El precio de un amor (6)
¡Pedro, como puedes tratarme así!, ¡ahora que empezaba a tenerte afecto!; Pedro estaba muy confundido por una parte su hermana; pero por otra no toleraba ver a Sarahi llorando y dejándose llevar por sus sentimientos se agachó al lado de Sarahi:
EL PRECIO DE UN AMOR 6
Sarahi permanecía pensativa en el piso y dejando pasar unos instantes recurrió al recurso que tan bien le resultaba utilizar con Pedro: enternecerlo con sus lágrimas, sin perder tiempo empezó a sollozar pausadamente, algo que Pedro no se esperaba y mirándolo fijamente con los ojos llorosos le dijo:
¡Pedro, como puedes tratarme así!, ¡ahora que empezaba a tenerte afecto!; Pedro estaba muy confundido por una parte su hermana; pero por otra no toleraba ver a Sarahi llorando y dejándose llevar por sus sentimientos se agachó al lado de Sarahi:
¡Perdóname, Sarahi!, pero entiende y acepta que te has pasado con mi hermana a ella también la quiero mucho, tratemos de arreglar esto seguro que platicando llegaremos a un acuerdo trataba de convencer Pedro a Sarahi.
¡Lo siento Pedro!, pero las cosas se han dado de ésta forma y no puedo dar marcha atrás le respondió Sarahi a Pedro;
¡Pedro, no seas animal no la escuches y desátame, maldita sea! gritaba Norma.
Sarahi de nuevo ponía su cara de victima y sollozando le dijo a Pedro:
Si la desatas y se marcha ¡me demandará!, podría hasta parar presa y diciendo esto, sin dejar reaccionar a Pedro ¡lo besó en los labios!, lo besó profundamente y por ese momento ambos se olvidaron de Norma, Pedro se dejó llevar con ese profundo beso y eso cambió el rumbo de la situación algo que Sarahi sabia perfectamente y mirando fijamente a los ojos a Pedro le dijo:
¡Bien, Pedro!, hemos llegado a un momento crucial para nosotros, decide ¡tu hermana o yo!;
Pedro se aparto un poco asustado de Sarahi para decirle suplicante:
¡Coomo puedes decirme eso!, ¡por lo que mas quieras, no juegues así conmigo, te lo suplico Sarahi!;
¡Por mil demonios Pedro desátame como serás estupido! y tu maldita empieza a rezar por que por supuesto que te demandaré y te juro que vas a pagar el doble de lo que me has hecho gritó furiosa Norma.
Sarahi que sabía que era el momento perfecto para actuar y continuar con su perverso plan ahora que tenía tan confundido a Pedro, rápidamente se levanto furiosa hacia Norma gritándole:
¡Cierra el hocico puta!, al tiempo que le daba una brutal patada con la punta de su sandalia en la boca, dejando a Norma más que callada por un momento; Pedro sujetó a Sarahi para que no siga pateando a su hermana pero ésta bien sabia que ya era ella la dueña de la situación y ésta vez se safo como pudo dándole un empujón a Pedro;
¡Suéltame, estupido! le dijo Sarahi a Pedro mirándolo con desprecio, éste trató de enfrentarse nuevamente a ella y acercándosele para sujetarla le dijo:
¡Sarahi, por favor detente!,
¡No lo haré!, ¡intenta detenerme! retó Sarahi a Pedro dándole una fuertísima cachetada pero antes valora lo que elegirás: un estupido amor de hermana que ¡Jaaaajaja!, se rió cruelmente Sarahi de Pedro ¿amor de hermana dije?, pero si siempre te ha tratado como a un pobre idiota, ¡dime Pedro!, ¿eso quieres elegir?, ¡seguir siendo un infeliz bufón de tu hermana o eliges lo que yo te ofrezco ¡que no es que digamos que te ame!, estoy siendo franca contigo, pero te aseguro que no tienes ni idea de lo que podríamos disfrutar juntos ¡hasta embriagarnos de placer! o ¿dime?, ¿acaso ya habías besado a otra mujer antes que a mi? ¡ah claro!, se me olvidaba por supuesto que si y no a una sino a dos: ¡a tu hermana y a tu madre! y diciendo esto último Sarahi soltó otra tremenda y cruel carcajada ante la mirada inclinada de Pedro quien no se atrevía a mirar a Sarahi para que ésta no notara que desde que empezó a hablar Pedro lloraba en silencio; ¡bien, Pedro!, si aún así decides ponerte en mi contra ya te dije ¡intenta detenerme!, quizás tu hermana te premie permitiéndote que te la folles y dándole la espalda a Pedro se plantó frente a Norma quién estaba aún llorando producto de la patada que Sarahi le había dado.
Norma solo podía ver los bellos pies de Sarahi frente a ella, esos bellos pies que estaban siendo sus más crueles verdugos, Sarahi agitada dejó a centímetros sus pies de la cara de Norma.
¡Bésamelos!, ¡bésame los pies como la perra que eres o te mato a patadas! le ordenó Sarahi a Norma mirándola con un enorme desprecio;
Norma miró suplicante a Pedro, implorándole que interviniera, pero éste se derrumbó moral y mentalmente, como un niño pequeño se arrodillo a los pies de Sarahi y rompió a llorar;
¡No puedo!, ¡perdóname hermana! dijo Pedro entre llantos, sin atreverse a mirar a su hermana ¡no puedo!, y comenzó a besarle los pies a Sarahi mientras le suplicaba que tuviera piedad con su hermana; de ésta forma Pedro no solo aceptaba su derrota ante Sarahi sino que ponía su destino y su vida entera a los pies de ésta, para que ella hiciera con el y con su hermana lo que le de la gana.
Sarahi estaba mas que orgullosa de si misma y permitió por unos instantes que Pedro se siguiera humillando ante ella, pues lo dicho, no cabía en vanidad y orgullo el ver a ambos hermanos a sus pies era algo que ni ella un tiempo atrás se hubiese imaginado, después apartó los pies de Pedro y se los acercó a Norma, mientras Pedro seguía postrado con la cara completamente pegada al piso detrás de Sarahi.
¡Ya oíste a tu lindo hermanito! le dijo Sarahi con una sonrisa de burla a Norma ¿verdad que es fenomenal? no lo hagas más difícil para ti, lo repetiré una vez más: ¡besa mis pies!;
Norma no reaccionó a lo que Sarahi se armó de nuevo con su cinturón y esta vez fue con la hebilla con que le propinó un cruel cintarazo en la espalda haciendo que Norma soltara otro fuerte y triste grito;
¡Yo no tengo prisa! dijo Sarahi ¡lo siento por tu delicada piel! y esperando unos instantes y al ver que Norma seguía en su mismo plan, Sarahi sin remordimiento alguno le dio un tremendo pisotón en la misma parte donde minutos antes la había golpeado con la hebilla clavándole el tacón de su sandalia a Norma y haciendo presión para provocarle aun mas dolor.
Norma gritó y se arrastró y en ese momento trató de besarle los pies a Sarahi, pero ésta riéndose los apartó pues tenía en mente como tratar todavía más humillante a Norma. Sarahi dándole un leve puntapié a Pedro que seguía postrado le dijo:
¡Levántate!, creo haberte dicho desde hace rato que vayas por mi cámara, ¡anda, muévete!;
Pedro se levantó y miró por un instante a Sarahi pero inmediatamente volvió a inclinar la mirada, no se atrevió a mirar a su hermana, la mirada de Pedro llena de tristeza y rencor hacia el mismo conmovió por un momento a Sarahi.
¡Ella ya no es tu hermana Pedro! le dijo Sarahi mientras le acariciaba tiernamente con sus manos en las mejillas, olvídate de ella, ¡yo soy todo tu mundo!, de ahora en adelante soy todo para ti; Sarahi sonrió despectivamente para concluir aunque ya lo era desde mucho antes, ¡venga!, ve por la cámara y haz lo que mejor sabes hacer ¡obedecerme y complacerme totalmente! y te repito ya no la veas como a una hermana, acepta que has renunciado a ella a cambio de estar a mi lado.
Pedro se secó las lágrimas y haciéndose sordo y mudo a los lamentos y súplicas de su hermana fue por la cámara mientras Sarahi cruelmente le explicaba a Norma su triste y nueva situación.
¡Bien, estupida!, necesitamos evidencias para que no me jodas pues no pienso tenerte amarrada y encerrada para siempre, Sarahi se sentó cómodamente en un mueble y cruzando las piernas con toda la calma del mundo le dijo suavemente sonriéndole a Norma:
¡Arrástrate!, hasta que llegues a mis pies y me los besas y tú Pedro graba absolutamente todo con lujo de detalles, Norma lloraba en silencio y al ver que Sarahi estaba a punto de agarrar de nuevo el cinturón vilmente comenzó a arrastrarse por el suelo lentamente recordando todo lo que había disfrutado siempre humillando y menospreciando a Sarahi, restregándole siempre en la cara su mejor posición social y tantas cosas y ahora se arrastraba en el piso para llegar a hacer algo que ni en su peor pesadilla hubiera imaginado: ¡besarle los pies a Sarahi! y con su hermanito grabándolo.
Norma llegó con mucho esfuerzo hasta donde Sarahi estaba sentada, pues estaba amarrada de pies y manos y con toda la lástima que sentía por ella misma ¡le besó los pies a Sarahi!, soportando las crueles carcajadas de ésta;
¡Ahora quiero que digas bien claro y alto que eres una perra y una puta y pídeme perdón por serlo! fue la humillante orden que Sarahi le daba a Norma ¡anda, dilo y de nuevo me besas los pies!,
Norma lloraba amargamente, pero obedeció aunque por su llanto ni se entendía lo que decía a lo que Sarahi le dio de cachetadas hasta que quedo conforme en escuchar lo que quería:
¡Perdón, perdón por ser una puta y una perra! decía Norma llorando y le besaba los pies a Sarahi;
¡Ahora alza la cara! le dijo Sarahi. Norma no se atrevía a mirar a Sarahi pues se sentía la mas miserable de todas las personas, Sarahi la jaló por el cabello obligándola a mirarla, por la cara de Norma solo corrían lágrimas y sus labios comenzaban a hincharse al igual que su nariz; Sarahi en cambio divinamente hermosa le sonrío despreciativamente y le escupió en la cara para decirle:
¡Ahora, ve a la cámara y repites lo que ya sabes que me gusta escuchar!,
Norma toda temblorosa obedeció mientras Pedro grababa la imagen de su hermana con el salivazo corriéndole todavía por la cara y ella repitiendo la dolorosa letanía de "soy una perra y ".
¡Mírame de nuevo! le ordenó Sarahi; Norma accedió y ésta vez fue una cachetada la que se llevó por parte de Sarahi quien se levantó para quedar de frente a Norma y a la cámara y sin prisa alguna le empezó a dar de cachetadas obligando a la pobre de norma a darle las gracias por cada una de las humillantes y dolorosas cachetadas que le dio y por si fuera poco también a besarle las manos cada vez que la golpeaba.
Después de esto Norma quedó fundida en el piso casi rota moralmente, pero Sarahi no lo consideró así;
¡Ahí quédate! le dijo Sarahi a Pedro y continúa grabando y dicho esto se subió la falda e hizo a un lado sus hermosas braguitas, acomodándose para quedar entre norma justo cerca de su cara, Pedro sabia lo que se seguía y prefirió callar, Norma horrorizada pronto lo descubrió y como un gusano intentó quitarse de ahí lo cual fue imposible, tristemente imploró a Sarahi que no lo hiciera pero esto solo divirtió a Sarahi quien sin dudarlo se dispuso y se deleitó orinando encima de Norma en su cuerpo y una parte le logró caer en su cara y el resto en el suelo.
Sarahi se acomodó de nuevo la falda y bragas y para desgracia de Norma le ordenó:
¡Lame lo que quedo en el piso!,
Norma aunque en vano, aun así suplicó a Sarahi:
¡Ya por piedad!, ¡por piedad!,
¿Piedad? Norma no seas ridícula si apenas empiezofueron las crueles palabras de Sarahi como respuesta ¡en serio! ya llegará el momento en que sí consideraré más si me apiado de ti, ahora ¡haz lo que te digo puta!;
Norma intentó obedecer la humillante petición de Sarahi, pero no pudo, al comenzar a lamer la vil orina vomitó a lo que Sarahi lejos de enfadarse se carcajeó;
¡Bien, no tengo prisa dijo Sarahi y se acomodó de nuevo en su mueble ¡tomate tu tiempo!, total ¡ya sabes! mi padre el alcohólico nunca llega ni siquiera a dormir, siempre lo hace de madrugada así que ¡con calma normis!, ¡pero eso si!, ¡quiero mi piso reluciente, sin una mancha de orina ni de vomito!;
En ese momento Sarahi observó a Pedro y vio que por su mejilla resbalaba una lágrima a lo que le dijo burlesca:
¡Deja de lloriquear idiota!, ¡si tanto la quieres puedes ayudarla y yo los grabo!
Continuara ..