El plan para hoy (2 y última parte)

Concluí que ya había sido suficiente, había quedado realmente satisfecho y, al parecer, mi novia había acabado por aceptar de buen grado el desenfreno de aquella tarde. Miré hacia Gemma… ella asintió con una sonrisa cómplice.

Ella continuó petrificada, con un gesto ausente en el rostro, levantó la barbilla echando la cabeza ligeramente hacia detrás y abrió la boca… […] allí estaba la cornuda de mi novia, comiéndome los huevos aguardando una inminente corrida, frente a la puta que me acababa de follar.

[…]

Varios chorros de semen adornaron la frente y cabellos de mi novia... me aparté sacando mis cojones de su cálida cueva... aun no había acabado... le refregué el semen por toda la cara y recogiendo un poco con mi dedo se lo metí en la boca para luego besarla apasionadamente.

Ella me sonrió… "desátame, por favor" - Pidió.

Concluí que ya había sido suficiente, había quedado realmente satisfecho y, al parecer, mi novia había acabado por aceptar de buen grado el desenfreno de aquella tarde. Miré hacia Gemma… ella asintió con una sonrisa cómplice.

Pensé en que todo un sinfín de posibilidades sobre el sexo se abría frente a nosotros después de aquello… además, me había encantado follar con Gemma… su ardiente y húmedo coño era una delicia, por no nombrar sus preciosas tetas, su prieto culo o sus bellos ojos azules, con aquella constelación de pequitas esparcidas un poco más abajo.

Había conocido a Gemma meses atrás gracias a la magia de la internet, hacía tiempo que buscaba una compañera para mis perversiones… y allí estaba ella, en un anuncio de tríos e infidelidades. El resto fue fácil, yo aprovechaba los ratos en que mi novia no andaba por allí para contactar con ella por correo electrónico. Poco a poco fue surgiendo la confianza y comenzaron las primeras llamadas… después fueron los primeros contactos, ya en persona… y ahora, esto.

Comencé a desatar a mi esposa… primero una pierna, luego otra… después un brazo… el otro

Uff, ¡qué bien! ¡qué sensación de libertad! – Exclamó mi novia alzando las sogas de las manos.

Sonreí al tiempo que mi novia se levantaba de la silla… una expresión que se borró de forma instantánea cuando su pierna derecha colisionó ferozmente contra mis partes… doblé las rodillas y caí al suelo retorciéndome… mi mirada se nubló y el sudor empezó a recorrer mi rostro… había cometido un grave error.

Alcé la vista hacia arriba buscando implorante el rostro de mi novia, pero no lo encontré… tras propinarme la patada se había dirigido hacia una estupefacta Gemma, que observó impotente como mi novia le echaba por encima la soga y cruzaba los brazos ejerciendo presión directa sobre su grácil cuello.

Empecé a oir quejidos entremezclados con sonidos de asfixia… Gemma manoteaba inútilmente. Quise gritar que parase… pero tan sólo pude proferir una exhalación

Esto ya no te gusta, ¿verdad, zorra de mierda? – La voz de mi novia retumbaba colérica.

Yo no podía ver la cara de Gemma en esos instantes, pero podía imaginarla… obviamente, no le contestó… no podía… estaba demasiado concentrada en intentar meter oxígeno en su cuerpo.

Empecé a oir gimoteos y cerré los ojos… una lágrima se resbaló por mi mejilla… sin embargo, los abrí instantes después, sobresaltado, al escuchar el sonido de un buen par de ostias

Escúchame hija de la grandísima puta, me vas a comer todo el coño si quieres que mantenga la soga más aflojada – Amenazó mi novia.

Gemma seguía llorando, aunque ahora parecía respirar con menos dificultad

Vas a aprender donde no tienes que meterte, zorra. ¡Come, hija de puta!

Todavía me molestaba muchísimo la entrepierna, pero aquella situación me comenzaba a excitar, lo cual tampoco ayudaba a calmar el dolor… me arrastré un poco (muy poco) para poder ver qué ocurría… tampoco quería llamar la atención… en mi situación mi novia me podría volver a propinar otra patada.

Allí estaba Gemma de rodillas, con la soga al cuello y exhausta… tenía el rostro humedecido por las lágrimas y el intenso sudor que la embargaba. Había apoyado las manos en el suelo después de que mi novia disminuyera un poco la presión para intentar recuperar un poco el aliento.

Se escuchó otra ostia

¡Qué me comas el coño, puta! ¿en qué idioma te lo tengo que decir? ¿acaso no eres española, zorrón?

Ss..s...si… - Balbuceó Gemma.

Ahhh, bien, ya nos vamos entendiendo… así que eres española y puta y me vas a comer el coño, ¿verdad?

Gemma la escuchaba completamente agotada… mi novia volvió a apretar la soga

¿¿Verdad?? – Preguntó nuevamente, en un tono más fuerte.

Ss…..s……si

Noté como disminuía la fuerza que ejercía con las muñecas y como la soga quedaba más holgada… Gemma acercó su rostro a la húmeda raja de mi novia y empezó a lamer

Siiii… así pedazo de zorra… así… - Gimió la puta de mi novia.

Separó un poco más las piernas mientras que con una mano le empujó violentamente la cabeza hacia su coño… los pelos acariciaron la frente de Gemma.

¡Así hija de puta!, ¡cómemelo bien!, ¡quiero notar tu lengua dentro de mi coño!

Gemma le lamía los labios una y otra vez, metía la lengua en la vagina y le succionaba el clítoris mientras mi novia jugaba a apretar y aflojar la soga y a refregarle el coño en la cara.

¿Lo ves puta? Te quisiste pasar de lista y ahora estás ahí, de rodillas, comiéndome el coño y haciendo todo lo que te pido… - Y acompañó su comentario despectivo con un salivazo en el rostro de mi amiga.

Me miró… preferiría que no lo hubiese hecho, pero me miró… me estaba recuperando… ella se dio cuenta y apretó la soga para pasársela a una mano, arrastrando a Gemma mientras caminaba decidida hacia mi… me ví venir un puntapié… esta vez le adiviné la intención.

Haciendo nuevamente gala de su fiereza, volvió a lanzar su pierna otra vez hacía mi, pero esta vez el tiro le salió por la culata… agarré su pierna con los brazos y con todas mis fuerzas tiré de ella… resbaló y cayó… y Gemma con ella… ésta lanzó una terrible queja debido a la repentina presión de la soga… pero no me había quedado más remedio.

Me avalancé sobre ella como si de un partido de rugby se tratase y le quité como pude las sogas (le dí un mordisco)… en cuanto se notó libre, Gemma dio un respingo hacia atrás, lejos del alcance de su verduga.

Mi novia pataleaba debajo de mi, me arañaba, y se convulsionaba como una posesa. Nos quedamos un instante quietos, sujetándonos. Nos miramos… el cansancio hacía mella en nuestros cuerpos… fue un instante de tregua en aquella frenética lucha.

Dejémoslo ya… por favor… - Pedí.

Está bien… - Replicó ella.

No más trucos, ¿entendido?

Entendido

Me incorporé y la ayudé a levantarse… Gemma observaba agotada, acurrucada en un rincón… le guiñé un ojo… el iris azul de Gemma brilló

En un momento de relajación empujé a mi novia contra la cama, su cuerpo se dobló, quedando sus piernas fuera. Apreté su espalda contra el colchón mientras esperaba la colaboración de mi fiel amiga, que no tardó en prestarla. Se sentó triunfante de rodillas sobre mi novia mirando hacia mi.

Mi novia gritaba histérica

¿¿Qué haceis hijos de puta??¡dejadme en paz!¡dijimos que no más trucos maldito cabrón! ¡Quítate de encima guarra!

Y siguió profiriendo insultos a diestro y siniestro… Gemma se inclinó y escupió repetidas veces sobre su culo, empezó a lamerlo… comentó irónicamente:

  • Hace un rato no supe apreciar el placer de comerte el coño… así que no quiero desperdiciar la oportunidad de lamerte bien el culo. No sabes cuantísimo placer me da, sobre todo cuando veo la polla de tu novio cada vez más gorda junto a su entrada. ¡Te van a meter una buena tranca por el culo, zorra! ¿Te enteras?

Mi novia berreaba como una loca mientras pataleaba… de nada le iba a servir… cuando su culo estuvo a punto, deslicé el capullo ligeramente hacia el interior y se la empecé a meter… era su primera vez.

Mientras tanto, la hija de puta de Gemma continuaba inclinada. Ahora nos lamía el culo y la polla respectivamente a mi novia y a mi. La muy puta quería que se la metiera enterita… Observé que con la mano que no estaba usando para apoyarse se estaba haciendo una paja de campeonato… tenía metidos cuatro dedos en el coño y gemía y le chupaba el culo a mi novia mientras se retorcía de auténtico placer escuchando los gritos de la follada que le estaba propinando a mi novia por el trasero.

¡No aguanto máaaaaas! – Exclamó Gemma poniendo los ojos en blanco – me estoy poniendo cachondísima… ¡¡¡me voy a correr enterita!!!

En ese momento se escuchó un alarido de auténtico placer… mi novia se había corrido patas abajo… se la saqué y me la empecé a cascar frente a Gemma.

Instantes después me corrí en su cara, un par de chorros le bañaron los labios mientras se relamía de gusto… no tardó mucho más en llegar al orgasmo, botando como una zorra sobre mi novia con la mano entera metida en el coño y soltando todo tipo de gemidos por la boca.

[…]

Unos días después cortaba con mi novia… aquello había sobrepasado su límite sexual y dejó de hablarme… me encontré mis cosas metidas en cajas frente a la puerta cuando volví del trabajo al día siguiente. Al par de tardes me telefoneó para decirme que habíamos roto

No tardé mucho en acabar de novio con Gemma, mi fiel y desinhibida amiga de hacía unos meses… pero eso ya, es otra historia.