El placer de mi hermano..

Hace mucho tiempo mantengo una relación filial, deseo la conozcan, ¿tabú?,¿ no convencional?, ¿con mucho morbo?, tal vez sean todas juntas. Se que el placer que me brinda es extremo y quiero compartirla..

Hola como estan? Yo he estado recorriendo diferentes sitios en la web y encontré este donde leí varias historias, me gustaron muchas y otras no tanto, pero me parece un espacio donde podemos expresar vivencias que no se pueden charlar libremente con amigas.

Todo esto me hizo revivir montones de experiencias de sexo desenfrenado, detalles, hombres y mujeres con quienes compartí cama, ¿situaciones "bizarras"?, no se si es el término preciso, si puedo decir que he tenido una vida sexual  muy intensa, límites?? Ja ja, muy pocos, casi ninguno siempre que fuera con personas, pero por el resto no.

He aquí que voy a confesar algunas cosas, creo que me hará bien, espero no se horroricen con las cosas que cuente ni con el lenguaje que usaré jajaja.

Bueno basta de vueltas, me quiero presentar primero, soy Silvia, 35 años, una mujer normal, morocha, altura media, delgada, tengo muy buenas lolas y piernas, pero soy algo derecha, poca cintura y cola, lo que tengo de lolas la naturaleza me lo saco de cola ja ja, si bien nunca estamos conformes con nuestro cuerpo me hubiera gustado tener algo más de caderas.

Soy bisexual, he tenido sexo con hombres, mujeres, parejas, hice trios, cuartetos, practique swinger y sexo grupal, me han hecho lluvia blanca y dorada. La gran mayoría de esos encuentros fueron con él, con mi hermano, dejar de coger con Sergio es como enterrar, casi negarme una parte de mi vida .... al menos asi lo siento, no se si parece una justificación ó no, pero su pija es irreemplazable para mi, el sabor de su leche lo podría diferenciar entre cientos, las sensaciones que siento cuando lo tengo dentro mío es totalmente diferente,

Tengo muchas cosas para contar, prefiero iniciar justamente por como comenzamos. Si tengo buenas críticas escribiré otras cosas.

Espero no aburrir, trataré de abreviarlo ya que es largo lo que contaré, llevo más o menos 1 año de provocaciones y seducción hasta que concretamos, pero tampoco quiero dejar de mencionar situaciones que fueron marcando nuestra relación.

Ya planteé cual es el tema de mi relato, ahora a hacerlo

Yo era una chica que hasta pasados los 16 no hacía otra cosa que estudiar, nada de salidas ni diversión.

El grupo de amigas que tenía en el barrio era lo único que me alejaba del colegio.

Liliana, Melina, Carla, Cynthia y yo, todas vivíamos en 2 cuadras, por lo general nos juntábamos en lo de Lili o en casa, A veces se sumaba Brenda, era la menor de todas, pero el grupo éramos nosotras 5. Cynthia era la mayor, tenia 3 años más que yo, 19 en aquella época, unas tetas enormes, delgada, muy llamativa, tampoco era "el lomo", pero morocha, ojos verdes envidiables y con esas lolas se robaba todo jajaja, ella estaba de novia con un boludo más grande de veintipico, y tenía una amplia experiencia jajaja!!!!

Todas a esa altura ya habían tenido sexo, más ó menos, mejor ó peor pero todas, la última en sumarse a ese grupo "sexual" habia sido Brenda, la más linda de todas nosotras y la mas histérica y agrandada también, finalmente se había entregado. Asi que a esa altura la única virgen era yo, que además no sabía nada sexo, solo lo que escuchaba. Para la primavera de aquel año finalmente acepté salir con ellas justo por ser el 21 de Septiembre. Fuimos a bailar y me gustó!!!!, pensé que tarada que había sido que siempre me había negado.

La cuestión es que le tome el gustito, me gustó salir, ir a bailar y con eso también llegaron los chicos, los besos, las apretadas, noviecitos, y mi cuerpo que experimentaba sensaciones desconocidas y me pedía a gritos "atención" jajaja.

Al salir también empecé a conocer muchas cosas respecto a mi hermano, Sergio, somos mellizos, en esa época teníamos 18 aunque el parecía más grande, alto, grandote, voz grave, gestos serios, daba más edad. El hacía tiempo que salía, y yo empecé a saber cosas de él que a esa altura ni imaginaba, mi hermano era un mujeriego de muy buena fama y muchas chicas se pillaban por él.

Tanto escuché y escuché que lo empecé a mirar con otros ojos, ¿era Sergio el hombre que hacía disfrutar a tantas chicas que se lo disputaban? me lo empecé a preguntar y a imaginar, por sobre todo a imaginar, ¿que, como, que hacia?, y casi sin darme cuenta lo empecé a seducir, tímidamente, pero lo empecé a buscar, eso claro me di cuenta mucho después. Me costaba entender que ese chico/muchacho del que tantas cosas empezaba a escuchar y  descubrir fuera tan diferente al que yo conocía en casa.

Al salir yo con chicos comencé a experimentar el sexo, a esa altura los masturbaba, ya me encantaba sacarles la leche, esto no hizo más que acrecentar mi intriga con Sergio. Pensaba si las chicas que estaban con él le harían lo mismo u otras cosas, como cogeria. Esto también me hacia vibrar a mi de varias formas, me excitaba, y mucho más cuando estaba con algún chico, al poco tiempo uno me pidió que se la chupe, y yo lo hice sin dudar, lo hice acabar en mis tetas, y a partir de alli el sexo oral fue habitual que lo haga, Realmente me encantaba tener una pija en la boca, me di cuenta que naturalmente era buena en eso. Con cada chico salía 2, 3 semanas y cambiaba, a todos les saqué la leche, esto me excitaba más y más e imaginar como o que a Sergio le hacían lo mismo me volvía loca, y lo empecé a provocar un poco más decidida, yo lo tomaba como un juego de seducción, de histeriqueo, me gustaba hacerlo, no pensaba en esos momentos, al menos de forma consciente, que quería ó iría tener sexo con él.

El se dio cuenta de mis provocaciones y si bien al principio me ignoró, cuando fueron un poco más evidentes me empezó a seguir el juego. Creo que puedo decir que fue el inicio de todo.

Nuestra casa, de mis padres, es grande, de 2 plantas, mis padres dormían en la planta baja y nuestras habitaciones estaban en el 1º piso más un cómodo baño en común.

Mis provocaciones tuvieron que ver con eso, comencé a salir de bañarme cuando él estaba en su habitación solo envuelta en una toalla, con una bata algo abierta, la puerta de mi habitación entreabierta, tengo buenas lolas asi que el escote es un arma de seducción, uno ó dos botones desabrochados más allá de lo habitual, esas cositas. Al principio yo notaba que trataba de esquivarme, luego, supongo que por continuar con mi postura empezó a mirar, trataba de hacerlo con disimulo y cuando yo lo miraba el desviaba su vista, a esa altura yo estaba conforme por lo que le generaba, pero quería más, y aunque no sabía como hacerlo pronto tuve la respuesta.

Al cumplir los 18 me regalé, ó le entregué a mi noviecito de entonces mi virginidad, tuve mi primera relación “completa”, y me gustó mucho, haber cogido no hizo más que acrecentar mis ganas y curiosidad por el sexo. No podía evitar dejar de pensar en mi hermano y como sentirían las chicas que estaban con él.

Perder mi virginidad me soltó mucho más y fui más agresiva en mis provocaciones, empecé a hablar de sexo con Sergio, esperaba a la noche que se acostaran mis padres e iba a su habitación a charlar de con él, a pedirle consejos, esas cositas. Se sorprendió, lo hice sonrojar y me esquivó al principio, supongo que me persistencia ganó y poco a poco dejo de esquivarme y sonrojarse, en la misma medida mi lenguaje iba en aumento, cada vez más le hablaba de manera más directa y hot, y mi vestuario era también cada vez más sugerente, shortcitos apretados, escotes, musculosas sin corpiño que marcaban mis pezones, hasta que finalmente cedió, una de esas noches dejó de lado todas las formas y me clavó los ojos en mis tetas, me desnudaba con la mirada, habló sin tapujos ni vueltas, y yo recuerdo que sentí como me humedecía, como la situación me excitaba. A partir de aquella noche nuestras charlas fueron subiendo de tono en forma permanente, yo me vestía cada vez mas provocativa y disfrutaba como él me comía con la mirada.

Esta situación siguió asi por un tiempo, yo cada vez más zarpada, él siguiendo el juego, pero siempre llegábamos hasta ahí. Yo disfrutaba la situación, me excitaba mucho, sabía ó creía tener control de la situación, aunque no tenía muy claro, al menos conscientemente, hasta donde quería llegar.

Por ese entonces mi avidez sexual me llevó a experimentar con chicas (el relato para otra oportunidad), asi conocí a Andrea que tenía 23 y a través de ella a María del Carmen, (de 34 en aquellos años),.

El sexo con ellas era muy bueno, sobre todo con María del Carmen. Ella era separada y por lo general nos juntábamos en la casa de ella para nuestros encuentros. Si bien Andrea sabía muy bien como complacer a una chica, María del Carmen era muy desenvuelta, le gustaba todo, y fue quien me enseñó el uso de juguetes. Consoladores, vibradores, arneses y juguetitos por el estilo formaban siempre parte de nuestros encuentros.

En una de las tantas charlas con M.del C. asumí mi bisexualidad, yo seguía saliendo con chicos, teniendo sexo con ellos y también con ellas, y gozaba con ambos. Ella simplemente me dijo  “…sos bisexual como yo…” y yo entendí que efectivamente lo era.

Toda esa sexualidad que experimentaba alimentaba mi deseo de saber más y más acerca de Sergio, cuando charlábamos yo le contaba cuando, con quien y que cosas hacía, pero por sobre todo quería que él me cuente sobre sus encuentros, me contaba pero no era todo  lo explícito que yo quería.

Mi amiga Cynthia, la mayor del grupo, me dió la llave que buscaba para llegar a fondo con él. Supe que ella estaba saliendo con él!!!, cuando me lo dijeron pensé..  tiene novio como anda con él? Y encima mas grande que nosotros, ella ya tenía 20.

La busqué y le pregunté si era cierto que salía con mi hermano, recuerdo que ella me dijo que era cierto salía con él, y le pregunté (como una tarada) si se había peleado con el novio, ella me miró y me respondió

“… no me peleé, sigo con mi novio,…… me acuesto con tu hermano…”, recién ahí caí, no podía ceer que hubiese sido tan tonta de no haber pensado eso. A lo que yo le pregunté  “…entonces solo coges con él…”, y me dijo sonriendo, si.

Recuerdo como mi curiosidad se disparó, por fin conocía a una chica que estaba con él y no podía perder la oportunidad de saber lo que yo quería. Fui a su casa y empecé a hablar con ella, que cogía con él estaba dicho, pero yo quería detalles, la acorralé preguntándole. Ella me decía que como me iba a contar esas cosas que aunque tantas veces las había hablado, ahora no podía por ser mi hermano….le seguí insistiendo, diciéndole que ya otras veces había contado cosas, que se olvidé de la relación que teníamos Sergio y yo y me cuente, finalmente me empezó a contar algunas cosas, haciéndose la vergonzosa pero comenzó a decirme algunas cosas. Recuerdo que al volver a casa yo estaba muy excitada por lo que me había dicho Cynthia. Cuando lo ví, definitivamente lo miré como hombre.

A partir de ese día decididamente lo empecé a provocar mucho más abiertamente. Siempre me mostraba ante él, y nuestras charlas definitivamente tuvieron otro tono. Me sorprendió por que él no solo que no tuvo reparos  a esta nueva etapa de seducción/búsqueda o como sea que se llame, sino que fue subiendo la puesta, me preguntaba a mi, quería que yo le cuente todo lo que hacía, y yo le respondía, me miraba cuando estábamos en medio de esas charlas sin vacilar, se le notaba la excitación, y sus erecciones cada vez se esforzaba menos en disimularlas. Opté por contarle que sabía lo de Cynthia, que había hablado con ella y sabía algunas cosas, que quería que él me cuente, y cuando hablábamos de ella se sonreía y bajaba el tono de sus palabras. El quería que yo le cuente lo que ella me decía y yo imaginaba, yo le contaba lo que sabía, y él simplemente me dijo que si quería saber más que le pregunte a ella, y yo lo hice.

El me empezó a decir cuando salía con ella y yo al otro día le preguntaba todo a ella, quería que todo me cuente, y ella cada vez me fue diciendo más y más hasta contarme todo con todo detalle. Mi excitación al escucharla era evidente y ella lo empezó a notar, cuando me lo mencionó casi me vuelvo loca, se lo negué, pero no lo podía disimular y Cynthia disfrutaba de eso, me contaba todo, como cogia que hacía, que sentía. Varias noches después de charlar con Sergio, iba a mi habitación y me masturbaba imaginándolos, y se que él varias veces me escuchó gemir.

Algún tiempo antes habíamos comenzado con roces, acariciarnos como al pasar con algún pretexto. En esa época dejamos los pretextos de lado y era común que me apoye sin ningún disimulo, abrazarlo, sentir su pija parada sobre mi cuerpo era de todos los días.

Una tarde quedé sola en casa, mis padres habían salido, Sergio llegó de no se donde, supongo que el creyó estar solo, se quedó abajo en el living, yo lo ví  y recuerdo como mi corazón se aceleró, me cambié, hacía calor por lo que me puse la tanga de una bikini y una musculosa blanca, bien amplia en la zona de la siza, le arranqué los botones del escote, solo dejé el último ubicado algo más arriba de mi ombligo. La prenda apenas me cubría, mis tetas se podían apreciar de frente, desde el costado, mis pezones erectos, duros, pegados a la tela, asi bajé.

Se sorprendió al verme, creía estar solo, pero se alegró al verme y le gustó mi vestuario, su erección casi inmediata lo reveló. Le empecé a hablar de Cynthia y él se reía con esas sonrisas cargadas de líbido y deseo por lo que le contaba. De repente me preguntó si creía que yo la chupaba mejor que ella, le respondí que tal vez si, que me consideraba muy buena, la diferencia era que ella la tragaba y yo hasta ese momento no lo hacía. Estábamos en lo mejor de la charla, cuando escuchamos que mis padres habían vuelto, no se ese día hasta donde hubiéramos llegado, yo sentía que quería más, pero me frenaba ser quien era él, en ese momento pensaba, es mi hermano, no puedo, pero me calentaba muchísimo todo lo que hacíamos.

Cuando bajé estaba “vestida”; pantaloncito, remera, otra cosa, cuando me vió me dijo que me quedaba mucho mejor la “otra” ropa, lo miré y textual le respondí “… que querés boludo, no puedo estar vestida asi delante de ellos…”, su miraba cómplice y mucho más me hizo darme cuenta de lo que había dicho.

Cuando volví a charlar con Cynthia sobre sus encuentros con Sergio, fue ella quien me dijo,

-          “te calienta que coja con él, verdad?, te calienta que sea conmigo o te calienta él?

No supe que responderle, y ante mi silencio siguió

-          Te calienta él, a mi también me calienta contarte, pero si estas tan caliente con él, porque no te lo coges y listo?

-          Entonces le respondí “…como voy a hacer eso, es mi hermano!!!...”

-          Pero te calienta y mucho, pensá que es un hombre y cogetelo

Me quedé callada y ello siguió contándome como había sido su noche anterior con él.

Volví a casa excitadísima y confundida, Cynthia había expresado lo que yo en el fondo sabía que quería y no me atrevía a pensar, y él?, lo desearía también?, yo creía que si, estaba casi segura, pero pensé que lo mismo que me frenaba a mi lo frenaría seguro a él.

Esa noche en su cuarto, en medio de todo la sexualidad que nos envolvía, yo contándole como él había cogido a Cynthia el día anterior de acuerdo al detallado relato de ella, él sumándole más cosas, los dos muy calientes, era innegable, él preguntándome a mi y yo contándole como cogía con mis novios, y me salió confesarle que no solo había chicos, también chicas, “… sos bisexual!!!!!...”, me dijo, le dije que si, “… me encanta!!!!! …”, fue su reacción, y me preguntó mil cosas del tema, desde cuando, con quien, como hacía, si usaba juguetes y todas esas cositas.

Los días calurosos favorecían la poca ropa que usaba frente a él, Sergio no perdía oportunidad de hablarme sobre mi bisexualidad, me pedía que le dijera cuando salía con una chica y cuando con un chico, no perdía oportunidad para apoyarme y hacerme sentir su pija, y yo favorecía todo eso, lo buscaba y le permitía todo, pero claro, faltaba animarnos a más.

Yo iba casi todos los días a charlar con Cynthia, el tema siempre era el mismo, que me contara más y más cosas una y otra vez sobre como cogía con Sergio, y ella abundaba en detalles, y claro también me repetía que lo cogiera, si tanto me calentaba que lo coja. A medida que me lo repetía yo me calentaba más y más, y empecé a disfrutar que me lo repita una y otra vez, y le admití que él me calentaba, y me calentaba muchísimo charlar con ella y que me contara.

Una noche se me ocurrió preguntar a Sergio que ponerme para salir, ya que él  me pedía que le cuente si salía con chicos ó chicas lo consulté por mi vestuario, desde luego que aceptó, pero mi consulta fue por que conjunto de ropa interior ponerme, cuando le llevé las opciones casi se muere jajaja, no esperaba que lo consultara sobre “ese vestuario” ja ja, “….vas a coger?...2, me preguntó“…obvio le dije, o crees que Cynthia sola lo hace?...”, me dio su elección y recuerdo que me dijo que si el fuera el muchacho que estaría conmigo no me lo sacaría, que me cogería con esa ropita puesta. Eso me recalentó y esa noche cogí con mi novio pensando en él, que era él quien me cogía. Esa noche cuando volví a casa en la intimidad de mi cuarto definitivamente decidí que lo iba a coger.

Charlando una vez más con Cynthia me repitió que a ella también la excitaba mucho la situación, contarme a mi lo que hacía con mi hermano, y saber que yo me calentaba la excitaba a más. En medio de esa charla le pregunté si alguna vez había estado con una chica, me miró y me respondió que no, si bien se lo habían propuesto no lo hizo porque según me dijo, las chicas que se lo habían propuesto no la sedujeron lo suficiente, pero que no lo descartaba. Entonces me preguntó “… y vos?...” casi ni hizo falta que hable, mi expresión se lo dijo y mi afirmación se lo confirmó. Asi la relación con ella paso no solo a contarme lo de ellos, también desperté su curiosidad por el sexo lésbico.

Era Diciembre de 1994, yo repetí el jueguito de preguntarle Sergio acerca de mi ropa interior 2 veces más. Las fiestas se acercaban, la relación con Sergio era totalmente sexual, él se animaba a tocarme cada vez más, yo lo provocaba de todas formas. El sabía como me comportaba yo en el sexo, obvio yo se lo había dicho, sabía que anal no lo había hecho, la chupaba pero no tragaba, mas allá de haber intentado ambas cosas alguna vez sentía que aquellos con quien lo había intentado no eran lo que yo quería, no eran los indicados, probablemente en forma inconsciente sabía con quien quería hacerlo por primera vez.

Yo me preguntaba si me animaría a coger con mi hermano, como sería, como daríamos ese paso, que sentiría después, y daba por descartado que el también lo quería, el tema era quien se atrevería a proponer subir un nivel más, el último. Yo quería, y estaba segura que él también.

Sergio me sorprendió en esas fiestas con un regalo, me lo dio aparte, cuando le dije porque no lo había puesto en el árbol, me dijo que no era conveniente que lo vean todos y mucho menos que lo abra delante de toda la famila!!!, me llenó de intriga, que era!!??.

No podía esperar a verlo, debí aguardar toda la cena, estaba re-ansiosa, y finalmente en mi cuarto lo abrí, era un body negro, una tanguita minúscula, portaligas y medias!!!, lo llamé y se lo agradecí, sus ojos brillaban, expresaban deseo. Entonces me dijo que antes que lo estrene me lo quería ver puesto, como?? Le pregunté, me respondió que ya que lo consultaba por que ropa interior ponerme cuando salía, lo lógico era verme como me quedaban sus elecciones y obviamente el regalito de él.

Le respondí con una sonrisa cómplice, ¿era la manera esa? pensé. No lo sabía, mi excitación me decía que si, pero mis nervios parecían que iban a estallar.

Pasó Navidad y Fin de año, comenzó 1995.

Nuevamente lo fui a consultar sobre que conjuntito ponerme y él me dijo que quería ver como me quedaban los conjuntos antes de decidir.

No me quiso decir, elegí yo, salí con mi novio y no la pasé bien, cogimos pero mi mente estaba en él, en su negativa. Al otro día le pregunté porque no había querido decirme la noche anterior, me respondió que para elegir debía ver como me quedaban, me preguntó si había estrenado la ropa que me había regalado y le dije que no, entonces me propuso que le haga un desfile!!!, vos querés que te haga un desfile!!?? le pregunté, me dijo que si, asi si le volvía a preguntar sabría mejor que elegir, y que además quería ver como me quedaba la ropa que él me había regalado, y fijó cuando, me dijo que para la noche del Viernes 6 de Enero no me comprometa y hagamos el desfile. Yo quedé sorprendida, no le dije que si ni que no, me fui pensativa.

En esa semana no hice otra cosa que pensar en su propuesta, por un lado me llenaba de excitación, pero los nervios me consumían, estaba segura que algo pasaría, no sería solo mostrarme en ropa interior, y me aterraba, y me calentaba en extremo al mismo tiempo.

Visto ahora, creo que fui a buscar un pretexto para hacerlo, fui a charlar con Cynthia, charlar…, hablar de sexo, de ella con Sergio y el mío con chicas, y escuché lo que quería escuchar cuando ella me dijo una vez más.

-          Te calienta él, te calienta como lo cojo verdad?

-          Si me calienta mucho

-          Entonces cogeteló, no sabes lo que es su pija

-          Ya me lo dijiste varias veces,

-          Pero sentirla es otra cosa, chuparla, tenerla dentro

No le contesté, ella me siguió hablando pero ya no la escuchaba, estaba decidida a hacerle el desfile y que pase lo que pase.

Ella me preguntó cosas a mi, le respondí casi como autómata, mi cabeza estaba en ese Viernes.

Finalmente llego el 06/01/95, a medida que fue pasando el día mis nervios fueron en aumento, al llegar la noche estaba incontrolable. Había pensado un montón de cosas, nunca le confirmé a él que lo haría, y desde mi charla con Cynthia y mi decisión pensé como hacerlo y sorprenderlo. Sergio estaba excitado, contento, acelerado, se le notaba. El daba por sentado que mi respuesta había sido si, pero como mencioné nunca se lo dije.

Llegó la noche, me bañé y me preparé, me puse la ropa más sexy que podía ponerme para estar en casa, súper producida, ojos delineados, uñas y labios bien rojos, mini, medias, un muy lindo top, tacos, asi bajé y cené ante la mirada de mis padres y él.

A mi madre le dije que saldría con mis amigas, a Sergio nada. Cuando el me mencionó lo producida y sexy que estaba le dije que saldría con las chicas, su cara se transformó, pasó al estupor, enojo, y por que no indiferencia.

La hora pasaba, yo había convenido con una amiga que me llame. El teléfono sonó y mi madre me pasó la comunicación, hablé pavadas con ella, era parte de mi sorpresa, cuando colgué le dije a mi madre que la salida se suspendía, ella lamentó que no salga siendo que estaba tan linda.

Como seguía en casa y era tarde, Sergio no soportó y me dijo en tono enojado que esperaba para irme, si me habían dejado plantada, con toda tranquilidad le respondí

-          No, no me dejaron plantada, al menos eso creo, no me avisaron que no saldría.

-          Y entonces?  … porque es tarde ya, donde vas a ir??

-          Yo…bueno,… me invitaron a un desfile…. Asi que supongo que me van a llevar, cierto?

Sus ojos se abrieron muy grandes, su rostro cambió instantáneamente,… si, por supuesto que si me dijo.

Mis padres se acostaron, dejamos pasar unos minutos y subimos, mis nervios me afloraban, casi que ni hablar podía.

Sergio fue a su habitación y yo a la mía a terminar de prepararme, temblada de la excitación, la incertidumbre, los nervios. Salí de mi cuarto, me paré frente a la puerta de su habitación, tome aire profundamente y entré. Cerré la puerta tras de mi, y fue como si eso me calmó, de golpe estaba tranquila. La habitación estaba iluminada por la tenue luz del velador, él sobre la cama con el torso desnudo y un pantalón corto. Su mirada me desnudaba. Si bien lo presentía, al verlo supe que esa no era una noche más. Caminé frente a él, su erección era notoria y no hizo nada por ocultarla. Comencé a sacarme la ropa, algo como un semi strip le hice, el top, luego las medias y finalmente la mini. Sergio se paró al lado mío para observar aún mejor. Recorrió con la yema de sus dedos los contornos de mi corpiño y de mi tanguita, acarició mis piernas desde casi las rodillas hasta mis caderas. Sus dedos me quemaban, su respiración agitada era fuego en mi cuello.

Salí de la habitación agitadísima, muy excitada, entre a mi habitación con una sonrisa de satisfacción, me cambié de conjunto, me puse una bata y volví a su habitación. Había puesto una música suave, no se si estaba desde antes, yo recién la escuchaba. Al mirarlo noté que no tenía puesto el pantaloncito, Su bóxer apenas contenía su pija dura, parada. Por si aún faltaba algo, él me comenzó a hablar… de Cynthia, me empezó a contar como la cogía, y yo me re excité, le empecé a preguntar y repreguntar, todo, él me decía todo como nunca antes me lo había relatado, yo estaba empapada, se paró a mi lado susurrándome al oído las respuestas, yo me derretía. Su pija durísima la sentía sobre mi cuerpo, apenas la tela de su bóxer la separaba de mi piel. El comenzó no solo a seguir los contornos de mi ropa, sus manos ya recorrían buena parte de mi cuerpo. Su pija se apretaba sobre mis piernas y cuerpo, gemía, de golpe lo separé, mirándolo fijamente entreabrí mi boca y  moje mis labios y le pedí que no se vaya que enseguida volvía.

Me cambié nuevamente, volví a su habitación, él estaba de pie esperándome, cerró la puerta y me quitó la bata, su expresión, sus gemidos hablaban por si sola. Se agachó y sus manos empezaron a recorrerme desde mis tobillos, con delicadeza enorme se deslizó a lo largo de mi cuerpo, se separó, me miró y me dijo, no puedo más, puso ambas manos en su cintura y comenzó a bajar su bóxer. Me dijo

-          No vas ver nada que no conozcas ya, además por Cynthia, ya la conocés,

Se rió y se bajo su bóxer, quedó desnudo, su pija venosa, durísima quedó en todo su esplendor. La observé con avidez, el se pego a mi, su pija contra mi cuerpo, y recorrió mi espalda con sus manos, mis gemidos me delataban, me retiré un poco y le dije:

-          Contame más, como te la coges a Cynthia

Y le empecé a preguntar una vez más por todo lo que hacían, me mordía los labios ante sus respuestas, estaba súper excitada. El se volvió a aproximar a mi, me hizo girar lentamente frente a él mientras su pija entraba en contacto con mis manos, piernas, pubis, cola, todo.

Cuando terminó le dije que me espere, que faltaba la última pasada, el final.

Fui a mi habitación calentísima, me puse el conjunto que me había regalado, el body, la tanguita, las medias y tacos.

Cuando fui a su habitación me dijo que espere, se puso sus pantalones y salió de la habitación, bajó, y a los pocos minutos subió.

Entró a la habitación y se los quitó, estaba nuevamente desnudo, su pija erecta me apuntaba, entonces me dijo,”…esta todo ok, todo en orden…”. Entendí que había bajado a ver si estaba todo bien abajo, y me dio una enorme tranquilidad que haya pensado en eso, me pareció un gesto importante, de cuidado.

Nuevamente le pedí  que me contara cosas, en la medida que teníamos ese “diálogo” me fui bajando la bata poco a poco, quedó en el piso, su gesto de admiración era más que claro que aprobaba como me quedaba, más allá que igual le pregunté si le gustaba.

A través del body mis pezones duros se veían y salían por la red. La colaless se perdía dentro de mi. Me empezó a preguntar a mi como cogia con chicos, con chicas, yo le preguntaba por Cynthia, su pija se pegaba a mi cuerpo, parado frente a mi se agachó y su lengua acarició mi pezón, mi grito de placer lo incitó a más. Su lengua continuó arrancándome expresiones de placer mientras me apretaba contra él, de pronto se detuvo, mirándome a los ojos llevo sus manos a mi espalda y comenzó a desabrochar el body. Lo hizo con lentitud, disfrutando el momento, yo estaba excitadísima, me lo bajó hasta la cintura, mi busto completamente desnudo quedó ante él, mis pezones duros y dilatados rogaban por caricias, su boca, su lengua se hundieron entre mis tetas, al rozar mis pezones me enloqueció, lo tomé por la nuca mientras él jugaba en mis areolas, mordisqueaba mis pezones y me arrancaba grititos de placer. Me tiro sobre la cama y encima de mío me hizo delirar con sus caricias, no me podía mover, mordí la almohada para no gritar, mi vagina exudaba jugos de placer. Entonces tomé impulsó y lo separé, lo dí vuelta, él quedó de espaldas en la cama y yo empecé a besarlo mientras bajaba por su cuerpo, su tórax, sus piernas y finalmente su pija, me la puse en la boca casi con desesperación, la empecé a chupar con frenesí. Su verga durísima y de buen tamaño no la podía meter completamente dentro mi boca, seguí chupándola y sentí como se hinchaba dentro mi boca, apuré los movimientos e inmediatamente sentí el sabor de su semen, una cantidad abundante eyaculó, casi me ahoga jajaja, pero seguí, continuó eyaculando ya cantidades menores, tomé toda su leche, no desperdicié nada, nada. Me separé y su pija seguía durísima como si no hubiera eyaculado, se la seguí chupando un rato más hasta que fue cediendo. Su pija lustrosa, brillante, quedó ahora si fláccida. Me recosté junto a él, nos mirábamos en silencio, al cabo de un rato me levanté, recogí mis cosas y me fui a mi cuarto. Mi cabeza estaba a mil, no sabía que pensar, me acosté como estaba, y juro que deseé que el apareciera en la puerta de mi cuarto para continuar, pero no fue asi, creo que durante toda la noche espere que él venga, pero no sucedió. Cuando el sol comenzó a ingresar por mi ventana recién me dormí.

Me levanté para almorzar, no sabía como mirarlo, como iba a reaccionar. Pero nada pasó, el me trató con absoluta normalidad, yo no sabía que pensar, tal vez la presencia de mis padres?, tal vez quería esperar hasta la noche?, tal vez…? A mi la espera me consumía. En un momento que tuvimos solos me hizo un comentario de la noche anterior, recuerdo que me dijo, ”…me encantó…, me volviste loco…”,. Si bien algo me tranquilizó yo esperaba mucho más. El Sábado transcurrió. Por la noche ambos salimos, el con su novia, yo con mi novio.

El Domingo cuando nos vimos me preguntó como me había ido la noche anterior y cosas por el estilo. Entonces cambió su expresión y me dijo que debíamos hablar, le dije que si, y quedamos en vernos esa tarde en una plaza cercana. Fuimos, y en medio de la caminata charlamos acerca de lo ocurrido.

El me confesó que hacía mucho que me deseaba, pero la relación, el tabú de ser mi hermano se lo impedía, y que si no habíamos concretado antes con todas las provocaciones que nos hicimos era por eso. Yo le expresé algo parecido, que había fantaseado muchas veces con él, como él también me dijo que conmigo. Me preguntó por Cynthia, el porque de mi “curiosidad”. Le respondí que al saber de él y sus relaciones, cuando me enteré de Cynthia no pude evitar querer saber todo acerca de ellos, y eso no hizo más que acrecentar mi deseo y excitación. Nos dijimos muchas cosas más, quedé tranquila, pero nada dijimos sobre que, como o si íbamos a seguir.

Esa noche me acosté tensa, estaba tranquila por la charla, pero inquieta porque no sabía si volveríamos a tener algo o no, yo por un lado quería tener mucho más, y por otro lado me aterraba que nos descubrieran, hice incesto me decía, y a la vez me súper excitaba tener justamente una relación tan tabú, el morbo me enloquecía. Sergio había sido el primero a quien tragaba su semen y quería volver a hacerlo, sabía que ese sabor no me olvidaría jamás.

Escuché el silencio de acostarse todos, los pasos de Sergio subiendo la escalera, pasó frente a mi habitación y lo escuché ir al baño, cuando salió no lo escuché, estaba en tensión y los golpes en la puerta de mi cuarto me sobresaltaron, respondí y allí estaba Sergio, parado, pasó y cerró la puerta, mi corazón se aceleró frenéticamente, yo estaba sentada en mi cama, nada sexy, lista para costarme. El se sentó a mi lado, y me dijo que había quedado algo pendiente de nuestra charla y era que íbamos a hacer hacia adelante. Quedamos un momento en silencio y él nuevamente hablo para decirme que yo lo calentaba tremendamente, que era consciente que no era correcto, pero sexualmente lo volvía loco “….me entendés?...” me preguntó.. si, fue mi respuesta, él solo me dijó, “…mirá como estoy…” y tomó mi mano y la llevó a su pija, estaba durísima, yo solo lo miré y empecé a acariciarlo, mientras gemía acarició mis tetas, levantó mi remera y besó mis pechos, me quitó mi pantaloncito y en breve ambos estábamos desnudos sobre mi cama, me besó, su lengua se introdujo por primera vez en mi boca, y bajó, mis lolas, pezones, mi ombligo y finalmente allí, mi entrepierna empapada recibió su lengua. Mi clítoris hinchado lo reclamaba, y él me hizo delirar, sus dedos dentro de mi conchita empapada entraban y salían con facilidad, tuve 3 ó 4 orgasmos casi sucesivos, le pedía por favor que pare que me estaba matando, que no me iba a contener e iba a empezar a gritar, pero no se detenía, yo tampoco quería que lo hiciera. Su boca empapada de mis jugos ahogó el grito de mi último orgasmo, saborée mis propios jugos de su boca con enorme placer, cuantos orgasmos alcancé?, no lo sé, fueron varios. Entonces fue mi turno, me arrodillé frente a él e introduje su pija en mi boca, se la chupé con enorme placer, ansiosa de sentir nuevamente su semen en mi boca, y lógicamente mis caricias hicieron efecto, su leche lleno mi boca y fue directo a mi estomago. Seguí chupándola como la noche anterior hasta tomar la última gota. Luego de ello nos reímos juntos, un beso y nos fuimos a dormir. Esa noche dormí con absoluta tranquilidad.

Los días siguientes fueron similares, cada noche nos practicamos sexo oral. El me pidió que arregle pasar el Viernes siguiente, era 13, para pasar la noche fuera de casa, si podía decir que me quedaría a dormir en casa de alguna amiga. Inmediatamente pensé en María del Carmen, podía arreglar con ella y asi lo hice. El Viernes 13 llegó, (y no fue mala suerte jajaja), salí de casa vestida normal llevando en un bolso mi ropa, mi madre tranquila teniendo el teléfono de donde me quedaría, y yo sabiendo que ella podría cubrirme ya que bien podía ser una joven madre de una de mis amigas. Fui a lo María del Carmen. Siendo ella una mujer con experiencia mucho no hizo falta que le explique. Me puse un vestidito escotado y cortito, al punto que cuando me sentaba quedaba el descubierto mi portaligas, estaba excitadísima y me gustó provocar. Sergio pasó a buscarme por la casa de ella, asi que se conocieron. Nos fuimos. En la medio de la ciudad éramos una parejita más, fuimos a una de las varias pizzerías tradicionales de Buenos Aires, luego a un pub, música, tomamos algo, estábamos distendidos, tranquilos, Sergio se acercó a mi y me dijo que era hora de irnos. Salimos de allí y fuimos a un hotel. Al entrar el pidió una habitación hasta el día siguiente, yo sentía que me miraban por todos lados, no es que era la primera vez que iba, ya los conocía de ir con otros chicos, pero nunca había pasado una noche en un hotel y además todo lo que rodeaba la situación me ponía un poquito nerviosa. Entramos a la habitación y fue calmarme para dar paso a una excitación incontrolable, nos revolcamos en la cama, él me sacó el vestido y corpiño, me pidió que me deje la tanguita y el portaligas, me vas a coger asi? le pregunté, su sonrisa me respondió, lo desnudé y se la empecé a chupar, estaba  desesperada por sentir esa pija. Su boca, su lengua recorrió mi cuerpo entero, me hacía gritar de placer, cuando llegó a mi concha estaba completamente lubricada, apenas su lengua la recorrió tuve mi primer orgasmo, el siguió dándome placer y yo sin contenerme tenía un orgasmo y otro y otro y otro. Se dio vuelta y lo monté, su pija durísima se hundió en mi concha empapada en un solo movimiento. Lo empecé a cabalgar desesperada, sentía como se hundía dentro mío y una sensación de calentura, de enorme placer me embriagaba, tuve un nuevo orgasmo intensísimo. El me la sacó, me puso en cuatro patas y me penetró desde atrás, sus dedos jugaban en mi clítoris produciéndome un frenesí descontrolado, me gustaba de esa manera, y el como si supiera lo hacía, tuve una nueva serie de orgasmos, se la saque para volver a chupársela. Su pija empapada de mis jugos tenía un sabor exquisito, lo volvía a montar y le reclamé su leche, le dije que la quería. Me preguntó como me cuidaba, pastillas le dije. Lo cabalgue con locura, y me dijo que estaba por acabar, le grite que quería su leche y finalmente me la dio, una abundante cantidad de semen sentí que lubricaba aún más mi concha. Sudados, jadeando, quedamos uno junto al otro tendidos en la cama. La tv mostraba un película a la que recién le prestamos atención. No le dí mucho respiro, se la empecé a chupar hasta que nuevamente estuvo bien dura, lo monté, y luego de tener un nuevo orgasmo me la sacó, me puso nuevamente en cuatro patas y comenzó a lamer mi orificio anal, sus dedos empezaron a jugar, yo gemía, sabía lo que venía, supongo que por mi excitación estaba relajada, luego de jugar con su lengua un rato se paró detrás de mi y aproximó su glande a mi ano, giré y lo miré, antes de llegar a decirle algo él me dijo, “…tranquila, lo sé…., vamos a ir despacio…”. Su pija se apoyó en la entrada de orificio, sentí como esa pija empezaba a luchar para ingresar en mi recto, me relajé todo cuanto pude, quería hacerlo, mi esfínter opuso un poco resistencia, cuando la venció sentí como se introducía lentamente, será porque estaba muy caliente y deseosa que estaba tranquila y relajada, una vez que atravesó el esfínter no costo tanto que lentamente me fuera penetrando, yo le preguntaba cuanto faltaba, sentía que la tenia toda adentro cuando solo estaba a la mitad. Finalmente sentí su cuerpo pegado a mis nalgas, lo toqué, estaba pegado a mi!!!, si la tenía toda adentro!!!, sentía una sensación mezclada, como que tenía algo caliente que me separaba y a la vez placer. Nos empezamos a mover lentamente, los movimientos cortos los soportaba sin problemas, si la quería sacar era otra cosa. Seguimos con ese ritmo, sus dedos buscaron mi clítoris, estaba hinchado, y al tocarme me hizo estremecer, sus dedos jugaban dentro de mi vagina, con mi clítoris llevándome a un grado de excitación extrema, de golpe una oleada de placer me invadió y tuve un orgasmo que me espectacular. Todo, su pija hundida hasta el fondo de mi ano, sus manos en mi clítoris, su respiración jadeante, su cuerpo pegado al mío, todo hacía una fuente de placer. Tuve que retirar su mano creyendo que iba a desfallecerme. El seguía, no me dio tregua, tuve 2 orgasmos más antes que me anuncie que iba a acabar, de golpe sentí un como un chorro de semen inundaba mi recto, fue una sensación maravillosa. A medida que su pija se ablandó fue saliendo, nos besamos con pasión, me abracé a él y nos quedamos asi un rato hablando animadamente de mis relaciones, las suyas. Al cabo de un rato se la volví chupar, cuando estuvo parada lo monté y me lo cogí una vez más. Acabó en mi boca, recién después nos dormimos.

Al despertarnos desayunamos, e intentamos nuevamente hacerlo analmente. No pudimos, tal vez estaba algo irritada o no se, pero estaba molesta, eso no impidió coger nuevamente y él terminó acabando en mis tetas.

Nos besamos largamente antes de irnos, me llevó hasta lo de María del Carmen. Se despidió y me dijo que vaya a casa, que luego llegaría él.

Llegué a casa y al rato llegó él. Nuestras sonrisas cómplices se cruzaron, complacidas, sabiendo que era el principio de algo que hasta el día de hoy continua….

Esta es la historia que me involucra, nos involucra. Es tan difícil explicar el placer que Sergio me da, el amor que nos tenemos es de hermanos, jamás pensé en él como modelo de pareja, como tampoco él conmigo. Pero tenemos una atracción sexual, pasional, un entendimiento que nunca he tenido con nadie. Tal vez soy la reencarnación de alguna muy antigua mujer donde las relaciones filiales eran tan común como cualquier otra, no lo se. Si se que el goce que tenemos es completamente diferente al que cualquier otra persona me puede brindar, y nada tiene que ver con el amor.

Confío no haberlos aburrido pese a lo extenso del relato.

Espero nos volvamos a encontrar, tengo muchas cosas más para contar….

Besos.