El poder del culo

Encontrar a mi hermana bailando en ropa interior me excito tanto que perdí el control y pudo hacer conmigo lo que quiso de principio a fin

Era un sábado por la mañana. Mis padres habían viajado para ir a una boda. En casa estábamos mi hermana pequeña y yo (19). Yo me estaba preparando para ir al gimnasio. Mi hermana estaba en su habitación escuchando música. Mi madre llamo para ver que estábamos bien antes de salir para la boda y me pidió que cuidase de mi hermana.

Ya estaba casi listo para salir para el gimnasio. Solo tenía que ponerme los pantalones cortos y la camiseta y calzarme. Así que de la que iba a mi habitación a por la ropa, y llevando puesto solo unos calzoncillos deportivos (ajustados), empuje la puerta de la habitación de mi hermana, que estaba entreabierta. Mi hermana estaba de espaldas a la puerta. De pie. El pelo cogido en una coleta alta. Bailando. Y llevando solamente un sujetador, un tanga y unos calcetines cortos.

Mi hermana esta buena. Muy buena. La típica que va siempre rodeada de amigos. Mide 172cm y pesa 52kg. Su pelo es de color castaño. Tiene unas piernas super largas y un culo grande (para lo delgada que es) y respingón. También tiene un par de piercings: lengua y ombligo. Así que si, está muy buena. Pero nunca me había parado a pensar en ella como una tía más... Pero allí estaba yo. No podía dejar de mirar su culo moviéndose de lado a lado y arriba y abajo. Sin notarlo, y eso que solo llevaba un par de segundos allí, mi polla empezó a ponerse dura.

De repente, mi hermana se da la vuelta y me pilla allí mirándola como un salido. Su cara de susto se volvió sorpresa cuando noto que bajo mis calzoncillos apretados se notaba mi polla dura. Entonces me di cuenta de que estaba empalmado, pero era demasiado tarde para disimular. La expresión en la cara de mi hermana se volvió sucia. Sonreía mientras se mordía el labio inferior. Yo no sabía dónde mirar. Sabía que no debía seguir mirándola, pero no podía parar. Me gustaba lo que veía. La mire a la cara, pero ella tenía sus ojos clavados en los míos (y en mis calzoncillos), baje mi vista y me fije en sus pequeñas pero firmes tetas debajo del sujetador... bua esto no está ayudando, pensé para mí. Seguí bajando la mirada y quede mirando a su tanga y sus piernas, cuando la oí decir: "ni si quiera mi hermano se resiste a mi culo". Yo estaba super avergonzado. Me di la vuelta y empecé a caminar hacia mi habitación que está en frente de la suya. Entonces ella dijo “¿Que te vas a hacer una paja ahora pensando en mi culo?" No fue lo que dijo si no como lo dijo. No vi su cara, pero el tono era como si quisiera verme. Me pare. Mi corazón empezó a latir super rápido. Me di la vuelta y empecé a caminar hacia ella. Ella sonrió otra vez. Se dio la vuelta y se inclinó hacia delante, apoyo sus manos sobre el escritorio y empezó a moverse... muy sexy. Entonces dijo "Que necesitas verlo otra vez?" Dije que si mientras me puse muy cerca de ella. A 1cm o 2 como mucho. Ella seguía bailando al ritmo de la canción que estaba sonando en su playlist (Señorita). Empecé a pensar que si mi hermana ya sabía que yo estaba cachondo y que me iba a hacer una paja pensando en ella, por qué no hacerlo delante de ella. Tuve pensamientos contradictorios, pero al final puse mis manos en su cinturita mientras ella bailaba. Mi corazón iba a salirme por la boca de rápido que latía. Me acerqué más y empecé a rozar mi polla (dentro de mis calzoncillos) con su culo. Ella no intento escapar. Al contrario, se reía mientras decía que no era el primer tío que se rozaba con ella. Estaba super excitado. Podía sentir mi polla mojada dentro de mis calzoncillos. Metí mi mano derecha en mis calzoncillos, saque mi polla y me baje los calzoncillos a media altura de mis muslos. La cara de mi hermana era de sorpresa y por primera vez sentí como se excitaba. "Guau" dijo cuando vio mi polla. La tengo bastante grande y no se lo esperaba para nada. Empecé a rozar mi polla dura y desnuda con su culo y su tanga. Me pregunto que si me iba a pajear delante de ella, pero no respondí. Inconscientemente pensaba que, si habíamos llegado a esto, seguro podía pasar algo más. No estaba seguro que quería que pasase, pero me había puesto super cachondo y quería correrme con ese cuerpecito de muñeca.

Después de rozarme un poco más con ella y sobarle el culo, las piernas y la espalda fui a por sus tetas, siempre desde atrás con ella inclinada hacían delante. Su respiración se aceleró. Sus pezones se pusieron duros. Su mano derecha tocaba mi muslo buscando mi polla. Entre suspiros me dijo que nunca había visto una polla tan grande. Desabroche su sujetador. Cayo encima del escritorio y desde atrás podía ver esas tetas del tamaño perfecto para apretarlas con mi mano. Su mano encontró mi polla, la pajeo durante un minuto más o menos y de repente, se dio la vuelta y me empujo sobre su cama. Caí de espaldas. Ella se tumbó a mi lado y empezó a pajearme. Mirando a mi polla como si fuese un helado gigante de 3 chocolates. Sus manos no son grandes así que mi polla parecía todavía más grande. Acerco su cara a mi polla. Pensé que me la iba a empezar a chupar, pero no. Escupió en ella y empezó a pajearla. Despacito. De arriba a abajo. Quedándose un poco mas de tiempo en la cabeza, que estaba brillando por su saliva y por mi pre-corrida. Me miraba a los ojos con una cara mezcla de sonrisa picarona y excitación. Por 2 veces creí que me iba correr. Hice un comentario sobre sus piernas y su culo. Ella se rio. Me pidió que me sentase en el borde de la cama. Mientras lo hacia me dijo que su culo era la parte de su cuerpo que mas le gustaba y la que a todos volvía locos. Se puso de pie y espaldas a mí. Llevo sus manos al suelo, doblándose a la mitad como un libro. Y empezó a mover su culo sexy. No me podía creer que hasta ese momento nunca había pensado en lo buena que estaba mi hermana. No estaba seguro que queríamos ninguno de los dos así que empecé a pajearme con la intención de correrme mirando como meneaba el culo. Entonces se sentó encima mío de espaldas a mi y siguió bailando sobre mi polla. Me pregunto que si estaba disfrutando la vista… Su coñito rozaba mi polla, podía sentir su tanga empapado. La agarre por la cintura la aprete contra mí. Le acaricie el culo y las piernas hasta llegar a los pies. Le aprete los pies (con calcetines cortos blancos) mientras ella se frotaba como una loca con mi polla. Con tanto bailecito mi polla acabo entre su tanga y su coño. Ahí estuve a punto de correrme otra vez. Agarro mi polla, suave, pero con decisión, como si fuese una actriz porno y hubiese estado haciendo esto durante 10 años, y la puso completamente vertical. Pensé que se la iba a meter dentro pero no. La puso entre el tanga y su barriga, como si me estuviese montado, pero con la polla fuera. Y me bailo. Miraba cada poco hacia atrás para estar segura que yo estaba disfrutando. Y lo hacía. Probablemente demasiado.

Después de un rato montándome, hizo una pirueta y se tiro encima de mí. La postura era tal que boca abajo atravesada sobre mí a la altura de mi polla. Sus piernas a mi derecha, dobladas a la altura de la rodilla y sus calcetines apuntando al techo. A mi izquierda sus tetas colgado mientras su tronco esta ligeramente ladeado hacia a mí, apoyándose en la cama con su codo derecho. Mi polla entre sus muslos, su coño y su tanga y su mano izquierda acariciando la cabeza de mi polla, que cada vez esta mas mojada. Pude agarrar un par de cojines y almohadas de la parte de arriba de la cama y los puse detrás de mi espalda para estar algo sentado y poder ver todo desde las alturas. Es como si mi hermana estuviese dentro de mi cabeza y pudiese ver que quería que hiciese. Nunca había pensado en esa postura, pero era simplemente perfecta. Podía ver su cara de excitación, sus tetas, su culo, sus piernas, sus calcetines y encima me estaba acariciando la polla… pero no sabia que esta no era una posición estática.

Me miraba en los ojos y me preguntaba que si lo estaba disfrutando y me decía que estaba muy orgullosa de su culo y contenta porque ni siquiera yo me podía resistir a su cuerpo. Mientras hablaba conmigo empezó a contraer su abdomen, moviendo su culo arriba y abajo. Conseguía casi hacer desaparecer mi polla por completo entre sus muslos y su tanga y cuando bajaba el culo contra mis muslos y mi polla reaparecía, su mano izquierda estaba esperando y sus dedos acariciaban la cabeza de mi polla en círculos. Tuve que agarrar su tobillo con mi mano derecha mientras que con mi mano izquierda apretaba su nalga izquierda para no interferir en lo que ella estaba haciendo. No sabía dónde mirar. Lejos de darme vergüenza que mi hermana me estuviese pajeando, me estaba excitando como nunca antes. Miraba a su cara con una sonrisa de medio lado entre frase y frase. Miraba a mi polla y veía su culo y sus mulos subiendo y bajando acariciándola gentilmente. No había pasado ni 1 minuto cuando empecé a moverme y a gemir, pero antes de que pudiese pedirle que parase, me hizo explotar, de tal manera que mi corrida paso entre sus dedos y llego a mi cara y en su caída cubrió parte de su culo y sus muslos. Ella se sorprendió con la corrida y empezó a reírse a la vez me decía que no era el primero que se corría antes de empezar a follar. Deje de gemir para gritar mientras seguía acariciando mi glande. Le agarre la mano fuertemente para que parase y cuando la mire en la cara pude ver una sonrisa de orgullo. Estaba orgullosa de hacer que, su musculoso hermano mayor, con la polla mas grande que ella había visto y con mas experiencia, se corriese en un par de minutos. A pesar de su juventud, ella tenia el cuerpo, la mirada, la actitud y las palabras para conseguir que cualquier tío hiciese lo que ella quisiera. O al menos eso se creía….

Continuara …