El placer de hacerte mía (1)
El inicio de una tierna historia de amor.
La cafetería está muy concurrida el día de hoy, no soporto el bullicio, me levanto y coloco mi mochila al hombro, agarro mi libro y empiezo a caminar hacia el salón de clases sin ver a nadie en especial mientras avanzo por el corredor lleno de estudiantes en ambos lados; jugadores de Football, Basketball, algunas porristas, los típicos nerds y una que otra pequeña diva con su séquito de lame botas, ninguno es de mi agrado, falsos, hipócritas e interesados.
No sé si será intuición, sexto sentido o alguna anomalía que se produce en mi cerebro, pero nunca me he equivocado al juzgar a las personas, puede ser un simple vistazo o una conversación de horas, pero la conclusión es la misma, y generalmente no es buena, esto me ha aislado de lo que para mí es un mundo carente de sentimientos y lleno de pretensiones, me ha obligado a encerrarme en mi propio mundo, al que sólo tienen acceso unos pocos.
Sigo mi recorrido sin prestar el menor interés, abro la puerta del salón vació y tomo asiento como siempre en el último lugar del fondo, en la esquina contraria al escritorio del maestro, así es más fácil que no me presten atención, miro el reloj y aún faltan veinte minutos para que mi clase de inicio, abro el libro en la página donde había quedado, y retomo mi lectura; escucho abrirse la puerta, sigo leyendo, trato de no poner atención a quien quiera que sea, pero se acerca a mí muy tímidamente, casi con miedo
"Hola,
-su voz no me es familiar, alzo mi rostro para ver su cara, pero al llegar a sus ojos me pierdo en ellos-
disculpa que te interrumpa, pero soy nueva, y quisiera saber si este es el salón de tercer año de Arquitectura"
sus ojos no, mas bien es su esencia lo que me atrae, es totalmente diferente, nunca antes vi una mirada como la suya; penetrante, profunda y cálida.
"Ehh sí, este es, pero has llegado un poco temprano y todavía no hay nadie"
normalmente un simple "Sí" hubiera bastado para mí, casi siempre soy cortante y respondo con monosílabos, pero en realidad quería ser simpática con ella, ¿por qué?... ni idea.
"Pues no sé tú, pero yo sí veo a alguien,
-sonríe un poco tímida arrancándome una sonrisa que desde hace mucho no sacaba a relucir-
¿te molesta si me siento aquí?"
señala el asiento a mi lado izquierdo esperando por mi respuesta.
"Mmm a mí no, pero a Sonia "la gorda" no le va a hacer ninguna gracia "
le contesto haciendo énfasis en "ninguna gracia" y moviendo mi cabeza levemente de izquierda a derecha.
"Hmm
-frunce los labios mientras evalúa la situación brevemente-
pues que mal, es mi primer día y ya tendré a Sonia "la gorda"
hace una mueca-
queriendo matarme por ocupar su lugar.
-se sienta y yo empiezo a reír mientras ella acompaña mi risa con la suya durante un par de segundos-
Por cierto, mi nombre es Michelle"
me extiende su mano y yo extiendo la mía a su encuentro.
"Mucho gusto Michelle, el mió es Nicole"
estrecho suavemente su delicada mano por un instante mientras sonreímos.
Saca un cuaderno de la mochila, se agacha sospechosamente en dirección mía volteando a ver a todos lados y me dice en un tono muy bajo
"Oye, no existe la tal Sonia ¿verdad?"
me río en cuanto termina de decirlo.
"Pues si existe no lo sé, pero por lo menos aquí en el salón ni siquiera hay alguien con ese nombre, así que no te preocupes, además, nadie se atreve a sentarse remotamente cerca de mí por mi " mal genio " por así llamarlo"
me sonrojo, las palabras han salido de mi boca sin poderlas contener,
Sería mejo si volvemos a los monosílabos ¿no crees?
"Pues, si ese ha sido tu mal genio, me muero por verte de buenas"
se pone a reír, y
no puedo evitar reírme de su comentario.
"Creo que te he causado una buena impresión, lo cierto es que soy muy ¿cómo te digo?... selectiva, y casi no hablo con nadie a menos que sea por necesidad"
sonrió algo apenada... ¡Ay no! seguro entendió que hablo con ella por obligación y no porque quiera hacerlo.
"Disculpa si te estoy causando molestias..."
¡Lo sabía!,
inmediatamente le impido continuar.
"No, para nada, eres la primer persona en mucho tiempo con quien en verdad me da gusto hablar"
ataque de honestidad imposible de contener... hasta yo me sorprendo de ello, me sonrojo al verla sonreír.
"Gracias, entonces creo que nos llevaremos bien, a mí también me agrada hablar contigo"
"Sólo espero que no cambies de opinión cuando las clases comiencen"
sonrío temiendo que así será.
"No lo creo ¿te cuento un secreto?"
hace un gesto un poco misterioso.
"Dime"
contesto con curiosidad.
"Yo también soy muy selectiva
-nos reímos por un momento, y luego ve mi libro colgando de mi mano
-
ok, no quiero interrumpirte más, sigue con tu lectura, yo escucharé algo de música, no quiero provocar tu mal genio "
hace un gesto de miedo y volvemos a reír; la observo un momento mientras saca su mp3, me sonríe, me doy cuenta que me he quedado embobada viéndola, sonríe nuevamente pero ahora con expresión divertida y señalando mi mano, giro la cabeza lentamente hacia el lugar donde ella señala y frunzo el ceño al ver el libro inerte colgando de mi mano, me toma medio segundo recordar lo que acaba de decir.
"¡Oh!"
nos reímos brevemente y seguimos con lo que hacíamos; pero a mí la situación me parece irreal, nunca antes me he comportado de esta forma, me siento idiota, ni yo misma me reconozco, ahora mismo presto más atención a lo que ella hace que a lo que yo hago.
Se coloca los audífonos, enciende el mp3, recuesta su espalda contra la pared, inclina la cabeza hacia atrás y cierra los ojos; ubico la página en que me quedé y trato de continuar con mi lectura.
Pasan alrededor de 10 minutos (en los que en más de una ocasión me giré para verla) y por fin suena el timbre.
Cierro mi libro, volteo a verla y sigue en la misma posición, la observo detalladamente tratando de encontrar eso que ante mis ojos la distingue de las demás personas, pero mi búsqueda no da frutos, no es más que una chica muy linda y simpática, que ha decidido taladrar y dejar en ruinas mi barrera antisocial.
Contra mi voluntad mis ojos se adhieren a cada centímetro de su rostro; sus delgadas cejas, delicados pómulos sutilmente sonrosados, nariz fina y labios delgados perfectamente delineados, estos últimos llaman mi atención poderosamente, casi no puedo despegar la vista de ellos, sacudo la cabeza obligándome a ver en otra dirección,
"¿Qué me pasa?"
digo en voz baja casi inaudible, desde mi periferia la veo abrir los ojos y girarse hacia mí para decirme algo, pero abren la puerta y comienzan a entrar mis nefastos compañeros de clases, para variar no me determinan, pero en cuanto la ven empiezan con los comentarios.
"Miren eso chicos, parece que tenemos compañera nueva...
-les dice Josh (el "galán" del grupo y capitán del equipo de Basket) a sus seguidores mientras ella guarda su mp3 y yo mi libro sin voltear a verlos, se acercan a la vez y se detienen a poco menos de un metro de ella omitiendo mi presencia-
Hola, nena, mi nombre es Josh"
se inclina para darle un beso en la mejilla, pero para su sorpresa (y la mía) ella extiende su mano derecha evitando que se siga inclinando y él se ve obligado a estrecharla.
"Michelle"
responde ella cortante, al perecer no le agrada la familiaridad con la que le ha hablado.
"Lamento que hayas tenido que conocer la peor parte del grupo, pero ya estoy aquí para rescatarte, muñeca"
los alumnos siguen entrando y ya casi están todos cuando entra el profesor.
"Por favor chicos tomen sus lugares"
dice el profesor refiriéndose a los que rodean a Michelle.
"¡Ay, ya llegó el aguafiestas!, tendrás que venir conmigo muñeca,
-le extiende su mano-
de este lado del salón no hay vida"
"No, gracias, considero que hay suficiente vida aquí"
lo deja con la mano extendida y abre su cuaderno para comenzar a apuntar en el.
"Bien, te daré unos minutos para que lo pienses pero creo que serán segundos"
dice señalándome con la cabeza y codeando a sus amigos, los cuales se ríen mientras se dan la vuelta para tomar asiento.
Habiéndose sentado los demás, el profesor no tarda en darse cuenta que la chica es nueva
"Disculpe jovencita, ¿cuál es su nombre?"
pregunta curioso el profesor al no haberla visto antes.
Todos voltean a verla
"Mi nombre es Michelle, recientemente fui transferida"
"Ya veo, es que no me avisaron y tampoco aparece en mi lista"
le dice mientras busca en su lista de asistencia.
"Sí, la secretaria todavía no me incorpora a las listas, pero el rector dice que puedo tomar las clases normalmente a partir del día de hoy, excepto claro que usted tenga algún problema con ello"
no se incomoda o intimida por las miradas de todos dirigidas hacia ella, prácticamente los ignora y responde con naturalidad sin dejar de ver al profesor.
"No, ninguno"
el profesor se gira indiferente hacia la pizarra a escribir el nuevo tema de clases
"Bien, el día de hoy seguiremos estudiando Resistencia de Materiales"
continúa escribiendo en la pizarra algunos problemas sobre este tema
"¿No es muy avanzado para usted este tema señorita Michelle?"
pregunta sin dejar de escribir.
"No, lo manejo muy bien"
"Eso lo decidiremos después, nena"
dice Josh entre risas haciendo uso del doble sentido de sus palabras a la vez que todo el grupo se ríe de su pequeña gracia.
Ella ignora el comentario y comienza a escribir, yo continúo escribiendo, pero mi periferia me permite un panorama completo de ella sin tener que ser notada observándola, y es que la chica me tiene intrigada, pensé que era tímida, pero la verdad es que parece muy segura de sí misma y por la forma en que está respondiendo el primer ejercicio, muy inteligente también.
"Ok,
-el profesor ha terminado de escribir y se voltea para vernos-
sé que estos ejercicios son muy complicados, pero ya tenemos una semana estudiándolos y creo que es tiempo de que los realicen individualmente,
al resto de la clase, excepto a ella (y por supuesto a mí), les parece haber oído la peor noticia del mundo y arman un alboroto que el profesor se ve obligado a calmar alzando la voz-
¡Ya, compórtense!... siendo un bloque de dos horas, las cederé para que realicen los problemas y al terminarlos podrán irse"
esto no parece calmar a mis compañeros, que intentan hacerlo cambiar de opinión para que permita realizar el trabajo (como ellos llaman) en parejas de tres o en tríos de dos, pero no logran hacerlo cambiar de parecer.
Por mi parte, haber leído y estudiado previamente el pénsul entero para Arquitectura, me ha sido de mucha ayuda, sin contar que mi compañero de apartamento (y mejor amigo) es ya un Arquitecto con un par de años de experiencia al que le encanta explicarme varias veces los temas antes de que los profesores los impartan, así que los ejercicios que ya estoy resolviendo no representan un gran reto.
Michelle tampoco parece tener ningún problema para resolverlos, Josh se levanta, toma su silla y la coloca entre ella y yo dándome la espalda, ella hace un gesto de pocos amigos y sigue escribiendo, eso definitivamente no le gustó.
"Así que eres nueva ¿verdad?"
¡Pero si es todo un Einstein!
Ella ríe sarcásticamente, pero sin voltear a verlo ni dejar de escribir le contesta
"Um así parece"
"¿Y vas a estar aquí mucho tiempo?"
Michelle frunce el ceño apenas perceptiblemente y luego le contesta sin dejar de ver lo que escribe.
"Supongo"
"Oye, si tienes problemas con la tarea, quizás te pueda ayudar...
-
¡Eso quiero verlo!-
aunque lo mió no es el cerebro sino los músculos,
vaya, al menos lo acepta , con la camiseta roja del equipo de Basket que lleva puesta, sus musculosos brazos están visiblemente expuestos, así que sin parar de hablar empieza a hacerle una demostración-
¿te conté que soy el capitán del equipo de Basket, nena?"
sigue exhibiéndole sus brazos tratando de impresionarla.
"No"
le responde ella haciendo una mueca de fastidio, creo que ya se está enojando
,
Josh continúa con su ritual de estupidez, pero aún no logra hacer que voltee a verlo.
"Puedo ver que te he puesto nerviosa, ya estoy acostumbrado, ese es el efecto que causo en las chicas,
-¡QUE IMBÉCIL!-
pero por ser tu primer día, como regalo de bienvenida te dejaré que lo toques"
de reojo miro que su mano se dirige a tomar la de ella para (supongo) ponerla sobre su musculoso (y flexionado) brazo, pero Michelle adivina sus intenciones y milímetros antes de que logre tomarla la retira bruscamente sin siquiera dejarlo rozarla por cierto, ahora sí lo mira y furiosa debo agregar.
"¿Me harías el favor de cerrar la boca y dejarme en paz?, los que sí usamos el cerebro tratamos de trabajar"
pasan unos segundos en los que ella no deja de verlo fijamente, casi taladrándolo con la mirada, Josh, contrario a cerrarla, se ha quedado con la boca abierta, petrificado, sin pronunciar palabra mientras todos los ojos (excepto los míos y los del profesor) están sobre ellos dos
"No es lo que pedí, pero si así te callas está bien por mí"
deja de mirarlo para terminar de escribir
¿QUÉ? ¿SU ÚLTIMO EJERCICIO?... ¡Wow, si que es rápida!
Josh apenas reacciona emprende su retirada hacia el lugar donde se encontraba antes,
"No sabes lo que estás haciendo, nena, esta oportunidad no la volverás a tener nunca"
y este, ¿quién se cree?
Termino mi trabajo, arranco la hoja de cuaderno, guardo mis cosas y me levanto para entregarlo, se lo entrego al profesor, me dice que puedo retirarme, le agradezco y salgo del salón con rumbo hacia la cafetería, al llegar pido un jugo y me voy hacia una de las mesas que se encuentra en una esquina abierta cerca del jardín (es mi lugar favorito, aquí nadie me molesta), ya sentada, saco mi mp3 y me dispongo a oír música y tomarme el jugo, pero me tocan el hombro y alzo la mirada inmediatamente para ver quién se ha atrevido a semejante osadía (Nahhh, tampoco soy así, pero me extraña que alguien quiera hablar conmigo), mi sonrisa no se hace esperar al verla frente a mí.
"¿Te importa si te acompaño?"
me pregunta correspondiendo a mi sonrisa.
"No, claro que no"
le respondo todavía sonriente y moviendo mi mano de forma sugerente para que tome asiento.
"Espero no haberte asustado allá adentro"
"No, de hecho me gustó mucho lo que
vi
"
me sonrojo, no acostumbro ser tan espontánea, ¿No podías responder con un simple "No"?
,
mi respuesta o mi expresión le provocan sonreír.
"¿Y viste algo?, porque a mí me pareció que te desconectaste del planeta cuando entraron los chicos"
"Mm... es que así soy yo"
me encojo de hombros.
"A mí no me lo parece"
sonríe.
"Bueno, eres una excepción, pero normalmente así soy"
"Pues me alegra serlo, la verdad pensé que sería más difícil acercarme a ti
-se sonroja e inmediatamente baja la mirada,
Hmm ¿Qué fue eso?- no te enojes yo ya te había visto"
trato de hacer memoria, pero es inútil.
"No, tranquila, no me enojo, pero no recuerdo haberte visto"
"Es que no lo hiciste... -¿¿...??- no sé lo que esté pasando por tu mente, pero te aseguro que no es nada de lo que piensas"
mi cara de no entender nada la ha asustado, sonrió para que se le pase el susto.
"Pues hasta ahora no he pensado en absolutamente nada, pero siento mucha curiosidad...
se queda callada y su mirada se pierde en un punto de la mesa-
¿qué, no me vas a decir cuándo me viste?"
"Es que no sé si lo tomarás a mal"
"¿Tan malo es?"
ya me está asustado.
"En realidad no"
"Entonces no tienes por qué preocuparte, pero por cualquier cosa, tienes el beneficio de la duda...
-sonrío-
pero sin la parte en la que dudo"
se relaja y sonríe.
"Bueno, no es nada grave... la semana pasada pasé todas las tardes aquí, pregunté quienes eran los estudiantes de tercero de Arquitectura y me dediqué a observar a mis futuros compañeros de clases... es una vieja costumbre que tengo, mi papá era psicólogo y..."
"¡No me digas que psicoanalizaste a todo el grupo!"
"¡No!"
"¿Entonces?
se ruboriza y clava su mirada nuevamente en la mesa... mi semblante cambia de interrogación a sorpresa en menos de un segundo-
¡Me psicoanalizaste a mí!"
sus mejillas casi alcanzan el punto de ebullición... pasan unos cuantos segundos en los que evade mi mirada, hasta que decide enfrentarla, sonrió al verla escudriñar mi rostro en busca de alguna señal de que me haya molestado.
"¿No te molesta?
respondo que no con la cabeza todavía con una sonrisa en mis labios-
si quieres ahorcarme aquí mismo,
-levanta su mano derecha a modo de juramento-
te prometo que no opondré resistencia"
lo único que puedo hacer es reírme.
"¿Ahorcarte?"
"Sí, bueno, no es normal andar por ahí psicoanalizando a la gente"
"No será normal, pero es muy efectivo... dime, ¿lograste descubrir algo en mí?"
"En realidad no mucho; siempre sola, leyendo o escuchando música... nunca te vi sonreír o hablar con alguien...
-suspira-
Conclusión: debí haberlo hecho a la antigua "Hola, mucho gusto" etc. etc., eso me hubiera dado más resultado"
nos reímos.
"Sí, además, si lo hubieras hecho ya nos conoceríamos mejor"
su mirada cambia, por alguna razón ahora está ¿emocionada?
"Por eso no te preocupes, ¿qué te parece si hacemos un test de reconocimiento?"
"Ok, pero no sé lo que es"
"Muy fácil,
-saca un cuaderno, arranca una hoja, la corta por la mitad, me da una parte a mí y se queda con la otra, saca dos lapiceros y me da uno-
haré cinco preguntas rápidas a las que las dos responderemos escribiendo en la hoja en blanco, luego será tu turno y harás lo mismo pero al reverso de la hoja, al final intercambiaremos las hojas y leeremos nuestras respuestas, ¿te parece?"
"Ok"
"Entonces empecemos
-lo piensa un momento-
ok, todos estos son sólo favoritos, ¿Color?... ¿Género de música?... ¿Pasatiempo?... ¿Comida?... ¿Por qué no te tomas tu jugo?"
¡Casi escribo ¿Cuál jugo?!
"¿Esa es la quinta pregunta?"
le pregunto riéndome.
"¿Eh? ¡No!, no lo es, pero me distrajo ver el jugo intacto, creo que cuando llegué ibas a tomártelo ¿no?"
"Sí, eso iba a hacer, pero con la plática se me olvidó completamente que tenía sed, ¿no quieres uno?"
intento levantarme para ir a traerlo, pero no me lo permite.
"Sí, pero yo voy por el, gracias"
se levanta y camina en dirección a la cafetería, no se da cuenta que lleva mis ojos insertos en su delicada figura, con mucho esfuerzo logro desprenderlos de tan bella imagen, repentinamente mi boca se seca, trato de centrar mi atención en otra cosa, abro mi jugo y empiezo a tomarlo casi sin respirar.
Cuando me giro para verla nuevamente ya está a pocos metros de la mesa, pero veo que tras ella viene Brenda (la presidenta de nuestra clase y líder de las porristas) acompañada de otras chicas, mi semblante cambia, Michelle se vuelve a sentar enfrente mió.
"¿Ocurre algo?"
me pregunta preocupada.
No alcanzo a responder, sólo bajo la mirada al momento que llegan las chicas.
"Hola, mi nombre es Brenda,
-se saludan de mano, pero Michelle no deja de verme aún preocupada-
ellas son bueno, ellas no son importante, te he observado y creo que eres muy bonita, soy la capitana de las porristas y me gustaría que te unieras a nosotras,
-la mira de pies a cabeza-
sería un desperdicio no sacarle provecho a tu físico"
"No me interesa, pero gracias por el cumplido y por haberme tomado en cuenta"
"Bueno eso fue lo primero, lo segundo es invitarte a que nos acompañes en nuestra mesa, es la mejor de la cafetería, además de que tendrías compañía"
me señala con la mirada.
"Aquí estoy muy bien, gracias, además la compañía es excelente"
me sonríe, y yo devuelvo el gesto.
"Está bien, como quieras, pero considera la oferta de unirte al equipo de porristas, creo que tienes potencial
-me mira rápidamente de mala manera y agrega-
además, no es bueno que te relaciones con anormales, te confundirán con ellos"
¡Uh-oh!,
a Michelle eso no le ha gustado en lo más mínimo.
"¡Oh!, gracias por el consejo, no te preocupes, lo seguiré al pie de la letra"
se levanta, toma su asiento y rápidamente lo coloca a mi lado dándole la espalda a Brenda.
"Disculpa, ¿en qué estábamos?"
me pregunta ignorando a Brenda, esta da media vuelta y aparta a empujones a las demás mientras lanza entre dientes una que otra amenaza en contra de Michelle.
"¿Te das cuenta por qué siempre estoy sola?"
"Corrección, estabas , porque desde hoy ya no lo estarás más...
-sonríe de tal forma que me quedo derretida e idiotizada por unos segundos,
Espero que no te veas tan idiota como te sientes- ¿continuamos?"
"¿Con qué?"
¡No, si lo peor no es lo que dices, sino CÓMO lo dices!
"Pues con el test"
levanta mi hoja y la sacude, vuelve a sonreír, pero esta vez divertida.
"¡Oh, claro!, todavía te queda una pregunta"
es imposible ocultar el enrojecimiento de mis mejillas.
"Sí, así es ¿Cuál es tu animal favorito?"
No lo dudo ni un segundo en escribir mi respuesta, la cual definitivamente es, Mi novio, ese es el nombre de mi perrito, un pequeño Cocker-Spaniel-Inglés de color café, que me regaló Mike (con quien comparto el apartamento) cuando cumplí dieciocho años (ahora tengo veintidós).
"Bien, ahora es tu turno"
me dice volteando la hoja, yo hago lo mismo.
"Déjame pensarlo un momento mmm ok, ¿lista?"
"Dispara"
"¿Qué prefieres sol o nieve? ¿Sabor favoritito de helado?...
levanto la mirada para observar su reacción cuando hago la siguiente pregunta-
¿Hacer el amor o tener sexo?
dirige sus ojos a los míos al instante y sonríe a la vez que no puede ocultar el rubor de sus mejillas, vuelve hacia la hoja y escribe su respuesta, yo continúo con las preguntas-
¿De terror o final feliz?... ¿Dirección y teléfono?"
sonríe y escribe su respuesta.
"Creo que asimilaste demasiado bien el test; sin embargo sólo te daré el número de mi celular, si quieres saber donde vivo tendrás que ir conmigo"
"Ok, me parece bien,
-tomo su hoja y leo sus respuestas a mis preguntas en voz alta-
Nieve, Vainilla, Hacer el amor,
-la veo de reojo y se sonroja-
Final feliz y tu número de teléfono,
-le doy vuelta a la hoja y continúo leyendo las respuestas a sus preguntas-
Azul, Pop-rock en Inglés y Romántica en Español, Escuchar música, Pastas y Perro"
¡Wow, prácticamente son mis respuestas!
"Mi turno
-me dice a la vez que toma mi hoja para leer mis respuestas-
Nieve, Vainilla, Hacer el amor, Final feliz y tu
-hace un gesto un poco extrañada (lo cual no entiendo), luego sonríe-
dirección y número de teléfono"
voltea la hoja y continúa leyendo
"Azul, Romántica y Pop-rock, ¡Wow!"
me dice sorprendida.
"Sí, exactamente lo mismo pensé yo"
Continúa leyendo
"Escuchar música, Pizza y ¿Mi novio?"
la miro divertida al ver su expresión, y cuando me dispongo a decirle el por qué de mi respuesta, veo a Josh a varios metros de distancia caminando hacia nuestra mesa.
"Será mejor que nos vayamos, Josh viene hacia acá"
me levanto, guardo todo en mi mochila y tomo el envase de mi jugo, ella hace lo mismo y salimos de la cafetería rápidamente
"Ok, hasta aquí llega mi plan, ¿y ahora qué hacemos?"
mira su reloj de pulsera.
"Mmm... tenemos clase hasta la tarde ¿cierto?"
"Sí, así es, ¿tienes algo en mente?"
"La verdad sí, ¿todavía quieres saber dónde vivo?"
"Sí, claro"
"Pero te advierto, tendremos que caminar, evito al máximo viajar en automóvil"
"No te preocupes, me gusta caminar, además, nunca traigo mi auto a la Universidad porque no vivo lejos"
Saliendo de la Universidad, botamos los envases de los jugos y caminamos no más de diez minutos mientras hablamos de la similitud de nuestros gustos.
En el camino me doy cuenta de que es la ruta que siempre utilizo para llegar a la Universidad, pero por primera vez la veo distinta; los árboles en las aceras parecen inclinarse reverenciando nuestro paso, nos regalan una delicada brisa que acaricia nuestros rostros con la suavidad de una pluma sobre terciopelo, cierro los ojos por un momento y lleno mis pulmones de aire fresco, una agradable sensación se instala en mi pecho.
"Ya llegamos"
me anuncia y nos detenemos frente a un parque que conozco muy bien porque todos los días lo atravieso, a una cuadra de este se encuentra el edificio donde yo vivo.