El porro
Tuve que consolar a la cachonda de mi cuñada que estaba muy necesitada.
El porro.
Estoy casado, tengo 33 años y vivo en un pueblo marinero. En mi pueblo hay muchas mujeres casadas necesitadas de sexo, ya que sus maridos hechan en el "charco" entre cuatro y seis meses. Esta situación la aprovecho de vez en cuando, tengo un sexto sentido para darme cuenta cuando una hembra esta necesitada de sexo.
La historia que os quiero contar, no es ninguna de estas aventuras con vecinas del pueblo. Es el mejor polvo que he hechado en mi vida.
Tengo una cuñada, hermana de mi señora, que esta casada con un marinero. Siempre la he deseado, y creo que ella a mi tambien, ella tiene 38 años, y esta muy cachonda, es morena, con un cuerpo precioso, del que destaco su culo, que para mi gusto es perfecto.
La historia empieza un dia, cuando mi cuñada descubre a su hijo, que tiene 16 años , fumando un porro. Yo fumo porros desde que tengo 16 años, por lo que no me parece nada del otro mundo el caso de mi sobrino, pero su madre se asusto toda el dia que lo descubrio. Ella es una mujer muy clásica y nunca habia fumado porros en su vida, ni sabe que yo los fumo.
Mi cuñada cogio una depresión bastante grande, yo hablando con ella, me di cuenta que le estaba dando una dimension al tema que no merecia, senti que tenia que hacer algo. Ella de lo que mas se quejaba era que su marido estaba en alta mar, y que era mucho marron para ella sola.
La telefonee, y quedamos en su casa por la tarde. Nadie mas que nosotros dos sabia de nuestra cita, y yo no me imaginaba como iba a acabar aquella tarde.
Llame al timbre de la casa y ella me abrio la puerta. Estaba llorando. La cogi contra mi pecho e intente consolarla. Empezamos a hablar, yo le preguntaba porque se lo habia tomado tan a pecho, ella me respondia que no queria que su hijo cayera en las manos de la droga. Le dije que la palabra droga era muy grande, y que los porros estaban en el escalon mas bajo, que estaba a la altura del alcohol, del tabaco, etc. Ella entonces paro de llorar, era como si en mi viera una luz de esperanza, empezaba a darse cuenta de que no era tan grave lo que le estaba pasando, que habia cosas mucho peores en la calle, yo queria que ella se diera cuenta que mientras su hijo solo fumara porros podia estar tranquila.
Para demostrárselo se me ocurrio una idea suicida, que si me salia mal podia tener un fatal desenlace. La idea era hacerme un porro alli con ella y fumármelo, para que ella se diera cuenta de lo que le estaba diciendo.
Te voy a enseñar algo, le dije, mientras me levantaba del sillon. Ella levanto la vista para no perderse ninguno de mis movimientos. Saque de mi bolsillo la chinera, en la que llevaba el hachis y el papel de liar. La abri y cogi una china de hachis para enseñársela, se la puse en su mano, y le dije: Esta es la droga a la que tanto miedo le tienes y yo quiero demostrarte que no es para tanto. Ella no decia nada, estaba muy atenta a cada una de mis explicaciones. Lie el porro y me dispuse a fumarlo. Me pregunto porque lo hacia, y le respondi que llevaba mucho tiempo haciendolo y queria que ella no lo pasara tan mal con este tema. Lo encendi y le di una calada, y otra y otra y le comentaba cosas sobre este tipo de drogas a las que yo estaba habituado a consumir.
Le pregunte si queria fumar, se quedo atonita, no sabia que decir, volvi a insistir y le dije que lo probara para que se diera cuenta que no era tan malo como ella creia. Acedio a fumar de mi porro. Le dio dos caladas y me lo devolvió. Yo segui fumándolo y al rato se lo volvi a ofrecer. Lo volvio a coger y volvio a darle unas caladas. Lo acabamos de fumar y ella empezo a decirme que empezaba a notar los efectos de aquel porro. Se reia, cada vez mas, se reia por nada, como me suele pasar a mi o a cualquiera que consuma porros. Al rato, viendo el éxito que estaba teniendo, me dispuse a liar otro porro. Ella me dijo si queria matarla, le respondi que por fumar unos porros no habia muerto nadie nunca, ella se meaba de la risa. Lo fumamos los dos. Al acabar de fumar el segundo, estabamos sentados en el sofa y ella se recosto encima de mi y empezo a confersarse. Me pregunto porque hacia aquello, le respondi que por ayudarla, que no me gustaba verla tan triste.
No os lo habia dicho antes ella estaba vestida con un vestido muy fino y ajustado con un generoso escote y se notaba que no llevaba sujetador.
Se recosto totalmente sobre mi y yo empece a acariciar su culo. Estaba flipando, que gozada de culo tenia la muy cabrona, notaba que le gustaba, no era de extrañar, ya que su marido hacia cuatro meses que no estaba junto a ella, estaba muy necesitada, y la calentura que tenia por haber fumado porros la excitaba mas aun.
Me pregunto que perseguia con el manoseo que le estaba propinando, le dije que nada en especial, que estaba abierto a cualquier sugerencia, entonces se levanto y me dijo;
Follame, follame ahora mismo, al tiempo que se quito el vestido y se quedo simplemente con un tanguita rojo que le quedaba de muerte.
Yo no daba credito a lo que me esta sucediendo, tarde en reaccionar un buen rato, mientras mi cuñada se sento en un sillon frente a mi y empezo a masturbarse, mientras me diriji frases muy picantes. Al fin me levante, notaba que ella no estaba en sus cabales, estaba desbocada, solo pensaba en follar, era una mezcla de droga y ganas de follar lo que la mantenian en un estado se sock.
Me levante y me diriji hacia ella. Ella paro de tocarse el coño y se dispuso a sacar mi polla del pantalón. No tardo en hacerlo y empezo a tocarla con sus dos manos y con su boca. De vez en cuando subia su mirada y me decia , follame con todas tus fuerzas que estoy salida. Empezo a hacerme una mamada con todas las letras, joder como comia mi polla la puta de mi cuñada, lo hacia mucho mejor que mi mujer, conseguia meterla toda en su boca, y cuando la sacaba le salian una de babas que me lubricaba todo el miembro.
Yo mientras tanto le manoseaba las tetas, se levanto del sillon y se puso de rodillas sobre el, apoyada en el respaldo, enseñándome su precioso culo, me agache y aparte el tanguita para ver sus tesoros. Su coño ya estaba mojado, y al apartar sus nalgas vi su ano que me pedia a gritos que lo lamiera.
Empece a lamerle el ano, mientras con la mano le frotaba todo su coño, ella me animaba a que siguiera hacienlolo cada vez con mas intensidad.
Se dio la vuelta y me pidio que le comiera el coño, no perdi ni un instante y me puse a la faena, que rico estaba.
Me levante y me dispuse a penetrarla, subi sus piernas hasta mis hombros y en esa posición la penetre hasta el fondo. Ella con sus manos en mi culo me apretaba con fuerza para que no parara de hacerlo. Al rato la cogi en brazos y me puse yo debajo de ella, queria verla en plena accion. Antes de subirse encima de mi volvio a chuparmela.
Se puso encima mia y empezo a cabalgar, joder que manera de moverse tenia la cabrona, estaba desesperada por follar y se estaba desquitando. Como ya os dije al principio, no era la primera vez que tenia una aventura con una mujer casada, todas con las que habia estado estaban tambien necesitadas, pero nunca habia visto a ninguna como la puta de mi cuñada. Se corrio al menos dos veces, y yo con tanto movimiento no pude evitarlo. Me la quite de encima y ella se tumbo en el sofa para que yo depositara toda mi leche en su boca. Cuando termine ella volvio a chuparmela de nuevo. Quedamos un rato viéndonos sin decir nada, teniamos una sensación de culpabilidad por lo hecho, pero como dicen en mi pueblo, que me quiten lo bailado.
Desde aquel dia hasta hoy, y ya han pasado dos años, a menudo visito a mi cuñadita para fumar porros y follarla. Ella dice que los porros le aportan un estado de euforia y una fuerza a la hora de follar que cuando folla con su marido a pelo no es capaz de experimentar. Lo dicho, probarlo vosotros en vuestras relaciones intimas, aunque no sea con vuestras cuñadas y ya me contareis.