El precio del silencio

Mi amigo Guillermo y yo descubirmos a su hermana en un película porno. A partir de ahí, se suceden unos acontecimentos excitantes.

Hola, me llamo Oscar, tengo 18 años, y a continuación os voy a contar un pequeño secreto que le guardo a Lucía, que hasta el momento, no he podido contar a nadie por razones obvias y que ocurrió ya hace algunos años.

Lucía es mi vecina del tercero, una chica de 23 años muy bien puestos. La conozco desde siempre, he entrado mucho a su casa para jugar con su hermano Guillermo con el que me llevo muy bien.

Mi madre siempre me ha contado que tenía mala fama en el bloque, llegaba muy tarde a casa los fines de semana, los vecinos escuchaban las peleas que tenía con los padres que eran muy estrcitos y que la querían tener muy controlada.

Cuando ves a una persona casi todos los días aunque sea para decirle hola y adios, casi no te das cuenta de los cambios que tiene en su cuerpo. Ese fue mi caso, nunca habia tenia confianza con ella, era la hermana de mi amigo, y nunca me había fijado en su físico, tan sólo me sorprendían los comentarios de mis compañeros de instituto que decían que estaba buenísima.

La verdad es que Lucía era guapa, buen cuerpo y siempre me hablaba cuando nos cruzabamos por la escalera o cuando me abría la puerta cuando iba a buscar a su hermano, era simpática.

Guillermo y yo más que pensar en chicas nos dedicábamos a ver películas porno. Siempre buscábamos una combinación para que estar solo en mi casa o en la suya. Un sábado cualquiera por la tarde estábamos en mi casa, sólos Guillermo y yo. Habíamos pedido 3 películas porno a por correo para que no nos pillaran nuestros padres, ellos creían que era discos. Pusimos la primera cinta, la que tenía pinta de ser más guarra.

Tenía confianza con Guillermo, nos decíamos tonterías cuando nos haciamos una paja, "que estás mirando maricón", "la mía es más grande que la tuya", y cosas por el estilo. La película se veía regular, y además era malísima, pero bueno, tampoco queríamos mucho más.

Todo normal hasta que en una de las escenas donde está 1 tío liado con 2 tías se une una más. Guillermo y yo nos quedamos frio, se nos cortó todo. PArecía Lucía, aunque no estábamos seguros. Es muy distinto ver a alguien todos los días vestida a verla en cueros, y toda pintada, con un pelo diferente.

No nos atrevimos a decirnos nada. Guillermo rompío el silencio diciendo que esa no era su hermana, que era imposible. Tenía ganas de reirme de él, de decirle que su hermana era una guarrilla y todo eso, pero creo que no era el momento. La presunta Lucía estaba doblada en los pequeños diálogos, con lo que teníamos la duda hasta que Guillermo vio que tenía un gran lunar en el tobillo, igual que su hermana, ya no había duda.

Quise romper el hielo, "oye, terminemos con lo nuestro y ya veremos despues". Guillermo despues del mal rato creo que me hizo caso, seguimos con lo nuestro, pero esta vez era distinto, estabamos concretamente callados, mirando la tele y más excitados que de costumbre.

El papel de Lucía era el de todas las pelis porno, pero en este caso, nos centramos en ella. Llegaba a la habitación, y empezaba a comerle la polla al protagonita, un negro con una tranca enorme.

Lucía estaba buenísima, nunca me la hubiera imaginado así. Siempre me ha parecido más bien delgadita, pero ahí estaba perfecta: pellirroja, pechos medianos pero preciosos, un pezón oscurito y una cintura estrechita. El culo era redondito y sus piernas muy largas.

Lucía le chupaba la polla al negro como una loca, mientras las otras 2 se dedicaban a comerles las tetas a ella y la boca al negro. La escena fue corta pero a nosotros nos parecío eterna. El negro cogía Lucía por detrás, por el culo. Siempre habíamos pensado que eso solo pasaba en las porno, pero creíamos que no lo hacía la gente normalmente.

Lucía parecía disfrutar, estaba a 4 patas, la imagen fue inolvidable, miraba a la camara, nos miraba a nosotros mientras se mordía el labio, sus tetas caían hacia abajo, se movían delanta atrás, tenía una cara de puta....

Cuando acabó el negro en la boca de Lucía apagamos el Video, sacamos la película y la guardamos. Guillermo sabía que si la habíamos conseguido nosotros igual la podía ver más gente y que igual, esa gente conocía a Lucía.

Yo le insistí a Guillermo en que tenía que contárselo a Lucía pero el se negaba. Guillermo se había corrido como nunca, había disfrutado incluso más que yo fiendo como un negro se lo hacía con su hermana.

Pasaron dos días, los anímos se calmaron y tuvimos un plan. Guillermo y yo sabíamos que si eso llegaba saberlo los padres de Luicía se tenía que ir de casa, que iba a ser un drama, era muy fuerte la situación.

Prometimos que no se lo ibamos a contar a nadie, ni incluso a los amigos, pero había que darle una lección a Lucía, además, nuestros 2 ultimos dias solo se habían centrado en Lucia, en sus tetas, en como chupaba y en lo buena que estaba.

Le enviamos una carta con la caratula de la peli, y una nota "lo sabemos haz lo que te decimos y no se lo diremos a nadie". Eramos 2 adolescentes, muy salidos, jugando con a un juego de mayores. No sabiamos que decir más, creíamos que era suficiente, pero Guillermo quería llegar más lejos.

Hasta aquí todo estaba estudiado, pero tuvimos un fallo, o mejor dicho lo tuvo Guillermo. Lucía estaba bastante triste en casa y por lo visto Guillermo se ofreció para ayudarla. Lucía no era tonta. Por lo visto solo había 3 aparciciones en algunas películas porno, y siempre influenciada algunos conocidos que le alentaron para que se sacara un dinero, sin pensar nunca que esas películas llegarían a manos de conocidos. Lucía se dio cuenta de que algo pasaba con Guillermo, se llevaban bien como hermanos pero siempre se estaban peleando por tonterias.

Lucía sabía que Guillermo se la cascaba más que un mono, viendo películas porno conmigo, así que no tardó en caer en la cuenta. A partir de ahí Lucía fue la que jugó con nosotros.

Un día, Lucía estaba llorando en casa y Guillermo fue a consolarla. Estaban los 2 solos en casa, y como era verano Lucía estaba ligerita de ropa. Llevaba una camiseta de tirantas y un pantalón corto. Lucía se abrazó a Guillermo, contándole que no era buena persona, que se arrepentía de muchas cosas y que se tenía que marchar de casa.

Guillermo la abrazó, y no podía olvidar las imagenes de la película. De como la chupaba su hermana, de como sabía lo que había bajo su camiseta, sus pechos, de tu culito, de ese cuerpazo.... Guillermo muy apenado fue a buscarme, no se sentía con fuerzas de contarle él solo la verdad.

LLegamos a la habitación de Lucía, entramos y la vimos allí, tendida en la cama con los brazos hacia arriba, muy apenada. "Tenemos que contarte algo Lucía", Guillermo estaba muy nervioso, más que yo. "Somo los que te escribimos la nota". Lucía, su su papel, agradeció nuestro gesto y nos hizo prometer que no diríamos nada. Esa promesa la habíamos hecho nosotros antes, pero eso no se lo dijimos.

Nos dimos cuenta de que Lucía nos había engañado para que se lo contáramos. Ahora nos tocaba a nosotros. "Muy bien hermanita, pero todo tiene un precio". No podía creer lo que había dicho Guillermo. Lucía, un poco extrañada se dio cuenta enseguida de lo que le esperaba.

Guillermo puso la película en el video. "Quiero que hagas lo mismo que en la pelicula pero con nosotros". Lucía no se inmutó, era buena gente, pero para rodar una porno, me imagino que tenía que tener estómago para todo.

Lucía se acercó a mí, dejando a un lado a su hermano. Yo nunca había tenido ninguna experiencia de este tipo con chicas, así que me limité a hacer como en la peli. Le bajé las tirantas de la camiseta, y empecé a darle besitos en el cuello. Mientras, mis manos tocaban su espalda y su culo, estaba durito. Mi polla se puso como un piedra en un momento, creo que llevaba así desde que la vi en la peli. Ella la notó en su vientre. "Vaya con Oscar, esta hecho todo un hombre". Eso me gustó, empecé a bajarle el sujetador y a comerle los pechos. Mis manos eran un poco torpes pero ella me ayudaba.

En un momento estaba chupando los pechos de mi vecina Lucía, bajándole las braguitas mientras que Guillermo nos miraba atento. Lucía me bajó los pantalones, los slips y me cogió la polla con su mano. Empezó a meneármela, parecái como si me estuviera masturbando yo mismo. Guillermo se baja los pantalones el solito y se la saca, siempre la ha tenido mas gorda que yo.

Lucía empezó a besarmela, igual que en una película, lentamente, hasta que en un momento se la metió casi entera en la boca. ERa la primera vez que me chupaban mi polla. No tardé en llegar sobre tu boca, ella se rió pero se lo tragó todo, como en una porno. En ese momento Guillermo se acerca a Lucía, su propio hermano. Lucía la coge y empieza a hacer lo mismo que conmigo. Yo me limpio un poco y sigo detras de ella, sobándole los pechos, mientras que Lucía se dispone a meterse la polla de su hermano en la boca. "Vaya polla tienes hermanito para lo chico que eres", Guillermo no escuchaba nada, quería tirarse a su hermana, nunca lehabía visto así.

Lucía movía la cabeza rapidamente, su lengua jugaba con la polla de Guillermo, mientras yo, por atras tocaba sus tetas, le daba bestios en la espalda. Lucía sabía que su hermano iba a correrse tan rapido como yo, así que se la sacó de la boca y se puso a 4 patas en el sofa donde tantas pajas nos hemos echo su hermano y yo.

Guillermo se pone detras de Lucía y se la intenta meter por su coñito sin éxito. Lucía coge la polla a Guillermo y se pasa por su sexo, juega con ella hasta que se la mete por su rasuradito coño. Guillermo me mira feliz, estaba disfrutando como un loco, creo que al principio se sentía un poco mal, culpable, pero ahora solo queria pasarselo bien.

"Guillermito, si llego a saber esto antes te meto mano hermanito", Guillermito acariciaba por abajo los pechos de su hermana, mientras le embestía, cada vez más rápido hasta que se corrió en la espalda de su hermanita. Yo no tardé en incorporarme y en coger a Lucía por detras, decidido a metérsela por el culo. Eso no le gustó a Lucía, pero no dude en decirle que pasaría sino hacia lo que queríamos. Lucía se metia un dedo para abrise un poquito, yo mientras le tocaba el culo, sus pechos, estaba buenísima. En un rato mi polla estaba intentando entras por su culo, pero parecía no estar tan abierto como en la peli. Costó un poco de trabajo pero al final se la logré meter por completo.

Lucía gemía, Guillermo y yo estabamos locos de la emoción, nuestra primera vez con su hermana!!.

No tardé en correrme dentro de ella, mi semen caía por su culito.

Guillermo y yo estabamos cansados, Lucía estaba tranquila porque sabía que su secreto estaba a salvo con nosotros, si llegan a saber en mi casa que ademas le chantejeamos con eso no mantan a Guillermo y a mi por asquerosos.

Todos nos vestimos y Lucía se despidió de nosotros con un beso en los labios, olían a nosotros.

A partir de ese día ya nunca nos volvimos a mirar con los mismos ojos ninguno de nosotros.