El placer de mi hermano II parte
Hace casi 4 años compartí mi inicio..... ahora quiero conozcan una pequeña parte de como continua.....
Hola, como están? Escribí mi primer relato hace como 4 años y recibí varios buenos mensajes y comentarios que me enviaron y los agradezco..
Esto me animó a mucho más, ya conté como fue que nos iniciamos, aunque me tomé un buen tiempo…. bastante largo…., he aquí como continuó nuestra relación.
Había pasado una semana y mi relación con Sergio siguió de la misma manera, sexo oral todas y cada una de las noches en mi habitación ó en la de él, fue cuando Sergio me pidió nuevamente que arregle pasar la noche fuera de casa. Volví a recurrir a María del Carmen con ella no tenía ningún inconveniente. Ese Viernes repetí lo hecho el anterior, fui a su casa, me cambié y recuerdo una anécdota con mi vestuario. Me había puesto una mini de jean, medias de liga, tacos, una minúscula tanga, el body que él me había regalado, sin corpiño, y una blusa clara que al ponérmela dejaba transparentar mis pezones. Al verme en el espejo dudé, era demasiado provocativo para andar por la calle pensé, no iba a salir asi, y le pedí a María del Carmen algo de su vestuario, me prestó una camisola tipo hindú de colores más oscuros, la até a mi cintura dejando a la vista sugerentemente mi busto. Estaba provocativa, sugerente, el busto, las mini que llegaba al comienzo de mis medias, los tacos, me gustaba como estaba, mostraba lo justo o tal vez un poquito más, pero estaba sexy, le estaba tomando el gusto a provocar, a mostrarme, a exhibirme de alguna manera, y Sergio me daba gran confianza para hacerlo y animarme cada vez a más.
Salimos, sabía que mi vestuario era provocador, sentía las miradas lascivas, deseosas, Fuimos a un pub donde había música, bebidas, baile. El ambiente distendido y sensual de la música, bailar con él, abrazarnos, besarnos, tocarnos en medio de todos, saber quienes éramos y mostrarnos de esa manera acrecentó mi excitación, recuerdo haberme arrepentido de haber cambiado mi blusa, en aquel ambiente provocador, sexual, donde tantas chicas mostraban bastante más de lo habitual habría estado a tono con el lugar, aunque la vuelta por sobre todo hubiera sido complicada seguramente no lo se, pero la situación me excitaba, estaba caliente, muy caliente. Recuerdo como bailé muy seductoramente para él, sentía y sabía que me miraban, eso me excitaba mucho más, nos besamos y acariciamos descaradamente y sin pudores, sentíamos las miradas, asi como nosotros mirábamos a otras parejas. Fuimos al mismo hotel, entramos a la habitación besándonos desesperadamente, los dos sentíamos no solo un deseo enorme de cogernos, de coger, sino también muchísima más confianza. Le bajé su jean, me senté en la cama y se la empecé a chupar con pasión, con un deseo descontrolado, él se desnudó con su pija dentro de mi boca, me sacó la blusa y la mini, nos besamos con locura, mi lengua jugaba con la suya con pasión, quería comerlo enteramente. Me tiró sobre la cama, desabrochó el body y empezó a chupar mi concha empapada, recuerdo que terminé inmediatamente. El introdujo sus dedos en mi concha mojadísima, me hizo delirar mientras su boca jugaba en mi clítoris, su lengua bajó a mi ano, jugó en él para luego introducirme un dedo, estuvo un rato asi, los jugos de mi vagina lubricaban mi orificio, sus dedos, todo. Levantó mis piernas sobre sus hombros y su pija comenzó a introducirse lentamente en mi ano mientras sus dedos jugaban con mi clítoris, yo sentía como su pija entraba sin prisa y sin pausa hasta el fondo de mi cola, yo lo miraba a él recostada en la cama, sudaba, respiraba agitadamente mientras él me cogía. La introdujo totalmente, se empezó a mover lentamente, yo sentía en mi recto como esa pija me abría en dos, como se desplazaba entrando y saliendo dentro de mi, pese a que por momentos sentía como que no iba a aguantar las ganas de ir al baño el placer que me brindaba podía mucho más. De golpe se quedó quieto y sus dedos se centraron en mi clítoris hinchado, una oleada de placer me invadió por completo, recuerdo haber tenido por lo menos dos orgasmos sucesivos intensísimos, gritaba de placer, como una loca, como una perra en celo, cuando me recuperé un poco recuerdo como si fuera hoy que él me dijo:
él. Como acabaste hija de puta ….
él. Me encanta verte asi…
yo. Vos me ponés asi…
él. Te gusta que te haga el culo …
yo. Me encanta ¡!!!...sabés que lo guardé para vos ¡!!!
él. Siempre te lo voy a hacer ….
yo. siempre quiero que me lo hagas..
luego de eso él comenzó a moverse cada vez más rápidamente, no tuvo compasión de mi ano, yo tampoco quería que la tuviera, puedo decirlo sin dudarlo, me recogió, inundó mi recto de semen, cuando sacó su pija estaba dura, chorreando jugos, él se movió hacia mi aproximando su pija hacia mi cara, yo no dudé en abrir mi boca para saborear el resto de su semen, de los jugos que chorreaban, la deje limpia, lustrosa, disfrutando todos los sabores que me llenaban de placer. Descansamos un rato, la charla que manteníamos y la película que veíamos nos pusieron de nuevo en movimiento, luego de chupársela lo monté hasta que mi conchita recibió su ración de leche que necesitaba. Nos dormimos, yo lo desperté con mi boca en su pija, inmediatamente reaccionó, y nuevamente me hizo el culo, pudimos hacerlo analmente sin problemas. A la mañana nos bañamos juntos mientras tuvimos sexo en la bañadera, y desayuné su leche jajaja.
En casa los encuentros con penetración en esa época eran breves por obvias razones, pero muy intensos, asi como el temor nos invadía, el morbo y la excitación que sentíamos eran cada vez mayores, nos practicábamos mucho sexo oral y cada día que pasaba nos atrevíamos cada vez a más.
Nuestras vidas ajenas a esta relación la manteníamos normalmente, salíamos, él continuó con sus novias y yo con mis novios.
Nuestros días transcurrían de esa manera, sexo oral en casa todas las noches, y cuando podíamos cogíamos, Me llenaba de excitación y adrenalina hacerlo en casa y a él también, ya que poco a poco nos animábamos cada vez a más cosas.
En Febrero siempre nos íbamos de vacaciones, costumbre familiar, ese año tampoco fue la excepción y mis padres por primera vez se fueron solos. Sin siquiera haber hablado el tema entre nosotros ambos decidimos no ir, ya éramos grandes para ir con ellos, estudiar para ingresar a la facultad fueron las razones, ellos lo entendieron y se fueron tranquilos de alguna manera, yo no me quedaba sola, él tampoco tenía sola la casa para hacer cualquier cosa….. ja ja ja, qué situación se nos presentaba ¡!! …. mis padres nos dejaban solos confiados que quedábamos los dos para acompañarnos y como hermanos cuidarnos ¡! qué paradoja ¡!!!! ….. era lo que queríamos ¡!!! dos semanas solos ….. sin miradas, sin tener que cuidarnos, libres…. sin límites ……
Y límites fue lo que no tuvimos …. Cuando mis padres se fueron fue tácito, estuvimos un rato sin hacer nada, cada uno en lo suyo, de golpe, sin pensar nada coincidimos en la puerta de mi habitación, ya había pasado un tiempo prudencial, no había riesgo que vuelvan por nada, desesperadamente nos besamos, nos desnudamos y cogimos como si fuera lo último que haríamos, mi cama era un lecho lleno de olor y sabor a sexo. Esas dos semanas marcaron a fuego y para siempre lo que sería nuestra relación, en esas dos semanas tuvimos sexo a toda hora todos los días, dos semanas en las que viví desnuda, solo me vestía para salir, dos semanas de dormir juntos, de gozo, de sexo, de infinidad de orgasmos, de proponer y hacer cosas que yo ni imaginaba, de enorme placer.
Al día siguiente tuvimos sexo en la cocina, era el mediodía, cociné algo y fuimos al comedor a almorzar, yo estaba desnuda al igual que él, el almuerzo fue lleno de actitudes sexuales, el postre obvio fue sexo, pero hubo un hecho en el medio que me marcó para siempre, ese día supe lo que sería nuestra relación. Estábamos cogiendo, hablábamos mucho mientras lo hacíamos, nos decimos todo tipo de cosas “sucias”, cuando de golpe el me la sacó, me tomo de la mano y me llevó al living, pensé que íbamos a seguir en los sillones, pero no, él se sentó en uno de ellos y me pidió que me masturbe para él, que me quería ver como lo hacía,. Yo no supe como reaccionar, me dio vergüenza, muchas veces me había masturbado pensando en él, pero hacerlo frente a él, para él, para que me viera….. era muy distinto !!!. Recuerdo como me sonrojé, dudé, no sabía que hacer. El siguió insistiendo, me dijo que tantas noches me había escuchado gemir sabiendo que me estaba masturbando que quería verme. Me sentía nerviosa, sobrepasada, pero su gesto, su expresión de placer, lo transgresor de su pedido de alguna manera me pudo. Me senté en un sillón frente a él y abrí mis piernas. Tímidamente y con mucho pudor comencé a tocarme, recuerdo que mi cara ardía de vergüenza. El empezó a tocarse también, a masturbarse muy lentamente. Nunca podré olvidar su cara, sus gestos, me di cuenta lo que le provocaba, su expresión de placer, de goce, ver su enorme excitación, todo eso se trasladó a mi y me fui soltando, comencé a perder mi pudor y vergüenza, me comencé a masturbar cada vez con mayor excitación hasta calentarme totalmente, acabé a los gritos completamente excitada, continué haciéndolo viéndolo a el calentísimo también. El se levantó y continuó masturbándose frente a mi …. y acabó sobre mi, me baño en leche, acabó sobre mi cara y tetas mientras yo seguí haciéndolo y teniendo un nuevo orgasmo espectacular. Reí con enorme satisfacción, sentí que mi cara estaba impregnada de su semen, mis tetas chorreaban, chupé su pija para tomar el resto de leche mientras mis dedos untaban el semen de mi cuerpo para tomarlo también. En ese momento supe, fui totalmente consciente que con él haría todo, cualquier cosa, absolutamente todo, con él no tendría límites, aceptaría y/o probaría cualquier cosa que él me propusiera, me di cuenta de lo libre que me sentía con él, de la seguridad que sentía, supe que no solo aceptaría sus propuestas sino que sentí que yo también quería proponer cosas, aquellas locuras que podía escuchar, fantasear o imaginar, con él las iba a realizar, no podría jamás existir un no……
De allí a que me propusiera un trio con alguna de mis amigas fue casi inmediato, acepté sin dudarlo, sabía que me lo diría. Supongo que de no haberlo hecho él lo habría hecho yo jajaja, esperaba que lo hiciera más estando solos, era el momento ideal. Inmediatamente pensé en María del Carmen, fue la “elegida”. Recuerdo que la llamé y cuando se lo comenté ella quedó en silencio, creí que era porque mi propuesta le había caído mal cuando de pronto sonrió a carcajadas, aceptó y me dijo que estaba segura que en algún momento lo iba a hacer aunque no lo esperaba tan pronto…!!.
Arreglamos para juntarnos en su casa, esa noche fui a lo ella y me preparé para lo que sería una gran noche. Con María del Carmen teníamos una gran complicidad, me daba mucha confianza y seguridad, eso favorecía todo. Cuando Sergio llegó ella le abrió, lo hizo pasar, lo hice esperar un poquito y entonces aparecí, bien maquillada, labios bien rojos, ojos delineados, uñas pintadas, tacos, portaligas, body, y unas gotas de perfume…. Fue mi vestuario esa noche. Me paseé frente a él mientras lo miraba desafiante, divertida, ansiosa y también nerviosa. María del Carmen estaba también muy producida, muy provocadora, frente a él nos besamos, al separarnos lo miré y estaba extasiado, caliente, se quiso acercar y María del Carmen no se lo permitió, le dijo que se sentara y mirara, que disfrute lo que vendría. Ella tomó el control de la situación, lo sedujo, me sedujo, lo provocó, me provocó, me comenzó a acariciar, a besar, a tocar. Su lengua se introducía hasta el fondo de mi boca, cuando miré a Sergio por última vez lo vi desesperado, luego me dedique solo a ella, a sus caricias. Me recostó sobre un sillón mientras se desnudaba, abrió mis piernas y su lengua encontró rápidamente mi clítoris, mi concha empapada exudaba jugos que pronto fueron cataratas a causa de los orgasmos que me producía, sus dedos jugaron dentro de mi, no se que siguió después, me olvidé de Sergio, solo se que mi cuerpo y el de ella se mezclaban en uno, su boca, su lengua se perdían dentro de mi boca, en todo mi cuerpo, era todo una sucesión de placer, gemidos, sonidos, olores. Yo estaba completamente entregada a lo que María del Carmen me hacía y le hacía, cogimos frente a él no se cuanto tiempo, en un momento sentí algo pegado a mi cara, era su pija durísima, abrí mi boca metiéndola tanto cuanto pude, la chupé ansiosamente, me di cuenta que ella miraba pegada a mi como la chupaba, instintivamente dirigí esa pija a su boca invitándola a chuparla, ella abrió su boca y se la empezó a chupar. Me excitó tremendamente ver como ella chupaba su pija, de golpe las dos lo hacíamos, nuestras bocas solo estaban separadas por ese pedazo de carne erecta. Recuerdo que de la nada le imploré, le grité …. ¡¡Cógeme!!!. El se separó de nosotras, me acomodó en el sillón y me la metió hasta el fondo de mi concha completamente empapada de un solo movimiento. Se empezó a mover metiendo y sacando esa verga dentro de mi, yo estaba enloquecida con María del Carmen encima de mí también, besándome, mordiendo mis pezones. Sergio no aguantó demasiado, fue una de la pocas veces en que acabó rápidamente, y sin duda que esa fue la más rápida, llenó de leche mi concha a los gritos, cuando se retiró María del Carmen introdujo sus dedos en mi concha mientras la pija de Sergio iba a mi boca para tomar los jugos chorreantes de esa verga. Tuve que sacarla de la boca para no lastimarlo, empecé a gritar a causa de los orgasmos que esos dedos me producían, fueron incontables, si se que ella sacaba sus dedos impregnados de jugos de mi entrepierna palpitante y los llevaba a mi boca para que juntas saboreemos ese placer.
Nosotras seguimos en lo nuestro, besándonos, chupándonos, dándonos mutuo placer. Cuando Sergio estuvo nuevamente listo se unió a nosotras. Su pija iba de mi boca a la de María del Carmen y volvía una y otra vez, hasta que me puso en cuatro patas y nuevamente me empezó a coger, mi concha empapada recibía ese falo de carne dura y caliente una y otra vez hasta el fondo, me la sacó para coger por primera vez a María del Carmen. Los observé durante unos minutos como ellos cogían y mi mente comenzó a trabajar de una manera impensada. Sergio la embestía sin darle respiro y ella exhalaba aullidos de placer, la escena me lleno de ..….celos diría…., y también morbo, mucho morbo, la más intensa excitación llenó mi ser, no había imaginado tal mezcla de sensaciones, finalmente estaba viendo como mi hermano cogia a una mujer. Esas imágenes que tantas veces había fantaseado las tenía ahora frente a mi y yo era parte de la fiesta…. un terrible éxtasis me invadió, mezcla de celos, frenesí, deseo, excitación, gozo, morbo, difícil explicarlo con palabras … me uní a ellos intentado chupar la pija de él y el clítoris de ella, el frenético movimiento no impidió que lo haga y María del Carmen tomándome del cabello me reclamó mi lengua en su vagina, comenzó gritar producto de un intenso orgasmo, yo lo saqué a Sergio para hundir mi boca y mi lengua en lo profundo de su concha y beber todo ese líquido maravilloso que exhudaba. Luego subí para besarla y que juntas disfrutemos de su sabroso elixir, Sergio unió su boca y los tres lo saboreamos. Inmediatamente después Sergio se sentó en el sillón y yo me senté sobre él dándole la espalda, ofreciendo todo, deseosa de ser culeada. Fui sentándome lentamente sobre su pija y pronto esa verga estaba perdida en mi recto, recogí las piernas sobre el sillón comenzando a moverme, subía y bajaba sobre ese pedazo de carne inserto en mi culo con gran facilidad. Mis piernas abiertas ofrecían mi concha jugosa y dispuesta, María del Carmen no demoró en hacerla presa de sus caricias orales. Su lengua jugueteaba en mi clítoris mientras la pija de mi hermano se perdía una y otra vez en mi culo, fue cuando comencé a sacudirme intensamente y los orgasmos llegaron, insultos, gritos, ayes de placer llenaron el ambiente, tuve varios orgasmos antes de poder controlarme. Sergio me detuvo y me pidió cambiar, fue el turno de María del Carmen, en la misma posición penetró el ano de ella y yo me deleite introduciendo mis dedos en su palpitante concha, la chupé con frenesí mientras llevaba mis dedos empapados de sus jugos a su boca para que los saboree, los orgasmos llegaron y no fue solo ella, Sergio llenó el recto de María del Carmen de su semen mientras yo me masturbaba y la chupaba a ella.
Nos tomamos un descanso para comer algo y beber.
Yo en esos días no tomaba alcohol y lo poco que tomé me hizo efecto enseguida, me solté completamente (por si todavía hacía falta) y comencé a hablar…. Y sin duda mi estado me llevó a decir cosas que debía callar…
Cuando ella nos preguntó acerca de nosotros, cosas como de donde nos conocíamos, desde cuánto tiempo, cuanto hacía que salíamos, preguntas normales y lógicas en una charla reaccioné, y me quedé muda, no había pensado jamás en eso, no supe que decir!!!, por suerte Sergio no me imitó y contestó que nos conocíamos de hacía mucho, del colegio primario creo que le dijo, que siempre le había gustado pero por estar yo de novia él no se quería acercar (ja ja ja ja ….) y recuerdo muy bien que lo interrumpí para decir que a mi también él me gustaba desde hacía mucho y que no debió frenarse porque yo tenía novio…. Que hacía rato quería tener algo con él, y María del Carmen agregó textualmente …” hay fuego entre ustedes chicos, se nota”…
No hicimos luego mucho más comentarios sobre ese tema que recuerde y la charla siguió animadamente sobre lo que esa noche haríamos. Por mi parte, luego de eso me olvidé del tema.
Luego del descanso volvimos a lo que allí nos había llevado….. sexo.
María del Carmen nos pidió que cogiéramos para ella, que quería vernos, verme con un hombre. Se sentó a un costado a observar, fue nuestra voyeur por un rato en el que le ofrecimos todo, hicimos todo, luego ella se sumó a nosotros, los tres nos besamos, nos enredamos, nos cogimos de todas formas. Sergio acabó en mi concha, luego de eso y él recuperarse tuvimos un nuevo encuentro y lleno mi boca de semen.
Era tarde en la madrugada cuando finalmente decidimos dormir los tres en la misma cama.
Me desperté en la noche, yo estaba en el medio de ellos con ambos abrazándome.
Por la mañana luego de desayunar tuvimos sexo nuevamente, Sergio nos cogió vaginal y analmente a las dos y cuando acabó nos hizo arrodillar frente a él arrojando su leche sobre nuestras caras y pecho.
Nos fuimos juntos, él dijo que me acompañaría a casa (ja ja ja ja). En ese viaje de vuelta íbamos los dos como si nada de lo que habíamos hecho hacía apenas un rato hubiese pasado, sentados en el colectivo conversábamos de cualquier cosa ajena a lo sucedido.
Llegamos a casa y al entrar se desató la furia ….. sexual …. Los dos estábamos desesperados por coger como si la noche anterior no nos hubiese bastado, en segundos estábamos desnudos rodando en el piso y fue mutuo, a nuestros diálogos con palabras sucias que teníamos mientras cogíamos le agregamos lo sucedido la noche anterior. Recuerdo muchas cosas que ese día, esa mañana nos dijimos mientras cogíamos…. Y algunas me quedaron grabadas para siempre.
Por ejemplo le dije como me había calentado muchísimo verlo coger a otra mina, y él me dijo que también se había vuelto loco al verme tener sexo con una mujer, lo que sería hacer más y cosas por el estilo, todo en medio de gemidos, gritos en esa locura sexual que nos quemaba, en el momento que comenzó a acabar en mi concha me gritó
“….. que PUTA divina sos!!!!, como me calentás Hija de puta, me volvés locooo ¡!!!!!!!.....”
Cuando finalizó su orgasmo, el dentro de mi con su cuerpo levantado, los dos completamente transpirados, las gotas de sudor cayendo sobre mi cuerpo, repitió y agregó preso aún de la excitación que nos envolvía:
“…. Te imaginaba asi, quería que fueras asi… mi HERMANA bien puta, la más puta de todas….”
Yo no le contesté, lo miré y nada más, él no se dio cuenta de mi reacción. Siempre me decía guacha, hija de puta, chupa pija, que le encantaba romperme el culo, que lo calentaba y cosas por el estilo, a mi nada de eso me molestaba, por el contrario, me excitaba que me hablara de esa manera, nunca hasta ese momento lo había escuchado decirme puta, hermana puta, bien puta, y menos de esa manera tan sentida, tan convencido.
Me golpeó. Por un lado me gustó mucho provocarle esos sentimientos tan sinceros, tan profundos por decirlo de alguna manera y por otra me chocó. No es que me puse con una falsa moralina, cogía con mi hermano y disfrutaba enormemente el placer de hacerlo y la adrenalina que me generaba, hacia incesto y lo gozaba como jamás había imaginado, disfrutaba plenamente la relación pero eso fue algo que me estremeció.
Yo me bañé pensando en eso y estuve un tanto distante luego. Me vestí ligeramente, Sergio no me dijo nada pero tomó nota del cambio, luego del almuerzo, sentados en el living me preguntó que me sucedía y se lo dije…. Me había llamado puta, hermana puta de una manera tan … intensa, ….tan …explícita, que si bien me gustaba generarle esos sentimientos por un lado me chocó, me conmovió por otro. Le expliqué antes que él hable que no era una boluda que recién caia en cuenta que cogíamos siendo hermanos, que era muy consciente de lo que hacíamos y me recontra excitaba. Pero su expresión había sido tan sentida que me conmovió. Me miró antes de responderme y me dijo más o menos lo siguiente:
“..perdoname ante todo, no quise ofenderte ni molestarte, nada más alejado de lo que siento. Es que te siento tanto, tan mi hembra, te veo tan mujer, tan hembra, que te dije puta no ofensivamente aunque suene asi, es que para mi es la manera más exacta que entiendo que una mujer debe ser, es la combinación más deseable, poder salir, charlar, estar, y todo sin que se note lo que sos en la cama, todo fuego, pasión, descontrol, ese entendimiento que tenemos es muy difícil lograrlo, y nosotros lo tenemos, es la combinación perfecta, te miro, te toco y exploto, te imagino y me vuelvo loco. Te reitero mi pedido de disculpas, debí habértelo explicado antes, perdón…”
Siguió explicándome pero lo que rescaté de todos sus dichos fue más o menos eso. Su mirada demostraba arrepentimiento por considerar que me había ofendido, sinceridad, convicción en lo que me decía y creía. Yo lo escuché atentamente, sus palabras cambiaron algo mi percepción sobre lo que me había dicho, sus ojos cuando me hablaba expresaban franqueza y deseo, el mismo que yo sentía, sin embargo aún me sentía molesta, no sabía exactamente porque pero algo me incomodaba. Lo único que se me ocurrió fue hablar con M. del Carmen, la llamé y le conté lo sucedido, obviamente jamás mencioné el hecho de ser hermanos, me escuchó y me respondió que entendía lo que me sucedía pero sin embargo ella coincidía con él, que no debía tomarlo como una ofensa sino todo lo contrario y en su caso la excitaba mucho que la traten asi durante el acto sexual. Ella continuó hablándome y dándome su parecer, al escucharla mi molestia fue cediendo, fui entendiendo el sentido de sus dichos. Poco a poco el deseo fue ganando mi pulseada interna, al repetírmelo yo misma empecé a entender mucho más y a sentir lo que ellos me explicaron acerca del porque expresar PUTA en medio de ese frenesí sexual, y ya no me sonó chocante, sino que lo entendí como una forma primitiva y sincera, exultante, hasta diría pura, de expresar su sentir y pensé ..claro que si, porque no ser la más puta de todas…
Charlé un largo rato con ella y no me quedaron dudas del porque había sucedido tal cosa. Cuando volví al living me di cuenta que Sergio no era el mismo, sin duda había acusado el cimbronazo de mi observación y estaba muy medido, hasta avergonzado
Luego de un rato de hablar cosas varias cambió el tema para decirme que tenga atención lo que hablaba con María del Carmen, ya que la noche anterior yo había hablado de más e insinuado cosas que debían mantenerse en secreto, y que el debió interrumpirme algunas veces para impedir que siga hablando de más, la verdad es que mucho no recordaba que cosas había dicho, casi nada. Solo recordé algunas de las preguntas de ella acerca de nosotros, y como él había respondido pensé que todo hubo quedado en eso, igualmente le dije que no se preocupara, seguro nada había notado aunque iba a tener cuidado.
Más allá del comentario de Sergio, yo pensé que todo había quedado en eso y que él exageraba con sus temores, que yo nada había dicho que delatara algo sobre nosotros, pensé que no fueron más que comentarios dichos por una chica con algo de alcohol que no sabe muy bien lo que dice y no le di mayor relevancia, el tiempo a futuro me demostraría si me había equivocado o no….
Sergio seguía muy cuidadoso para conmigo, le dije que olvidara lo ocurrido, que había pensado y meditado sobre sus dichos y lo entendía, y aunque mejoró algo el acercamiento él siguió muy medido. Pasó la tarde y por la noche decidí demostrarle como lo había entendido. Cuando llegó la hora de cenar le pedí que me espere, me cambié, me maquillé y perfumé, me puse una sola liga en una de mis piernas, tacos, y un delantal que había buscado antes. Asi me presenté ante él a cenar. Verme asi le gustó sin dudas, pero aun seguía un tanto distante. Al servirle la cena lo toqué y ofrecí mi cuerpo, el rió pero siguió con la misma postura. Lo provoque con todas mis actitudes durante la cena, sabía que le gustaba, y entonces no aguante más, me levante de mi silla y aproximándome a él sin decirle nada fui directamente a su bulto, lo toque y baje su short. Su pija erecta salto de su encierro, me agache y la comencé a chupar, me arrodille mirándolo directo a los ojos mientras tenía su pija en mi boca y recuerdo que le dije:
- te gusta que tu hermana te chupe la pija?...
- a mi me encanta chuparte la pija hermano…
- vas a coger a tu hermana?
- Vas a coger a la puta de tu hermana?
- Quiero que me llenes de leche como la puta que soy..
- Soy tu hermana puta y siempre voy a serlo para vos..
- Tratame como puta porque voy a ser la más puta de todas las putas….
- ……….
El me miraba desorbitado, creo que me escuchó sin creer lo que estaba escuchando, de pronto reaccionó, me la metió con furia y me recogió mientras me gritaba que era una puta, que asi me quería. Mi actitud había cambiado por completo. Yo lo provocaba a más, me re-excitó verlo asi y que me hable y trate de esa manera, nos dijimos montones de cosas sucias pero llenas de voltaje sexual, de pronto me la sacó y acabó sobre mi plato. Sin decirme una palabra me pidió con sus gestos y mirada que tome su leche del plato. Lo tomé con mis manos y llevándolo a mi boca lentamente comencé a lamer ese plato lleno de semen. Lo miraba a través del vidrio transparente y su cara expresaba un inmenso placer, gozo por verme asi, me tomó de la mano y me llevó al baño, me dijo que me mire en el espejo lamiendo su leche. La imagen que el espejo me devolvió, con mi maquillaje corrido, mi lengua lamiendo ese plato con restos de un líquido blanquecino, viscoso, lo miré y solo atine a decirle, “… que puta soy…” y continué hasta limpiarlo completamente. Volvimos al living y recuerdo que cogimos con desesperación, parecíamos dos animales primitivos e insaciables, me cogió por todos lados, tuve infinidad de orgasmos, me llenó de leche en todo mi cuerpo. A la mañana siguiente al despertarme en su cuarto recuerdo que lo miré, él dormía, me vi desnuda en su cama, mi cuerpo tenía rastros de esperma en varios lugares, de sexo, y reflexioné.
Recordé lo hecho desde que lo empecé a buscar, como lo comencé a provocar tomándolo como un juego de seducción, de poder, cuando creía tener todo bajo control sin imaginar que llegaría a estar en esa cama…., ycuando fue que decidí que quería estar con él en esa esa cama . Mis miedos por tener una relación incestuosa pese a estar segura que él también lo deseaba, como sería, que sentiría y como sería el después. Y repasé esos dos últimos meses vividos en que mi vida, nuestra vida, había dado un vuelco total. Nada en mi ya era virgen, me sentía completamente atrapada en una relación llena de sexualidad, de adrenalina, morbo, mucho morbo. Nunca antes me había sentido tan excitada, tan caliente, y era siempre, en todo momento sentía que quería tener sexo con él. Recordé los últimos días con especial atención. El morbo inmenso de haber hecho trío con Maria del Carmen, totalmente distinto a los que había hecho, y con la total seguridad que había sido el primero de muchos. Sentirme tan puta y que me guste, me caliente, desear todo, querer hacer cualquier cosa con él. En ese momento supe que nuestra relación nunca iba a terminar….indudablemente no me equivoqué, hoy, a más de 20 años de aquella mañana continuamos. Pese a casarnos y hacer nuestras vidas nuestro vínculo es indisoluble, único.
Nuestra vida sexual esta llena de matices, cosas locas, más allá de los límites que nunca tuve con él. Justamente con él tengo la locura, la pasión, el desenfreno total, la audacia, las ganas, el querer más y más.
En esos días que restaron hasta la vuelta de mi, …nuestros padres, tuvimos mucho más sexo. Hicimos un nuevo trio con María del Carmen y Cynthia nuevamente estuvo presente en esos días, pasó una noche en casa con mi hermano y yo estuve a punto de confesarle todo…..
Prometo que ambas historias las contaré pronto, sin esperar tanto tiempo.
Besos para todos.