El placer de mostrar y de ver (2)
Continuación de la experiencia mas excitante de mi vida.
Lo he hecho y os lo cuento...
Me he comprado una cámara de video para deportes de aventura con la excusa de las bicicletas (la de oregon cientific ATC2000), es pequeña y se le puede dar todos los usos para lo que yo la quiero...
Este fin de semana la estrenamos en nuestra excursión de bicicletas, la puse en el soporte de mi manillar y grabé nuestra excursión y algo mas...
El lunes en la oficina descargué los videos en el ordenador y les puse título, habían varios archivos: excursión 1, excursión 2... hasta 4 de unos 5 minutos cada uno y otro que ponía "Juan personal 1" de 20 minutos
Llamé a Antonio para enseñárselos y vimos los 4 primeros, los dos primeros eran generales, el encuentro, paisaje, saluditos... el tercero y cuarto eran de ruta, como os podéis imaginar me coloqué detrás de mi esposa y de mi hija tomando unos buenos planos del trasero subiendo las empinadas cuestas, al contrario que con los dos videos anteriores, en estos se hizo el silencio, la complicidad y el deseo llenó la oficina.
Mi mujer estaba realmente hermosa, mientras miraba su trasero pensaba en Antonio, en sus deseos, en que estábamos allí, juntos, mirando el enmallado culo de mi esposa y de mi hija en silencio, los dos nos lo estábamos diciendo todo en silencio, yo le estaba regalando estas vistas a Antonio y disfrutábamos ese momento al máximo.
Acabó el cuarto video, sólo quedaba el titulado "Juan personal 1" yo no lo abrí, dejaría que lo mirara Antonio en su intimidad... le dije me iba a tomar un café, era mi invitación a mirar, mi señal de que había cosas para ver, él no dijo nada, lo entendió perfectamente, él también sabia que allí había algo importante para ver.
Salí de la oficina y bajé hasta el parking, abrí mi coche y me senté allí tranquilamente pensando en lo que estaba pasando en la oficina. Antonio estaba abriendo el archivo de video, está viendo una habitación de nuestra casa donde tenemos una bicicleta estática, la habitación está vacía, la bicicleta ocupa la parte central del plano, la cámara está oculta entre los trastos de una estantería, se oyen voces y risas de fondo, somos yo y mi esposa, entramos en la habitación, a mi no se me ve, me he sentado justo debajo de la cámara, Mi mujer, Rosa, lleva el traje de ciclista con las mallas, acabamos de llegar de la excursión, y se adivina por la cara de Rosa que llevo un rato provocándola.
Le digo que tengo una fantasía, que quiero que se desnude para mi y que quiero verla pedaleando la bicicleta estática, ella sonríe, se queja un poco del ridículo pero, se acerca a mi, baja las manos hasta agarrar la camiseta por debajo y se saca la camiseta ajustada quedándose con un sostén deportivo que a mi me parece muy sexi.
Antonio debe estar taquicárdico sentado en el sillón de mi escritorio. Mi mujer está estupenda, con la excitación de ese momento tiene una cara de vicio inusual, me mira a los ojos para que disfrute del momento y para provocarme....
Vuelve a bajar las manos y se saca el sostén dejando libres sus pechos que pese a la edad se mantienen bastante firmes gracias a que no son excesivamente grandes, se le ven unos pezones completamente erectos enmarcados en unas grandes y oscuras aureolas.
Sigo pensando en Antonio, en la excitación que debe tener al ver en estos mismos momentos estas imágenes, la deseada mujer de su amigo, en su pantalla, con mi consentimiento, mi regalo.
Rosa se baja las mallas y las bragas a la vez , rápidamente, deja a la vista su sexo bastante peludo pero recortado por los laterales para lucir bikini, se adelanta hacia mi pero la detengo, le pido que monte en la bicicleta, ella se queja y pide que tengamos sexo, le contesto que no hay prisa, que tendrá todo el sexo que quiera, pero que ahora la quiero ver en la bicicleta, se gira, se sienta en la bicicleta y empieza a pedalear.
Es lo que Antonio seguro deseaba, la imagen que tantas veces había hecho esfuerzos en imaginar ahora la tenia delante de él, Rosa se movía naturalmente, sin exhibirse, como yo deseaba que la viese Antonio.
Mi erección era máxima, exhibir a mi esposa me había tenido obsesionado la última semana y por fin lo estaba haciendo, pero esto no acabó aquí, tenia otra sorpresa para Antonio.
Le pedí a Rosa que se bajara de la bici, que tenia otra fantasía que realizar, ella estaba completamente excitada, se le notaba en su expresión, le pedí que se pusiera frente a la bici, cogí unas trapos que había en una estantería, le até las manos al manillar y las piernas ligeramente separadas a las patas de la bicicleta estática, luego le vendé los ojos, ella protesto al principio, pero le dije que no se arrepentiría.
Acto seguido cogí la cámara que tenia oculta y empecé a hacerle primeros planos de todo su cuerpo mientras la acariciaba con la otra mano, a cada caricia respondía con suspiros de excitación que quedaban registrados en la cámara.
Le toqué los pechos a la vez que los filmaba al detalle, sus caderas, sus pequeñas estrias se ven con claridad, su trasero al centímetro con todos y cada uno de sus poros.
Le filmé el rostro, estaba visiblemente excitada, relamiéndose un poco los labios, sus pechos colgaban ligeramente por su postura ligeramente inclinada, bajé la cámara hasta su sexo, lo acaricié ligeramente, y logré arrancar un nuevo suspiro profundo, me pidió con voz muy apagada que le dijese cosas, que la desatara, que quería hacer el amor, que esa situación y ese silencio la aturdían. Yo me mantuve callado, disfrutando de mi fantasía.
No paraba de pensar en Antonio, en como debería haberse puesto con esas imágenes. Podía ser él el que ocupara mi lugar, Rosa tenia los ojos vendados, quería que los tres jugáramos a esa situación.
Me puse detrás de mi esposa y le acaricié el sexo por detrás, estaba realmente mojada, los brillos de sus flujos se veían claramente en la cámara que lo registraba todo a escasos 30 centímetros, Rosa lanzó un grito pidiéndome que la follara ya, dejé de tocarla, di una vuelta más a su alrededor acabando los últimos planos y volví a ocultar la cámara en su escondite, me situé detrás de Rosa, me bajé mis mallas, tenia una excitación descomunal, le floté un poco mi pene en su sexo completamente lubricado arrancádole nuevos suspiros y demandas por lo que al fin se la metí. Yo estaba fuera de mi, se la metía bruscamente, casi con violencia le arranqué dos orgasmos a Rosa hasta que finalmente llegó el mío, muy intenso.
Salí de su interior y me quedé mirándola. Estaba extenuada, apoyaba su cabeza en el manillar de la bicicleta jadeando, Al fin rompí mi silencio y le pregunté si le había gustado, ella tardo varios segundos en contestar y me dijo que le había encantado. Le prometí que un día de estos lo repetiríamos por "sorpresa".
Bajé del coche, Ahora Antonio debería estar pensando en todo lo visto, rebobinando mentalmente todo la cinta que no es poco, igual se estaría masturbando, no lo sé. Salí un momento a la calle a tomar el aire, era demasiada excitación, había mostrado completamente a mi mujer y a mi hija a Antonio, y le acababa de ofrecer claramente a mi esposa en bandeja.
De pronto aparecieron Laura y Montse que volvían de la playa, las saludé y les encargué que le dijeran a Antonio que subiría en quince minutos, le pedí a Montse que me diera un beso, ella me miré extrañada y me lo dio, me giré y las observé subir graciosas las escaleras de la entrada, observé a mi hija, la estaba enviando a mostrarse de nuevo sin saberlo, estaba preciosa.