El precio del buen sexo
Una vivencia de la vida
Buenas soy Pedro de Valencia (España). Hace un tiempo tuve una cuenta aquí y publiqué una veintena de relatos pero los quité posteriormente, he vuelto a crear la cuenta. En primer lugar voy a volver a compartir los relatos que ya tenía y posteriormente publicaré algunos que he escrito posteriormente y aún no están. Soy un chico del montón, muy normalito. Al que eso de ligar nunca se le ha dado bien, soy demasiado bueno y ya sabemos que hoy en día triunfa más ser un cabrón.
Por lo que en algún momento dado mi poco éxito para ligar, he tenido que recurrir a pagar por tener sexo. Soy un chico que no me gusta ir a las profesionales del sector porque lo veo como algo muy frío. Y he preferido en éste sentido buscar chicas no profesionales, aunque tuviera que ser tan sólo una paja o una mamada. Tampoco soy un chico que voy muy sobrado de dinero y tampoco he podido pagar mucho por encuentro (una media de 20 euros).
Mi primera experiencia así fue cuando tendría 19 años y a través de una red social mandé mensajes a varias chicas diciendo que buscaba una chica con la que quedar para que me hiciera una paja a cambio de dinero. Sólo una paja. Una chica con la que entablar amistad y con la que de vez en cuando quedar me hiciera lo acordado y le pagaba.
A las pocas horas me respondió Saritha una chica de 18 años, rubia pelo rizado, delgadita, una chica muy guapa. Me comentó que mientras sólo fuera eso a ella no le importaba hacerlo. Nunca había hecho nada por dinero, pero estaba dispuesto a probar y hacerlo. Tras una primera conversación en la que hablamos todo lo que íbamos a hacer decidimos quedar.
Ésta misma tarde nos encontramos en la puerta de un centro comercial y fuimos directos a los baños. Lo primero que hice fue pagarle, pese a lo cortante de la situación la verdad que nuestra forma de hablar era como si fuésemos amigos. Entramos al baño y procedí a desnudarme, entonces fue ella la que me dijo si quería que se quitara algo, entonces accedió a quedarse en topless.
Fue el momento en el que se acercó y sitúo su mano en mi polla empezó a masajeármela y a realizar el movimiento de sube y baja mientras mis manos acariciaban sus pequeños pero bonitos pechos, aprisionaba sus pezones, entonces sin yo decirle nada se agachó a mis pies y se introdujo mi polla en su boca. La saboreaba con gusto y la acariciaba con su lengua. Lo hacía muy bien.
Cada vez aumentaba más el ritmo, al compás de su boca y su mano introdujendose mi falo en su cavidad bucal. Lo hacía con mucha soltura yo cada vez me encontraba más cerca del final y ella no sólo no paró, sino que siguió aumentando el ritmo hasta que llegue al éxtasis final ella me dejó acabar en su boca.
Había sido genial mi/nuestra primera vez por dinero. Mi relación con ella fue genial, nos hicimos muy buenos amigos. Ella me contaba sus problemas personales y yo los míos, y de vez en cuando quedábamos hacíamos cosas y yo le pagaba. Fue así hasta que cambió de ciudad y me tocó buscar otra chica para mis encuentros sexuales.
Si te gusta mis relatos y quieres darme alguna idea para un nuevo relato o darme opinión o contarme cosas solo respondo a chicas de España. habitantedeunlugarllamadomundo arroba gmail punto com