El portero

Desde que nos habíamos mudado al nuevo edificio aquel tipo me inquietaba. Tenía un mal mirar y no precisamente por ser tuerto. Cada vez que pasaba por su lado me comía con el único ojo que le quedaba y se le ponía una cara de vicio que atemorizaba. Mas no eran sus miradas libidinosas lo que más me alteraba eran sus soeces requiebros lo que me ponía los pelos de punta.

Desde que nos habíamos mudado al nuevo edificio aquel tipo me inquietaba. Tenía un mal mirar y no precisamente por ser tuerto. Cada vez que pasaba por su lado me comía con el único ojo que le quedaba y se le ponía una cara de vicio que atemorizaba. Mas  no eran sus miradas libidinosas lo que más me alteraba eran sus soeces requiebros lo que me ponía los pelos de punta.

  • Ese culito me lo comía yo a besos. - me decía cuando pasaba frente a la portería - Avisame cuando quieras comer nabo que te doy de lo mio - me susurraba agarrandose el paquete - o - Tu lo que necesitas es que te echen un buen polvo zorrita.

Desgraciadamente era el portero del edificio y tenía que soportar su acoso cada vez que entraba o salía de mi casa. Yo a mis quince años era incapaz de pararle los pies y no me atrevía a decir nada a mis padres porque me daba vergüenza. Bien es verdad que estaba aún sin desarrollar y mi aspecto andrógino podía hacerle  pensar que me iba el rollo. La verdad que yo tambien tenia mis dudas respecto a mi sexualidad y no podía negar que era un poco amanerado. Pero ello no le daba derecho a asediarme de aquella forma.

En la  mañana tuve que huir de él a la carrera. Era verano y me había puesto una camiseta sin tirantes y un pantaloncillo corto que marcaba mi culito respingón. La verdad sea dicha que tenía un buen trasero y no eran pocos los hombres que lo miraban con ojos lujuriosos.

Al salir del ascensor lo encontré fregando el portal. Al verme salir se pasó obscenamente la lengua por los labios. Yo inquieto intenté esquivarlo como otras veces pero me lo impidió agarrandome por un brazo.

  • ¿ A donde vas ricura con tantas prisas? ¿Te esta esperando el novio acaso? - me espetó burlón.
  • Suelteme Sandalio - le dije intentando liberar el brazo.
  • No te hagas la estrecha que se que te gusta el rabo - añadió afianzando la presa

Me apretó contra su cuerpo y me estrujo con saña una nalga. Sentí su polla tiesa contra la barriga.

  • Un dia este culito va a ser mio. No lo dudes - me dijo y me chupó babeandome una oreja

Le di un fuerte empujón zafándome  de él y corrí hacia la salida.

  • Corre, corre ya te cogeré no lo dudes - le oí gritar antes de que la puerta se cerrara.

Eran más de las once de la noche cuando me dirigía a casa. Mis padres se habían marchado de fin de semana y aproveché para callejear hasta bien tarde.

Me extraño encontrarme el portal a oscuras. Pulsé el interruptor pero fue inútil no había luz. Así que casi a tientas me encaminé hacia el ascensor. Le di al boton pero no se encendió como de costumbre.

  • Un apagón general, tendré que subir por las escaleras- me dije

Cuando puse el pie en el primer escalón un brazo me rodeó la cintura y una mano me tapó la boca.

  • Como grites te parto el cuello ¿Comprendido? - susurró una voz a mi oído

Me cogió en volandas y se encaminó hacia el cuarto donde se guardaban los artículos de limpieza. Tras depositarse en el suelo abrió la puerta y me empujó adentro.

El interior estaba levemente iluminado por una luz de seguridad. Oí como la puerta se cerraba tras de mí y luego el ruido del cerrojo.

Me di la vuelta y en la penumbra vi brillar aquel ojo. Era Sandalio.

  • Al fin solos reina mora.

Una mueca que pretendía ser una sonrisa se dibujó en aquella boca desdentada.

  • Ahora veras como nos divertimos tu y yo - me dijo mientras se me acercaba.

Reculé hasta chocar contra la pared. Se acercó hasta estar a no más de un palmo. Aunque la luz era tenue era suficiente para ver las intenciones que reflejaban aquella cara patibularia.

  • Ya veras como te bajo yo la calentura

Su aliento apestaba a alcohol barato. Se abalanzó sobre mí e intentó besarme. Asqueado torcí la cara, pero me agarró fuertemente la barbilla y tras obligarme a abrir la boca me metió la lengua hasta la campanilla. A punto estuve de vomitar al sentir aquella lengua nauseabunda moviéndose en mi boca. Luego me mordió los labios con saña.

  • Que boquita mas sabrosa. Me la voy a comer entera - me susurró con voz aguardentosa.
  • Déjeme Sandalio. Déjeme que me vaya. No diré nada. Mis padres me esperan - dije entre sollozos.
  • No me mientas. He visto a tus padres bajar las maletas. Se que estas solito. Por eso voy a hacerte compañía.

Intenté empujarle pero su mano rodeó mi cuello y empezó a apretar. Estaba a punto de asfixiarme cuando aflojó el agarre.

  • Vas a portarte como una niña buena con Sandalio ¿Verdad?

Agité la cabeza frenético claudicando. Entonces empezó a chuparme el cuello mientras se restregaba contra mi. Notaba su rabo tieso a través de la ropa. Luego me mordió en el hombro desnudo.

  • Ummm carne tierna que delicia.

seguidamente con sus manos rasgo mi camiseta y empezó a devorar mi cuerpo con la boca . Me mordió los pezones con fuerza y no pude contener un quejido.

  • Ayyyyyyyyyyy
  • Tiene las tetillas sensibles la putita - me dijo y luego me las chupó con ansia

Sus babas empapaban mi pecho y gruñía como un marrano mientras hocicaba mis carnes adolescentes. Al fin saciado se apartó de mí.

  • Vamos a ver que hay por aquí abajo - me dijo arrancando de un tirón los pantalones que cayeron a mis pies.

Cohibido me tapé el pubis con las manos.

  • Vamos aparta. Quiero ver esa pichuela -  me impelió.

Aparté las manos amedrentado

  • Pues si que es pequeña. Mira que rabito tan mono parece el de un crío. - me dijo guasón- Además solo tiene cuatro pelillos - añadió mientras acercaba la mano y me los peinaba con los dedos.

Bajé los ojos y me miré la picha. Efectivamente se veía más chica que de costumbre y eso que la tenía bien pequeña. Mi padre me decía que era porque todavía no me había desarrollado.

Luego su zarpa atenazó todo mi sexo Y comenzó a sobarlo.

  • Vamos a ver si la hacemos crecer un poco - me dijo mientras me frotaba.

La pilila empezó a hincharse y  apartó la mano.

  • Bueno no es mucho lo que tienes entre las piernas. Pero no te preocupes que con ese culo vas a hacer felices a muchos hombres -  afirmó mientras me sobaba el trasero.

Noté como me sonrojaba.

  • ¿Quieres ver una polla de verdad? - me preguntó.

Negué con la cabeza.

  • Si hombre, ya verás como te va a gustar.

Se bajó la bragueta metió la mano y sacó la polla morcillona. Tal vez no fuera muy grande pero al lado de mi colita parecía un cipote descomunal.

  • Anda cogela que no muerde- me dijo risueño.

Moví la cabeza repetidas veces negándome a hacerlo.

  • ¡COGELA TE HE DICHO! - me gritó

Me sacudí asustado y luego estiré la mano y se la agarré. Estaba caliente y era suave. Me quedé con la polla en la mano sin saber qué hacer

  • Meneala. A qué esperas
  • ¿Como? - le pregunté ingenuo.

Pusó su mano sobre la mía y empezó a descapullar

  • Dale al pellejo para atras y para adelante. O es que nunca te has hecho una paja
  • Si - le dije tímidamente
  • Pues eso. Hazme una paja, venga.

Empecé a jalarle el rabo y este comenzó a crecer en mi mano. Se ponía tieso mientras se le marcaban las venas y un hilillo transparente empezó a descolgarse de su punta. Tenía una buena tranca el Sandalio. No es que fuera excesivamente larga pero era muy muy gorda.Lo que más me impresionó era el glande que se hinchó como un pequeño globo.

Durante minutos estuve  sacudiéndole el rabo. Hasta que de repente de un manotazo me apartó la mano y agarrándome de un brazo me volteó. Me puso una mano en mitad de la espalda y me aplastó contra la pared.

  • Vamos a ver ese culete - me dijo arrastrando las palabras - Dios que hermosura - añadió al verlo

Sus manos se agarraron a mis nalgas y empezó a magrearlas con ahínco mientras las separaba y juntaba. Luego una mano se metió entre mis muslos y empezó a ascender. Antes de llegar a la entrepierna los cerré fuertemente atrapando a la garra invasora. Me dio tal azoté que no tuve más remedio que soltar mi presa.

  • Abre las piernas - me ordenó

Obedecí inmediatamente temeroso de que me golpeara otra vez. Su mano primero comenzó a recorrer el camino que separaba mis testículos del ano, más tarde amplió el movimiento y prosiguió por la raja que separaba las cachas. Después de frotarme durante un rato se retiró. Suspiré aliviado pensando que se había acabado.

Cuan confundido estaba. Un dedo mojado se colocó en mi ojete y empezó a presionar.

  • NO,NO. ESO NO - le grité mientras apretaba con fuerza el esfínter.
  • Como te cierres te va a doler mas, te lo advierto

Y me clavó la yema del dedo.

  • Ayyyyyyyyyyyyyyy - exclamé dolido.
  • Te lo dije

Decidí aflojar y dejarme hacer. Y prosiguió penetrandome hasta que  me lo enterró hasta los nudillos. Empezó a follarme con el dedo mientras yo no dejaba de emitir pequeños quejidos.

  • A que te gusta lo que te hace el Sandalio. Eh mariconcete
  • No me haces daño
  • Ya veras como se pasa enseguida

Se debió de cansar de oír mis lamentos porque me sacó el dedo del culo. Pero para mi desdicha lo que se metió entre mis piernas fue otra cosa.

  • No Sandalio no lo hagas.
  • No te preocupes princesa que no te voy a dar por el culo. - me dijo al oído

Suspiré aliviado.

  • De momento - añadió con voz ronca.

Y empezó a frotarse entre mis piernas. Su polla rezumaba empapandome la entrepierna y el roce del rabo en parte tan sensible hizo que el mio se empinase por primera vez. Me estaba gustando y empecé a jadear.

  • Ahora si te gusta lo que te hace papi. A que disfrutas con mi rabo entre las piernas.

Dicen que el que calla otorga.

  • Ya veras como vas a disfrutar cuando te la meta.

Me crispé al oirle decir aquellas palabras. La sacó y me relaje aliviado. Momento que aprovechó para ponerme la punta en el ojete y presionar con fuerza. Me cerré como una almeja y por mucha fuerza que hizo no consiguió penetrarme.

  • No me jodas que eres virgen- me dijo retirándose
  • Siii - le dije gimiendo lastimeramente.
  • Dios voy a estrenarte. Que placer.
  • No por dios te lo pido no me des por el culo. Haré lo que me pidas pero no me des por el culo.
  • Tranquilo. Tranquilo. Ya verás como cuando te preparé ni lo vas a notar
  • No lo hagas. No lo hagas - lloraba desconsolado

Se alejó y trasteó en una estantería. Cuando volvió hacia mí vi un destornillador en su mano. No lo cogia por el mango que vi brillar, sin duda embadurnado por algo

  • Ábrete bien de patas - me ordenó
  • No No - le grité
  • Ábrete - me repitió una vez más

Me negué a hacerlo. Entonces puso una mano por delante de mi cuerpo y agarrándome el sexo lo estrujó con fuerza. Doblado de dolor me doblegué a sus deseos.

  • No te cierres. Haz como si fueras a cagar y te dolerá menos - me instruyó.

Totalmente derrotado le deje hacer. Me puso el mango destornillador en el ojete y yo pujé hacia fuera. Era buen unto el que tenía, tal vez vaselina, porque empezó a entrar sin dificultad. Además no debía de ser muy grande porque tampoco era mucha la molestia. No puede decirse que no me doliera, por que no era cierto, pero tal vez menos de lo que me esperaba.

Empezó entonces a follarme con el improvisado dildo. El culo se me calentaba de tanto roce y empecé a sentir gusto en el ojete. Sin poder remediarlo empecé a suspirar.

  • ¿Te da gusto, maricón?
  • Siiiiiiiiiii - me vi obligado a confesar.
  • Pues verás cuando tengas una polla bien enterrada en el culo. Te vas a derretir de placer. Que yo se bien como tratar a los maricas como tu. No es el primer culo que reviento y bien satisfechos que se han quedado todos.

Sin poder evitarlo mi polla se puso tiesa y empezó a babear. Me sentía avergonzado, aquel animal me estaba violando con un destornillador y yo gozaba como una perra. Pero no lo podía evitar estaba disfrutando con ello.

  • Bueno esto ya está abierto . Ahora voy a follarte.
  • Por favor no me hagas daño. - le rogué tembloroso.
  • No temas iré despacio. Al fin y al cabo es tu primera vez ¿No?

Me relajé para facilitarle la entrada y evitar el tormento. Pero el muy cabrón aprovechó mi colaboración y de un tremendo pollazo me clavó el glande. No os podeis ni imaginar cómo sufrí.

  • AAAAAAAAAAAAAAAAAAH. UAAAUUUUUUU - grité desgarradoramente mientras aquella pica me empalaba.
  • Así es mejor. Cómo quitar un esparadrapo vale más de un tirón -  se reía en mi espalda.

Me había desgarrado el culo estaba seguro. Y mi esfínter lacerado no cesaba de palpitar alocado. Intenté refrenarle apretando el culo.

  • No te cieeeerreees. Que es peor

Y de otro pollazo me clavó la mitad del nabo. De nuevo creí morir al ser lanceado tan brutalmente. Empecé a llorar desconsoladamente

  • Espera, espera, espera - le suplicaba entre sollozos

Un nuevo puntazo y me la espetó hasta la empuñadura. Sentí el contacto de sus  huevos con los míos.

  • Ahora ya la tienes toda dentro. - me informó.

Como si yo no sintiera aquel pedazo de carne caliente estirando mis entrañas.

Pero no aguardó a que me acostumbrara a él. Empezó a follarme sin tregua. Yo tenía que ponerme de puntillas y a veces de un pollazo me levantaba perdiendo el apoyo demis pies, quedando empalado en su cipote. El cemento de la pared arañaba mi mejilla. Era una auténtica virgen en el martirio. La vida me había arrojado a las fieras y aquel animal me estaba rompiendo el culo.

No es que pasase el dolor, pero se amortiguo. Tenía el culo como dormido, insensible ya a tanto tormento. Cesó el llanto. Y comencé a jadear, para mi sorpresa de gusto

  • Hum,hum, hum
  • No ves maricón. Lo que tu necesitabas era que un macho te montara. Que te dieran bien por el culo. Sentir un hombre dentro.
  • Hum, Hum,Hum
  • Vas a tener polla hasta que te reviente. Ahora que te he roto el virgo vamos a ensanchar bien esas tragaderas para la próxima vez. Por que a partir de hoy me pondrás el culo cada vez que lo quiera.

Me folló frenético durante un buen rato. Yo ya no gemía, aullaba con su polla clavándose en mi culo.

Cuando yo estaba en plena gozadera me sacó la polla del culo. Volví la cabeza y le mire extrañado.

  • Ahora vamos a catar esa boquita sabrosa - me dijo metiendome un apestoso dedo en la boca.

Caliente como estaba me abalance sobre él y me tragué la polla. Dios no se a que sabía. Era un maridaje de sabores no muy agradables. Un gusto acre,salado, metálico, y para mas inri de su sexo se desprendía un olor nauseabundo. Era como chuparsela a un macho cabrío. Pero tenía un tacto delicioso, su glande era suave como la seda y daba gusto frotar mis labios en el.

  • Que boca tragona. Menudo chupapollas me has salido. Te gusta mamar rabos ¿ A que si?

Se lo confirmé con la cabeza sin dejar de chupársela. Estaba a punto de correrse lo notaba por sus jadeos y como se hinchaba su polla en la boca. Así que me aparto.

  • Ponte a cuatro patas. Voy a follarte como una perra.

Rápidamente me coloque en posición ofreciéndole gustoso el culo.

  • Pero antes vas a probar cosas nuevas.

Se agachó tras de mí y comenzó a comerme el culo. Después de la brutal monta aquello era una auténtica delicia. Su húmeda lengua acariciaba los pliegues de mi piel y su boca golosa me daba un beso negro.

  • ¿Quieres que te folle?
  • Si
  • Quieres que tu macho te folle como a una puta calentorra.
  • Si
  • Pidemelo, quiero oírlo
  • Quiero que mi macho me folle como a una puta calentorra. - dije ansioso de tener de nuevo aquel cipote dentro de mi.

De una estocada me la clavó. Pero ahora ni un resquicio de dolor y si un placer indescriptible. Me agarró por las caderas zarndeandome mientras me enculaba con violencia. Yo retorcía el culo como una experta ramera. De mi polla comenzó a fluir su destilado.

  • Joder que gusto. Eso, eso, mueve ese culo.
  • Te gusta eh cerdo. Te gusta como te lo hago - le dije pletoricó
  • Si perra. Te voy a preñar. Vas a llevarme dentro para siempre.

Y empezó a culear como un poseso. Su polla se hinchaba y comenzo a convulsionar mientras gritaba enloquecido

  • ME CORRO. ME CORRO.

Se apretó fuertemente contra mi y empezó a correrse en interminables disparos. Su leche caliente inundó mi interior y su polla palpitaba frenética en mi culo. Su orgasmo desató el mio , tanto en mi culo como en la picha. El sintiendolo me agarró el rabo y comenzó a menearlo con fuerza. Al fin me corrí en  su mano mientras mi cuerpo temblaba como un mimbre.

Inmediatamente se salió de mi, me puso un pie en el trasero y me empujo haciéndome caer al suelo. Me di la vuelta y me sente apoyado en la pared encarandole.

Sandalio me miraba de pie con la polla aun chorreando.

  • Has disfrutado Eh zorra.
  • Me has violado.
  • Bueno al principio un poco. Pero luego bien que ponías el culo. - me dijo riendo

Luego se guardó la polla,subió la cremallera y me dijo

  • Bueno voy a beber algo. Ahora vuelvo y seguimos la fiesta.

Salió y cerró la puerta con llave.

Allí sentado sobre el cemento notaba mi culo desgarrado. Me sentía sucio, mancillado , violado , pero sobre todo avergonzado por haber gozado mientras sucedía.

Noté como la leche de Sandalio brotaba de mi interior y encharcaba el suelo