas y sensuales piernas podían notarse los rastros de sudor seco y fluidos íntimos; Pero el cambio más significativo era que sus hermosos y vivaces ojos azules mostraban un aspecto vidrioso y perdido, además de que su habitual y encantadora sonrisa se había convertido en una mueca de incomodidad.

—Yo soy... Hypno Slave 18 ¿Tu vienes... a repararme? —preguntó de forma monótona la mujer que alguna vez fue conocida como Grace, al enfocar al recién llegado, quien esbozo una gran y lujuriosa sonrisa.

—Asi es, Hypno Slave 18. Y haré todo lo posible por arreglarte —dijo el con confianza, a lo que ella sonrió. —Sin embargo primero deberé limpiarte a fondo, así que llévame a tu baño.

Al oír aquella orden la mujer no tardó en tomar la mano del chico, quien tras cerrar la puerta, se dejó guiar hasta el cuarto de baño de aquella casa.

“A pesar de su aspecto actual, ella es demasiado sexy” pensó aquel chico mientras miraba con lujuria cada centímetro del cuerpo de la mujer, antes de comenzar con las labores de limpieza. Por lo que no era sorpresa que aquel joven aprovechará la oportunidad para tocar con descaro cada rincón de su cuerpo, y deleitarse con la inesperada suavidad de su piel y con la firmeza de sus pechos y trasero.

—Ahora sígueme, Hypno Slave 18. Es hora de repararte —indicó el joven una vez que se sintió satisfecho con trabajo, ante lo cual ella comenzó a seguirlo hasta la sala, donde sin perder tiempo procedió a conectar una tablet a la pantalla para desplegar todo un nuevo menú.

Pero antes de centrarse en la mujer, que esperaba pacientemente sus órdenes, el procedió a llenar lo que parecía ser una especie de formulario. El cuál estaba encabezado por una fotografía de Grace antes de ser reprogramada, y tenía múltiples espacios en blanco.

Color de piel: Claro, aunque levemente bronceado.

Color de ojos: Azules.

Edad: 35 años.

Estatura: 1. 65 metros.

Peso: 62.4 kg.

Talla de busto: Copa D.

Talla de cadera: 108 cm.

Talla de cintura: 87.5 cm.

Talla de zapatos: 25 cm.

Profesión anterior: Corredora Rhyhorn.

Parientes conocidos: Una hija adolescente.

Una vez que el chico terminó de llenar el formulario lo guardó dentro de su caja de herramientas, mientras veía con descaro a su nueva víctima.

“Sin duda serás muy popular, Hypno Slave 18... Tu cuerpo es magnífico” pensó el chico al notar la firmeza natural de los pechos y el trasero de la mujer, junto con su delineada figura de reloj de arena, las cuáles de acuerdo a la información que poseían se debían a su ocupación como corredora de Rhyhorn.

—Has pasado la prueba física con honores, Hypno Slave 18. Así que es hora de arreglarte —mencionó el chico con orgullo mientras se quitaba los pantalones, dejando en libertad su gran verga, la cuál parecía palpitar por la emoción de probar a esa sensual mujer.

—Comienza a masturbarme, Hypno Slave 18 —indicó el con firmeza y una sonrisa de triunfo, una que también se formó en el rostro de la mujer.

—Cono usted ordené, Amo. Usted ordena y yo obedezco —respondió la mujer que alguna vez fue conocida como Grace, y que era famosa por su testarudez, pero cuya voz ahora destilaba una excitante mezcla de deseo y sumisión, mientras se ponía a cuatro patas y gateaba sensualmente hacia el chico.

De forma que una vez que ella estuvo frente al hombre al que debía complacer, no dudo ni un instante en tomar su miembro entre sus manos y comenzar a acariciarlo con suavidad y cariño. Aunque al poco tiempo ella comenzó a usar su mano derecha parar mover su verga de arriba hacia abajo, usando las yemas de sus dedos para estimular la punta, mientras usaba su mano izquierda para masajear sus testículos.

“Ella es fantástica... No puedo recordar cuando fue la última vez que goce tanto de las manos de una mujer” pensó el excitado chico, quien estaba más que satisfecho por aquel primoroso y experimentado trato, sin embargo esta ni era más que la primera prueba.

—Eres muy buena con las manos, Hypno Slave 18... Así que ahora veremos si tú boquita es igual de buena... ¡Dame un mamada! —ordenó el chico mientras acariciaba la cabeza de la mujer, quien sonrió con dulzura al oír su indicación.

—Será todo un placer, Amo. Hypno Slave 18 obedece —respondió ella de forma sensual y con una sonrisa traviesa antes de abrir su boca y, para sorpresa de aquel afortunado sujeto, prácticamente tragar su verga de un solo movimiento.

Aunque aquello no era más que el comienzo. Ya que la ardiente mujer rápidamente comenzó a succionar su verga, lo cual provocaba obscenos y eróticos sonidos cada vez que está salía y entraba dentro de su boca, además de usar su húmeda lengua para rodear y recorrer cada centímetro del miembro de su Amo, como si fuera una profesional.

Aquel tratamiento de ensueño continúo de esa forma hasta que la esclavizada mujer decidió cambiar su estrategia, disminuyendo la velocidad a la que succionaba, para dedicarse a lamer y chupar con cariño el glande del chico, quien gemía por el placer que sentía.

—Ahora... Envuelve mi verga con tus tetas... Hypno Slave 18... ¡Dame un paizuri! —exclamó el chico, aprovechando aquel cambio de ritmo para tranquilizarse un poco para seguir con la prueba.

—Lo que usted ordené, Amo —respondió ella de forma traviesa antes de envolver aquella ardiente verga con sus grandes y suaves pechos, antes de tomarlos entre sus manos y suavemente comenzar a moverlos de arriba hacia abajo, mientras que su lengua volvía a la tarea de lamer su glande.

— ¡Eres increíble, Hypno Slave 18! ... ¡No cabe duda de que naciste para ser una esclava! ... ¡Y ahora te daré tu premio! —exclamó el excitado chico, quién por más que lo deseará ya no era capaz de seguir conteniendose, por lo que una gran y espesa carga de semen comenzó a inundar la boca de la mujer, e incluso cubrió parte de su rostro y sus pechos.

— ¿Le gustó, Amo? — preguntó ella con una lujuriosa sonrisa mientras usaba su lengua para recoger los restos de semen que había en su rostro, y por la expresión que hacía al meterlo en su boca parecía que le encantaba el sabor.

Por unos instantes el chico disfruto de esa maravillosa vista, la cuál lo hizo recuperar rápidamente su erección, antes de dar la siguiente orden: — ¡Ponte a cuatro patas, putita!

—Sus deseos son mis órdenes, Amo —respondió ella, y sin dudarlo ni un instante, se dio la vuelta para dejar al descubierto su espléndido trasero, no sin antes levantarlo y moverlo poco a poco de un lado a otro, de forma que tanto su coño como su culo quedaban a disposición del chico.

Lo cual dejaba al chico en un dilema, pero tras meditarlo un poco el procedió a apuntar su verga hacia la vagina de la mujer, y sin misericordia comenzó a penetrarla

— ¿¡No puedo creer lo apretada que estás!? De acuerdo con nuestra información tú eres madre... ¡Pero tú coño está tan estrecho que casi pareces una virgen! —exclamó el impresionado chico con una sonrisa de satisfacción en su rostro, ya que le encantaba la forma en que las firmes paredes vaginales de la mujer envolvían su verga.

Y después de follarla en la posición del perrito, el chico decidió cambiar de posición para continuar evaluando sus habilidades, pero cada vez que lo hacía no podía evitar sorprenderse por la increíble versatilidad que tenía esa bella mujer.

De forma que después de probar la posición del “misionero” y correrse por tercera vez dentro de su coño, fue cuando él decidió que ya era momento de tomar aquel encantador culo.

—Ponte de nuevo a cuatro patas... Y levanta tu trasero —ordenó el chico con lujuria, mientras que la emputecida mujer obedecía sin la menor vacilación, amando la sensación de ser usada como el juguete sexual que era.

De forma que el procedió a penetrar con fuerza aquel delicioso orificio, aún más estrecho que su increíble coño, mientras la acorralaba contra la mesa del comedor y la embestía violentamente.

— ¡Eres la mejor puta que he esclavizado... Hypno Slave 18! ¡Sin duda me harás muy rico! —exclamó aquel chico, disfrutando tanto del fantástico cuerpo de su nueva esclava, como de la perspectiva de la fortuna que obtendría gracias a ella.

Aunque él no era el único que lo disfrutaba, ya que para la mujer que alguna vez fue Grace, escuchar aquellas palabras era el mejor cumplido que podían hacerle, además de que amaba profundamente la sensación de la verga de su Amo destrozando su culo, lo cual la hacía gemir de forma salvaje, por lo que no era extraño que era cuestión de tiempo para que ambos llegarán al orgasmo,

Pero antes de hacerlo, el sacó su verga y cubrió el trasero y parte de la espalda de la mujer con su semen, así que tras admirar su obra decidió frotar su ya agotada verga sobre sus nalgas y usar los restos de su corrida para dibujar la palabra “OK”.

—Debes sentirte orgullosa... Hypno Slave 18... ¡Nunca me había divertido tanto con ninguna otra puta! —gimió aquel hombre, visiblemente agotado, y tratando de recuperar el aliento mientras veía a su nueva esclava jadeando sobre la mesa, y cubierta de semen.

—Pero antes de seguir jugando debo terminar de arreglarte —dijo el con una sonrisa antes de sacar varias memorias USB, tomando una antes de conectarla a la pantalla.

De forma que varios minutos después, Grace o mejor dicho Hypno Slave 18, estaba nuevamente en su sofá mirando fijamente la pantalla de televisión. Pero en esta ocasión, y por orden de su Amo, la mujer estaba usando un sensual conjunto de lencería que Grace tenía guardado: Y el cuál consistía de un ajustado baby doll negro, casi transparente, el cuál permitía ver con claridad sus erectos pezones, junto con una diminuta y reveladora tanga, enmarcada en un ligero que sostenía dos medidas negras con un encaje que llegaba a medió muslo; además de unas lindas zapatillas de punta abierta que dejaban al descubierto sus uñas pintadas en rojo intenso.

Por lo que después de varias horas el había logrado arreglar y programar la mente de Hypno Slave 18 totalmente a su gusto.

Por precaución él había decidido conservar una parte de la antigua personalidad de Grace, de forma que su nueva esclava pudiera tener una figura pública lo suficientemente convincente para engañar a sus vecinos y conocidos y no levantar sospechas.

Además de que gracias a las diversas memorias que traía consigo fue capaz de implantar varios gatillos post-hipnoticos en su subconsciente, los cuales solo podrían ser activados por él, y eliminaban la posibilidad de cualquier tipo de escándalo. De forma que con una simple frase él podría cambiar sus gustos, fetiches sexuales e incluso su orientación sexual, para ella pudiera complacer incluso a los clientes más exigentes.

Pero lo más importante de todo es que la personalidad de Hypno Slave 18 era completamente leal a él, por lo que el era y sería el único y verdadero Amo de la mujer, quién siempre pensaría en la mejor forma de servir al hombre que cambió su vida.

—Con esto estás totalmente reparada, mi Hypno Slave 18, y lista para comenzar a trabajar —declaró el hombre con orgullo mientras veía a su nueva esclava y terminaba de actualizar todos sus datos en un sitio privado, conocido como “Hypno Slave”

Un sitio de internet en donde se ofrecía a una gran variedad de mujeres para satisfacer los deseos sexuales de todo aquel que pudiera pagarlos. Y dichos servicios iban desde los más básicos videos personalizados hasta la posibilidad de rentar a las mujeres por un máximo de tres días consecutivos y tenerlas como obedientes esclavas sexuales.

Aquel sujeto estaba sumamente satisfecho con su más reciente adquisición, y su satisfacción solo creció más al ver gran cantidad de solicitudes que ella había reunido en cuestión de minutos.

—No cabe duda de que serás una fantástica mina de oro, mi encantadora esclava — mencionó el mientras acariciaba el coño de la mujer por encima de su prenda intima

—Muchas gracias, Amo —respondió ella con una genuina sonrisa de alegría, y lista para llevar a cabo su primer trabajo.

Una semana más tarde.

— ¡Me cambiaré rápido y luego bajaré mamá! — exclamó una dulce y juvenil voz, la cuál pertenecía a Serena, la hija de Grace y quién había vuelto a casa después de su viaje por Hoenn.

—Esta bien, cariño. Ponte algo cómodo y ven a la sala, hay una película que quiero que veamos —respondió Grace con calma, a lo que la chica contestó afirmativamente.

Y tras esa respuesta la mujer tomó su celular y con una gran sonrisa comenzó a marcar un número, y al cabo de unos pocos segundos una familiar voz le respondió.

—Imagino que tú querida hija ya ha vuelto a casa ¿No es así, mi sexy esclava? —dijo una emocionada voz masculina al otro lado de la línea.

—Asi es, mi Amo. Procederé según lo planeado y me aseguraré de que mi hija también sea una esclava a su servicio —respondió Hypno Slave 18, la mujer que alguna vez fue Grace, con una sonrisa y un tono alegre.

—Eso suena perfecto. Espero con ansias el resultado y muy pronto iré a darte la recompensa que te mereces.

—Muchas gracias por sus amables palabras, mi Amo. Su obediente esclava Hypno Slave 18 solo existe para satisfacer sus deseos —respondio ella con orgullo antes de añadir

—Pero por ahora debo colgar, Amo. Serena no tarda en bajar y debo preparar la “película”.

Tras esas palabras el asíntio y dió por finalizada la comunicación, a lo que procedió a activar la cámara presente en el televisor de su esclava favorita, y al cabo de unos minutos finalmente pudo ver a su nueva presa.

“Ella es mucho más hermosa de lo que creí... Y sin duda será una excelente adquisición” pensó el hombre con lujuria mientras creaba un nuevo formulario, encabezado por la foto de la performer y coordinadora, antes de centrarse en observar el como su esclava más leal traicionaba a la que alguna vez fue su hija, y se preparaba para convertía en lo que ella era ahora: Una obediente esclava al servicio de su Amo.

“No puedo esperar para empezar a divertirme contigo, Hypno Slave 19”

¿Fin?