El placer de ver
Una fantasia sobre el sexo voyeur, pero siempre con el juego de complicidad visual como fondo.
De haber un sentido que nos marque en la vida, que nos inunde de sensaciones cada día, ese sentido sin duda seria la vista por nuestros ojos percibimos lo mas bello de nuestro mundo exterior, son parte de la fabrica de nuestros sueños, ya que a través de ellos conseguimos capturar imágenes que luego transformamos en fantasías, en ilusiones, en deseo.
Son nuestros ojos los que siempre buscan mas allá, los que definen y deciden muchas veces que nos complace, los que nos envían señales, los que sin duda moldean parte de nuestros sueños mentales siempre están en un segundo plano observando todo, llenando nuestra mente de sensaciones, provocando emociones que nuestro cerebro debe calibrar.
Es nuestra mirada la principal artífice de encender el deseo, de dar fuego a la pasión somos entes visuales hasta tal punto que la sola visión de algo sugerente puede ser fuente de placer, de sensaciones turbadoras, de pensamientos inconfesables tiene la capacidad de provocar en nuestro cerebro acciones y gestos que no podemos controlar, nos mueve a llevar a cabo fantasías presénciales jugando con nuestra mente.
En el sexo la máxima expresión del placer de ver, de dejar que solo este sentido encienda nuestra sexualidad, pero de forma onanista, tiene una expresión francesa que se adjudica muchas veces de modo despectivo: VOYEURISMO ¿pero realmente es tan ajeno a nuestra naturaleza el placer Voyeur? ¿podemos asegurar que nadie esta libre de experimentar emociones interiores, con la simple visión de una escena que nos resulta evocadora, morbosa, incitante o atrayente?.
¿Quién no ha tenido sueños tórridos o intensos ante la visión de un cuerpo, unas formas que le provocan un morbo inconfesable? ¿Quién no ha sentido un deseo incontrolado ante la visión de una escena que le seduce? ¿Quién no ha convertido un cruce de sonrisas en una alocada fantasía? ¿Quién no ha transformado un simple gesto recibido en un reflejo sensual que estimula su apetito sexual? . ¿alguien se ha librado de esas sensaciones? yo no!!!! así que de alguna manera me declaro VOYEUR.
No me equivocaría demasiado si afirmase que todos hemos sido victimas de alguna fantasía o activación de la libido motivadas por nuestra vista en la playa, en la cola de un supermercado, en un restaurante, a las salida de un colegio, en una discoteca, etc. cuantos instantes hemos vivido que han estimulado nuestra sexualidad, con el mero vistazo de algo o alguien que espolea nuestro deseo sin ser consciente de ello, o que apercibido de nuestro estallido interior se mantiene en la distancia y aparentemente indiferente.
Seguro que todos tendríamos miles de ejemplos de ese placer visual, que con certeza vivimos con mas frecuencia de la que solemos confesar, en mi caso quiero relatar una experiencia concreta de las que dejan huella y perduran frescas en mi mente para siempre.
Uno de mis recuerdos transcurre en uno de mis viajes de vacaciones con destino Costa Rica, allí conocí una pareja de Barcelona con la que entable una bonita amistad viajera, es lo típico que sucede en estos viajes de semi-aventura, en el que te desplazas en grupo para mas facilidades y menos costes adicionales el convivir tantas horas en grupo hace surgir afinidades, empatias, amistades y en este caso la mía fue con esta pareja encantadora, los dos eran un encanto de personas, amables, alegres, vitales, de buena charla la empatia broto desde casi el inicio de la aventura . pero también en mi mente se anido un atracción prohibida por aquella encantadora mujer, es ese tipo de deseo prohibido, de sueño que tiene limites fijados, que tan solo es una pequeña ilusión que se genera por una atracción natural.
En una de nuestras excursiones por la selva mi mirada quedo prendad de las formas de aquella mujer nuestros cuerpos estaban ligeros de ropaje, la humedad y el sudor hacían que las prendas marcasen nuestra anatomía hasta el punto de divisar con nitidez en su camiseta la rotundez de sus pechos, de notar sus erectos pezones marcados en aquel trozo de tela casi solicitando libertad . aquella sugerente visión cautivo mi atención de forma soslayada, pero permanente e insistente creo en mi una fiebre de deseo que pedía ver mas, de seguir recorriendo aquel cuerpo con mi mirada había despertado mi libido con tan solo un golpe de vista.
El resto del día no podía despejar de mi mente aquella visión, me había dejado turbado, pero era un placer que me reservaba en privado ante los ojos de todos en mi actitud no había nada extraño, nada que delatase mi pasión interior así que al termino de la excursión nos dirigimos cada uno a nuestros respectivos bungalows.
El mío estaba en un pequeño alto desde el que tenia una vista espectacular, así que mi gran placer era tumbarme en la hamaca de la terraza en el atardecer, y dejarme llenar los sentidos por las vistas de aquel lugar pero cuando procedía a sentarme en la hamaca, un sonido y una visión familiar llamo mi atención era la voz de aquella chica que me había cautivado, provenía del bungalow que se divisaba desde mi terraza así que llevado por la curiosidad me incorpore y me asome en la barandilla de mi balcón efectivamente era ella que avisaba a su chico de que iba a pegarse una ducha para mi sorpresa comprobé que la ducha maya que había en cada bungalow, estaba al alcance de mi vista gracias a mi posición en altura, podía ver su interior, ya que se trataba una ducha abierta en su parte superior, una de esas concebidas para disfrutar de un baño al aire libre hasta esa ducha se dirigió aquella musa de mis fantasías mi ojos quedaron cautivados por aquella desnudez que furtivamente estaban divisando comenzó a dejar caer el agua por su hermoso cuerpo manteniendo los ojos cerrados, poseía unos magníficos pechos redondeados, de un buen tamaño y coronados por una hermosa aureola y un intrépido pezón sus piernas eran largas culminando en una cadera un poco ancha pero muy proporcionada su sexo era un perfecto tapiz de color negro, perfilado y con las ingles bien depiladas me extasiaba con aquella visión, no podía dejar de observarla, de gozar de su rotunda desnudez ver como sus manos se deslizaban suavemente por su piel, mimándola, ofreciéndole un merecido masaje después de un día agotador mi sorpresa fue mayúscula cuando observe que una de sus manos al pasar sobre su sexo, comenzó a acariciar suavemente su vagina era increíble, se estaba dando placer, mi excitación ante tal visión seguía en aumento, tenia presa por completo mi atención su otra mano se encamino a sus pechos y comenzó a rodearlos suavemente, a acariciarlos de forma sensual, a jugar con sus pezones de forma delicada y tenaz mientras ya su mano se había abandonado al placer onanista, sus dedos jugaban con su clítoris, comenzaban a explorar su vagina con gran pasión en cada no de sus gestos su rostro ya tenia un rictus marcado por el goce que estaba experimentando en ese justo momento sus ojos miraron al cielo y se encontraron con los míos ojos que estaban absortos disfrutando de su gozar solitario, fuente de mi gozo sensorial fueron unos segundos de sorpresa para ambos, ninguno de los dos aparto su mirada, ni hizo gesto alguno de esquiva o de huida simplemente nos sonreímos en un gesto de complicidad sus ojos se iluminaron y parecieron dar visto bueno a aquella situación, ya que acto seguido bajo su cabeza y continuo con su acción, hasta que pasado un rato llamo a su chico a añadirse a su placer privado vi entrar a su chico en la ducha totalmente desnudo un hombre bien formado, de mas de metro noventa y cinco ella lo giro para que el me diese la espalda y no pudiese percibir que alguien los observaba empezó a recorrer el cuerpo de su chico, a posar su lengua en cada resquicio mientras las manos de el volaban por su anatomía.
Yo ya estaba extremadamente excitado, incapaz de abstraerme de aquella emocionante escena mi sexo se había tornado erecto e insolente buscaba su camino a la liberación de forma instintiva libere mi sexo de la cárcel que suponía mi pantalón, y en su máxima expresión de rotundidad visceral, me abandone al placer hedonista me masturbaba contemplando aquel hermoso ballet que desde mi balcón divisaba.
El en un gesto viril había elevado en sus brazos a su compañera poniéndola contra la pared abrió en un buen ángulo sus piernas y lentamente comenzó a penetrarla, al principio de forma pausada, luego con total frenesí podía escuchar los gemidos de ella, los gritos y jadeos de el me encontraba estremecido con aquella hermosa visión de dos cuerpos en plena entrega, en un derroche total de pasión me masturbaba al mismo ritmo que ellos se entregaban fue tal la coordinación de nuestro éxtasis placentero, que tuvimos los tres un orgasmo casi simultaneo e intenso luego ella quedo depositada en el suelo y el se retiro .. en ese momento alzo de nuevo la mirar al cielo, otra vez se encontró con la mía, con la estampa de mi sexo en la mano vertiendo todo su néctar ... con una sonrisa henchida de satisfacción por ambas partes, ante la situación vivida nos enviamos un guiño cómplice por haber disfrutado los dos de forma fortuita con aquella experiencia inolvidable.
Sin duda los dos habíamos disfrutado de un placer enorme, inmenso .. un placer diferente al de la piel con piel habíamos experimentando el placer de ver y ser vistos nos amamos de forma intensa atreves de la privacidad de nuestra mente.