El pórtico
Mi corazón se aceleró y apreté el paso, el corrió para alcanzarme y me empujo hacia un pórtico, susurro en mi oído, podía percibir un fuerte deseo y una enorme erección en mi vientre.
Caminaba lentamente por una calle vacía, atardecía y esperaba llegar para continuar mis tareas diarias, vestía un lindo vestido veraniego, sandalias con un pequeño tacón. Físicamente soy linda, cabello negro abajo de los hombros, cara bonita, ojos grandes, cafés, nariz pequeña y labios carnosos, senos grandes, 34D, cintura pequeña y caderas proporcionadas a mi figura, piernas largas y torneadas.
Después de caminar un rato, sentí a alguien siguiéndome, mi corazón se aceleró y apreté el paso, el corrió para alcanzarme y me empujo hacia un pórtico, susurro en mi oído, podía percibir un fuerte deseo y una enorme erección en mi vientre, -te cogeré como nunca lo han hecho.- estaba asustada pero me éxito tanto que empezó a mojarme.
Me jalo hacia el interior de la casa y desgarro salvajemente mi vestido, beso con ansiedad mis labios bajando lentamente por mi cuello, mordiendo y succionando, lamio el borde de mi sostén y succiono mis pezones por encima de este, mis pezones estaban duros al sentir su tacto y mi vagina chorreaba como nunca lo había hecho.
Metió su mano en mis pantaletas y toco mi depilada vulva recorriéndola hasta mi ano –se nota que te gusta- introdujo dos de sus dedos en mi vagina y empezó a moverlos tan deliciosamente que sentía que iba a morir, definitivamente nadie me había cogido así.
Quito mi sostén y comió mis senos como si se le fuera la vida en ello, yo no podía mas, necesitaba que me penetrara, pareció adivinarlo ya que sonrió lascivamente y se deshizo de lo único que me cubría, se saco su enorme y jugosa verga ¡jamás vi algo tan delicioso!.
Rozo lentamente mi vulva excitándome aun mas y de una sola embestida me penetro hasta lo mas profundo, tocaba mi clítoris mientras seguía bombeando salvajemente, no se cuantas veces me corrí en ese lugar mientras un extraño me cogía, sentía como invadía todo mi cuerpo y solo rogaba que esto no se terminara, me encantaba su verga en mi, termino dentro de mi vagina, soltó todo su semen dentro de mi, nadie me había cogido así.
Salí de la casa como pude con mi vestido desgarrado y sucio y siempre que puedo paso por ese pórtico para volver a ser cogida por ese extraño.