El placer de una polla
Una chica tiene sexo con su pretendiente que la hace venir a chorros
Hacía bastante tiempo que no tenía diversión con alguien, me pasaba las noches dándome amor en silencio para que mis padres no me escucharan, que vergüenza me daría que supieran que su hija se daba placer con un trozo de hule...
Un día amanecí decidida a follarme a quien se pusiera enfrente, al menos pretendientes no me faltaban, había tres chicos esperando su turno para salir conmigo de forma romántica, dos de ellos eran más jóvenes que yo.
El primero que conocí a través de una cita de apps era más caliente que todos los demás y tenía una polla increíble, pero su personalidad contrastaba mucho con la mía, fuera del sexting que llegamos a compartir me aburría escucharlo hablar de videojuegos y decir que era el más macho. El otro chico era todo lo contrario al primero, alguien super dulce, de los que sabes que te cuidarán bien toda la vida, algo posesivo y bastante romántico, sin embargo, físicamente no era lo mejor y cuando compartíamos pláticas sobre sexo se mostraba algo conservador para mí gusto...
El tercer pretendiente que era un poco más grande que yo de edad, tampoco era precisamente guapo, al igual que los otros se la pasaba hablando de videojuegos y por alguna extraña razón tenía una fijación con las sustancias tóxicas, no las probaba pero le encantaba hablar de ellas, algo a su favor y que siempre me encantó de él fue que en los temas sexuales se comportaba bastante sumiso, así que con base en lo que me gustaba decidí que él fuera el afortunado.
El día que me decidí salir con el tercer pretendiente al cuál llamaremos "John" me preparé minuciosamente, tanto mi limpieza personal como mi maquillaje y ropa eran impecables así que segura de mi misma me encontré con John cerca de una plaza y después de pasear un tiempo fuimos a su casa.
Ese día como cualquier otro nos reíamos de cosas triviales mientras comíamos lo que él había cocinado, entonces decidí tomar las riendas del asunto.
John se encontraba sentado en la silla viendo por un instante su celular, el ambiente quedó silencioso, era el momento justo, me paré a abrazarlo tiernamente, mis pechos quedaron a la altura de su cara y él aprovechó para corresponder el abrazo mientras dejaba su celular en la mesa, duramos un momento así, oliendo nuestras esencias hasta que tomé su mentón y comencé a besarlo...
Primero fue solo un roce de labios pero poco a poco iba manejándolo a mi gusto... Una lamida al labio superior, una pequeña mordida en el inferior, un pequeño lenguetazo, un beso apasionado... y finalmente mi lengua entró a su boca, la falta de experiencia de John me exitaba como ninguna otra, torpemente abría su boca y trataba de enrrollar su lengua con la mía, entonces procedí a succionar un poco su lengua mientras que tomaba la mano de John y la dirigía por debajo de mi playera hasta llegar a mis pechos, sin invitación su otra mano se coló y comenzó a sobarme por debajo del sostén, mis pezones se pusieron duros al ver la erección bajo sus pantalones, estaba deseosa de tener su polla en mi boca pero decidí ir poco a poco para no espantarlo.
Retiré mi playera, tomé a John de las manos y comencé a besarlo invitándolo a seguirme hasta el sillón que no estaba a más de seis pasos.
John se dejó caer pesadamente sobre el sillón, me abrazó acercándome a su cuerpo y finalmente posicionandome sobre él, podía sentir la ansiedad y tímidez en sus manos al acariciar únicamente mi espalda desnuda, mis besos comenzaron a bajar desde su boca hasta el mentón y luego su cuello, entre besos y mordidas podía escuchar cómo John jadeaba deseoso.
"Tócame más" le dije y John comenzó a bajar sus manos hasta mi culo que se encontraba posicionado sobre sus piernas, con sus amplias manos tomaba mis nalgas y las jalaba hacia arriba para después dejarlas caer lentamente, por lo mientras velozmente comencé a tocar su delgado torso con una mano y poco a poco fui bajando hasta encontrarme con su paquete que parecía explotaría en cualquier momento, el cinturón fue retirado al igual que el botón que lo apresaba, cuando pude sentir el trozo de carne dura que se asomaba un poco bajo la ropa interior húmeda no pude evitar sentir cómo mi vagina se mojaba.
John pareció darse cuenta de mi deseo porque se quitó rápidamente la playera y me mostró su delicioso pene, tragué un poco de saliva y bajé poco a poco besando su torso hasta llegar a su pene.
Cuánto extrañaba el olor tan característico del sexo de las personas, la textura lisa de su pene, y el líquido preseminal que chorreaba, dí unos cuantos besitos al glande y luego desde los testículos hasta la punta di una lamida continua que hizo que mi deliciosa pareja diera un tremendo gemido que no hizo más que darme ganas de molestarlo más, con mi hábil lengua limpié los costados del glande y metí la punta de mi lengua por su orificio mientras la movía, "Ahora quién está dentro de quién?" pensé mientras sonreía pícaramente, con mi mano comencé a masturbar de arriba a abajo a John, luego tocaba la glande en círculos mojándome con su líquido y luego volvía a bajar, mi boca estaba ocupada trabajando en lamer y succionar sus testículos, John no dejaba de gemir ni de verme, así que decidí introducir su pene en mi boca mientras masajeaba sus bolas. Desesperado John tomó mi cabeza y empezó a guiar mis movimientos, que caliente me puse, mi modo sumiso se activó y me decidí a dejar que John me moviera como quisiera, varias veces tuve que detenerlo porque me ahogaba o golpeaba mi campanilla, mis lágrimas comenzaron a salir y eso solo me excitó más.
John no se detenía, inmerso en el placer pude notar que se vino directo en mi garganta, qué lástima que no pude degustar el sabor de su semen, al sacar su pene de mi boca pude ver cómo un hilo de mi saliva y el semen de mi pareja nos unía, "Que rico, también quiero que trates mal mi vagina" el pene que no dejaba de estar duro se movió antes de que su dueño pudiera decir algo, rápidamente nos quitamos toda la ropa restante,
Me acosté sobre el sillón y John se puso sobre mi, sus manos tocaban mis pechos y jugaban con mis pezones mientras me besaba, podía sentir cómo su pierna que se posaba sobre el sillón se introducía enmedio de mis piernas y comenzaba a rozar mi vulva que ya se encontraba mojada.
Aaaaaaaw! No pude evitar gemir al sentir que estaba dándole rudamente directo a mi clítoris, John bajó su mano y comenzó a sobarme la vulva de arriba a abajo, me succionaba los pechos y yo acariciaba su cabeza y su espalda.
Aaaaaaaw, John~ se siente rico- le dije con voz temblorosa, cada movimiento era como una descarga eléctrica en mi zona púbica, mi cadera comenzó a moverse sola sin darme cuenta pidiendo la atención de ese hombre, John introdujo uno de sus dedos en mi vagina y comenzó a hacer el mete y saca de manera salvaje, "John, espera" le dije, entonces me levanté un poco acercándome a John tomé su mano y enternecida le dije "Pon dos dedos y muévelos dentro sin sacarlos" ruborizado John introdujo sus dos dedos largos dentro de mi y moviendo hacia arriba y hacia abajo comenzó a moverlos gradualmente, inmediatamente sentí el placer de estar llena, no pude evitar lanzarme al sillón nuevamente, puse mis manos sobre mis ojos y arqué mis espalda, Aaaaanggh!!! Traté de ocultar el gemido de tremendo orgasmo que estaba a punto de sentir, "John, ya no aguanto, pon tu verga dentro de mi, te quiero sentir en mi interior".
El pene de John chorreaba de la excitación, podía ver en su cara la lujuria al verme retorciéndome de placer bajo él, tomó con su mano su pene y comenzó a rozar mi vagina para humedecer su verga con mis jugos. Qué delicioso se sentía tener su pene entre mis labios vaginales! Mi entrada se expandía y contraía sabiendo lo que le iban a dar, tenía hambre y solo la estaban tentando.
A John le tomó dos intentos acertar en mi agujero, pero cuando lo logró lo hizo de forma tan violenta que no pude evitar soltar un gemido, rápidamente comenzó el mete y saca. El sonido de nuestros jugos combinandose en cada embestida hacía que el ambiente fuera tan vulgar, me sentía como toda una perra siendo follada, los fuertes gemidos de John y su leve aroma a sudor combinado con su habitual loción hacían que mi cabeza diera vueltas.
Aaaaaaaw, Jo... John... estás tan duro y caliente... jódeme más duro, quiero tu semen en mi vaginita hambrienta... déjame comer todos tus mecos y limpiar tu verga en mi interior!!!- Dije con voz entre cortada y lujuriosa.
Pude sentir cómo John se volvía más grande en mi interior mientras me besaba sin dejarme de penetrar.
Mientras nos seguíamos besando comencé a girar mi cuerpo para quedar de espaldas a John.
John, conviérteme en tu perra personal~ le dije mientras abría mi vagina para aceptar el trozo de carne que esperaba ansiosa por profanar mi interior.
Sin pensarlo mucho John tomó mis caderas y me penetró nuevamente, que posición tan maravillosa, la forma del pene de John y la posición favorecían que mi punto dulce fuera molestado, mis gemidos no paraban, en cada estocada podía sentir cómo mis órganos y de vez en cuanto mi vejiga eran golpeadas. Aaaaaah~ este paso tendré un squirt pensaba, así que sintiendo cómo John golpeaba cada vez más rápido deseoso de venirse dentro de mi y mi punto dulce siendo rozado, mi vagina comenzó a contraerse hasta llegar al orgasmo.
Aaaaaaaaaah, aaaaaaah- gemí mientras mi vagina sufría las contracciones del placer haciendo que un poco de orina saliera por la fuerza ejercida, el pene dentro de mi comenzó a soltar su delicioso semen llenándome de una sensación caliente que se chorreaba por mi vulva, parte de mis muslos y llegando hasta el sillón.
Nos quedamos pegados un rato disfrutando de las últimas secuelas del orgasmo, no podía creer que el John que siempre se mostraba tan sumiso se hubiera mostrado tan agresivo, tal vez si lo entreno correctamente podamos divertirnos mucho más, pensé.
John exhausto se sentó a un lado de donde me encontraba y observó lo que había hecho, mi vulva llena de sus jugos y las gotitas de semen que escurrían, todo lo que John no habló lo transmitió en sus incesantes gemidos durante el sexo, parece ser que lo recordó y automáticamente cubrió su cara con su manos para evitar que observara su tez que ahora se tornaba roja, con un poco de esfuerzo logré pararme y posicionarme sobre John, con un tierno abrazo tomé su cabeza mientras él hundía su cara en mi pecho no pude evitar sonreír maliciosamente y decir para mis adentros, la próxima vez te haré llorar...
Hola, soy Ramita, esta es la primera vez que escribo un relato, quise escribir sobre una relación heterosexual porque se me hizo más sencillo, sin embargo, me gustaría intentar escribir otros géneros en el futuro.
Creen que haya alguna parte que pueda mejorar? Me gustaría leerlos y saber qué piensan de este primer relato
Hasta entonces...