El plan
Historia de un trio inesperado.
EL PLAN
Os voy a contar la historia más increíble y más fantástica que me ha ocurrido en toda mi vida. Es lunes y todo ocurrió durante el recién pasado fin de semana.
Yo soy un hombre de 43 años, hace 7 que estoy separado y desde entonces, os aseguro que me he comido muy poquitas roscas en lo que a mujeres se refiere, hasta este fin de semana. No soy excesivamente agraciado físicamente, mido 169 cm, tengo algo de barriga y un poco de calva en la coronilla aunque gozo de buena salud y no soy del todo feo.
Soy repartidor de una agencia de paquetería, normalmente, voy solo en el camión pero a veces, viene un compañero conmigo, últimamente he llevado a Eduardo, increíble lo de Eduardo, a él le debo esta fantástica historia que os cuento.
Eduardo tiene cerca de treinta años, nuca me lo a dicho pero yo he hecho mis cálculos, es alto, fortote, con una barriga mas prominente que la mía incluso, y no demasiado agraciado de cara, ya que le faltan algunos dientes y tiene una nariz puntiaguda que le da un aspecto de cuervo cabreado.
Pero lo de mi compañero Eduardo es increíble a pesar de su aspecto de cuervo gigante.
Cuando me dijo que si quería pasar el fin de semana en su pueblo, me dieron ganas de echarme a reír en su cara, pero me contuve afortunadamente. ¿Donde iba a ir yo con aquel cuervo feo y palurdo? pensé, porque ademas de feo, es aburrido e ignorante; yo no es que me considere un hombre extremadamente culto, pero leo algún libro que otro, veo las noticias y soy capaz de mantener ciertas conversaciones interesantes, de política, sociedad e incluso ciencia, pero Eduardo.... Solo habla de fútbol y de tías buenas y ademas, habla de una manera rápida y espesa que aveces hace que no se le entienda casi nada y sus modos son grotescos, de animal diría yo, vamos un autentico paleto ignorante.
Pero a pesar de esto, lo de Eduardo es increíble.
Lo que me convenció para acompañarle a su pueblo, fue la frase que me dijo mientras movía un palet dentro del camión, "hay chicas para todos y seguro que a ti no te va a faltar alguna para que eches un buen polvo", vamos, que yo llevaba meses matándome a pajas solo viendo películas porno y chateando en canales de sexo, os aseguro con mucha vergüenza, que ha habido días que he terminado con la polla roja y dolorida de tanta paja, y después de todo esto, claro, la posibilidad de echar un polvo nuevamente con una hembra de carne y hueso, aunque la posibilidad viniese de mi compañero Eduardo, era tentadora .
Eso me convenció, total, no tenia ningún plan mejor, me iba pasar el fin de semana haciéndome pajas en mis ratos de ocio. Total, también pensé que solo estaríamos el sábado, por lo que tendría mucho tiempo para aburrirme si todo iba mal. Y había chicas para mi, decía Eduardo.
Así que, llegamos por la tarde del sábado a su pueblo, que no era tan pequeño como yo llegue a pensar al principio. Fuimos a dejar la poca ropa que llevábamos a su casa y salimos a tomar una cerveza. A Eduardo le encantaba la cerveza. Y a mi también. Así que en poco tiempo nos pusimos contentillos. Me dijo que había quedado con su novia. Yo enseguida pensé que ya estaba el lío, que su pareja vendría con alguna amiga para mi, solo rezaba que estuviese buena.
Pero para mi sorpresa solo vino la novia de Edu. Eduardo es increíble. Su novia parecía un ángel. La mire algo avergonzado. Era preciosa, no tendría más de 22 años, morenita, no muy alta, con una cara angelical y con un bonito cuerpo que se dibujaba bajo un vestido abotonado que llevaba.
Ella saludo y poco mas hablo. Se la notaba extremadamente tímida. Eduardo cogió la palabra y ayudado por el alcohol de la cerveza, aunque a decir verdad el ya era muy charlatán sin cerveza, casi no paro en las siguientes horas.
Fuimos los tres a tomar algo por los bares de moda del pueblo, yo miraba a Elena, que así se llamaba ella, de reojo, intentando recrearme con su bonita silueta. Y a parte de eso, encontrar el momento idóneo para abroncarle a Eduardo y decirle que donde estaban las chicas para mí que me había prometido.
Eduardo no se cortaba en ningún momento y no perdía el tiempo para comerle la boca a Elena de una manera que a mi me hacia sentir muy incomodo, e incluso pasar sus manos por las generosas tetas de su novia sin importarle si alguien, y menos yo, le estábamos mirando.
Mi humor iba de mal en peor, y empezaba a estar cabreado con Eduardo. ¿Para que me había llevado allí, para mostrarme que tenia una preciosa novia que no pegaba con el ni con cola pero que se la comía y la tocaba todo lo que quería?
Elena se levanto un momento para ir al servicio y los dos seguimos su culito marcado por la falda de su vestido mientras se alejaba. Cuando salió de nuestra vista, encontré la oportunidad.
-Oye Eduardo -dije con cierto tono de enfado-, me dijiste que había chicas y si que he visto alguna pero la única que esta cerca es tu novia y yo estoy a dos velas mientras tu te la estas casi follando delante de mi.
Entonces él, me miro con aquella cara de cuervo risueño y con su voz de paleto me dijo que no me preocupase, que enseguida iríamos a su casa y allí lo pasaríamos bien. No supe que decir y Elena se volvió a unir a nosotros.
Y así fue, Eduardo propuso ir a su casa y en pocos minutos estábamos los tres solos en el pequeño pero limpio y acogedor salón de Edu; nos sentamos los dos mientras Elena nos ponía de beber unas copas. Lo de Eduardo es increíble. Enseguida Elena se sentó a su lado y mi compañero de trabajo, esta vez mas cómodo en su sillón, empezó a comérsela literalmente, solo que esta vez no se conformo con eso y desabrochó todo el vestido, yo puede ver las impresionantes tetas solo cubiertas por un minúsculo sujetador rojo.
Yo me levante lleno de ira, y a ser sincero, totalmente empalmado.
Estaba dispuesto a marcharme de allí inmediatamente, pero Eduardo se aparto unos segundos de su preciosa novia, me miro y me dijo que me sentase con ellos.
Imaginaos, mi cabreo dio paso a una sensación de tremenda incertidumbre y por supuesto de deseo de sentarme al lado de aquella hermosa mujer con las tetas casi al aire.
Supongo que fue por el efecto del alcohol de las cervezas, pero lo dude muy poco. Me senté al otro lado de Elena y note como la sangre bullía a borbotones hasta mi polla produciéndome una dolorosa y bendita erección.
Entonces Elena, apoyo toda su espalda sobre el respaldo del sillón, con el vestido ya totalmente desabrochado y abierto, quieta a merced de su fortote novio que no paraba de comerla la boca, pero que había dejado el camino de aquellas tatas libres para mi.
Yo primero con cierta timidez, puse mi mano sobre el vientre de ella, ummmm que ricura, sentí su piel cálida y tersa, lo segundo que pensé después del gusto de tocar aquel cuerpecito, fue que mi compañero e incluso ella, me recriminarían lo que estaba haciendo.
-Quítala el sujetador -escuché que decía la voz de Edu. Entonces, se despejaron todas mis dudas, mis manos subieron por el vientre de la chica hasta alcanzar los senos, ummmm que durezaa y tersuraa, las masajeé durante unos instantes, hasta que lleve una mano a su espalda. Ella, sabiendo mis intenciones, separo ligeramente la espalda del sillón para que pudiese desabrochar su sostén. Me recree durante unos segundos mirando sus tetas desnudas que se movían levemente al compás de su agitada respiración. No me lo podía creer.
Me lance a por ellas como un animal, os lo prometo. Estaba ansioso y pensaba que aquello era un sueño y pronto alguien me diría que saliera de allí. Empece a chupar las tetas de Elena, que placer sentía, recorría la dura piel de los senos con mi lengua pasando por los pequeños pero puntiagudos pezones, donde me detenía para lamer y requetelamer, escuchaba como ella gemía suavemente y vi como la mano de Eduardo se metía por debajo de la tela de las bragas que aun cubrían el cuerpo de Elena. Sus gemidos aumentaron de intensidad. Vi como abría sus piernas y la mano de Eduardo moverse en su sexo con increíble dureza.
Yo no paraba de comerme el increíble majar que para mi representaban aquellas tetas, al tiempo que se las apretaba con mis manos. Sentí la tierna mano de Elena posarse sobre el tremendo bulto que mi polla ya dibujaba en mis pantalones y no puede evitar soltar un tremendo grito, tanto que de mi boca se escapo un hilo de saliva que cayo sobre uno de los pechos como un reguero de agua, ella masajeo levemente mi bulto mientras yo esparcía mi saliva caída sobre su teta con mi lengua.
No podéis imaginar el placer que sentía. Mi polla me dolía. Estaba desando sacarla y que las manitas de Elena me la pajeasen, pero a pesar de mi excitación, aun sentía un poco de reparo.
Entonces Edu se levanto y empezó a desnudarse. Tanto Elena como yo le miramos durante unos segundos. Lo de Eduardo es increíble. Os aseguro que su aparato me dejo alucinado. Que pedazo polla tenia el cabronazo. Cogió a su novia de un brazo y la levanto suave pero enérgicamente. Yo pensé que para mí se acababa de terminar la fiesta.
Edu termino de quitar el vestido que colgaba aun de su novia y dejo a esta, tan solo con sus finas y semitransparentes bragas rojas. Apretó el cuerpo de Elena contra el suyo de manera que su polla debía de hacer una tremenda presión sobre las nalgas de ella, que cerró los ojos y gimió suavemente mientras Edu recorría sus manos desde sus tetas hasta su sexo
-Desnúdate -me dijo entonces de igual manera que si me hubiese dicho termina de tomarte tu copa que vamos a tomarnos otra.
Me desnude, ya prácticamente sin ninguna vergüenza; Edu no dejaba de frotar su polla contra las nalgas de su novia mientras apretaba sus tetazas con dureza. Ella gemía. Yo me acerque esta vez sin que nadie me dijese nada ya con mi polla al aire. Metí mi mano bajo las braguitas de Elena. Ummmmmm que sensación, que coñitoooo, estaba todo depilado y completamente mojado, yo moví mis dedos en aquel coño, ella se abrió un poco mas de piernas dejando que mis dedos se introdujesen libremente en su vagina. Edu la dijo algo al oído qué yo no entendí, pero enseguida supe que la había dicho, por que ella comenzó a arrodillarse delante de mi hasta que su boca quedo pegada a mi erecta polla. Aquello fue el remate. Sentí que me iba a correr solo de tenerla arrodillada delante de mi a punto de mamármela. Pero me contuve. No sabia cuanto tiempo podría aguantar mas. Entonces empezó a mamármela. Yo mire como Elena con aquella boquita tan dulce y angelical, empezaba a tragarse mi polla. No puede reprimir otro tremendo grito de placer. Diooooooos que mamada me hizo. Edu se acerco a mi y como buenos compañeros me puso la mano en el hombro mientras su novia me la comía.
-Qué ¿te está gustando? -me pregunto risueñamente mientras meneaba su tremenda polla.
Yo estaba al limite. Sentía mi polla en la boca de Elena que no paraba de succionarme y chupar.
-Es increíble -atiné a contestar entre gemidos-, tu novia es increíble y que buena estaaaa, que boquita y que tetas.
Eduardo la cogió del pelo suavemente y aparto su boca chorreante de saliva de mi polla. "Hazle una cubanita a nuestro amigo" la dijo. Ella me miro entonces con una sonrisa tan dulce como todo su cuerpo, se acerco un poco mas a mi y me coloco la polla entre sus tetas, se las apretó con sus manos y empezó a mover su torso, arriba, abajo, aquello fue demasiado, os lo aseguro, ya no aguante mas y sintiendo como me sonrojaba de vergüenza, note como mi semen empezaba a salir a chorros empapando el cuello, las tetas de Elena; que corrida madre mía, incluso mi leche llego a alcanzar la cara de la chica que recibía mi corrida con una increíble serenidad.
Me tire en el sillón extasiado, volví a mirar avergonzado a Edu por haber llenado a su novia de leche sin ni siquiera pedir permiso, pero el estaba totalmente excitado, pajeándose con tremenda fuerza; como si yo no estuviese, se puso de rodillas detrás de Elena, la cogió haciendo que se pusiese a 4 patas justo delante de mí y sin esperar mucho, empezó a buscar con su polla el escondido ano de la chica hasta que su rojo y brillante capullo lo encontró, de inmediato, empezó a empujar lenta pero enérgicamente, yo veía como el pollón de Edu se iba introduciendo en el culo de Elena que gritaba de una manera dolorosa, hasta que el tremendo pene consiguió abrir del todo el estrecho orificio anal y quedo clavado hasta los huevos. Si me habéis oído bien, se la empezó a follar por el culo justo delante de mí. Lo de Eduardo es increíble. Como podréis imaginar, a pesar de la tremenda corrida que me había soltado, mi polla no se relajaba ni lo más mínimo. Escuchaba la dulce vocecita de Elena gritando y gimiendo sin perder detalle de cómo la tremenda polla de mi compañero se follaba aquel culito de una manera vigorosa, si, muy vigorosa, porqué Eduardo no paraba de moverse mientras sus manos se movían por las tetas de la chica como si quisiese esparcir bien el semen que yo había soltado sobre ellas minutos antes.
Cuando los gritos de Edu aumentaron hasta un límite que me hizo pensar que estaba a punto de llenar el culo de Elena de leche y que la fiesta quedaría finalizada en ese momento, este se detuvo en seco, saco su pollón del culo de su novia y se levanto cogiéndola de un brazo y levantándola también.
-Vamos cabalga a nuestro amigo la dijo.
Yo alucinaba. La fiesta continuaba. Inmediatamente me incorpore un poco para recibir a la chica que se acoplo sobre mí de manera sensual. Madre miaaaa, note como su coñito se tragaba mi polla de una manera increíblemente placentera, si, noté como el semen que aun quedaba en mi polla, se mezclaba dentro de su vagina con sus flujos calientes. Mire a Elena que me agarro de los hombres y con sus ojos cerrados me cabalgaba a un ritmo que me embriagaba de placer, vi restos de mi semen pegado a sus sonrojadas mejillas y como no, vi sus tetas balancearse ante mis ojos hipnotizadoramente, las cogí con mis manos y las apreté con todas mis fuerzas hasta que tuve que soltarlas cuando noté como su cuerpo era impulsado contra mi hasta que sus pezones quedaron clavados literalmente en mi pecho. Ella volvió a soltar un tremendo grito. Esta vez no lo vi, pero supe que Edu se la había vuelto a clavar por el culo. Note como mi polla, dentro del chorreante coño de Elena, chocaba con otro cuerpo cercano, sin duda el pollón de Edu que se movía con una increíble vigorosidad cerca de mi polla. Dios santo, no os puedo describir las sensaciones que yo sentía en aquel momento escuchando los gemidos de la dulce Elena tan cerca de mis oídos, y su cuerpecito caliente y tembloroso vibrar pegado a mi cuerpo, si, notando sus tiernos músculos palpitar agitados ante la increíble doble penetración que estaba recibiendo.
Empecé a sentir como en mis huevos se formaba esa ebullición o cosquilleo tan placentero que da paso a una nueva corrida. Era increíble.
Pero aun quedaba lo mejor. Lo de Eduardo es increíble. Se levanto y esta vez sin que él la dijese nada, la chica se dio la vuelta y se volvió a acoplar sobre mí. Note como mi polla esta vez, entraba en un orificio mas estrecho que aprisionaba mi capullo en una increíble sensación de placer, mmmmmm tenía mi miembro metido en el increíble culo de Elena, que aunque ya abierto por el pene de su novio, me hacia disfrutar de nuevas sensaciones. Abrace el cuerpo de Elena mientras se movía sobre mi permitiéndome disfrutar de esa nueva sensación, recorrí con mis manos su piel impregnada de sudor y semen, llegué hasta su coño donde metí mis dedos en su cavidad totalmente inundada, yo gemía sin parar, Elena gemía sin parar, disfruté del tacto de su coño hasta que la punta mojada del capullo de Edu rozo mis dedos, los aparte de inmediato dejando que la polla de mi compañero entrase esta vez en el coño de la chica.
Sentía como las paredes del ano de Elena se movían apretujando mi polla en un increíble movimiento de placer, subiendo y bajando, a la vez que notaba sus duritas y tersas nalgas aplastar mis genitales cada vez que por delante recibía un pollazo de Edu.
La habitación se convirtió en una sinfonía de gemidos, de movimientos, yo note como la ebullición en mis huevos estallaba sin ningún control, soltando mi leche dentro del ano de Elena acompañado de un incontrolado grito, inmediatamente, un nuevo grito esta vez de Edu, lleno la habitación; los dos temblábamos incontrolados mientras nuestros miembros se vaciaban en los conductos de la pobre Elena, que prácticamente era aplastada por nuestros cuerpos extasiados.
Pasaron unos eternos segundos de placer hasta que nuestros cuerpos se relajaron, después, primero Edu y luego Elena se fueron levantando, dejándome absorto en mi relajación. ¡Que dos corridas! Sentí como la extenuación llenaba mi cuerpo, me recosté en el sofá desnudo y sudoroso y en pocos segundos me quede dormido.
Desperté desnudo en el sofá cuando ya la luz de las primeras luces del día entraban por la ventana, alguien me había cubierto con una colcha. Elena ya no estaba.
Eduardo tomaba café y me saludó cordialmente coma si nada.
-Té dije que lo pasarías bien -me dijo con aquel tono amigable y paleto que hacía de su voz inconfundible.
Regresamos a nuestra ciudad sin mentar para nada a Elena; y yo no se si la volveré a ver, pero lo que si tengo claro es que, Eduardo es increíble, y que yo, no olvidare nunca a su dulce novia Elena.
FIN