El plomero

Soy Luisa, tengo 30 años y la historia que les contaré ocurrió en mi propio hogar, cuando mi esposo dejó al plomero trabajando en casa para que reparara una fuga y él se fue a trabajar.

Yo estaba dormida, eran como las 9:00 de la mañana y no tenía idea que ese día iría el plomero. Al parecer éste llegó como a las 8:00 y mi esposo lo recibió antes de irse a su trabajo dejándolo en la cocina reparando el desperfecto.

A eso de las 9:30 me levanto y me dirijo a la cocina para tomar un jugo con algunas galletas de desayuno cuando casi me muero del susto al ver a ese hombre desconocido en mi casa. Yo estaba aun con mi baby-dall negro semi transparente en el sector de los pechos y que era muy muy cortito, me llegaba justo debajo de las nalgas y no llevaba tanga porque no acostumbro a dormir con ellas.

El susto de ver a ese tipo ahí hizo olvidarme de que andaba semi desnuda y le pregunté quien era, a lo que él respondió y me explicó que era el plomero y que repararía un defecto en una cañería, obviamente sus ojos no pudieron evitar irse a mis pechos y en realidad a recorrerme de arriba hacia abajo completamente.

Por supuesto me percaté de dicha mirada impertinente, pero al ver que él era un tipo mayor de unos 60 años, bajo de estatura (como de mi tamaño), delgado como una manguera y estaba sucio y grasiento por el trabajo que hacía no le di importancia e hice como si nada y le dije que siguiera trabajando mientras yo me dispuse a preparar mi desayuno.

Estuve ahí en la cocina como 5 o 10 minutos y a cada instante notaba la mirada del tipo sobre mi sobre todo cuando iba a buscar algún utensilio cerca de donde él estaba trabajando pues el estaba tirado en el suelo viendo el problema y seguro aprovechaba de intentar de ver algo por debajo de mi baby-dall.

Bueno eso no me molestaba ya que soy una mujer muy poco pudorosa y que me miraren no me produce molestia, el problema se suscitó mucho más tarde cuando yo estaba en mi habitación viendo TV. Siento que el tipo me llama y me dice que ya está arreglado todo y que por favor le cancelara el servicio. Yo me sorprendí porque pensaba que mi esposo le había pagado con anticipación ya que yo no manejo los dineros de la casa, pero no había sido así.

Le dije al plomero que no tenía dinero, que no tenía como cancelarle a lo cual el tipo reaccionó muy alterado diciéndome que contaba con el dinero, que éramos unos estafadores, estaba muy enojado, se le notaba en la cara. Yo estaba muda, me quedé congelada, no sabía de donde sacar el dinero para dárselo y que se marchara.

Miré para todos lados pensando de donde sacaba el dinero y de pronto él me dio un palmetazo en mi culito que casi me levanta y me dice "Que esperas que no vas a buscar a la habitación por si encuentras dinero zorra!". Yo di un brinco del golpe y salí corriendo a la habitación y le dije: "está bien, está bien, espere ya vengo"

Fui asustada corriendo a buscar dinero, pero nada... volví aun sobándome la nalga y le dije: "Señor sabe que no tengo nada de dinero, espere que llegue mi esposo y le cancelará todo", a lo que él respondió enfurecido sujetándome de un brazo y remeciéndome con fuerza : "Eres una perra estúpida". Al tenerlo cerca sentí su horrible hedor a sudor y grasa y le dije muy nerviosa: "heee aaaa eeee disculpe pero no sabía que no le había pagado mi esposo". Me remece nuevamente con fuerzas diciéndome: "Vas a pagarme como sea zorra".

Es ahí cuando pasó lo peor. Me tomó de los dos brazos y me tira sobre la mesa de cocina en forma muy brusca. Por la forma en que caí del empujón seguro se me vio todo el culo porque se me subió el baby-dall por lo corto que era. Rápidamente traté de bajármelo para que no se me vieran mis intimidades y cuando miro al tipo veo que se estaba sacando el pene del pantalón. Yo asustada le digo: "Heyyy pero que hace!!!". "Me vas a pagar con una buena mamada puta". En ese momento a mi se me sueltan las lágrimas y le digo: "Por favor señor, no me haga hacer eso, se que le debo pagar, pero esperemos a mi esposo se lo ruego!".

No alcanzaba a terminar de suplicarle cuando veo que termina de sacar su pene fuera y deja colgando ese animal que mas que largo era muy grueso. Lo sacó con los huevos y todo. Los huevos largos le colgaban mucho y su miembro no erecto aún era muy grueso. Yo me quedé asustada mirando sus genitales y él me tomó nuevamente y jalándome con fuerzas me empujó al suelo dejándome de rodillas frente a su miembro.

"No por favor" le decía entre sollozos corriendo mi cabeza hacia los lados una y otra vez intentando no tenerlo frente y evitar siquiera mirárselo. "Vamos puta hazme una mamada y me voy tranquilo".

En esos milisegundos inetnté pensar y mantener la calma y me dije a mi misma: "Termino de una vez con todo esto y se la chupo con los ojos cerrados y ya, todo se acaba". Pero me daba asco sentirlo cerca, con ese olor a sudor y mezclado ahora con ese olor a pene y huevos que al parecer hace días no veían el agua. Nuevamente me dije a mi misma. "OK, cálmate y hazlo rápido, y me dejará en paz".

Él por su parte en esos mismos milisegundos intentaba detener mi cabeza para apuntarla frente a su pene. Fue justo cuando yo me decidí a hacerlo y me pongo frente a él y dejo que me meta el pene en la boca.

Se la empiezo a chupar con los ojos cerrados manteniendo la boca abierta sin movimiento alguno de mis labios. "Vamos zorra chúpala como sabes hacerlo" me dice dándome un cachetazo en la cara. "Aprieto los ojos bien cerrados y empiezo a mover mis labios para hacerle sentir más placer. Así pasaron algunos minutos donde yo sentía que su gordo pene se inflaba más y más en mi boca y sus huevos chocaban en mi barbilla con el movimiento.

Mientras se la chupaba traté de pensar que el que estaba ahí en frente era mi esposo y así evitar el asco profundo que sentía. De pronto el me dice: "Mírame mientras mamas zorra". Yo no quería mirarlo, pero pensé que peor sería no hacerle caso asi que seguí chupándole el miembro mientras miraba su cara de extasis que tenía El viejo asqueroso ponía sus manos con las uñas mugrientas en mi cabeza y me la movía a su ritmo y yo para no desequilibrarme me sujetaba de sus muslos.

De pronto el me dice: "Eso así zorra, ves que sabes hacerlo muy bien". Cuando dijo eso es que recién me di cuenta de que inconscientemente, no sé de que momento en adelante, se la estaba mamando como a otros hombres o como a mi esposo. Es decir de pronto me vi que estaba pasándole la lengua por los huevos y con la mano lo masturbaba y luego volvía a meterme el pene en la boca. Al darme cuenta de eso, me detuve rápidamente porque no debería haber estado mamándoselo de esa manera, pero él me dijo; "Vamos no te detengas puta, sigue".

Las mujeres que lean este relato me entenderán, estar mamando el pene de un hombre por varios minutos obviamente termina por hacerla reaccionar hormonalmente a una. Sentí como mi vagina se había humedecido y mis pezones estaban erectos. El a esas alturas me había sobado las tetas y me las tenía ambas afuera del baby-dall. Yo por mi parte debo reconocer que sucumbí casi por completo a la situación y aunque de pronto entraba en conciencia de lo que estaba pasando y me resistía, a ratos mis hormonas me traicionaban y lo trataba como si fuera un amante al que le mamo el pene.

Cada vez más rápido se empezó a masturbar dentro de mi boca, ya todo terminaría pronto. Yo se lo mamaba y lo lamía por todos lados sin dejar de mirarle a los ojos. Cada cierto rato me lo sacaba de la boca y lo masturbaba con mi mano para hacer que se endureciera al máximo. De pronto a él se le empezó a deformar la cara y a hacer gemidos extraños. Me di cuenta que estaba a punto de expulsar su lefa.

Reconozco que a esas alturas mi vagina estaba entera mojada y con mi mano me sobaba el clítoris masturbándome mientras hacía la felación. De pronto el se queda tieso y empieza a hacer empujones fuertes metiendo su pene bien dentro de mi boca. Ahí sentí como su semen empezaba a llenar mi boca. Sentí varios chorros de lefa directo a mi garganta, él no saca su miembro ni un solo centímetro de dentro mio. Se empezó a escurrir un poco por los costados de la boca y yo tratando de tragar lo más rápido que podía para no ahogarme.

De ahí para adelante nose si actué por instinto o por costumbre, pero seguí haciendo las mismas cosas que con otros hombres, es decir se la seguí lamiendo y mamando hasta que se le quedara completamente flácida y pequeña. Él ya con el miembro dormido me decía: "mmm que bien lo haces zorra, hace mucho no me la comían asi". A lo cual yo aún pasándole la lengua por los huevos no dije nada sólo me sonreí por el cumplido.

Nuevamente de pronto vuelvo en razón y me doy cuanta de que ya todo había terminado y yo aun no soltaba esos testículos lo cual me dio vergüenza porque él ya estaba dispuesto a guardarlos bajo su pantalón hace rato. Me aparté rápidamente, pero él se sonrió irónicamente diciéndome: "Te gustó verdad puta". Yo callada me levanté y me empecé a ordenar los pechos dentro del baby-dall y él a su vez a arreglarse también.

"Bien hecho zorra, no vas a contar a nadie de esto oístes puta!" me dijo sujetándome de un brazo y pasándome la lengua por el cuello. "No claro que no, mi esposo me mata si se entera de lo que hice". Le dije tratando de apartarme de cerca de él. "Finalmente el se me acercó y me tocó la vagina y metió un dedo por ella, lo que no le costó nada ya que yo estaba muy lubricada y me dijo "Espero que algo hayas disfrutado perrita, ahora me voy despídete como merece alguien que te poseyó". Sin sacar el dedo de mi vagina me tomo con la otra mano de la nuca y me plantó un beso, metiendo su lengua en mi boca obligándome a besarlo.

Yo que ya había hecho todo lo que me pidió era estúpido arriesgárme a algo peor ahora asi que dejé que me besara mientras metía su dedo en mí. Nos besamos un buen rato , luego tomó sus cosas y se marchó.

Espero le haya gustado, es mi primer relato. Espero sus comentarios a cazador_tuyo@hotmail.com